Hola, ¿Cómo están?

¡Feliz día de las madres a todas mamis y mamacitas que me leen! y ¿Por qué no?, también a los mamacitos, jeje.

Como siempre gracias a todos los que me leen, a quienes siguen la historia y a quienes la han puesto en favoritos, los amo.

Pido disculpas desde ya, por cualquier error ortográfico que se me haya escapado.

Ni Ranma , ni Los juegos del hambre, me pertenecen (¡pero como quisiera que sí, caray!), esta historia es sin fines de lucro.

Espero que la disfruten, nos leemos al final de capítulo, como siempre y a leer se ha dicho.


Capítulo 4. El desfile y el centro de entrenamiento

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Ranma

Los gritos al principio de alarma al vernos aparecer, pronto se convierten en enloquecidos y emocionados chillidos de emoción de la inmensa multitud que me sacaron del hechizo en que me habían mantenido los ojos de Akane, que resplandecían como nunca gracias a las llamas.

Por fin desde que nos tomamos de las manos me permití mirar a nuestro alrededor, y ella también lo hace, pero sin soltarnos de la mano, el gentío grita y vitorea "Distrito 12" y también nuestros nombres, nos lanzan flores, lanzan besos y casi es como si quisieran arrojarse ellos mismos sobre nuestro carro para tocarnos, aun a sabiendas de que no podrán hacerlo, es apabullante y no voy a negarlo, también es alucinante, por qué supongo que esto es bueno, que se hayan tomado el tiempo de buscar nuestros nombres en el programa.

Hay enormes pantallas colocadas en lo alto de los edificios y puedo vernos a nosotros ahí, de pronto es como si todas las cámaras nos enfocaran a nosotros olvidándose de los demás distritos, nuestros rostros están por todas partes, debo decir que estamos extraordinarios, rodeados de llamas y de su luz cambiante que nos hacen parecer irreales, hermosos e incluso peligrosos y eso, le encanta al Capitolio.

La escasa luz del crepúsculo hace que nos veamos aún más impresionantes iluminados por las llamas que parecen danzar a nuestro alrededor, ardiendo como antorchas y entonces empiezo a sonreír a la multitud impulsado por sus llamados, lo que hace que griten aún más histéricamente y veo que Akane incluso ha empezado a lanzar uno que otro beso ocasional al viento y eso los enloquece, como si realmente sus besos fueran algo tangible, intentan atraparlos con las manos, me giro a observarla y nuevamente me quedo hechizado al verla, esta apabullantemente hermosa, y no ha soltado mi mano.

La estoy apretando demasiado y quizás la estoy lastimando, así que hago el intento de soltarla.

-No, no me sueltes… por favor – pide por fin mirándome a los ojos ella también – si lo haces creo que me caeré, tú eres lo único que me sostiene a este carro – dice y las llamas resplandecen en sus ojos avellanas creando en ellos reflejos dorados.

De pronto estoy demasiado cerca de ella, casi puedo respirar su aliento y no sé cómo ha pasado, siento las llamas cosquillearme en el cuerpo o quizás sea algo más, la punta de su nariz roza la mía y prácticamente estoy a punto de besarla cuando una de los cientos de flores que nos arrojan me da en la espalda sacándome del hechizo y rompiendo el momento, me echo atrás como un resorte, por qué no sé cómo esto estuvo a punto de pasar. Por poco la beso delante de esta multitud de personas extrañas que no entenderían la profundidad de este acto.

Ella extiende su mano tocándome la mandíbula, deteniendo mi mundo una vez más y me sonríe casi tímidamente, como haciéndome ver que lo que estuvo a punto de pasar no tiene que avergonzarme, y esta acción si es posible hace que la gente esté al punto del colapso y me contagian de su emoción que me recorre las venas y es casi como si me convirtieran en otra persona, una más valiente y atrevida, es una locura, siento como si no fuera yo, como si la timidez paralizante que me atenazaba cada vez que estaba junto a ella se hubiera esfumado y ahora fuera capaz de todo, es impresionante porque lo único que hace que no la tome en mis brazos y la bese como un loco ahora sí, es que los caballos han frenado.

Los 12 carros han terminado el circuito y han parado en el círculo de la ciudad, justo delante de la mansión del presidente Hapossai.

Cientos de ojos nos observan, estamos rodeados de los edificios más prestigiosos de la ciudad, siendo observados por los residentes más ricos y célebres del Capitolio.

El presidente, un hombre de estatura baja, piel tostada por el sol, de escaso cabello blanco y diminuto bigote, vestido con un sobrio traje guinda y una rosa blanca en la solapa, nos da la bienvenida.

Luego del comienzo del himno, los carros empiezan el regreso al centro de entrenamiento y veo que en las pantallas nuestros rostros y nuestro carro aparece más que los demás, lo que me da esperanza, porque quizá varios de los residentes de la ciudad podrían ser posibles patrocinadores y el que las cámaras nos estén regalando más tiempo del tradicional es bueno.

En cuanto las puertas se cierran, nuestros equipos de preparación nos rodean, haciendo que por fin nos soltemos las manos. Nos elogian y felicitan y los demás tributos nos observan con odio, siento la necesidad de abrazar a Akane, de protegerla de estas miradas llenas de aversión y resguardarla con mi cuerpo, pero me resisto y solo vuelvo a tomarla de la mano en cuanto me es posible.

-Gracias – dice y me sonríe dulcemente – por sostenerme allá arriba – dice señalando con el rostro el carro – y por esto – dice alzando un poco nuestras manos unidas mientras da un rápido vistazo a nuestro alrededor, sin dejar de sonreírme de esa manera que me hace querer lanzarme sobre ella y besarla.

- No hay nada que agradecer – le digo - ambos nos sostuvimos el uno al otro, - y me sorprende lo firme que se escucha mi voz.

Y ella hace algo que me roba el aliento, de la nada, se acerca un poco más a mí, se pone de puntillas y me da un dulce beso en la mejilla, me siento arder y justo donde posó sus labios pareciera que mi piel está en llamas, un dulce tono carmesí adorna sus mejillas también y sus ojos no se apartan de los míos.

