No soy dueño de ninguno de los elementos que aquí se mencionan o hago referencia, ellos pertenecen a sus respectivos dueños.
"Persona hablando".
'Persona pensando'.
"Entidad demoníaca hablando"
'Entidad demoníaca pensando'
Lamento la espera. No daré excusas pero algunos proyectos están siendo priorizados, por otra parte, tenía un pequeño bloqueo en cómo seguir escribiendo sin embargo, gracias a que me centré en otras cosas la inspiración regresó.
Ahora, una nota al margen. He actualizado mi perfil de Fanfiction, ahí encontrarán mi twitter y Discord, sí es que a alguno le interesa seguirme. Sin más, que pasen un buen día.
Tiempo de reseñas.
Stein-09: me alegra que te guste, espero quesera ver ion sea de tu agrado.
trollmemex: o haces que me sonroje. Y no te preocupes, puedes decir lo que quieras, me gusta leer las reseñas. El libro… bueno, no existe en el canon de Naruto o Fairy tail. Pero tiene su importancia en esta historia.
Elchabon: sí, ahora me siento más satisfecho con la pelea. Lucy y Naruto no tienen un pasado muy amplio pero tienen uno. El omake sin duda me encantó escribir. Gracias por tu comentario.
Isaac LB: No lo sé, aunque me gusta el estilo de pelea de Retsu. Naruto ya tiene uno especial. José es simplemente el villano cliché, así que no se puede esperar mucho de él. Por lo menos en el canon. ¿Más momentos fuera de pantalla? Bueno he pensado en unos pero tendrás que esperar.
Trevor12345: Oye, tranquilo viejo. XD. Trataré de no tardar tanto.
ArrowsToAthens:... Ok.
Madara1sensei2: Muchas gracias. Y sí, prácticamente todos los de Phantom son carne de cañón.
Skull Flame: Bueno, espero no decepcionarte.
mr fanfic saiyayin: Sí, un poco más adelante se verá más acción entre maestro y alumno.
Bueno, no son muchos. Pero los comentarios son muy apreciados. Gracias y espero que disfruten del siguiente capitulo.
Comienza
"No existe nada mejor que tomarse unas bien merecidas vacaciones de todo ese maldito papeleo" fue el comentario de una feliz mujer que miraba con singular alegría el vasto páramo de blanca nieve que se extendía frente a ella.
Se trataba de una hermosa señorita de cabello oscuro, casi negro y piel de alabastro. Vistiendo unicamente unos ajustados pantalones vaqueros de color azul, los cuales resaltaban sus turgentes curvas femeninas y asentuaban su trasero, una simple camisa de tirantes trataba con esfuerzo de contener el par de grandes pechos copa D que estiran la tela de color azul, dejando su plano vientre expuesto.
La mujer no se veía afectada por las bajas temperaturas o incluso por vestir con un atuendo tan revelador bajo una nevada, es más, se sentía en su elemento. Sentada en un cómodo sillón bajo la protección del techo de la entrada de su hogar, disfrutando de una dulce taza de chocolate caliente al tiempo que leía un viejo pero buen libro.
Sí, esto era vida.
Aunque al ver a su taza de 'La mejor Madre del mundo' la encontró peligrosamente vacía. No podía continuar con su lectura sin una buena dosis de cocoa caliente en su sistema, no cuando la lectura se ponía interesante.
"¡Cariño!" llamó, alzando solo un poco la voz para que el único otro ocupante de la pequeña residencia le escuchase "Mami necesita un poco de calor aquí" habló con voz cantarina.
"No" fue la única respuesta que recibió, un poco amortiguada por las paredes de madera, pero no por ello menos contundente.
"¿No? ¿Qué quieres decir con 'No'?" preguntó con verdadera extrañeza, sintiéndose confundida porque se le negó uno de sus pequeños placeres.
"¡Eso! Que no" a la respuesta le siguió el sonido de los pies golpeando la madera, la dama en la silla se movió un poco para ver detrás de su asiento a la persona que emergió de la puerta de entrada.
Se trataba de una niña de no más de doce años, corto cabello de color rosa que enmarcaba un lindo rostro de faciones delicadas y de grandes ojos verdes como esmeraldas. A diferencia de la mujer en el porche, ella usaba ropa más abrigadora bajo un mandil blanco que cubría toda su figura. La pelirrosa miró a la mujer con un pequeño ceño fruncido, usando un trapo para limpiarse las manos.
"La comida está casi lista, Mamá. No quiero que más chocolate arruine tu apetito".
"¿Ehh? Vamos, solo un poco más para terminar este capítulo" dijo la hermosa dama, agitando la taza a su hija, en su hermoso rostro unos ojos suplicantes y un labio que temblaba ligeramente. Un acto de ternura que le ganaría el favor de cualquier otra persona, hombre o mujer por igual.
Lamentablemente para ella, su hija parecía ser parte de ese selecto y exclusivo grupo de personas inmune a sus encantos. La joven de cabello rosa se cruzó de brazos, pronunciando su ceño un poco y entrecerrando sus ojos a la figura de su madre.
Con un suspiro, la mujer dejó caer su falsa cara de ternura, únicamente para que sin previo aviso mirase a la pelirrosa con unos ojos fríos como el clima que las rodeaba, témpanos de hielo capaces de estremecer al hombre más duro miraron un par de esmeraldas que no se inmutaron, manteniendo la mirada en claro desafío.
Ultear Milkovich soltó nuevamente un largo y pesado suspiro luego de darle la espalda a la pelirrosa, dejando su taza ahora vacía sobre la mesa junto a su libro, se cruzó de brazos y se acomodo enojada en su silla. Pero si alguien le prestara un poco más de atención, podrían ver la pequeña sonrisa que adornaba su angelical rostro.
Su hija estaba creciendo, ya no era la pequeña y asustada niña que encontró hace años en aquella ciudad en ruinas. Ahora se alzaba orgullosa, manteniendo la mirada dónde otros flaqueaban, sosteniendo su postura y su decisión. Ella estaba orgullosa de la mujer en la que se convertía su bebé.
