Disclaimer:
La trama es original y está basada en los personajes de la serie animada "Miraculous: Les aventures de Ladybug et Chat Noir". Los personajes son propiedad de Thomas Astruc.
Los personajes originales así como las situaciones aquí presentadas son ficticios y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
[PROHIBIDA SU COPIA]
Un nuevo día había comenzado y Marinette por una vez había madrugado. Al llegar al colegio se encontró en la entrada con Alya y Nino.
- ¡Marinette!, - exclamo de sorpresa la morena al ver a esa hora a su amiga - buenos días ¿te han echado de casa?.
- Ja...ja...ja, muy graciosa. - dijo con sarcasmo sacándole la lengua de manera infantil - hoy me apetecía venir más temprano es todo y buenos días a ti también.
- Buenos días Marinette. - saludó Nino.
- Buenos días Nino. - miro hacia las lados - ¿Adrien no ha llegado?
- Todavía no, es raro en él ya que salvo por algún trabajo de último momento que le encargue su padre suele venir temprano.
- No me ha dicho que tuviera algo que hacer. - decía la azabache revisando su teléfono por si tenía algún mensaje de él - bueno la verdad es que no he hablado con él desde ayer que salimos del colegio.
- Yo tampoco, le envíe varios mensajes pero no me respondió a ninguno. - en ese momento sonó la campana que indicaba el inicio de las clases. - Vamos entrando, Adrien no debe de tardar, si es que Marie dejó algo de él. - Nino tomó a Alya de la mano y acompañados por una cabizbaja Marinette se dirigieron hacia su aula.
Ya en sus asientos Alya se acercó a Marinette. - No le hagas caso a Nino solo estaba bromeando.
- Lo sé. No es el comentario de Nino lo que me inquieta, es por Adrien, desde ayer esta muy raro. La primera vez que salió con esa chica, por la noche me envió un mensaje de buenas noches, sin embargo ayer no supe nada de él. Solemos contarnos todo y ayer ya lo viste de repente decidió salir con esa chica cuando ya había dicho que no quería. No lo entiendo. - dijo acongojada.
La puerta del aula se abrió y la señorita Bustier entraba hablando con Adrien.
- Mira, ahí lo tienes y al parecer está en una sola pieza. - susurró Alya a la vez que le daba suaves golpes con el codo a su amiga.
- Siiii - suspiro Marinette mirándolo embobada.
Adrien llegó hasta su lugar y saludo a las dos chicas antes de sentarse y saludar a su amigo. Antes de que Nino pudiera preguntarle algo Marinette ya estaba tirando del cuello de la camisa del rubio para llamar su atención. Adrien se pego lo más que pudo al respaldo y se giró ligeramente hacia su amiga para no llamar la atención de la profesora.
- ¿Donde estabas que has llegado tarde? - le recrimino la azabache.
- Buenos días a ti también, princesa. - respondió risueño con una sonrisa de medio lado que la desarmó por completo.
- Bu...buenos di...días - ahora la pobre chica balbuceaba las palabras, agitando la cabeza trato de recuperar el poco aplomo que esas expresiones del joven modelo le dejaban. - ¿entonces, dónde estabas?.
- Me entretuve con Nathalie para encargarle algunas cosas. - Adrien volvió a mostrarle una sonrisa con picardía. - ¿la princesa está complacida con la respuesta?.
- Por ahora, pero no hemos terminado. - sentenció enfurruñada. Como odiaba que la conociera tan bien, él sabía cómo desarmarla, aunque ella también conocía sus debilidades.
Adrien y Nino cruzaron alguna palabras durante la clase procurando que nadie los escuchara, cuando la campana para el receso sonó los dos amigos se levantaron apresuradamente, el rubio se dirigió hacia la puerta de salida sin dejar de teclear en su teléfono mientras que Nino se giraba para hablar con Alya.
- Nena, hoy no puedo comer contigo.
- ¿Por qué no? - preguntó curiosa la pelirroja.
- Tengo que ayudar a Adrien con unos asuntos. - dijo señalando a su amigo quien lo esperaba impaciente en la puerta.
- Hummm. - la morena se acariciaba la barbilla con el pulgar y el índice a la vez que le lanzaba una mirada suspicaz a su novio - ¿De qué asunto se trata?.
- ¡Alya! - exclamo Nino - por favor ahora no, te prometo que ya te lo contaré. - a Nino le encantaba la chica pero su faceta de reportera era superior a él, en más de una ocasión se habían metido en algún lío por el ansía de su novia de investigar todo.
El chico se acomodó la gorra y se acercó a darle un beso en la mejilla para después salir a reunirse con su amigo.
Marinette quien no había pronunciado ni una sola palabra miraba incrédula a Alya, Adrien había salido a la prisa pendiente de su teléfono sin mediar palabra con ellas, el comportamiento misterioso de Nino y su irritabilidad por hablar del tema que se traía con su compañero.
