"Todos los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi"

.

.

.

"THE OFFICE"

.

Capítulo 4

"EQUIPO"

.

.

He tenido buenos días, pero no como este en especial. Y yo que pensaba que sería como cualquier otro, después de levantarme como es costumbre a las cinco de la mañana, hacer mi rutina de entrenamiento diaria, ducharme y salir hacia el trabajo, pasé por un café mocca que terminó por enfriarse por tomar una llamada de ella…es que no le puedo decir que no. A pesar de que llevamos ya tiempo sin vivir juntos, nos mantenemos en contacto prácticamente a diario; si ella no me llama, le envío un mensaje para saber si está bien. Desde que nos separamos prometí estar siempre cerca de alguna manera, y hasta ahora lo he cumplido. Jamás la abandonaré, ella ha sido y será una parte muy importante de mi vida.

Salí de la cafetería y sentí cómo si una bala de cañón me pasara muy cerca. Gracias a mis buenos reflejos de arte marcialista, no pasó a mayores. Agradecí a los dioses que mi café estuviera tibio, si no, hubiera sido un terrible accidente.

Desafortunadamente la "bala de cañón" veloz, fuerte y pequeña sufrió las consecuencias de no mirar por dónde andaba. Una chica de cabello corto, muy oscuro, pechos pequeños y bonitas piernas me insultó con un vocabulario propio de un borrachín. Al ver su rostro preocupado y sus ojos castaños, supe que tenía la mejor de las suertes, pocas veces me topo con chicas bonitas que no usan maquillaje, una belleza natural con boca de camionero.

Traté de disculparme y le ofrecí pagarle una prenda nueva, estaba llena por completo de café. Si no me hubiera soltado todos aquellos improperios, tal vez le hubiera pedido su teléfono para invitarla a salir; para mi fortuna se alejó y me conformé bebiendo el resto de mi café y darle una buena ojeada a su cuerpazo, a pesar de su sencilla vestimenta.

Acaban de contratarme en una nueva agencia de publicidad que está creciendo enormemente. Dejé mi trabajo anterior porque aquí me ofrecían mejor paga y ahora es lo que más me interesa, ganar mucho dinero.

Fue una sorpresa encontrarme precisamente en esa sala de juntas con la chica de esta mañana; era imposible no notarla, apestaba a mi café a pesar de haberse quitado la blusa. Le sonreí, divertido, no imaginé encontrármela ahí. Me miró del mismo modo que en la calle cuando traté de disculparme; seguía con un humor de los mil diablos. Decidí ignorarla y enfocarme como siempre en mi trabajo, puesto que debía impresionar a todos con mi llegada, y por supuesto lo hice.

Shampoo también estaba ahí, lleva tiempo en la agencia Furinkan y no me extrañó que estuviera muy cerca de Shinnosuke; conozco de sobra su forma de trabajar, además que es una mujer bastante atractiva, nunca ha dejado de insinuárseme como desde el primer día y yo tampoco puedo desairarla, le respondo al momento.

Casualmente, podía ver a la chica del café por la ventana de mi nueva oficina. No es que fuera la gran belleza, pero con esas caderas y esas piernas, yo también me la hubiera puesto enfrente para verla diario. Cuando se recargó en el escritorio pude ver claramente una de sus tetas; no es lo mismo que te las muestren a voluntad a que veas una por accidente. La chica se veía abatida, era lógico que su día no había iniciado del todo bien y traté de empezar con ella de nuevo, finalmente, lo mejor es tener un buen ambiente de trabajo si vas a permanecer gran parte de tu día en aquel lugar, con todas esas personas.

La llamé para hablar con ella en privado, y de nuevo comenzó a insultarme, seguramente dolida por lo sucedido con Shinnosuke. De buena fuente, sabía que ella era su mano derecha, el mismo Shinnosuke me lo dijo, de hecho, fue quien me la recomendó para que estuviera en mi equipo, fue cuando se dirigió a mí después de la reunión:

—Saotome, lamento mi comportamiento de hace unos momentos, no estaba preparado para recibir una noticia así. Espero no lo tomes a mal.

—No te preocupes, Ryugen, entiendo que tu interés es cuidar de la empresa que formó tu padre.

