Capítulo 3: Lazos y retorno.

Luego de terminar aquella batalla y de ayudar a los eldianos, los miembros de la legión de reconocimiento tuvieron que trabajar junto a ellos, a Onyankopon y a los marleyanos para poder arreglar los serios daños que sufrió el avión en que llegó la legión y fabricar una aeronave que le permitiera a los demás volver a donde alguna vez estuvieron sus hogares. Luego de un par de días, tuvieron que quemar los restos de Eren y depositarlos en una caja que luego enterrarían en el lugar determinado por Mikasa en Shiganshina, debido a que mantener la cabeza de Eren por tanto tiempo podía ser un foco de infección.

Durante su estadía en el fuerte Salta, lograron formar algunos lazos con quienes vivían a otro lado del océano. En sus ratos libres, los jóvenes salían a dar algunos paseos en búsqueda de plantas comestibles y animales, para así poder preparar comida. Una noche, luego de terminar la recolección de comida, no encontraban a Armin ni a Annie, y pese a que Mikasa insistía en que no los interrumpieran, Connie y Jean querían molestar a su comandante.

-No se los permitiré- decía Mikasa tratando de detenerlos con las cuchillas del equipo de maniobras. Claramente no tenía intenciones de hacerles daño, sino que solo buscaba asustarlos, porque Armin y Annie le habían pedido ayuda por separado para conseguir un tiempo a solas y así confesar sus sentimientos.

-No nos matarías ni siendo titanes- rió Connie

-Buen punto, vamos. No quiero perderme esa escena- dijo Jean

-Par de idiotas- dijo Mikasa tocándose la frente. Ellos aprovecharon de irse. Reiner llegó a su lado.

-Mikasa, ¿Has visto a Annie?- le preguntó él. La buscaba para preguntarle sobre sus preferencias para la cena, ya que las familias Braun y Leonhart cocinaban juntas.

-Está con Armin. No vayas tú también a molestar- le advirtió ella

-¿Con Armin? Esa es una faceta de Annie que no conozco- dijo Reiner riendo un poco y se fue tras Jean y Connie.

Armin y Annie se encontraban paseando mientras conversaban sobre qué pasaría con el mundo ahora que la población se había reducido a quienes estaban allí y a las personas de Paradis, sin contar que ya no existía la capacidad de convertirse en titanes.

-Incluso así podría haber guerras. Somos humanos- dijo Annie

-Eso es inevitable, pero por ese motivo es importante educar a los niños para que no continúen la cadena de odio- explicó Armin

-Eso tomará tiempo, pero podría disminuir los conflictos- dijo Annie. Si bien había visto toda la crueldad del mundo, quería intentar contagiarse del optimismo de Armin.- ¿Qué planeas hacer después de terminar tus asuntos en Paradis? Después de todo eres el comandante de la legión de exploración.

-Bueno, en primer lugar desarrollar medios de transporte, y luego realizar expediciones al exterior. Hay muchas cosas que quiero ver con mis propios ojos.- dijo Armin entusiasmado. Al fin podría cumplir sus sueños, aunque lo entristecía que fuera sin Eren.- Si quieres, puedes unirte a alguna misión.

-Lo pensaré- dijo ella, de forma tímida. Sus sentimientos por Armin habían comenzado cuando eran reclutas, y si bien se sintió mal de que él la mirara con desconfianza al confirmar que ella era la titán hembra, comprendió que Armin se puso de esa manera solo porque quería proteger a Eren.

-Annie, hay algo de lo que quiero hablar claramente contigo- dijo Armin nervioso. Desde que eran reclutas, no podía evitar poner su atención en ella y preocuparse, ya que solía verla sola debido a que muchos le temían a su cara de pocos amigos, pese a que para él era una chica agradable. Luego, cuando notó que ella estaba tras del asesinato de los titanes capturados por la legión y cuando comenzó a sospechar que ella era la titán hembra, no podía creerlo, y lo mantuvo oculto por un mes, hasta que no había otra opción para salvar a Eren. Sin embargo, no fue hasta que vio un par de memorias de Bertholdt que confirmó sus sentimientos por ella. No era como si los sentimientos se heredaran de un portador a otro, sino que ver los motivos que la llevaron a cometer sus actos lo hizo comprenderla de mejor manera, ya que se dio cuenta que ella solo quería abandonar la isla lo antes posible para no seguir matando soldados con quienes había compartido.

