Vaya qué buenos días había tenido últimamente. Ya había pasado un mes desde que los cuatro chicos comenzaron a juntarse, y de hecho comenzaron a reunirse en otros lugares y no solo la biblioteca. Iban por ramen, se quedaban en el parque de la biblioteca... ¡Incluso, hubo un día en que Tenya, Ochako y Tsuyu se quedaron de ver en la estación de trenes y fueron por Izuku a la escuela (ya que él sale más tarde)! ¡Y ese día se terminó volviendo rutina! Se sentía tan afortunado... Afortunado de que tenía ahora alguien que lo esperaba, como cuando era pequeño y perseguía a Kacchan...

No importa. Kacchan no es importante en esta etapa de su vida. No, no lo es... Claro que puede extrañar a alguien, sobre todo a aquel amigo que lo acompañó por diez años de su vida, pero pensar en él todo el tiempo lo deprimía... ¡Piensa cosas bonitas Izuku, piensa en cosas bonitas! ¡Partidos de pro-control, sus nuevos amigos, sus tíos, su mami, sus tenis rojos, escribir cosas, aprender de los elementos!

... ¡Aprender de los elementos! Eso le recordó a Izuku que había comenzado a estudiar los elementos con sus amigos. El aire control de Uraraka era impresionante (¡Con pocos movimientos de sus dedos lograba elevar objetos pequeños como si los hiciera flotar! ¡Qué control!) la tierra y el metal control de Iida eran asombrosos (Iida usaba piezas de metal en su ropa que, con metal control, se ayudaba a sí mismo a impulsarse. ¡Era tan rápido como un auto!), y el agua control de Tsuyu (¡PODÍA CONTROLAR LATIGOS DE AGUA CON LA LENGUA!), Escribía lo que aprendía de ellos y de sus movimientos en una libreta; y les ayudaba a mejorar con sus análisis y cosas que él mismo había aprendido en internet y libros.

Todo de forma legal, obviamente, porque si no Iida los regañaría todo el tiempo.

Sus anotaciones y análisis habían comenzado a ayudarlos mucho, sobre todo a Uraraka.

Y hablando de la castaña: Era un sábado por la mañana. Normalmente esos días Izuku y Uraraka se encontraban en un parque especializado para entrenar los elementos de forma regulada.

— ¡Pecas Pecas! - Llegó la muchacha a donde se encontraban regularmente, bajo un árbol grande y frondoso. Izuku volteó a verla, levantó la mano para saludarla.

— ¡Por aquí, Uraraka-chan! - La chica llevó y se sentó junto a él rápido. — Tengo unas nuevas ideas para tu entrenamiento. - Y automáticamente le pasó el celular.

Lo primero que vio la chica fue la pantalla de TikTok, para después ver a una chica morena de cabello rosa hacer unos movimientos en el suelo: estaba bailando break dance.

— ... espera ¿quieres que haga eso? - Lo volteó a ver incrédula.

— ¡N-No de golpe! - Dijo moviendo las manos como loco. — ¡So-Solo creí que sería buena idea! Digo, la chica parece ser de la nación del agua y mientras se mueve no hace ninguna corriente de aire a menos que estás no queden grabadas en la cámara, aunque eso tendría sentido pues el aire no es visible y dudo que quede grabado en video... - Entre cerró los ojos viendo de nuevo la pantalla.

Uraraka vio también el vídeo de reojo...

— ... Pues podría intentar algo parecido... ¡Se hacer vueltas de carro!

— ... Oooh eso podría ser un buen inicio. - Izuku asintió con entusiasmo.

— ¡Voy a intentarlo! - Dijo levantándose de su lugar. Dio un paso a un lado para evitar golpear a Izuku... Alzó las manos y dio la voltereta.

— ... Uh, no hiciste nada. - Izuku dijo frunciendo las cejas. Sacó su libreta, leyendo las notas.

— ¿Por qué no habrá funcionado? - Hizo un mohín, hizo un movimiento con su mano generando una pequeña esfera de aire. — Puedo hacer cosas como esto con las manos, pero con los pies al parecer no...

Izuku llevó los dedos a sus labios.

— ¿Sabes cómo funciona el aire control? - Volteó a verla alzando ambas cejas.

— ¿Te refieres a movimientos o.…?

— No, me refiero a... La ciencia detrás y eso...

— Hmmm... La verdad es que nunca me lo pregunté.

— El aire control funciona a través de presión y aerodinámica. - Dijo de golpe, sacando una nueva hoja y apuntando algunas cosas.

La chica hizo una mueca sin comprender del todo. Izuku notó esto e hizo un mohín.

— ¿Has leído cómo funciona un tornado? ¿cómo se forman y eso? - La chica negó con la cabeza. — Okay... Para que se haga un tornado de forma natural, tenemos que tener una masa de aire caliente sobre la tierra. - En la libreta dibujo una línea horizontal, y sobre está línea horizontal dibujó con otra pluma de color rojo unas flechas que formaban un círculo. — Este aire caliente se eleva al cielo, y se mezcla con otra masa de aire frío que está arriba. - La chica parpadeó, asintiendo. — Cuando esto pasa, genera una corriente de aire frío y caliente que va girando. - Hizo el dibujo de más o menos como se veía. — Se supone que esto se llama... - tomó el celular, revisando otras notas que tenía ahí. — "Supercelda". Y cuando esto pasa es como se crean las tormentas.

— Oh... ¿Y eso que tiene qué ver con un tornado?

— Ah, pues... Que llega a pasar que estás super celdas contienen más de una corriente, que se llaman corrientes de convección. Estas van, por ejemplo, correspondiente a las manecillas del reloj, y luego hay otras corrientes que van al contrario de cómo van las primeras. - Dijo, dibujando otro círculo de flechas igual al anterior pero con dirección contraria. — Esto, genera otra corriente en las nubes que ya se formaron, intentando bajar un poco estás corrientes de aire con el propósito de liberarse un poco. - Dibujó un pequeño triángulo entre ambas. — Esto genera un remolino vertical que es la primera etapa del tornado...

— Oooh...

— Y está corriente hace que vaya más rápido, hasta que se forma el tornado al momento en que está corriente toca la superficie de la tierra. Todo esto, gracias a las diferencias de presión atmosférica del aire caliente y frío.

— ... okay... - Entrecerró los ojos procesando la información. — Entonces lo que dices es que...

— Que cuando haces aire control, tú generas una corriente de aire. Por como he visto que lo haces, enfrías el aire de golpe y haces movimientos circulares. Esto, aumentando con la vuelta de carro, debería de haber generado una corriente circular parecida a la que forman las superceldas, pero no fue así... supongo que fue porque te concentraste más en la vuelta de carro y no caerte que en hacer el cambio de temperatura en el aire mientras haces el movimiento. - Dijo, llevando el pulgar y el índice a sus labios.

— ... Tiene sentido. Porque de hecho sí me cuesta un poco hacer esas vueltas de carro... ¿Pero entonces como lo hago sin pensar en nada más?

— hum... ¿Quizás estando más segura de cuando vas a caer? ¿De forma natural?... - Pensó un poco. — Tengo un amigo... Un conocido, que es maestro fuego. Y siempre me dijo que cuando pelea y practica sí trata de pensar, para generar estrategias, pero que muchas veces seguía sus instintos, y así sería impredecible y podría ganar más fácil.

— ... Ay no sé.

— hmmm... A ver, ¿Puedes volver a hacer la vuelta de carro? Solo concéntrate en eso.

Uraraka asintió, levantándose del suelo. La volvió a hacer, e Izuku trató de imitar el movimiento a mano en la libreta.

— ... Creo que para que puedas combinarlo necesitas aprender a equilibrarte. - Dijo viéndola. — Caes con los dos pies y eso te desconcentra.

— ... ¡O sea que tengo qué practicar! - Dijo ella con tono entusiasta y comenzó a hacer más vueltas.

Y así continuaron, ese día se volvió una rutina para la chica pues ahora estaba empezando a practicar gimnasia a través de internet: Vueltas de carro hacia adelante y hacia atrás, saltos mortales, laterales, y demás movimientos se agregaron a su repertorio a los pocos meses. La chica era ya bastante flexible así que estas prácticas, si bien en un inicio fueron difíciles, terminaron por ser parte de su entrenamiento.

Y llegó el día en que estos movimientos le fueron naturales, y que por fin pudo combinar la idea que su amigo le había dado con estos.

— ¡PECAS! - Gritó llegando junto a él al mismo lugar que antes, pero sin decir nada más solo dejo sus cosas junto a él e hizo un mortal hacia adelante, generando una corriente de aire que levantó hojas y movió el árbol que tenían frente a ellos. — ¡YA ME SALIÓ! - gritó entusiasmada.

— ¡Oh, que bueno Uraraka-chan! ¡Estoy muy orgulloso de ti! - Dijo el de cabello verde levantándose de su lugar. Chocaron puños, como acostumbraban cuando lograban hacer avances en el entrenamiento de la castaña. — Me alegra haber sido de ayuda. - Dijo sonriendo genuinamente.

— ¡Enserio gracias! Esto me está ayudando un chorro. - Dijo cerrando los puños, dando golpes al aire con entusiasmo. — ¡Siento que podría conquistar el mundo! ¡Ayudaré mucho a mis papás!

Izuku no pudo evitar reír. ¡Estaba ayudando a los demás! Esto era lo que él quería...


Izuku sabía que los buenos días no iban a durar para siempre. Y lo confirmó cuando, por alguna razón, el día siguiente al logro de Uraraka fue muy... Extraño. Al menos no fue malo pero... Ugh mejor les explico: Primero, su alarma no sonó y llegó tarde a la escuela, lo cual sería malo pero cuando llegó todavía no llegaba el profesor. Se salvó por poco pero aun así fue frustrante porque el profesor llegó dos horas tarde, ¡pudo haber llegado tranquilo a la escuela!

Segundo: Cuando llegó el receso se dio cuenta de que olvidó el bento que le preparó su madre, pero cuando iba a comprar algo para comer se dio cuenta de que tenía dinero de más... Pero en la cafetería lo único que había eran sándwiches de huevo y no le encantaban pero tampoco le disgustaban...

Tercero: El profesor tuvo que irse temprano, por lo que salieron mucho antes de que sonara la campana. Esto significaba que podía irse a la biblioteca antes, quizás incluso pasar a su casa a comer algo más sustancioso. Quizás traerse el bento por si acaso pasaba algo...

Hizo eso: Fue a su casa, dejó cosas extra que no iría a necesitar, se trajo su cargador del celular por si acaso, llenó la mochila con sus diarios, tomó el bento y unas barritas de arroz inflado de sabores (por si a los chicos se les antojaba una), y se fue a la biblioteca.

Cuarto: ... En el camino de adoquines de la biblioteca se tropezó y cayó de rodillas y manos al piso. Al menos no fue tan fuerte como cuando conoció a Iida-kun pues no se rompió la tela del pantalón y los guantes que usaba lo protegieron, pero sí le dolieron las rodillas.

