Disclaimer: MSLN es una historia que no me pertenece, y es mejor que no me pertenezca.


Entre la Obscuridad

4

-…Fate…-chan…

Lo dijo casi al instante, repitiendo y complaciendo a su secuestradora. Al fin de cuentas qué podría hacer si se encontraba atada de pies y manos, literalmente, con cadenas. La vio ensanchar su sonrisa, y como se acercó nuevamente para capturar sus labios. Dejaría de resistirse porque, no sabía de lo que esa mujer podría ser capaz.

-… ¿lo prometes? - preguntó al separarse, no importaba cuánto miedo tuviera.

-Si te entregas a mí, te prometo que verás la luz del sol y el cielo infinito…una vez más…- pausó-…pudiera darte el mundo entero si me lo pidieras…- no quería escuchar más, y para sorpresa de la rubia, Nanoha fue quien le besó, sorprendiéndola en el acto.

Ya era muy tarde, su primer beso había sido robado, era tan ridículo porque, eso la hacía ver como una puritana, pese a ser ya mayor de edad y una joven contemporánea. Era tan nefasto, no era lo que deseaba, sus lágrimas se derramaron en el beso, pero Fate no dejó escapar la oportunidad, y le regresó el beso con intensidad, hundiendo su lengua en la boca de Nanoha.

"Es solo sexo, solo quiere mi cuerpo…no quiero, pero, es mejor llevar las cosas por la buenas…únicamente debo resistir hasta que se termine, pronto terminará" pensó Nanoha en su inevitable ingenuidad. Claro Fate podía mentirle, pero, si decía la verdad, no tenía por qué sufrir en un misero destino.

Así que ahí se encontraba Nanoha, devolviendo el beso a una inescrutable criminal, su lengua se movió sobre la de Fate. La nipona nunca le dio importancia realmente a las preferencias sexuales, estaba segura de ser heterosexual, aunque eso de la bisexualidad sí le llamaba la atención, y pese a estar besando a una mujer, intentó concentrarse en la manera en que se sentía. Era extraño, recuerda que hace instantes le besó superficialmente, y ahora la devoraba profundamente, al ser fue forzado, al principio sentir el aliento de la rubia fue inesperado, pero no le ocasionó malestar, poco a poco aprendía a controlar su respiración, ahora que el dolor se apaciguaba. Una fugaz ráfaga recorría su cuerpo al roce de esa lengua, de ese besó con sabor a sangre y salivas mezcladas. Definitivamente había perdido la cordura, pero era esa la manera en que podría soportar…ser violada. Que ridículo…estaba segura que el término, violación consensuada, no existía, porque el hecho de que colaborase, no significaba que no fuera una violación.

-Eres increíble…- le dijo Fate. Sin saber que era la primera vez que Nanoha besaba. Ella solo se quedó en silencio. Al verle, algo llamó su atención, un extraño brillo en la mirada de Fate, que antes no estaba, le hacía ver sedienta y expectante…impaciente, pero bastante contenta de ver su actitud, tragó fuerte, conteniendo la rabia y la furia, su impotencia era tal que llorar no sería suficiente, quería golpearla, decirle lo miserable que era…debía controlarse, no cometer ningún error en falso, debía mantener su cordura, en esa efímera promesa hecha por su captora.

