N / A: Diferentes tipos de diálogos en la historia.

- Diálogo Normal -

Diálogo escrito

"Diálogo mental o telepático"

Diálogo con el lenguaje a señas

Preparativos y un Largo Viaje. (52 – 91 = 39 págs.)

POV. Bella.

Desde que decidí mudarme, los días han sido muy ocupados para mi mamá, mi papá y hasta para mí; mi madre habló con mi padre, quien se entusiasmó con la idea de que yo viva con él, le dijo a mi madre que el cambio me ayudaría a salir adelante y le aseguró que haría todo lo necesario para garantizar mi seguridad y bienestar, por lo que mi madre se quedó más tranquila y hasta se animó con los preparativos.

Después de eso mi madre ha tenido que salir muy seguido de casa, porque tuvo que comprar todo lo que yo necesitaría para mi viaje que sería dentro de dos semanas, se supone que llegaré el próximo viernes al mediodía a Forks, así tendré todo el fin de semana para instalarme y preparar mi nueva habitación.

Mi madre ha ido a varios centros comerciales para encontrar ropa que sea lo suficientemente abrigada y apropiada para vivir en Forks; por suerte hemos llegado a un acuerdo sobre el estilo de ropa que quiero que me compre, mi atuendo será con colores oscuros, pero no necesariamente sólo negro, sino que será una combinación de diferentes tonalidades oscuras, por lo que seguiré vistiendo con estilo y de forma presentable, sin llamar mucho la atención de los demás.

El problema es que en Phoenix es muy difícil encontrar ropa abrigada, porque hace mucho calor y aunque estemos en invierno, el clima no es muy frío; mi madre dice que esto tiene sus ventajas y desventajas, ya que si bien es difícil encontrar ropa de invierno, al encontrarla, no es muy costosa, ya que casi no se vende y generalmente está en oferta; por eso mi madre logró encontrar un poco de ropa que es linda, elegante, de mi estilo y que además estaba en oferta.

Ahora lo que me preocupa es que la ropa sea demasiado elegante, comparada con la que las personas en Forks usan; pero si veo el lado bueno, al menos tendré un poco de ropa abrigada, que ocultará mis cicatrices y me protegerá del frío; aunque mi madre dice que tendrá que comprarme y enviarme más ropa, porque la que llevo es muy poca y se niega a comprar ropa en Forks porque asegura que no me gustará el tipo de ropa que suelen usar allá.

- Te lo aseguro hija, algunas personas allá visten como si no supiera el significado de combinar colores y estilos, pareciera que lo único que les preocupa es que la ropa los abrigue y proteja de la lluvia – me dice frunciendo la nariz con disgusto – Espera a ver la forma en que visten y comprenderás lo que digo… No, mejor seguiré buscándote ropa aquí y después te la envío, pero me niego a que vistas como lo hacen allá – asegura y yo me apresuro a decirle por señas…

Está bien mamá, sólo recuerda que no quiero llamar mucho la atención de los demás, prefiero pasar desapercibida, así nadie se me acercará mucho.

- Ya lo sé hija – dice rodando los ojos – ya entendí que no quieres colores muy alegres y quedamos en que usarías una combinación de tonos oscuros con alguna prenda un poco más clara, como negro con gris o plateado, o café con un tono celeste o azul, lo único que te pido es que no te vistas como esos roqueros o góticos que parecen andar de luto todo el tiempo – me advierte y yo afirmo de acuerdo con eso – Bien, ahora iré a ver si encuentro un lugar que tenga ropa de invierno, la vecina dice que en hay un tienda en el centro comercial que suelen tener en bodega ropa de invierno y es probable que me la muestren, así que debo ir ahora mismo para ver si encuentro algo que te sirva y puedas demostrarle a esa gente de Forks que sin importar el clima que hay, uno puede vestir con estilo y elegancia – dice emocionada, antes de irse a comprar.

No es ningún secreto que a mi madre no le agrada nada de Forks[1], a diferencia de mí, ella sí parece tener cierto resentimiento con las personas de ese lugar, pero es algo que nunca he comprendido del todo, ya que tanto ella como mi padre, se niegan a hablar de eso, pero sospecho que tiene que ver con la separación de mis padres y por eso prefiero no mencionarlo para no incomodarlos.

En cuanto a mí, sólo puedo decir que no es que no me agrade el lugar, simplemente no es mi lugar, después de todo, sólo he ido como dos o tres veces desde que tengo memoria y ha sido por muy poco tiempo, por todos los compromisos que tenía antes; y mi estadía ahí fue muy corta, ya que ni mi madre ni mi padre estaban muy cómodos con la idea de que yo pasara mucho tiempo allá[2]; de hecho sólo fui porque yo quería ir al lugar donde mi padre vivía, quería asegurarme de que estuviera bien, ya que nunca me gustó que él viviera solo y lejos de nosotras, pero eso es algo que no se podía cambiar, aunque nunca entendí por qué en realidad.

Lo que sí sé, es que no me gustaba la idea de que siempre estuviera lloviendo en ese lugar y casi no haya sol, ya que siempre me pareció que la lluvia era muy deprimente y antes creía que un lugar sin el sol era un lugar muy triste y desolado. Esa es la única razón por la que no me agrada mucho Forks, pero no es que tenga algo en contra del lugar en sí, ni mucho menos de las personas, sino que simplemente no me gusta el clima que hay en ese lugar.

Así que mi madre dice que ella seguirá buscando ropa y me la enviará a Forks, para asegurarse de que tenga lo necesario; y no es la única, ya que mi padre también ha tenido que comprar varias cosas para mi estadía en Forks, como una cama, armario, escritorio, estantes, librero, sillas y otros muebles que estarán en mi nueva habitación; hasta tuvo que comprar una camioneta espaciosa para poder transportarse conmigo, sin que estuviera muy cerca de mí y no me afecte mucho el tener que viajar con él.

Para los muebles, mi madre y yo le hemos dicho el tipo de muebles que debía comprar y le dijimos que nosotras enviaríamos las cosas que servirían para ambientar y decorar mi habitación, lo cual seguimos haciendo en esto días; y por eso nos comunicamos con él, para ponernos de acuerdo en lo que haremos y compraremos.

- Ya te dije que los muebles son casi idénticos a los que aparecen en la revista que me mandaste, incluso tuve que ir a Seattle a comprarlos – escucho la voz de mi padre, desde el altavoz del teléfono de la casa, ya que mi madre quiere estar segura de que los muebles sean los apropiados para mi habitación.

- Bien, aunque me sentiría mejor que me enviaras una foto para estar segura – dice mi madre, mientras ve las revistas y bosquejos que hemos elegido para mi nueva habitación y escucho el suspiro de mi padre, por lo que estoy segura de que acaba de rodar lo ojos ante la petición de mi madre - ¡No me pongas los ojos Charlie Swan! – Lo reprende mi madre – La habitación de nuestra hija tiene que ser perfecta, no hemos pasado varias horas diseñándola, como para que al final no quede bien por culpa de los muebles – le advierte y de nuevo escuchamos un suspiro de mi padre y al igual que yo, debe estar contando mentalmente hasta cien, para no perder la paciencia.

- Bien Reneé, te enviaré unas fotos y hasta las medidas de los muebles para que compruebes que son idénticos a los que me pediste – le dice mi padre con un tono resignado y mi madre sonríe complacida.

- Bien… ¿Y dices que compraste una camioneta? – Pregunta sorprendida al recordar lo que dijo antes.

- Sí, es una minivans, te dije que la encontré a un muy buen precio – le dijo mi padre con paciencia – y aunque es un poco vieja, funciona perfectamente y es muy espaciosa, está diseñada para que diez personas viajen cómodamente en ella, así que Bella podrá ir sin que le afecta la cercanía del conductor y yo podré llevarla a cualquier lugar en caso de ser necesario – le explica mi padre y yo le doy las gracias a través de señas.

- Bien, Bella dice gracias – dice mi madre sonriendo.

- De nada pequeña, ya te dije que me aseguraré de que estés a salvo aquí y nos aseguraremos de que nadie se te acerque mucho – escucho que me dice y yo le agradezco de nuevo por señas.

- Bella dice muchas gracias papá, confío en que me cuidarás mucho y que estaré bien contigo – le dice mi madre sonriendo – Y yo digo que también quiero una foto de esa camioneta Charlie, así que asegúrate de enviarme una – le dice divertida y las dos escuchamos la risa de mi padre.

- Bien, le tomaré unas fotos, aunque no te aseguro que salgan muy nítidas por la lluvia – le advierte y mi madre hace una mueca pero no dice nada – Entonces… están seguras de que no necesitan que compre algo más o que les ayude con la remodelación, estoy seguro que si me dicen que hacer podría ayudarles un poco y así Bella no lo haría sola…

- No, gracias Charlie – lo interrumpe mi madre de prisa, mientras yo niego con la cabeza.

- ¿Seguras…? Tal vez si me dicen…

- No Charlie, ya te dije que con los muebles es suficiente – dice mi madre – por ahora sólo tienes que estar pendiente de ir a buscar las cosas que te enviemos y las dejes en la habitación, para cuando Bella llegue y lo acomode todo.

- Pero… ¿No será muy pesado para ella hacer eso? Recuerda que no debe agotarse mucho, ni hacer mucho esfuerzo físico – le recuerda y yo rodo los ojos, junto a mi madre.

- Eso ya lo sabemos Charlie, pero te aseguro que ella no hará algo que la agote demasiado, por eso me he asegurado de elegir con cuidado todos los materiales para la decoración, así no será difícil para ella instalarlo – le explica y yo afirmo de acuerdo con ella.

- Si, pero… tal vez yo pueda…

- ¡Ash! Te recuerdo Charlie que tu fuerte no es la decoración, ni nada que tenga que ver con la creatividad – le dice mi madre cansada de esta discusión.

- Ah… vale – acepta mi padre, castigado, sabiendo que es verdad, pero como no quiero que se sienta mal, le hago unas señas a mi madre para que se las diga en voz alta.

- Y Bella dice que agradece tu oferta y que si llega a necesitar tu ayuda, te lo pedirá, pero que le gustaría poder decorar ella misma su propia habitación, porque ya es una niña grande y quiere hacerlo ella sola – le traduce mi madre divertida.

- Ah, entiendo, entonces está bien – acepta mi padre más tranquilo y yo suspiro aliviada de que al menos ya no se sentirá mal por no poder arreglar mi habitación.

- Sólo recuerda que hoy enviaré las primeras cosas para la habitación de Bella y también incluiré un listado de todo lo que envío para que verifiques que todo llegue completo, ya sabes que no confío en las compañías de envío, siempre pierden o dañan las cosas – dice molesta.

- Estoy seguro que llegaran bien, Reneé, no te preocupes – la tranquiliza mi padre – en tres días iré a recogerlas, por ahora debo irme a trabajar, así que luego hablamos, cuídense mucho mis niñas – se despide con ternura y tanto mi madre como yo sonreímos.

- Hasta luego Charlie y Bella dice adiós papá – se despide mi madre sonriendo, antes de colgar el teléfono – Uf… eso estuvo cerca, tu padre es bueno para muchas cosas, pero el arte definitivamente no es lo suyo – me dice divertida y yo afirmo de acuerdo con ella – Bueno, yo debo ir a la agencia de envío, para enviar lo que hemos preparado para tu habitación, cuando venga seguiremos con los preparativos – me dice sonriendo y yo afirmo y agarro un libro, para leer hasta que ella regrese.

Estoy complacida con los planes que hacemos entre los tres y me agrada que mis padres respeten y apoyen mis gustos, ya que quiero que mi habitación tenga mi propio estilo, después de todo ya no soy la misma niña de antes y mi forma de ver la vida y de apreciar los colores es muy diferente a la de hace cuatro años.

Sin embargo, mis nuevos gustos, no han desanimado a mi madre para nada, ella ha estado muy emocionada porque entre las dos, hemos diseñado el estilo que mi nueva habitación tendrá; las dos hemos pasado varias horas discutiendo y planeando todos los detalles, colores, accesorios y adornos que habrá en mi cuarto, lo cual fue un poco difícil al principio, ya que el estilo de ella es muy… extravagante, llamativo y de colores muy vivos, lo cual es totalmente opuesto al estilo que yo quiero; pero al final conseguimos llegar a un acuerdo y por suerte entre las dos, encontramos el estilo perfecto que se adaptaba a los gustos de las dos y tanto ella como yo, quedamos muy satisfechas con el resultado final.

- ¡Ahhh! Es perfecta hija, ya verás que tu habitación quedará divina – me dice emocionada, sin dejar de ver los últimos bosquejos que hemos hecho – y con la combinación de colores y luces, estoy segura que parecerá mágico… ¡Hasta me gustaría poder verla en la noche! Se verá preciosa, ya verás – me dice aplaudiendo y yo afirmo de acuerdo con ella – Prométeme que tomarás muchas fotos cuando termines de arreglarla y me las enviarás y también quiero verla tanto a la luz del día como en la noche – me pide sin dejar de sonreír.

Te lo prometo mamá, tomaré muchas fotos de mi habitación, para que veas que es igual a tus diseños.

- Bien, ya verás que te gustará muchísimo tu nueva habitación – me dice sonriendo, aunque distingo un poco de tristeza porque le recuerda que ya no viviré con ella, yo le sonrío para animarla, lo cual funciona, porque su sonrisa se hace más amplia y vuelve a aplaudir – Iré a llamarle a tu padre para preguntarle si ya recibió lo que le envié ayer – me dice levantándose para salir de mi cuarto.

Pero mamá, se supone que llegarían en tres días, así que faltan dos días para que las reciba y él vaya a recogerlas

Le recuerdo divertida por su impaciencia, ella frunce el ceño con molestia por no poder confirmarlo de inmediato y estoy segura que hasta desearía acelerar el tiempo para no tener que esperar más, pero después se encoge de hombros y le resta importancia.