— Tengo qué tener más cuidado... - Se dijo para sí, levantándose del suelo y revisándose... Solo estaba algo sucio su pantalón. Se sacudió con las manos las rodillas y continuó hacía adelante.

Obviamente al entrar se dio cuenta de que no estaban ni Uraraka ni Tsuyu aún. Eran como las... Doce del mediodía... Vaya, sí que había salido temprano. Normalmente entraba a las siete de la mañana y salía a las dos y media de la tarde a menos que le tocará limpieza en el salón...

No importa, primero pasó por la zona de seguridad.

— ¡Buenos días, señor Shimano!

— ¡Oh! ¡Midoriya! ¡Hoy está más temprano! - El guardia le sonrió.

— Sí... - Izuku le entregó su bento. — ¿Cree que me pueda cuidar esto?

— Claro que sí. - El hombre castaño sonrió, tomando el plato y dejándolo atrás de su escritorio.

— Le regaló una de las barritas de arroz inflado si quiere... - Dijo finalmente.

— ¡Gracias, joven! Solo le advierto, que hoy vamos a cerrar temprano para que tampoco se inmersa tanto.

— oh, eh... Gracias. - Y se fue escaleras arriba, a sentarse a la mesa de siempre...

Hacía meses que no estaba solo en este lugar. Se sentía vacío... Mejor se levantó y se fue a sentar en otro lado donde estaban los sillones. Al menos tener los brazos de los mismos al lado le haría sentirse menos solo.

Pasó dos horas tratando de leer, pero por alguna razón no se podía concentrar. Solo... Veía las letras y le dolían los ojos. Quizás ocupaba dormir un poco, eso siempre lo ayudaba... Cuando se caía siempre le daba sueño, igual que cuando le llegaban esas voces a la cabeza y... Cuando sus investigaciones le traían recuerdos que sentía que no eran suyos totalmente... ¿Pero dormir en la biblioteca sería bueno? Las últimas veces fueron accidentes pero está sería a propósito...

Estaba pensando en eso cuando Uraraka le llegó por atrás.

— ¡Llegaste antes que yo! - Dijo la chica de forma energética.

— Salí temprano... - Dijo simplemente, frotándose los ojos.

— ... ¿Tas bien? - La chica frunció el ceño sentándose junto a él. Izuku siempre saltaba cuando llegaba así pero hoy no hubo ninguna reacción... Raro.

— Sí, solo... Tengo sueño, creo. - Dijo respirando profundo. — Hoy el día ha estado medio raro.

— ¿Raro por qué?

— Pues... - Bostezó suavemente. — Me desperté tarde pero mi profesor no llegó, y cuando llegó solo nos dio una hora de clase y luego nos dejó irnos... Y ahorita me caí afuera en los adoquines de los caminos de la serpiente.

— ¿Estás bien? - Preguntó ella frunciendo el ceño. — ¿Cómo que te caíste?

— Pues... Sí. Me caí. Afuera... Y la verdad es que... Creo que eso es lo que me está dando sueño... - Sentía que se le cerraban los ojos.

—... Pos duérmete ¿Quién te lo impide? De todas formas hoy me dejaron un montón de tarea. - Uraraka, tranquilamente, le quitó las libretas y libros que traía en sus manos, y las dejó en la mesa que estaba junto a ese sillón. — Tú trancas aquí te cuido. - Le sacudió el cabello, y con tan solo eso... Se quedó profundamente dormido.


No sabía dónde estaba, pero sentía como que flotaba en agua. Veía a su alrededor y solo veía una inminente oscuridad. Un extraño humo negro verdoso le tapaba la boca y el cuerpo... O más bien, él estaba hecho de ese humo negro verdoso, pues realmente no sentía nada más además de su mano derecha, su nariz, sus mejillas, sus párpados y sus ojos...

Frente a él estaba la figura de una chica de cabello blanco... Ahora que lo piensa, se parecía a Yue, la chica de la estatua de la biblioteca de Rep City...

Ella dijo algo, pero las palabras no llegaron a sus oídos... De hecho ni siquiera tenía oídos.

Él volteó a los lados sin comprender nada, pero alcanzó a ver qué la muchacha sonrió de lado, y se acercó estirando una mano... Y levantó la mano automáticamente, tomando la de la muchacha de cabello blanco y-


Al abrir los ojos no se movió mucho, pues se sentía sumamente desorientado y cansado, como si no hubiera dormido absolutamente nada desde... Ayer. La luz del sol que entraba por la gran pared de cristal le llegaba a su rostro, lo cual le hizo volver a cerrar los ojos... y pudo escuchar voces cerca de él.

— ¿No crees que Midoriya a veces es muy raro? - Tsuyu preguntó, llevándose la mano a la mejilla.

— ¿Raro cómo? - Uraraka levantó la vista del libro que tenía.

— Raro en general. - La muchacha suspiró, cerrando el libro que tenía enfrente. — Ya vez, cuando hacemos las investigaciones del de los cuatro elementos habla como si él hubiera vivido eso.

— Pues... Es porque es muy pasional con las historias de su mamá. ¿No te acuerdas de que nos dijo? - Ladeó la cabeza.

— Sí recuerdo, pero es que es raro. - Hizo una mueca. — A veces cuando habla sus ojos se ven como...

— ... ¿Melancólicos?

— Sí.

— ... Pues sí lo he notado... - Uraraka suspiró, recargándose en el respaldo de su silla. — O sea, sí es raro. ¿Pero quizás sea porque esas historias son de su infancia?

Tsuyu se le quedó viendo unos segundos. Ochako no parecía muy convencida.

— En sus libretas tiene muchísimas notas que dicen que provienen de sueños.

— ... Ahora que lo dices...- Uraraka hizo una mueca. — ... Creo que yo también leí eso... Y le pregunté.

Tsuyu hizo un mohín.

— Pero dijo que no era nada... - la castaña suspiró.

— ... Se supone que los que controlan los elementos son... Reencarnaciones ¿No? - Tsuyu miró hacia el techo.

— ... ¿A qué quieres llegar con esto? - Ochako entre cerró los ojos.

La morena se encogió de hombros.

— Normalmente las reencarnaciones tienen recuerdos de sus vidas pasadas, ¿No?

Ochako hizo una mueca.

—... Izu-kun es un no maestro. Dudo que sea el caso.

— Cierto, pero no necesariamente tendría que ser esa persona... Podría ser el caso de una reencarnación que estuvo cerca de esa persona.

— ... ¿Cómo Sokka o Asami?

— Sí.

— Oh. Ese tiene más sentido. - Uraraka hizo una mueca algo graciosa.

Tsuyu se rio un poco.

— También me da cosa que se duerma de la nada. - Uraraka dijo, llevando su mano a su barbilla.

— Eso es algo preocupante. - Tsuyu concordó. — Antes de hablarles bien, me tocó verlo dormirse en la silla.

— A mí me ha tocado cuidarlo mientras duerme unas tres veces ya. - La castaña alzó una ceja.

Izuku en ese momento sacudió el cuerpo, empezando a estirarse.

— ¡Oh! ¡Ya despertó el bello durmiente! - Uraraka bromeó, volteando a ver al muchacho. Izuku solo asintió, volteándose en su lugar hacia ellas.

—... ¿Hablaban de mí?

Ambas se voltearon a ver.

— ... ¿No? - Tsuyu trató de mentir.

Pero la verdad Izuku seguía muy desorientado como para prestar atención del todo.

— ¿Por qué hablaríamos de ti?

— N-No lo sé. - Izuku se levantó de su sillón, y se acercó a ellas frotándose los ojos. — S-Se escuchó así.

— Oh, es que aún tienes sueño. - Dijo Tsuyu tranquilamente. — A veces pasa.

— S-Supongo... - Se sentó junto a Tsuyu.

Se quedaron en silencio un rato... Hasta que llegó Iida por detrás.

— ¡Hola, chicos! - Dijo de forma animada, sentándose junto a Uraraka. — Hola Iida-kun... - Izuku lo vio con... Mucha flojera.

— ¿Estás bien? - Tenya se acomodó los lentes, frunciendo el ceño.

— Está así desde que llegué. Se durmió cuatro horas. - Uraraka volteó a verlo

Izuku parpadeó algo sorprendido... ¿Cuatro horas?

—... ¿Qué hora es?

— Las seis de la tarde. - Tsuyu respondió picándole la mejilla.

Fue en ese momento en que su estómago hizo un ruido.

— ... Midoriya-kun ¿Ya comiste? — El de cabello azul se acercó al de cabello verde, viéndolo de forma inquisidora.

— Eh... - Izuku se puso rojo, volteando a los lados.

— Tomaremos eso como un no. - Uraraka dijo riéndose.

—... T-Traje un bento que mi mamá me preparó, lo dejé abajo con los de seguridad... - Dijo, levantándose de su lugar. — S-Si quieren los dejo aquí, voy... A comer abajo. - se estiró.

— Está bien Izu-kun~

— No te vayas a dormir.

— ¡Buen provecho, Midoriya!

Sonrió, comenzando a caminar escalera abajo, viendo

Ahora que recordaba... Escuchó la conversación completa de las dos muchachas. Hablaban de él, y de sus "cosas raras".

Hm. Su madre es enfermera, ella le dijo que sus constantes cambios de sueño eran normales para chicos de su edad, y que tampoco eran algo tan preocupante... Además, ya lo estaba controlando. Hoy era un día raro nada más, de por sí todo el día estuvo muy raro enserio.

Y sobre las historias... Pues simplemente era muy pasional, ¡Su mamá también se las contaba así! Si a ella le emocionaban tanto, a él también. ¡Incluso más! Sobre todo con esos sueños tan lindos que tenía...

... hablando de los sueños... ¿Qué fue eso?

Se detuvo en seco, volteando hacia la gran pared de cristal. Pegó su cara a la ventana, entrecerrando los ojos, observando de lejos la fuente...

Yue. La chica del sueño se parecía a Yue, la princesa que estaba esculpida en aquella fuente en el gran jardín de la biblioteca... La chica del sueño era bonita, le sonrió de forma cálida, le dijo algo... ¿Qué era? ¿La alcanzó a escuchar?

— Yue... ¿Era Yue? - Se separó de la pared. — Princesa Yue, convertida en el espíritu de la luna... ¿Eres real? - Llevó los dedos a su labio inferior y apretándolo un poco.

Continuó su camino bajando la escalera y yendo a seguridad.

— ¿Ah? - Su bento estaba encima del mostrador donde guardaban todas las cosas que dejaba la gente antes de entrar. Lo tomó entre sus manos... ¿Por qué se lo dejaría ahí el señor Shimano? Volteó a los lados, buscando al guardia que siempre estaba ahí. — ¿Hola? - Se asomó adentro de la oficina que estaba junto a seguridad... — ¿Hay alguien? - Caminó ahora a la puerta de entrada, esperando que, quizás, el señor guardia se habría salido o algo...