"Bien, ya que no me vas a dar más chocolate, me veo obligada a no continuar leyendo… Ven, vamos a hablar" dijo la Ultear, señalando el sillón idéntico a su lado.
Meredy sonrió radiante ante su victoria, siguiendo la petición de su madre, tomó asiento a su derecha. Tenía unos buenos quince minutos antes de que la comida llegará a su punto de cocción, por lo que no vio nada de malo en pasar tiempo con su figura materna.
Las dos mujeres se quedaron calladas, ambas compartiendo un cómodo y agradable momento de silencio, siendo el sonido del viento llevando la nieve lo único que podía ser escuchado en este día.
"Es un lindo lugar" fue Meredy la que terminó por romper el silencio, frotando sus manos juntas antes de llevarlas a su boca y calentarlas con su aliento. Incluso con el clima helado de la montaña, fue un buen sitio, pequeño y agradable, con una ciudad a pie de la montaña.
Ultear asintió a las palabras de su hija adoptiva, este fue de hecho un hermoso hogar. Aún cuando no visitaba el lugar tanto como le gustaría. Pero fue idóneo para cuando ella quería alejarse de todo el ruido y monotonía del trabajo, para alejarse del mundo y por sobre todo; sentirse en casa.
"Dime, hija" la chica de cabello rosa miró a su madre con interés "¿Has pensado en lo que te dije?".
De inmediato la chica cambió su vista al suelo, perdiendo toda la seguridad que antes profesaba, "Yo...no lo se".
"Sabes, es un gran honor que te inviten" le dijo Ultear "No es común que el consejo de admisión mande a un representante únicamente para entregar una invitación".
"Escuche que lo hacen con cualquier chica noble" debatió la niña.
"Cierto" y la mujer no pudo estar más de acuerdo "Pero la diferencia radica en que tú no eres un noble o una niña adinerada, lo que significa que el consejo te reconoce como una hechicera, una joven promesa".
"Meredy ¿Sabes lo que significa estudiar en el colegio de magia de Invernalia? Con tan solo ser estudiante te garantiza estatus sobre otros magos, egresar te permite aplicar a cualquier trabajo en Ishgar...".
"...Y ser la mejor de la generación te puede dar un asiento en el supremo consejo de magia" término Meredy.
"Quisieras" dijo Ultear, soltando un bufido de diversión "La razón por la que llegue a tener un asiento en el consejo no fue únicamente por ser buena estudiante. No, Meredy; yo fui la mejor de los mejores de mi generación, supere a mis compañeras e incluso deje en ridículo a muchas de mis maestras. Me gradué con tantos honores que la Decana del colegio me recomendó personalmente para ocupar un puesto. Y no me hagas hablar sobre mi tesis" la voz de Ultear ganó un pequeño tono de arrogancia al final de su discurso. Sin embargo, Meredy no la podía culpar.
En el mundo existen genios y talentosos, hombres y mujeres que logran comprender las diversas artes Arcanas de la magia con una facilidad abrumadora o dominar otras ramas de la ciencia como la alquimia o el camino de la espada y la guerra. Y luego existen personas como su madre. Prodigios nacidos cada tanto capaces de lograr hazañas con las que la mayoría tan solo sueña y cuyo potencial es casi ilimitado.
Ultear notó casi de inmediato la duda en su hija, la pequeña pelirrosa era fácil de leer para la miembro del consejo de magia. La niña siempre hacía los mismos gestos cuando la inseguridad llegaba a ella; se mordía muy ligeramente el labio inferior derecho, sus ojos se estrechan y su mirada se pierde en el pensamiento, así mismo sus manos no se quedaban quietas, un pulgar se frotaba contra otro y viceversa.
Una reconfortante mano acarició la espalda de Meredy, la chica miró a su izquierda, a la mujer que la salvó hace tanto tiempo atrás. Ella le dedicaba una maternal sonrisa y unos ojos que no engañaban.
"No pienses ni por un segundo que intento alejarte de mi" Ultear interrumpió a Meredy cuando la niña trató de replicar "Se que lo haces, pero te juro que no. Lo único que deseo es que tengas las mismas oportunidades que yo".
"Sabes que no tengo mucho tiempo libre, ser parte del Consejo de magia es un trabajo de tiempo completo" dijo Ultear, en ocasiones ella misma se preguntaba por qué siquiera aceptó el asiento. Si, ser parte de la máxima autoridad en el mundo mágico sonaba glamuroso, el dinero tampoco estaba mal y el poder e influencia que conlleva el cargo fueron bien recibidos. Pero las responsabilidades eran abrumadoras, sin mencionar las toneladas de papeleo a los que se expone diariamente.
"No puedo enseñarte tanto como quisiera, solo mirame. Tarde casi seis meses para tomar vacaciones y solo me dieron seis días" gritó exasperada la mujer "Por eso quiero que estudies en el colegio de Invernalia, para que aproveches todo tu potencial".
Las palabras de aliento parecían ayudar a la chica, aún así se podía notar los restos de un dilema en sus ojos.
"Es solo… no quiero decepcionarte".
"¿Decepcionarme?".
La joven de cabello rosa asintió, sus ojos aún pegados al suelo "Yo… yo no se sí pueda ser como tú" dijo con pesar la joven de cabellera rosa "Ser la más hermosa e inteligente, la mejor en todo. Y es por eso que no se si quiero ir al colegio, no deseo manchar tu nombre o no cumplir con tus expectativas".
"Meredy, yo se que nunca seras como yo" la niña miró a su madre adoptiva, encontrándose con un rostro de amor y comprension, asi como un par de ojos que reflejaban nada pero una fe inquebrantable en ella "Por que se que tu seras mejor".
"P..Pero eso es imposible, tú eres la mejor" gritó incrédula la pequeña. Conmovida por las palabras de la mujer mayor, pero aún así incapaz de dar crédito a la confianza puesta en ella.
