DISCLAIMER: Los personajes de InuYasha no me pertenecen, son propiedad intelectual de Rumiko Takahashi. La obra es mía, escrita sólo con el fin de entretener – a ustedes y a mí. Sin fines de lucro. Este fic es un regalo de cumpleaños atrasado para DAIKRA (L)


— Aves del Sengoku —


— IV —

— Sobre la separación y la soledad —


—¡Kagome! ¡Shippō! ¡Kirara! ¡Alguien!

InuYasha bufó fastidiado, sentándose en una de las raíces blancas del árbol más cercano, se sentía agotado. Sin embargo, no podía desistir, ni siquiera darse un descanso sin antes saber qué estaba pasando y salir de esa situación. Volvió a mirar en la espesura, pero no era capaz de sentir el aroma de ninguno de sus amigos. Negó con un gesto, intentando espantar la somnolencia que comenzaba a caer sobre él, cuando de pronto un ave de oscuro plumaje aterrizó frente a él y lo miró, los ojos negros clavándose en los dorados con determinación.

»Te sientes solo y estás cansado, ¿verdad? Deberías descansar. Tus amigos estarán mejor sin ti, después de todo, sólo les causas problemas… Aún no logras tomar una decisión, tu corazón vacila y está lleno de dudas e incertidumbre. No puedes serle leal a tus promesas, ni siquiera puedes serlo con tus sentimientos. ¿Acaso existe algo que se pueda rescatar de tu maltratado corazón?«

El hanyō levantó la mirada para observar a todos sus amigos alejarse sin siquiera mirarlo, incluso Kikyō estaba yéndose con ellos…

—¡No, esperen! ¿A dónde van? ¡No me dejen aquí!

Intentó alcanzarlos, pero la imagen desapareció antes de que pudiera lograrlo. Cayó de rodillas con el pecho apretado, un sentimiento desolador creciendo con rapidez en su pecho.

—¿Por qué lo hiciste, InuYasha? Yo confiaba en ti…

Se volteó al escuchar la voz de Kagome, rota. Estiró su mano para tocarla pero le fue imposible alcanzarla, la imagen iba alejándose rápidamente, del mismo modo en el que lo habían hecho sus amigos y Kikyō.

—Kagome, yo no… no hice nada. Por favor, no te vayas… ¡No me dejes solo!

»¿Soledad? ¿A eso le temes? ¿Y tu deseo de ser un yōkai completo? ¿Dónde está esa sed de sangre y poder, el anhelo por respeto, el deseo de ser el más fuerte? Los humanos son sólo una carga para ti… incluso ese kitsune y la nekomata… ¿no es así?«

—Te equivocas… ellos no son una carga…

»Puedo verlo en tu corazón. El monje morirá pronto, la exterminadora está demasiado rota, el kitsune no tiene ninguna habilidad que te sea útil, la nekomata no es leal a ti, y la sacerdotisa ya ha sufrido mucho por tu culpa. Tanto tú como ellos, estarían mejor estando separados. Vamos, admítelo. Será mucho más fácil si te dejas llevar por la soledad…«

InuYasha bajó la mirada, sintiendo el vacío apoderarse de su interior. Quizá ese espíritu tenía razón y lo mejor era rendirse para no seguir lastimando o poniendo en peligro a sus amigos.


Dejó de caminar cuando se dio cuenta de que lo hacía en círculos, volviendo siempre al mismo árbol de raíces blancas. Exhaló pesado, sentándose ahí para mirar sus pies, intentando buscar una salida a su problema.

—InuYasha no debe estar muy lejos… Tal vez si grito…

»¿Optimista? Creo que eso no te será de ayuda, el hanyō no va a escucharte. Tampoco te está buscando, porque eres una carga para él. Siempre debe rescatarte, no puede luchar con libertad por tener que cuidarte, no eres de ninguna ayuda para tu grupo…«

El ave de oscuro plumaje y ojos negros ladeó la cabeza, observándola con cierta gracia en su mirada. Kagome miró sus pies, sintiendo las lágrimas arremolinarse en sus ojos ante esas palabras. Ella sabía que muchas veces, InuYasha no podía concentrarse por completo en las batallas porque estaba cuidando de ella, y eso era claramente una desventaja.