- Eso no importa, de todas maneras le hablaré a Charlie, para recordarle que debe ir a recogerlo pasado mañana, así no se le olvidará y le diré de nuevo el listado, para que se asegure de que todo vaya completo – dice sonriendo, antes de salir rápidamente, de mi cuarto.

Yo suspiro resignada y divertida, porque ella nunca cambiará y sonrío al imaginar la cara de mi padre al recibir otra llamada, para escuchar a mi madre decirle por enésima vez que debe ir a recoger las cosas, estoy segura que mi padre ya se sabe de memoria el listado, porque mi madre no ha dejado de recordárselo desde antes de enviarlo. Pero bueno, esto significa que mi madre está volviendo a ser la misma de antes y mi plan está funcionando.

El hecho de haber enviado las primeras cosas, no ha detenido a mi madre, pues quiere que quede tal como la hemos diseñado y debo reconocer que hasta ahora he descubierto el verdadero talento que mi madre tiene para la decoración, ya que es muy exigente y hasta un poco perfeccionista con los detalles, después de todo es muy creativa y trabaja como maestra de arte en una escuela primaria; sin embargo es una faceta que no conocía de mi madre, ya que antes estaba tan ocupada con mis compromisos y clases, que nunca pude apreciar el talento que mi madre tiene para la decoración y hasta ahora empiezo a creer que es de ella que he heredado parte de mi talento creativo.

Al menos me tranquiliza saber que en estos días he llegado a conocer más a mi madre y debo admitir que hasta he disfrutado el tiempo que hemos pasado planeando y organizando todo lo de mi viaje; pero lo que más me tranquiliza es saber que ella ya no parece estar tan deprimida ni preocupada por mí, al contrario, siempre está sonriendo y pensando en todo lo que le falta comprar y hasta ha empezado a hacer planes sobre el viaje que hará junto a Phil, mientras él esté de gira en Jacksonville y por supuesto, también ha tenido que hacer varias compras para su viaje, algo que le encanta y emociona mucho hacer; por lo que sé que mi plan de liberarla de mí, está funcionando y ahora mi madre parece estar recuperando su antigua personalidad llena de vida y jovialidad.

Ya faltan sólo una semana para el viernes y creo que ya todo parece estar listo para mi viaje, porque mi padre nos dijo que ya había encontrado a un doctor quien es el mejor que hay en el pueblo y que es conocido por ser de los mejores en el país, lo cual tranquilizó mucho a mi madre, porque al menos habría un buen doctor que estaría pendiente de mi salud y que había aceptado ser mi doctor personal, por lo que me atendería en casa y yo no tendría que ir al hospital, algo que agradecí inmensamente.

Pero lo que nos sorprendió mucho tanto a mi madre como a mí, es que mi padre nos dijo que la esposa del doctor era maestra y que por el momento no estaba trabajando, ya que tenían poco tiempo de haberse mudado desde Alaska; por lo que podría ser mi tutora privada y me daría clases en la casa, algo que también alivió mucho a mi madre, porque mi padre le ha enviado unos currículos y referencias sobre el doctor y la profesora y mi mamá me dijo que los dos eran excelentes en sus trabajos y podrían ayudarme mucho; incluso me dijo que hasta podré seguir con el mismo programa educativo que tenía, ya que la profesora estaba capacitada para darme todas mis clases, incluyendo las clases extracurriculares.

- Es un verdadero alivio y una suerte que esta familia se haya mudado hace poco a Forks, porque de no ser así, dudo mucho que alguien de ahí pudiera ayudarte – me dice mi madre sonriendo y sin dejar de ver con admiración los currículos que mi padre ha enviado, yo le escribo en mi libreta.

Bueno, entonces ya no tendrás que preocuparte por eso mamá, ahora sabemos que tendré un buen doctor y tutora en Forks.

- Sí, es cierto – dice sonriendo – hasta me han pedido varias cosas, porque quieren tener todo lo necesario para poder ayudarte mejor – me dice revisando unos papeles, yo la veo curiosa y ella se apresura a explicarme – Bueno, el doctor ha solicitado todo tu historial médico y… bueno, ha pedido todo lo necesario para poder estar al tanto de tu situación y hasta me ha enviado un test que debemos contestar para saber en qué manera te afectan tus crisis y así poder darme unas recomendaciones para poder ayudarte en caso de que tengas una crisis – yo la miro preocupada, porque eso significaba que me harán más exámenes y yo no creo poder soportar eso de nuevo – Pero tranquila hija – me dice mi madre al verme – no será necesario ir a hacerte más exámenes, ni siquiera hay que ver a ningún otro doctor, lo único que hay que hacer es contestar estas preguntas y el doctor quiere que tú misma lo hagas, porque así sabrá con exactitud lo que sientes en verdad al tener una crisis y así podremos ayudarte mejor – me explica y yo la veo sorprendida.

Entonces está bien mamá, contestaré el test del doctor y diré lo que siento, cuando tengo una crisis.

- Perfecto y recuerda que debes ser muy sincera para que así el doctor pueda ayudarte mejor, así que trata de contestar lo mejor posible las preguntas que te hace – me dice sonriendo, antes de pasarme el test de tres páginas que debo contestar, yo afirmo levemente, aunque en realidad sé que por más nobles que sean las intenciones del doctor, él no podrá ayudarme con mi condición.

- Bien, mientras tú contestas el test, yo tengo que hablar con tus maestros para explicarles la situación y pedirles todo lo que tu nueva tutora ha solicitado sobre tu plan de estudio – me dice revisando otras páginas – ella al igual que tu doctor también parece ser muy buena en su profesión, porque ha pedido un informe de todos tus maestros, sobre las clases que te impartían, así como una copia del plan de estudio que has tenido en estos años, para poder darle seguimiento y hasta quiere que tus maestros te hagan unas evaluaciones para saber qué tanto dominas los temas que has visto y saber en cuales necesitas refuerzo; así que tengo que hablar con todos tus maestros para que empiecen a trabajar en esto y así se lo lleves a tu nueva tutora cuando viajes – me dice y yo afirmo y empiezo a revisar el test del doctor quien por suerte ha escrito preguntas muy sencillas de contestar, por lo que no se me es difícil hacerlo.

En el test me pide que escriba los lugares en los que siento dolor al momento de tener una crisis y me pide que describa con mis propias palabras, las molestias que siento en esas partes de mi cuerpo y que escriba las secuelas que me quedan después de tener una crisis o si las molestias sólo son al momento de tener una crisis, también me pide que escriba en qué momento he tenido crisis o si sé las posibles causas que la provocan y me pregunta si puedo distinguir cuando estoy empezando a tener una crisis y cómo lo sé, además de escribir aquellas cosas que yo considero que me ayudan a sentirme mejor al momento de tener una crisis o que podrían evitar el que las tenga.

También me pide que haga una descripción completa y con mis propias palabras de una de las crisis más fuertes que he tenido, así como lo que me la originó y lo que hicieron para atenderme en ese momento.

Después de eso me hace preguntas sobre mi edad, peso, estatura, dieta alimenticia, comidas que suelo comer y las que no me gustan, así como si soy alérgica a algún tipo de comida; y hasta me pide que haga un dibujo sobre mi cuerpo y que señale los lugares donde tengo alguna molestia después del ataque que tuve y si es posible me pide que escriba las causas que provocaron dichas lesiones.

Y hasta me pide que escriba la razón por la que me internaron en el centro psiquiátrico y lo que me hicieron en ese lugar, pero especialmente quiere saber cómo me sentía ahí y cómo me trataban o si consideraba que el estar ahí me haya ayudado de alguna forma o no y el por qué.

Por ultimo aparecen varias preguntas sobre mi personalidad, tanto de las cosas que me agradan y las que me provocan diferentes emociones, como alegría, tristeza, miedo, dolor, enojo, felicidad, amor, nostalgia y hasta diversión; además quiere que escriba un listado de todo aquello que me hace reír y llorar; y me pidió que me describiera a mí misma con todas aquellas cosas que considero positivas y negativas de mi persona y que hiciera un listado de todas las cualidades que consideraba que yo tenía o de los defectos que considero que tengo y si creo que tengo más cosas positivas o negativas.

La verdad es que estoy sorprendida por todo lo que el doctor quiere saber, ya que ninguno de los doctores que me han atendido anteriormente, me han preguntado algo así antes, el test parecía ser tanto médico como psicológico y por un momento llego a tener miedo de que sea un doctor como los que me encerraron en el manicomio, pero al ver la forma en que están redactadas las preguntas, no parece que él crea que yo esté loca, más bien parece que quiere conocer todo de mí, para poder atenderme mejor y como mi madre y mi padre parecen confiar en que es un buen doctor, decido ser sincera y contestar lo mejor posible el test; a pesar de que sé que al final, el doctor no podrá ayudarme en nada, porque mi condición no tiene cura.

Ahora que ya tengo un doctor y una mueva tutora, sólo faltan pocos detalles para finalizar los preparativos de mi viaje; y hasta el momento, el único inconveniente que tendré es que lastimosamente deberé asistir dos semanas al instituto, porque al parecer mi educación es muy avanzada, tanto que ya tengo los conocimientos del nivel de bachillerato, a pesar de tener la edad de una estudiante de secundaria, algo que me sorprendió mucho y hasta me cuesta creer. Por lo que tendré que asistir al instituto para que me den unas guías de los temas que han visto y después me evaluarán el primer semestre, junto a los otros estudiantes, para demostrar que estoy capacitada para recibir las clases de bachillerato; y después de eso podré seguir estudiando en casa con mi tutora y al final del curso haré los exámenes finales del primer año de bachillerato.

En parte fue un gran alivio para mí, porque 2 semanas no es mucho y mi nueva tutora me ayudará si necesito refuerzo en algunos temas; así que las primeras dos semanas estaré muy ocupada, porque iré al instituto en las mañanas y en las tardes estaré algunas horas con mi tutora.

La verdad es que no sé si en verdad estoy lista para cursar el bachillerato; ya que no tengo ni idea de cómo es el programa educativo que las instituciones educativas siguen normalmente; pues yo siempre he estudiado en casa, con varios profesores privados, especializados en cada disciplina, mis padres aseguran que la educación que yo recibía, es muy avanzada, por lo que no tendré problemas en el instituto; pero yo no estoy tan segura, ya que si bien antes, tenía varios profesores, a veces solo recibía tres clases por semana, ellos me dejaban varias guías, trabajos y proyectos escolares que debía estudiar, realizar y presentarles en la siguiente clase que tendría con ellos; también me evaluaban de diferentes formas, pero yo nunca supe los resultados de mis evaluaciones y mi madre sólo me decía que había aprobado y me felicitaba por ser responsable con mis estudios.

Por ahora sólo sé que los otros estudiantes tienen una educación muy diferente a la mía, ya que además de que son mayores que yo, ellos asisten a clases de lunes a viernes, durante seis o siete horas diarias, así que imagino que deben estar mucho más avanzados en su educación que yo; esto me preocupa un poco, no me agrada la idea de estar con estudiantes mayores ni estar muy atrasada con los temas, después de todo, no he recibido las misma cantidad de clases que ellos, y mi plan de estudio ha sido muy diferente; aunque mis padres y antiguos maestros están seguros de que yo no tendré problemas en mis estudios; así que sólo tengo que esperar y comprobarlo por mí misma cuando asista al instituto y conozca a mi nueva tutora.

Al menos me siento aliviada de que mi nueva tutora es la esposa del doctor que llevará mi caso, porque así ella estará al tanto de mi situación y tomará las medidas y precauciones necesarias, para poder estar cerca de mí; y en caso de que tenga una crisis, su esposo llegará lo más pronto posible, bueno, al menos eso es lo que mi padre nos ha dicho a mi madre y a mí.

Ya sólo faltan tres días para mi viaje y mi madre habló hoy con mis maestros, para agradecerles toda la ayuda que me han brindado durante años y para pedirles los resultados de las evaluaciones que me han hecho en estos días, así como el informe de los temas que he recibido, los que me falta por aprender y los temas en los que necesito recibir refuerzo de mi programa de estudio; así que los maestros le entregaron todo lo que mi nueva tutora ha pedido y hasta le han dado varias instrucciones y guías educativas, para que no me atrase con mis estudios y ella pueda dar continuidad a mi plan de estudio en Forks, ya que ellos dicen que no quieren que mi mudanza sea un obstáculo para que pueda continuar con mi educación y quieren que me siga preparando, porque ven mucho talento en mí.

El viernes llevaré el informe que mis antiguos maestros han hecho sobre mi plan de estudio, para entregárselo a mi nueva tutora cuando nos reunamos y espero que nos pongamos de acuerdo sobre la forma en que me dará clases y el horario en que la veré, después de las dos semanas en que asistiré al instituto.

El doctor también pidió que yo llevará toda mi documentación médica, así como el test que contesté, se lo entregaré cuando lo conozca; sin embargo, en estos días se ha comunicado con mi madre para asegurarse de que tengamos toda la documentación necesaria, por lo que mi madre tuvo que ir al hospital y al centro psiquiátrico para pedir todo lo que el doctor había solicitado; al principio no quisieron darle mis expedientes médicos, especialmente en el centro psiquiátrico, ellos se rehusaban a dar información sobre el tiempo que estuve ahí; pero en cuanto el doctor supo lo que pasaba, envió una carta donde decía quién era él y pedía todo lo que necesitaba para llevar mi caso; mi madre quedó sorprendida y divertida al ver que en cuanto leyeron la carta, se apresuraron para entregarle todo lo que el doctor había solicitado.