Una sonrisa de complicidad apareció en el rostro de Ultear, una sonrisa que la niña conocía bien, una que antecede a la revelación de alguna estratagema o jugada maestra de parte de la hija de Ur "Te contaré un pequeño secreto, Meredy" dijo Ultear, inclinándose un poco en su sofá, la chica menor la imito, acercándose lo más posible a su madre.
"¿Sabes por qué la Decana me recomendó ante el Consejo de magia?" antes de que la chica pudiera contestar, Ultear le respondió "No fue gracias a mis buenas notas o gran belleza, aunque admito que ayudó" reveló, su sonrisa agrandando un poco ante la sorpresa de su hija.
"No, la verdadera razón es que… " Meredy estaba casi al borde de su asiento, Ultear apenas conteniendo la risa al ver a la joven tan ansiosa "... Durante todos los años que estuve cursando en Invernalia; jamás descubrieron o pudieron siquiera comprobar que hacía trampa".
"...".
"...".
"...¿Que?".
La madre adoptiva ahogó una carcajada ante la cara de incredulidad de su pequeña "Es verdad, nadie con excepción de la Directora y ahora tú saben que soy una tramposa" confesó la joven mujer de cabello oscuro, cruzando las manos por detrás de su cabeza al tiempo que se recostaba confiada en su asiento. Ni siquiera la persona que pagó cada semestre por su educación conocía este secreto.
"Por favor, mamá. Sé que quiere ayudarme, pero no mientas" dijo Meredy, riendo un tanto nerviosa, como se le ocurre a su madre mentir con algo tan delicado únicamente para hacerle ganar confianza.
"No estoy mintiendo" le dijo Ultear "Es verdad que soy muy inteligente, también soy muy buena en la magia. Pero incluso yo tengo limites; no importa cuanto estudiará algunos temas que me enseñaban simplemente no los entendía".
Una sonrisa relajada brotó en la mujer mayor, recordando su vida de antes "Al igual que tu, no quería decepcionar a cierta persona muy querida para mi. Por esa razón, decidí que no importa como, yo sería la mejor estudiante en todo el colegio y lo haría por cualquier medio".
"Pero el día antes de poder graduarme la Directora me confrontó. Te lo juro, estaba completamente aterrada cuando me dijo que sabía cómo, cuándo y de qué manera conseguí hacer trampa, incluso tenía evidencia. En ese momento pensé que me iba a expulsar o algo peor. Pero contrario a todo lo que llegue a creer, ella me felicitó".
Meredy miró a su madre en completa incredulidad, se preguntaba qué clase de Rectora guiaba a las alumnas y maestras de uno de los más grandes y reconocidos colegios de magia en Ishgar.
"¿Sabes lo que me dijo?" por supuesto que su hija no lo sabía, pero Ultear espero a que la chica de cabello rosa negara con la cabeza "Me dijo; Estoy orgullosa de ver por fin a una estudiante esforzarse por cumplir sus metas´ Como sabrás, Invernalia aunque es una de las mejores escuelas del continente, debido a sus altos costos en la matrícula, entre otros muchos gastos" Ulter puso los ojos ante la cantidad de dinero que el Colegio pedía por estudiante "Tiene como estudiantes a niñas nobles, chicas que ya tienen resuelta su vida; su mayor aspiración es casarse con un joven rico".
"No significa que no tenga un alto nivel de enseñanza. De hecho me tope con varios genios en mis años de estudiante, pero como dije antes, la mayoría solo estudia por estatus".
"Se que tu me superaras, por que a diferencia de mi; no necesitas hacer trampa para sobresalir" Ultear le dio una mirada llena de orgullo a su hija adoptiva, una que calentó el corazón de la joven "Eres un genio nato, hija".
Un nudo se formó en la garganta de la pelirrosa, pequeñas lágrimas asomaron sus ojos de esmeralda. Era imposible no dejarse guiar por estos sentimientos que su madre expresaba, toda la confianza y pasión con la que Ultear la bañaba.
Sin embargo, su tierno momento de madre e hija fue interrumpido cuando la pelirrosa levantó la vista. Sus ojos mirando al nevado horizonte donde la nieve cayendo impedía ver más allá de un par de metros.
"Alguien viene...son 6 no, 7 personas".
Ultear sonrió ante la perspicacia de su niña. Si bien, ella había notado el grupo acercándose a su hogar cuando llegaron a la base de la montaña, el que su hija detectara al grupo era algo para elogiar.
El ruido de los cascos amortiguados por la nieve fue seguido del relincho de caballos; el sonido del metal chocando contra el metal llenó rápidamente el pequeño hogar con su carrera. Ultear salió de su asiento, caminando al encuentro al bajar un par de escalones y detenerse cuando sus dos pies libres de calzado tocaron la nieve, su hija espero bajo el techo, sus ojos entrecerrados ante cualquier sorpresa.
Lo primero que vieron fue un guerrero de brillante armadura, usando un casco con cuernos torcidos, detrás; tres caballeros con capas cubriendo sus cuerpos flanqueaban ambos lados de su líder. Todos montando caballos de color negro, los sementales soltando bufidos que se volvían vapor al contacto con el aire de la montaña.
Los siete se detuvieron, los 6 que flanqueaban al líder desmontaron primero, quedando de pie junto a sus caballos. Manteniendo quieto a sus animales únicamente por la correa. Todos se miraban idénticos, sus cascos sin temática alguna; cubrían toda su cabeza con solo un par de aberturas para los ojos, usaban una capa que cubría la mayor parte de sus cuerpos; incluso la altura era similar con pequeñas variantes.
Pero fueron la espada en su espalda lo que llamó la atención de Meredy; armas de gran tamaño y que sí recordaba bien, recibían el nombre de Claymore.
El líder desmontó al último, sus pies cubiertos por unas pesadas grebas golpearon con fuerza la nieve, su capa no era diferente a la de sus subordinados; igual de azul y bordes blancos como el escudo del consejo de magia que coronaba la tela.
"Ultear-sama" habló la persona tras el casco, hincando una rodilla en la nieve al estar en presencia de un miembro de alto nivel de la organización a la que sirve "Un mensaje urgente del Supremo consejo de magia".
