Hermione llevaba horas intentando dormir, sin conseguirlo. No podía apartar de su mente su reencuentro con Malfoy, y ese remordimiento de conciencia por haber descargado su furia sobre él.

"Es Malfoy, se lo tenía bien merecido" se decía a sí misma, tratando de calmar su conciencia "Él siempre te insultó y te humilló de la peor manera durante años, así que, ¿estuvo bien, cierto?" volteó la almohada del otro lado. "Pero, te pidió perdón, ¿lo olvidaste? le recordaba esa fastidiosa vocecita en su cabeza.

Eso no importa…nunca más tendré qué volver a verlo se respondió, cubriéndose con las sábanas hasta la cabeza.


Después de una extenuante noche, donde Blaise hizo uso de sus innumerables contactos en el Ministerio, por fin tenía en sus manos el fruto de su búsqueda: dos carpetas repletas de información sobre la familia Granger. No podía evitar sentirse gustoso, pero al mismo tiempo frustrado por tener que leer todo eso en tiempo récord, y eliminar la información de relleno y darle a su desesperado amigo lo que quería.

Se adentró a su despecho privado y, sirviéndose una copa de whisky de fuego, se sentó en su sillón de cuero y se dispuso a su tarea.

-Interesante- dijo el moreno, al leer una parte de los documentos que llamó poderosamente su atención - Muy interesante -musitó, dando un trago a su copa.

Tras un largo rato, recibió una lechuza de parte de su amigo Malfoy, y con una sonrisa triunfal pudo anunciarle el éxito de su tarea, seleccionando cuidadosamente la información que daba,debido a cosas que prefería no decirle.


En el transcurso del dia, mientras la joven se encontraba laborando en el consultorio dental junto a su padre, su mente seguía pensando en los acontecimientos del día anterior y la culpa no dejaba de invadirla.

-Apurate, Hermione- se escuchó la voz de su padre, llamándola desde el interior de su consultorio.

-Ya voy- dijo la castaña, volviendo a la realidad. Tras echar un vistazo por la ventana, podría jurar que miro una conocida cabellera rubia.

-Debo estar volviéndome loca -se dijo a si misma, restándole importancia al asunto.

-¡Hermione! ¡Con un demonio!-gritó de nuevo, haciéndola tirar los papeles que llevaba en la mano.

"Con un movimiento de varita sería todo más sencillo,pero..."

Nuevamente se oyó un grito, y con nerviosismo comenzó a juntar todo del piso

-¿Porque tardas tanto? ¡Sabes que no me gusta esperar!- su padre le arrebató los papeles, mientras la miraba con evidente disgusto.

- Con mi varita sería más fácil...- masculló la joven y su padre la escuchó.

-¿Qué dijiste?

-Nada, yo solo...

-Parece que olvidas una cosa, bien ,te lo volveré a repetir: ¡La magia está prohibida en nuestra familia! ¡¿Entiendes?!

Ella asintió, tratando de no llorar y mostrarse débil frente a él. Se mordió la lengua para no decir lo que pensaba, pues sabía que sólo empeoraría las cosas.

"Sólo aguanta un poco más"


La noche los alcanzó, y solo ella regresó a casa, pues su padre se excusó diciendo que tenía otros asuntos que atender.

Llegó a casa ,abrazó a su madre mientras está terminaba de preparar la cena. Y sentado en una de las sillas del comedor, se encontraba la razón de soportar tanto sufrimiento cada dia.

Era un chico de diecisiete años, con cabello lacio castaño, ojos marrones, cejas pobladas ,contextura delgada y una mirada tierna pero ausente del mundo real que le rodeaba.

-¿Cómo estás, eh? - le abrazó cariñosamente ,aunque él la manoteó para que se quitará de encima.

Ella mostró su primera sonrisa del día y le dijo- Yo también te quiero- y le besó en la frente.

-Tu hermano no ha querido comer en toda la tarde, te está esperando para comer-dijo su madre, mientras meneaba el cucharón de la sopa.

-¡Ay , no te alimentan, ¿verdad?-dijo juguetonamente -Eso se resolverá pronto-le dijo y ambos se miraron con ternura.

-Claro que le doy de comer ,Hermione-reclamó su madre.

-Lo sé, sólo es una broma-dijo acariciando el cabello del chico.

Rieron un poco hasta que el timbre de la puerta sonó, tomándolos por sorpresa ,pues no esperaban a nadie a esa hora de la noche.

