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Hola queridos lectores
prometido es deuda
aqui les dejo un nuevo capitulo de este fic :D
muchas gracias a todos por sus hermosos reviews que me ayudan a seguir escribiendo
saludos desde CDMX
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CAPITULO 4 LOS SENTIMIENTOS DE ARNOLD I
JANE WATTER I
¿Mentir? ¿Qué persona nunca ha mentido? Aquellos que digan que nunca es una gran mentira, por más pequeña que quieran disfrazar la mentira, al final es mentira.
¿Por amor? ¿Por no lastimar? ¿Por qué razón han mentido?
¿Cómo decirle a la persona que amas que la mentira fue por amor? ¿Cuál es la lógica? ¿Realmente hay una lógica para una mentira? Por mas que queramos justificarnos, nunca habrá una razón razonable para las mentiras, buenas, malas, solo es engañarnos al final todos nos ocultamos en una máscara.
Al final el espejismo es lo que mostramos.
Maldita incoherencia
Maldita racionalismo
Maldita mascara
A.P.S
Arnold Shortman
Helga caminaba mirando al suelo, me hubiera gustado consolarla pero estaba muy enojado, mas que enojado creo que era decepción, dolor, ¿Cómo pudo apartarme asi? Cuando…
No quería seguir pensándolo pero es que ¿Por qué?
Llegamos a la residencia Pataki y ella me miro –Quisiera que me dejaras explicarle un poco…aunque es un bebe prácticamente, es algo…creo que es demasiado listo
Le sonreí de lado –Supongo que en algo se tenía que parecer a ti
Helga me miro no sabiendo como tomar lo que acababa de decir ni yo mismo sabia como quería que lo tomara ella ¿Cómo ofensa o halago? Luego pensaría bien en eso pero ahora
-Ya ¿entramos?
Helga me miro nerviosa y dudosa
-¿Qué pasa algo mas que me estés ocultando?
Ella me miro con molestia y algo sonrojada por el enojo –Si estas tan enojado ¿Por qué no mejor te vas?
-No vas a apartarme de él nuevamente
-Puedo hacerlo si quiero, no tienes derecho por ahora
-¿Quieres llevarlo a un juicio? ¿Enserio? Además tendrías mas de perder tu
-¿Qué?
-Helga me ocultaste el embarazo y me apartaste de mi hijo, tu me quitaste el derecho de ser su padre como debe ser, pero no fue porque yo no quisiera tenerlo
Respiro hondamente antes de mirarme –Bien –Se tomó el brazo
Ahí estaba otra vez esa Helga nerviosa y dudosa de lo que iba a decirme ¿Qué demonios podía ser peor?
-Dilo de una vez –Dijo serio
-Olga –Dijo con un hilo de voz –Es mi hija también, se lo prometí a mi hermana y no planeo decirle que no es mi hija hasta dentro de muchos años
Claro, entonces entendí a que se refería ¿Cómo era que el pequeño Phill tendría papa y ella no?
Era ilógico
Y si quería estar en la vida de mi hijo, tendría que ser así, aunque la idea no me desagradaba realmente
-Entremos –Fue lo único que dije, no quería darle el gusto de la tranquilidad, si ella me conocía sabia que haría lo correcto
Helga me miro con algo de nerviosismo pero abrió la puerta.
-¡Mama! –Grito una pequeña rubia llegando hasta ella, quien se agacho para recibirla con los brazos abiertos
-Hola mi amor –Dijo sonriéndole a la pequeña quien me miro
-¿Quién es el mami?
Sentí la mirada fuerte de la pequeña, quien según mis cálculos solo seria unos meses mayor que Phill 10 para ser exactos.
Pero se veía demasiado lista y por supuesto sobreprotectora de su mama.
-Es…el es un…bueno
Me acerque a la pequeña –Hola Olga ¿Cómo estas? –Le pregunte sonriéndole
-Bien –Dijo aun un poco confundida pero devolviéndome la sonrisa
-¿Te gustaría ir por un helado conmigo y tu mama? –Pregunte mirando de reojo a Helga quien estaba atenta a lo que decía
-¡Siiii! –Celebro pero de pronto su cara cambio eso me preocupo -¿Y Phill?
