Harry Potter, pertenece a J.K. Rowling.
Este Fic, está creado (una vez más), con base en el reto de FxRobalino, del capítulo 7 de "Harry Potter y El Retorno del Rey"
Harry debe ser mujer.
Harry mujer, debe gustar de las mujeres.
Harry mujer, debe tener un harem de mínimo siete mujeres, la única obligada es Hermione.
Harry mujer, debe ser alguna criatura mágica como las Veelas (a elección del autor)
La historia debe comenzar en tercero, cuarto o entre esos dos años.
Harry mujer, debe tener una relación incestuosa (relación con su madre o hermana)
Harem: Hermione Granger, Daphne Greengrass, Susan Bones, Padma Patil, y Lily "Evans".
(N/A Diego y Laura: Por encima de todo, este Fic es otra versión de "Harriet Potter y La Espada Maldita")
(N/A Laura: La historia acabó de este modo, debido a que se estaba pareciendo demasiado al libro "Princesa de Cenizas" de Laura Sebastian)
Princesa de Sangre Escarlata.
04: Lejos, gracias a los dioses.
Las semanas pasaron, pero ambos planes se pusieron en marcha: El rey de Ortalia, llamó a las armas, para ir a liberar a sus aliados, y el general Rigard cayó enfermo, por esas mismas semanas.
Lilian, logró ingresar a la habitación prohibida, a aquella habitación, donde estaban todos aquellos libros de magia, solo para girarse, y encontrar ante ella a James Pontmercy, quien le tapó la boca, antes de que ella gritara.
― "No puedo culparte, por no querer confiar en mi" ―susurró James, quien aún le tapaba la boca a la pelirroja. ― "No puedo hacer nada, para que creas que no soy mi padre" ―destapó su boca, pero ella no gritó. ― "Sé que planeas asesinar al general Rigard, y aunque tú no lo sepas, Ortalia atacará Ursalia, para poder despojarla de las manos de los Asygardianos, y devolvérosla a vosotros" ―Lilian, miró a los ojos de James, pero el chico de ojos avellana, bajó su mirada, incapaz de ver aquellos bellos ojos verdes, y ver el odio en ellos, un odio que su padre y él, se merecían, debido al mal que causaron a un pueblo entero. ― "Como una muestra, de que no deseo dañarte, de que soy tu aliado, te dejaré llevarte los libros que quieras"
Ganarse la confianza de Lilian Every, fue muy difícil, pero James estuvo a su lado, la sacó a escondidas de su habitación, en más de una ocasión, llevándola a su barco personal, a una cena o a ver otras ciudades, y luego la devolvía a su habitación.
Ella, rápidamente aprendió a usar la magia de su pueblo, y rápidamente, aprendió a confeccionar los talismanes, que servían para emplear la magia.
Gracias a James Pontmercy, Lilian pudo hacerles llegar a muchos esclavos Ursalianos, los talismanes, y a espaldas de Lilian, siempre dejó una nota.
La misma nota, para todos los Ursalianos: «Por favor, luchen por su reina, incluso si ella nunca lo ha hecho por ustedes, por no saber cómo hacerlo en el pasado»
Pronto, los Ursalianos descubrirían, que varios libros de hechizos aparecieron en lugares inesperados, y solían pasarse los libros, de manos de una familia a otra, para así poder luchar por su país, y deshacerse de los invasores, que, por tantos años, los habían condenado a la esclavitud y a la inanición.
Lilian supo lo que vendría, con el fallecimiento inesperado del general Rigard, y supo cómo no chillar, incluso cuando su espalda fue desgarrada, por el mismísimo y sádico rey Fleamont, quien juró a la corte, que él jamás la había azotado, que siempre fue Rigard quien lo hizo, y que era algo que él debería de haber hecho hace ya muchos años.
Dijo que era divertido.
Cuando la pelirroja acabó en el suelo, rodeada por un mar de sangre, Fleamont ordenó que la curaran, así lo hicieron.
― ¿No hay nada que quieras decir, princesa de Ursalia? ―preguntó Fleamont, mientras reían.
