Arriba el amor.
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RinMakoto. Shinonome está cambiando poco a poco, con el pasar de los días eso irá mejorando. A veces verla avergonzada me gusta, cambiar ese semblante serio que tiene me hace quererla más jaja.
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El Redentor 777. Las cosas van de a poco, aunque con el pasar del tiempo se sabrán las cosas. Esas dos no tienen solución. No te preocupes, meteré algo de esos dos, como diría el genio de la lámpara, sus deseos son ordenes jaja.
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Sin más, comencemos…
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La clase de educación física terminó sin ningún problema, nadie murió en el acto, sin embargo, todos terminaron con bastante cansancio, Yasmina tuvo que ser llevado por Joan al interior de la escuela porque había terminado bastante mal.
- ¿Por qué pesas tanto?
- Mami… soy Daisuke… ya no haré travesuras.
- Parece que alguien no aguanta tanto – río el hondureño viendo como su amigo mexicano sufría en parte llevando al peli rosa a la enfermería.
- Este idiota quien sabe que come.
Después de eso, las clases normales siguieron, nada fuera de lo común, siendo que tanto algunos saldrían a disfrutar la tarde después de la escuela.
- ¿Irán al centro comercial? – preguntó Ramón a su mejor amigo el cual estaba con su pareja peli roja.
- No lo digas tan alto, que no queremos que se arme un escándalo, ya sabes cómo son de chismosos aquí.
- Sí, recuerdas cuando en Honduras una chica había tenido relaciones con un compañero de nuestra clase y al final, como todos eran unos compañeros, terminamos de enterarnos todos
- ¿En serio?
- Sí – el peli azul miró a su amigo – es un favor que necesito Ramón.
- ¿Qué es Yukio?
- Pues que quiero que nos acompañes al centro comercial, aunque solo sea para disimular.
- ¿Y eso?
- Porque es que, si vamos solos y nos encuentran algunos en el centro, la que se nos puedes armar, por eso.
- Bueno, el juego de la Champions es hasta más tarde, así que no miro ningún problema – con eso, el peli negro acompañó a la pareja conformada por Yukio y Kurashiki hasta el dichoso centro comercial.
Tal parece, como le había comentado su amigo peli azul, él y Kurashiki querían tener una cita calmada, pero sabiendo lo populares que eran, sería un gran escándalo en la escuela, muchas chicas se quedarían decepcionadas de que el peli azul quedara con una de las chicas más populares como lo era la peli roja.
Durante el camino no pasó nada interesante, salvo que se encontraron con cierta periodista la cual quedó extrañada al ver al trio.
- ¿Ayaka?
- Ramón-san, ¿Qué haces con Murakami-Senpai y Kurashiki-Senpai?
- Bueno, no querían ir solos a esa cita que tendrán, así que solo los acompañaré hasta donde tendrán su cita y me iré por ahí – suspiró e hondureño.
- Que casualidad, yo también iba hacia allá – dijo la peli verde - ¿puedo ir con ustedes?
- No tengo problemas, puedes venir libremente – con eso, la periodista se unió al grupo y solo se dirigieron hacia el centro comercial.
Un poco más allá, Tsubasa, Nozaki, Tomoe y Shinonome venían hablando un poco sobre varios temas.
- ¿Entonces se imaginan que pudiéramos hacer eso?
- Arihara, no me imagino que tuvieras ese sueño tan extraño – decía la peli azul.
- No miento, es cierto, soñé que nosotras formábamos un grupo Idol y que teníamos mucho éxito, es más, se formaron otros dos grupos, uno de unas chicas de primer año y otro lo formaban varias de nuestras Senpais.
- E-Eso es algo muy extraño Tsubasa – dijo Tomoe riendo un poco nerviosa.
- Al menos dime que no teníamos mini faldas y eso – Shinonome solo desvió la mirada algo sonrojada.
- No, que yo recuerde íbamos bien vestidas, ¿Por qué la pregunta?
- Es que vestir esas cosas… ¡es muy indecente!
- Yo también me pondría algo nerviosa – río la rubia del grupo – no me gustaría que varias personas me miraran vestida de una forma algo provocadora.
- Pero Yuuki-chan, tú tienes que mostrar incluso si te pones un traje no tan revelador – dijo la castaña para hacer énfasis en los pechos de su amiga rubia la cual, al entender la indirecta, se tapó esa zona.
- ¡Tsubasa-san, no mires mis pechos!
- Suertuda – susurró al peli azul, pero en eso, la mirada se le perdió mirando un objetivo en específico.
- Vamos Yuuki-chan, solo es un comentario inocente, ¿verdad Shinonome? – Tsubasa miró de reojo a la de ojos morados la cual parecía no haber escuchado la pregunta de ella - ¿Shinonome?