Pero llegó a la puerta y esta no abrió.

— ¿¡Pero qué?! - La sacudió tratando de abrirla. — ¡Abre, puerta! ¡Por favor! - Pero fue en vano.

—... ¡CHICOS!

Quinta cosa rara del día: Se quedó encerrado en la biblioteca junto a sus amigos.


Ochako, Tenya y Tsuyu estaban tranquilos en sus lugares, sentados, platicando en voz baja como siempre hacían en la biblioteca.

— ¿Creen entonces que las reencarnaciones sean reales? ¿Y qué Midoriya-kun es una? — Tenya alzó una ceja, acomodándose los lentes.

— Básicamente de eso hemos estado buscando ¿O no? Midoriya-kun ha buscado de eso mucho tiempo. - Tsuyu dijo, llevando una mano a su mejilla. — De alguna forma, inconscientemente, sigue buscando.

— Lógica irrefutable, Asui-san.

— Llámame Tsu, kero

— Lo que es curioso es que andemos investigando tanto sobre los tipos de los cuatro elementos. Casi nadie habla de eso ya. Y quienes conocen las historias lo toman como cuentos de hadas... - Ochako se recargó en la mesa frunciendo el ceño. — Y si se fijan, en la escuela cuando tenemos historia, siempre hacen falta cosas... - comenzó a jugar con un lápiz.

— Si me he fijado. - Tsuyu volteó hacia el techo.

— Aunque no me sorprendería que omitieran cosas. - Tenya añadió, cruzándose de brazos. — Primero, porque la historia siempre la cuentan los ganadores y es probable que alguien no quiera que los demás se enteren de algo que pasó, y segundo, porque una persona controlando cuatro elementos, espíritus malvados y buenos, y más cosas que hemos investigado, son difíciles de creer. - Volvió a hacer un movimiento robótico con la mano. — De por sí, el que gente como nosotros exista es difícil de entender, estamos muy acostumbrados a que existimos gente que puede controlar los cuatro elementos pero ¿Por qué lo hacemos? ¿Y realmente existirán esos espíritus?

— Pero los usamos, y los podemos controlar. Creo que eso es suficiente prueba de que estás cosas podrían existir. - Ochako frunció el ceño viendo a Iida. — ¿O qué tú no crees en nada y todo lo que hemos investigado con Izu-kun se te hace una tontería?

— ¡Claro que creo! - Iida dijo de golpe, rebanando el aire con la mano, ofendido. — ¡De hecho creo que muchas cosas que hemos encontrado tienen sentido! ¡En mis venas corre la sangre de la gran Toph Beifong y estamos seguros de que ella acompañó a Aang en sus viajes! ¡También ayudó a Korra en algún punto! ¡Yo solo estaba tratando de encontrar algo con qué justificar la desaparición de personajes tan importantes como Korra, Aang, Kyoshi, Kuruk, Roku, Genji, y muchos otros, de los libros de historia! ¡De hecho se me hace más probable que tuvieran algún enemigo en común todos ellos, que terminó haciéndolos desaparecer de la faz de la mente colectiva! - Iida explicó sin dejar de hacer sus movimientos robóticos.

— ¡Si, entiendo! Pero es que... - Uraraka suspiró. — A veces solo pienso en qué les pudieron haber hecho y-

— ¡CHICOS!

— ¿¡Ese fue Midoriya kero?! - Tsuyu preguntó, volteando a verlos.

— ¡Creo que sí! - Ochako automáticamente se levantó, corriendo a la escalera.

— ¡Uraraka-kun, no corras en la biblioteca está prohibido! - Dijo Iida, pero se levantó atrás de ella persiguiéndola. Tsuyu solo suspiró levantándose y yendo tras ellos.

Al llegar a la escalera, lo primero que vieron fue al chico de azul subir los escalones de dos en dos (¿Desde cuándo era tan ágil?). Iida lo atrapó.

— ¡Midoriya, no tienes por qué correr ni gritar! ¿¡Pero qué pasó?! - preguntó alarmado el muchacho de azul.

— ¡Iida-kun! ¡¿Cuándo entraste no estaba el guardia?! ¿¡O alguien más?! - Preguntó jadeando. Tenía el bento en sus manos.

— ¿Es tu comida? ¡Que tierno! - Tsuyu no pudo evitar decir, viendo el Tóper que tenía impresiones de conejos en la tapa.

— Uh... Sí. ¡Pe-Pero eso no importa! ¡Iida-kun! ¡Contesta por favor!

Iida levantó las manos.

— Cuando entré vi al guardia nada más. Estaba guardando sus cosas.

— ¿¡Y-Y no te dijo nada?!

— ... Oh no - Iida abrió los ojos como platos, y llevó sus manos a su cabeza. — Me dijo que iban a cerrar temprano y que nos saliéramos rápido...

— ... ¡Oh no a mí me dijo lo mismo! - Uraraka dijo de golpe, y empezó a ver a su alrededor. — ¿Nos quedamos solos?

— ¡Peor! ¡Estamos encerrados! - Izuku volteó a ver a la puerta. — I-Intenté abrirla pero no pude.

— Oh no... ¿Y ahora qué hacemos? - Tsuyu frunció el ceño. — ¿Qué acaso el guardia no checó que ya no hubiera nadie, kero?

— Supongo que no. Cuando iba subiendo iban bajando otras personas. Supongo que salieron. De seguro pensó que fuimos nosotros. - Iida dijo, intentando razonar la situación.

Izuku llevó los dedos a sus labios.

— Oh no esto es malo no tenemos los números de los trabajadores de aquí como para pedirles que nos abran y-y tampoco creo que activar la alarma a propósito para atraer a alguien sea buena idea porque-porque podría quedar en nuestro historial criminal p-pero no creo que podamos hacer algo más además de eso, Pe-Pero si fuera así entonces la alarma ya debería de haberse activado digo estamos adentro y-y-oh no ¿Y si queda todo grabado? De-Deben de haber cámaras por todos lados verán que corrimos en la biblioteca-pero espera no hay cámaras en éste piso, pero-pero se podrían activar las alarmas y eso-eso sería muy malo para nosotros y-

— ¡Izu-kun, calmado! - Interrumpió Uraraka, tomándolo de los hombros e inflando las mejillas.

— ¿¡Cómo me voy a calmar?! ¡E-Estamos encerrados sin poder salir! ¡M-Mi mamá se-se va a preocupar si no llego a casa! ¡¿Y-Y qué hay Asui-Digo Tsuyu-chan?! ¡Sus papás la están esperan-

Una cachetada un poco suave de parte de la castaña lo interrumpió.

— ¡Encontraremos la solución! ¡Solo no te desesperes! ¡Y ustedes tampoco! - Dijo volteando a ver a los otros dos. — Ahora solo come, y avísale a tu mami qué pasó y ya... Mientras nosotros veremos qué hacer para salir de aquí. - Ella señaló el tóper que tenía el de cabello verde.

Izuku solo... Hizo un mohín, se sentó en una esquina a comer.

— Uraraka-chan ¿Qué procede? - Tsuyu dijo nerviosa, jugando con sus manos.

— Buscar cómo salir de aquí ¿Qué más? - Dijo segura, encogiéndose de hombros. - Debemos de encontrar una ventana abierta o algo.

— Lamento interrumpir pero salir por una ventana no es muy viable. - Iida dijo, haciendo el mismo movimiento robótico con las manos. — Las ventanas son pequeñas en el primer piso, y si salimos por el segundo tendríamos que hacer uso de nuestros elementos para salir y eso es ilegal. Además tendríamos qué ayudar a Izuku a salir.

Uraraka se pegó en la frente con la palma de su mano.

— ¡Rayos, mis planes nunca funcionan!

— Solo tenemos que buscar otra solución, kero. - Tsuyu dijo, viendo a la pared de cristal. — ... ¿Por qué habrán cerrado tan temprano hoy? Apenas son las seis, kero.

— Mi hermano Tensei dijo que el día de hoy iba a pasar un maratón por frente de esta calle. Me imagino que tendría que ver con eso. - Llevó una mano a su barbilla.

— ... Uh. - Uraraka volteó a ver a Iida. — ¿No le podrías decir a tu hermano que nos saque?

— ¡Está trabajando y tiene prohibido usar el celular!

— ¡Pues cuando salga!

— ... ¡Oh cierto! ¡Le enviaré mensaje! ¡Mientras habrá que esperar entonces puesto que hoy sale a las nueve de la noche!

— Eso es una solución, kero. - Dijo tranquila.

Izuku los escuchó desde su esquina, con las mejillas llenas de comida.

— Bueno, si vamos a esperar... continuaré con mi investigación... - Se dijo en voz baja.


Enserio estaba teniendo un muy MUY mal día. Tras terminar de comer trató de hacer lo que se propuso: Leer. Pero ya había pasado una hora y su cabeza no daba indicios de querer trabajar hoy. Simplemente su cerebro dijo... hoy no, gracias.

— ¿Pecas? - Uraraka le picó el hombro. Llevaba más de veinte minutos viendo la misma página.

— ... No me puedo concentrar.

— ¿Y eso? - Tsuyu volteó a verlo, levantando la vista de su libro.

— N-No lo sé. Todo el día he estado sintiéndome muy raro... Cómo... Cansado.

— ¿Dormiste anoche? - Iida volteó a verlo con severidad. — ¡Tienes que dormir de noche para poder rendir en el día!

— ¡Sí dormí, Iida-kun! ¡De hecho me dormí como cuatro horas en ese sillón! - Señaló un sillón que estaba cerca. De seguro aún tenía la forma de su cuerpo, de por sí el sillón no era muy cómodo y el asiento se sumía. — Pero siento como si no hubiera dormido en.… tres días. - Dijo dejándose caer en la mesa de cara, golpeando de la nariz en el proceso pero sin hacer nada contra ello. — ... Auch.

Uraraka alzó una ceja.

— ¿Estás estresado por algo?

— ... ¿No? No tengo exámenes cerca, no tengo nada que presentar... - No tiene a Kacchan molestándolo y esos amigos de él de repente lo saludan a lo lejos lo cual lo hace sentirse menos mal al respecto...

— Déjame ver qué tan estresado estás, kero. - Tsuyu se levantó de su asiento, acercándose a él. Izuku no se movió, aún con la cara aplastada contra la mesa, solo... Se quedó ahí.

De golpe, la muchacha de cabello verde pasó los dedos por toda la columna de Izuku-

— ¡Ay no hagas eso! - Se levantó y se sacudió, sintiendo escalofríos pasar por su cuerpo entero. — ¡S-Se sintió horrible, oye! - La sacudida hace que casi se caiga de la silla. Al final solo se volvió a dejar caer en la mesa, ahora en la mejilla.