Dicha mujer no pudo sino suspirar de molestia, no quería más que decirles que se largara de su propiedad y no la molestaran hasta que sus vacaciones terminaran. Pero no podía hacerlo, no cuando el Consejo de magia envío a sus guerreros de élite y no a un mensajero cualquiera, denotando el nivel de importancia del mensaje en sus manos.
Tomando el pergamino ofrecido, ella vio el sello intacto, asintiendo; levantó sus dedos índice y medio derecho, al instante las puntas se rodearon de un color morado y con un simple gesto en forma de Z, el sello se partió a la mitad, un sistema de seguridad que respondía únicamente a la firma mágica del destinatario.
"¿Qué ocurre, madre?" preguntó Meredy al tiempo que se acercaba.
"Toca esa espada y terminará en tu cuello" respondió sin parpadear Ultear al momento que el guerrero encapuchado llevaba su mano a la empuñadura de su claymore.
"Con todo el respeto, Ultear-sama. Este es un mensaje exclusivo para sus ojos" respondió con su voz amortiguada por el casco.
La hija de Ur bajo el pergamino, sus ojos más fríos que la tundra helada que los rodeaba "¿Acaso me estas diciendo como hacer mi trabajo?" preguntó con su tono frío la mujer.
"...No".
"¿No, que?".
"No, Ultear-sama".
"Eso pensé" dijo la mujer, volviendo su atención al mensaje "Respondiendo a tu pregunta, cariño. Al parecer, los gremios de Fairy tail y Phantom lord comenzaron una guerra".
"¿Guerra de gremios?" preguntó sorprendida la chica de cabellera rosada "Eso es imposible, cualquier pelea entre gremios legales está estrictamente prohibido; según el libro de regla del consejo. El artículo 7 sección 3 estipula que cualquier confrontación entre dos o más gremios bajo las leyes del consejo podrán ser sancionados y/o...".
"Lo se, hija" dijo Ultear cortando a su hija. La pelirrosa era una verdadera biblioteca de conocimientos, honestamente ella conocía las leyes y lineamientos del consejo pero sin duda su hija lo llevaba a otro nivel.
"Una mejor pregunta sería ¿por qué?" dijo Ultear al tiempo que posaba su mirada en el hincado soldado, en toda la carta (la cual fue simple proselitismo innecesario) no marcaban la razón del comienzo de este enfrentamiento.
"Dime ¿Cómo comenzó todo esto?" dijo, dando un ademán para que se levantara.
Asintiendo ante su superior, el soldado se puso en toda su impresionante altura de 1.80, tomó su casco antes de quitarlo de su cabeza y ponerlo bajo el brazo, siendo imitado de igual manera por los otros 6. Los ojos de Meredy se llenaron de sorpresa al contemplar los rostros de los soldados de élite; eran pálidos, de cabello idéntico de color rubio platinado y por supuesto, femeninos.
Todas mujeres hermosas y de rasgos delicados, manteniendo sus largas cabelleras en redes para que no estorbara con el yelmo. Aunque unas cuantas cicatrices marcaban algunos de los rostros de piel lechosa, una en especifico hizo a Meredy estremecerse, siendo la mujer que tenía una marca en su rostro similar a tres garras que pasaban por toda su cara; deformando a la mujer que miraba al frente con ojos carentes de alguna emocion.
"Según el informe preliminar, la batalla se originó a partir del ataque de Fairy tail a la sede principal de Phantom lord en Oak town" habló la lider de ojos dorados, su rostro estoico miraba a Ultear con nula emoción "Nuestra fuente indica que Fairy tail atacó luego de que Phantom lord bandalizara el gremio del primero".
Ultear frunció el ceño, conocía al tercer Maestro de Fairy tail y sabía que no importa que, el hombre no pondría a los miembros de su gremio en peligro sino fuera por una razón verdaderamente imperdonable. Así mismo, no importa los contactos que tengan las hadas, o el favor de las personas que lo respaldan, Makarov jamás se pondría en el ojo del consejo.
"¿Algún civil herido?".
La mujer de cabello de plata negó con la cabeza "Ningún tercero fue herido en la confrontación, algunos magos inconscientes pertenecientes a Phantom lord pero nada de seriedad" una de las subordinadas, la mujer que tenía la peor cicatriz, se acercó a la capitana, susurrando algo en el oído de su líder antes de regresar a su lugar junto a su caballo.
"Al parecer el Maestro Makarov fue derrotado por Jose Porla, lo que provocó la retirada de Fairy tail" la capitana transmitió la información que su segunda al mando le dieron recientemente.
Ahora Ultear estaba interesada, una batalla entre dos magos santos debería causar un gran daño colateral; sin mencionar que el que Makarov perdiera ante Jose le parecio dificil de creer, principalmente por que los dos ya se habían confrontado y el Maestro de Fairy tail salió como claro ganador.
"Meredy, prepara tus cosas, vamos a Era" dijo Ultear con voz de mando, de inmediato las siete miembros de élite cubrieron sus rostros con sus cascos y montaron a sus caballos. Las 7 simplemente se quedaron esperando la orden del miembro del consejo.
"¿C..como?" preguntó Meredy, siguiendo a su madre al interior del hogar, viendo como la mujer brillaba por un segundo antes de que la luz se apagara y revelara a Ultear vistiendo ropa más formal.
"Confia en mi, hija" le respondió Ultear, sonriendo antes de tomar un collar de plata con una piedra azul en forma de copo de nieve y ponérselo "Oh, y guarda un poco de comida extra para el viaje".
Meredy asintió, recordando que tenía el almuerzo al fuego. Ultear sonrió maternalmente a su hija en retirada antes de que sus ojos se posaran en la foto de dónde sacó el collar por un segundo, cerrando los ojos dio una pequeña oración y salió de casa para dar sus órdenes.