La recostó con suavidad en el suelo, acarició su blanco cuello, y comenzó a desabrochar los botones de su blusa blanca, la que se colocó aquel día para ir a la universidad. Llegando al final, retirando la parte de su blusa que estaba debajo de la falda. Sus pechos fueron descubiertos, quería cubrirse, pues pese a usar sostén, se sentí tan expuesta. Sintió como su falda corta, era rota de un tirón para dejar al descubierto sus piernas, quedando en ropa interior. Volvió a ella, la besó fugazmente y se fue dejando húmedos besos en su cuello, ella se ladeó no para darle espacio. Es que quería al menos pensar que así estaba más lejos. Tonta, mil veces tonta. Los besos eran intensos, parecía succionar de vez en vez, haciendo a su cuerpo reaccionar, pero reteniendo cualquier gimoteo de su boca, no debía ceder, o por lo menos hacerle saber que sentía. Las manos sobre su cuerpo comenzaron a moverse llegando hasta sus pechos, estrujándolos para su sorpresa, con suma suavidad. La boca de Fate bajaba despacio sin dejar de darle besos, hasta que estuvo frente a los pechos de Nanoha, y con sus dientes apartó el sostén. Nanoha miraba hacia abajo temerosa, hasta que la boca de Fate capturó su pecho izquierdo, lamiendo con proeza su pezón, en forma circular, mientras mordía con suavidad, y continuaba masajeando el otro con su mano, apretujando el pezón de vez en vez, con cuidado, sin dañarle, haciendo que electricidad recorriera su cuerpo, y que, esa parte de su anatomía por debajo de su vientre, comenzará a humedecer, dejó de ver para intentar controlar las sensaciones que la invadían, que querían dominarle. Fate dejó el pecho izquierdo, para irse al derecho, dando el mismo trato delicado a su contraparte, mientras una de sus manos se movía sobre la espalda de Nanoha, recorriendo su columna hacía abajo, hasta encontrar sus glúteos y apretarlos suave pero continuo, a la vez que colocaba uno de sus muslos entre las piernas de la chica.

Nanoha se arqueó involuntaria, apretujando los dientes. Tenía que concentrarse "es solo sexo…es solo sexo…es solo sexo" se repetía, y no parecía que Fate fuera a dañarla, claro, si Nanoha no le "mordía" primero. La rubia no era tonta, y presionaba despacio y certero, sobre el centro de Nanoha, a quien de nada le servía cerrar sus piernas, pues solo incrementaba el contacto, podía sentir sus bragas mojadas, esperaba que Fate no lo notara, era tan vergonzoso y humillante, ser traicionada por su propio cuerpo. Fate dejó sus pechos, haciendo que Nanoha soltara el aire que contenía, se permitió descansar breves segundos antes que Fate capturara sus labios nuevamente, y continuará tocando su cuerpo con sus hábiles manos, sobre su cuello, sobre sus pechos y su abdomen, recorriéndola despacio y sin prisa.

-Bésame…- le exigió al sentirla inmóvil, obedeció haciendo lo que acababa de aprender, correspondiendo al tacto de esos labios, entreabriendo su boca, dejándola entrar, para que sus lenguas se encontraran y se acariciaran, Fate estaba siendo ruda en ese beso, apretujando el cuerpo de Nanoha contra el suyo, sintiendo los pechos de Nanoha sobre su ropa, recorriendo sus curvas, moviendo el muslo contra el centro de Nanoha, a quién se le escapó un gimoteo al estar en el beso. Ella misma se asustó en el acto, deteniéndose, pero Fate solo volvió a besarla con más fiereza, era increíble, Fate comenzó a moverse con mayor fuerza, haciéndola soltar más de un gimoteo, pues evitaba a toda costa gemir a plena voz-…buena chica- felicitó, pero no le daría la satisfacción, al menos, no tan pronto.

Fate dejó sus labios, para iniciar un recorrido de besos pasando por su cuello, deteniéndose levemente por sus pechos, para continuar a su abdomen marcandolo ligeramente, y retirando el muslo del punto más sensible de Nanoha. La cobriza intentaba controlar los espasmos, ante la expectativa, Fate llegó a su vientre, pero no bajo, en cambio recorrió sus muslos por completo dejando besos humedos, deteniéndose de llegar "ahí", ya quería que la tocara.

¿Qué estaba pensando? ¿No era posible que quisiera ser tocada? "Bueno, después de todo, es solo sexo" se repitió. Fate se acomodó lo mejor que pudo, abriendo las piernas de Nanoha sin resistencia, y con habilidad, misma con que destrozase la falda, rompió la prenda que la separaba de su tesoro, viendo que, sus esfuerzos habían merecido la pena, pero no se burló de su víctima.