— ¡Perdón! - Dijo ella nerviosa. — Pero el que te sacudieras así creo que significa que sí estás muy estresado, kero. - Hizo un mohín.

— ... Ah.

— ¡Oh-Oh, hazme a mí! - Uraraka se dejó caer sobre la mesa, igual que Izuku. — ¡A ver qué se siente eso!

Tsuyu hizo lo mismo con Uraraka, pasando los tres dedos por toda la columna vertebral de la chica. Ella también se sacudió pero no tan fuerte como Izuku.

— ¡Ay, si se siente feo! - Sacudió la cabeza. — ... ¡A ver otra vez!

— Uraraka-kun, para. - Iida puso la mano sobre la cabeza de la chica. — Creo que Asui-san quiere llegar a algo con esto. - Hizo con la otra mano el mismo movimiento robótico.

— Que me llames Tsu, kero. - Ella solo suspiró. — por cierto ¿Me pasas mi botella de agua? Esta en mi mochila. - La de ojos saltones señaló la mochila, y el de lentes se levantó para agarrar la cantimplora que señaló.

— Aquí tienes, Asui-san. -

Tsuyu solo suspiró.

— Te dije que me llames Tsu, y gracias, kero. - La tomó entre sus manos abriéndola. Sacó agua en su mano. — Quiero intentar algo, Midoriya-kun. ¿Puedes levantarte el cabello del cuello?

— ... ¿Qué quieres hacer? - Preguntó, pero se levantó los rizos del cuello.

— El otro día leí en mi libro que hay formas de aliviar el estrés con agua control. - Dijo tranquila, llevando el agua elevada en su mano a su cuello.

— ... Okay. Creo que sé que quieres hacer. Mi mamá me ha comentado que es posible afectar el cerebro con eso... - Se dejó hacer lo que fuera a hacer la muchacha.

Tsuyu asintió. Comenzó a hacer movimientos con las manos, el agua en el cuello de Izuku comenzó a dar pequeñas vueltas y el agua comenzó a brillar en un tono azul.

— ¿Qué quieres hacerle Tsuyu? - Ochako se levantó de su lugar, viendo el agua girar en el cuello de Izuku.

— Estoy tratando de ayudarlo a elevar sus niveles de serotonina, dopamina y algunas endorfinas para ayudarlo a qué se desestrese. - Dijo tranquila, entre cerrando los ojos.

— ... No entiendo, Asui-san. - Iida frunció el ceño.

— Es algo que viene en mis libros. - Dijo ella tranquila, tratando de mantener los movimientos suaves, pero sus manos eran algo toscas a decir verdad.

— Uh... ¿Lo has hecho antes? - Izuku preguntó algo preocupado. Su mamá le dijo que incluso la gente talentosa en el campo tenía que tener cuidado en cómo hacer ciertas cosas.

— No hables, kero. - Tsuyu no contestó a su pregunta, solo continuó con los movimientos.

Izuku hizo un mohín. Solo suspiró, haciendo una mueca, y se dejó hacer lo que sea que le estuviera haciendo, aunque no sentía gran cambio.

— ... ¿Qué se supo-

— Que no hables, kero.

— Perdón pero-

— Te digo que no hables... - Tsuyu hizo un movimiento que hizo que el agua brillante tocara los dedos que sostenían los rizos del de cabello verde. — Si me distraes podría pasar algo malo, kero.

— ¿Algo malo? - Preguntó Ochako frunciendo el ceño.

— Creo. Se supone que la curación debería ser natural para nosotras pero la verdad es que no soy muy buena, kero.

— ¿entonces soy un conejillo de india-

— Que no hables, kero. - Volvió a sentir como el agua lo tocaba, ahora directamente su cuello. Sintió un escalofrío por esto, pero al instante sintió como algo hacía "clic" en su cuerpo.

— Hmmm... Creo que ya. - Levantó las manos y automáticamente el agua dejó de brillar, y con un movimiento suave la devolvió a su botella.

Izuku se levantó.

— ¿Cómo te sientes, Midoriya-kun? - Iida preguntó.

— Normal... ¡Ya no tengo sueño! - El de rizos parpadeó y volteó a los lados. — No sé qué me hayas hecho pero... Gracias. - se secó la nuca.

— De nada kero. - Ella sonrió un poco, aunque por lo bajo dijo — entonces si me salió... -

— ... ¿Cómo que si te salió? - Uraraka entre cerró los ojos.

— No soy muy buena en medicina. - Tsuyu simplemente se encogió de hombros.

Izuku volteó a verla incrédulo.

— ... ¿Entonces sí fui un conejillo de indias?

— Básicamente, kero.

— Asui-san, creo que debes ser un poco más precavida con este tipo de cosas. - Dijo Iida a modo de regaño. — No se debería de jugar con la salud de tus amigos ni usarlos de conejillos de indias para tus clases.

— Pero no creo que si lo haya hecho "mal", le pase algo. - tranquilamente tomó agua de su botella.

Izuku frunció el ceño un poco.

— De hecho... Creo que concuerdo con Iida, Tsu-chan - Se cruzó de brazos. — Mi mamá es enfermera y siempre me ha dicho que para hacer curación tienes que ser muy cuidadoso.

— Lo sé. De hecho tuve el mayor cuidado que pude para no hacer algo mal, es por eso que te pedía que no hablaras. - Le picó una mejilla de forma un poco juguetona. — Pero tampoco es como si hubiera trabajado en la zona del corazón o alguna zona peligrosa. Trabaje en tu cuello por eso mismo. - Explicó, ladeando la cabeza. — Y si bien no soy experta, sé cómo evitar ciertas zonas para no hacer algo mal.

— ... Bueno... - El de cabello verde suspiró, viendo al techo.

—... Tsuyu ¿Me haces a mí también? - Preguntó Ochako acostándose. — No estaré tan estresada como Izuku pero... - Se encogió de hombros.


Pasaron entre diez y quince minutos. La verdad es que aunque le devolvió la energía... Seguía sin ánimos de leer, por lo que se quedó viendo TikToks en su celular. Ochako, que también recibió este extraño "boost" de energía de parte de Tsuyu, estaba viendo vídeos junto con él.

— Creo que eso que hiciste no funcionó del todo, Asui-san. - Dijo Iida haciendo una mueca. — Están más distraídos que antes.

Tsuyu suspiró, tendría que acostumbrarse a que el muchacho no la llamaría como quería.

— Supongo que no, pero la menos Midoriya-kun ya no se está durmiendo.

Izuku soltó una carcajada ante uno de los vídeos, Ochako a su lado solo le quitó el celular y escribió algo.

— ¿Qué están haciendo, chicos? - Iida se levantó de su lugar y fue a dónde estaban.

— ¡Nada-Nada! - Ochako dijo. Izuku se hizo aire con las manos pues seguía riéndose, hasta con lágrimas en los ojos. Cambió el vídeo.

El de cabello azul se asomó a ver el celular.

— ... ¡NOOO! - Los tres gritaron al mismo tiempo.

— ¿¡Q-Qué pasó?! - Tsuyu preguntó alterada.

— ¡Es mejor que veas! - Dijo Ochako, pasándole el celular a la muchacha.

Tsuyu tomó el celular. El vídeo mostró a una chica, y un pequeño gatito... Parecía que le iba a dar un besito.

— Kero, que bonit-¡NO! - Gritó al instante de ver qué la chica en vez de darle el beso le mordió al gato la cara (suavemente, pero aun así se vio igual de gracioso y feo). — ¿¡Por qué están viendo esto?! - Preguntó horrorizada.

— ¡N-Nos salió ahorita! - Izuku dijo, empezando a reír de nuevo sin razón alguna. Tsuyu le pasó de nuevo el celular, pero se levantó y se puso detrás de ellos para también ver.

Estuvieron viendo más vídeos, entre ellos uno de un peculiar chico con cabello rojo y blanco... ¿Todoroki-kun? Pensó Izuku, pero Ochako cambió de vídeo sin siquiera pensarlo. En el momento no prestó mucha atención a decir verdad...

Fue en ese momento en que sintió algo extraño en sí mismo. Un golpe de energía aún más grande que el que ya tenía. Dejó el celular sobre la mesa, haciendo un gran ruido.

— Tengo hambre otra vez. - Dijo, comenzando a golpear con las palmas de sus manos la mesa.

— ¿Hambre? - Ochako volteó a verlo.

— Sí~ mucha. - Ahora también empezó a mover los pies.

— ... ¿Midoriya-kun, te sientes bien? - Tsuyu les pasó una mano frente a los ojos al chico.

— Como nunca pero con mucha hambre. Y muchísima sed. - Volteó a verla, sonriendo de forma extraña.

Tsuyu en ese momento notó que tenía los ojos dilatados.

— ... Eh... Midoriya-Kun, ¿Qué comiste antes de que te ayudara con el estrés?

— ¿Eh? Antes de... - el de pecas volteó a ver el tóper de bento. — ... No me acuerdo... - Y se empezó a reír mucho otra vez.

— ¿Qué le pasa ahora? - Ochako preguntó riendo nerviosa.

— Midoriya-kun, mírame. - Tsuyu pidió, frunciendo el ceño. Le tomó las mejillas. — Haz memoria. ¿Qué comiste?

— Uh... No me hagas pensar ahorita...

— Oh no ¿Quién eres y que le hiciste a mi amigo? - Ochako dijo de golpe.

— ¡Uraraka-kun, creo que no estamos en momento para bromas! ¡Y Midoriya-kun, contesta la pregunta!

— Ay... - Volteó a ver su bento otra vez. — Ahora que lo pienso que era una ensalada de fruta con arroz dulce y un panecito relleno de chocolate...

— ¿¡Comiste nomás eso?! ¡Con razón tienes hambre otra vez! - Iida dijo, regañando al muchacho.

— Era el lunch que me tenía que llevar a la escuela... - el de pecas infló las mejillas.

Ochako solo se les quedó viendo.

— ... Eso es mucha azúcar... Dijiste que tienes sed, ¿No? Y que tienes mucha energía.

Izuku asintió simplemente. Mantenía la sonrisa tonta.

— ... Creo que a Midoriya le dio un pico de azúcar, kero.

— ¿A qué te refieres, Asui-san? - Iida preguntó. Izuku por su parte siguió moviendo los pies y las manos como loco.

— Un pico de azúcar... Es... Lo que les pasa a los niños pequeños cuando comen mucha azúcar, kero. - Llevó un dedo a su mejilla. — Esto les pasa a mis hermanos cuando comen azúcar después de las seis de la tarde.

Ah, sí. Esta es la sexta cosa rara que le pasó hoy.

— ¡A mí me daba eso de pequeña! - Dijo Ochako haciendo un mohín. — Mis papás me ponían a correr por toda la casa hasta que me caía de cansancio.

