Las gafas malditas
Por Katou Yuu
Disclaimer: D. Gray –man pertenece a Katsura Hoshino, este fic ha sido escrito sin fines de lucro.
Llegó a casa tratando realmente en que hacer, ¿debería poner más empeño en sus estudios? era eso lo que lo había metido en esa situación, la verdad le importaba poco pero tampoco quería que la escuela se le hiciese eterna, con algo de pereza vio el cuestionario arrugado con la letra del Moyashi. Realmente era un idiota por invertir tiempo así en él.
Esa noche trato responder el cuestionario con ciertas respuestas dudosas de su parte.
- ¡Yuu! ¡das miedo! - Alma le miro horrorizado, esa mañana Kanda había llegado con unas ojeras algo marcadas - No estarías despierto hasta tarde haciendo cosas...
- ¡Tsk! deja de imaginarte cosas estúpidas Alma.
En cuanto vio a Allen puso la hoja arrugada sobre su mesa.
- lo terminaste - dijo el Moyashi viendo que todas las preguntas tenían al menos una línea como respuesta - no tenías que hacerlo en una noche - vio sus ojeras.
Kanda se molestó pues había puesto empeño. Sin embargo, le dieron ganas de tirar todo por la ventana cuando Allen le indicó que varias de sus respuestas estaban mal.
No era para sorprenderse, de alguna, manera sabía que sucedería.
-Al menos te has esforzado en responder, creo que es un. avance -Allen le sonrió y entonces de alguna manera sus esfuerzos parecieron rendir frutos.
Lavi de curioso se había acercado incrédulo de que Kanda hubiera respondido el cuestionario por completo.
-Vaya pelones que te echaste Yuu- dijo con una risita refiriéndose a una respuesta incorrecta. entonces la tranquilidad del salón se quebró.
- ¡¿Quien te ha pedido tu opinión maldito conejo?! Además, deja de llamarme así o te arranco la cabeza.
Allen supo que estaba a punto de presenciar una escena como la que la que había comenzado toda esta situación, se levantó dispuesto a intervenir para que Lavi no fuera ejecutado.
- Yuu cálmate- Alma había reaccionado a tiempo evitando la tragedia, de alguna manera Kanda simplemente se guardó su ira y fue a su asiento.
Allen de cierta manera comenzó a entender que no todos podían llamarle por su nombre de pila, más bien solo existían dos personas que lo hacían sin que hubiera consecuencia alguna: su abuelo y Alma.
Por alguna razón Kanda estuvo tranquilo el resto del día, incluso pensó que había un progreso notable y que por fin tomaría el camino del aprendizaje. Al menos así lo creyó hasta que le pidieron la tarea de literatura y él no se movió ni un centímetro.
- ¿tu tarea? - dijo mientras sostenía las del resto de la clase.
- ¿esperabas que la hiciera? Estaba con el estúpido cuestionario - se cruzó de brazos.
- debes cumplir con todo - dijo el Moyashi
Se encogió de hombros, sabía que ese gesto sacaba de quicio a Allen porque significaba que no le preocupaba el asunto.
- otro día, Moyashi - dijo y volvió a dibujar en su cuaderno.
Allen tuvo que respirar hondo, realmente le esperaba un largo camino para educar a Kanda Yuu.
La clase de gimnasia llego, todos fueron a los vestidores a cambiarse, Allen miro de reojo a Kanda que se cambiaba sin mucho apuro, al menos el japonés destacaba en las actividades donde tenía que utilizar su cuerpo y no su cabeza. Kanda noto que era observado y se encontró con la mirada del Moyashi, de inmediato le lanzo una mirada asesina para terminar con lo suyo. Alma pidió que le esperara mientras metía la cabeza rápidamente en la camisa.
Kanda no esperaba nunca, siempre parecía ansioso por ir a clase de deportes y era el primero en el gimnasio.
Allen lo vio irse reprobando su falta de cordialidad.
- lamento que tengas que lidiar con Yuu y su relación con los libros - le dijo Alma acercándose mientras trataba de ponerse la camiseta.
- cómo dejaron que llegara a ese punto - dijo Allen sin comprender por qué sus amigos no le ayudaban.