- En serio Bella, ese doctor debe ser muy importante y reconocido, para que su nombre y sello sean tomados en cuenta y los otros doctores de otros hospitales no dudaran en seguir sus instrucciones de inmediato – Me dijo mi madre divertida, cuando regresó del hospital con todos los expedientes médicos, bueno, todos, menos los del centro psiquiátrico, quienes dijeron que tenían que buscar el expediente por lo que lo entregaran en dos días.

Pero eso no es todo, aparte del test y la documentación que le entregaré cuando lo conozca, el doctor le hizo unas preguntas a mi madre sobre mis crisis, las cuales ella contestó con mi ayuda y aunque no dimos mucha información sobre mis síntomas, el doctor dijo que mis crisis provocaban que mi glucosa y mi presión cardíaca disminuyeran, por lo que recomendó que cuando empezara a sentirme muy agitada o débil, debía empezar a hacer algunos ejercicios de respiración profunda, que me ayudarían a relajarme y le dijo a mi madre que también debía hacer algo que me ayudara a estar tranquila y relajada, además de que debían darme algo de fructuosa, para que no me sintiera tan débil y mi glucosa se normalizara.

- El doctor dice que de ahora en adelante, debes hacer ejercicios de respiración profunda todos los días, especialmente antes de dormirte – me dice mi madre, leyendo todas las instrucciones que el doctor le ha enviado por fax – y dice que debes hacer todas aquellas actividades que te ayudan a relajarte y a mantenerte tranquila, especialmente cuando sientas que estás empezando a sentir alguna emoción fuerte, las cuales debes evitar tener, porque eso es lo que provocan tus crisis.

Está bien, mamá, haré todo lo que el doctor ha recomendado, aunque me sorprende que sepa todo eso, sin necesidad de haber visto mi expediente médico ni el test que me pidió que contestara.

- Tu padre y yo también estamos sorprendidos, hija – me dice con sinceridad – pero parece ser que con las pocas preguntas que me hizo por teléfono y que contestamos entre las dos, él pudo saber que tus crisis afectan principalmente tu presión cardíaca y tu nivel de glucosa, por eso ha enviado estas recomendaciones – me explica y yo afirmo – y me dijo que después de ver toda la documentación que ha pedido, podría saber con más precisión tu condición y la forma de tratarte, pero que mientras tanto, hagamos lo que dice aquí, para mantenerte estable en estos días – me dice y yo agarro mi libreta para hacer mis preguntas.

Entonces por ahora sólo debo hacer ejercicios de respiración y relajación, hacer aquello que me mantenga tranquila y serena y evitar tener emociones fuertes ¿Verdad?

- Si, pero también dice que en caso de que empieces a tener una crisis, debes tratar de tranquilizarte lo más posible, dice que debes alejarte un poco y empezar a hacer tus ejercicios de respiración y que debemos darte algo que nivele tu glucosa, como carbohidratos, fibra y fructuosa, recomienda yogurt, una ensalada de frutas con miel, zumo de fruta sin azúcar o un té con miel para subir el nivel de azúcar en tu sistema, ya que eso evitará que te debilites mucho con las crisis – me sigue explicando con una triste sonrisa – es muy parecido a mi dieta, sólo que lo que comas debe subir tus niveles de glucosa y en mi caso debe bajarlos… Lo bueno es que tú prácticamente sigues mi dieta alimenticia, así que sólo debemos asegurarnos de darte alimentos que suban tu nivel de glucosa y hacer los ejercicios de relajación para mantener un mayor control de tus emociones y evitar tus crisis…

Entiendo… tienes razón mamá, no será difícil acostumbrarme a esa dieta porque siempre he tenido una dieta saludable… y ya sé cómo hacer los ejercicios de respiración y relajación, porque mi entrenador me ha enseñado a hacerlos… y entiendo que debo alejarme para tranquilizarme, ya que así la presencia de los demás, no me afectará, ni hará que la crisis empeore… pero… ¿Qué actividades puedo hacer para tranquilizarme cuando tenga una crisis?

- Ummm… según esto, recomienda todas aquellas actividades que te ayudan a relajarte – me dice mi madre pensativa – Bueno, recuerdo que cuando eras una bebita y algo te inquietaba o asustaba, yo te ponía un poco de música clásica y eso te tranquilizaba de inmediato – me dice con precaución y yo frunzo el ceño – y a medida que fuiste creciendo, la música siempre parecía tener un efecto relajante en ti, por eso siempre que te enojabas o algo te preocupaba, te ibas a tu estudio de música y ponías música para calmarte, a veces hasta cantabas o bailabas hasta que te sentías mejor… tal vez eso te ayude, hija – me dice con suavidad, yo pienso un momento en lo que me ha dicho, antes de volver a escribir.

No lo sé mamá, eso era antes, ahora es diferente, recuerda que desde hace años no he escuchado nada de música y mucho menos puedo cantar o bailar, no creo que eso me ayude; además ahora la música me deprime y me hace recordar… No creo que funcione, ni me ayude a relajarme.

- Sé que es difícil para ti hija – me dice con tristeza, después de pensar un momento – en especial porque te hace recordarlo… pero recuerda que la música siempre fue parte de ti, incluso antes de que lo conocieras a él… ya te lo dije, desde que eras una bebé, la música tenía un efecto relajante en ti e incluso en mi embarazo, tú siempre estabas muy tranquila cuando yo escuchaba algo de música y siempre que escuchaba una de tus melodías favoritas como Claro de Luna, te removías en mi vientre y si la canción terminaba, empezabas a moverte mucho y no te detenías hasta que volvía a ponerla para que la escucharás, incluso había ocasiones que pasaba horas y horas escuchando esa melodía para que tú estuvieras tranquila – me dice con una sonrisa nostálgica y yo sonrío con timidez.

Pero no sé si eso siga siendo así mamá, la música ya no es parte de mí.

- Yo no creo que eso sea así hija – me dice sonriendo – recuerdo que antes, tú decías que la música era parte de todos y que siempre estaba a nuestro alrededor – me dice y yo siento que mis ojos se llenan de lágrimas, porque siento que eso ya no es para mí – Yo creo que eso es verdad y tal vez, si tú le das una oportunidad, la música pueda ayudarte ahora – sugiere, yo estoy a punto de interrumpirla, pero ella me ignora y continúa – Espera, con esto, no quiero decir que todo volverá a ser como antes, no, yo sé que eso es pedir demasiado y que todo debe ser un paso a la vez – me sigue diciendo – pero no creo que debas negarte sin siquiera intentarlo, tampoco te pido que vuelvas a componer, cantar y bailar, sólo te pido que le des una oportunidad a la música, podrías empezar con escuchar algunas melodías clásicas o sólo aquellas melodías o canciones que antes eran tus favoritas y te relajaban, tal vez eso te ayude a estar tranquila.

No sé si funcione mamá…

- Bueno, no lo sabrás hasta que lo intentes – me dice sonriendo – sólo te pido que lo intentes, si ves que es demasiado y no puedes soportarlo, entonces lo dejas y puedes tratar de encontrar otra actividad que te relaje… Ummm, como cocinar algún postre o hacer alguna manualidad, te gusta mucho decorar tarjetas, también puedes hacer eso, la idea es que hagas algo que te ayude a distraerte y relajarte, pero yo te sugiero que antes de intentar alguna otra actividad, le des una oportunidad a la música, después de todo, antes era una de tus actividades preferidas y te ayudaba mucho a tranquilizarte – me recomienda.

Está bien mamá, lo intentaré.

- Así me gusta – me felicita, antes de ver el listado de recomendaciones – Ummm… ahora debo ir a comprar un medicamento que el doctor ha recomendado, dice que es para mantener estable tu presión cardíaca y que sólo debemos darte una pastilla en caso de que tengas una crisis cardiopulmonar – me dice, levantándose para salir de mi habitación, pero antes de eso, abre mi armario y saca mi Wiwoo[3] y lo deja sobre la mesa del escritorio y sin decir nada más, sale de mi habitación.

Yo me quedo viendo el Wiwoo purpura un rato, la verdad es que me aterra la idea de volver a escuchar algo de música, desde ese día no lo he hecho, porque no me siento digna de escuchar algo tan hermoso como la música; pero le prometí a mi madre que al menos lo intentaría; así que eso haré y sí es demasiado, lo apagaré y no volveré a escuchar música en mi vida.

Luego de tomar mi decisión, agarro el Wiwoo y paso varios minutos tomando valor hasta que lo enciendo, después busco la carpeta de mis melodías preferidas y le doy Play, no me sorprende que la primera que suena es Claro de Luna, después de todo, siempre fue mi preferida; lo que sí me sorprende es la nostalgia y serenidad que empiezo a sentir al escuchar los familiares acordes de la canción. Siento que las lágrimas caen por mis mejillas, pero no le doy importancia, de todas maneras, no siento ninguno de los síntomas que normalmente siento al tener una crisis, sólo siento la emoción nostálgica de volver a escuchar mi melodía favorita y descubro que mi madre tenía razón en cierta forma.

Al menos, ahora sé que la música puede ayudarme a mantenerme tranquila, tal vez ya no sea digna de interpretarla, componer, cantar o bailar, pero al menos puedo escucharla y dejar que las notas musicales me brinden la calma y serenidad que tanto necesito para resistir los últimos momentos de mi vida; ya que así como dijo mi madre, si desde antes de nacer, la música ya me ayudaba a estar tranquila, el hecho de que esté muriendo, no cambia que pueda seguir ayudándome, aunque sea un poco; y así, sin darme cuenta me voy quedando dormida, mientras sigo escuchando los acordes de todas mis melodías preferidas.

Finalmente ha llegado el día y todo está listo para mi viaje, ya hemos enviado la mayoría de mi equipaje y todas las cosas que llevaría a Forks; por lo que sólo llevo una pequeña maleta de mano con dos mudadas de ropa, tres abrigos, el botiquín con mis medicamentos y por último, mi Wiwoo con todas mis canciones y melodías favoritas, ya que mi madre ha insistido en que lo lleve, por si quiero escuchar música en el viaje.

Con todo listo, me tomo un poco de tiempo para observar mi habitación que ahora está más vacía de lo normal y centro mi atención en un pequeño cofre de madera que contiene mis tesoros más valiosos, no estoy segura de sí debo llevarlo, porque todo lo que hay ahí, está lleno de recuerdos que no estoy segura de querer conservar en mi memoria, las fotografías, discos, videos, las cartas de aceptación de Juilliard, la Escuela de Música y Teatro de Nueva York, yo sé que nunca iré a esa escuela, aunque me hayan dado una beca por mi talento en la música, el canto y el baile; pero ahora, eso es parte de mi pasado.

También está mi antiguo diario y varios recuerdos y regalos importantes que tenía, esa caja de tesoros, es como una prueba de que hace muchos años, yo tenía una vida llena de ilusiones y sueños, que ahora son inalcanzables; sin embargo no me siento cómoda al dejarlos cuando me voy lejos, porque siempre la he tenido a mi lado y una gran parte de mí, quiere seguir teniéndola cerca, aun cuando no he abierto ese cofre en más de cuatro años.

Al final decido llevarlo y lo meto en la maleta sin atreverme a abrirlo; después le doy una última mirada a mi habitación, consciente de que nunca regresaré a este lugar; hasta que mi vista se detiene en los recortes de periódico que están sobre mi cama, en ellos aparece la noticia sobre ese día… el día en que mi vida, mis sueños y mi felicidad se terminaron, al igual que la de Él… me duele y desgarra por dentro recordar todo eso, pero tampoco puedo, ni quiero olvidarlo, porque sería como si lo olvidara a Él y eso nunca lo haré.

Me apresuro a guardar los recortes de periódicos en el sobre donde llevo todos mis expedientes médicos y el test, porque sé que el doctor querrá saber lo que provocó mi situación actual y para eso necesitará saber sobre la explosión; así que le mostraré los recortes para que sepa sobre el misterioso accidente, porque yo no podré hablar de eso con él.

La verdad es que nunca he podido hablar con nadie de lo que pasó ese día, ni siquiera a los doctores, detectives e investigadores, quienes al final se dieron por vencidos al tratar de hacerme hablar; y por eso cerraron el caso, sin saber lo que había pasado en realidad. Por una parte me gustaría poder hablar de eso, para que todos sepan lo que en realidad pasó, pero estoy segura de que nadie me creería, por eso mejor guardo silencio y dejo que ellos crean lo que quieran.

Sin embargo no pude evitar enojarme cuando dijeron que la explosión fue provocada por un ataque terrorista, porque aseguran que había una bomba oculta o algo así, que causó la fuerte explosión. Me enfurece que estén culpando a otras personas y países de una explosión que… culpaban a otros de algo, donde la única culpable… soy yo… Sólo espero que no haya una guerra injusta por mi culpa, porque eso sería lo único que me faltara, ser la responsable de que haya una guerra que provoque la muerte de muchas personas inocentes; entonces sí, no tendré ninguna duda de que soy un monstruo muy peligroso y sabré que soy una amenaza para todos, porque sólo causo muerte y destrucción[4].

Y dando un fuerte suspiro de cansancio y frustración, cierro mi maleta y me cuelgo en el hombro, mi bolso de mano que contiene mis documentos importantes, un pañuelo, protector solar, una chaqueta negra que me abrigará al llegar a Forks y mi libreta con mi lapicero, para poder comunicarme en caso de ser necesario; después agarro la maleta que no pesa mucho y salgo de mi habitación, que en los últimos años, se había convertido en mi refugio y prisión.

Dejo mi maleta al final de las escaleras y hago un pequeño recorrido por mis lugares favoritos de la casa, despidiéndome de mi hogar, siendo consciente de que nunca regresaré. Me dirijo al salón donde recibía mis clases con mis tutores y varios recuerdos al lado de mis profesores llegan a mi mente; después voy a la biblioteca, un lugar mágico para mí, donde siempre pude viajar a través de mi mente y donde permitía que mi imaginación volara al ritmo de todo lo que leía; por lo menos mis libros y obras favoritas ya las he enviado a Forks, así que llevo una parte de esto conmigo.