—Así es, solo me importa el bien de la Orochi, pues finalmente seré yo quien la herede cuando mi padre decida retirarse.

—Tienes toda la razón —le respondí, sin ningún afán de mentirle. El creía eso y estaba bien, a fin de cuentas, soy un experto publicista, mi trabajo es venderle a la gente lo que ellos piensan que van a obtener, aunque no sea así.

—Dejémonos entonces de formalidades y llamémonos de tú ¿te parece, Ranma?

—Claro, Shinnosuke.

El tipo me sonrió y asintió levemente con la cabeza a modo de reverencia, el cual por supuesto respondí de la misma manera. Se veía más relajado y confiado, supongo que también era que Shampoo ya se había retirado de ahí y no estaba tratando de llamar mi atención con sus coqueteos, que parecían molestarle a Shinnosuke. Hablamos un par de cosas más y después sobre el tema de los equipos que cada uno tendríamos, yo aún no conocía a nadie más que de vista, no había sido presentado directamente con los demás— Por cierto, Ranma, sé que tendrás que armar tu equipo para las campañas que haremos, puedo sugerirte a alguien.

—Te lo agradecería, Shinnosuke, me será de utilidad.

—La señorita Tendo es un muy buen elemento de esta compañía. Ha trabajado conmigo desde su ingreso, creo que es la persona indicada para ser tu segunda al mando, ella te puede ayudar a conseguir a los mejores, así tendríamos un duelo justo.

"Duelo justo" el tipo me estaba retando, con su semblante amable y su tono apacible, ahora diverso al de esta mañana— Perfecto, le pediré a la señorita Tendo su ayuda.

El hombre volvió a asentir con una ligera sonrisa antes de retirarse de la sala. De pronto era así de amable, no me lo tragaba, pero iba a dejar que moviera sus piezas. Iba a demostrarle lo que podía hacer, así me diera a sus peores empleados.

.

.

Con el lenguaje y el carácter que se cargaba aquella mujer, me explicaba el por qué Shinnosuke se había empeñado en cedérmela, y por supuesto no iba a tolerar que esa miniatura se pusiera brava conmigo, así que le devolví los insultos de la forma más elegante que pude. Lidiar con ella a diario ya no era opcional, iba a cuadrarse a mi modo y se acabó.

Me dispuse a leer su curriculum, al parecer, esa mujer era realmente buena en su trabajo, resultó hasta con una pasantía en el extranjero, quién lo diría, la señorita boca de camionero era una caja de sorpresas.

No puedo olvidar la cara que puso cuando supo que Shinnosuke la había sugerido para ser mi mano derecha en el equipo ¿acaso él no le había avisado? Estaría muy acostumbrada a trabajar con él, tener una estrecha amistad supongo, el caso es que, si Tendo era el perro fiel de Shinnosuke, era seguro que intentara sabotearme o jugarme una mala pasada, no lo sé. Esa mujer parecía alguien confiable, pero su cara inocente podría ser solo una máscara y dejarla caer en el momento oportuno.

.

.

.

Se llegó la hora de la reunión y entré a la sala. Una chica y un chico acompañaban a Tendo con cuaderno en mano, hablaban entre ellos, mientras que la primera estaba con la mirada perdida y los brazos cruzados; seguro seguía decepcionada de no estar en el equipo de su patrón.

—Buenas tardes. Gracias por ser puntuales, espero que todos los días nos reunamos a la misma hora. Como ya saben, mi nombre es Ranma Saotome.

Los dos nuevos sonrieron, excepto Tendo, quien seguía muda y mirando hacia el piso. —Soy Yuka —se presentó la chica, con los ojos muy brillantes.

—Hiroshi, mucho gusto —el chico se veía vivaz. Parecían muy dispuestos a trabajar, así que decidí charlar un poco con ellos.

—Encantado de que estén en mi equipo Yuka e Hiroshi, si Tendo los eligió es porque deben ser los mejores en la agencia.

Hiroshi y Yuka rieron, no así Tendo— No lo creo, es que éramos los únicos que quedábamos, Shinnosuke ya había elegido a los buenos, Sayuri y Daisuke.

