Star Wars y sus personajes no son propiedad mía sino de Lucas Films y Disney, lo único de mi intelecto es la historia aquí presentada.


Cuando una guerra terminaba ocurría algo muy curioso: se formaban parejas que nadie, ni en sus sueños más locos podría haber adivinado.

Tal vez fuese por la adrenalina de compartir una felicidad con alguien más, o tal vez las personas quedaban tan destrozadas que buscaban refugio en otras que habían vivido situaciones similares, o simplemente los guerreros al sentirse realizados porque su lucha había acabado decidían disfrutar placeres que pocas veces se permitieron.

Finn aún no acababa de averiguar todos los factores, pero lo que sí sabía, era que en ese momento la Resistencia, que ahora se llamaba Republica Cosmos, tenía a varios niños de edades similares, todos ellos hijos de compañeros de guerra.

Lo más interesante era cuidar a esos niños también era su responsabilidad, ellos eran la nueva generación que viviría con el legado que sus padres dejaron, y debían de enseñarles todos sus esfuerzos para que los valoraran y así no volviesen a caer en una guerra interminable e inútil que sólo dejaba muertes y dolor.

Los niños, todos con la edad entr años a excepción de uno, corrían por los campos divertidos, jugando a las guerras espaciales con blasters de plástico y espadas de madera. Ellos eran tan inocentes que pensaban que todo era un juego, pero en realidad estaban recibiendo un entrenamiento para usar esas armas cuando fuesen más grandes.

Finn observó a los niños enternecido y se alarmó cuando no vio a uno.

Volvió a contarlos: había una niña humana rubia de 5 años acompañada de un niño de 3, era los hijos de Kaydel Ko Connix y Beaumont Kin.

Luego había otro niño humano de 4 años, el hijo de Poe y Zorii.

También estaba un niño con pequeños rasgos Twi'lek, el hijo de Rose y Jacen Syndulla.

Y entre muchos otros, cuyos padres no recordaba el nombre, estaba Wynnet, una niña de piel canela que llegó después de la guerra, ella era para su temor, sensible a la fuerza, ya que contó que su nacimiento fue un milagro, ya que su madre tenía más de 50 ciclos de edad cuando la tuvo.

Todos convivían como su fuesen familia, y en cierta forma era lo mejor, ellos eran rebeldes no padres, nadie tenía experiencia educando niños, nadie sabía cómo hacerlo, Zorii fue el claro ejemplo de ello cuando lloró todas las noches al descubrir su embarazo, tenía miedo por no saber educarlo, ser una decepción para su hijo o peor aún, se arrepentía de traer vida a un mundo donde posiblemente sufriera innecesariamente, todos la ayudaron a tranquilizarla, pero en el fondo sabían que sus temores eran reales.

Sin embargo, entre las personas de la Primera Orden que desertaron, Finn nunca pensó que Cardinal, no… Archex, se hubiese unido a su causa. No lo reconoció hasta que la guerra concluyó, él era quien instruía a los cadetes de la Primera Orden cuando eran niños, antes de que su educación pasase a manos de Phasma, él, a pesar de ser duro, era amable y paciente. Sabía cómo era la mejor educación para los infantes, así que él acompañando de Ezra, eran los encargados de cuidarlos y educarlos como si fuesen un todo.

Por el momento había funcionado.

Finn caminó entre ellos evitando la mirada de Jannah, últimamente su odio hacía él era cada vez más evidente, ella también ayudaba a cuidar a los niños porque le encantaban, y eso era una presión. No sabía cómo sentirse, ella era dura, pero sabía que en el fondo deseaba un hijo para que estuviese con todo ese nuevo escuadrón, tristemente, él no se sentía atraído por ella de la misma forma. Además, él ya tenía una responsabilidad así, no por un lazo de sangre, sino por una promesa a su mejor amiga. El niño más grande todos, su mayor temor y enemigo de años, Gray.