-Bueno, bueno tortolitos se acabo el show por ahora, es hora de subir a su piso – dice Tofu.

Se coloca estratégicamente en medio de los dos haciendo que nos soltemos y casi nos arrastra junto con él, pasando rápidamente entre los otros tributos que no han dejado de vernos como si fuéramos escoria.

No me ha pasado desapercibido que nos ha separado intencionalmente y eso me molesta, porque sé que él y Akane tienen una especie de familiaridad que no me agrada en lo más mínimo y no puedo evitar que los celos ardan en mi interior, porque quizás, al cerdo de Tofu le guste Akane.


Las paredes del ascensor son de cristal y puedo ver como las personas se van haciendo pequeñas como hormigas conforme subimos hasta el último piso, el pent-house, porque al parecer cada piso le pertenece a un distrito y por ser el 12, nos toca el ultimo.

Hinako no ha parado de alabar nuestros trajes, nuestra actuación "apabullante" que les ha robado el protagonismo a todos los demás distritos, dice emocionada, y la verdad le creo porque siendo sincero opino que esta es la única ocasión en que nuestro distrito ha causado tal sensación. No para de decir que ha empezado su trabajo intentado conseguir patrocinadores con nuestra terrible y trágica historia, esa de venir del barbárico distrito 12, del deseo de Akane de salir de la miseria al tomar el lugar de mi hermana, de como yo lucharé para volver con mi familia y mi dulce y frágil hermanita, y no sé cuántas chorradas más.

Creo que no lo dice con mala intención, es solo que ella es así, simple y casi podría decirse que inocente, ha nacido en un lugar privilegiado y para ella somos como mascotas ignorantes e inferiores que no han tenido las mismas oportunidades y, que por el hecho de provenir de aquellos que se rebelaron contra el Capitolio tampoco merecemos tales oportunidades, a no ser que ganemos los juegos, así de simple.

Me hace querer odiarla y al mismo tiempo me causa lastima su estupidez.

-Bienvenidos al que será su hogar hasta que empiecen los juegos – dice con su voz chillona, casi como la de una niña a pesar de ser una adulta hecha y derecha.

Es un lugar elegante en todos los sentidos, el tren parece una pocilga a comparación, tanto que no quiero tocar nada por temor a romperlo.

-Esto es más emocionante que nunca – dice - ya les conté que conseguí varios posibles patrocinadores, y aunque yo no puedo cerrar el trato con ellos – comenta mirado a Tofu con desaliento – hare que su mentor vaya y cierre el trato con ellos a punta de pistola de ser necesario.

Es lo que decía, nuestra escolta no es mala del todo, y decido a partir de este momento que, aunque sea desesperante me gusta esta mujer, su determinación me ayudará a salvar a Akane.


Varios minutos después estoy debajo del chorro del agua que pasa cada dos minutos de fría a prácticamente hirviendo con intervalos de espesa espuma que huele a rosas, supongo que picar varios botones al azar no fue la mejor idea, pero no me importa, porque sentir el agua deslizarse por mi piel como cálido aceite es lo que necesitaba, estoy echo papilla y sumamente confundido por todo lo que pasó durante el desfile.

No puedo apartar de mi mejilla la sensación de su beso y no saber porque lo ha hecho me causa impotencia, es verdad lo que me dijo el panadero, Akane es impredecible y tratar de entender sus acciones solo hace que me duela la cabeza, supongo que lo hizo por la emoción del momento esa misma que se apodero de mi durante el recorrido por las calles de la ciudad y que me hizo sentir como una persona diferente, alguien que por poco la besa, pero al menos, yo sé que es porque la amo, ¿y ella porque lo hizo?, debo recordarme que es una chica buena sin malas intenciones, pero sus actos me hacen dudar ¿y si yo solo soy una estrategia para ella? Entonces supongo que está bien ¿no? Por qué esto le ayudara a ganar, quizás es lo que quiere, engatusarme y ganarse mi confianza para poder matarme después, lo que ella no sabe es que yo estoy dispuesto a ofrecerle mi vida si es necesario para que ella gane.

Aun así, no puedo evitar sentirme afligido, porque desearía que sus acciones fueran reales, desearía que su beso hubiera sido sincero. El ácido en mi estomago sube por mi esófago y me hace vomitar, la adrenalina por fin se está esfumando de mi sistema y no puedo parar de temblar hecho un ovillo en la regadera, me reprendo por mi debilidad, pero la sensación de perdida y de miedo me invaden, haciéndome recordar aquel momento cuando tenía solo 11 años y aquel hombre nos dijo que la sección de la mina donde mi padre estaba trabajando había sufrido una explosión y se había desplomado.

Es como si el peso de todos los acontecimientos por fin me estuviera dando un duro golpe al estómago, no volveré a ver a mi pequeña Ranko, no volveré a ver a mi madre Nodoka, no volveré a ver a mi mejor amiga Ukyo, no volveré a sentir la libertad y seguridad que me daba el bosque y en poco tiempo entrare a una arena con 23 chicos y niños más, para matarnos entre nosotros y el miedo de que algo le pase a ella me entumece los músculos, "deberías de aprovechar tus últimos días de vida y conquistarla, llevártela a la cama y gozarlo" las palabras del idiota de Tofu se repiten en mi mente como un mantra y cada vez me convenzo más de que aunque lo dijo como una burla para mí, porque es obvio que ha notado como observo a Akane, quizá su idea no sea tan descabellada.

Quizás ella esté dispuesta a seguirme la corriente, aunque sea como parte de su estrategia… pienso y una nueva arcada me sacude y me deja tembloroso, ese pensamiento ha sido más que asqueroso, no puedo orillarla a esto sean cuales sean sus razones para haber actuado como lo hizo en el carro y para haberme dado ese beso en la mejilla después, soy un idiota y más que eso, un cerdo imbécil solo por pensar en seguir un consejo proveniente del idiota de Tofu y aprovecharme de Akane llevándomela a la cama.

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Akane

No sé qué ente infernal se apodero de mi durante el desfile, pero no puedo creerlo, el agua de la regadera recorre mi cuerpo que está como agarrotado desde unos minutos después de que me diera cuenta de que solo he soltado la mano de Ranma porque prácticamente Tofu me obligo a ello.