Cuando entro al salón de música, siento que todo mi cuerpo se estremece, observo y acaricio mi amado piano, teclado, violín, el equipo de sonido, la barra y el pequeño escenario donde practicaba mi danza, este es el lugar que más extrañaré, donde por muchos años me sentí muy feliz y plena, porque la música estaba dentro de mí.

Las lágrimas caen por mis mejillas al saber que ya nunca podré componer o usar mis instrumentos, ya que a pesar de que he podido escuchar mis melodías favoritas, no estoy lista para poder tocar ni componer con mis instrumentos y como sé que ya nunca regresaré a este lugar, sé que esta será la última vez que podré ver mis instrumentos; tampoco podré bailar en este salón como antes.

- ¿Segura que no quieres llevarte tus instrumentos? – Escucho que mi madre me pregunta, puedo sentirla detrás de mí, por lo que limpio mis lágrimas y niego con la cabeza, sin girarme para verla – Bueno, si llegas a cambiar de opinión, sólo tienes que avisarme y yo me encargaré de enviártelos, estoy segura que podemos encontrar una forma segura para que no se dañen en el viaje – propone, yo sólo afirmo levemente, aunque sé que eso no pasará, porque si bien no tengo la intención de pedirle mis instrumentos porque no podré volver a tocarlos, nunca me arriesgaría a que se dañen en el viaje, nunca podría soportar que mi piano o mi violín se dañaran de alguna forma; después de todo, mis instrumentos fueron una gran parte de mí, desde que era muy pequeña.

- Ya es hora de irnos Cariño – me informa mi madre – ya subí tu maleta en el auto y a menos que quieras llevar algo más… es mejor que nos vayamos para llegar a tiempo al aeropuerto, por lo menos no hay tráfico a estas horas – me dice mientras sale del salón de música.

Afirmo levemente y me giro para seguirla, manteniendo dos metros de distancia entre nosotras, ya que eso es lo más cerca que puedo estar de ella sin que me duela, en el camino veo el resto de mi hogar y me despido de todo en silencio, sintiendo que una gran parte de mí se quedará para siempre en este lugar.

- Que le vaya bien en el viaje, señorita Bella – se despide de mí, la señora Mary con la voz llena de emoción, me siento agradecida y halagada de que se haya tomado la molestia de despedirse de mí a esta hora de la madrugada, por lo que le sonrío levemente y luego hago una reverencia de gratitud como despedida, ella sonríe y sus ojos se llenan de lágrimas; después de todo la conozco desde hace varios años, cuando ella empezó a trabajar para mi madre y para mí, ella nos ayuda con los quehaceres del hogar y en la cocina, además de que en varias ocasiones fue mi compañera en la clase de cocina y hasta hacíamos competencias, para saber quién hacía el mejor platillo. Tengo muy buenos recuerdos con ella y sé que aunque yo no esté, se asegurará de que mi madre se alimente sanamente y se encargará de la casa.

- Muchas gracias señora Mary – le agradece mi madre por mí – Le encargo la casa, en nuestra ausencia, ya tiene nuestros números de teléfonos por cualquier cosa que necesite, si alguien llama, dígale que regresaré en un mes y si es una emergencia, que me llamen por teléfono – le indica y la señora Mary hace una leve reverencia en señal de obediencia – por cierto, es probable que el señor Swan llame, así que dígale que ya nos fuimos y que cuando llegue a Seattle le hablaré y no creo que Phil llame, pero si lo hace, él ya sabe el horario de mi vuelo, así que ya sabe a qué hora debe ir a recogerme, pero no olvide decirle al señor Swan que le llamaré cuando lleguemos a Seattle por favor.

- Por supuesto señora, se lo diré al señor cuando llame – asegura la señora Mary.

- Gracias… Muy bien, ya es hora, vámonos Cariño – me dice mi madre, antes de salir de casa, yo me despido de nuevo de la señora Mary con una reverencia y le paso por el piso una carta de despedida, donde le agradezco por su trabajo, amabilidad y ayuda que siempre nos ha brindado y donde le encargo el cuidado de mi madre y de la casa. Ella sonríe al recogerla entre sollozos, así que me apresuro a salir de la casa, para no ponerme a llorar en ese momento, después de todo, debo evitar las emociones fuertes y lo que menos me conviene es tener una crisis en este momento.

Las calles están muy silenciosas y levemente iluminadas con las lámparas de la calle, después de todo son las 12:30 de la madrugada, ya que el vuelo hacia Seattle saldrá a las 3:00 am y durará cuatro horas de vuelo; mis padres eligieron este horario, porque era la forma más segura para mí de viajar, ya que el aeropuerto no estará tan lleno a esta hora de la madrugada.

Mi madre ya está en el asiento del conductor y ha dejado la puerta de atrás abierta, para que pueda subir; por suerte es una camioneta muy espaciosa, por lo que podré sentarme en el asiento más alejado del lado del conductor sin que su cercanía me afecte demasiado y como tiene los parabrisas polarizados, me protegen de la vista de los demás y sí fuera de día, me protegería de los rayos del sol, que dañan mucho mi piel.

No hablamos en todo el camino, mi madre parece estar perdida en sus pensamientos y yo no sé ni puedo decirle algo que la anime, ya que sé lo mucho que le cuesta separarse de mí, cuando hemos estado juntas desde siempre, nunca nos hemos separado por largo tiempo, esta sería la segunda vez si contamos el tiempo que estuve en el manicomio y hasta donde sé, ella sufrió mucho en ese tiempo, así que esto es muy doloroso y difícil para las dos; por lo menos he preparado algo que creo que la ayudará a sentirse mejor y sé que al final, ella estará bien, después se irá a Jacksonville para estar con Phil, quien se fue hace cinco días con su equipo de Beisbol a una nueva gira.

El aeropuerto está muy solo por la hora que es; y yo me quedo en la camioneta, mientras mi madre se encarga de sacar el equipaje, sólo le paso mi pasaporte, pasaje de avión y otros documentos que estaban en mi bolso de mano, para que ella haga todos los trámites necesarios antes del vuelo.

Mientras espero a mi madre, pienso en todo lo que mis padres han hecho, para que pueda viajar este día, ellos se comunicaron con los de la agencia de viaje y pagaron una gran cantidad de dinero para reservar todo el área de primera clase y les dijeron a los de la agencia que yo sólo me comunicaría con ellos por escrito y sólo cuando fuera necesario, de lo contrario mi madre les hablaría por mí. Es por esta razón, que mi vuelo sería en la madrugada, ya que a esta hora no viajan muchas personas y yo estaré más segura.

Lo que me preocupa es el viaje en avioneta, de Seattle a Port Ángeles que saldría a las 8:00 am y duraría una hora. Mis padres habían hablado con los de la agencia de viaje sobre mi situación y tuvieron que pagar varios asientos más, para asegurarse de que nadie se sentara cerca de mí en un radio de tres lugares a mi alrededor pero aun así, estoy segura de que será un vuelo muy difícil y doloroso para mí, porque a diferencia de este vuelo, la avioneta es mucho más pequeña y por la hora de viaje, habrán más personas a mi alrededor.

Me siento muy culpable de que tuvieran que gastar tanto por mi viaje; aunque mis padres me dijeron que no me preocupara porque el doctor que llevará mi caso, se ofreció a ayudarles con los gastos de mi viaje y hasta ha contratado a un grupo de agentes que se asegurarán de que nadie se me acerque, ya que él sabe que mi condición es muy delicada y no quiere arriesgar más mi salud durante el viaje a Forks.

Esto me sorprendió mucho ya que nunca lo esperé de alguien que ni siquiera me conoce; pero ahora me siento muy agradecida con mi nuevo doctor y no tengo ninguna duda de que él y su esposa son buenas personas y confío en que al menos él, no será como los otros doctores que he tenido anteriormente y tengo la esperanza de que su esposa será una buena tutora para mí; por eso me emociona la idea de poder conocerlos, para poder agradecerles por toda la ayuda que le han brindado a mis padres y a mí con los preparativos para el viaje.

Por ahora sólo debo resistir el viaje hasta Port Ángeles, donde mi padre nos estará esperando y donde mi madre se despedirá de mí para tomar otro avión de regreso a Seattle y luego viajar hasta Jacksonville junto a Phil; mientras que mi padre y yo viajaremos una hora en coche hasta llegar a Forks; por lo que estaré llegando como a las 10:30 - 11:00 am a mi nuevo hogar. Será un viaje de casi once horas, así que será muy cansado para mí, por eso llevo los medicamentos que mi nuevo doctor recetó, en mi bolso de mano, por si llego a sentirme mal y empiezo a entrar en crisis.

De repente, noto que mi madre se acerca un poco a la camioneta y me hace señas para que me baje, así que me pongo la chaqueta negra y agarro mi bolso antes de salir de la camioneta; y me sorprendo mucho cuando veo que varios hombres de negro me rodean, pero al menos ninguno trata de acercarse mucho a mí, así que sigo caminando hacia la entrada del aeropuerto, donde mi madre me espera junto a otros vigilantes que al igual que los que me tienen rodeada, están vestidos con trajes negros muy formales y noto que usan lo que parece ser un auricular en su oreja izquierda, al verlos sólo puedo pensar que así deben verse los guardaespaldas del presidente o de estrellas famosas y me causa gracia que unos agentes especiales como ellos, sean los encargados de acompañarnos a mi madre y a mí hasta Forks, nunca imaginé que los vigilantes que mi doctor contrató, serían unos agentes especiales que se encargan de proteger a presidentes y personas muy famosas e importantes; y por la expresión de mi madre, supongo que no soy la única sorprendida; pero eso no es todo, porque me doy cuenta de que también hay algunas aeromozas que nos acompañaran y guiaran hasta el avión.

Así que para mantener la calma, trato de ignorar la presencia de las demás personas que hay en el aeropuerto y me miran curiosos y sorprendidos por toda la escolta que nos rodea de forma protectora, ya que aparte de las aeromozas, son diez vigilantes los que nos acompañan; y aunque debo admitir que esto me avergüenza un poco, es lo más seguro para todos, en especial porque esa luz blanca que hay en mi interior, desea salir y atacar a todas las personas desconocidas que hay a mi alrededor, pero yo me esfuerzo por contenerla, soportando el dolor que eso me causa y sigo caminando hacia la sala que me llevará a mi avión.

- Bien, ya está todo listo – me dice mi madre, deteniéndose antes de entrar a la sala de espera y mirándome algo preocupada – los agentes y las señoritas nos acompañaran hasta nuestros asientos, ellos saben que nadie debe acercarse a ti y evitaran que otros se te acerquen… así que no te preocupes por nada cariño, estarás a salvo durante el viaje – me asegura, yo afirmo aliviada y saludo con una reverencia a los agentes que por unos segundos parecen muy sorprendidos, pero después de unos segundos, inclinan la cabeza a modo de saludo, uno de ellos se para al lado de mi madre y se quita los lentes negros antes de verme a los ojos.

- Estamos a su servicio señorita, tal como su madre ha dicho, mis hombres y yo nos encargaremos de escoltarla y protegerla en todo su viaje y le garantizo que no permitiremos que nadie se le acerque mucho a usted y a su madre, tenga por seguro que su seguridad en este viaje, es nuestra mayor prioridad – declara con mucha seguridad y sin dejar de verme a los ojos, por lo que sé que es sincero, así que afirmo con la cabeza y le agradezco por medio de señas.

Muchas gracias respetable agente, por toda su ayuda, es un placer conocerlos y contar con su compañía y protección en este viaje.

- Ella dijo, muchas gracias respetable señor, por toda su ayuda, es un placer conocerlos y contar con su compañía y protección en este viaje – le traduce mi madre, cuando el vigilante la mira curioso, él asiente y puedo ver mucha sorpresa en sus ojos, cuando me ve de nuevo.

- Es un placer estar a su servicio, señorita – declara con una inclinación de cabeza, yo afirmo y luego hago otra reverencia de respeto ante él y los otros agentes.

- ¿Ves? Así que no tienes nada de qué preocuparte Princesa, todos nos encargaremos de que estés segura, para que nadie más se te acerque – me dice mi madre con ternura, yo afirmo con un movimiento de cabeza y veo a las aeromozas que me miran con una sonrisa amable, pero noto en sus ojos mucha curiosidad y hasta lástima por mi situación, así que mejor veo de nuevo a mi madre.

- Recuerda que en Seattle tomaremos una avioneta que nos llevará a Port Ángeles, los de la agencia y yo nos encargaremos de todos los trámites y no dejaremos que nadie se te acerque mucho – me sigue diciendo ella – tú padre nos estará esperando ahí y te llevará a casa – vuelvo a asentir.

- Ya todos los pasajeros subieron, sólo los estamos esperando a ustedes – dice una aeromoza.

- Mis hombres ya hablaron con los pasajeros para que nadie trate de acercarse a ustedes y en cuanto estén listas podemos subir – agrega el líder de los agentes, mi madre asiente y me mira.

- ¿Estás lista para subir? – Pregunta, sin dejar de verme, yo respiro profundamente y afirmo con la cabeza, ella me sonríe para darme ánimos y sin más entramos a la sala de espera.

Las aeromozas nos guían a nuestros asientos, somos las últimas en subir al avión y puedo sentir las miradas curiosas de todos los demás pasajeros, los agentes van a nuestro alrededor, para evitar que los demás se nos acerquen a mi madre y a mí, mientras yo sigo caminando con la vista en el suelo, ignorando las miradas curiosas de todos los que nos ven y conteniendo la luz blanca que quiere salir y atacar a todos los extraños que hay a mi alrededor.