-Yo voy ,madre...tal vez sea Ginny.

Se apresuró a la puerta y al abrirla sus ojos se abrieron considerablemente y su mandíbula se desencajó al ver parado frente a ella a un rubio conocido, sosteniendo un ramo de flores y una caja que parecía un regalo.

Él sonreía como si no hubiera nada raro en esa peculiar escena – ¿Me vas a invitar a pasar?

- ¿Malfoy?- logró articular, y la sonrisa de él se enganchó aún más.

-¿Quien es ,cariño?-la voz de su madre se oyó tras ella. La chica ,roja como un tomate, trató de cerrar la puerta antes de que su madre se percatara de su presencia, pero el pie del joven se lo impidió

- No es nadie ,mamá...es...es número equivocado - al decir esto último se regaño a si misma por la tontería que acababa de decir.

- Pero, ¿de qué hablas, Hermione?- su madre miraba como su hija forcejeaba con la puerta y finalmente se acercó quitándola de la puerta-¿Quién es ? ¿Porque no quieres que vea?

-¡No es nadie importante!

-¡Hey! -reclamo el joven detrás de la puerta.

La Sra Granger abrió la puerta, pese a las negativas de su hija y tras analizar a su visitante esbozó una sonrisa – Pero, ¿quién es este jovencito tan guapo?

Malfoy, al oírla, se sintió halagado y le sonrió - Soy Draco Malfoy … su hija y yo fuimos compañeros de colegio hace años .

-Oh, ¿en verdad?- volteó hacia la joven- ¿Por qué no dijiste que vendría?

- No lo sabía- se defendió Hermione

-Pasa, pasa hijo- le invitó pese a la mala cara de su hija.

Él sonrió y con galantería extendió el ramo de flores hacia la señora Granger - Para usted ,madam

-Gracias ,hijo- olió las flores y se alejó contenta a buscar un jarrón donde ponerlas

-¿Qué estas haciendo aquí? - masculló la castaña en voz baja

Al rubio ni siquiera le dio tiempo de contestar, ya que la señora Granger regresó, con las flores en un florero y una sonrisa de oreja a oreja.

-Te quedas a cenar, ¿cierto?

Él miro a Hermione, quién le asesinaba con la mirada y luego respondió - Sería un placer acompañarlas.

Ahí se dio cuenta que si las miradas mataran ,él ya estaría bien muerto y enterrado.

-Muy bien , prepararé la mesa, ¿me acompañas, hija?

Dándole una última mirada asesina, Hermione siguió a su madre.

Estando en la cocina ,la señora Granger no pudo evitar preguntar - Tengo la impresión de que no te cae muy bien, ¿verdad?

-Nunca fuimos realmente amigos en el colegio...es un odioso.

- No puedes juzgar a alguien por como era en su juventud -dijo mientras ponía los cubiertos sobre la mesa-Tu padre, por ejemplo. Era una persona intachable, educada,amoroso y ...ahora -dijo con un deje de tristeza.

- Pero él es diferente,mamá...es un odioso elitista...no quiero que se burle de mi hermano.

-A mi me parece buena persona - dijo mirando como el joven observaba con curiosidad las fotografías de la familia que se encontraban en el pasillo.

- Se nota que no lo conoces -refutó terminando de poner los cubiertos.

Su madre negó con la cabeza - Anda, dile que venga a cenar.

De mala gana aceptó, y con paso lento se acercó a el .

-Puedes pasar ,Malfoy -le miró de arriba a abajo y antes de que él pudiera dar un paso, se interpuso en su camino y le habló con voz firme- Más vale que te compartes. No quiero burlas, ni comentarios estúpidos, ¿entendiste?

- Me ofende que lo dudes -le sonrió y se aproximó a la cocina, saludando a la señora Granger y al joven castaño ,quien sonreía y apilaba sus cubiertos .

Hermione esperaba que el hiciera un comentario referente al comportamiento de su hermano, pero esto no pasó, se dedicó a platicar con su madre sobre la condición de su hermano, ignorándola olímpicamente.

-Tal vez yo pueda ser de ayuda.

-¿De verdad? Sería espléndido.

-¡Claro! Es parte de mi profesión, después de todo- dijo llevándose un bocado a la boca.

-¿A que te dedicas?

- Soy medimago - dijo mirando a Hermione, esperando ver su reacción.