Aún siento la suavidad y tibieza de la piel de su mejilla en mis labios y la presión de su agarre en mi mano, de sus dedos entre los míos, aun siento su calidez a pesar de que el agua con la que me estoy dando un baño esta helada, el fuerte aroma a vainilla que emana del agua me causa nauseas, veo mis dedos fijamente intentando concentrarme en otra cosa para no vomitar, están arrugados, creo que ha llegado el momento de salir del agua.

En el instante en que pongo un pie fuera de la regadera esta deja de manar agua y cuando poso el otro pie sobre el tapete un chorro de aire tibio me seca el cuerpo, pongo mi mano sobre una placa metálica en la pared y una corriente eléctrica deja mi cabello seco y desenredado, cayendo sobre mi espalda como una cascada y más suave que nunca.

Al pulsar unos cuantos botones en el armario, la ropa se elige a juego, genial, porque no tengo ni ganas ni cabeza para elegir que ponerme.

Vestida y sin saber que más hacer hasta la hora de la cena me siento sobre la enorme cama.

El recuerdo de sus electrizantes ojos azules observándome de aquella manera durante el desfile aun me roban el aliento, su cuerpo prácticamente pegado al mío, su pecho chocando con el mío cada vez que respiraba tan aceleradamente, nuestras manos tomadas con tanta fuerza, el choque de su cálido y dulce aliento sobre mis labios, me hace hiperventilar ¿iba a besarme cierto? Estoy segura y aunque no se porque actuó como lo hizo, no quiero darle más vueltas al asunto, habría sido maravilloso, pero tendré que conformarme con la sensación en mis labios de su suave mejilla.

Caras pintadas de manera casi grotesca, pelucas de formas extrañas, pequeñas y grandes, colores chillones por doquier, ojos casi saliéndose de las cuencas de manera aterradora, lenguas lamiéndose los labios con avidez, rostros extasiados, excitados con lo que estuvimos a punto de hacer.

Las náuseas vuelven a resurgir y no tengo más remedio que correr al baño para vomitar.

Menos mal que no me beso delante de ellos, estoy casi segura que se habrían vuelto locos de la emoción eso sí, porque ¿Cuándo se ha visto a dos tributos dando tal muestra de afecto? Digo no sería la primera vez que un par de tributos se besan, es verdad que hubo unos juegos en los que una pareja de tributos tuvo incluso relaciones sexuales, pero no fue más que una estrategia para conseguir patrocinadores y luego estuvieron aquellos otros juegos en los que aquel tributo musculoso abusaba sexualmente de sus víctimas y luego las mataba de manera grotesca, ganó los juegos… creo que se llamaba Ryu Kumon.

Pero esto, al menos por mi parte, habría sido por amor, y estoy segura de que es algo que hasta un ciego puede ver y notar la diferencia, ¿acaso podría hacerlo? revelar lo que siento por él para salvarlo, sé que sería algo nunca antes visto y probablemente causaría tal sensación que es probable que hubiera quienes nos patrocinaran, pero estas personas que nos han traído aquí para matarnos no lo merecen, no voy a permitir que me roben algo tan puro, que no ha sido manchado por estos malditos juegos, no les daré lo único que me pertenece, mi secreto más especial, mi amor por el cazador de ojos azules, encontraré otra manera de encontrar patrocinadores, mostraré mis habilidades con el arco si es necesario, pero esto, no.

Me estrujo las manos dolorosamente en un intento por contener las lágrimas, desde la cosecha no he podido controlar mis emociones me he convertido en una niña llorona.

La puerta se abre de golpe con un estruendo y se cierra de la misma manera en un segundo.

- ¡¿Se puede saber qué demonios hacías en el desfile niña tonta?!

- ¡¿Qué…?! – intento preguntar, pero no me deja terminar.

-De esas demostraciones de cariño preciosa, de que estuviste a punto de besuquearte con el chico frente a todo Panem, de esas miraditas de niña enamorada, de ir tomados de la mano como si no supieras andar tu solita - guarda silencio unos momentos. - ¿Eso es lo que quieres?, que ellos sepan que tienes sentimientos por el chico, que él es lo que realmente te importa, por qué se los estas ofreciendo en charola de plata y créeme, van a devorar y a destruir hasta el último pedazo de ambos si se los permites, van a exprimirte hasta dejarte seca.

-No, no quiero eso – contesto con la voz quebrada, ya estoy llorando y no hay nada que pueda hacer para evitarlo.

-Demonios… – dice Tofu, caminando y dándome la espalda, tomándose el cabello con exasperación con una mano y clavándose los dedos de la otra en la cadera, - mira preciosa, te lo voy a preguntar solo una vez y no pienso volver a hacerlo – dice por fin parado frente a mí, con una mirada grave, abatida e intensa. - ¿Estabas hablando en serio cuando me pediste que te ayudara a salvar al chico? – yo asiento con la cabeza, no me siento capaz de hablar - ¿Qué estarías dispuesta a hacer para conseguirlo?

-Todo. – digo sin más porque es cierto, ¿que no lo he demostrado ya, viniendo al Capitolio en lugar de su hermana solo para que él no sufriera?

- ¡Eres exasperante y necia! ¡¿Lo sabias?! ¡Y una tonta por si no te ha quedado claro! – dice furioso, balbucea unas cuantas maldiciones mientras camina por la habitación, lanzándome miradas rabiosas de vez en cuando. Luego de unos minutos por fin toma una silla y se sienta frente a mi –, entonces tendremos que hablar del plan preciosa, y te advierto, ya me odio por esto. Más te vale que el chico lo valga. Y que quede claro que hacer esto no me agrada, solo lo hago para que tu y yo por fin quedemos en paz.

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Mi mente no deja de pensar en todo lo que hablamos Tofu y yo unas horas antes, tiene que funcionar, pero ¿Cómo se lo tomara Ranma? Seguro pensara que soy una desgraciada traidora, pero no hay más opción, es eso o dejar que todo Panem se entere de mis verdaderos sentimientos y que luego a causa de eso lo destruyan a él y a mí misma.

