"Hinata-chan." la llamó Mikoto entrando a la habitación de huéspedes. "He encontrado este lindo kimono." anunció con una gran sonrisa. Mikoto siempre tuvo la esperanza de dar su pequeña ropa. Pero... Al enterarse de que Sasuke iba a ser un hombrecito, perdió todas sus esperanzas. Sin embargo, eso no quería decir que lo amaba menos.
"¿K-kimono?" Preguntó Hinata viendo su desastrosa ropa. Mikoto había lavado y secado su ropa, pero viendo los cortes de su larga chamarra se desilusionó notablemente. Levantó su mirada agradecida a la mujer. "M-muchas gracias, Mikoto-san."
"No es nada pequeña, siempre tuve la esperanza de que mis kimonos fueran usados por una hermosa niña."
Hinata se sonrojó y ensanchó un poco más su sonrisa. Mikoto-San siempre le recordaba a su madre, y aunque eso le doliera no pudo estar más que agradecida de encontrar a una persona así.
"Bueno, te dejo para que te puedas cambiar." le entregó el hermoso kimono con mariposas azules a su alrededor.
Hinata lo tomó y asintió suavemente con su cabeza.
Al escuchar la puerta cerrarse, se puso de pie y comenzó a quitarse lentamente su ropa. Su cuerpo aún estaba adolorido por los golpes de la pelea.
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"Hokage-dono." saludo Fugaku entrando lentamente por la puerta del Hokage, su postura era relajada y su voz era autoritaria.
"Fugaku-san." se levantó el Hokage y miró interrogante al hombre. "¿Ocurre algo? Por lo general casi nunca pisas este lugar." preguntó con una amable sonrisa.
"He venido a comunicarle algo realmente importante." respondió con voz firme. Después de todo esa decisión le correspondía solamente a Mikoto y a él.
"¿Sí?, ¿De qué se trata?" preguntó con interés.
"El clan uchiha va a adoptar a una pequeña niña." declaró con voz seria y corta. El Hokage frunció levemente sus cejas.
"La niña fue rescatada por mis dos hijos en el campo de entrenamiento número 8, según la niña su aldea fue atacada, y resultó ser la única sobreviviente." aclaró sin emociones en su voz.
"Única sobreviviente..." susurró el Hokage pensativamente. ¿Por qué un hombre como Fugaku uchiha adoptaría a una pequeña niña sin aldea? Sintiéndose un poco desconfiado lo miró fijamente. "¿La niña es de una aldea campesina?"
"Realmente no tengo conocimiento sobre eso...pero se hace llamar Hyuga Hinata" respondió.
"Hyuga..." sus dedos comenzaron a golpear con suavidad su mesa. Por alguna razón el apellido de esa niña resonaba en su mente. Sacudió un poco su cabeza y lo miró fijamente "Me gustaría conocerla primero."
"Hn." dio un leve asentimiento. "¿Y sobre el clan?"
"Claro." asintió con su cabeza" Hiruzen vendrá conmigo esta noche para conocer a la pequeña niña, y conocer las condiciones de tu clan."
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Entró por la puerta corrediza de su casa, el viento soplaba sus largos cabellos anunciando una leve tormenta. Suspirando se sentó lentamente para poder sacarse sus sandalias. Nunca le había gustado hacer las cosas tranquilas al apuro.
"¡Nii-san!" escuchó el grito de sasuke a lo lejos. Suspirando sacudió levemente su cabeza. Con tranquilidad caminó despacio por el pasillo. Después de su misión lo único que quería era dormir una larga siesta o pasar el tiempo con su pequeño hermano. Con una pequeña sonrisa pasó por el cuarto de huéspedes. Pero, de repente sus pies se detuvieron.
A lo lejos escuchó un pequeño ruido venir del cuarto de invitados, sintiéndose intrigado caminó con pasos silenciosos a la puerta. Por alguna razón inexplicable notó cómo su mente se apagaba.
Itachi tocó levemente la puerta corrediza y sintiéndose un intruso, ingresó con pasos lentos. Al otro lado de la habitación estaba un pequeño niño vestido con un blanco kimono de mariposas azules.
"¿Hola?" preguntó con voz seria. ¿Acaso no era el pequeño niño que rescato la otra vez? Itachi miró interesado como su pequeño llamado asustó levemente al niño.
Con cautela Hinata se giró lentamente para ver a la voz que la llamaba. Para ser sincera consigo misma no esperaba a otra persona que no fuera Mikoto-san.
"¿S-sí?" preguntó con la cabeza baja, su voz era suave y cautelosa.
Itachi la miró detenidamente. Sus sospechas eran ciertas, el niño al frente de él era realmente una pequeña niña. Sintiéndose estúpido por pensar que era un niño, caminó lentamente hasta arrodillarse enfrente de ella.
"¿Ya te encuentras bien?" -preguntó suavemente. Era claro que se encontraba bien, pero él quería oír su respuesta.
"Hn." asintió la pequeña en respuesta. Sus ojos aún miraban fijamente al suelo. Sintiéndose intrigado por su timidez, preguntó nuevamente.