En la foto; una hermosa mujer idéntica a Ultear pero mayor; sonreía a la cámara con sus manos sobre las cabezas de dos niños. Uno pelinegro y el otro con un tono blanco, en medio una pequeña niña le dedicaba una verdadera sonrisa de alegría a la persona que tomó la foto.
[Fairy tail]
El gremio provisional de Fairy tail estaba en un completo caos; su fallido ataque a la sede de Phantom Lore los había dejado en una clara desventaja; sus magos corrían de punta a punta en el sótano que fungía de gremio, alistando munición, lacrimas, cualquier cosa que les ayudará a reducir la abismal diferencia de poder entre los gremios.
Con su Maestro debilitado y no sabiendo cuándo estará nuevamente al frente, las hadas perdieron gran parte de su poder y confianza. Phantom resultó ser sin duda un enemigo formidable, que no solo contaba con un número mayor de miembros en sus filas, sino que aún tenían al Maestro del gremio, Jose Porla. Sus magos clase S; Element Four, el Dragón de Hierro, Gajeel Redfox, el As de los fantasma y su antiguo amigo; Naruto Uzumaki.
Una situación completa y totalmente desfavorable.
Pero fue en la barra del bar que gran parte de la atención fue puesta, una joven rubia de ojos llorosos terminaba de relatar su encuentro con el responsable directo de su actual situación; así como confesar las razones que impulsó a sus padres a contratar a sus rivales y su posterior escape. A su alrededor, el grupo de amigos más cercano de la heredera Heartfilia, Gray, Happy, Erza y Sarada.
"Eso fue lo que pasó, mis padres fueron los que contrataron a Phantom lord para llevarme de regreso a casa " dijo una afligida Lucy, sus ojos pegados al suelo de madera, incapaz de ver a sus compañeros de gremio "Es por mi culpa que todo esto está pasando".
Pequeños sollozos escaparon de la rubia, un dolor en su pecho al enterarse de que por su culpa fue que sus amigos estaban siendo lastimados, que por ella Levy, Jet y Droy fueron golpeados, su gremio destruido y el Maestro herido de gravedad.
"Pero ¿Por qué quieren que te cases?" preguntó Gray.
"No lo se" ella dijo "Mis padres simplemente me lo dijeron el día de mi cumpleaños" incluso ahora, Lucy no le interesaba saber con quien sus padres la comprometieron "Creía que al escapar de casa ellos podrían entender..." Lucy se cubrió la cara con sus palmas, llorando aún más "...Pero todo lo que conseguí fue dañar a las personas que me importan".
"No es tu culpa" los presentes se giraron a ver a una conocida pelinegra sentada en el taburete a un lado de Lucy. Para sorpresa de más de uno, la chica puso una reconfortante mano sobre el hombro de la rubia, "Phantom siempre nos ha querido dañar, incluso antes de que el Maestro le pateara el trasero a Jose; ellos solo están usando su 'Misión' como excusa para atacarnos".
"Sí lo es" trato de hacerle ver la verdad, si no fuera por ella las enemistades quizás estarían ahí, pero sin llegar a dañar verdaderamente a alguien "Sí yo no hubiera llegado a Fairy tail, nada de esto estaría pasando".
Lucy miró a su alrededor, para su completa sorpresa, los rostros que le devolvieron la mirada no mostraron ningún tipo de reproche o furia contra ella. Solo simple y sincera preocupación.
"Lucy..." Sarada la interrumpió, sin importar las miradas de atención en los rostros de los reunidos en el sótano "...¿Quieres irte de Fairy tail?".
La pregunta sorprendio a todo mundo, aún más a Lucy que vio directo a los ojos negros de su amiga, la seriedad detras de esos lentes rojos, orbes que exigian la verdad y nada más que la verdad.
"Y...yo..." mordiendo su labio inferior, Lucy dejó que las lágrimas fluyeran por sus mejillas, "Yo quiero estar en Fairy tail, quiero estar con mis amigos".
"En ese caso te lo prometo" Sarada hizo que Lucy alzará su mano derecha, la pelinegra enganchando su mano con el de su amiga en un fuerte apretón "No permitiré que nadie te obligue a dejarnos, Fairy tail es tu casa y sus miembros tu familia; y como tu amiga, mientras me quede un latido en mi corazón, voy a protegerte. Esa Lucy es una promesa de una vida".
"¡Sniff! Sarada..." las lágrimas volvieron a escapar de Lucy, pero esta vez fueron de felicidad, la pelinegra contagiando a su amiga con su determinación. Lucy no pudo aguantar y envolvió a la pelinegra en un fuerte abrazo que ella correspondió con gusto.
"Cuenta conmigo, Lucy" la chica rubia vio a Happy cuando se separó de su amiga, el gato de Natsu se puso de pie sobre la barra. Hablando del pelirrosa, el chico estaba apenas despertando, atendido por Lisanna y Elfman en una de las mesas cercanas.
"Eso también va por mi" respondió Gray uniéndose a sus compañeros, sonriendo ante la pelinegra menor.
Uno a uno, los gritos de aprobación del resto del gremio se hicieron escuchar, desde Wakaba y Macao, Bisca, Alzak y Redus, cada miembro perteneciente a Fairy tail llenaron el gremio provisional con sus afirmaciones a cumplir la promesa de Sarada. Un poco lejos, aún intentando contactar con los magos más fuertes del gremio, Mirajane observó la interacción de la rubia y la joven Uzumaki, unas pocas lágrimas tratando de escapar al ver a la hermana de Naruto volver a actuar como hace dos años atrás.
"Que es todo ese ruido".
Mirajane se limpio las pocas lágrimas en sus mejillas ante la voz a su espalda, al girarse; se topó con la imagen de un rubio mago clase S reflejada en la lacrima de comunicación. Laxus miró con el ceño fruncido a la Straus mayor, sus ojos mostrando un ligero ceño fruncido junto a una mueca de molestia.
"Laxus, necesitamos tu ayuda".
El nieto del Maestro soltó un bufido de diversión, estirándose en su lugar como si la urgencia en la voz de la chica no fuera su problema "Oh, ¿Acaso el viejo ya estiro la pata?" preguntó con malicia, gozando ante los ojos de furia de la peliblanca.