—Sí, siempre son ellos los que llevan las cuentas más grandes, a nosotros nos dejan las pequeñas o los cupones que entregan en las tiendas —dijo Yuka.

—¿Es cierto eso, Tendo? —pregunté directamente. Ella apenas levantó la mirada.

—Yuka e Hiroshi son buenos en lo que hacen, solo que no se había presentado la ocasión para un proyecto así.

Exhalé por lo bajo. Tenía a una máster de la publicidad, malhumorada, y a un par de practicantes, iba a tener que hacer un trabajo triple, pero tenía que sacarle jugo a como diera lugar. La gente llena de confianza puede lograr cosas que en su vida ha pensado que puede hacer, solo hay que saber cómo convencerla de ello. — Entonces es la primera oportunidad que tienen de demostrar todo su talento, ¡vamos a sacar la campaña adelante y seremos los ganadores del primer proyecto! ¿Están conmigo?

—¡Sí! —respondió el par, emocionado; Tendo no respondió— ¿Tendo? También eres parte del equipo.

—Sí…—respondió con desgano. No iba a darle la importancia que no tenía, así que puse manos a la obra para armar el plan.

—Hiroshi, tú llevarás los diseños junto con Yuka, Tendo va a llevar la bitácora y revisaremos las ideas entre todos. El proyecto es hacer la publicidad para un nuevo hotel en la zona turística, nos han regalado una noche de hospedaje, pero no será para vacacionar, será una especie de trabajo de campo donde revisaremos todas las amenidades y beneficios que el hotel da a sus clientes para vivir la experiencia como si fuéramos futuros huéspedes. Tengo ya un plan armado de lo que va a hacer cada quién, se los envié a sus correos electrónicos; quiero que lo lean y empiecen a bocetar las ideas con las características del hotel incluso antes de visitarlo, así será más fácil rediseñar cuando hayamos terminado con el trabajo de campo ¿les parece?

Todos estuvieron de acuerdo y comenzamos a trabajar. Tendo apuntaba todo, pero no había dicho palabra desde el inicio; mi par de "practicantes" participaban emocionados, yo los escuchaba y les hacía preguntas.

Terminamos la reunión justo a las siete de la noche, cuando todos comenzaban a irse. —Los espero mañana a las tres, la investigación la haremos la noche del viernes, así que preparen todo.

—Hasta mañana, Ranma —dijeron uno detrás de otro y se retiraron. Tendo también estaba por salir.

—Tendo —la detuve— quédate, por favor. —la vi entornar los ojos, me causó gracia, pero me hice el serio.

—Dime.

—No puedes irte, no hemos terminado.

—Pero, dijiste que…

—¿Crees que con el equipo que hiciste voy a ganar el proyecto? Tienes que quedarte a hacer correcciones a las propuestas de Yuka e Hiroshi.

Abrió la boca como si quisiera decir algo, y después frunció el ceño, la vi respirar para contenerse, estaba seguro de que quería gritar, porque me habló apretando los labios— Ellos estaban disponibles, ya escuchaste que los "buenos" están en el otro equipo.

—Shinnosuke me dijo que tú eras buena ¿por qué me dejaría a su mano derecha y un par de practicantes?

La mujer resopló— Supongo que tuvo compasión de ti.

—Debe ser…aunque él no la tuvo contigo, así que vas a tener que trabajar el doble.

—Mira, Saotome…

—Ranma.

—Saotome —recalcó, creo que seguía decidida a mantener una línea entre ambos— no creas que las cosas te serán tan fáciles. Esto solo lo hago por la empresa, ya lo sabes.

La actitud de la mujer me causaba más satisfacción que molestia, y, aun así, traté de llevar la fiesta en paz una vez más— Tendo, esto no empezó bien, pero creo que si tú y yo trabajamos en equipo las cosas funcionarán mejor.

—¿Y por eso quieres empezar de nuevo dándome el doble de trabajo? ¡Qué amable! —dijo Tendo con sorna— prefiero hacer mi parte y mantenerme al margen contigo.

Sonreí, esto iba a ser muy divertido—Si así lo quieres, está bien.

—¡Bien! —dijo, sentándose en una de las sillas.