Aunque estoy aislada en la zona de primera clase, siento el dolor y miedo que la cercanía de las demás personas del avión me provocan, siento que la luz blanca quiere liberarse y atacarlos, así que me esfuerzo por contenerla y soporto el fuerte dolor que eso me provoca. Me concentro en respirar profundamente y pienso en las notas y acordes musicales de mis melodías favoritas, para distraerme y tranquilizarme, tal como el doctor me recomendó; lo que menos quiero, es que esa luz blanca salga de mi cuerpo y todo el avión explote; así que sigo soportando el dolor, mientras controlo y retengo lo que quiere salir de mí, para no soltar al monstruo peligroso que hay en mi interior, con deseos de volver a matar y destruir todo a mi alrededor.

- ¿Estás bien Princesa? – Escucho la voz de mi madre y levanto mi vista para verla, ella me mira desde su asiento con preocupación y veo que las aeromozas y los agentes también me miran precavidos; respiro profundamente para tranquilizarme y le sonrío levemente a mi madre, en señal de que estoy bien, ella asiente y mira a las aeromozas y agentes – Todo está bien, pueden despegar en cuanto estén listos – les indica y ellos asienten, antes de ir a sus lugares para que el avión pueda despegar.

Una de las aeromozas entra a una cabina que supongo es la del capitán y la otra pasa con rapidez por el pasillo para dar las indicaciones de seguridad a los otros pasajeros; yo respiro profundamente cuando pasa a mi lado, sé que no tratará de tocarme, pero eso no evita el dolor que su cercanía me provoca.

El avión no tarda en despegar y yo me pierdo en mis pensamientos, deseando por enésima vez, no estar cometiendo un error y que mi estadía en Forks, sea lo mejor para todos, incluso para mí, porque no quiero lastimar, ni matar a nadie de nuevo.

El viaje dura cuatro horas y por suerte todo ha estado muy tranquilo, incluso para la hora del refrigerio, ya que las aeromozas se lo dan al líder de los vigilantes, quien para sorpresa mía, lo revisa muy minuciosamente, antes de pasárselo a mi madre, quien me lo pasa con cuidado de no acercarse mucho, yo sonrío agradecida y aliviada antes de empezar a comer.

Cuando llegamos a Seattle, salimos del avión en primer lugar y los diez agentes se apresuran a rodearnos a mi madre y a mí, cómo ya son las 8:15 am hay muchas personas en el aeropuerto y tengo que esforzarme mucho para que la presencia de todas esas personas no me afecte demasiado, pero el hecho de que todos nos miran con curiosidad, hace más difícil el que pueda ignorarlas y el esfuerzo que hago por contener la luz blanca, hace que me sienta más cansada y adolorida, por lo que sigo haciendo mis ejercicios de respiración para evitar entrar en crisis.

Los agentes han tenido que hacer un círculo alrededor de mi madre y de mí, para impedir que otras personas se nos acerquen, pero como son muchas personas, no es tan sencillo hacerlo; incluso me doy cuenta de que algunos agentes tienen que detener y advertirles a algunas personas que si no retroceden, ellos tendrán que alejarlos a la fuerza y es cuando me doy cuenta de que la situación se está saliendo de control y empiezo a angustiarme, porque el dolor cada vez es más fuerte y la luz trata de salir con mayor intensidad.

- Tranquila Princesa, los agentes se encargarán de que nadie se te acerque – me asegura mi madre, al ver que tengo problemas para tranquilizarme, aunque no parece tan segura; yo sólo sigo respirando y mantengo mi mirada en el suelo, con temor de ver a todos esos desconocidos que tratan de saber quién soy y por qué necesito tanta vigilancia.

- Los de la agencia se están encargando de todos los trámites para el siguiente vuelo y sólo tendremos que esperar a que todo esté listo, para que abordemos; pero no te preocupes, les dije que se apresuraran y ya verás que sólo tardaran unos minutos más – me sigue diciendo mi madre y yo sólo afirmo levemente, resignada a permanecer en la sala de espera, hasta que pueda subir a la avioneta.

- ¿Quiénes son ellas mamá? – Escucho que un niño pregunta, él y su madre están cerca de nosotros y nos miran con mucha curiosidad.

- No lo sé hijo, debe ser una persona famosa, para que tenga tantos guardaespaldas – le contesta la que parece ser su madre, la señora ve con mucha curiosidad a todos los agentes que están alrededor de mi madre y de mí; de repente escucho que mi madre ríe suavemente, por lo que la veo con curiosidad.

- Piensan que eres famosa hija – dice mi madre divertida, y yo rodó los ojos, porque no le veo la gracia a eso, por lo que prefiero mantener mi vista en el suelo – Bueno, eso me recuerda viejos tiempos – sigue diciendo con nostalgia, y sé que se refiere al tiempo en que hacía varias presentaciones públicas, suspiro con tristeza porque esos tiempos nunca regresaran.

- ¿Y si le pido un autógrafo mamá? – Escucho que dice el niño emocionado y eso me preocupa más, lo menos que necesito en este momento, es que traten de acercarse a mí.

- No sé, tal vez no da autógrafos – comenta su madre insegura – Además ni siquiera sabemos quién es – dice y yo suspiro aliviada de que no me han reconocido, aunque lo más seguro es que ya nadie se acuerde de mí, después de todo han pasado más de cuatro años desde mi última presentación en público.

- Sea quien sea, debe ser muy importante para tener toda esa vigilancia – escucho que dice otro señor y yo siento mis mejillas muy calientes, por lo rojas que deben estar.

- Disculpe señor – escucho la voz de una joven - ¿Quiénes son ellas? ¿Son famosas? – le pregunta a uno de los agentes que nos rodean.

- Lo lamento señorita, no puedo dar esa información, pero le pido que mantenga su distancia por favor – contesta el agente, con mucha seriedad, aunque ahora, todos los agentes parecen estar preocupados por todas las personas que se están acercando cada vez más a nosotros.

- ¡Señorita! Señorita… ¿Quién es usted? - Me grita un joven y por reflejo, levanto mi rostro un poco y lo veo de reojo, me siento muy avergonzada por toda la atención que estamos recibiendo, pero me arrepiento de haberlo visto, porque por increíble que parezca, él me reconoce - No puede ser… ¡Es Bella Swan! – Exclama al reconocerme y yo gimo en voz baja, porque ahora todo se complicará más - ¡Bella Swan!… Soy tu admirador… Dame un autógrafo por favor – me grita y yo miro a mi madre alarmada.

De pronto varias personas nos miran más curiosos, sorprendidos y emocionados, sin dejar de gritar mi nombre al reconocerme y recordarme, incluso tratan de acercarse más, para pedirme un autógrafo y varios sacan sus teléfonos celulares y cámaras para tomarme fotografías; mientras tanto, yo no puedo creer que todavía me recuerden, después de tener varios años de no hacer presentaciones en público.

- ¡Bella Swan! … ¡Bella Swan está aquí! … ¡Es Bella Swan! … ¡Bella Swan, la cantante y bailarina famosa! … ¡Ah… es tan hermosa y adorable! … ¡Quiero un autógrafo Bella Swan! … ¡Tomate una foto conmigo! … ¡Genial! Tengo su fotografía en mi celular… Yo tengo una foto en mi cámara… ¡Firma mi camiseta Bella!

Las personas no dejan de gritar emocionadas, mientras siguen tratando de acercarse a mí; por lo que los agentes empiezan a empujarlas para impedir que se me acerquen demasiado; mientras yo sigo tratando de contener esa luz blanca que trata de salir con mayor fuerza.

- ¡Mamá es Bella Swan! Pídele un autógrafo por favor – escucho de nuevo la voz del niño, quien parece estar muy emocionado y yo sigo sin entender cómo me reconocieron después de tantos años sin ninguna presentación, ese niño parece tene años, ni siquiera había nacido cuando yo hacía mis presentaciones, así que no sé cómo sabe de mí.

- ¡Bella Swan!… ¡Bella Swan!… ¡Te queremos! … ¡Soy tu admirador/a! ¡Danos tu autógrafo! … ¡Tomate una foto conmigo! – gritaron otros chicos y cada vez son más la cantidad de voces que escucho a mi alrededor.

- ¡Bella Swan! ¿Harás un concierto aquí? – Preguntó una joven emocionada y yo niego con la cabeza, estoy asustada por toda la atención que estoy recibiendo, los vigilantes parecen tener muchas dificultades al tratar de mantener alejados a todos los que tratan de acercarse a mí.

- Bella, ponte la capucha y no mires a nadie – me indica mi madre y esta vez, distingo claramente la preocupación en su voz, así que obedezco de inmediato y me pongo la capucha, para luego bajar mi mirada al piso – Por favor, no dejen que nadie se acerque a mi hija – les pide a los agentes con firmeza – Y por favor, apresúrense con los trámites, entre más pronto subamos a la avioneta mejor – les grita a los de la agencia, quienes parecen estar muy sorprendidos por toda la gente que quiere acercarse a nosotros.

- Enseguida señora – escucho que dice una señorita de la agencia y distingo el nerviosismo y la urgencia en su voz, mientras que yo mantengo mi vista en suelo, tratando de ignorar los gritos de todas las personas que me piden un autógrafo o me hace preguntas sobre mi siguiente concierto.

Todo esto se ha salido de control, nunca imaginé que alguien me reconociera, ni siquiera esperaba que se acordaran de mí, lo único que me preocupaba de viajar, era la posibilidad de que alguien se me acercara demasiado; pero nunca esperé o imaginé esto. Ahora se me es muy difícil seguir respirando, me siento agotada por el esfuerzo que he estado haciendo al tratar de contener esa luz blanca que quiere salir y destruir a todos, siento que el pecho y todo mi cuerpo me duele y hasta mis cicatrices me causan muchas molestias; pero lo peor es que cada vez me siento más débil y siento que en cualquier momento entraré en crisis o peor aún, ya no podré seguir conteniendo esa luz blanca que hay en mi interior.

- Bella, trata de mantenerte tranquila, nadie se te acercará, yo hablaré con ellos – me dice mi madre con seriedad, al ver lo agitada que está mi respiración.

- Lo lamento, pero en este momento, mi hija no firmará ningún autógrafo – les grita mi madre con seriedad y varias personas se quejan y hasta le reclaman – Lo lamento, pero no lo hará… por favor déjennos tranquilas… No, no dará ningún concierto… Está aquí por un asunto personal, no por un concierto… No, no daré ninguna información sobre su vida… Lo sé… y aunque agradezco sus muestras de cariño, ella no firmará nada… Porque mi hija se retiró hace años y ya no hará ninguna presentación, por eso… Así que por favor, les pido que nos dejen tranquilas – les pide, pero es en vano, porque siguen pidiendo autógrafos y quieren saber cuándo será mi siguiente concierto.

- Ya escucharon a la señora – Grita un agente con voz firme y autoritaria – La señorita no dará autógrafos, ni ninguna información, así que tranquilícense y aléjense o nosotros los detendremos por invasión a la privacidad y obstrucción y escándalo en el aeropuerto – les advierte y de reojo veo que tanto él como los demás agentes sacan sus armas, por lo que las personas empiezan a alejarse; aunque varias siguen a los alrededores y siguen tomando fotografías.

- Ya está todo preparado señora Swan, ya pueden subir a la avioneta, sígannos por favor – dice una aeromoza, acercándose a mi madre.

- Gracias al cielo… ya era hora, muéstrenos el camino por favor, mi hija no puede seguir aquí, no es seguro para ella, con toda esta gente – les dice mi madre preocupada.

- Por supuesto – acepta la aeromoza, mirando a toda la gente que sigue tomando fotografías y gritan mi nombre para que les dé un autógrafo.

- Ustedes no permitan que nadie nos siga, ni se le acerquen a mi hija a menos de tres metros, por favor – les pide mi madre, a los agentes.

- No se preocupe señora, estamos capacitados para impedir que alguien se les acerque y para proteger a su hija y a usted de cualquier peligro – le asegura el agente que parece ser el líder del grupo, por su porte tan firme y autoritario, además de que es el mismo que habló conmigo.

- Bien – aceptó mi madre más tranquila y después me miró preocupada - ¿Cómo te sientes hija? ¿Estás bien? – Me preguntó con dulzura.

Estoy bien... pero vámonos ya por favor

Le digo a través de señas, mientras la miro de forma suplicante ya que sigo teniendo problemas para seguir respirando, además de que mi pecho y cuerpo me duele por el esfuerzo que he hecho por contener la luz blanca.

- Llévennos a la avioneta por favor – les pide mi madre con rapidez, a las aeromozas que asienten y nos guían hasta la zona de abordaje, yo las sigo, ignorando a todas las personas que continúan gritando mi nombre, pidiendo autógrafos.

Cuando llego a mi asiento me recuesto en el respaldar, cierro los ojos y empiezo a hacer mis ejercicios de respiración, tratando de tranquilizarme y soportando el dolor de mi cuerpo

- ¿Cómo estás hija? – Me pregunta mi madre desde su asiento, que está tres lugares más adelante del mío, yo abro mis ojos y le sonrío levemente para no preocuparla - ¿Te duele el pecho? – Yo hago un gesto para indicarle que estoy bien y que no me duele mucho, por lo que es soportable, también le pregunto si falta mucho para irnos, porque ya no quiero estar en este lugar y quiero llegar con mi padre pronto, ella sonríe levemente y mira a las aeromozas.

- ¿Cuánto tardaremos en despegar? – Les pregunta muy seria.

- En aproximadamente diez minutos nos iremos – contesta una aeromoza con amabilidad sin dejar de verme con curiosidad y sorpresa.

- ¿Y los otros agentes? – Le pregunta mi madre al líder, porque sólo hay cuatro vigilantes cerca de nosotros.

- Se están asegurando de que ninguna de esas personas traten de subir a la avioneta y están hablando con los demás pasajeros para indicarles que no se pueden acercar a esta parte de la avioneta – contesta el líder, yo suspiro aliviada al escucharlo.