"Esto es serio, Laxus. Estamos en guerra contra Phantom y necesitamos que vengas al gremio" viendo que su declaración no surtía efecto en el aburrido hombre la peliblanca continuó "El Maestro está herido, nos superan en número y no podemos contactar con Mystogan o Gildarts. Laxus, eres nuestra única esperanza".
"¿Eh? ¿Por qué debería ser yo el que limpie los desastres de ese vejestorio?" preguntó sordamente el hombre rubio, estirando aún más su ya presente sonrisa arrogante "Se sigue negando a darme el título de Maestro, así que a menos de que cambie de opinión, están solos".
Mirajane apretó los puños hasta que sus nudillos se pusieron blancos, incapaz de creer que este era el mismo joven que años atrás era su amigo y el de sus camaradas "Laxus.." reinando en su furia, Mirajane intentó ir por una vía que sabía que el nieto del Maestro le despertara el interés.
"...Naruto-ku-... Naruto está con Phantom" se corrigió la peliblanca.
Al instante, todo rastro de la actitud arrogante del rubio murió, su cara quedando en blanco mientras sus ojos se estrecharon peligrosamente. Notando el radical cambio del joven, Mirajane presionó "Él atacó a Levy, Jet y Droy. Venció a Erza y a Natsu" aún recibiendo el silencio del rubio, ella continuó "Tú y Erza podrían derrotar a Naruto sí trabajan-".
"No" dijo sencillamente el hombre, no alzando la voz o mostrando ira, simplemente una declaración.
"¿Cómo? Laxus, por favor. Deja tu orgullo de lado, tu familia te necesita ahora".
"Al parecer no me entendiste" el hombre adoptó una pose más seria, mirando a los ojos de la Demonio con fríos orbes, "Gildart, el viejo y yo somos los únicos que pueden pelear contra Uzumaki y sus trucos; eso es un hecho" declaró el joven.
"No te preocupes, Mirajane. Lucharé contra Naruto, voy a doblegar a ese idiota y lo obligare a que se una de nuevo" Mirajane estaba ilusionada, sin duda con Laxus respaldando al gremio tenian una gran posibilidad de ganar contra Phantom.
"Pero.." las palabras de Laxus silenciaron cualquier agradecimiento que la peliblanca quería expresar, los ojos de Mirajane se llenaron de terror al ver la enloquecida sonrisa en el rostro del nieto de Makarov, casi como si el joven a través de la lacrima hubiera estado esperando por demasiado tiempo este dulce momento "...Lo haré justo después de que ese traidor acabe con todos los débiles del gremio. Quién mejor para separar a la escoria de los fuertes, Naruto me ayudara a crear mi nuevo Fairy tail".
"Quien sobreviva a la guerra; puede unirse a mi gremio" dijo el rubio terminando la conversación, lanzó con su mano una sencilla explocion de rayos a la lacrima, iluminando el comunicador de Mirajane en un destello dorado antes de que la comunicación muriera.
Los hombros de Mirajane temblaban, sus ojos dejando escapar pequeñas lágrimas de furia, dientes apretados en un intento de no gritar su frustración, un pequeño hilo de sangre corría por sus puños cerrados y caía al suelo en pequeñas gotas rojas.
"¿Cómo es que él y el Maestro son familia?" preguntó en un susurro la peliblanca, como de mucho afecto al rubio la partida de su amigo que lo volvió un desgraciado sin corazón. Cómo pudo Laxus escupir en todas las enseñanzas, buenos momentos y amistad con sus hermanos de hermandad.
Pero en el fondo lo sabía, sabía porque el nieto del Maestro cambió radicalmente; y en su corazón, una parte de ella no podía culpar al joven Dreyar.
"¡Maldición!" rugió de furia Natsu una vez despertó, sus ojos llenos de furia y cabello erizado, el hijo de Igneel estaba completamente enloquecido al escuchar de Lissana y Elfman que ese bastardo canoso lo derrotó.
"Tranquilízate" le dijo Gray una vez el pelirrosa llego junto a ellos, Lisanna fue detrás de la barra y le preparó una bebida a su amigo para su dolor de cabeza post-derrota.
"No lo entiendo ¿Cómo me derrotó? Ese golpe ni me dolio" gritó Natsu, tomando y agradeciendo con un gesto las atenciones de la hermana de Mirajane.
Sarada estaba apunto de hacer un comentario sarcástico, quizás humillar al pelichicle por pensar siquiera que tenía una oportunidad contra su hermano. Pero al ver el rostro de preocupación de Lucy, la chica se mordió su afilada lengua y guardó silencio.
"No fue el golpe, Idiota" los ojos fueron directo a Gray, el mago de hielo acepto la bebida que Lisanna le ofrecio "Por eso fue que te dije que no respiraras, cuando toco tu nariz, te hizo respirar aire sin oxigeno".
"¡Esperen!" los ojos de Sarada se abrieron de golpe, mirando a Natsu con verdadera preocupación "¿Mi hermano te golpeó así?" para demostrar su punto, la pelinegra tocó suavemente su palma ahuecada contra el rostro de Lucy. La rubia parpadeó confundida pero no hablo pues su amiga se veía aterrada.
"¿Si?" respondió Natsu no muy seguro.
"Eres un idiota con suerte" respondió Sarada.
"¡¿Cómo me llamaste?!".
Ignorando al pelirrosa, Sarada vio un vaso de leche ser puesto por Lisanna, la peliblanca miro un segundo a los ojos negros de la chica antes de apartar la mirada, la hermana de Naruto la siguio aún cuando se fue a poner bebidas al resto de personas en la barra. Pero sus ojos no reflejaban reproche o enojo contra la menor de los Strauss, fue únicamente sorpresa al ver que la peliblanca recordaba que le gustaba la leche fría.
"¿Sarada?".