Sus ojos azules están sobre mi y yo no he sido capaz de levantar la mirada porque se que si lo hago caeré rendida a sus pies como siempre, y comenzare a dudar del plan de Tofu. Me distraigo pensando en mi familia, los echo tanto de menos.

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Ranma

La noto distante, en todo el tiempo que ha durado la cena, no ha hablado y tampoco me ha dirigido una sola mirada, pensé que las cosas iban a cambiar de ahora en adelante entre nosotros, después de todo lo que paso en el desfile, pero me doy cuenta de que no es así, el único que no deja de lanzarme miradas casi ofensivas es Tofu, que por cierto no ha probado bocado, en cambio no ha soltado su vaso de licor el cual hasta el momento ha llenado mas de tres veces, seguro esta noche dormirá echo una piltrafa como acostumbra, no merece mi tiempo así que nuevamente me enfoco en observar a Akane, esta pensativa y casi no ha comido nada.

Entonces es cierto, pienso, todo fue parte de una actuación, ella lo hizo solo como parte del espectáculo y de su plan. Estoy decepcionado, no voy a negarlo porque tenía la esperanza de estar equivocado, de que ella realmente correspondiera mis sentimientos, aunque siendo practico eso no me serviría de nada estando donde estamos, aunque realmente le gustará, aunque sea solo un poco, después de todo estamos aquí para morir en los próximos días. Es mejor así.

La cena paso sin pena ni gloria, los únicos que no pararon de hablar fueron Hinako, Portia y Cinna que intentaban hacer el momento un poco más ameno, pero todos los demás permanecimos taciturnos y nos limitamos a contestar cada vez que nos preguntaban algo.

Me fui a mi habitación y lo único que obtuve de Akane antes de entrar a mi habitación, que por cierto esta frente a la de ella, fue una mirada indescifrable y un minúsculo atisbo de sonrisa, aunque no estoy seguro, quizá fue mi imaginación.

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Estamos en el centro de entrenamiento, vestidos igual que hermanitos gemelos, con idénticos trajes de entrenamiento de color negro con líneas grises y rojas y un cuadrado de tela blanco bordado en negro con el número 12, cocido en el brazo izquierdo a la altura del hombro, esto me desconcierta, porqué cada tributo va vestido diferente a pesar de ser del mismo distrito, solo nosotros vestimos igual y supongo que a esto se referían Portia y Cinna cuando en el ascensor, nos indicaron que querían que actuáramos como un equipo, que todos nos vieran unidos y orgullosos de ser del distrito 12, igual que en el desfile. No sé que es lo que planean, pero empiezo a imaginármelo, aunque lo más probable es que este equivocado.

Estoy incomodo porque no se lo que Akane pensara de esto, la vi recorrerme con la mirada antes cuando salí de mi habitación, igual que yo a ella y lo cierto es que no se veía muy contenta.

Pero henos aquí, ante la mirada ácida el resto de tributos, algunos nos regalan sonrisas irónicas y ponen los ojos en blanco al vernos vestidos igual y yo solo aprieto los puños, ansioso por partirles la cara, se siente como el primer día de clases y prácticamente eso es.

Una mujer que se presenta como Atala, nos da un discurso, diciéndonos lo básico sobre el centro de entrenamiento, las diferentes estaciones y recomendándonos no pasar de largo por las estaciones de supervivencia que nos ayudaran a aprender habilidades para sobrevivir en la arena, nos dice que no podemos luchar entre nosotros y que, si necesitamos practicar con alguien que lo solicitemos, entre otras cosas.

- ¿por dónde quieres empezar? – me pregunta Akane, dirigiéndome la palabra por primera vez en el día y supongo que lo dice porque nuestros estilistas nos sugirieron que permaneciéramos juntos durante la jornada y que actuáramos cordiales el uno con el otro y si era posible que lo hiciéramos igual que en el desfile, pero no creo que ella este dispuesta a eso, el día de hoy, la siento un tanto hostil.

Miro a nuestro alrededor, me siento tentado por ir a la estación de tiro al blanco y lanzar algunos cuchillos, pero no me gustaría jugar todas mis cartas el primer día, además sería un poco sospechoso que un chico del 12 supiera lanzar como yo lo hago porque no es por presumir, pero lo cierto es que se me da de maravilla. Así que sigo paseando mi mirada por el centro de entrenamiento que es enorme las estaciones de armas ya están repletas con los tributos profesionales, veo algo más inofensivo, la estación de trampas, no soy muy bueno en ellas así que no estaría de más una lección al respecto.

-Ven - le digo sin más a Akane y me dirijo al área, la escucho decir que espere, pero no hago caso hasta que estamos de pie delante del instructor que nos observa animado por tener alumnos y es hasta ese momento que me doy cuenta de que tengo a Akane tomada de la mano, la cogí de manera inconsciente, así que la suelto de inmediato sintiéndome avergonzado, - lo siento – le digo en un susurro y me acerco más al instructor dándole la espalda.

Mi mano hormiguea agradablemente, sacudo la cabeza alejando mis estúpidas ilusiones y me concentro en lo que el instructor esta diciendo. Unos minutos después estamos practicando lo que nos enseño ante su mirada atenta, estoy sorprendido por la habilidad de Akane, sus manos son ágiles y delicadas, en cuestión de minutos logra colocar una complicada trampa y nuestro instructor la felicita impresionado.

Hablamos lo básico y después de un par de horas le toca a ella elegir la siguiente estación, se decide por una donde enseñan a encender fuego prácticamente con cualquier cosa y en esta ocasión ambos recibimos los elogios del instructor, ella bromea diciendo que podría encender incluso madera mojada luego de ser la encargada de encender el horno de la panadería de su familia por años, ambos reímos, pero es una risa hueca y desgastante porqué es fingida, ¡yupi! somos los mejores amigos, mírennos somos super divertidos. Esto apesta, preferiría su silencio porque al menos eso sería sincero.

Mientras comemos en la misma mesa, separados de los demás tributos puedo por fin observarlos con cuidado y sin ser demasiado obvio.