- Estos dos traman algo, habrá que estar al pendiente de ellos. - Alya revisaba que su teléfono tuviera suficiente batería por si tenía que grabar algo inusual.
- ¡Alya!, ¿no estarás pensando en espiarlos? - exclamo Marinette disconforme con lo que amiga pretendía.
- No, por supuesto que no. Es solo por si acaso. - le guiño el ojo con cara traviesa.
- Venga vamos a comer algo. - y tirando de la azabache salieron de la clase.
En una de las bancas más resguardadas del patio se veía a Adrien caminando de un lado a otro con el teléfono pegado a la oreja y sin parar de gesticular con la mano que tenía libre, a primera vista se le veía más activo de lo normal. Nino por su parte estaba sentado revisando su teléfono y de vez en cuando le mostraba la pantalla a su amigo el cual solo le asentía o le negaba con la cabeza.
Alya había tirado de Marinette hasta una banca que no era la habitual de ellas pero que por "casualidad" estaba estratégicamente ubicada frente a donde estaban los chicos.
- Ves, aquí no nos da el sol. - al parecer la azabache no estaba muy de acuerdo con el cambio de sitio.
- Pero Alya si a todas les da la sombra. - Marinette se iba girando para mostrarle a su amiga que tenía razón y que a ningún asiento le daba el sol. Cuando señaló la última banca, justamente la que estaba frente ellas, los ojos se le abrieron como platos - ¡Alya!, van a pensar que los estamos espiando. - exclamo nerviosa.
- Eso es justamente lo que estamos haciendo, así que por favor no hagas tanto ruido. - explicó con tranquilidad volviendo su vista al teléfono con el que estaba grabando a los chicos.
Después de un rato Adrien finalmente había terminado de hablar por teléfono y se había sentado junto a Nino, al parecer revisaban un papel que el joven DJ había preparado.
- Está claro, estos dos están organizando algo y no quieren que nosotras lo sepamos. - afirmó la pelirroja frunciendo el ceño hacia ellos.
- Alya, no exageres. Será algún asunto de ellos. - las palabras de Marinette no sonaban muy convincentes.
- A la salida hablaré con Nino y más le vale que me lo cuente todo. - Marinette pudo ver la obsesión en la mirada de la morena
- Bien, dejando ahora el tema de los chicos , ¿ya has decidido qué hacer con tu príncipe azul?.
- Bueno...yo había pensado en hacer lo mismo que ayer pedirle que me acompañe hasta el parque y ahí...ya sabes. - dijo cohibida.
- ¿Entonces...definitivamente hoy es el día?.
Marinette asintió levemente con la cabeza, mostrando una pequeña sonrisa de decisión.
- Ya verás que todo saldrá bien, ese tonto se dará cuenta de la gran chica que eres y de la suerte que tiene.
- Alya, no le llames así. - dijo con un pequeño puchero.
- ¿Por qué no?, si todos los son hasta Nino. Lo quiero muchísimo pero hay veces que quisiera matarlo. Siempre parece que necesitan un manual para todo sobre todo cuando se trata de nosotras.
- Ja, ja, eres una exagerada.
rin, rin, una vez más sonaba el timbre anunciando el final del receso. Alya tomó del brazo a su amiga y tiró de ella a toda prisa.
- ¡Vamos!, quiero llegar a clase antes que ellos. - dijo a la carrera la pelirroja.
Las dos chicas vieron desde sus asientos a los dos amigos entrar charlando animadamente en especial a Adrien. Cuando llegaron hasta sus lugares Nino se quedo congelado al ver la mirada inquisidora de su novia, ya sabía que esa tarde su amada chica le aplicaría un tenaz interrogatorio.
La última clase ya estaba cerca de terminar y Marinette era un manojo de nervios, no dejaba de mover las piernas bajo la mesa y sentía el sudor en sus manos, lo que no sabía es que su rubio amigo estaba en la misma situación o peor.
En cuanto sonó la campana de salida, Adrien se levanto de inmediato y con una inusual rapidez guardo todas sus cosas, Nino se levanto también y le dio un abrazo a su compañero.
Alya solo los miraba atónita por el comportamiento de esos dos, aun no era capaz de entender que era lo que se traían entre manos. Por su parte Marinette estaba tan inmersa en sus pensamientos de todo lo que le tenía que decir a Adrien que ni siquiera noto cuando este se despidió de ella y de Alya.
- ¡Marinette!, Adrien ya está saliendo. - Alya la estaba zarandeando del hombro para tener su atención.
- ¿Qué?. No, no, no. - de un impulso se levanto y corrió hasta la puerta solo para alcanzar a ver como el chico salía a la carrera del colegio.
Con una cara de decepción regreso junto a Alya, dejándose caer pesadamente en su asiento.