"¿Eh? Oh, cierto" respondió la Uzumaki a la preocupada Lucy, tomando un gran trago de su bebida antes de regresar a la conversacion "Dije que tienes suerte, idiota" antes de que el Dragon Slayer pudiera replicar, la pelinegra le gano "Por que la ultima vez que vi a mi hermano usando ese golpe, el pobre infeliz termino con los timpanos rebentados...".
"Eso es..." Lucy hizo una mueca.
"...Y la sangre se le escapó por la nariz y boca..." le interrumpió Sarada "...y le estallaron los ojos...literalmente".
"Diablos" Macao gritó desde su lugar, su amigo Wakaba tragó saliva un tanto nervioso.
"Sin embargo, sobrevivió...apenas".
Ahora, Natsu estaba un poco asustado, Sarada era muchas cosas, pero una mentirosa no era. Sí decía esas palabras era porque verdaderamente vio a Naruto dejar ciego y sordo a algún pobre diablo.
"Pero al parecer solo te hizo respirar un 10...quisas 8% de oxigeno, asi que unicamente te dejo inconsciente" Sarada terminó su vaso de leche, lamiendo el pequeño bigote blanco en su labio superior con una sonrisa "Sí te golpeara con un 6% entonces te dejará problemas mentales de por vida...pero en tu caso no habría alguna diferencia".
"Dejando eso de lado" dijo un nervioso Alzakc. Sabía que Naruto era una persona brutal, lo demostró en sus misiones juntos. Aún así prefería que la moral de su gremio no decayera aún más por lo que trató de cambiar de tema "Aún no logro entender por qué Naruto dejó ir a Lucy".
La pregunta puso en completo silencio a los magos reunidos, todos escucharon el relato de Lucy, de cómo ella se lanzó al vacío en un salto de fe y fue salvada por el mismo hombre responsable de destruir su hogar. Sin embargo, ninguno se atrevió a cuestionar la historia de la rubia, ya que Naruto podía ser sádico al querer cazarla.
"¿Acaso no es obvio?" la voz de Macao rápidamente atrajo la atención de sus compañeros, el hombre padre de Romeo tenía una mirada fría en sus ojos "Lo hizo para salvar su propio trasero".
"¿Cómo? ¿Por qué?" increpó Lisanna, mirando detrás de la barra a uno de los más viejos miembros de las Hadas.
"Solo piensenlo" alzó la voz "¿Qué pasaría si algo le ocurre a Levy?" Sarada entrecerró los ojos al hombre de cabello azul "Naruto utilizo la vida de Levy para obligarnos a pelear, sabía que intentariamos rescatarla y como ya no le sirve, se lo dio a Lucy para lavarse las manos".
"Macao tiene razón" habló Wakaba, su amigo de mucho tiempo tenía un punto válido y muchos magos estuvieron de acuerdo. No importa a que gremio pertenesca o cual era su pasado, Naruto seguía sujeto a las leyes del Supremo concejo de Magia y ellas penaban estrictamente el asesinato. El hombre exhaló una corriente de humo antes de negar "Ese maldito nos la jugó, Incluso usó al pobre Chopper para que hiciera su trabajo sucio".
Sarada apretó los dientes de furia, a nada de levantarse y golpear al hombre, a su amigo y a cualquiera que quisiera seguir difamando a su hermano, Naruto jamás utilizaría a una persona tan querida como lo es el reno. Por comentarios como ese fue que le pidió a su hermanito evitar pisar el gremio, él no soportaba los insultos como lo hace ella.
Una pesada mano enguantada se posó en su hombro antes de ponerse de pie. Parpadeando, Sarada miró la mano cubierta por armadura, siguió con la mirada el brazo hasta encontrarse con un par de ojos cansados.
"Sea cual sea la razón, no importa" hablo Titania apretando suavemente el hombro de la hermana de Naruto, de inmediato ganando la completa atención del gremio "Lo importante es que Levy estará bien. Tenemos que pensar en cómo defendernos de Phantom hasta que el Maestro se recupere".
"Es verdad" la voz de Gray le siguió, "Debemos prepararnos, Phantom no se va a quedar de brazos cruzados ahora que el Maestro está débil" frunciendo el ceño, el mago de hielo vio a la dirección de Mirajane y Cana "Al parecer, tanto Laxus como Mystogan no ayudarán".
"Nos enfrentamos a 6 magos clase S y un mago santo" Elfman habló por primera vez, llamando la atención al gigante hermano de la Demonio. En serio que las posibilidades no estaban jugando a su favor esta vez. "Incluso si derrotamos a los Element Four, estaremos cansados para cuando sea la hora de pelear contra el bastardo de metal y Jose".
"¿Y qué pasa con Naruto?" preguntó Cana con un pequeño ceño dirigido al peliblanco, Elfman hizo una mueca y no dijo nada. Muchos notaron su renuencia a pelear contra el Uzumaki. No por miedo y temor a perder, no, fue algo más personal.
"Yo me encargare de Naruto" gritó Natsu llamando la atención "Quiero una revancha, esta vez le ganaré" hablo con confianza, fuego en sus orbes de carbón.
"¡Suspiro! Supongo que mi hermano sí te dejo más idiota" hablo Sarada con una mueca "No puedes ganarle a Naruto, esa es la verdad y no puedes cambiarla".
Natsu no quería demostrarlo, pero perdió un poco de su espíritu de lucha, lo que decía la chica era verdad, su pequeño encuentro contra el hombre de cabellera cenicienta demostró la diferencia entre los dos. Aún así, no podía quedarse sentado y esperar a que alguien los salvará, tenía que luchar y sí debía enfrentarse a todo Phantom él solo, lo haría para defender su hogar.
"Pero..." las palabras de Sarada llamaron nuevamente su atención, el pelirrosa miró a la joven y vio una mirada en los ojos de color negro de la chica que hace tiempo no mostraba; una de confianza "...Sin duda le puedes patear el trasero a los magos clase S de Phantom".
Fue increíble escuchar tales palabras de la chica, cada miembro miraba a la joven Sarada con sorpresa. Al parecer, el secuestro de su nueva amiga consiguió fracturar un poco su frío exterior, dejando ver a la chica que siempre a amado su gremio.