— Yo hago exactamente lo mismo yo cuando me toca cuidarlos y comen galletas sin mi permiso, kero. - Tsuyu vio al de cabello rizado, pensando qué hacer. Solo pensó en darle su botella de agua. — Midoriya-kun, ¿A ti te pone loco el azúcar normalmente?

— Uh-No. De hecho a mi todo me da sueño. - Se encogió de hombros.

— ... Oh no. - Tsuyu llevó una mano a su boca. — ¿Habré sido yo?...

— Naaah, quizás solo ando feliz~ - El chico se estiró en la silla, y luego se quedó mirando a la nada unos segundos... Y luego volteó a ver a Uraraka. — Quiero correr, ¿Podemos correr? - Se levantó de la silla.

— ¡Midoriya-kun, estamos en una biblioteca! ¡No podemos correr!... Aunque quizás te ayude con tu condición actual... - Llevó una mano a su barbilla.

Tsuyu solo se le quedó viendo.

— Midoriya-kun, corre alrededor de la mesa hasta que te canses, kero.

Izuku hizo caso, comenzando a correr alrededor de la mesa. Aunque se tropezaba.

— Vaya, suenas como una hermana mayor. - Ochako dijo moviéndose en la mesa de un lado a otro.

— ... Ochako-chan.

— ¿Que?

— ¿Tú no te sientes igual, o sí?

— ... - La castaña llevó una mano a su barbilla. — Ahora que lo dices... Me siento con energía pero no al nivel de tener necesidad de correr.

— Mírame a los ojos, kero. - Ochako hizo caso. — ... Algo me dice que sí fui yo. - Tsuyu se cruzó de brazos. — Recordatorio, no volver a hacer esto jamás...

— ¿Eh?

— ... Ochako-chan, a correr alrededor de la mesa.

— ¿¡Por qué?!

— Se te están dilatando los ojos igual que a Midoriya, kero. - Tsuyu se sentó finalmente en la que era la silla de Izuku.

— Pero-Pero no me siento mal.

— No importa, ahora a correr.

— Ains... - Se levantó y empezó a perseguir al de pelo verde.

Estuvieron así un rato hasta que Ochako se detuvo.

— ¡Es aburrido correr en círculos! - La castaña se quejó. —¿No podemos intentar algo más?

Izuku no se detuvo y dio una vuelta entera, chocando con la espalda de Ochako en el proceso. Obvio se detuvo después de esto.

— ¡C-Cuidado, pecas! - volteó a verlo. El chico se seguía viendo demasiado animado. Ella suspiró. — ¿No creen que podríamos hacer algo más? No sé, correr en la escalera.

— Correr en las escaleras es muy peligroso, Uraraka-kun. - Tenya dijo, acomodándose los lentes. — Recomendaría que siguieran corriendo alrededor de la mesa, al menos así mantendremos contenida todo el ruido que podría meternos en problemas si nos ven en las cámaras.

— ¡Pero estamos encerrados y solos! - Ochako dijo de golpe. — ¡Es aburrido! ¡Son unos aburridos! - Dijo señalando a sus amigos de forma burlona.

— De hecho no hay cámaras en este piso, solo en la entrada y en el tercer piso porque allá arriba hay computadoras - Izuku dijo en voz baja, pero todos lo escucharon.

— Midoriya-Kun, ¿cómo sabes eso? - Iida preguntó entre cerrando los ojos.

— ... ¡No me gusta sentirme observado! ¿¡Sí?! - Dijo abrazándose a sí mismo.

— ¿¡Ven?! - La de cachetes regordetes dijo, haciendo manos de jazz - ¡Podemos hacer lo que queramos! ¡Yo digo que hagamos algo más animado, Izu-kun!

Tsuyu se les quedó viendo a los dos. Izuku estaba dando saltitos en su lugar, y Ochako seguía viéndose bastante animada... Luego, vio como la castaña pasó su brazo por los hombros del chico, moviéndose de un lado al otro y haciendo que el otro también se moviera de un lado a otro. Parecían estar bailando.

— ... ¿Y si graban de esos videos? Donde bailan y así. - Dijo ella, sacando su celular. — esos videos del tiktok.

— Oye esa es una buena idea~ - Ochako dijo, lanzándose sobre la mesa y tomando el celular de Izuku. — ¡Vamos a grabar TikToks, Pecas!

— ¡Okay! - Izuku solo levantó las manos, sacudiéndolas. — Pero debo advertir que bailo como jirafa borracha... - Susurró.

— ... ¿¡Jirafa borracha!? ¡Eso lo tengo que ver!

— ¡No quieres ver! ¡Vas a terminar odiándome!


La verdad es que no grabaron mucho al final. No se sabían casi ningún baile, e Izuku tenía razón al decir que bailaba como jirafa borracha: Sin coordinación y casi se cae tres veces; así que mejor decidieron poner música y ponerse a bailar en el pasillo sin grabar nada (Aunque Izuku estaba seguro de que su amiga Ochako subió un tiktok a SU cuenta de él bailando horriblemente... Esperaba que no se volviera viral).

— ¡Chicos, estamos en una biblioteca! ¡No debemos hacer ruido! ¡Podrían regañarnos! ¡Sé que Midoriya dijo que no había cámaras por aquí, pero quizás se enteren, porque tienen micrófonos o algo!

— ¡Cuando no hay policías cerca todo es legal! - Izuku dijo, extrañamente más animado que antes. Se subió a la mesa dando pequeños saltos. — ¡Perdón pero necesito sacar el estrés! ¡Y la energía! - Salto de la mesa al piso.

— ¡Eeeh! ¡Midoriya-kun se volvió más loco! - Tenya gritó, atrapando al chico antes de que cayera de sentón. — ¡Asui-san! ¡Tienes prohibido hacer eso que hiciste otra vez!

Tsuyu suspiró, haciendo una mueca.

— Ya aprendí mi lección desde que se le dilataron los ojos, Iida-kun... - Rodó los ojos.

— Uh... - Uraraka se sentó en el suelo. — Creo que yo ya me cansé. — se acostó en el piso. — Iida-kun, ¿Tu hermano ya te contestó? ¿Qué Hora es?

Iida sacó su celular, aún con el de pecas cargado en el brazo. Este último estaba moviendo los brazos.

— ... Vio el mensaje nada más... Le voy a enviar otro. - Iida soltó al muchacho de pelo verde, quién se fue a acostar junto a Uraraka pero seguía moviendo los brazos como loco. — Esperemos que ahora sí me conteste y venga alguien por nosotros.

— Sigo con hambre. - Dijo de repente el de cabello rizado.

— De seguro es más bien sed. - Tsuyu también se fue a acostar junto a ellos. — Lamentablemente te acabaste mi agua hace rato.

—... Oh. - el chico sonó algo entristecido.

Iida se les quedó viendo, alzando una ceja... Al final, decidió hacer lo mismo: Acostarse con ellos. Los cuatro ahí formaron una cruz en el piso, viendo al techo.

— ... ¿Saben algo? - Izuku dijo de golpe, viendo al techo. — Hace mucho no pasaba tiempo con amigos...

— ¿Nos consideras tus amigos? - Iida preguntó, llevando sus manos a su estómago.

— Sí, la verdad es que sí. - el de pecas no pudo evitar sonreír. — Aunque no nos conocemos del todo, y apenas llevemos tres meses de todas nuestras reuniones...

—... Chicos, ahora que lo pienso... - Uraraka estiró sus brazos a los lados. — Nos reunimos y, creo, somos amigos... Pero... ¿Sabemos algo entre nosotros además de que Iida-kun es maestro tierra, Tsu-chan maestra agua, Pecas un no-maestro y yo maestra aire?

— Sabemos que Iida es descendiente de Toph Beifong. - Tsuyu comentó. — Y que tú vienes de Ba Sing Se, kero. - Señaló a Ochako. — Y que Midoriya-kun es muy inteligente y le gusta investigar cosas.

— ¿Crees que soy inteligente? - Izuku volteó a ver a la chica.

— Sin duda, Midoriya. Eres de las personas más inteligentes que conozco, Midoriya-kun. - Iida confirmó. De seguro estaba haciendo sus movimientos robóticos. — Además de que tú organización con tus libretas es excelente, y nos has ayudado mucho con entrenar.

— Sobre todo a mí. - Uraraka agrego. — Si no fuera por ti estaría igual que cuando llegué a la ciudad.

— Gracias...

— No, pecas. Gracias a ti. - Estiró la mano y lo picó en el hombro. No pudo evitar sonreír unos momentos para luego mirar al techo pensativa. — Pero además de eso. ¿Sabemos algo? Tipo... No sé, ¿Qué nos gusta hacer? Además de leer y entrenar.

— ... ¿Cuál es tu color favorito, Iida-kun? Pero... Uno bien específico. Ya vez que hay gente que contesta que el naranja del amanecer, y otros que el rojo de un vino. Algo de ese estilo...

— ... Creo que el azul. - el muchacho de lentes dobló las piernas. — Pero el color que el mar toma en la noche. Cuando las estrellas y la luna iluminan el mar y le dan ese tono de azul tan profundo.

— Buena respuesta. - Tsuyu sonrió.

— ¿El tuyo, Uraraka-kun? - Iida preguntó.

— Uh... - Suspiró haciendo un mohín. — El rosa. Cómo las flores de cerezo. Ese tono de rosa... ¿Qué hay de ti, Pecas?

— ... Tengo dos... Dos colores favoritos. - Dijo él, viendo al techo. — El verde en diferentes tonalidades, como las hojas de un pino alto, o como el color de la menta, o el de una esmeralda recién cortada. - Estiró una mano y la llevó a su frente. — El otro, es el color de los rubíes, un rojo intenso y profundo... Creo que por eso escogí estos tenis. - Levantó la pierna enseñando su zapato.

— Vaya. Tienes muchas opciones entonces. - Tsuyu dijo, sonriendo de lado.

— ¿Cuál es el tuyo, Tsu-chan?

— Uh, A mí también me gusta mucho el verde kero... Pero el brillante, como el que tiene el pasto recién cortado, o el color que tienen las ranas de jardín del pantano en el que solía vivir. - Tsuyu preguntó.

— ¿Vivías en un pantano? - Izuku preguntó.

— Sí, pero mi familia y yo nos mudamos a Ciudad República cuando mi hermana menor nació.

— Interesante. - Ochako sonrió. — Ambas somos foráneas entonces.

— Básicamente, sí.

Iida se quedó viendo al techo.

— Sé que todos estamos en secundaria. Y que Asui-san está estudiando un poco de enfermería. Pero... ¿Qué quieren ser cuando lleguen a la universidad?

— Yo quiero ser química-bióloga. - La de cabello verde dijo. — Pero estoy estudiando enfermería por obligación. La verdad no me gusta mucho atender personas. - Se encogió de hombros. — También tiene que ver con que, según esto, las mujeres somos mejores para esto pero... Creo que acabo de probar mi punto, ¿No, Midoriya y Uraraka? - Sonrió con diversión.