Los tributos del 1, 2 y 4 ya han formado un alianza como es costumbre, todos son altos, fuertes y guapos y tratan de intimidarnos a todos los demás, me molesta la forma en que el chico del 10 la observa no conozco su nombre pero me enferma su mirada sobre mi Akane y como no, también el tipo del dos la observa, un tipo de cabello castaño y ojos azules, Mikado me parece que se llama y a su lado la tal Azusa que tiene el cabello de un castaño mucho más claro y ojos del mismo color, nos lanza miradas divertidas a ambos, la loca no ha soltado un cuchillo por el que pasa el dedo por la punta una y otra vez, hasta que me guiña un ojo y me lanza una sonrisita coqueta, ¿realmente lo hizo? Esta chica está trastornada.

Mi atención se dispersa y una agradable corriente me recorre de pies a la cabeza, cuando siento la presión de su mano sobre la mía, que está a un lado del plato que termine hace un momento, mi mirada se desvía de Azusa a nuestras manos, la suya pequeña y de piel más clara que la mía, me presiona el dorso.

-Ya terminé, ¿quieres ir a practicar camuflaje? – me pregunta con voz dulce, pero al ver su rostro me doy cuenta que no me mira a mi sino a la chica del dos, casi como… si estuviera celosa y estuviera marcando territorio, ¿soy muy idita por alegrarme, aunque sea un poco? Se que no pueden ser celos, pero se siente de maravilla, no me importan las miradas de burla que los profesionales nos arrojan.

-Claro, me parece perfecto - le digo y me levanto de la mesa tomándola de la mano, para dirigirnos a la estación, sé que no debería aprovecharme porque sé que esto es parte de una actuación, pero sentir su mano tomada de la mía, me hace sentir seguridad, me hace estar menos aterrado por mi inminente muerte, quiero estar cerca de ella todo el tiempo que me lo permita.

A partir de ese momento la siento mas agradable, menos hostil, intenta hablar más animadamente conmigo y de vez en cuando me toca intencionalmente, aunque intenta hacer parecer que es algo casual e incluso accidental. No me quejo, aunque mi cabeza es un hervidero de preguntas, en serio que es una chica complicada.


Akane

Se que no debería de haber actuado tan impulsivamente, más después de haber decidido que no quería demostrar mis sentimientos ante esta gente, pero por más que intenté alejarme emocionalmente de Ranma se me hizo imposible después de ver que durante horas las chicas de los distintos distritos no dejaban de observar a Ranma de esa manera tan obvia, él es apuesto, bueno más que eso es guapísimo y no las culpo pero las miradas de esas chicas me molestan demasiado en especial esa chica, la del dos, no dejó de prestar atención a Ranma en ningún momento, prácticamente se lo comía con la mirada y eso me hacia hervir la sangre, sé que él no me pertenece, y estuve intentando por todos los medios de ignorarla, Ranma al parecer no se daba cuenta de nada, pero yo sí, podía sentir la mirada de Azusa todo el tiempo, observando vorazmente a mi chico de ojos azules y en el comedor no lo tolere más.

En especial cuando el empezó a devolverle las miraditas, la chica es hermosa, absolutamente bella, y cuando ella le guiño el ojo y le sonrió coqueta no pude detenerme.

Ya sé, no debería de haberlo hecho, probablemente Tofu me reprenda por esto, aunque quizá no, podría parecer parte de la estrategia, así que dejo de pensar en Tofu y me dedico a disfrutar de la compañía de mi chico todo lo que puedo, me alegra ver que no ha vuelto a ver a la tipa del dos y decido que aunque quizás no sea lo más inteligente quiero permanecer a su lado todo el tiempo que pueda, mi brazo se enrosca al suyo sin pena cuando nos dirigimos al ascensor ante la atenta mirada de los profesionales, incluso me permito lanzar una mirada triunfal a Azusa y me alegra que Ranma no me rechace, al contrario se porta como un caballero y ralentiza su caminar mirándome con suspicacia cuando entramos al ascensor, pero no dice nada, solo me observa intensamente y siento el calor inundando mi rostro.

- ¿Qué? – pregunto ansiosa e incómoda por su mirada.

-Nada, solo me preguntaba que es lo que pasa por tu cabeza – me dice con gesto divertido, un brillo en sus ojos azules y una media sonrisa que me derrite.

Quiero lanzarme a sus brazos y besarlo sin más, pero me detengo analizando mis opciones, ¿tomarlo de la nuca para que su rostro este a mi altura o pegar un brinco y enroscar mis piernas en su cintura para estar más cerca?, cuando se abren las puertas del ascensor.

-Oh se ven tan lindos tomados del brazo, ¡como un verdadero equipo! – chilla Hinako, dando saltitos como una chiquilla y pequeñas palmadas de emoción.

- Si, esto es emocionante – dice Tofu sarcástico y con la voz raposa, supongo que por el trago que le acaba de dar a la petaca que se ha guardado en el saco antes de hablar - ¿Cómo les fue en su primer día de entrenamiento? – pregunta lanzando miradas de curiosas a mi brazo enroscado en el de Ranma, pero yo alzo la barbilla mostrándole que no me importa y que ya tomé mi decisión, el solo niega con la cabeza mientras se da la vuelta y camina a la estancia, sentándose desparramado sobre un sillón. – Empiecen a contarme niños, necesito saber cómo les fue.

Hinako se sienta en otro sillón esperando que contestemos, nos hemos sentado juntos, Ranma intento soltarme el brazo, pero desistió, ahora que decidí que quiero estar a su lado todo el tiempo que pueda no me voy a separar de él a menos que me lo pida.

Portia y Cinna no están, pero no me extraña deben estar preparando más atuendos para nosotros.

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Al día siguiente, me levante de mejor humor, no sé como explicarlo, sé que los juegos son lo peor que pudo habernos pasado, pero al mismo tiempo es, creo, la única oportunidad que me dio la vida para estar cerca de él.