- creo que sabes por qué - dijo Alma sonriendo - pero no es mal tipo. Sigue con tu misión, sólo necesita un "regular" para salir de la escuela - lo palmeó en el hombro y caminó a la salida.
- Alma - dijo Allen haciéndolo voltear.
Él lo miró y lo invitó con los ojos a seguir.
- ¿hay algo que lo motive? ¿Algo que pueda usar para que ponga empeño en la escuela?
- ¿me preguntas si hay algo que puedas usar para extorsionarlo?
- ¡no! - dijo pero en realidad no le caería nada mal tener con qué amenazarlo.
Alma rio y Allen se arrepintió de preguntar. Él era su amigo, así que jamás se pondría de su lado.
- sigue así. Contestó el cuestionario que le diste, debes estar haciendo algo bien.
Allen suspiró y lo vio irse. Se frotó los ojos, las lentillas le picaban mucho y deseaba tener sus gafas pronto para no tener que usarlas nunca más.
Allen llego al gimnasio, el profesor sonó el silbato para que se pusieran en orden para comenzar con algunos ejercicios de calentamiento. Vio a Kanda que hacía equipo con Alma para estirarse, parecía que le iba a romper la espalda al pobre. Allen no tenía muchos problemas con los ejercicios su cuerpo estaba dotado de buena flexibilidad.
Una vez terminado el calentamiento decidieron comenzar con juego de baloncesto, Allen pensó que Kanda lucia algo amenazador con la bola en sus manos, pues los que integraban el equipo contrario ya estaban algo nerviosos, Allen los calmo diciendo que confiaran en sus habilidades, pues estaba seguro de que podría ganar.
El partido se tornó personal, parecía que él y Kanda eran los únicos que se movían. Era un duelo y se mantenían parejos.
Kanda estaba fastidiado, los compañeros que esperaban su turno no paraban de comentar lo bueno que era Allen para todo, lo bien que se veía sin gafas y las ganas que tenían de verlo ganar.
Estaba tan desconcentrado que lanzó la pelota a ciegas, rebotó en el aro y le dio en la cabeza al Moyashi.
Allen le miro apenado, Kanda no pudo contener una risita, el Moyashi no se había lastimado, pero Howard Link estaba escandalizado.
Allen le miro apenado, Kanda no pudo contener una risita, el Moyashi no se había lastimado, pero Howard Link estaba escandalizado.
- Estoy seguro de que no puede tener daño cerebral, su cabeza parece bastante dura- comento Kanda viendo como Link insistía en llevarlo a la enfermería.
- ¡¿Qué dijiste Bakanda?! - grito Allen, luego se calló al ver que había gritado eso frente a todos. Porque si bien Allen Walker era visto como un chico pacifico, correcto y confiable, era extraño que de repente se saliera de esa imagen.
- Lo que escuchaste Moyashi, cabeza dura- Kanda estaba jugando con la paciencia de Allen.
- no más dura que la tuya - dijo refiriéndose a sus problemas con el estudio.
- entonces no habrá problema si quiero abrírtela - dijo Kanda con molestia, había captado el mensaje - será fácil.
Link se puso entre ellos cuando vio que se comenzaban a acercar para pelear.
- basta! - dijo el profesor - los dos a las gradas, al terminar recogerán todo.
Allen suspiró, aunque por dentro estaba en pánico, nunca lo habían castigado, menos lo habían reprendido.
- lo siento profesor - dijo y fue a las gradas.
Kanda fue tras él y se sentó a su lado. Allen se levantó y se movió varios lugares lejos. Kanda lo siguió y volvió a su lado. Allen se levantó de nuevo y trató de alejarse hasta llegar al final, pero Kanda volvió a sentarse a centímetros de él.
-No sabes que es el espacio personal? - le pregunto Allen ya algo cansado.
- Las gradas son libres y puedo elegir donde sentarme - dijo Kanda tranquilamente, Allen se mordió el labio inferior, no quería sonar grosero y ser tan directo en decirle que se apartara.
- ¿Qué pretendes?
- Nada. Solo quiero ver al verdadero Moyashi - dijo con una sonrisa maliciosa, Allen sintió un escalofrió.
- ya te dije que soy Allen - dijo remarcando su nombre.
- me parece que te queda mejor "Moyashi"
- Bakanda - dijo Allen en voz baja
- qué? - dijo Kanda acercándose mucho esperando oírlo de nuevo.
