-Bien, estoy segura de que nadie quiere hablar sobre Hans, pero es necesario, así que le pediré a cada una su opinión, la escribiré y teniendo en cuenta esto, tomaré la decisión final, que será enviada al rey de Las Islas del Sur, la carta la escribiré aquí, se las leeré y procederé a enviarla- aclaró la albina, sentada a la cabeza.

-Judith, empezaré por ti, ¿Cuál es tu opinión sobre el príncipe Hans de Las Islas del Sur?

-Emm, bueno, en tu ausencia todas estábamos muy sorprendidas y no teníamos ni idea de qué hacer, por lo tanto, él asumió el liderazgo del reino, se reunió con nosotras varias veces, para evitar que Arendelle entrara en una mayor crisis, nos ayudó mucho y si, no me alegra que haya intentado asesinarlas a ambas, pero en cierto modo estoy agradecida con él, porque sin su ayuda, Arendelle habría colapsado - habló la susodicha, exponiendo sus propios argumentos - por lo que si me preguntas cuál castigo le daría, preferiría cárcel o trabajos forzosos, ya sea en su lugar de origen o aquí en Arendelle - concluyó la castaña.

-¿Anna?-preguntó Elsa

-Yo, en lo personal, lo mandaría a la horca, intentó llevarse Arendelle y trató de asesinarnos a Elsa y a mí, eso es lo único que diré- ante esto, mientras que Elsa dijo un tranquilo "Entiendo", Lilian, Diane y Angelica se miraron poco convencidas a la pelirroja -para que simpatizar, esa cosa ni sentimientos tiene - susurró Anna, haciendo que varias de sus hermanas se molestaran.

-Bueno, eh, Elizabeth - cortó Elsa mientras que se levantaba, incomoda

-Elizabeth y yo tenemos el mismo punto de vista que Judith, el ayudó mucho en tu ausencia y en la de Anna, por lo que le daría un castigo lo suficientemente fuerte para que reflexione sobre sus acciones - respondió Rebecca, ante lo que Elsa asintió

-¿Angelica?-cuestionó la rubia mayor

-Al igual que con Elizabeth y Rebecca, nosotras tres tenemos una misma opinión, y algo con lo que contamos, es que sabemos el porqué de sus acciones y su pasado. Bueno, él es el último de sus hermanos, en total son 17, se lleva bien con seis, el resto es capaz de asesinarlo por diversión, de joven, era muy amable, tan dulce y agradable como un niño, pero tanto rechazo y odio hizo que se volviera así, sabemos que estaba desesperado por escapar de su familia y que tomó la peor decisión que tuvo; si fuera condenado a la muerte, se verían perjudicados los tratados económicos que hay con Las Islas del Sur, lo que no es una opción, si lo condenamos tanto a cárcel como a trabajos forzados en Las Islas del Sur, induciríamos a su muerte, ya que sabemos que no aguantaría trabajando para sus hermanos, a lo que me refiero con eso, es que se mataría y eso sería igual que mandarlo a la horca, por lo que en nuestra opinión, es mejor que trabaje aquí unos dos o tres años, y si no confías en él, puedes traer a los hermanos que tienen una buena relación con él, son unas de las mejores personas que hemos conocido - comentó Lilian

Las dos rubias, por quienes Lilian había hablado, asentieron, conformes a su respuesta.

-Entiendo, pero, tengo una inquietud, ¿ellos son de fíar?

-Completamente, se puede confiar en ellos a- Diane fue interrumpida por la puerta.

-Majestad, una carta de la reina de las Islas del Sur-

Al escuchar eso, Elsa palideció, era la primera vez que recibía una carta de aquella mujer, quien decían que era imponente, hasta en las cartas que escribía.

-Dámela, por favor - respondió Elsa, con la voz tan temblorosa que todas le impidieron levantarse de la silla, con miedo a que pudiera desmayarse.

-Si quieren puedo leerles la carta- cuestionó Diane

Elsa asintió, nerviosa

Diane, con cada frase que leía, se veía cada vez más pálida.

-Diane, está todo bien?

-Yo, eh...


N/a:

¡Hola! ¿Cómo están? Espero que estén muy bien. Aquí les dejo un nuevo capítulo, espero que les haya gustado, en vista de que tengo mucho trabajo, voy a estar ausente (si, voy a publicar con menos frecuencia), pero no se preocupen, estaré adelantando capítulos.

¡Corderito fuera!