- En cuanto los demás vigilantes aborden y terminen de hablar con los pasajeros, nos iremos, a no ser que usted diga lo contrario señora Swan – le dice otra aeromoza, mirando a mi madre con mucho respeto, yo sonrío ante el hecho de que todos siguen llamando a mi madre por el apellido de mi padre, en lugar de llamarla por su apellido de soltera Higginbotham o señora Dwyer pues ya tiene cuatro meses de haberse comprometido con Phil Dwyer, pero todos la siguen conociendo como señora Swan y ella acepta que la llamen así.

- ¿Te sientes lista para que nos vayamos, Hija? – Me pregunta mi madre, mirándome con ternura, yo afirmo rápidamente, porque entre más rápido nos vayamos, mejor.

- Bien, en cuanto los vigilantes terminen, podemos irnos – le indica mi madre a la aeromoza quien asiente y se da la vuelta para retirarse, cerrando la cortina que han colocado en la parte trasera de la avioneta, donde sólo mi madre, dos agentes y yo iremos, los demás agentes y pasajeros, irán en la parte delantera de la avioneta.

Cuando despegamos, suspiro aliviada y cierro mis ojos para tranquilizarme, sigo sintiendo la presencia de todas las personas de la avioneta, a pesar de que nadie, está a mi alrededor, ni trata de acercarse a mí, pero al percibir su cercanía me inquieta, porque la luz sigue queriendo salir y atacarlos a todos.

- ¿Te sigue doliendo el pecho, Hija? – Me pregunta mi madre preocupada, yo la miro y afirmo levemente, incapaz de mentirle, porque en serio me duele el pecho y cada vez me cuesta más respirar y contener la luz - ¿Quieres tomar un calmante? – Me ofrece y de nuevo afirmo con la cabeza.

- Podría llamar a una aeromoza, por favor – escucho que le pide a un agente, quien asiente y se levanta para hacer lo que le pidieron.

- ¿Les puedo ayudar en algo? – Pregunta la aeromoza cuando llega.

- Sí, podría traerle a mi hija un vaso con agua por favor – le pide mi madre con amabilidad.

- Enseguida – dice la aeromoza, antes de retirarse, cerrando la cortina cuando se va, yo saco el frasco de calmantes de mi bolso y espero a que regrese – Aquí está el vaso con agua, ¿Desean algo más? – Ofrece la aeromoza con amabilidad, entregándole el vaso con agua a mi madre.

- ¿Quieres algo más hija? Tal vez si comes algo te sientas mejor – Me sugiere, yo accedo con un gesto de mano y al recordar las indicaciones del doctor, le pido a través de señas un poco de fruta picada, porque en serio me siento muy débil, por lo que el comer fruta subirá mi glucosa y me hará sentir mejor - ¿Tienen fruta picada? – Le pregunta mi madre a la aeromoza.

- Por supuesto, si gusta puedo traerle un coctel de frutas – ofrece la señorita.

- Perfecto, traiga dos cocteles de frutas y si tienen dos té helados de frambuesa, por favor – les pide mi madre, la aeromoza asiente y se retira para traer el encargo – Aquí está el agua, Hija, toma tus medicamentos y enseguida te traerán un coctel de frutas y el té helado para que comas algo – me dice, dejando el vaso con agua a en el afirmo vacío que está a mi lado, para que yo lo agarre, y yo me apresuro a tomarme la medicina, esperando que haga efecto rápido.

- Aquí están los cocteles de frutas y los té helados – dice la aeromoza, entregándoselos a mi madre quien los recibe con una sonrisa - ¿Hay algo más en lo que les pueda ayudar?

- Eso es todo por ahora, aunque le agradecería mucho que les ofreciera algo a los agentes, deben estar agotados por lo que pasó en el aeropuerto y quiero que tengan lo que necesiten, así que atiéndalos bien por favor – le pide mi madre, la aeromoza asiente y se gira para preguntarles a los agentes lo que quieren.

- Toma hija, quiero que trates de comer todo el coctel y que te bebas el té – me pide mi madre acercándome la fruta y el té – recuerda que el doctor dijo que necesitabas alimentarte después de que tuvieras una recaída o malestar, para que tu glucosa suba y no te sientas tan débil.

Yo obedezco y empiezo a comer el coctel de frutas despacio, sin dejar de respirar profundamente, tal como mi nuevo doctor me ha indicado y me sorprendo al empezar a sentirme un poco mejor al comer la fruta, por lo que confirmo que todas las recomendaciones que él me ha dado, me han ayudado mucho y creo que ahora han evitado que tenga una crisis muy fuerte; esto sólo demuestra que es un doctor muy bueno, ya que con sólo saber algunos de mis síntomas, supo identificar que mi presión y glucosa disminuían, por lo que hacen que me debilite más pronto y es por eso que me sugirió comer algo dulce, para sentirme mejor.

- Oh no… con lo que pasó, olvidé llamar a Charlie en el aeropuerto – escucho que dice mi madre, un poco preocupada – Bueno, después de lo que pasó con todos esos admiradores, no podía dejarte sola en ningún momento, para ir a buscar un teléfono público – comenta más tranquila y yo le doy la razón en eso, por lo que le digo a través de señas, que de todas maneras lo veremos dentro de una hora – Sí, tienes razón, Hija – me dice sonriendo emocionada.

- ¿Ya te sientes mejor? – Me pregunta cuando termino de comer mi coctel y bebo todo el té, yo le sonrío y afirmo con la cabeza, mientras le digo a través de señas que sólo me siento un poco agotada, pero que era por lo mucho que me costó tranquilizarme – Ya veo… tal vez si te concentras en otra cosa te ayude – sugiere pensativa y yo le pregunto en qué podría pensar para distraerme y sentirme mejor el resto del viaje – No lo sé… ¿Por qué no tratas de escuchar un poco de música? El otro día pareció que te ayudó a relajarte, porque cuando regresé, te encontré dormida mientras escuchabas tus melodías, tal vez hoy te ayude a relajarte y te distraiga un poco, al menos en los que dura el viaje… ¿Por qué no lo intentas ahora?

Ella tiene razón al decir que la música me relaja, aunque después de ese día no he escuchado música de nuevo, pero tal vez mi madre tenga razón y consiga tranquilizarme y distraerme, por lo que decido escuchar un poco de música el resto del viaje

Yo lo pienso un momento, porque desde hace unos días que me atreví a escuchar unas melodías, no lo he vuelto a hacer y la verdad es que ese día me sentí más tranquila al escuchar mis melodías preferidas; así que tal vez, mi madre tenga razón al decir que si escucho un poco de música me ayude a tranquilizarme y distraerme, durante el resto del viaje.

De nuevo me sorprendo al descubrir que escuchar música me ayuda mucho a tranquilizarme y distraerme; por lo que el resto del viaje escucho varias de mis melodías favoritas; pero aunque la música me relaja y me distrae un poco, no impidió que siguiera percibiendo la cercanía de los otros pasajeros de la avioneta, por lo que la luz de mi interior seguía tratando de salir para atacarlos; pero al menos descubrí que al escuchar música, se me es más fácil controlarla y soportar el dolor que la luz me provoca al tratar de contenerla; por lo que decido que de ahora en adelante, escucharé un poco de música cuando sienta que la luz quiere volver a salir.

Cuando finalmente llegamos a Port Ángeles, esperamos un momento a que los demás pasajeros bajen de la avioneta y sólo bajamos cuando uno de los agentes nos dice que es seguro para mí, aunque esta vez me aseguro de llevar la capucha puesta y mantengo la mirada fija en el suelo, para que nadie pueda reconocerme; por suerte está lloviendo cuando llegamos, por lo que todas las personas están más concentradas en resguardarse de la lluvia como para que se fijen en mí.

Mientras esperamos a recibir el equipaje, mi madre se me acerca y me mira con los ojos llenos de emoción y nostalgia, sé que ya casi es la hora de despedirme de ella y sé lo difícil que es hacerlo para las dos, porque siempre hemos estado juntas; pero me recuerdo que esto es lo mejor para ella, porque no puedo seguir atándola a mi sufrimiento, ella necesita ser feliz y es mi deber liberarla y dejarla vivir sin tener que preocuparse tanto por mí; sólo espero que recuerde los últimos días que hemos pasado juntas, planeando todo lo de mi mudanza, donde aunque sea por poco tiempo, volvimos a tener esa relación tan cercana que teníamos antes del ataque, me gustaría que me recuerde de esa forma y no como la hija que tanto sufrimiento le causaba al estar sólo encerrada y aislada en su habitación.

- Por favor promete que me escribirás seguido para saber cómo estás – me pide suplicante, sacándome de mis pensamientos, yo me apresuro a asentir – y ya sabes que si no te sientes bien con tu padre, sólo tienes que llamarme y regresaremos de inmediato a casa – me asegura, yo sé que lo dice en serio, aunque estoy segura de que nunca haré eso.

Mi madre se irá hacia Jacksonville para acompañar a Phil en su gira, la cual duraría varios meses; así que no haré nada que interrumpa su viaje con su prometido. Además sé que estará bien, el viaje le ayudará a distraerse un poco y estoy segura que Phil cuidará de ella y se encargará de que no le falte nada; después de todo, sé que mi padre le ha pedido a Phil o más bien le ha ordenado que la cuide con su vida, porque si algo malo le llega a pasar, lo hará responsable y no dudará en enviarlo a la cárcel como mínimo; ante esto Phil le juró que se encargaría de cuidarla con su vida y le prometió que le avisaría de inmediato si cualquier cosa llega a pasarle a mi madre; así que eso me garantiza, de que Phil cuidará bien a mi madre y se asegurará de que la pase bien en su viaje.

Yo siempre he sabido que mi padre se preocupa mucho por mi madre y no puedo culparlo, ya que yo también lo hago, por lo que antes de que se fuera, le entregué una lista a Phil con varias indicaciones para que pueda cuidar bien de ella y se asegure de que no haga algo que pueda afectar su salud o su vida; porque mi madre padece de diabetes y debe tener mucho cuidado con su dieta alimenticia y su salud, para que no tenga una recaída; además de que ella es como una niña pequeña, a la que hay que cuidar mucho para que no se meta en problemas por sus ocurrencias que no siempre suelen ser muy seguras para ella.

Pero también sé que Phil se preocupa mucho por ella y quiere hacerla feliz; así que confío en que la cuidará mucho y la ayudará a ser la misma de antes, porque ya no estaré yo, para causarle más dolor y sufrimiento, como he venido haciendo en los últimos cuatro años.

- Cuídate mucho, no olvides alimentarte y abrigarte bien y toma tus medicamentos para que no tengas una crisis – me sigue diciendo ella con preocupación, yo sonrío y empiezo a hacer señas para comunicarme con ella.

Estaré bien mamá, no te preocupes.

- ¿Cómo no me voy a preocupar? – Me dice después de comprender mis gestos – Eres mi hija y lo más importante que tengo, además, todas las mamás nos preocupamos por nuestros hijos y yo no soy la excepción, tú eres lo más valioso para mí y me moriría si algo malo te pasara – me asegura con firmeza, yo me contengo de rodar mis ojos, porque aunque es algo exagerada y melodramática, sé que es sincera y se preocupa mucho por mí.

Te prometo que te escribiré seguido y me cuidaré mucho, para no tener una crisis, estoy segura que estaré bien. Cuídate mucho, mamá y divierte en tu viaje con Phil.

- Gracias hija – me sonríe emocionada – la verdad es que estoy muy emocionada con la gira, hace mucho que no voy de viaje, pero eso no quita el hecho de que te voy a extrañar mucho – me dice con sus ojos llenos de lágrimas – Esta será la segunda vez que no estaremos juntas – murmura con dolor al recordar mi estadía en el manicomio – No me gusta estar sin ti, te voy a extrañar mucho, mi vida – solloza, sin poder contener sus lágrimas.

Yo le sonrío y me esfuerzo mucho para contener mis lágrimas que quieren salir, porque también la extrañaré mucho, especialmente, porque creo que esta será la última vez que la vea; pero sé que es lo mejor para ella, para que pudiera ser feliz; así que saco una bolsa de regalo de mi bolso y se la paso por el suelo, para que la agarre.

- ¿Y eso?... ¿Es para mí? – Me preguntó emocionada y sorprendida, cuando recoge la bolsa de regalo, yo afirmo sin dejar de sonreírle – ¡Muchas gracias Hija!... ¡Te amo mucho, mi Princesa Hermosa! – solloza emocionada, mientras abraza la bolsa de regalo en su pecho y me mira sonriendo: por lo que sé que es hora de darle mi último regalo; así que respiro profundo y digo…

- Te… amo… mamá… - tartamudeo de forma pausada, lo más alto que puedo, para que me escuche, ella sonríe ampliamente con sus ojos llenos de lágrimas, pero esta vez son de felicidad; así que le lanzo un beso con la mano y ella lo atrapa con su mano y me lanza otro beso a mí, llorando de felicidad; por lo que me siento complacida de haberla hecho feliz.

Después de eso seguimos esperando nuestro equipaje en silencio; aunque noto que los agentes y unas aeromozas, miran a mi madre con una sonrisa comprensiva.

- Aquí está el equipaje de la señorita y el suyo ya está a bordo de la próxima avioneta, que saldrá dentro de media hora – nos dice una señorita de la agencia de viajes, mientras le entrega mi equipaje a uno de los agentes que lo recibe.

- Está bien, dentro de poco abordaré, sólo debo esperar a que vengan por mi hija – les dice mi madre, mirando hacia la entrada, esperando que mi padre llegue pronto.

- Por supuesto, la estaremos esperando – dice la señorita de la agencia, antes de retirarse.