—Pero mis habilidades espirituales han mejorado, además los ayudo a encontrar los fragmentos…

»Oh, entonces sólo te están usando para eso. ¿Has pensado en lo que ocurriría si no tuvieses esas habilidades? No eres más que un estorbo, y no sólo para el hanyō… todos los demás siempre están pendientes de tu seguridad porque no eres capaz de cuidarte sola. Los pones en riesgo, queriendo salvar a todos a pesar de que quien termina haciéndolo no eres tú… "eres demasiado buena".«

—Y-Yo… supongo que tienes razón. Nunca pienso en las consecuencias, soy imprudente y mis amigos suelen ponerse en riesgo por mi culpa… si tan sólo pudiera pelear mejor…

»Pero no puedes, eres una simple humana. Lo mejor será que le ahorres disgustos a tus compañeros y te quedes aquí, donde nadie resultará herido por tu culpa…«

La azabache cerró los ojos, dejando escapar las lágrimas, pensando que el ave tenía razón, ella sólo exponía a sus amigos a peligros innecesarios. Quizá lo mejor era quedarse ahí para siempre.


—¡Hōshi-sama! ¡¿Dónde está?! ¡Hōshi-sama!

La voz de Sango causó eco contra la corteza de los árboles que la rodeaban, haciéndola sentir como atrapada dentro de una burbuja. Inhaló profundo, tratando de calmarse mientras aún sostenía al ave entre sus manos. Decidió terminar su labor, sentándose entre las raíces blancas del árbol que se encontraba a su lado y volviendo a buscar los ungüentos que necesitaba para curar al polluelo. Realizó la labor con delicadeza, a pesar de que por dentro el terror la consumía. Cuando terminó de atender al ave, ésta se incorporó sacudiendo la cabeza, pio brevemente y saltó desde su regazo al suelo, para abrir sus alas con demasiada facilidad, algo que extrañó a la castaña porque acababa de curar una herida justo ahí. Para su sorpresa, tras agitarlas un par de veces, el polluelo se transformó en un ave con plumas oscuras y ojos negros que se clavaron en ella.

»Gracias por curarme, lástima que no puedas hacer lo mismo con tus seres queridos. ¿La muerte no sería una mejor opción? Tu hermano se volvería loco si recupera sus recuerdos, y eso no es algo que tú puedas impedir. Y el monje, apesta a veneno, hasta yo puedo sentirlo. Y no hay forma en que puedas sanarlos, tu presencia sólo los hiere más. ¿No sería mejor si los dejas descansar en paz?«

—No es cierto, si logramos derrotar a Naraku, ellos…

»¿Se salvarán? El pasado no se puede cambiar, y tu hermano está condenado por sus actos. ¿Puedes, acaso, borrar sus crímenes? Y verte sólo le recuerda todo el daño que causó, tu presencia lo hiere. Por otro lado, nada te asegura que el veneno desaparezca del cuerpo del monje cuando la maldición termine. Su vida no será larga, pero su angustia crecerá día a día al saber que tendrá que dejarte sola más temprano que tarde. Tu muerte sería lo único que podría librarlos de esos tormentos. ¿No sería lo mejor para todos?«

Sango presionó sus puños con fuerza, sabía que había mucha verdad detrás de esas palabras, a pesar de que ella deseaba intentar cambiar ese panorama.

—Puedo intentar acabar con sus tormentos de otra forma. No permitiré que la vida vuelva a golpearme tan bajo.