-Yo también quiero hablar contigo- dijo ella sonrojada.

-Annie, me gustas- dijo Armin nervioso. Cuando estaban en el barco rumbo a detener el retumbar, no se lo había dicho explícitamente.

-Y tú me gustas a mí, Armin- dijo ella absolutamente nerviosa mientras miraba el suelo. Él se acercó a Annie y le acarició la mejilla. Ella levantó su rostro para mirarlo, mientras le acariciaba la mano a aquel chico rubio, que la había dejado atrás en cuanto a estatura. Estaban a punto de besarse por primera vez, cuando escucharon murmullos cerca.

-No puedo creerlo- se escuchaba a Reiner murmurando.

-Quien diría que Armin sería el primero de nosotros en besar a una chica- murmuró Connie

-Cállense, nos van a oír- murmuró Jean. Armin y Annie se separaron rápidamente, y ella fue furiosa a ver a los espías que estaban tras de una roca gigante. Pateó a los tres en el estómago.

-Chicos, lo siento. No pude detenerlos- dijo Mikasa llegando al lugar bastante frustrada.

-Supongo que era de esperar- suspiró Armin avergonzado.

-Comandante Arlert, me enorgullece- dijo Connie molestándolo. Armin solo rió tímidamente. Por su parte, Annie seguía molesta y avergonzada.

Si bien la aeronave de la legión de reconocimiento se encontraba lista luego de dos meses, ellos decidieron quedarse a ayudar a los demás por un mes más. Durante ese período aprovecharon de entablar amistad con sus compañeros de batalla. Por su parte, Armin y Annie sentían demasiada vergüenza para salir a dar un paseo a solas, aunque la noche antes de volver a Paradis, el chico se armó de valor para llamar a la rubia hacia la parte posterior del fuerte, en donde le dio un beso y le pidió comenzar una relación, cosa que ella aceptó, ya que confiaban en el otro a pesar de la distancia. Al día siguiente, el grupo se despidió de todos y se marchó a casa.

Mikasa, Armin, Jean, Connie y Levi llegaron a Shiganshina con Onyankopon como piloto. La población que los vio llegar estaba totalmente dividida entre quienes estaban de acuerdo con que hubieran detenido el retumbar y otros que estaban enfurecidos, ya que deseaban que Eren hubiera aniquilado al resto de la humanidad y que se convirtiera en el gobernador del imperio eldiano.

Las tropas de guarnición guiaron a Onyankopon al lugar en que estaban quedándose los Azumabito y Yelena, mientras que los demás lo primero que hicieron, fue ir hasta aquel árbol ubicado en una pequeña colina, en donde Mikasa y Armin solían jugar con Eren cuando eran pequeños. Allí entre lágrimas, los dos mejores amigos cavaron un agujero mientras recordaban su infancia en ese lugar. Pusieron la caja con las cenizas de Eren y luego volvieron a poner tierra encima. Todo el grupo puso flores para Eren, mientras en su interior no paraban de preguntarse cómo fue que las cosas terminaron así, y si es que no había otra alternativa para Paradis y el resto del mundo.

Posteriormente, decidieron ir con la reina Historia Reiss a ponerla al día con la situación, ya que era su obligación como soldados. Al momento de llegar a su refugio, la encontraron en el interior, sentada en una silla mecedora con su bebé en brazos, y junto a ellas estaba el padre de la pequeña, aunque él decidió salir a trabajar en la granja para dejar que Historia hablara a solas con sus amigos. Si bien la reina no los veía desde hace un buen tiempo, si se había logrado enterar por algunos ciudadanos de lo que ocurrió al activarse el retumbar, en donde los principales miembros de la legión de reconocimiento habían sido acusados de traidores por parte de los Jeageristas debido a que decidieron ir tras Eren, además sabía que ellos se encontraban peleando para detener el retumbar en el continente de Marley, ya que recibió esa información en una carta de los Azumabito y Yelena, que pedían asilo político debido a que sus hogares habían sido destruidos. Observó las caras de todos y asumió que si solo estaban ellos, era porque durante la batalla había muerto Hange y que la única forma con la que pudieron detener a Eren fue asesinándolo. Aún así se alegraba de que estuvieran vivos, ya que no había recibido noticias de ellos.