― "No.…" ―susurró ella, pero muy bajo.
― ¿Qué dijiste? ―preguntó Fleamont.
― "No soy... una... princesa" ―susurró, pero con una voz ligeramente más alta, lo miró desafiante. ―Soy... una... reina... ―se puso de pie ella misma, desafiante.
Fleamont sonrió, y se preparó para azotarla nuevamente, por su osadía, solo para que el palacio entero temblara, y todos se preguntaran que ocurría.
Las puertas se abrieron, y un soldado ingresó. ― ¡Su majestad, son los Ursalianos!
― ¡¿Qué?! ―gritó Fleamont incrédulo, mientras que las ventanas explotaban, debido a un anillo de fuego, que pronto rodeó el palacio, y pronto, rocas comenzaron a ingresar por las ventanas, con la velocidad suficiente, para matar a la corte Asygardiana, que estaba demasiado asombrados, como para intentar buscar refugio.
Demonios Ortalianos ingresaron por las ventanas, al tiempo que afuera, hechiceros Ursalianos, y soldados Ortalianos, masacraban soldados Asygardianos, sin compasión.
James ingresó en medio del caos, sin ser visto, y arrastró de su mano, a Lilian, ambos escaparon por una puerta secreta, detrás del trono que legítimamente, era de Lilian y que fue de la familia Every, por milenios. Al ingresar por aquella puerta, James pensó en sellarla, pero se encontraron con el camino cortado, por soldados Ortalianos y hechiceros Ursalianos.
Rápidamente, Lilian salió en defensa de James.
― "Espera, Joseph" ―dijo Lilian sonriente, al ver al esclavo, que en el pasado fue uno de los generales más poderosos y respetados de Ursalia. ― "Sin James, nada de esto sería posible"
― "Los civiles Asygardianos están bien, están intactos, pero no puedo decir lo mismo, de los soldados, mi reina" ―dijo Joseph. ― "Connor y Damon, protejan a la reina, no dañen a Pontmercy, ya después veremos qué hacer con él, sáquenlos de aquí, por ahora"
―Sí señor ―dijeron ambos, mientras se los llevaban a los dos.
Algo les dijo Lilian a ellos dos.
Algo les dijo, que los convenció de llevarles al lago de Jalidy, la diosa del agua.
Era un lugar sagrado en el cual se decía, que la diosa se alzó y otorgó este reino a los Ursalianos, hace más de dos mil años.
Lilian se despidió de ellos, James juró que la protegería con su vida, ambos caminaron hacía el lago, se adentraron, hasta que el agua, le llegó a la cintura a ambos.
― ¿Realmente, deseas compartir tu vida, conmigo? ―preguntó Lilian.
―Lo deseo. Quería que fuera aquí, que fueras la reina, y yo tu sirviente. ―Dijo James. ―Pero los Ursalianos y Asygardianos, quizás jamás podamos vivir en paz, sin importar quien acabe en el trono.
―Dioses de Ursalia, llévennos lejos de nuestra sangre, bendígannos, con un nuevo comienzo. Llévennos a donde nadie nos reconozca. A donde nuestros corazones quieran viajar. ―Rezó Lilian, mientras que el agua comenzaba a liberar burbujas, que los rodearon, luego crearon una burbuja aún más grande, y después esta explotó, y ellos desaparecieron.
Si James hubiera mentido, sobre amar a Lilian, Jalidy podría haber ahogado a James, y solo salvar a Lilian.
Pero el príncipe Asygardiano, demostró ser digno del corazón de una descendiente de las diosas del agua y del fuego, y solo por esto, pudo viajar junto a la pelirroja.
A un mundo, donde nadie sabría, que tenían sangre azul.
Donde nadie jamás había escuchado de Asygard o de Ursalia o de Ortalia.
Donde serían unidos por su amor.
Donde serían reyes, incluso si nadie jamás llegaba a saberlo.
Donde su sangre azul, renacería, en una niña de sangre escarlata, a la cual amarían, más que a nada en el multiverso.