»Sólo vas a alargar su sufrimiento y lograrás terminar hecha pedazos. Créeme, lo mejor es que dejes que sus caminos se separen, para siempre. Es la única forma.«

Sintió las lágrimas caer por sus mejillas mientras el miedo a no cumplir su cometido crecía a una velocidad inimaginable dentro de su pecho. Negó con brusquedad, ella no podía ser tan egoísta como para aferrarse a ese deseo, era consciente de ello.


Miró con detenimiento el lugar, ni siquiera hizo el intento de salir de ese claro o gritar, estaba seguro de que nada de eso sería útil en esos momentos. Soltó un suspiro, no sabía por donde comenzar a buscar una respuesta o solución, apenas entendía lo que estaba ocurriendo. Tomó asiento en las raíces blancas del árbol más grande que había ahí y volvió a examinar el lugar, intentando descubrir algo que le diera alguna pista o indicio de cómo acabar con esa situación.

—Ah, esto se ve bastante desalentador.

Su voz atrajo hacia él un ave de plumaje oscuro, ojos negros que llegó dando saltos y mirándolo de forma aguda, el largo pico parecía esbozar una sonrisa.

»¿Lo admites abiertamente? Eso no lo esperaba. Pero quizá sea mejor así, ¿no lo crees? No necesitas que tus compañeros sufran por ti. Tu cuerpo apesta a veneno, debe quedarte poco de vida y es probable que no puedas luchar al mismo ritmo que los demás… rendirte sería lo más beneficioso para todos.«

Miroku negó con un gesto, las palabras no eran una revelación, sino más bien pensamientos que rondaban constantemente su cabeza.

—La idea ha cruzado mi mente más de una vez, debo admitirlo. Pero eso no sería precisamente bueno para todos.

»Oh, lo dices por la exterminadora… pero ella está tan rota y ha perdido tanto… ¿dejarás que vuelva a sufrir una muerte más en su vida sólo porque temes alejarte? Eso es un deseo bastante egoísta… Si te alejas ahora, seguro ella se sentirá triste, pero es fuerte. Seguirá adelante y encontrará la felicidad. Lo sabes, sólo eres demasiado cobarde para tomar la decisión.«

—La felicidad… —Hizo una mueca, él sabía que Sango no soportaría su muerte, así como él tampoco podría soportar que algo le ocurriera a ella. Sin embargo, ella le había dicho que no sería feliz si él se alejaba. —Esta decisión no me corresponde a mí.

»¿Estás dispuesto a hacerla sufrir sólo para respetar su decisión? Eso no me parece muy sensato. ¿Nunca has pensado en cuánto se va a arrepentir después? Y tu alma tampoco descansará en paz si la dejas tan destrozada. La única forma en la que puedes evitar que ambos sufran, es rindiéndote, así también evitas que todo tu grupo te vea morir. Este bosque no es tan malo para pasar el resto de tus días…«

El monje esbozó una triste sonrisa, el miedo a ser el causante del dolor de Sango se hizo demasiado presente en su pecho, porque él sabía que ella nunca iba a superarlo del todo. Quizá romperle el corazón, abandonarla para que buscara un futuro junto a alguien más, era una idea menos egoísta. Cerró los ojos, entregándose a la innegable verdad de su existencia, después de todo, toda su vida se había mentalizado para morir. ¿Qué importaba si lo hacía en esos momentos?


¿Hola? Y aquí aparición el angst... no puedo evitar el drama, y la idea original no era ésta, pero bueno... hay que ver que hay muchos miedos en sus corazones y el espíritu del bosque quiere poner a prueba sus verdaderos sentimientos. ¿Cómo van a lograr salir de esa desesperación? Descúbranlo en el próximo capítulo, que será pronto. Así que espero no causar tanta espera xDD

Agradecimientos como siempre a DAIKRA por su hermoso review ashdgshdfgjfads fue maravillosoooooo, y a Nuez por su beteo (L) Son amor las dos.

Hasta aquí por ahora, quizá logre algo más antes de irme a dormir, nadie lo sabe xd

Yumi~