- Se fue, ¿verdad? - no era necesario ser un genio para darse cuenta que por la cara de la azabache no había conseguido alcanzar al chico.
Marinette solo asintió con la cabeza, manteniendo la vista clavada en el lugar del modelo. - ya estaba en la calle, al parecer tenía prisa.
- Ay, Marinette. En fin habrá que posponer la operación "mi tonto amigo" para mañana. - Alya bromeaba con la palabras para restarle importancia a la situación y levantarle el animo a su amiga.
- No le llames así, fue mi culpa que me distraje. - respondió con un puchero.
- Chicas, las veo afuera. - les aviso Nino.
- Anda, guarda tus cosas y vámonos que aun tengo una conversación pendiente con alguien que yo me sé.
Al llegar a la salida vieron a Nino sentado en la escalera escribiendo en su teléfono.
- ¿Niiino? - le llamo Alya con voz cantarina.
El moreno rápidamente se puso de pie y se giro con una gran sonrisa ante el dulce llamado de su chica, pero cuál fue su sorpresa al encontrase frente a una Alya de brazos cruzados y ceño fruncido.
- ¿Pa...paso algo...cariño? - al pobre chico le costaba tragar, sabía que el terrible momento que anteriormente ya había vaticinado había llegado.
- No lo sé, dímelo tú. - Alya entrecerró los ojos a la vez que le daba golpes en el pecho con el dedo índice.
- ¿A...a que te refieres? - inquirió asustado.
- No te hagas el tonto, todo el día tú y Agreste han estado muy raros, así que dime que se traen entre manos. ¿O acaso no recuerdas que me dijiste que me lo contarías después? - Alya no tenía intención de irse sin una respuesta.
Marinette solo veía divertida la situación desde atrás, le causaba gracia la cara de terror de Nino frente a una impasible Alya deseosa de información.
- Sí, claro que lo recuerdo y te lo contare pero no hoy. - dijo más tranquilo.
- ¿Por qué no? - la curiosidad de la morena iba en aumento ante la sutil negativa de su novio.
- Porque aun no hay nada que contar pero mañana lo sabrán todo. - anuncio con suficiencia.
- Nino, de verdad que no te sigo. Tú y Adrien llevan todo el día juntos planeando algo y ahora me dices que no hay nada. ¿Por qué no me lo quieres contar?, ¿Es que le has vuelto a organizar otra cita y tú lo vas acompañar?, ¿Es eso verdad?, vas a salir con otra chica por eso tanto misterio. - sus ojos brillaban por las lagrimas contenidas y un adorable puchero se dibujo en su cara.
Una gota resbaló por su sien, al pobre chico se le estrujaba el corazón por ver así a su chica, se acercó a ella y la abrazo con ternura.
- Nena por favor no llores, te aseguro que no es nada de lo que piensas...- Nino le acariciaba con suavidad el cabello - ¡Buff! Adrien va a matarme...pero...te lo contaré.
Alya al escuchar la clara claudicación de su novio rompió el abrazo y dándole un corto beso en los labios se giró para ir junto a Marinette a la que le guiñó el ojo junto con una sutil sonrisa de satisfacción dibujada en sus labios.
- Bien, ¿por dónde empiezo? - Nino se frotaba la nuca con la mano en clara muestra de nerviosismo, estaba a punto de contarle a su novia y a su mejor amiga lo que hacía un par de horas le había jurado a su mejor amigo mantener en secreto, al menos hasta mañana.
- ¡Ejem! - se aclaró la garganta, se acomodó las gafas y soltando un largo suspiro comenzó - Antes que nada me tienen que prometer que no se lo contarán a nadie hasta que Adrien se los haya dicho...y por favor no le vayan a decir que ya lo sabían. - las dos chicas solo asintieron en silencio, ambas estaban ansiosas por saber lo que pasaba aunque cada una por motivos diferentes. - he estado ayudando a Adrien a planear su...humm, ¿como lo diríamos?...¡su despedida!, eso es, su despedida.
Las dos chicas se miraron entre sí incrédulas, no sabían a lo que se refería Nino. De si algo estaba segura Marinette es que Adrien jamás se iría sin hablar con ella.
Alya fue la primera en hablar. - ¿De qué estás hablando?, ¿a dónde piensa irse?.
- Ja, ja, no, no, él no se va a ningún sitio. Mi amigo por fin se ha decidido a dar el paso y salir de mercado.
- ¿Salir de mercado?, ¿piensa dejar de modelar? - ahora era Marinette quien preguntaba.
Nino se dio un golpe en la frente con la palma de la mano. - ¿De verdad no saben a lo que me refiero?.
Ambas chicas volvieron a negar a la vez con un movimiento de cabeza.
- Lo que quiero decir es que hoy Adrien piensa declararse.