Nanoha se sentía expuesta, y sin duda era humillante…pero, sus pezones estaban erectos, su cuerpo relajado, su centro palpitante, era desagradable al tiempo que le gustaba, era tan contradictorio, no quería, pero al mismo tiempo sí. Por otro lado, el acuerdo era que ella colaboraría y eso era lo que hacía, ¿verdad? ¿No era por qué ella quisiese, cierto? Los besos retornaron, recorriendo sus ingles, expectante de su centro…

Una lamida, la recorrió de abajo hasta su clítoris.

- ¡Ah! - gimió con fuerza, sin poder contenerse.

Fate sonrió. Ella era quien más se moría de ganas por apoderarse de aquella flor, pero tenía la idea de que impacientar a su bella cobriza, sería más efectivo, multiplicaría por mucho las sensaciones que tuviera, y para su fortuna, no se equivocó. Comenzó a lamer lento, rodeándola por completo, probando cada parte, con movimiento circulares y directos, deteniéndose en su clítoris brevemente, para retornar, era un dulce caramelo para sus papilas gustativas, lo mejor…Nanoha se retorcía a su tacto, y dejó de contenerse para soltar sin pudor cada gemido que le provocaba.

- ¡Mmm! … ¡Ah! ...- esa voz, esos gemidos aturdían los sentidos de Fate, la llevaban al éxtasis.

- ¿Te gusta, Nanoha? ¿Qué te folle, te gusta? - preguntó desde abajo.

-… ¡Ah! ...es…mi prim…era…vez… ¡ah! ...- respondió, intentando justificarse.

Pero eso, solo hizo que Fate se sintiera poderosa sobre ella.

-…me alegra saberlo…- dijo y se perdió en esa flor que degustaba, introdujo su lengua con cuidado, y con su otra mano acariciaba el clítoris sobre los rizos cobrizos.

Con cada lamida, cada vez que su lengua intentaba penetrar sin éxito, igual Nanoha deliraba de placer, mientras el masajeo en su clítoris, hacían que delirará, arqueó su espalda involuntaria empujando su cadera en busca de más contacto. Había perdido el control. Dejó de pensar, en sí era una violación o no, ya no le importaba, porque era solo sexo, y que bien se sentía. Hayate tuvo razón todo el tiempo, no importaba que fuera con una mujer, si todo su cuerpo estaba prendido en llamas, solo sabía que quería más…

-… ¡Ah!... ¡m-más!... ¡mmm! - Fate sonreía como nunca. Tanto, que capturó el clítoris de la cobriza con su boca, mientras lo succionaba, y acariciaba con su lengua como si no hubiera un mañana, y masturbaba a Nanoha son su mano derecha sin dejar de atender su sexo, Nanoha sentía que algo se acumulaba, una presión extraña, de seguir así no podría contenerlo.

- ¡Ah! ...- un gemido más fuerte que los anteriores indicaban que Nanoha se había corrido, sobre la boca y la mano de Fate. Mientras el orgasmo recorría su cuerpo, hasta la punta de sus pies, como si subiera al cielo por unos instantes, y se perdiera en el espacio. Respiraba agitadamente, mientras su pecho subía y bajaba rítmicamente.

-Que hermoso…eso fue tan hermoso Nanoha…

Un poco mareada, y obnubilada por el orgasmo reciente, escuchaba esa voz lejana, le hablaba diciéndole que era hermosa o algo así, estaba tan idiotizada, y su cuerpo tan sensible, que cuando Fate subió y le volvió a besar, la correspondió avida e intensificando el beso a los pocos segundos. Fate más que complacida, tocó con una de sus manos, el centro sensible de la cobriza, quien leve respingó, pero no apartó el tacto…por alguna razón quería más, ella misma se encargó de frotarse más contra aquella mano.

-… ¿Quieres que te toque? - preguntó dominante.

-…sí, tócame…- su cerebro se había desconectado por completo de la realidad, servía únicamente para su placer…quería más.

La rubia continuó masajeando, parecido a antes, pero para Nanoha no era suficiente…sabía lo que quería, pero no iba a externarlo, el razonamiento regresaba a su mente lentamente. La otra besaba su cuello, y bajaba a sus pechos, distrayendo a la cobriza de lo que vendría.

-… Ah… ah… !mmm! - los gemidos de Nanoha descontrolaban a Fate queriendo tomarla ahí mismo.