No quiero presionarlo, sé que esto debe ser difícil para él, se ha portado como un caballero, ha sido respetuoso y aunque no es una tarabilla, habla mucho más de lo que imagine, ya no se aparta de mí, ni me contesta solo con movimientos de cabeza como solía hacer en el distrito, es una estupidez, pero eso me hace feliz, no puedo creer que había planeado apartarme de él, no estoy ideando declararme por supuesto, solo, quiero conocerlo realmente, saber como es ser su amiga como tantas veces lo deseé en el bosque viéndolo interactuar con Ukyo.

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Ranma

Nuevamente estamos en el centro de entrenamiento, el penúltimo día que estamos aquí antes de la entrevista y luego a la arena.

Decidí no darle más vueltas al asunto, Akane me confunde muchísimo, y ya me cansé de intentar explicar sus acciones, solo voy a disfrutar de su compañía y por extraño que parezca me he dado cuenta de que ya no me pongo tan nervioso al hablarle, mi corazón sigue haciendo cosas extrañas en mi pecho latiendo como loco por supuesto, pero al menos ya logro controlar mi boca y contestarle cuando me pregunta algo.

Se ha dedicado a hacerme las preguntas más raras, en un segundo me pregunta cual es la comida que más me ha gustado desde que estamos en el Capitolio, fácil el estofado de cordero y pasas, o como me hice amigo de Ukyo y ella parece realmente interesada a sí que se lo cuento.

Como después de que mi padre murió mi madre se sumió en la tristeza, como siendo un niño de apenas 11 años tuve que hacerme responsable de ella y de mi hermana administrando el poco dinero que no dieron como indemnización por la muerte de mi padre y como también, con suma rapidez ese dinero se esfumo, omito a propósito el incidente aquél en que ella me ayudo cuando estaba prácticamente muriendo de hambre, desfalleciendo por la fiebre y la enfermedad, porqué no estoy muy seguro de cuanto de lo que recuerdo fue real y no quiero ponerla incomoda, es un tema delicado.

El cómo unos días después, mi pequeña Ranko recogió una flor de diente de león, por supuesto omití también que a partir de ese momento para mi ella con su hermoso cabello azul atado con una cinta amarilla se convirtió en mi diente de león personal, una señal de esperanza cuando vi su dulce sonrisa ese día, y como recordé de pronto todo lo que mi padre me había estado enseñando desde pequeño cuando entrabamos al bosque.

Le conté lo difícil que fue para mi al principio, recordarlo todo, superar el miedo para entrar yo solo al bosque y comenzar a cazar o al menos a intentarlo, porque al principio era pésimo con el cuchillo y ni hablar del viejo arco de mi padre, solo recolectaba e intentaba poner alguna que otra rustica trampa y como un día me encontré con una trampa perfecta que tenía atrapado a un conejo gordo y grande, no iba a tomarlo, solo tenía curiosidad, porque no sabía qué más personas se adentraban al bosque, pero una voz airada me detuvo cuándo me acercaba.

-Detente ladrón, eso es mío.

Mi sorpresa fue instantánea cuando reconocí su voz, era Ukyo la hija del amigo de mi padre, a la que le había perdido el rastro muchos meses antes, desde que nuestros padres murieron en la misma explosión, no sabía que ella supiera cazar, habíamos charlado en varias ocasiones y habíamos jugado cuando estábamos más chicos, pero realmente no éramos amigos, solo conocidos, porque me incomodaba mucho saber que en un futuro tendría que casarme con ella, me la presentaron cuando teníamos 5 y 6 años respectivamente y me dijeron que era mi prometida, nuestros padres lo habían acordado.

Luego de eso poco a poco nos convertimos en compañeros de caza, y después en amigos.

-Entonces… Ukyo es… bueno… ¿vas a casarte con ella si vuelves? – me pregunta con una extraña mirada deteniendo mi relato.

-No. Yo no voy a casarme nunca – contesto serio porqué es verdad, aunque tuviera la oportunidad de casarme por voluntad propia y ella con sus hermosos ojos avellanas fuera la elegida, ni aún así lo haría.

-Pienso lo mismo.

Comenta y entonces la expresión de su rostro cambia, se vuelve más cándido y empieza a hablarme de los distintos tipos de pan de cada distrito y de que ella es la encargada de decorar los pasteles en la panadería, eso yo ya lo sabía y por supuesto no se lo digo, no quiero parecer un acosador y cuando habla de su familia sus ojos se iluminan. Como tanto me gusta.

Parecemos un par de amigos y eso me gusta, pero al mismo tiempo me entristece, porque me hubiera gustado conocerla así cuando vivíamos en el distrito, cuando existía la posibilidad de que esto, lo que sea que es, se hubiera convertido en algo más, en una relación quizá, me habría fascinado llevarla al bosque y declararle mis sentimientos y esperar que su respuesta fuera positiva, pero eso jamás sucederá, porque solo ella volverá al distrito y yo nunca la llevare conmigo al bosque, ni la enseñare a usar el arco de mi padre, porqué estoy seguro que con la agilidad que ha demostrado estos días se le daría muy bien, y tampoco podré descubrir que es lo que realmente piensa de mí, porque todo esto, no es más que una farsa alentada por nuestros estilistas y nuestra escolta.

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Desde el primer día el centro ha estado repleto de vigilantes que nos observaban críticamente.

El tercer día ha llegado y es cuando tenemos que hacer la presentación ante ellos, donde se nos dará la calificación que determinará que tantos patrocinadores estarán dispuestos a darnos su apoyo.

Estoy nervioso y creo que ella también porqué aprieta mi mano con fuerza, poco a poco la sala donde estamos se va vaciando, hasta que quedamos solo ella y yo.

-Apunta al centro – me dice con una sonrisa cuando me llaman.

- Suerte - le digo con aprensión, preocupado por qué no me ha dicho que es lo que hará en su presentación y me gustaría saberlo para estar más tranquilo.

Es en el mismo centro de entrenamiento, pero han quitado las estaciones y solo han dejado en una pared alineadas todas la armas y aditamentos que podríamos necesitar para nuestra presentación, los vigilantes me dirigen una mirada corta y luego siguen platicando y bromeando mientras comen en lo alto, en ese palco, desde donde nos miraban desde el primer día, creo que están bastante borrachos a estas alturas y yo no se muy bien que hacer.