Izuku no pudo evitar reír.

— Sí, creo que lo sabemos ahora... - Suspiró tranquilo. — ¿Y tú, Iida?

— Yo solo quiero seguir los pasos de mi hermano. - Dijo tranquilo. Se sentó en su lugar, volteándolos a ver ahora. — Es tradición de mi familia, ser policía o detective. En mi caso, quiero ser detective, como mi hermano, y hacer que en mi familia estén orgullos de mí.

— Tradicional~ - Uraraka sonrió.

— ¿Y qué hay de ti? - Tsuyu preguntó, viendo a Uraraka. Se sentó, ahora volteándolos a ver exactamente igual que Iida.

— Yo quiero ser astronauta o piloto. - Dijo de golpe Ochako. — Quiero poder surcar los cielos, conocer mundos desconocidos y encontrar aventura. Viajar en este planeta, e incluso a otros. - Sonrió, de forma soñadora. Se sentó, volteando a verlos. — Pero... Mi familia... - Su mirada soñadora se ensombreció un poco, y abrazó sus piernas. — Pasamos por dificultades económicas muy fuertes. Mis padres son dueños de una constructora y... No nos va muy bien. - dio un suave suspiro... — Y si añadimos que... Estoy acá, sola, la situación está peor.

— ... Es cierto, Uraraka-chan ¿Por qué estás tan lejos de tu casa y sola? - Izuku volteó a verla.

— En Ba Sing Se no había nadie con quien aprender aire control. Es... Complicado. Yo... Cuando empecé a manifestar mis habilidades causaba muchos problemas... Llegué a destruir una vasija de mi mamá con un estornudo a los siete años, y no podía controlarme. Y bueno, Ba Sing Sé podrá ya no tener esos mugres anillos que tenía hace siglos que separaban a las clases sociales en ricos media clase y pobres, pero las diferencias económicas todavía afectan, todavía hacen diferencia entre quienes hubieran sido del "anillo interno" y quienes somos del "medio" o del "inferior", para los maestros tierra incluso hay diferenciación en cuanto a la cantidad de dinero que pueden pagar. Ahora imaginen para una maestra aire, las escuelas de control en Ba Sing Se son carísimas, y no teníamos dinero... Así que la única forma de aprender aire control ahí era unirme a la nación aire y aprender de forma gratuita con ellos, pero no quiero.

— ¿Por qué no quieres? - Tsuyu hizo una mueca.

— Yo... Quiero viajar, pero... También quiero ayudar a mis papás. – Comenzó a jugar un poco con su cabello. - De hecho... Mi sueño de ser astronauta o piloto tiene qué ver con el dinero que puedo ganar con ello... El espacio y el cielo son mi pasión, y conseguir algo tan... redituable con algo que me gusta me encantaría, porque podría ayudarlos, y estaría haciendo lo que me gusta. - Suspiró, estirando las piernas de nuevo. — Pero si me unía a los nómadas tendría que desprenderme de absolutamente todo: De mi familia, de mis posesiones, mis sueños... Sí hablamos con unos, pero... No me gustó la idea.

— ... Y viniste a Ciudad República para aprender sin comprometerte a ser parte de ellos. ¿No? - Izuku la vio desde su lugar.

— Sí. Yo... eh... Se supone que voy a estar un año aquí nada más. Vine con una beca.

Izuku no pudo evitar reír ante eso.

— Eso suena a mi mami.

— ¿Uh? - Los tres voltearon a ver a Izuku en ese instante.

— Mi... Mi mami viene de la tribu agua del sur. Vino a ciudad república cuando tenía unos... Dieciocho, creo… a estudiar para ser enfermera. – Dobló las piernas. — Aquí conoció a mi padre y pues... Se casaron, por lo que no tuvo que volver al sur. - Se encogió de hombros. — Luego mi padre se fue cuando estaba a punto de nacer por cuestiones de trabajo, y nos dejó a mi mamá y a mí, solos.

—... Oye, Midoriya. - Tsuyu se inclinó un poco. — ¿Por qué nunca hablas de ti?

— ¿A qué te refieres?

— Pues... - llevó un dedo a su mejilla. — Estamos hablando de nosotros, ¿No? Y... Trajiste a tu mamá, en vez de decirnos qué quieres ser de grande.

— ... Uh...

— Es cierto. Y también cuando investigamos, nunca dices 'oh yo hice esto' 'encontré esto' 'mira yo sé esto'. Siempre es... 'Mi mamá me contó esto' 'mis amigos me dijeron esto' - Uraraka frunció el ceño.

— ... Ni... Ni me había dado cuenta. - Izuku volteó a otro lado. — Q-Quizás es porque... No me gusta hablar de mí.

— Es totalmente comprensible, Midoriya-kun. - Iida contestó, moviendo su mano. — Pero creo que debería ser lo justo que hablaras un poco de lo que piensas ser de grande para que todos estemos a mano.

— ... - Izuku solo suspiró, viendo a otro lado. — ... Yo...

— Está bien, Izu-kun, no te fuerces. Si no quieres decirnos está bien. - Ochako pasó su mano por los rizos del chico. Éste solo apretó los ojos un poco.

— ... Es que... - Sonrió de lado, pero no se veía feliz. — Yo... Tiendo a alejar a la-a la gente sin-sin pensarlo... Yo... - Suspiró de forma entre cortada. — N-No me gusta hablar de mí, por-porque, cuando-cuando lo hago, yo... Yo... - Sus ojos comenzaron a arder. Esto le hizo llevar su mano a sus ojos, tratando de apretarlos y evitar que las lágrimas salieran. — Yo solo... Yo solo quiero a-ayudar a los de-demás, quiero-quiero poder ser útil a los demás, uhm quiero hacer algo bien en mi vida y-y dejar huella, quisiera... Cambiar algo. Aún no sé qué quiero ser de grande, solo sé que quiero ayudar a los demás, hacerlos felices. Pero es muy difícil, porque ¿Como voy a ayudar a otros cuando yo me siento mal? Cuando hablo de mí, termino alejando a los demás, termino dándoles asco. Es como si... Simplemente ser yo, me hiciera estar solo. - Se escucharon sus sollozos, respirando entrecortado y con voz dolorosa. — Cuando hablo de mí, mi padre siempre me termina cortando mis pláticas y no me deja decir nada. Cuando le hablé de mis problemas y los sueños horribles que tengo cada mugre luna llena a mi mejor amigo hace tres años, me dejó de hablar, me empezó a molestar e incluso a golpear, y ahora me reemplazó con unos niños que ni siquiera conozco y me empezó a ignorar. Cuando hablé de mis problemas con otro amigo hace tres años también se terminó mudando y ni siquiera fue su culpa. Cuando hablo de mis sueños en la escuela solo recibo burlas. Es como si el hablar de mí, de mis problemas, de lo que quiero, de lo que me gusta, de todo eso solo... Aleja a los demás. Y-Y no-no quiero que eso pase ahora, yo... Me terminé obsesionando con historia, solo porque es lo único que me ha mantenido feliz en tres años en los que he estado completamente solo. Yo... Me siento tan solo... - Se sentó, y ya no pudo contenerse. Empezó a llorar, fuerte: con sus lágrimas escurriéndole por las mejillas, sollozando de forma ruidosa, temblando en su lugar, dándole la espalda a sus amigos...

Ochako volteó a ver a los otros dos, quienes se quedaron en silencio viendo al de pecas desahogarse entre lágrimas. La de cabello castaño solo... Pensó en pasar su mano por la espalda del muchacho, y así lo hizo, dándole palmaditas.

— Tranquilo... Todo estará bien... - Ochako dijo con voz suave. — De seguro nada de eso es tu culpa...

— Concuerdo con Uraraka-kun. - Añadió el de lentes, pero con una voz muy suave. — De seguro será porque no te conocen realmente, o quizás son personas que no te comprenden del todo.

Tsuyu hizo una mueca viendo a Iida. Volteó a ver de nuevo al muchacho, que seguía llorando. No... No sabía qué decir o hacer. Intentó medir sus palabras para lo siguiente que diría.

— Midoriya-kun, ¿De verdad crees que hayas sido tú quien los alejó y no la decisión de los demás?

El chico, aún con los ojos rojos, solo volteó a verla. Seguía sollozando, pero escuchar aquello lo hizo empezar a calmarse.

— Es que... Si fueras tú, ¿Crees que seguiríamos aquí? -

— Sí, pecas. De seguro fue algo personal, no en tu contra. - Ochako ladeó la cabeza, sonriendo de lado de forma cálida, sin dejar las palmaditas. — Lo de tu padre suena mal, también lo de tu amigo... Y lo de tus compañeros de la escuela... Lamento que tu otro amigo se haya ido... Pero ahora nos tienes a nosotros tres, y a tu mami. No estás solo...

— Eres una persona muy valiosa, además de inteligente. - Iida agregó. — Creo que hablo por los tres cuando digo que apreciamos tu amistad y compañía.

Izuku se les quedó viendo unos segundos, antes de limpiarse con las manos las lágrimas... ¿Lo apreciaban? ¿Su amistad?...

Estuvo tres años solo, pensando en que no volvería a tener amigos jamás. Pensando en que hablar de él lo harían una carga. Que simplemente mostrar alguna necesidad o algo más lo harían quedarse solo...

Pasó con Kacchan, habló de su sueño, de cómo le dolían sus entrañas al despertar, de lo asustado que estaba cuando soñaba eso... Y se enojó tanto con él por no comprenderlo que terminó dándole la espalda. Habló con Todoroki-kun, de cómo hablar de aquel sueño causó que Kacchan se alejara de él, Todoroki-kun encontró algo lógico de por qué Kacchan se enojó con él, lo apoyó y... Se mudó de golpe porque su hermano mayor cometió suicidio y no lo ha vuelto a ver desde entonces... Y su padre, alguien que se supone debería estar pendiente de él pero que no lo hacía, alguien que... Espera, ¿siquiera el hombre tenía el derecho del título de padre? Les daba dinero pero su mamá aun así tenía que trabajar, nunca lo había visto más que en viejas fotos, le enviaba regalos pero ni se preocupaba por su escuela, no lo dejaba hablarle de sí mismo, absolutamente nada...

¿Realmente estaba solo por su culpa? ¿O... Simplemente dejó de intentar hacer amistades después de que se le quebrara el corazón tantas veces por la pérdida?

— Ven aquí, pecas. - Ochako dejó de darle palmadas en la espalda, y se levantó de su lugar, tomándole el brazo. Lo obligó a levantarse, pero el mantenía la mirada en el piso pensativo.

Ella tomó su otro brazo, empezando a hacer que se moviera en su lugar, como bailando, al ritmo de una balada... Fue en ese momento en que Izuku se dio cuenta que en todo este rato había música, escuchándose desde el reproductor de su celular.