- BAKANDA - su voz sonó decidida y clara, no había gritado pero su entonación mostraba lo enojado que estaba.
Kanda sonrió, se cruzó de brazos sin cambiar el gesto, incluso parecía satisfecho.
- deja de hacer esa cara - dijo desesperado, no entendía cómo funcionaba Kanda y por qué lo hacía tan feliz provocarlo
- ¿qué cara? Es la única que tengo.
- ¡deja de sonreír! ¡Das miedo! - dijo resistiendo las ganas de empujarlo.
Kanda dejo de hacerlo y miro serio al albino - ¿Tanto te pone nervioso, Moyashi?
- N-no es eso...- Allen no era capaz de decir que le inquietaba de alguna manera, Kanda siempre tenía esa cara seria e imperturbable sino era que estaba insultando y maldiciendo a alguien, nunca le había parecido amigable o del tipo que supiera como sonreír.
La clase se terminó, ambos tuvieron que recoger los balones y limpiar la cancha al terminar mientras los demás volvían a los vestidores. Allen no se creía que estuviera en esa situación, el trabajo no le parecía deshonroso, pero realizarlo bajo las condiciones de un 'castigo' era lo que no le agradaba. Miro a Kanda recoger los balones y colocarlos en la cesta despreocupadamente.
- ¿A que te referías con lo que dijiste hace un rato? - Kanda lo miro algo confuso, luego lo entendió.
-Simplemente me gustaría que te quitaras la máscara que tienes de niño bueno. Moyashi, quizás engañas a todos los demás, pero... a mi no.
- entonces crees que engaño a todos por comportarme en la escuela? - dijo Allen tomándolo por absurdo
- sí - dijo Kanda acercándose - creo que quieres gritar y enojarte con todos.
- no, sólo contigo, porque no dejas de molestarme y llamarme "Moyashi".
- dejaré de hacerlo cuando te muestres como eres - dijo Kanda sonriendo de nuevo.
Allen lo miró receloso.
Kanda termino de recoger todo, Allen no quiso seguir preguntándole más cosas a Kanda, pues era demasiado confuso para él, Kanda casi lo deja encerrado en el gimnasio.
Se dirigieron a los vestidores, estos estaban vacíos pues ya todos debían haberse marchado al salón a esperar la llegada de la siguiente clase.
Allen algo apresurado comenzó a cambiarse al notar que Kanda lo hacía sin la más mínima pena, bueno no debería tenerla eran chicos, pero lo que le incomodaba era que Kanda le había besado, había tratado de olvidarse de aquel suceso.
Miraba a Kanda y no creía que le gustaran los chicos. Tenía fama de rebelde, todas las chicas lo encontraban atractivo y ya había recibido varias declaraciones. Había tomado aquel beso como una forma de fastidiarlo y como no le daría el gusto, prefería olvidarlo.
- qué me ves? - dijo Kanda notando su mirada perdida
- nada - arrugó la frente - sólo me quedé pensando.
- en mí? -
- no, sólo estabas en el campo de visión - se decía a sí mismo que no debía perder la calma.
- te acuerdas del beso? Yo sí - Kanda se acercó - tal vez pensabas que quieres repetirlo - y dejó su rostro muy cerca
Allen estaba corriendo en círculos en su interior, pero por fuera le sostenía la mirada a Kanda
- No sé de qué hablas.
- Parece que quieres repetirlo- Kanda se acercó aún más, Allen quería retroceder, pero sus pies parecían pegados al piso.
- Para nada, además fue desagradable - dijo Allen mostrando cierto enojo - No me gustan los chicos, al menos no los que son como tú, que creen que pueden hacer lo que les venga en gana sin medir las consecuencias.
- Entonces te gustan más los tipos estirados de buen comportamiento como Howard Link? - dijo en un tono de burla, Allen se puso rojo - Pero que diría si viera que en el fondo no eres tan lindo y educado como dices ser?
Las piernas de Allen temblaban, quería apartar a Kanda, pero sentía que de alguna manera no podía contradecirlo, no era capaz de entender la extraña mezcla de emociones que le producía la presencia de Kanda ahora que lo tenía tan cerca.