"Después de todo, los magos de Phantom son carne de cañón, así que incluso un debilucho como tú podría ganarles" terminó la chica antes de beber su segundo vaso de leche.
...Bueno, algo es algo.
Gray soltó una pequeña risa por la broma de Sarada al igual que casi todos los magos del gremio, sin embargo aún tenían un problema llamando a la puerta "Odio admitirlo, pero Sarada tiene razón. El cerebro de llamas, Erza, Loki, Elfman y Lisanna son nuestros luchadores más fuertes" Gray quería incluir a Mirajane, pero la modelo del gremio había dejado claro su postura de no pelear.
El resto de los magos no se ofendieron ante las palabras de su amigo, conocían su fuerza y limitaciones. Pero hablando de poder bruto, los mencionados por Gray habían demostrado en más de una ocasión que podían enfrentar adversarios de alto calibre.
"No te vendas barato ice queen" una vena salto de la frente del mago de hielo, hace casi dos años que no había escuchado ese apodo y ahora la hermana del responsable de dárselo lo sacaba a flote "Tu y yo somos más fuerte que el idiota" dijo señalando a un molesto Natsu al tiempo que se levantaba de su asiento "Sin mencionar que sí hago equipo con Chopper, los dos podemos darle pelea a Erza" se limpiro la nariz, dando una pose de confianza "Sin duda le pateare el trasero a ese bastardo de tierra y a la loca del agua".
"Tú no pelearas".
Sarada parpadeo ante la contundente respuesta, completamente impactada; miró atrás a un rostro tan familiar pero que en esta ocasión le parecía extraño "¿D..de qué hablas, Erza?" preguntó la Uzumaki menor "Yo soy una de los más fuertes, tú lo sabes, me has entrenado. ¿Por qué no pelearía?"
"No estas lista".
"¿Que?".
"Lo que escuchaste" Erza se cruzó de brazos, apartando la mirada de los ojos confundidos y llenos de traición de la hermana de Naruto "No pelearas".
"¿P..pero por qué?" le exigió la pelinegra "He entrenado todos los dias, soy fuerte y mi magia puede rivalizar con la del idiota" ver como los ojos de Erza reflejaban tristeza solo aumento la irá en la pequeña "¡Voy a pelear por mi gremio!".
"Escuchame, Sarada" las manos de Erza se posaron en los temblorosos hombros de la menor, inclinándose un poco para estar cara a cara "Esto es completamente diferente al entrenamiento; puedes resultar herida o peor" antes de poder debatir, la pelirroja le pidió silencio "No sabemos qué tan lejos va a llegar Phantom por Lucy".
Los puños de Sarada estaban blancos con lo fuerte que los presionaba, sus ojos negros furiosos ante las palabras de Erza. Ella sabía que esto no era un juego, sabía lo que estaba en riesgo y le dolía que la mujer con la que compartió tanto desconfiara de su fuerza.
"Por favor" lágrimas de amargura rodaron por las mejillas de la pelinegra "No puedes solo dejarme atrás, necesito hacerlo, necesito mostrarle a mi hermano que ya no soy débil".
La pelirroja sabía que la chica era fuerte, que su habilidad fácilmente le daría una oportunidad para tomar el examen de clase S. Pero no podía arriesgarse, la chica aún era inexperta en la pelea, impulsiva y demasiado confiada.
"Lo siento" Erza aparto la mirada de Sarada, ojos cerrados para no ver el dolor en esos orbes negros "Sí algo te llega a pasar, yo-".
¡Pum!
"¡Erza!" gritó Mirajane, sus manos cubriendo su boca en una combinación de sorpresa y horror. Algo que reflejaba completamente el sock general del gremio.
Un tarro de vidrio se rompió sobre la cabeza de la derribada Titania, manchando su hermoso cabello escarlata cuando su espalda chocó abruptamente contra la barra de madera, su mejilla derecha roja, Erza levantó la mirada a la responsable y no pudo evitar que su corazón diera un vuelco al contemplar un par de ojos llenos de odio.
"Eres como todos" la niña ya no estaba tratando de ocultarlo, dejo que las lágrimas fluyeran como un río "¡Igual que todos! Crees que no puedo hacer nada, que necesito que me defiendan".
"¡Pobre Sarada, la dejó su hermano!" fingió la voz la Uzumaki menor.
"¿Quien la va a cuidar ahora que Naruto se fue?" Reedus hizo una mueca.
"Dejemos las misiones fáciles para Sarada" Mirajane apartó la mirada junto a su hermana.
"No hay que hablar de Naruto".
"Ella está sola".
"¡No necesito su maldita lastima!" les gritó Sarada.
Mirando a Erza otra vez, la pelirroja podría jurar haber visto los ojos de la hermana de Naruto parpadear en rojo por un instante "Al final eres como todos, tú solo me tenias lástima" dándole la espalda, Sarada miro al suelo "Pero por lo menos ellos no fingieron creer en mí".
"Sarada" Lucy gritó el nombre de la chica cuando ésta le pasó de largo, corriendo fuera del gremio provisional. La rubia vio a sus amigos de pie, incapaces de alzar los ojos mientras que otros se cubrían la cara de vergüenza. No obstante su preocupación fue mayor que su curiosidad, se levantó de su asiento y fue corriendo tras la pelinegra.
Mirajane fue corriendo a Erza, pero cuando la peliblanca trató de ayudarla a ponerse de pie, la pelirroja la apartó, no bruscamente, fue más una simple mirada a sus ojos ligeramente húmedos.
"E..Erza..".
"Todos esten atentos" la pelirroja silencio cualquier conversación en el gremio y las palabras de Mirajane, el cabello rojo y manchado oscureciendo los ojos de Erza que con un paso casi monótono camino a la puerta que lleva a las duchas comunitarias "Phantom puede atacar en cualquier momento" sin más que decir abrió la puerta y entró; lo último que los magos escucharon, fue el click del seguro.
Fin del capítulo 4