Tsuyu al instante también se levantó, acercándose a ellos y tomando sus manos, uniéndose al pequeño baile lento que hacían, y Tenya hizo exactamente lo mismo segundos después. La música los hizo empezar a girar, e Izuku comenzó a distraerse de su tristeza.

... I... I will be king... And you, you will be queen - Tsuyu empezó a tararear la canción.

Izuku miró a sus amigos.

Through nothing will drive them away - Tenya siguió la canción, un poco más fuerte. —

We can be heroes! Just for one day! - Ochako gritó ahora, levantando las manos y las de sus amigos Izuku y Tsuyu en el proceso.

Izuku no pudo evitar sonreír.

We can be us, just for one day... - Terminó de cantar.

Iida se separó un poco e hizo girar a Tsuyu, luego ella hizo lo mismo con Uraraka, Uraraka con Izuku, e Izuku con Tenya (este último se tuvo que agachar para que el brazo del de pelo verde alcanzara a darle la vuelta).

Así, estuvieron un rato hasta que la canción cambió por algo más rápido. Sin pensarlo, los cuatro comenzaron a bailar más rápido, extremadamente descoordinados, pero no les importó: Al parecer necesitaban esto. Sus pasos los terminaron llevando a una mesa, en la que Ochako y Tsuyu se subieron, danzando de un lado a otro, juntas. Ochako se bajó, e Izuku se subió después, bailando igual que Tsuyu, siguiéndole el paso pero mal: Como Jirafa borracha, exactamente lo dijo él que bailaba. Luego, también Tenya se subió (los otros tres lo animaron a qué lo hiciera) y comenzó a hacer algunos pasos con los que parecía un robot, pero genuinamente bailaba bien (a decir verdad, era quien mejor bailaba de los cuatro). Luego, quedaron encima de la mesa Izuku, Tenya y Ochako. Luego estaban los cuatro.

Y así estuvieron un rato hasta que los cuatro cayeron rendidos en el piso.

— Chicos, habrá que limpiar esto porque es muy irrespetuoso e irresponsable de nosotros dejar esa mesa toda llena de nuestras pisadas. - Dijo Iida, recuperando su tono habitual. — Y no volveremos a bailar de esta manera en una biblioteca, es extremadamente irrespetuoso. Hay que agradecer que no hay cámaras, si es que Midoriya no nos mintió.

— Sí, sí. Como sea. - La castaña le restó importancia a la situación moviendo la mano y tirando con aire la tierra que se hubiera quedado sobre la mesa.

— ¡Esa no es la forma de limpiar! - Tenya regañó a la castaña. El chico se levantó al instante de su lugar a buscar una escoba o algo para barrer y limpiar el desastre que habían dejado en el lugar. Encontró el utensilio cerca de la escalera. — ¿¡Se dan cuenta de que acabamos de vandalizar una biblioteca?! ¡Esto no se vuelve a repetir!

Izuku no pudo evitar reír, viendo al muchacho empezar a barrer y recoger el polvo con algunos movimientos de brazos y piernas y tirarlo todo dentro de un bote de basura. Ya estaba más tranquilo, ya se sentía bien como para reír un poco, quizás también para ya caminar por la biblioteca un poco.

— ¿Te sientes mejor, kero? - Tsuyu volteó a ver al muchacho de pelo verde.

— ... Si. - Sonrió un poco. — Gracias por... Escuchar.

— No hay de qué Midoriya. Recuerda que somos tus amigos, estaremos aquí para escucharte cuando lo necesites.

— Us-Ustedes también, me... tienen aquí. - Sonrió un poco.

— Oye, Midoriya. ¿Ya se te bajó el pico de azúcar kero? - Tsuyu preguntó, llevando un dedo a su mejilla.

— E-Eso creo. - Suponía que el hecho de no sentir la necesidad de mover sus piernas y brazos eran una buena señal.

— Me alegra, kero. - Ella suspiró ya más tranquila. — ¿Qué Hora es?

— Son las... - Tenya tomó su celular de su bolsa. — Las once de la noche...

— ¿Y no te contestó tu hermano? - Ochako ladeó la cabeza.

— Uh... Mandó un mensaje hace media hora, dice que está buscando al personal para que vengan a sacarnos.

— ... Esto suena a qué vamos a dormir aquí. - Izuku suspiró.

— ¡Pido el sillón grande! - Ochako dio un salto y fue a acostarse rápido en el sillón con una sonrisa burlona.


Pasó un rato en que estuvieron así. Cada quien encontró un sillón en el cual quedarse, y de hecho Tsuyu, Tenya y Ochako se quedaron dormidos rápidamente...

Pero Izuku seguía despierto. La luz de la luna entraba por la gran pared de cristal y ahí se dio cuenta de que estaba llena: Era día de pesadillas... Ya había causado muchos problemas hoy, no quería causar otro, así que hizo lo mejor posible por no dormirse.

— ... - se levantó de su lugar, empezando a caminar. Prefería hacerlo... Además, sería bueno que alguien se quedará despierto mientras esperaban a que llegaran por ellos ¿O no?

Los estantes de libros se abrían ante él, todo el conocimiento que podría obtener para lograr descubrir... ¿Por qué los libros resumían la guerra de los 100 años a una sección de los libros de historia? Eran cien años de guerra, ¿Cómo es posible que decidan no enseñarle a los niños todo lo que pasó? Fue una cosa horrible... ¿Será porque él sabe que Aang participó en esta guerra?... Ahora ¿Qué había pasado con Aang, Korra, All Might, Kyoshi? ¿Por qué solo sabía de ellos por las historias que su madre le contaba? ¿Qué había pasado con todos ellos? Necesitaba saberlo. Necesitaba descubrir que título tenían, necesitaba... Saber por qué los veía en sueños a veces. También, necesitaba saber ¿Por qué la gente dejó de creer en muchas cosas? Las leyendas del mundo como el túnel secreto, la de la princesa Yue (que acababa de ver en un sueño hace unas horas), la de los tejones topo que le enseñaron a los maestros tierra, la de la luna antes que Yue que mostró a los maestros agua como controlar el mar, de los bisontes voladores que enseñaron a los maestros aire, de los dragones que enseñaron a los maestros fuego... Los dragones se extinguieron hace mucho, ¿no? Hay quienes dicen que incluso no existieron...

Izuku se frotó los ojos en frustración. Tenía tantas preguntas, y casi ninguna respuesta... Él solo quería saber, y poder ayudar a alguien con este conocimiento... Podrían estar muertos los antiguos seres que le causaban gran admiración, podría ser que muchos espíritus odiaran a los humanos, podría ser que alguien ocultó todo esto por razones buenas... Pero sentía en su interior que esto no estaba bien, que este tipo de saberes debían de haberse mantenido, que estas historias no debían de ocultarse porque siempre que la gente ignoraba o prefería dejar atrás una historia, esta estaba condenada a repetirse. ¿Qué iba a pasar si resultaba que un líder loco de un pueblo decidía repetir lo que el señor del fuego Sozin y armar guerra de nuevo en contra de todos? ¿Qué pasaría si salía otra Kuvira de algún lado? ¿Qué pasaría si llegaba otro Emperador Chin a poner a su propio pueblo ante sus pies y esclavizarlos?

Si la gente aún podía hacer uso de los cuatro elementos, si había gente que decía tener experiencias "paranormales", si el cometa Sozin todavía pasaba cada cien años por la tierra... Deberían de saber.

Existía la comisión elemental, esa organización que mantenía la paz entre los pueblos, y quienes implementaron el sistema de licencias para evitar que la gente hiriera a otros en peleas callejeras y que la gente aprendiera a controlar su elemento bajo un mismo sistema y que todo estuviera bien controlado (y siendo sincero, este sistema le sonaba... Mal). Existían ellos pero ¿De qué servía que existieran si la gente apenas y sabía lo que pasó antes? ¿De qué sirve si la gente olvida algo así?

Estuvo mucho rato pensando en esto, viendo los lomos de los libros de los estantes, pasando los dedos por los títulos y relieves que algunos tenían... Tomó uno en sus manos, uno que contenía información incompleta de las tribus agua. Lo sabía, porque su madre le había contado muchas cosas de la tribu agua del sur, y casi no había información de este: la mayoría era del norte. Suponía que se debía a qué el norte siempre fue más avanzado que el sur, no importaba que del sur hubiera salido Varrick (uno de los mejores inventores de todos los tiempos, él creó el cine básicamente), los líderes desde hace más de cuatrocientos años habían decidido mantenerse tradicionales, y se habían vuelto ariscos ante la idea de que extranjeros y gente más "avanzada", tecnológicamente hablando, entrara en su zona de confort. Al menos eso fue lo que dijo su mami. Dejó el libro en su lugar y dio media vuelta para volver de dónde venía... Pero vio algo.

Una puerta.

Una puerta con letras que decían "solo personal autorizado", que tenía una pequeña ventana a su costado por la que se podría ver adentro con perfección...

Izuku ya había visto está puerta antes, era la única zona de ese piso que tenía una cámara de seguridad apuntándole. El de pecas siempre creyó que... Habría computadoras o algo así dentro, algo de mucho valor, pero sus entrañas le decían que... Al menos se asomara a ver. Esta puerta le había causado curiosidad en múltiples ocasiones, pero nunca se acercaba pues, como dijo anteriormente, no le gustaba que lo observaran, pero el hecho de que tuviera una cámara era... Extraño. No podía evitarlo.

— ... Uh... - Dio un paso a la misma. — No-No, tiene cámara podrían... Podría causar muchos problemas... - Dudó un segundo, llevando su mano a su boca, dando un paso hacia atrás de nuevo. — ... Hoy bailé aquí, corrí, grité... - Se dijo a sí mismo. — ¿Qué es la vida sin un poco de aventura?... - se dijo a sí mismo, avanzando por fin, a paso lento pero lo hizo...

Llegó a la puerta y se asomó por la pequeña ventana... apenas y se veía qué había dentro pues estaba muy oscuro, pero lo que vio lo dejó confundido ¿Qué rayos? Hay muchos libros. Están todos apilados, sin orden, desde el piso hasta el techo. ¿Será la bodega? Aquí han de traer las ediciones anteriores... Aunque esos planeadores colgados en la pared... Y esos abanicos dorados... No sabía qué más había colgado ahí, los libros le tapaban, pero se veía como algo importante...

Se separó de la ventana, volteando a ver a la cámara y rápido se fue de ahí.

¿Qué más había ahí? Ahora quería entrar. Si eran libros y ediciones viejas ¿Ahí habrá más información? ¿La que fue desechada? Esto solo avivó la curiosidad que tenía.

— ... Aaaaah... - Llevó las manos a su cabeza, rascándose el cráneo bajo sus rizos y luego tapándose los ojos. — Distráete mejor Izuku, no entres a una puerta a la que no tienes permiso de entrar, mejor mañana le preguntas amablemente al señor Shimano si te puede dar permiso de entrar a ese extraño cuarto para ver todo lo que hay ahí dentro.