—Nos vemos mañana —salí de la sala y en cuanto cerré la puerta pude escucharla entonar una palabrota.

.

.

RANMA.

.

.

.

_o_

Salí una hora después que todos de la oficina. Estaba muy cansada y necesitaba despejarme un rato, me fui al bar Candy donde desde hacía un buen rato ya estaban mis amigos. Yuka e Hiroshi estaban en una mesa. Sayuri y Daisuke estaban en una mesa lejana, me pareció algo raro, puesto que todos solíamos pedir mesas cercanas, la pasábamos muy bien. Solemos ir más de tres veces a la semana, dependiendo de cómo estuviera el trabajo. —Akane ¿dónde estabas? Te estuve mandando mensajes y no respondías —me reclamó Yuka.

—Tuve que hacer unas cosas que me pidió Saotome, es insufrible.

—Ranma es un jefe genial, no es como Shinnosuke, tiene más paciencia…ambos son guapos, pero a mí me gusta más Ranma —Yuka se sujetó las mejillas, emocionada, Hiroshi bebía y reía, estaba mirando videos en su móvil.

—Yuka, de verdad no quiero escuchar nada de ese hombre, voy a beber y a irme a casa —repuse.

—¿Traes dinero? Porque no pienso prestarte, Akane. Debo pagar los servicios en casa —mi amiga estaba preocupada, por lo general yo casi nunca llevaba dinero y ese día era fin de quincena.

—No, voy a pedirle a Daisuke que me invite. —estaba muy segura de él. Daisuke y yo alguna vez tuvimos algo, no llegó a tanto, habíamos bebido demasiado y estaban por cerrar el local. Me había quedado sin un yen y decidí persuadirlo antes de que el dueño del bar llamara a la policía. Solo tuve que besarlo y Daisuke ya había dejado su tarjeta de crédito; nos dirigimos a un motel cercano. Yo estaba demasiado ebria, apenas y podía quitarme la ropa. Daisuke también estaba muy bebido, se desvistió rápidamente mientras yo me recosté en la cama. Luego debí sentarme y reír; el "amiguito" de Daisuke no se dignaba a levantarse.

—¡Te juro que es la primera vez que me pasa! Siempre tengo erecciones normales ¡es en serio! ¡solo espera, Akane! Seguro es por el alcohol.

No podía parar de reír, era muy cómico ver a Daisuke hablándole a su miembro hasta el punto de ponerse casi a llorar. Ni cuenta me di cuando me quedé dormida, cuando desperté noté de que estaba sola, Daisuke se había ido, probablemente avergonzado, pero por fortuna había pagado toda la noche por la habitación. Cuando llegué a la oficina esa mañana, me llamó para hablar en privado.

—Akane, quiero que me disculpes por lo de ayer. Fue algo esporádico, en serio te juro que nunca me había pasado.

—Sí, supongo que siempre hay una primera vez —estaba conteniendo la risa, mordiéndome el labio inferior.

—Tú eres una mujer muy guapa y me gustas mucho, tal vez me puse nervioso y, por eso… por favor ¡no se lo digas a nadie!

—Daisuke, no hay problema, no se lo diré a nadie, pero tú también debes omitir que me fui contigo. Puedes invitarme algo de vez en cuando y quedamos a mano —le guiñé un ojo y lo vi tragar duro, asintió en ese momento, pero después lo veía más confiado conmigo cuando notó que no le había dicho a nadie. Se sentía con derechos, supongo que no olvidaba que me vio en ropa interior y me miraba las nalgas y los pechos sin pudor, cada vez que podía, sobre todo en horas de oficina.