Le sonreí emocionado –El también por supuesto
-¿En donde esta tu hermano amor?
-En el baño con el abuelo
-Bien –Me miro –Ahora….ahora bajo
Simplemente la mire mientras se alejaba sin percatarme que la pequeña niña seguía viéndome.
-¿Te gusta mi mami verdad?
La pequeña voz de Olga me saco de mis pensamientos, me sonroje fuertemente
-No…bueno….-La mire –Bueno creo que mejor nos sentamos ¿No?
-¿quieres jugar?
-Claro –Dije sonriendo
-Mira a mi osito –Dijo tiernamente acercándome su peluche
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-¿Segura que vas a bajar tu sola?
Helga miro a su padre mientras tomaba a Phill –Si papa creo que es mejor, además Arnold quiere llevarlos por un helado
-Es que quiero estar contigo cuando tengas que enfrentar todo esto y…
-Papa estoy bien, de verdad
Pero su padre no lo veía de esa forma, incluso la miraba demasiado pálida
-Mami –Dijo el pequeño tomándola de las piernas
-Cariño –Dijo Helga agachándose para tomarlo entre sus brazos
-Quero helado –Dijo el pequeño sonriéndole
Helga sonrió tiernamente –Claro –Le abrazo con más fuerza –Mi bebe
Bob la observaba, por supuesto que no estaba tan bien….sabía que ella no había querido las cosas pero tenía que afrontar sus decisiones y las consecuencias de estas eran las medidas que iba a tomar Arnold.
Ambos bajaron para encontrarse con un rubio jugando con Olga.
Bob sonrió al menos veía que el rubio se iba a llevar bien con ellos.
Arnold la miro en ese momento y su corazón se paralizo.
-Arnold –Tomo con mayor fuerza al pequeño –Él es Phill
Arnold sonrió con ternura al pequeño –Hola Phill –Dijo mientras se acercaba un poco -¿Puedo? –Susurro para que Helga pudiera escucharlo
Olga estaba distraída con su libro, Bob se acerco a ella.
Helga estaba un poco reacia pero asintió.
-¿Puedo cargarte Phill? –El rubio miro a su madre un momento ella le asintió con ternura
Y sin decir nada extendió sus manitas hacia Arnold, casi nunca quería que lo cargaran mas que su madre o su abuelo, ni siquiera con Miriam luego quería que lo cargara y aquí se hace realidad lo que se dice la sangre llama.
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Arnold Shortman
La sensación que sentí en ese momento en que tuve a mi pequeño, incluso antes cuando vi que me alzo sus pequeñas manitas, fue una sensación indescriptible, sentí como las lágrimas caían silenciosamente de mis ojos al abrazarlo, era mi hijo, mi pequeño bebe, aunque no había sabido de su existencia ahora sentía que jamás podría separarme de él, nunca.
Tomo la decisión desde que Helga le había dicho pero ahora estaba mas seguro que antes.
-¿Vamos por el helado? –Pregunto Helga mirándome con pena
-Si –Me separe de Phill -¿Te gusta el helado Phill?
El pequeño sonrió mientras gritaba sí.
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Helga miraba a sus pequeños comiendo el helado en medio de ella y de Arnold en la banca del parque.
-Helga
La rubia le miro un segundo sin saber que esperar.
-Creo que es un buen momento ¿no?
Helga se puso nerviosa –Bueno yo….
-No tengas miedo, referente a lo que me dijiste –Le sonrió dulcemente –Ambos son maravillosos y es un honor para mi
Helga bajo la mirada avergonzada –Gracias –Susurro mientras miraba a ambos pequeñitos antes de respirar profundamente e hincarse ante ellos
-Phill –Miro a la pequeña –Olga
-Mande mami –Ambos la miraron
-El… -Miro al rubio –Me preguntaron quién era el, él es su….es su…padre –Dijo sonriéndoles
Olga sonrió dulcemente -¿Es papa? –Dijo emocionada
Arnold le sonrió también hincándose ante ellos –Así es, soy su papa
Olga se abalanzo sobre de él para abrazarlo, el rubio sintió una enorme felicidad y prometió nunca dejarla tampoco.