"¿Cómo te llamas?" Sus pequeños cabellos azabaches se movieron levemente cuando sacudió un poco su pequeña cabeza. Entrecerrando sus oscuros ojos la miró atentamente.
Itachi nunca espero lo que vino a continuación. Como si fuera una cámara lenta la niña alzó su cabeza.
Sus cabellos cayeron a los lados de su pequeño rostro de una forma sutil, sus manos se alzaron a la altura de su corazón, y sus ojos. Sus grandes ojos lo miraban brillantes e inexpresivos.
Sin poder evitarlo abrió más los suyos y contuvo la respiración. Sus grandes ojos blancos lo miraban atentamente, y sintiéndose extraño no pudo evitar entrecerrar los suyos. Para Itachi su primer pensamiento fue creer que ella era ciega, pero después de ver cómo lo miraba fijamente descartó esa idea. Pero...su segundo pensamiento lo desconcertó mucho más, sintiéndose ajeno la miró intensamente. No podía leerla. No como lo hacía con las demás personas.
Para Itachi era relativamente fácil ver los sentimientos de las personas. Podía ver si tenían miedo, si expresaban tristeza, ira o alegría. Pero... Con la pequeña niña todo fue diferente. Sus ojos eran tan indescifrables...
"H-yuga Hinata." susurró despacio mirándolo atentamente, por alguna razón el chico enfrente de ella no dejaba de mirarla intensamente. Se podría decir que llegó a intimidarla un poco.
Cuando hablo no pudo evitar pensar que algo lo había golpeado. Tragando saliva levemente, parpadeó varias veces. Era como si estuviera en shock. Realmente nunca le había pasado, pero por alguna razón lo sintió así. Su voz lo había dejado paralizado. Era suave como el aleteo de una pequeña ave.
"Mi nombre es Itachi Uchiha." respondió automáticamente sintiendo un gran nudo en su garganta. Era extraño. ¿Por qué su cuerpo reaccionaba de esa manera? A sus 13 años había experimentado situaciones difíciles y sentimientos extremos. Pero...nunca como esto. Mirando de nuevo sus brillantes y blancos ojos, Itachi no pudo evitar sentirse perdido.
"Itachi."
Sacudió su cabeza por tercera vez en el día y vacilante miró a su madre. "Buenas tardes, Ka-san."
" ¿Qué haces en el piso? Y ¿Por qué estás intimidando a Hinata-chan?"
"¿Intimidando?" sus ojos se movieron sorprendidos a la pequeña. Hinata miraba de un lado a otro evitando su mirada, y por alguna razón aquello logró molestarlo un poco.
"Bueno ya no importa, será mejor que tomes un baño y te cambies, tu padre va a dar un anuncio hoy en la noche" le ordenó Mikoto. Parpadeando dos veces más la miro sorprendido. Lo había olvidado, hoy era el acuerdo con el clan...
Asintiendo con su cabeza miró de nuevo a la pequeña niña. "Fue un placer conocerte Hinata-san." sus ojos la miraron con una leve intensidad.
Hinata parpadeó en su dirección, y lo miró con atención una vez más. Sintiendo como sus mejillas se sonrojaron asintió suavemente con su cabeza.
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Caminó rápidamente a un lado de su hermano, la noche era fría haciendo que temblara levemente.
"Tienes frío sasuke." comentó Itachi mirándolo con una pequeña sonrisa. Sasuke frunció el ceño e inflo levemente los cachetes. "¿O...realmente tienes miedo?" preguntó Itachi con ojos divertidos.
"¡Claro que no, solo las niñas tienen miedo!" declaró sasuke cruzando sus pequeños brazos en su pecho.
"Bueno, yo no estaría tan seguro de eso..." respondió Itachi mirándolo tiernamente. Itachi podría decir que tenía un leve miedo a su padre y a su clan.
Siendo anbu directo del Hokage, se le era confiado todos los movimientos de la aldea. Movimientos que a veces le ponían la piel de gallina. Frunciendo un poco sus cejas recordó las palabras del Hokage.
"Esta noche habrá una pequeña reunión con tu clan. Quiero que estés presente, pero sin el uniforme de anbu voy a tratar de obtener un pequeño tratado de paz..."
Itachi esperaba que todo saliera bien. Realmente no quería pensar que pasaría si el Hokage se retractaba, o qué pasaría si su clan decidiera finalmente actuar.
"¿Nii-san?" Preguntó Sasuke mirándolo extrañado, últimamente se perdía en sus pensamientos. Parpadeando dos veces lo miró atentamente.
"Sí, Sasuke."
"Después de...la reunión con el clan. ¿Podrías enseñarme shurikenjutsu?" preguntó vacilante. Sabía la respuesta, su hermano siempre decía las mismas palabras. (lo siento Sasuke, otro día será) bajando la cabeza levemente, sus ojos se entristecieron.
Itachi miró a su hermano atentamente. Estaba triste. Sintiendo un nudo en el estómago puso su mano en su cabeza. De repente Sasuke lo miró atentamente. Acaso... ¿Dirá que sí? Pensó Sasuke con ilusión.