No era que yo estuviera acostumbrada a hacer esa clase de cosas, todo empezó cuando Shinnosuke comenzó su relación con Shampoo. Mi vida se vino abajo, el alcohol era lo único que me mantenía de pie, solo bebiendo sentía que podía enfrentarme a mi realidad, no soportaba verla con él, que la quisiera a ella y no a mí. Pronto comenzaron a crecer mis deudas, necesitaba cubrirlas y llenar mi vacío con la bebida, pero si gastaba en una cosa, no tenía para lo otro, así que en un par de ocasiones llegué a acostarme con el que me pagó la cuenta esa noche…creo. Cuando despertaba no me acordaba de nada, la culpa me llenaba por segundos y luego se iba cuando recordaba que tenía que irme a trabajar. Por lo general, amanecía en la casa del tipo en turno y salía sin decir nada. Algunos estaban tan ebrios que ni siquiera se daban cuenta de que yo había estado ahí y no volvía a verlos nunca. Otros, como Gosunkugi, me dejaban dormir en su casa sin atreverse a tocarme; creían que yo era una especie de deidad que se había fijado en su miserable presencia y cualquier cosa que hiciera me haría desaparecer. Los tipos me seguían unos cuantos días hasta que yo los amenazaba y desistían, no así Gosunkugi, que se había obsesionado conmigo hasta el punto de pedirme un perdón sin fundamento, él pensaba que nuestro noviazgo de unas horas había sido suficiente para afirmar que yo era el amor de su vida. Su no correspondido amor me seguía pagando la cuenta del bar de vez en cuando, no le importaba si me veía salir con otros, él quería estar ahí. Sentía pena por él y sentía más pena de mí misma, intentaba sacarme a Shinnosuke de la cabeza, pero era inútil. Me humillaba buscando esa falsa protección en la lujuria del hombre que eligiera esa noche, las caricias de uno que no era él, uno que solo deseaba mi cuerpo, uno que no me quería, como Shinnosuke.

.

.

—¡Hola, Daisuke! — lo saludé desde mi asiento y él se limitó a bajar la cabeza, no entendía, siempre que hablaba con él, venía corriendo hacia mí y me hacía plática. Ni loca tendría algo de nuevo con él debido a su lamentable "antecedente", lo único bueno es que me pagaba las cervezas. Vi que Sayuri le dijo algo y se levantaron de pronto y salieron del bar. —¿Qué le pasa? —pregunté a Yuka, que siempre lo sabía todo.

—Es mejor que lo sepas de una vez. Ahora que estamos en equipos contrarios, Shampoo les prohibió que hablaran con nosotros, mucho menos contigo.

—¡Pero qué estupidez! ¿lo sabe Shinno? —odiaba a esa china más que a mi ex.

—No tengo idea, pero con eso de que es su segunda al mando, se toma atribuciones de jefa.

Resoplé. Primero lo de alejarme de Shinnosuke ¡y ahora esto! ¿ya no iba a hablar con mis compañeros de trabajo? ¡Maldición! Ya había pedido una cerveza. Tendría que esperar a ver si aparecía Gosunkugi o algún otro incauto que me pagara, porque yo no tenía cómo.

—¡Hola! —para mi renuente desgracia, apareció el tarado de Saotome.

—¡Hey, viniste! —dijo Hiroshi sorprendido.

—¡Bienvenido Ranma! —dijo Yuka de forma nerviosa. Yo solo lo miré, mientras el idiota me sonreía, pero me giré de inmediato.

—Yuka, ¿vamos al baño? —no le di oportunidad de que respondiera, la jalé de un brazo y la llevé aparte. —¿Qué hace Saotome aquí? ¡¿quién lo invitó?!

—¡Ay! —se dolió de mi agarre— Hiroshi y yo pensamos que era buena idea, es convivencia de equipo.

—¿Convivencia? Yuka, ¡ese tipo solo quiere quedarse con el puesto de Shinnosuke!

—Akane, puedes pensar lo que quieras, pero Ranma ahora es nuestro jefe y debemos respeto a él. ¡Vamos a ver qué está hablando con Hiroshi! —no pude detenerla, a Yuka le gustaba Ranma aunque supiera que para ella era inalcanzable. También le había gustado Shinnosuke, Daisuke y el mismo Hiroshi, pero, así como se enamoraba de ellos, se desenamoraba cuando su exnovio de preparatoria la buscaba para tener una aventurilla de una noche y después volvían a romper.

Volvimos a la mesa, iba a intentar pedirle prestado a Hiroshi, aunque era un poco más cuidadoso con su dinero. Era un geek de los videojuegos, así que todo lo que ganaba lo invertía en eso. Hiroshi hablaba emocionado con Saotome, había encontrado con quién hablar de esas cosas.