Tomó su celular, cargador y audífonos, acercándose al enchufe más cercano y mejor se puso a hacer lo que siempre hacía cuando no quería pensar ni dormir: Ver esa app de videos llamada tiktok. Estuvo pasando rápido varios vídeos, había algunos que le interesaban y los dejaba, entre ellos uno donde lo primero que se veía era una chica de cabello blanco y mechones rojos...

— Hoy vamos a preparar un poco de soba frío para mí hermanito tan lindo - Uh esa voz le era... Espera ¿Esa era Fuyumi-chan? ¿Tenía cuenta de tiktok? Oh vaya... — ¡Diles hola a tus fans, Shoto! - la chica de cabello blanco y mechones rojos cambió a la cámara frontal y se sentó junto a un muchacho que tenía el cabello divido... ¡Era Todoroki-kun! Parecía algo incómodo de estar en la cámara.

— Fuyumi, para por favor. - Dijo él, tratando de mantener la calma. Su hermana pareció sonreír un poco y solo le sacudió el pelo.

— Está bien hermanito.

Y el vídeo comenzó de nuevo. Uh... Qué curioso, ver a su viejo amigo tan incómodo en un vídeo de TikTok...

Entró al perfil de la chica.

— ... YumiYumiKitchen... Hehe... Suena lindo... - Dijo en voz baja, comenzando a ver varios de los vídeos que estaban ahí. No tenía muchos, pero en su mayoría eran recetas. Tenía cuatro vídeos para hacer el soba frío que, recordaba, le encantaba a Todoroki-kun. Además, tenía recetas de mapo tofú, curry, katsudon (este último le dio tanta hambre) ... También tenía uno donde estaba bailando con Natsuo-kun, y uno donde Todoroki-kun parecía estar frente a un pintarrón explicando algo y tenía el título "conspiraciones y shototeorías".

Éste le llamó la atención.

— Mi hermanito está haciendo algo con sus amiguitos... - Escuchó la voz de Fuyumi, y lo primero que vio fue que era un vídeo viejo: Shoto estaba en primer plano, y se veía exactamente igual que la última vez que lo vio. Estaba frente a un pintarrón en el que tenía dibujos bastante infantiles y letras que decían "luna hecha de queso" y "los patos-tortugas nos dieron el poder de controlar los elementos".

... Ahora recordaba esto. Eran las viejas y locas teorías que su viejo amigo bicolor armaba en su cabeza. Después de que empezó a contarle las historias que le encantaban, Shoto empezó a hacer lo mismo, contándole sus teorías del universo a él y a Kacchan. Algunas eran muy locas, como lo de la luna hecha de queso, otras... Tenían bastante sentido. Recordaba que Kacchan siempre dijo que Shoto tenía "la capacidad de ser extremadamente inteligente e increíblemente estúpido al mismo tiempo" y que "de seguro es por el tinte de su cabello" (pero este era natural). Recordar esto lo hizo reír.

El vídeo mostraba en un minuto la pequeña compilación de videos de su amigo narrando con toda la seriedad del mundo como se iría a descubrir que alguna de sus teorías sería realidad, y entre estos logró ver pequeños pedazos donde estaba Natsuo escuchándolo con muchísima atención, otros donde... ¡Salían Kacchan y él! Él lo escuchaba y Kacchan solo decía que eran estupideces.

— ... ¿Cuándo grabó Fuyumi-chan esto? - Se preguntó en voz baja. Lo último que se vio fue un pequeño cartel que decía "¡Feliz cumpleaños, hermanito!" Y empezó de nuevo.

Ver esto lo hizo reír. ¡Por dios! ¡Fuyumi había grabado cosas de cuando iban a su casa! ¿En qué momento lo habrá hecho sin que se dieran cuenta? Sobre todo Kacchan, Kacchan siempre estaba muy alerta de sus alrededores y tenía los sentidos demasiado agudos, el que no se diera cuenta de que lo grababan era señal de lo buena que era para hacer cámara escondida. Qué curioso, y siempre creyó que Fuyumi era la más tranquila de la casa...

— No no no esto me trae muchos recuerdos... ¡Tengo que enviarle esto a Kac... - Se detuvo en seco cuando había picado el botón de "compartir". Kacchan no le hablaba, se había enojado con él... ¿Y si enviarle esto hacía que se volviera a enojar?... Tenía su número, podía enviárselo... Pero ¿Respondería? ¿Sería bueno? ¿Y si se volvía a enojar? ¿Tan siquiera lo vería? — ... Dudo que lo vea... - Dijo. Armándose de valor, presionó el botón de enviar en el icono de WhatsApp del rubio. — ... ¡No! ¡Nonono! - Al instante se arrepintió y abrió la app borrando el mensaje al instante. — Borrar para todos borrar para todos borrar para todos nonono - Cuando borró el mensaje suspiró cansado... — ¿En qué pensabas Izuku? No. No. - Se dio una pequeña cachetada a sí mismo. — No seas tan... Impulsivo... - dejó el celular a un lado y estiró las piernas.

Quizás... Debía relajarse.

Séptima cosa rara: Ver a Todoroki en el tiktok, y enviarle un mensaje a Kacchan sin pensarlo dos veces para luego borrarlo al instante.


No pasaron ni diez minutos cuando alguien abrió la puerta de abajo. Izuku seguía despierto y logró escuchar una voz.

— ¿Tenya? - Escuchó pasos venir por la escalera.

Izuku se levantó y se asomó a la escalera.

— ¿Iida-san? - Logró ver a lo lejos a dos hombres: Tensei (el hermano de su amigo Iida) y el señor Shimano (el guardia).

— ¡¿Midoriya-kun?! - El señor Shimano levantó su linterna. Izuku se tapó un poco del halo de luz que la linterna le llevaba.

— S-Si, soy yo. - Él solo contestó.

— ¿¡E-Están bien?! - Ambos hombres subieron las escaleras corriendo.

— Sí, eh... Esta-Estamos bien... - El muchacho asintió con la cabeza. — I-Iida-kun y las chicas e-están dormidos. Y-Yo... Me quedé despierto porque no estoy cansado... - Se encogió en su lugar. Pero como si haber dicho eso activará algún botón en su cuerpo, se comenzó a sentir exhausto. No supo qué pasó realmente hasta que llegó a su casa... ¿Llevaron a Ochako o a Tsuyu primero? ¿O a él? Sabe que su mami lo obligó a tomar un poco de cereal antes de irse a dormir pero... De ahí en más... Solo recuerda haber llegado a su cama y quedar profundamente dormido.

Agua, tierra, fuego, aire. Lo rodeaban, lo quemaban, lo cortaban, lo lastimaban. Volteó a los lados tratando de entender qué estaba pasando pero la luz lo cegaba. Su cuerpo estaba hecho de humo negro, excepto por sus ojos, oídos y mejillas. Después de unos segundos los elementos a su alrededor se detuvieron y vio como a un hombre se le clavó-¡Oh no! ¡¿Es la pesadilla?! Nonono no otra vez no.

En ese momento notó que sí tenía pies, pues dio unos pasos para atrás. Sus manos no estaban hechas de humo tampoco, por lo que logró llevarlas a sus oídos, y apretó los ojos lo más que pudo, pidiendo que esta pesadilla lo dejase... Pero los ruidos eran demasiado fuertes y se escurría entre sus dedos cuál agua, llegó a sus tímpanos inevitablemente, y los ruidos hicieron que recreara la pesadilla en su propia mente: Un hombre rubio asesinado, un hombre vestido de negro también, suspiros que generan luces, un dolor en su abdo-Espera ¿por qué no está despertando? ¡Despierta Izuku, despierta! ¡Por favor! ¡Despierta!

Oh, joven, solo abre tus ojos, no te voy a hacer daño... - Escuchó una voz cerca, una profunda... Él abrió los ojos, pero seguía en el sueño. — Eso es... - Y ahí lo vio: Era un hombre flaco, con las cuencas de los ojos sumidas que solo dejaban un brillo azul salir de estos, con las mejillas también sumidas, con el cabello rubio alborotado y una mirada melancólica. — No te preocupes. Pronto vas a despertar. Solo... Tranquilo, joven. - Levantó una mano huesuda y la llevó al cabello rizado del de pecas. — No entres a esa puerta hasta que tengas seguridad de que podrás salir de tu ciudad sin ningún problema, ya sea en el momento en que salgas de ahí, o días después. Pero cuídate, y cuida que no mucha gente descubra que entraste y que viste ahí. - El hombre lo soltó, y de repente...

La pesadilla de la luna roja se repitió como un flash ante sus ojos.

Despertó entre gritos, sollozos, y el dolor de su abdomen tan fuerte que no pudo volver a dormir. Su madre instantáneamente abrió la puerta y sólo sintió sus cálidos brazos a su alrededor, pero no se pudo calmar en mucho tiempo.

Primero la chica, que él estaba seguro de que era Yue, se le aparecía esa tarde entre sueños y trataba de hablarle, aunque no escuchó nada. Luego éste extraño hombre delgado y esquelético que le habló en sus sueños y le dijo algo de una puerta… Espera ¿será la puerta de la biblioteca?...

Ok esto era la octava cosa extraña del día y no quería saber de ninguna cosa extraña más…

Sus sueños le hablaban.

'¿Acaso estoy loco?'


NOTAS DE AUTOR:

¡Cuarto capítulo de mi fanfic de BNHA x Avatar! Vaya que ando escribiendo bastante de éste AU. ¡Espero no dejarlo como los otros que he escrito para otros fandoms!

Anyways volvemos con el lore y construcción del mundo en el que estamos. Como pueden ver, ¡nadie recuerda al avatar! Y no se aprende de él en la escuelas. ¿Y qué serán éstos sueños? ¿Por qué Izuku está incompleto verlos? ¿Quién será el hombre de cuencas sumidas? ¿Y sí será Yue la chica de blanco? ¿Por qué será? ¿uuuh? ¡Dejen sus teorías!

Sé que prometí que Katsuki iba a salir en éste capítulo, pero ocupaba establecer un poco más acerca de la amistad del Dekusquad, además de agregar sus metas, deseos, y un poco de contexto con respecto a todos ellos. ¡Pero el siguiente AHORA SÍ es de Katsuki! ¡Sisisis no se preocupen nuestro rubio explosivo volverá y recargado!

¡Momento de las Preguntas! (Que si gustan, pueden responder en los comentarios):
- ¿Cuál es su leyenda favorita? Dentro de Avatar es la del tunel secreto (esa canción es demasiado buena sobre todo porque está incompleta HAHAHA); y fuera de me gustan mucho la de Chang'e (¡que claramente fue usada para la historia de Yue!), la de la llorona (AAAYYY MIS HIJOOOS) y, no será exactamente una leyenda, ¡pero me fascinan los doppelgängers!