— ¿Dónde está? — Preguntó a los niños que habían detenido sus andares cuando él se atravesó, todos entendieron a quien se refería.

— Archex lo está regañando — Dijo Wynnet, la que mejor podía hablar entre ellos. — Al parecer quiso hacer trampa en el juego de las espadas.

Finn suspiró mientras se encaminaba hacia los territorios enfocados para la escuela que habían improvisado, Gray, a pesar de tener sólo 6 años, era inquieto y rebelde por naturaleza. Conoció poco tiempo a Han Solo, pero sabía que su actitud tenía mucho de él, le gustaban los problemas y no tenía le miedo a las consecuencias.

Y eso era lo más peligroso de todos, porque si bien a los demás les causaban gracia sus travesuras, Finn podía sentir como la fuerza fluía a través de él, aún seguía siendo gris, pero cuando se enojaba, emanaba una sensación que hacía que su piel se erizase. Aún era un niño y lo podía controlar, pero no sabía por cuanto tiempo podría hacerlo, y tampoco sabía en cuanto tiempo volvería Rey a solucionar las cosas.

Al llegar a la carpa donde Archex daba sus clases, se encontró con él regañando a Gray, mientras Vi Moradi, su pareja, estaba cruzada de brazos irritada y Ezra sólo se limitaba a ver la escena con desaprobación. Cuando lo vio llegar, a la mujer le brillaron los ojos, tomó una hoja y se dirigió hacia él enfurecida, Finn no tuvo tiempo de pensar en algo hasta que fue arrastrado fuera de la carpa.

— ¡¿Quieres explicarme que es esto?! — Le gritó mientras levantaba una hoja que tenía un dibujo, pero la movió de forma tan brusca que él no distinguió la imagen plasmada. — Acordamos que les enseñaríamos lo básico de historia ¡Pero tampoco dejes que simpatice con el enemigo!

Finn tomó el papel y maldijo para sus adentros, puede que las memorias de Gray estuviesen en blanco, pero a veces él tenía "sentimientos" que le recordaban su antigua vida, ese dibujo, de una espada con la empuñadura en forma de cruz, era uno de los tantos momentos en que los metían en aprietos.

— ¡Yo sé que no es tu hijo de sangre pero eres el responsable de su educación! — Le volvió a gritar Vi — No eres nada bueno disimulando que lo detestas, pero tampoco dejes que vaya a los archivos secretos sólo para librarte de él. En la clase de hoy decidió fabricar esta aberración y casi le saca los ojos a sus compañeros, aquí solo vamos a educar Rebeldes, y no quiero nada que tenga que ver con la Primera Orden, sea un juego o no. Si tanto quieres mantenerlo ocupado deja que entrene con Ezra como te lo pidió.

Finn sabía que Gray nunca se metería a su biblioteca privada, pero prefería seguir con las mentiras que sus compañeros inventaban antes de decir la verdad. Puede que no le cayese muy bien el niño, pero conviviendo con él por seis años, tampoco le deseaba la muerte.

Aún.

— Le pondré una llave extra a mis pertenencias — Dijo cansado. — No volverá a ocurrir de nuevo.

— Más te vale, Archex está a nada de correrlo, odia todo lo que tenga que ver con los abusos de la Primera Orden. Y esa espada es un símbolo de abuso y temor.

— Lo sé, pero es un niño, simplemente quiso ser novedoso.

— Novedoso es aceptar que él puede mover cosas Finn.

El moreno se tensó, esa era una conversación que no le gustaba tener. La razón por la que Ezra estaba con los niños era para distinguir si alguno era sensible a la fuerza, y no era un secreto que Gray tenía esas habilidades. No obstante, Finn rechazó que Ezra lo entrenara a lado de Wynnet, era una patada de ahogado, pero tal vez si no conocía las capacidades de la fuerza, en un futuro si no llegaba Rey, él no caería tan fácil en la oscuridad porque no la conocía.