Así que me presento en voz alta y digo el número de mi distrito, guardan silencio unos momentos, me miran y asienten observándome, alentándome a proseguir.

Tomo varios cuchillos sopesándolos y me decido por tres, me pongo delante de la diana y lanzo el primer cuchillo, no da en el centro.

Las carcajadas generales me abochornan, pero decido que si falle es porque no había usado jamás estos cuchillos, nuevamente sopeso un cuchillo en la mano, sintiendo su peso y forma balanceándolo en mis dedos, me pongo en posición y esta vez doy en el blanco.

Me preparo de nuevo y rodando por el suelo lanzo el cuchillo de nuevo, doy en el centro, pero no me conformo, tomo rápidamente varios cuchillos más y desde distintas posiciones e incluso de espaldas los lanzo, dando en el blanco con todos y cada uno de ellos, sonrió presuntuoso, he dado un buen espectáculo, me giro a verlos con satisfacción y una furia helada me recorre las entrañas, no me han visto, están platicando y riendo como si nada, hartándose con comida y yo estoy furioso, porque de esto depende mi calificación.

No pienso, la sangre me hierve, tomo un cuchillo y lo lanzo con furia, clavando la manzana que tenía el lechón en el hocico a la pared con el cuchillo, que pasó zumbando a unos milímetros de la cara del vigilante en jefe.

Antes de que me digan cualquier cosa salgo echo una furia, y de pronto lo que acabo de hacer cae sobre mí como agua helada, ¿qué he hecho? Seguro ahora me darán una pésima calificación y mi plan de obtener patrocinadores se ha ido al caño, no puedo ni ver a Akane a los ojos, así que prácticamente corro al ascensor sin girarme a verla y la dejo ahí sola.


Akane

Ranma acaba de salir prácticamente corriendo de la sala de exhibición, no me miro ni por un instante, los nervios me clavan sus garras heladas, estoy de pie deseando correr detrás de él y preguntarle que paso cuando escucho que me llaman por mi nombre.

Es el momento de demostrar de lo que soy capaz.

Al momento de entrar noto que los vigilantes están discutiendo airadamente entre ellos en su elegante palco… no, no discuten, pero están agitados y hablan entre ellos casi a los gritos.

No me prestan atención así que carraspeo aclarando mi garganta, parada delante ellos y apretando el arco con las manos que he tomado hace unos momentos, siento el agradable peso del carcaj en mi espalda sintiéndome un poco más segura.

Uno a uno, dejan de hablar y comienzan a observarme con curiosidad, algunos levantan una ceja curiosos y condescendientes cuando ven el arco entre mis manos.

-Akane Tendo, distrito 12 – digo y espero alguna señal de su parte para comenzar con mi actuación.

Uno de ellos, el vigilante en jefe supongo, me dice que comience.

Me pongo en posición, observando las dianas frente a mí, una está cuarteada justo en el centro, como si hubieran clavando algo en ella con demasiada fuerza, tanto que la ha partido. Aprovechare eso.

Tomo una flecha y tenso el arco, adelanto un pie y ladeo un poco mi cadera, sostengo con fuerza la flecha y al momento en que libero mi respiración también suelto la flecha que va y se clava con fuerza justo en el centro de una diana.

Lanzo varias fechas más desde distintos ángulos y las clavo en el centro, dejo para el final la que esta dañada y usando toda mi concentración lanzo una última flecha en la diana con la grieta que no soporta más daño y se parte por la mitad, la flecha que lancé queda clavada en la pared.

La verdad eso ha sido impresionante, creo que no se habían dado cuenta que la diana ya estaba frágil y creen que ha sido solo el fuerte impacto de mi flecha lo que la ha partido. Y puedo notar su asombro.

-Puedes marcharte, – dice alguno de ellos y yo obedezco con las manos temblando.

Subo al ascensor todavía temblorosa no se que puntuación me den, pero espero que sea alta, la mirada y actitud tosca de Ranma cuando salió de su exhibición salta a mi memoria de nuevo y hace que la preocupación por él de nuevo se apodere de mí.

Cuando la puerta del ascensor se abre me recibe Tofu ansioso.

- ¿Y, como ha estado?

- Creo que bien, le contesto, pero con la mirada no dejo de buscar a mi chico de ojos azules por todas partes.

- Está en su habitación, - dice - no ha salido desde que llego.

Y sé que está preguntándome sutilmente que rayos le paso, pero no lo sé y me angustia no saberlo.

Estoy a punto de entrar a su habitación incluso si es a la fuerza cuando lo veo salir caminado al lado de Portia y me tranquiliza verlo un poco más relajado, sus ojos se cruzan con los míos y puedo notar cierto abatimiento en ellos, cielos, cuanto desearía que estuviéramos solos para ir y abrazarlo para consolarlo en mis brazos.

¿Qué demonios, paso durante su prueba?

- ¡Esto es emocionante! – chilla Hinako – siéntense, siéntense, en uno minutos empezara la transmisión – dice apresurándonos para que nos sentemos delante del proyector.

-No creo que estés muy contenta luego de que me den un cero – dice Ranma avergonzado y abatido.

- ¿¡Qué te den un qué?! – Gritamos todos a excepción de Portia y Ranma.

-Díselos cariño, ya no hay nada que puedas hacer.

Todos estamos en silencio mientras él nos cuenta lo que paso, como a causa de la furia lanzo aquel cuchillo al palco de los vigilantes y todo lo dijo completamente abatido.

-JAJAJAJA, - la carcajada de Tofu rompe el tenso silencio en el que estábamos sumidos – pagaría por haber estado ahí, - dice con una inmensa sonrisa – vaya chico, creo que empiezas a caerme bien – y se acerca a Ranma y le da unas palmadas en el hombro.

Ante esta acción Ranma luce confundido, pero un poco más tranquilo, como si un enorme peso se hubiera quitado de sus hombros.

-Tofu, basta no lo felicites por eso, podrían castigarlo por esa acción, - dice Hinako tensa y preocupada.