—Hace mucho que no juego, en mi apartamento tengo los clásicos de deportes y uno que otro emulador para los que son vintage. —Saotome le ponía atención e Hiroshi hablaba engentado de su tema favorito, el hombre de la trenza se había pedido un vaso con escocés.

—Hiroshi, ¿puedo hablar contigo un segundo? —pregunté, pero este no me hizo ningún caso.

—…aunque el FIFA ya es lo mismo cada año, te voy a recomendar uno que acaba de salir…

Pasamos poco más de una hora ahí. Yo no me atrevía a beberme la cerveza, no tenía ganas de beber frente a Saotome, éste hablaba animadamente con Yuka e Hiroshi, yo solo estaba ahí, preocupada. Tendría que sacarle el dinero a Yuka, no podía dejar que Saotome viera que me ligaba a alguien para pagar mi cuenta. Una cosa es que lo supieran mis amigos y otra muy diferente a evidenciarme frente al nuevo "jefe".

De pronto, Saotome miró su lujoso reloj— Colegas, creo que debemos irnos, mañana tenemos mucho por hacer. Levantó la mano para pedir la cuenta al mesero y yo temblé, ahora quedaría expuesta mi pobreza. —Hoy los invito yo.

—¡Gracias, Ranma!

—¡Sí, gracias, hermano!

—No tenías que molestarte —espeté, de mala gana.

—Es mi manera de compensarlos por el trabajo que hicieron hoy, aunque sepan que no será así siempre, esperen su aumento y después me invitarán a mí.

—Con gusto, Ranma —Yuka no dejaba de sonreírle y Saotome le sonreía leve, creo que se había dado cuenta de las intenciones de mi amiga.

—Cuando quieras —dijo Hiroshi— Akane no creo que invite nunca, debe lo del día de mañana.

—¡Cállate, Hiroshi! —dije en voz baja, y pateando a mi amigo por debajo de la mesa, pero ya era tarde, a Saotome le había hecho gracia.

—¿Tienes problemas de dinero, Tendo? —me preguntó, no pude evitar sonrojarme, me avergonzaba mi economía.

—Tengo muchos gastos que cubrir.

—Puede ser un problema, cuando quieras puedo recomendarte un curso de finanzas —volvió a sonreírme, estoy segura de que Saotome se estaba burlando de mí. Solo atiné a voltear hacia otro lado mientras mis amigos reían al unísono, ahora yo era el tema de conversación.

Salimos del bar y cada quién se fue por su lado, yo pasé frente al edificio de la agencia, era el camino que tomaba para ir a la estación. Vi a Shinnosuke que salía del lobby y corrí hacia él— ¡Shinnosuke!

—Akane, ¿sigues aquí a esta hora? ¿por qué no te has ido a tu casa? Sabes que no puedes quedarte en mi apartamento ahora que se anunció el compromiso. —Me dolía terriblemente lo que me estaba diciendo, cuantas noches pasamos juntos después del trabajo y ahora ni siquiera podía acercarme a su casa.

—¿Por qué le dijiste a Saotome que yo sería su segunda al mando? ¿es que ya no quieres estar conmigo?

Shinnosuke exhaló y bajó la mirada, se sentía culpable, lo conocía demasiado bien. —Akane, entiende, no podía dejar a Shampoo fuera de mi equipo, ella es mi prometida…

—Sí, ya sé que es tu prometida, no necesitas decírmelo cada vez. —respondí molesta; soporté las ganas de llorar, mientras pudiera estar cerca de él, en lo que cancelaba el compromiso, me era suficiente.

—¿Crees que me agrada que estés con él? Sé que tú y yo hacemos lo mejor estando juntos, pero te necesito ahí, para que me ayudes.

—¿Ayudarte? ¿a qué?

—A boicotear la campaña de Saotome, así seré yo quien gane el puesto de gerente general más rápido. —No pensé que Shinno tuviera ese tipo de ideas, siempre supe que era una persona que jugaba limpio y se esforzaba demasiado.