"Bueno, bueno. ¿De qué están hablando?" dijo una voz a sus espaldas, sacándolos de sus pensamientos.
"¡Shisui-san!" gritó Sasuke y corrió hacia Shisui. Itachi no pudo evitar suspirar de alivio. "¿Sabes? He estado practicando esa dichosa bola de fuego." dijo Sasuke orgullosamente.
"¿Sí?, bueno cuando te salga a la perfección, quiero verla con mis propios ojos. Pe-que-ño." se burló mirándolo divertidamente.
"No soy pequeño..."respondió murmurando sasuke con un pequeño color en sus mejillas. Shisui se rió ligeramente sacudiendo su cabeza. Suspirando miró atentamente a Itachi.
"Alguna noticia del Hokage."
"Creo que va a aceptar algunas condiciones del clan" respondió con voz seria.
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"Estamos aquí reunidos para formar un tratado de paz con la aldea." Dijo Fugaku con voz autoritaria. "Los Uchihas se retirarán del anunciado golpe de estado si el Hokage acepta nuestros términos." declaró mirando fijamente al Hokage.
"Escucharemos atentamente." respondió Minato a un lado del tercer Hokage.
Fugaku miró levemente a su clan, y asintiendo hacia ellos miró de nuevo al Hokage. "Realmente sólo le pediremos una cosa. Queremos que se cambie la forma de tratar a los Uchihas, queremos que los tiempos vuelvan a ser los de antes."
Minato lo miró fijamente, él sabía de qué hablaba. Desde el ataque del kyubi los aldeanos habían despreciado notablemente a los Uchihas, y Minato realmente no quería que se derramara más sangre. No después de haber salido de una guerra.
Asintiendo con su cabeza habló. "Tratare de hacer lo mejor posible, pero solo tengo una condición." Fugaku frunció notablemente sus cejas. "Si queremos que los aldeanos cambien la forma de ver a los Uchihas...los Uchihas también tendrán que colaborar. No pienso cambiar la forma de pensar de los aldeanos a la fuerza."
Itachi miraba atentamente a todas las personas. Algunas entrecerrando sus cejas y otras se miraban incredulamente.
"Lo haremos, Hokage-dono." dijo de pronto Fugaku impresionando a todos los presentes.
"¡Pero eso sería actuar como unos...!"
"¡Cállense!" ordenó su padre " Para empezar, nuestros antecesores, tras toda las peleas y sangre vertidas, eligieron este lugar. Debemos respetar su decisión y acercarnos más a la aldea. Después de todo fue esta misma aldea quien nos vio crecer a todos nosotros." aclaró Fugaku cruzándose de brazos.
Itachi miró seriamente como algunas personas bajaban su cabeza y otros afirmaban en reconocimiento. Después de días y días de espionaje entre la aldea y el clan por fin pudo sentir un poco de tranquilidad.
"Ahora." dijo Fugaku en voz alta llamando la atención de todo su clan. "Tengo algo importante que comunicarles. Así que pongan atención que no lo repetiré." declaró con mirada seria.
"¡Sí señor!" exclamaron los presentes mirando atentamente al líder del clan.
"Mikoto, Hinata." llamó mirando a un lado de la sala.
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La pequeña niña miró de un lado a otro sin entender muy bien lo que decían aquellos hombres. A su lado estaba Mikoto miraba atentamente al hombre de voz seria. Hinata supuso que era el líder del clan. Sintiéndose de repente nerviosa se movió levemente en su puesto.
"Mikoto, Hinata."
Hinata comenzó a temblar levemente al escuchar su nombre. No estaba lista, aún no.
"Vamos, Hinata-chan." le susurró Mikoto con amabilidad sacándola de sus pensamientos. Retrocediendo tragó con fuerza. Estaba nerviosa. Escuchó como su corazón comenzaba a latir rápidamente. De pronto recordó las palabras de su padre. "Hinata nunca dejes que tus miedos te impidan seguir adelante" sin esperarlo sus manos se cerraron fuertemente en sus mangas. Sus miedos...
Asintiendo hacia la mujer caminó lentamente hasta posicionarse al frente de la tarima. Sus manos temblaban levemente, y su mirada estaba baja.
"¿Quién es esa niña?"
"¿Por qué no habla?"
"¿Acaso es mudá?"
"Que rara es..."
"Que niña más extraña."
Hinata abrió levemente los ojos. ¿Por qué? ¿Por qué las personas hablan así de ella? Sintiéndose avergonzada alzó lentamente su cabeza, y recorrió su mirada por todos los pares de ojos. Algunos la miraban con asombro, y otros la miraban reprobatoriamente. Todos tenían emociones negativas y sorprendidas en sus rostros. Todos. Menos una...
Parpadeo varias veces y miró a esa persona. Aquel chico de mirada suave la miraba con intensidad. Sintiendo de pronto como sus mejillas se sonrojaron habló suavemente.
"Mi nombre es Hinata Hyuga...es un placer conocerlos." reverenció elegantemente y miró con atención al chico de mirada intensa.