- ¿Cómo? – dice él, - ya lo han mandado a los juegos, no sé de que otra manera podrían castigarlo.

Y yo le sonrió tanto a Tofu como a él y me acerco para sentarme a su lado.

El himno del Capitolio resuena por la estancia acallando la conversación, y el rostro atractivo del presentador del programa que cubre todos los aspectos de los juegos del hambre, Taro, pero al que todos conocen como "Pantimedias Taro" por su extraña fascinación al usarlas como accesorio, empieza a hablar dándonos la bienvenida a todos los que estamos presentes observando.

Comienza a dar los números junto con una fotografía de cada uno de los tributos, como era obvio los tributos de los distrito1 y 2 obtienen las calificaciones más altas nueves y dieces, junto con los del 4, y una rara sorpresa del tributo del 11 Shinnosuke con sus impresionantes ojos azules, que obtiene un nueve. Los demás tributos de los distintos distritos obtienen variadas calificaciones desde el 5 hasta el 8.

-Del distrito 12 – dice el presentador y mi rostro aparece en televisión, - Akane Tendo con un… - pero se detiene unos segundos luciendo confundido – 10 – dice finalmente sonriente.

Cinna, Tofu, Portia y Hinako estallan en aplausos y felicitaciones y yo sonrió satisfecha, Ranma esta tenso a mi lado, observándome con curiosidad, pero luego de unos instantes sus labios se curvan en una sonrisa y también me felicita.

Las felicitaciones de nuestro equipo paran cuando Pantimedias Taro empieza a hablar de nuevo.

-También del distrito 12, Ranma Saotome, - la fotografía de Ranma aparece llenando la pantalla, sus impactantes ojos azules parecen peligrosos y su media sonrisa de petulancia es arrebatadora, - con una calificación de… - su rostro de desencaja por la sorpresa y sus ojos se abren inmensos, casi parece una caricatura – vaya esto es… Ranma Saotome ha obtenido un 11.

El silencio que nos invadía de nuevo se rompe por los gritos de emoción de Hinako, y las felicitaciones de todos nosotros, yo no dudaba de la capacidad de Ranma se lo impresionante que es con un cuchillo en las manos, pero él esta perplejo.

-Creí que me odiarían, que me darían la calificación más baja – dice sonando sincero.

-Pues debió haberles encantado, les fascina el espectáculo y que mejor que un chico furioso que no respeta ni a los vigilantes.

Él me observa con brillo en sus ojos, apretando mi mano, estábamos tomados de la mano y ni me he dado cuenta, le sonrió y lo abrazo sin poder contenerme.

-Tu ganaras Ranma, lo sé – le digo al oído, feliz y tranquila porque por unos minutos pensé que las oportunidades para él serían mucho más difíciles, pero mi confianza en que será él quien se corone ganador me devuelven la paz.

Se tensa y me aparta tomándome de los hombros con manos duras.

-No lo entiendes Akane, la única que ganara estos juegos eres tú y eres demasiado idiota para darte cuenta de nada. – Dice mirándome a los ojos con furia y se levanta, marchándose a su habitación cerrando la puerta con fuerza haciendo retumbar la mesilla que esta al lado de su puerta y tirando un delicado adorno de cristal que se rompe en pedazos, igual que mi corazón cuando me llamo idiota y me vio de esa manera, casi como si me odiara.

Continuara…

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Espero de todo corazón que les haya gustado este capítulo, me tome mi tiempo para escribirlo y espero que no haya estado tan mal.

Por cierto se que se me había pasado aclarar que muchos de los personajes seguirán siendo los mismos que en los libros de los juegos del hambre y que si coloco a algún personaje de Ranma algunas veces no será estrictamente necesario que sea familia como en el manga o el anime, espero esto no les parezca chocante o les moleste demasiado, pero es que hay ciertos personajes de los libros de LJH que me parecen entrañables y no quiero cambiarlos por nada del mundo, como Cinna por ejemplo o Portia que en esta historia está y seguirá teniendo más protagonismo que en los libros y películas.

Espero con ansias sus reviews, ya saben, los leo con mucho gusto y agradezco que se tomen el tiempo de escribirme, aunque sea unas cuantas palabras, claro que me encantan los comentarios largos, ¿A quién no?, pero ya saben denme su review corto o largo como gusten, ¡solo déjenmelo!… espero no haber sonado muy desesperada, jijjiji.

Y como siempre gracias por su comentario a:

Benani0125: ¡Cariña! ¡Pero claro que me acuerdo de ti querida Lili! Que bien que ya te hiciste una cuenta, así no te pierdes ninguna actualización de tus historias favoritas, chica lista. Que genial que te gusto el capi anterior, espero que este también haya sido de tu agrado, saludos enormes cariña y un bezaso.

Lucitachan: Que gusto me da saber que te alegro el día, se lo que se siente y es maravilloso que yo logre hacer lo mismo por ti, me haces muy feliz, y gracias de nuevo por decirme sublime, (inserte carita de enloquecida felicidad aquí), de ahora en adelante seré Doña sublime, mucho gusto, jeje.

Y por cierto gracias por tu corrección sobre el capítulo, en cuanto pueda lo corrijo, siempre y cuando no lo olvide, jejeje, pero te lo agradezco un montón y no dudes en corregirme cualquier otro error que veas, saludos enormes y besos chula.

SARITANIMELOVE: Hola, gracias te adoro, saludos.

Kaysachan: ¡Reina tu con las maravillas que escribes! Que gusto me da que te guste tanto la historia, estoy poniendo todo mi esfuerzo en ella y que alegra que te agrade.

No sabes el gusto que me fa que te hayas dado cuenta de la relación de Genma y de la mamá de Akane, en un futuro explicaré más esa historia cuando sea relevante, y sobre los tontuelos enamorados ojalá pronto se den cuenta que ambos se corresponden, ya estoy ansiosa por escribirlo, pero todavía no es el momento. Te regreso mucho amor virtual bella, muchos besos y un enorme abrazo, cuídate. *

Eso es todo por el momento, nos leemos en la próxima actualización, saludos inmensos mi gente bonita, se cuidan mucho, bye, bye.