-Papa –Dijo Phill -¿Cómo abuelo Bob contigo? –Pregunto mirando a su mama
-Si mi amor
El pequeño lo miro sonriente -¿Y va a jugar como el abuelito con nosotros?
-Si pequeño –Dijo Arnold sonriéndole
-¿Y cargarnos también?
El rubio asintió, y con eso se abalanzo a su padre también para que lo cargara.
Fue mucho mas fácil de lo que había pensado Helga, quien respiro con un poco mas de tranquilidad.
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Arnold miraba como ambos pequeños estaban siendo arropados por Helga. Y una vez que ambos estuvieron en sus camas salieron de la alcoba.
-Arnold –Susurro mientras llegaban a las escaleras –Gracias
El rubio sonrió de lado –No tienes que agradecerme nada, Olga es preciosa y una niña tan lista y viva, llena de amor que cualquier persona querría ser su padre.
Antes de que la rubia dijera algo el añadió –Y el que yo tenga ese honor como te lo dije es un placer
Helga sonrió de lado –Aun así no tenías que hacerlo pero te lo agradezco, y… -Terminaron de bajar las escaleras –Arnold no quiero que solo sea un momento…no quiero que nadie los lastime y si…
-Helga no….te lo dije no quiero estar separado más tiempo de Phill, no me voy a ir a ningún lado, pediré mi cambio definitivo a la universidad de California, no volveré a New York
-Arnold esto era lo que no quería yo…
-Es mi decisión, déjame tomarla esta vez ahora si
-Ok
-¿Tu novio siguió haciéndote escenas?
Helga se sorprendió ante la pregunta –Sam no es mi novio –Dijo después de unos segundos
-No vi eso
-No me importa y ahora que tendras que venir a casa para estar con los niños, aclaremos unos puntos –Dijo la rubia seria –No eres mi novio, no tengo que darte explicaciones de mi vida personal, solo te debo dar cuenta de los niños, solo eso.
-Bien que bueno que tocas el tema de los puntos, porque quiero que vayamos a registrar a ambos, como hijos míos.
Helga sintió un pequeño vacío en su estomago
-Pero…
-Es necesario y lo sabes y es justo, ellos deben llevar mi apellido
-¿Cómo se que no lo usaras en mi contra ante un tribunal de lo familiar?
Arnold la miro seriamente antes de acercarse para tomar sus manos con tranquilidad
-Helga –La obligo a verle –Tú me conoces, sabes que…no seria capaz de algo así ¿No?
Helga asintió con un nudo en la garganta
Arnold iba a darle un beso cuando de pronto su celular sonó
-Lo siento
-No te preocupes –Dijo la rubia sintiendo emociones encontradas por un lado el sentir la calidez de Arnold tan cerca de sus labios, había hecho que volviera a desear sentirlo nuevamente
-¿Jane?
Helga sintió un vuelco en el corazón ¿Quién era Jane?
-Lo siento no estoy en el departamento
Helga lo miraba atento, estaba nervioso
-Si bueno…mañana te veo entonces…no lo siento, la verdad es que estoy cansado….si perdona…hasta mañana
-¿Quién era?
Helga le miro con seriedad
-Mi…mi novia
Y eso le cayo como balde de agua fría pero intento permanecer seria.
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Jane Watter
Colgue la llamada con Arnold, sentía un mal presentimiento, no había recibido mensajes normales de él desde hace dos días y sentí la necesidad de ir a California.
Pero él no me recibió.
¿Qué debía hacer?
Realmente amaba a Arnold.
Se enamoro de él, había pasado por una fuerte decepción amorosa antes de conocerlo, y con Arnold había tenido esa paz y esa cura que necesitaba en su alma.
Y si Arnold la dejaba o engañaba como su anterior novio, quizás ahora no podría salir tan ilesa.
No podía pasarle de nuevo
No.
Quizás parecía demasiado posesiva, pero no podía volver a pasar por lo mismo.
No.
Suspiro mientras se iba a un hotel.
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Helga recibió un mensaje de su amiga, aunque ahora que la viera sabia que su objetivo iba a cambiar, pues ya no era necesario que hablaran de eso.
"Llegue, te veo mañana saliendo de la facultad, te quiero, Phoebe"