-tu no me conoces, Link sí
- apuesto que nunca has sido grosero con él, no le has gritado y te la pasas sonriendo como bobo - dijo Kanda muy cerca de su oído - eso es lo que él conoce - yo sé que sólo vienes a la escuela y cumples con todo para que nadie te fastidie, veo como miras hacia el pizarrón fingiendo que pones atención, y que cuando algo no te gusta sonríes.
Allen sentía su aliento cálido y le producía cosquillas en la nuca.
- no es cierto - dijo haciendo puños, sabía que en parte tenía razón, pero no lo admitiría.
- también sé por qué la tomaste contra mí. El promedio del grupo no importa, tú quieres hacer lo que te plazca, como yo, pero no puedes - Kanda hablaba a unos centímetros de la boca de Allen - y obviamente me fastidias porque te gusto.
Lo último hizo que Allen le diera un puñetazo en el estómago.
Kanda se llevó una mano al estómago, miro con algo de enojo al Moyashi, pues le había dado con fuerza, aunque no debía sorprenderle esa reacción.
-Golpeas como niña Moyashi- esto enojo un poco más a Allen, lo empujo para salir de los vestidores tomando sus cosas.
Quizá se había pasado un poco, adema creer que podía gustarle al Moyashi era algo un poco fantasioso.
Termino de cambiarse y llego al salón, Allen desvió la mirada indignada al verle.
El resto del día no le prestó atención, ni siquiera lo miró y eso le molestaba. Si no tenía posibilidades, al menos quería tener su atención y aunque era un intercambio infantil, con eso le bastaba.
Al final de las clases, Allen se acercó y le entregó un cuaderno.
- las actividades de hoy - dijo cuando Kanda lo miró confundido
- tomé apuntes
- no son apuntes - dijo conteniendo el "idiota" en su boca - ayer hice algunos ejercicios y actividades que te servirán - dijo señalando el cuaderno que tenía postres en la portada.
- y no pudiste comprar una libreta normal? - dijo Kanda hojeándola.
- es la que tenía, malagradecido - soltó la última palabra con duda.
- nos quedaremos aquí o iremos a la biblioteca? - Kanda comenzaba a resignarse, después de todo tenía al Moyashi para él solo después de clase.
- ¿crees que vivo para arrearte? - dijo enojado tomando sus cosas - contéstalo en casa o aquí, yo tengo que irme.
Vio al Moyashi marcharse, quizás se había excedido un poco, miro de mala gana el cuestionario y entonces un fuerte trueno se escuchó, vio hacia la ventana, evidentemente el cielo se había oscurecido y el tiempo no pintaba nada bien. decidió entonces terminar de recoger sus cosas y marcharse.
Llego a la entrada y allí para su sorpresa estaba el Moyashi cerca del casillero, solo, la lluvia había comenzado a caer para su mala suerte.
- Pensé que ya te habías ido.
- Tenía que llevar algo a la sala de profesores- le respondió soltando un suspiro.
- ¿No trajiste paraguas? pensé que eras precavido - dijo con un tono burlón mientras buscaba en su casillero un suéter que pocas veces solía usar. Allen frunció el ceño.
- Si tanto te burlas es porque supongo que tu si viniste preparado- dijo Allen y Kanda se encogió de hombros y decidió avanzar a la salida - Espera! te vas a ir así
- Un poco de agua no me matara, además aun no llueve tan fuerte - dijo Kanda.
Allen quería decir algo, casi propone ir con él, pero le pareció una tontería siquiera pensarlo.
- tus cosas se mojarán - dijo Allen preocupado por los libros - espera! Llamaré para que alguien venga por mí, podemos pasar a dejarte.
- no seas miedoso, Moyashi, sólo es agua - dijo y le sonrió - si te atreves, te invito algo de la pastelería.
Allen estaba por correr a su lado.
Kanda no espero mucho por el Moyashi indeciso pues la lluvia no se iba a detener y solo iba a aumentar su intensidad.
Cuando sintió unos pasos detrás suyo casi se queda parado, volteo y vio al Moyashi que lo seguía.
- Mas te vale apresurarte Moyashi.
- ¡Espera no vayas tan rápido! - dijo al ver que Kanda aumentaba el ritmo.
Notas finales: por cierto por si quieren leer otra historia que publiqué esta la de San Valentín insensible ;)