Los agentes nos siguen rodeando para evitar que alguien se me acerque y yo me aseguro de tener mi capucha puesta, para evitar que me reconozcan, no quiero que se repita lo de Seattle, aunque dudo mucho que tenga admiradores en este lugar, después de todo, nunca pude dar un concierto en esta zona, así que es casi imposible que alguien me conozca o se acuerde de mí.

Mientras tanto pienso en mi madre que me sonríe con sus ojos llenos de emoción y felicidad, esa es la forma en que quiero recordarla siempre, porque eso me dará la esperanza de que ella sea feliz, aunque yo no esté con ella para acompañarla. Espero que le guste mi regalo, porque le hice una tarjeta decorada donde le agradezco por ser la mejor mamá de todas y le digo lo mucho que la amo, también le digo que me esforzaré mucho por ser feliz y que espero que ella también lo sea, para que en un futuro podamos estar juntas de nuevo y seamos muy felices por siempre; aparte de la tarjeta le di un CD y un video con una recopilación de mis melodías y canciones que más le gustaban a ella, así como las grabaciones de los conciertos y recitales que más le habían gustado.

- ¡Ya viene! – Exclama mi madre feliz al ver a mi padre, quien se apresura a llegar hasta nosotras y veo que cuatro agentes lo acompañan y rodean a él también.

Me alegra mucho ver a mi padre de nuevo, mientras que en mi interior ruego por estar haciendo lo correcto y lo mejor para todos al irme a vivir con él, lo que más deseo es que mis padres sean felices y en el poco tiempo que me queda de vida, quiero asegurarme de que ellos sigan con sus vidas cuando ya no esté con ellos; aunque también siento un poco de temor, porque no sé lo que me espera de ahora en adelante y lo único de lo que estoy segura, es que ahora todo será diferente y sólo espero que todo salga bien, en mi nueva vida.

Cuando mi padre llega hasta nosotras, los agentes le permiten el paso y mi madre se apresura a abrazarlo, no hay duda de que está muy feliz de verlo, después de tres meses, yo también estoy feliz y aliviada de volver a verlo.

- ¡Hola Charlie! Me alegra que vinieras, ya estaba empezando a preocuparme porque tardabas tanto – lo saluda mi madre mientras lo abraza, mi padre sonríe y niega con la cabeza.

- Es bueno verte Reneé – la saluda con cariño - Lamento mucho el retraso, pero en la entrada hay muchas personas, parece que hoy viajaran mucho – dice mientras mira a los agentes con sorpresa y curiosidad; y no es para menos, ahora hay más de quince agentes a nuestro alrededor y me doy cuenta de que algunos de ellos se apartan del grupo y se van a la entrada, mientras que uno de los que acompañaba a mi padre, le informaba algo, al que parece ser el líder de todo grupo.

– ¡Hola Princesa! Estoy feliz de verte – Me saluda, llamando mi atención, yo sonrío y lo saludo con señas.

Hola papá, yo también estoy feliz de verte.

- Me alegra – dice sonriendo y después mira a mi madre de nuevo - ¿Cómo estuvo el viaje? ¿No hubo problemas? – Pregunta preocupado y mirando de reojo a los agentes, quienes están a nuestro alrededor e impiden que otras personas se nos acerquen.

- Fue agotador – responde mi madre sonriendo – Es una suerte que los agentes nos acompañaran, porque en Seattle la reconocieron y trataron de acercársele y hasta le pidieron autógrafos, como en los viejos tiempos – le contó y mi padre me mira preocupado y sorprendido.

- ¡Vaya! Es increíble que la reconocieran, después de tantos años – dice mi padre sorprendido y mi madre asiente de acuerdo con él – Pero no se le acercaron ¿Verdad? – Dijo mirando a los agentes.

- No se preocupe señor Swan, mi equipo está preparado para estos casos y tenemos órdenes precisas de impedir que alguien aparte de ustedes se le acerque a menos de tres metros a la señorita y nadie puede tocarla – le asegura el líder del grupo y mi padre asiente agradecido.

- Se los agradezco – les dice mi padre aliviado, los agentes inclinan la cabeza, aceptando su agradecimiento.

- La verdad, es que todos ellos han sido muy amables con nosotras, nos protegieron mucho y no dejaron que nadie se nos acercara o molestara – dice mi madre sonriendo – Tendremos que agradecer al doctor por haberlos contratado, de lo contrario hubiera sido muy peligroso para Bella el viaje.

- Sí, la verdad es que al principio no creí que fuera necesario tanta vigilancia, pero el doctor Cullen insistió en que tomáramos todas las medidas necesarias, para el viaje – dice mi padre.

- Sí me permite decirlo señor – interrumpe el vigilante – en todos los años que llevo trabajando, nunca he visto un caso tan especial y delicado como la protección de la señorita, el caso de ella no es como los otros que solemos tener – asegura, mientras me mira sorprendido, yo me sonrojo al escucharlo - el señor Cullen nos explicó su condición tan delicada y el hecho de que sea una artista tan famosa y tan joven, pone en mayor riesgo su vida; por eso mi equipo los acompañará hasta la casa y cuatro de mis hombres acompañaran a su esposa en su viaje, hasta que llegue a su destino.

- ¿Cree que sea necesario? – preguntó mi padre sorprendido.

- Sí, en Seattle varias personas la reconocieron y es muy probable que aquí ocurra lo mismo, no podemos tomar ese riesgo y las órdenes fueron protegerlas en todo su viaje y eso es lo que haremos – le dice el agente con firmeza.

- Entiendo y les agradezco mucho que cuiden a mi hija, pero no creo que sea necesario que me cuiden a mí también – comenta mi madre con timidez.

- Usted es su madre y en Seattle varias personas la reconocieron y existe la probabilidad de que traten de llegar a usted, para tratar de llegar a su hija, por eso nos encargaremos de que usted llegue sana y salva a su destino – le explica el agente – Además nos ordenaron protegerlas a las dos y el señor Cullen nos dijo que usted también está enferma y que debe seguir una dieta especial y no debe tener emociones muy fuertes que le puedan provocar una recaída, por eso nos encargaremos de protegerla a usted también – aseguró, mi madre enrojeció cuando mencionaron su enfermedad y dieta; lo cual me tranquiliza mucho, porque ellos se aseguraran de que nada malo le pase en su viaje y evitaran que ella rompa su dieta durante el viaje, como imagino que planeaba hacer.

- Bueno, en ese caso, les agradezco que lo hagan – dijo mi padre sonriendo, los agentes asintieron.

- Señor, cada vez hay más personas y estamos llamando mucho la atención, al permanecer en este lugar – le dice uno de los agentes al líder, quien asiente levemente y mira a mis padres.

- Ya escucharon, no es seguro permanecer en este lugar, además la señora Swan debe ir a abordar su próximo viaje – les dice el líder a mis padres – Ellos la acompañaran y la protegerán en todo su viaje – asegura, señalando a cuatro agentes que ya están detrás de mi madre de forma protectora, mi madre les sonríe y ellos inclinan la cabeza, a modo de saludo.

- Supongo que ya debo irme – murmura mi madre, mirándome con los ojos llenos de lágrimas, yo sonrío para animarla.

No te preocupes mamá… todo estará bien… yo te escribiré todos los días… y mi padre me cuidará… recuerda tu regalo… y trata de divertirte mucho en tu viaje… Te amo.

- ¡Oh hija! Yo también te amo – me dice sonriendo y llorando de emoción, mi padre se apresura a abrazarla para consolarla y ella se aferra a él – Cuídala mucho Charlie y llámame por cualquier cosa que pase – le suplica a mi padre.

- La cuidaré Reneé, sabes que lo haré y te mantendré informada de cómo está, también quiero que tú te cuides mucho y trates de divertirte en tu viaje, pero por favor, no hagas algo que afecte tu salud, no descuides tu tratamiento, ni medicamentos, cuida tu dieta y llámame si me necesitas, no importa la hora que sea, quiero que me llames si me necesitas, Phil tiene mis números y le dije que te cuidara o se las vería conmigo – le dice con seriedad y mi madre sonríe al escucharlo – También quiero que me llames durante tu viaje, para saber cómo estás – le pide.

- Lo haré, te prometo que me cuidaré y me portaré bien, también te llamaré… en Seattle no te pude hablar porque no podía dejarla sola, pero esta vez lo haré – le promete y mi padre asiente más aliviado – Te quiero Charlie y confío en que cuidarás a nuestra Princesa – le dice sonriendo y abrazándolo de nuevo, yo sonrío al ver cómo se comportan, ya tenía mucho tiempo de no verlos así y sé que sin importar que mi madre esté con Phil, mi padre siempre la cuidará y se asegurará de que ella esté bien.

- Yo también te quiero, espero que te diviertas mucho y ya sabes que la cuidaré – le dice mi padre sonriendo con ternura.

- Adiós Princesa, te amo mucho y estaremos en contacto – se despide de mí, mientras me da besos y abrazos a través de señas, yo sonrío y también le mando besos y abrazos por medio de gestos

Mi madre le da un último abrazo a mi padre y después se va acompañada de cuatro agentes que la rodean y escoltan hacia la zona de abordaje, yo me giro hacia el líder del grupo y él me mira curioso.

Por favor cuídenla mucho.

- Dice que por favor la cuiden mucho – le traduce mi padre, porque él no entiende el lenguaje a señas, el vigilante asiente y se quita los anteojos, para verme a los ojos.

- No se preocupe por su madre señorita – me asegura con tranquilidad, yo cabeceo en señal de estar escuchando y él ve a mi padre quien lo mira expectante - les aseguro que mis hombres son excelentes en su trabajo y cuidarán bien de su madre y de su esposa – nos dice a mi padre y a mí, mi padre asiente avergonzado y sonrojado de que crean que mi madre sigue siendo su esposa, pero no dice nada para corregirlo – Por ahora ya debemos irnos, si nos quedamos más tiempo podría ser peligroso para la señorita – añade el líder mientras se pone de nuevo sus lentes oscuros.

- Está bien, mi camioneta está en el estacionamiento – les dice mi padre, mirándolo – Pero me temo que no podrán ir todos ustedes en la misma camioneta con nosotros, tal vez pueda ir sólo uno, pero los demás no – dice mi padre preocupado, mientras trata de agarrar mi equipaje, pero uno de los vigilantes es más rápido y lo agarra antes que él – Gracias – dice mi padre sorprendido.

- No se preocupe por eso señor Swan, sabemos que no podemos estar muy cerca de la señorita, por eso sólo yo los acompañaré en su camioneta y los demás irán en los otros autos – le dice con tranquilidad, mi padre lo ve sorprendido.

- ¿Tienen sus autos aquí o los rentaran? – Les pregunta con el ceño fruncido.

- Nuestra agencia tiene todo lo necesario para garantizar la protección de nuestros clientes – le dice el líder, sin dar muchos detalles – y ya le dije que la señorita es la persona más especial que hemos tenido bajo nuestro cuidado, así que hemos tomado todas las medidas necesarias para protegerla – le asegura, mi padre asiente por lo que empezamos a caminar hacia la salida.

- Señor, en la entrada hay un grupo de admiradores – dice un agente integrándose al grupo, que ahora es de diez miembros de nuevo, yo me detengo y veo a mi padre preocupada.

¿Cómo es que se enteraron de que llegaba hoy y cómo me reconocieron?

- No lo sé hija – contesta mi padre y se gira para ver al líder de los agentes – Mi hija se pregunta cómo es que esas personas se enteraron de su llegada y cómo es que la siguen reconociendo.

- Eso se debe a que todos en Forks esperaban su llegada, según me han informado, mis hombres, la voz se corrió cuando usted fue a hablar con los miembros del Consejo estudiantil, al menos eso es lo que mis hombres averiguaron cuando investigamos su caso y también encontramos esto entre los fans que había en Seattle – le dice, entregándole un volante a mi padre que lo ve sorprendido, alarmado y hasta furioso – No se lo mostramos a la señora Swan, ni a la señorita para no preocuparla, pero considero que es mejor que estén al tanto de la situación ya que la señorita vivirá aquí, para que así tomen las medidas necesarias para su protección – le explica.

- No puede ser, les dije que debían tener esto en secreto, para evitar que esto pasara – gruñe mi padre furioso y arrugando el papel; yo le digo que también quiero verlo – No te preocupes hija, es sólo basura, tú no tienes que preocuparte por nada de eso, los agentes se encargaran de que nadie se te acerque – me asegura, yo sólo puedo asentir, aunque sigo algo preocupada.

- Sigamos avanzando – dice el líder – Pero les advierto que en la entrada hay varias personas que están esperando a la señorita y es posible que traten de acercársele, para pedirle su autógrafo, pero nosotros nos encargaremos de alejarlos – nos indica, yo respiro profundamente, preparándome mentalmente para lo que vendrá y empezamos a caminar, hacia la salida.

Cuando salimos del aeropuerto, veo que en la entrada hay una gran multitud de personas con pancartas, con mi nombre, fotografías y hasta camisetas con mi nombre y foto, todos gritan en cuanto nos ven salir y empiezan a tomarnos fotografías y a gritar que quieren autógrafos y fotos.

Los agentes han hecho un pasillo de cinco metros de ancho y hasta han colocado cintas para que nadie pase, pero lo que más me sorprende, es ver que ahora hay más de 20 agentes impidiendo que alguien se me pueda acercar.

- Siga caminando señorita y no levante la vista – me indica el líder de los agentes que va detrás de mí, yo hago lo que me pide y sigo caminando con la vista fija en el suelo, haciendo lo posible por seguir respirando profundamente y conteniendo la luz blanca que quiere salir y atacar a todos a mi alrededor, estoy concentrada en seguir respirando y caminando, tratando de ignorar lo más que puedo, los gritos desesperados de todas esas personas.

¡Bella Swan! … ¡Te queremos! … ¡Soy tu admirador/a! … ¡Firma mi camiseta! … ¡Dame tu autógrafo! … ¡Una fotografía por favor! … ¡Míranos Bella Swan! … ¡Bella Swan!