- ¿Qué ves? – Tomoe siguió hacia donde veía la peli azul y encontró el motivo de su distracción – esos son…
- Es Kurashiki-Senpai con Murakami-Senpai.
- También Maldonado-kun con Nakano, pero, ¿A dónde van?
- Ni idea – Shinonome no entendió porque, pero esa sensación de ver al centroamericano con Nakano, simplemente le molestó y no sabía la razón exacta, pero eso lo sentía en el corazón – iré a ver que hacen.
- ¿Shinonome? – las demás solo miraron como la peli azul iba de forma disimulada a ver que hacían las 4 personas.
Tomoe, Nozaki y Tsubasa solo siguieron a la peli azul la cual seguía al cuarteto al centro comercial. Una vez llegando, Kurashiki y Yukio fueron a lo que parecía ser un pequeño restaurante en el que estarían los dos solos, mientras que Ramón fue con Nakano hacia otro lado.
- ¿A dónde van todos?
- Parece que los Senpais van a tener una cita – dijo la castaña – me recuerda a la que tuvimos con Kudo-kun el fin de semana.
- Me gustaría que saliéramos más seguido con Hibiki-san – dijo Tomoe la cual se sonrojó un poco sabiendo que el peli humo era algo serio, pero de igual forma la trataba bastante bien, aunque fuera algo amargado como le decían sus amigos.
- Igual con Souta-kun, aunque él se esfuerza bastante en hacerme feliz y realmente lo soy al lado de él – siguió Nozaki.
- ¿Pueden dejar a un lado ese tema? – dijo la peli azul algo irritada.
- Lo sentimos, pero es que nos gusta hablar sobre nuestros chicos – río Tsubasa.
- Parece que Nakano-san y Maldonado-san van a esa tienda los dos juntos – la peli negra del grupo se fijó a donde estaban yendo los dos chicos y resultó ser una tienda de electrodomésticos.
- ¿Por qué van ahí? No parece un buen sitio para una cita – dijo la castaña causando un escalofrío en la peli azul.
- Tsubasa, te recuerdo que en tu primera cita llevaste a Kudo-san a la tienda que vende artículos de béisbol – cuando Tomoe dijo eso, la cara de la oji azul se puso totalmente roja.
- ¡Tomocchi!
- Iré a ver que hacen – la peli azul se fue dejando al trio sorprendido por ese cambio de actitud tan extraño de Shinonome, pero decidieron seguirla.
Con el hondureño y la japonesa peliverde, este miraba como la chica estaba eligiendo que cámara comprar.
- ¿En serio comprarás una cámara? – preguntó el moreno.
- Bueno, mi vieja cámara aun funciona, pero esta vez haré un cambio de aire y usaré esta que tiene más capacidad de memoria y también mejor imagen.
- Realmente te gusta la fotografía ¿verdad Ayaka?
- Sí, el periodismo es mi pasión y espero ser una gran periodista en el futuro.
- Si sigues esforzándote, lo lograrás, por eso es que nosotros lo hicimos de la misma forma – dijo el hondureño – esforzándonos Yukio y yo, logramos venir hasta aquí.
- Gracias – sonrió la peli verde y Ramón devolvió el gesto con una sonrisa más pequeña. Shinonome desde afuera miraba toda la escena y sentía por alguna razón que el corazón se le hundía y le molestaba.
- Parece que Nakano-san y Maldonado-san se llevan bastante bien.
- Cállense.
Unos minutos después, ambos salieron de la tienda, con Nakano con bastante alegre por tener su nueva cámara la cual le ayudaría bastante, mientras que Ramón solo se alegraba por su amiga.
Sin más, ambos solo se fueron al mismo restaurante en el que estaban Yukio y Kurashiki, aunque estos se sentarían en distintas mesas para no estorbarles en su cita.
Con ambos chicos de tercer año…
- ¿Y al final estás feliz conmigo? – preguntó el peli azul mirando a su novia.
- Sí, realmente eres el primero en quien me siento de esta manera, es más, nunca creí que conocería a alguien que realemnte me atrajera de esta manera – decía la peli roja poniéndose sus mejillas del mismo color de su cabello.
- Me alegro que sea así Maiko – el chico de cabello azul tomó la mano de Kurashiki y la besó – estoy de la misma manera.
- Yukio-san – ambos chicos solo se miraron un momento a los ojos estando algo sonrojados, aunque su momento se quedaría allí cuando sintieron que dos personas los observaban y al voltear la mirada - ¿Q-Que hacen aquí?
- Venimos a comer, después de todo este restaurante por lo que me ha contada Ayaka, es bastante bueno, además… - el hondureño mostró su celular lo mismo que Nakano mostró su cámara, en ambos dispositivos salía el momento de Yukio y Kurashiki.