— Que pueda hacerlo no significa que deba hacerlo — Rebatió. — La fuerza sólo nos ha traído problemas, ¿Por qué simplemente no la ignoramos y pretendemos que no existe?

— Porque sigue ahí, y está dentro de él. — Contestó Vi más calmada — No le puedes quitar algo con lo que nació, por más que prefieras negarlo, no se puede, lo terminará descubriendo tarde o temprano.

Finn estuvo a punto de contestarle a Vi cuando Gray salió de la carpa, estaba decaído, Finn se permitió observarlo, ropas blancas, el cabello tan corto que parecía rapado, alto en estatura a pesar de ser sólo un niño. Nadie lo había reconocido aún, y esperaba que eso fuese por mucho más tiempo.

— ¡Te juro que yo no lo hice! ¿Por qué me acusan de hacerlo? — Preguntó el niño, parecía que estaba a nada de llorar. A Finn se le hizo irónica la escena, Gray le tenía miedo por ser quien era, y Finn le temía por quien sería.

— Lo sé — Dijo cuándo se alejaron de la carpa y ya nadie pudiese escucharlos — Pero aun así está mal lo que hiciste.

— ¿Por qué? Yo sólo quise inventar algo nuevo.

Finn sintió como la cicatriz en su espalda comenzaba a arder.

— Porque los demás no lo han hecho, y debes de seguir sus reglas.

— Pero yo no quiero seguir sus reglas ¡Yo quiero las mías! — Gray se calló inmediatamente, la mirada de Finn le recordó que no estaba en posición de hacer algún tipo de berrinche.

— No. — Decretó Finn — Nada de armas nuevas, armaduras extrañas o hacer que las cosas leviten. Eso no es normal, tú tienes que ser normal.

— Aunque quiera, no puedo ser normal — Gray detuvo su caminar, su voz se escuchaba mucho más cortada que al inicio, estaba luchando con todas sus fuerzas por no llorar. — Yo no tengo papás y los demás sí...

Finn sabía que ese era momento para decirle "Pero me tienes a mí". Sin embargo sólo se limitó a observarlo, no podía decirle semejante mentira.

— Ya te lo dije, Rey te encontró y te trajo, lo hizo por tu bien. — Deseaba decirle que sus padres estaban muertos, pero eso sería responder preguntas que desconocía. Sabía que él era el hijo de Leia y Han, pero no sabía si había reencarnado nacido en otros padres o simplemente había aparecido de la nada, Rey nunca se dio el tiempo para explicarlo.

— ¿Entonces porque ella me abandonó? No la recuerdo, nunca la he visto.

— Es porque está de viaje resolviendo unos problemas — Dijo Finn lo más esperanzador que pudo, porque él mismo debía de convencerse de ello. Hacía años que no la sentía con la fuerza, intentó buscarla en todos los planetas conocidos pero nadie la había visto, nadie sabía a dónde fue, era como si la fuerza se la hubiese tragado.

Pero no estaba muerta, él conocía muy bien ese sentimiento y no se había repetido. Miró a Gray recordando lo que él había hecho.

— Volverá no te preocupes, y ella te responderá todas las preguntas que tienes ¿De acuerdo? Pero por el momento debemos esperarla y acatar todas sus órdenes ¿Vale?

Gray asintió de mala gana, Finn siempre se excusaba con Rey cuando él hacía preguntas de su pasado.

— No usar ropa negra, tener el cabello corto, no atacar a los demás, no enojarme, no involucrarme con la religión Jedi, sonreír mucho, no estar cerca de Lando, Chewi o cualquier amigo de su edad. — Finn asintió un poco más tranquilo, era todo lo que podía hacer por él.

— Lo hago por protegerte, recuérdalo. — Gray asintió, aunque últimamente se preguntaba exactamente de qué o quién lo estaba protegiendo.