- ¿Ya revisaron la camioneta? No quiero sorpresas, ni otro contratiempo – escucho que dice el líder con seriedad.

- Ya la revisamos, todo está en orden señor, ya despejamos las calles y podemos irnos cuando la señorita esté lista – dice otro agente y es cuando me doy cuenta de que el camino que hicieron para mí, lleva a una camioneta que tiene la puerta trasera abierta.

- Suba señorita, entre más pronto nos vayamos, más pronto estará segura en su hogar – me dice el agente – Su padre y yo iremos en los asientos delanteros y estaremos a dos metros de usted, así que no tiene nada de qué preocuparse – yo me apresuro a subir a la camioneta, cerrando la puerta con cerrojo, de inmediato.

Por la ventanilla veo que las personas tratan de acercarse a la camioneta, pero los agentes se los impiden; también veo dos autos negros detrás y dos enfrente de la camioneta y por lo que supongo que son los autos de los agentes. Me sorprende saber que necesito de tanta vigilancia y seguridad para poder viajar a algún lugar; pero al ver a todas esas personas que siguen gritando mi nombre, me doy cuenta de que es un gran alivio contar con la protección de esos agentes y espero que cuiden a mi madre en su viaje, porque tal como ha dicho el líder, a ella también la reconocen como mi madre y no soportaría saber que alguien le ha hecho daño por mi culpa.

- ¿Estás bien, Hija? – Me pregunta mi padre, mirándome preocupado por el espejo retrovisor, el líder de los agentes está en el asiento del copiloto y también me mira con preocupación, yo les sonrío y afirmo con un gesto de manos, para no preocuparlos más; mientras me concentro en ignorar el dolor de mi cuerpo y la molestia de mis cicatrices, que me arden mucho, por lo irritadas que están, después de tanto esfuerzo y emociones fuertes.

El viaje en auto transcurre en silencio, pero me tranquilizo al sentir que es un silencio cómodo, ya que tanto a mi padre como a mí, nos agrada el silencio y la tranquilidad; mientras que el agente también parece estar muy cómodo con el silencio; de hecho, los dos parecen estar perdidos en sus pensamientos. Pero a pesar de no decir nada, sé que mi padre está muy feliz y tranquilo, porque en su rostro pacífico hay una sonrisa; yo decido distraerme para poder controlar con más facilidad, la luz que sigue queriendo salir de mi cuerpo, por lo que concentro mi atención en la ventanilla, para contemplar la lluvia que cae en el exterior.

Me sorprendo cuando veo lo hermosa e interesante que es la forma en que las gotas de agua caen y se deslizaban por la ventana; y descubro que el sonido de la lluvia es muy relajante; estoy tan fascinada mientras contemplo y descubro la belleza de la lluvia, porque nunca me he detenido a contemplarla y recuerdo que hasta llegué a considerarla muy deprimente, pero la verdad es que la lluvia es muy relajante y hermosa, hasta parece una sinfonía y danza de las gotas de agua; de repente, empiezo a sentir el deseo de sacar mis manos para poder percibir con más intensidad las gotas de lluvia sobre mi piel.

Al pasar por el pueblo, veo unos grupos pequeños de personas que están en la orilla de la calle con pancartas con mi nombre y fotografías, esto me preocupa, no quiero que al llegar a casa hayan otras personas, sólo deseo llegar a casa y descansar un poco, porque me siento agotada por el viaje y por el esfuerzo de estar conteniendo la luz blanca.

- No te preocupes hija, los agentes se han encargado de que nadie esté cerca de la casa, ya verás que cuando lleguemos, podrás descansar – me tranquiliza mi padre al verme preocupada, yo le sonrío agradecida.

En una hora llegamos a la casa de mi padre y la que a partir de hoy será mi nuevo hogar, ya he venido antes a visitar a mi padre, pero fue hace años porque tenía muchos compromisos con mi estudio, clases, ensayos, presentaciones, conciertos, recitales y otros eventos a los que antes asistía, por eso no podía venir muy seguido; de hecho, si lo pienso bien, creo que desde que mi madre y yo nos fuimos a vivir a Phoenix sólo he venido tres veces cuando tenía 5, 6 y 7 años, pero sólo vine por dos o tres días durante el fin de semana y después regresaba, porque tenía otros compromisos y creo que después de esas tres veces ya no he podido venir de nuevo hasta ahora que tengo 14 años.

Sin embargo me sorprende la nostalgia y tranquilidad que siento al ver la pequeña casa de mi padre, sólo tiene dos pisos, hay un recibidor techado en la entrada y según recuerdo, en el piso de abajo está el vestíbulo, una pequeña sala, la cocina, que también es pequeña y un pequeño comedor para cuatro personas, un pequeño armario, para los abrigos y la alacena bajo la escalera que lleva al piso superior, donde hay dos habitaciones, la de mi padre y la mía, junto a un pequeño baño que compartiremos de ahora en adelante. No hay duda de que la casa es pequeña y muy diferente a mi casa en Phoenix, pero a pesar de eso es muy acogedora, sencilla y siento que es perfecta para ser un hogar agradable.

A lo lejos veo un auto estacionado frente a la casa, que hace que me olvide de la sensación acogedora que la casa me brinda, porque siento miedo de que mi padre tenga visitas, la verdad es que no estoy preparada para conocer a alguien en este momento, todavía no me recupero del viaje y no quiero que los conocidos de mi padre piensen mal de él, por tener una hija extraña que no puede ni estar cerca de nadie.

- Tranquila hija, esa es sólo mi patrulla, recuerda que soy policía, sólo compré esta camioneta, para poder transportarme contigo – me explica mi padre al notar que miro asustada el coche.

Centro de nuevo mi mirada en el auto y sonrío aliviada al reconocer el coche patrulla de mi padre, me causa gracia el haber olvidado que mi padre es el jefe de policías en Forks, pero cómo desde el accidente he estado aislada, no estoy al tanto de lo que ha pasado a mi alrededor ya que me he desconectado de la realidad durante estos últimos años; sin embargo el hecho de que mi padre sea un oficial me hace sentir segura, porque al menos él se asegurará de que nadie se me acerque y como es una autoridad de la ley, las otras personas lo respetan mucho.

- Llegamos – anuncia mi padre después de estacionarse, yo salgo de la camioneta y veo que todos los agentes están frente a mí, mi padre está al lado del líder de todos ellos, así que me les acerco un poco.

- De nuevo, muchas gracias por toda su ayuda, no sé qué habría pasado, si ustedes no hubieran estado con nosotros, para protegerla – les agradece mi padre con sinceridad.

- No tiene nada que agradecer, nosotros sólo hacemos nuestro trabajo y nos alegra saber que logramos traerla sin que tuviera una crisis o hubiera algún contratiempo, aunque lamentamos que todas esas personas hayan tratado de acercársele – dijo el líder con seriedad – pero por suerte era algo para lo que estábamos preparados.

- Sí, la verdad es que estoy sorprendido con su trabajo, todos ustedes son excelentes, estoy seguro que hasta el presidente estaría feliz de tenerlos a su lado, deberían de contratarlos a ustedes para cuidarlo – bromea mi padre, pero el líder sonríe divertido.

- Nosotros sólo nos encargamos de casos especiales, me temo que el presidente, no puede contratar nuestro servicio, aunque varias veces nos lo han solicitado – dice él con tranquilidad y mi padre y yo los miramos incrédulos.

- Entonces… ¿Cómo es que aceptaron cuidar a mi hija, si le dicen no al presidente? – Preguntó mi padre después de que se recupera de la sorpresa.

- Le repito que el presidente no puede pagar nuestros servicios – dice el líder con tranquilidad – a nosotros nos contrataron para proteger a la señorita y sus padres durante el viaje y eso es lo que hemos hecho; y debo decir que ha sido un placer poder asegurarnos de la protección de la señorita, ella es el caso más especial que hemos tenido, ha sido todo un reto para nosotros, por las condiciones especiales de ella – le explicó y yo me sonrojo de nuevo – cuando los señores Cullen nos contactaron, nos sorprendió un poco que pidieran el grupo de máxima seguridad y que solicitaran que yo estuviera a cargo del grupo de vigilancia, ya que generalmente yo sólo participo en los casos de suma prioridad, pero después de que nos explicaran el caso y de ver a todos los fans, me doy cuenta de que ellos no bromeaban cuando dijeron que tendríamos que brindarle un tratamiento especial… y la verdad es que me alegro de haber participado en la protección de la señorita.

- Ya veo – murmura mi padre sorprendido – Entonces les agradezco que aceptaran el caso de mi familia y agradezco el excelente trabajo que realizaron, yo le diré al señor Cullen que hicieron un excelente trabajo.

- Es un placer, les dejaré mi tarjeta para que me llamen en caso de que necesiten mis servicios en un futuro, tenga por seguro que estaremos encantados de brindarle nuestro servicio de nuevo – le dijo el líder, entregándole a mi padre una tarjeta pequeña de presentación, mi padre la agarra y la lee, antes de verlos muy sorprendido.

- ¡Vaya! No me sorprende que el presidente no pueda contratarlos – dice mi padre sorprendido, el líder sólo asiente – Pero la verdad es que dudo mucho que yo pueda pagar por sus servicios, me sorprende que el señor Cullen lo hiciera.

- El señor Cullen es un cliente muy especial y no se preocupe por el precio, para nosotros será un placer brindarles nuestro servicio a usted y su familia – lo tranquilizó el líder y los demás agentes asintieron de acuerdo con él – Y ahora nos retiramos, mis hombres se han encargado de que nadie del pueblo nos siga y ya revisaron la casa y sus alrededores para asegurarse de que no haya ningún inconveniente que pueda afectar a la señorita… es un alivio que usted viva en las afueras del pueblo, así será más seguro para la señorita.

- Sí, mi casa está apartada del pueblo y creo que los únicos que viven más lejos de mí, son los Cullen – murmura mi padre y yo suspiro aliviada al escuchar eso.

- Eso es correcto, estas dos propiedades son las únicas que están en las afueras del pueblo – confirma el líder – nosotros iremos donde los Cullen para informarles sobre el viaje y decirles que la señorita llegó sana y salva a su hogar y mis hombres se contactaran con usted para informarle cuando su esposa llegue a su destino – le informó.

- Oh… muchas gracias – dice mi padre aliviado de escuchar eso – yo también le diré al señor Cullen que hicieron un excelente trabajo.

- Se lo agradezco y recuerde que si necesita nuestros servicios, sólo tiene que contactarme y llegaremos a un acuerdo – le dice haciéndole una señal a sus hombres para que empiecen a subir a sus autos, yo lo miro para agradecerle.

- Muchas gracias por toda su ayuda, respetable señor agente, me agradó mucho viajar con ustedes y me siento muy feliz porque tuve el privilegio de conocerlos y también les agradezco que cuidaran de mis padres y de mí – le digo a través de señas, haciendo una reverencia de respeto y gratitud él me mira fijamente un momento y después mira a mi padre curioso.

- Mi hija dijo: Muchas gracias por toda su ayuda, respetable señor, me agradó mucho viajar con ustedes y me siento muy feliz porque tuve el privilegio de conocerlos y también les agradezco que cuidaran de mis padres y de mí – les traduce mi padre sonriendo, el líder asiente y me sonríe.

- Fue un verdadero placer estar a su servicio señorita, espero sinceramente volver a verla en un futuro cercano y le prometo que para ese entonces, aprenderé el lenguaje a señas, para poder comunicarme con usted – se despide de mí con una inclinación de respeto, yo sonrío ante esto, sintiendo que de nuevo me sonrojo – Y permítame decirle que yo también me siento afortunado de conocer a una señorita tan especial y valiosa como usted – añade, yo le sonrío agradecida y sonrojada, así que le envío un abrazo y le deseo muchos éxito y bendiciones en su vida, también le pido que salude y agradezca a la familia Cullen por su ayuda y que les dé mis saludos y agradecimientos a los demás agentes, por toda su amabilidad y ayuda.

- Esta es su señal que indica que le envía un abrazo y dijo que le desea muchos éxitos y bendiciones en su vida – traduce mi padre al mismo tiempo que hace las señas - también le pide que salude y agradezca a la familia Cullen por su ayuda y quiere que les de sus saludos y agradecimientos a los demás agentes por toda su amabilidad y ayuda que le brindaron.

- Lo haré – me promete él, con una sonrisa amable – Ahora me retiro y nuevamente, fue un placer conocerlos – se despide, antes de subirse a uno de los cuatro vehículos negros.

Yo veo cómo los cuatro autos se alejaban con rapidez, me siento sorprendida y halagada de que unos agentes tan amables y profesionales, se tomaran la molestia de protegerme en el viaje, eso es algo que siempre les agradeceré, porque de no ser por ellos, habría ocurrido una desgracia con todas esas personas que trataron de acercarse a mí; por ahora me siento aliviada porque ya estoy en Forks junto a mi padre, por lo que mi plan ya está avanzando.


[1] Más adelante se sabrá el por qué a Reneé no le agrada Forks y las personas de ahí, es por eso que ella rechaza todo lo que tenga que ver con ese lugar.

[2] Hay un trasfondo en cuanto a la separación de Reneé y Charlie, en esta historia, que conocerán más adelante, pero que es muy diferente con la que se menciona en el libro, ya que aquí, ellos dos son muy unidos y aunque están separados, siguen siendo amigos y se preocupan por el otro.

[3] Wiwoo es un Reproductor MP3 con una gran capacidad de memoria para almacenar más de 4,000 canciones y el modelo incluye una correa running que permite llevarlo en las sesiones de ejercicio.

[4] Bella tiene una razón por la que se siente culpable de las muertes de esas personas, algo que se irá descubriendo más adelante en la historia.