- ¡Borren eso!
- No lo haremos – rieron ambos jóvenes mientras que solo se iban hacia una de las mesas a pedir algo, aunque dejaron extrañados a los dos chicos de tercer año.
Shinonome y las otras 3 terminaron llegando al restaurante y solo ordenaron algo de comer, cabe decir que pasaron cerca, como esperando que el hondureño y la periodista los notaran, cosa que lograron, pero estos solo se dedicaron a estar en sus mesas.
La peli azul no le despegaba la vista a la pareja que estaba hablando un poco y comiendo, incluso echó mirada a Yukio y Kurashiki que seguían en su propio mundo.
Al pasar varios minutos, tanto Nakano como Ramón decidieron irse, Yukio le dijo a su mejor amigo que iba a llegar un poco tarde ya que saldrían a otro lado con la peli roja, así que solo se fueron.
Una vez que se separaron, Ramón iba a su apartamento, pero en eso sintió que alguien lo seguía y cuando miró de reojo a ver quién era y se dio cuenta de quien se trataba.
- ¿Shinonome?
- Maldonado.
- ¿Pasó algo?
- Nada, solo que me llamó la atención que no me saludarás ni nada – dijo la peli azul mirándolo de manera fija – es más, no sabía que tú y Nakano salieran de ese modo.
- Bueno, nos la encontramos cuando veníamos al centro, Ayaka dijo que quería ir a comprar una nueva cámara y la acompañé a eso – decía el peli negro – realmente parece que le gusta mucho el periodismo.
- Sí, siempre lo dice eso – la peli azul solo miró al cielo para después mirar al peli negro - ¿así que solo fueron a comprar la cámara de Nakano?
- Sí, ¿Por qué lo preguntas?
- Por nada – Shinonome desvió la mirada y solo se dio media vuelta, pero no se movió, cosa que dejó extrañado a Ramón.
- Bueno, me voy entonces.
- ¡Espera! – la peli azul tomó la mano del moreno el cual quedó extrañado ante eso.
- ¿Me dirás que te pasa Shinonome?
- Oye – la chica de cabello azul solo suspiró y lo miró de reojo – me preguntaba si… ¿quieres salir a algún lado?
- ¿Salir? ¿Ahora que vengo saliendo del centro?
- N-No es eso, solamente ir a dar una vuelta a la ciudad, nada más.
- ¿Y eso por qué?
- Solo salgamos a dar una vuelta, siento que te podrá relajar – en eso, la de ojos morados tuvo una idea – a-además, mi tío me dijo que al menos te acompañara a dar una vuelta para relajarte, cree que es bueno para que tu mente… se calme.
- ¿En serio lo dices?
- Sí, además, eso te puede ayudar – Ramón no estaba muy convencido del todo, sin embargo, al final terminó aceptando simplemente porque creía que podría hacer algo antes del partido de futbol que quería ver en la noche.
Shinonome y Ramón terminaron yendo por la ciudad la cual se miraba hermosa de noche. La peli azul le dio un recorrido ya que el hondureño le contó que no conocía del todo el lugar, aunque había salido con los chicos varias veces, iban normalmente a los mismos lugares.
Cabe decir que para el hondureño eso lo relajó bastante ya que al aire fresco de Japón le dio bastante relajación, incluso al final Shinonome pidió dos helados con los cuales ambos se fueron a una de las bancas que había en la ciudad.
Los dos no hablaron mucho, aunque de un momento surgió el tema sobre Yukio y Kurashiki, cosa que le llamó la atención a la peli azul.
- ¿Puedes creer que esos dos terminarían saliendo?
- La verdad no.
- Yukio siempre fue serio y parecía no estar interesado en romance, no sé hasta el día de hoy que vio en Maiko, pero creo que al final ambos son felices y es lo importante.
- ¿Siempre llamas a todos por el nombre?
- Sí, es lo común, aunque para ustedes no lo sea – el peli negro miró de reojo a la chica – de igual forma, gracias Ryo.
- ¿P-Por qué me llamas por mi nombre?
- ¿No puedo?
- E-Este… - en otras veces, la peli azul hubiera reaccionado mal como cuando se conocieron, pero ahora las cosas se habían calmado, por lo que ya no se enojaba como antes – bien, como sea.
- Gracias – el chico extendió su mano - ¿amigos?
- Sí, amigos – con eso, los dos chicos cambiaron su estado de relación a amigos, incluso cambiando número de celular. Sin más, los dos se fueron por sus distintos lados.
Shinonome iba con el rostro rojo, tomándose la zona del pecho sintiendo el corazón latiendo como loco pensando que en cualquier momento le saltaría del pecho.
¿Por qué me pasa esto? Es más, ¿Por qué solo con Maldonado me pasa?
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Continuará…