Así que, sin esperar más, se internó adentro de la cobriza con dos de sus dedos de improvisto. Nanoha pegó un gritito de dolor. Había sangrado por lo arrebatado de la acción. Fate se dio cuenta que decía la verdad…su Nanoha era virgen, y ahora era toda suya.

-…duele- dijo con agonía, intentando alejarse un poco.

Pero Fate no la dejo ir. Subió y besó a Nanoha, lento y despacio, intentado distraerla un poco del dolor.

-…pronto dejará de doler, princesa- y es que Fate no pretendía que aquello fuera una especie de pesadilla, su objetivo era en verdad poseer a esa diosa de fuego. Nanoha correspondió al beso pues poca opción tenía.

Mientras su interior se expandía, permitiendo a los dedos de Fate entrar cada vez más, dolía, en verdad dolía como los mil demonios. No sabía si era válido decir que había perdido su virginidad en aquel instante, pero sería absurdo decir que no, pues el hecho de que fuese penetrada era irrevocable, y que lo era, no por un objeto, sino por una persona, no importaba que fuese mujer. El dolor permanecía, pero una nueva sensación iba recorriendo su cuerpo desde su centro, sus caderas se alzaron y las paredes de su vagina, apretaron con fuerza los dedos de Fate, en ese instante el fuego volvió a invadir su cuerpo. Fate movió sus dedos, el beso se intensificó, haciendo gemir a la cobriza en el acto, que, a pesar del dolor, recibía a Fate con gusto.

La elegante mujer comenzó a entrar y salir de Nanoha, acoplándose al ritmo de la chica, cuya mente era dominada nuevamente por el placer. Sentía deslizar los dedos de Fate una y otra vez, de adentro hacia afuera, quería más, que llegara más profundo, por lo que, incontrolable, sus paredes vaginales apretaban con fuerza, como si quisiera que Fate llegarás más allá de su propio final.

-… ¡ah!... ¡ah!... ¡mmm!... ¡kimo…-chii…!... ¡ah!

Esos eran sonidos celestiales para Fate, jamás creyó que en verdad Nanoha se fuese a entregar, forzadamente, pero accedió a ser suya, a fin de cuentas, sin tener que recurrir a métodos más crudos a los que no deseaba tener que llegar. Por desgracia para Nanoha, había formulado mal su pregunta, en tanto buscaba con ahinco el contacto con Fate, detestaba estar atada.

-Aquí estoy Nanoha…te daré lo que buscas- declaró victoriosa, e insertó un dedo más en el interior de Nanoha, quien se retorció satisfecha, continuando el vaivén que le parecía tan exquisito de realizar.

El interior de Nanoha, era increíble, tan resbaladizo, y comenzaba a contraerse más rítmicamente y con fuerza, mientras su dueña pedía más y más rápido, haciendo que su palma chocara contra su pubis y su clítoris. Curvando los dedos levemente, en un movimiento oportuno pero certero, toco aquel punto que hizo a Nanoha delirar de placer, mientras se acercaba al clímax inexorablemente.

-No puedo…más… ¡ah!...

Nanoha llegó al orgasmo por segunda ocasión, en una exhalación sublime, mientras cubría la mano de Fate con sus jugos, y su cuerpo se hiperextendia por sí solo, su espalda completamente arqueada, sus pies extendiéndose a donde podían, sus ojos desorbitados, con su boca jadeante y su lengua ligeramente por fuera. La rubia grabó con su retina esa imagen tan magnánima, que era Nanoha sucumbiendo a sus más bajas pasiones.

-Eres mía ahora Nanoha…- después de la gran subida al infinito, bajó, con la conciencia debilitándose, con un cansancio repentino que, la arrastraba a un sueño profundo-…por supuesto que te dejaré vivir…- jadeó al sentir a Fate salir de ella, quien saboreo el néctar impregnado en sus dedos-…pero me saciaré de ti, hasta cansarme…- ¿Qué…significaba eso? -…hasta entonces seguirás siendo mía…

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Saizooo: Espero que ahora tengas más esperanzas ;)...ok, no.

Nota: Continuará...