-¿Qué?- dijo la chica, casi ahogándose con su comida.

Su madre le miro extrañada, y su hermano sólo sonreía.

-¿Eres qué?

-Medimago

-¿Medimago?-preguntó sin poderlo creer

- Si

-¿Medimago?

El asintió, divertido al ver la cara de Hermione.

-¿Medimago?

-Asi es

-¿Medimago?

Su madre le lanzó una mirada reprobatoria, y le regaño por lo bajo.

-Lo siento, pero es que tú… ¿medimago?

-Granger ,esto ya no es divertido.

-Claro que no -secundo la señora - hija, discúlpate con el joven.

La chica la miro con cara de "No me hagas esto ,mamá ", pero el rubio tomo la palabra.

- No hace falta que se disculpe...entiendo que en el pasado mi comportamiento no fue el mejor y le resulte increíble que sea un medimago, pero es lo que soy y estoy orgulloso de ello-dijo solemne, y la chica le miró, sopesando sus palabras.

La cena transcurrió sin problema alguno,sólo la gryffindor miraba de vez en cuando hacia la puerta, con temor de que su padre pudiera llegar y causar problemas, sin embargo esto no ocurrió.

-Fue un placer conocerla,madam-se despidió Malfoy, besando la mano de su anfitriona y se disponía a irse, cuando escuchó la voz de Hermione.

-Malfoy

-Granger

Ambos se miraban con mil preguntas en la cabeza ,sin embargo la chica hablo primero .

-¿Qué pretendes?

-¿Disculpa?- dijo haciéndose el desentendido.

Ella suspiró -¿Cómo me encontraste?

Él se alzó de hombros- Tengo mis contactos .

La chica le miro con los ojos entrecerrados -Dime, ¿qué es lo que buscas? ¿Por qué te apareces en mi casa como si fuéramos amigos?

-Solo quiero disculparme- respondió con sinceridad.

Ella se negaba a ver algo bueno en él y replicó -Se que pretendes algo más...puedo sentirlo.

Él dio un paso hacia adelante- Si,busco algo más...me atrapaste - al decir esto, ella dio un paso hacia atrás, a la defensiva

- Si planeas dañar a Harry a través de mi,no lo lograrás...te lo advierto.

El se rió -¿Qué interés puedo tener en dañar al cara rajada?

- Si no es eso, ¿entonces qué es?

-Tú.

-¿Yo, qué?

-Mi interés... eres tú - dijo acercándose y acomodándole un mechón rebelde de cabello detrás de la oreja ,haciendo que se ruborizara y diera otro paso atrás.

-¿Qué?

-Es simple ,Granger...solo quiero- hizo una pausa buscando las palabras correctas.

-Molestarme-respondió ella.

-Si...digo, ¡No!

-¿Entonces?

-Conocerte-dijo mirándola a los ojos .

-¿Conocerme? Nos conocemos desde Hogwarts.

El comenzaba a exasperarse con ella, por no entender o no querer entender a lo que el se refería, y consigo mismo por no tomar el valor y decírselo de una vez por todas.

Nuevamente se acercó a ella y extendió su mano -¿Qué te parece si intentamos ser...amigos?

-¿Amigos, tú y yo? Creí que odiabas a los "sangre sucia".

El bufó -Eso fue hace mucho tiempo...eso no es en lo que yo creo ahora-a la mente le vinieron recuerdos de la guerra- la vida se encargó de enseñarme lo equivocado que estaba -bajó la mirada y continuó -¿Amigos?-dijo esperanzado.

Ella no quería dar su brazo a torcer, pero algo en su mirada la convenció, y estrechó su mano con la de él-Por ahora...seremos conocidos.

El sonrió- Esta bien, "conocidos".

Se soltaron las manos y tras despedirse, el joven tomo la caja que tanto la había intrigado desde el momento en que llegó.

-Lo olvidaba -le extendió el regalo.

Hermione sonrió, pensando que era para ella.

- Es para tu hermano...espero le guste -dijo alejándose y perdiéndose entre la negrura de la noche.

Ella se quedó de una pieza con el regalo en la mano y tras unos momentos entró a la casa.


¡Hola!

He vuelto después de años, espero aún les guste la historia.

Gracias a Anna de Wilde por la corrección de este capítulo

Y recuerden dejar un sensual comentario en el botoncito de abajo.

¡Nos leemos!