-Historia, ¿esa es tu bebé?- preguntó Connie sorprendido. La última vez que vieron a Historia, le faltaban aproximadamente dos meses para dar a luz.

-Creo que es obvio, idiota- le dijo Jean dándole un codazo. Historia rió un poco, ya que extrañaba a sus antiguos compañeros.

-¿Cómo se llama?- preguntó Armin sonriendo. La pequeña bebé de cabello rubio y ojos claros le daba una sensación familiar.

-Se llama Ymir, no podría tener otro nombre- dijo ella sonriendo de forma triste, mientras recordaba a la primera persona que la amó a pesar de conocer su verdadera forma de ser y su pasado. Levi no dejaba de mirar a la niña, ya que recordó las palabras de Falco acerca de la fundadora.

-Ymir, digo, su conciencia, nos ayudó durante la batalla.- le dijo Mikasa, ya que sabía que era algo que Historia querría oír. Los ojos de la reina de Paradis se iluminaron al oír eso, y es que pese a que muchos decían que Ymir tenía un carácter difícil de tratar, ella siempre supo que era una buena chica.

-Me alegro mucho. Desearía haber visto a esa tonta para regañarla por dejarme así- dijo la reina mientras se le escapaban un par de lágrimas, que se secó pronto.- Chicos, cuéntenme todo. Quiero oírlo de ustedes.

-¿Cómo empezamos a contar todo lo que sucedió?- preguntó Levi.

-No cuenten conmigo, todavía no entiendo qué rayos pasó- dijo Connie rascándose la cabeza.

-Comenzaré yo, con lo que ocurrió poco antes de que Eren y Zeke entraran en contacto- dijo Jean. Todos asintieron, ya que estaban de acuerdo.

Pese a que Historia estaba enterada de algunas cosas, Jean comenzó a relatar los hechos que sucedieron desde que llegaron de la batalla de Liberio, ya que ella quería oír la versión de sus amigos. Entre eso, Levi agregó lo que ocurrió en el bosque mientras estaba con Zeke. Después Jean siguió con el encarcelamiento que sufrieron, la invasión de parte de Marley y el inicio del retumbar. Desde ahí en adelante, quien tomó el relato fue Armin, aunque quién contó lo que sucedió mientras Armin estaba en los caminos junto a Zeke fue Mikasa, con algunas intervenciones de los chicos.

Historia quedó asombrada con todo lo que sus amigos habían vivido durante la batalla, y el cómo lograron sobrevivir pese a que dos de ellos habían sido convertidos en titanes puros. También se comenzó a cuestionar si acaso su bebé era la reencarnación de la fundadora Ymir, porque calcularon que el día en que nació, fue el mismo en que Ymir Fritz le dijo a Falco que desearía volver a nacer.

-Chicos, también hay algo que debo contarles a ustedes…- dijo Historia luego de un buen rato conversando. No podía seguir ocultando lo que había conversado con Eren.

-¿Qué cosa? Te ves apenada- dijo Armin preocupado. La reina los miró a todos sintiéndose culpable.


Hola, gracias a quienes les ha gustado esta historia. Sé que son poquitos, pero aún así continuaré publicando mientras tenga imaginación. Por ahora, tengo casi listo el capítulo 4 y algunas ideas para el 5, que sería el último de esta primera parte (aunque podría extenderme y hacer un sexto). A partir de la parte 2, la historia tomará el rumbo que indica el nombre del fic. Si les está gustando la historia, estaría agradecida de leer sus comentarios. Se aceptan críticas constructivas también. Suelo escribir en la madrugada, así que puedo equivocarme y si me lo hacen notar, corregiré el capítulo y pondré más atención para la próxima.

Como extra, debo admitir que los capítulos anteriores están inspirados en los endings de las temporadas 2 y 4, ¿alguien lo notó? ¿les gustaría que me inspirara en alguna otra canción del anime?

Eso es todo por ahora. Que estén bien :)