—Pero, Shinno, Saotome no es tonto, puede darse cuenta de todo…

—No lo hará, cuando vea cómo trabajas va a confiar ciegamente en ti, así como yo lo hago —lo que me dijo me hizo sentir en las nubes— por eso debes asegurarte de ganar el primer proyecto.

—¿Qué? —no entendía del todo por qué me pedía eso. A Shinnosuke no le gustaba perder.

—Voy a ganar los dos proyectos posteriores, será pan comido. Despreocúpate, te veo mañana.

—Pero, Shinno…yo… —traté de preguntar más y no pude, miró a ambos lados, para asegurarse de que no hubiera nadie y me besó en los labios de manera fugaz.

—Te mando un mensaje esta noche —dijo, antes de subir a su auto y marcharse.

Me quedé de pie, viendo cómo se alejaba de ahí, me toqué los labios, disfrutaba tanto el que me besara…lo anhelaba a cada segundo, todo lo malo que había pasado ese día se borró de mi mente con ese beso. Seguí caminando, fascinada por mi encuentro con Shinnosuke, aunque no caí en la cuenta de que alguien me había seguido hasta ahí y nos había estado observando.

.

.

AKANE.

.

.

.

¡HOLA! Gracias por leer este capítulo. Agradezco también a mis beta reader y editora Sailordancer7 y Sakura Saotome quienes en este momento tienen cada una un fic en curso "Cherry blossoms" y "Por un Sueño" si no lo han leído, vayan a hacerlo y dejen review. Sin ellas esta historia no sería posible y les agradezco infinitamente.

Con respecto al capítulo anterior, pues ya saben quién es ex prometido de Akane, bien por los que atinaron, y para los demás ha sido una sorpresa que no fuera Ryoga. No siempre entran todos los personajes del anime o manga porque depende mucho de la historia que recuerden en un UA [universo alterno] y aunque las personalidades varíen, pueden tener algo de la esencia original. En fin, todos coinciden en que Shinnosuke es un maldito…pues bueno, ya verán lo que hace. También me han preguntado por Akane, que se deja que la traten de una manera y por qué no es más valiente. En este capítulo han visto un poco del porqué Akane reacciona así, le han pasado muchas cosas y su forma de enfrentarlo es ahora como lo que han leído.

Creo que es lo más relevante hasta ahora en sus reviews, saben que a veces no puedo responder a cada uno por falta de tiempo, incluso pudieron notarlo esta semana que tuve que aplazar cosas en mi página de Facebook, pero ya me pongo al tanto, he tenido bastante trabajo, pero el fic no debe faltar, así que espero que les haya gustado el capítulo. Espero ansiosa sus reviews porque ya sé que a muchos les causará impresión la manera de ser de esta Akane. Veremos cómo termina si deciden continuar leyendo.

Gracias especiales a ivarodsan, Elisa LJ, Benani0125, D-Infinity,Alexandraaa417, Yumari Jimenez, Niomei, Sary Topai, Lu chan87, Karol Butz Molina, Sakura Saotome, 1Andrea11, MelAngi, Daniela Valezka Avila Gallardo, Alicia, Peque T, Viviana Jurez, Grace, RANMA LOVE, Invitado, Pink, Nicky, Pauvishana, Sailordancer7, ilusion29, AkaneMX, Invitado, SARITAINMELOVE y para invitado que llamaré Batman de Ecuador, que me pidió que lo mencionara, pero no me puso su nickname o nombre, aquí está la mención; mil gracias a todos por tomarse tiempo para leer y para dejarme saber que han leído. Si me falta alguien, no se preocupen que al correo me llegan todos los reviews, pero como antes les conté, Fanfiction princeso a veces no expone todo en el muro no sé por qué, pero a mí SÍ me llegan. Igual ya saben que siempre respondo [menos spoilers] en mi página de Susy Chantilly. También gracias a los que han dado seguir a la historia, sé que algunos no dejan review y espero que un día se animen a saludar.

A mis Locas por el Dios griego, les agradezco el siempre estar. A todos los que comparten este fic, como otros, gracias por hacer crecer el fandom de Ranma.

Quiero dedicar este capítulo en especial al susto de Camila y las buenas noticias que han alegrado parte de tu universo.

Sin más por el momento, los leo muy pronto.

Susy Chantilly.