Drabble n°4
Palabra: Cambios
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Nadie entendía muy bien el carácter de Maki, algunos la consideraban una amargada, otros, una niña mimada, incluso había quienes decían que era una engreída que se sentía superior a los demás por su status social, pero, ninguna de esas personas la conocía realmente, y eso solo sus verdaderas amigas lo sabían muy bien.
Ella podía ser un poco caprichosa a veces, incluso molesta y orgullosa, era más bien del tipo introvertida aunque no lo aparentara, pero, todo eso no era más que una fachada o quizás una armadura que ella misma se había autoimpuesto. ¿Por qué? Ella solo trataba de protegerse de las heridas que ocasionan las decepciones y nadie podía culparla por ello, y es que desde muy niña conoció el amargo sabor de la decepción en primera persona; por eso le costaba relacionarse con los demás y no era capaz de ser honesta con sus propios sentimientos, ni siquiera consigo misma. Como consecuencia no tenía muchos amigos, en realidad, antes de llegar a Otonokisaka solo podía recordar a una sola amiga de verdad, aunque eso no significó ningún problema para ella en aquel momento. Así que, ¿por qué era diferente ahora? No tenía una respuesta para esa pregunta, sin embargo, estaba segura de algo, ella ya no era la misma persona que algún día fue.
¿Cuándo fue que todo cambió? ¿Cuándo quedaron atrás aquellos días en los que caminaba sola a casa? ¿Cuándo empezaron los días largos y agotadores después de las prácticas con μ's? ¿Cuándo empezó a hacer planes y esperar ansiosa por ellos? ¿Cuándo sus tardes se volvieron alegres y bulliciosas? ¿Cuándo comenzó a reír y bromear con sus amigas? ¿Cuándo...?
Eran tantos cambios y en tan poco tiempo, que incluso ella se sorprendió de sí misma. Todo en su cabeza era demasiado confuso, pero no era algo que no pudiera llegar a comprender si se lo proponía. No obstante, todavía quedaban otras interrogantes, otras preguntas que en lugar de causarle asombro le provocaban aprensión, así que por ello prefería ignorarlas... Pero, eso no las borraba; aún seguían allí, susurrando en su cabeza cosas que no quería entender, ella simplemente no podía aceptar las verdades que decían, más, eso no impedía que de todas formas lo hicieran…
¿Cuándo fue que las sonrisas fugaces y los suspiros largos empezaron a escapar casi involuntariamente de ella? ¿Cuándo empezó a desviar su mirada buscando la presencia de alguien más? ¿En qué momento empezó a buscar el reconocimiento de esa persona en particular? ¿Acaso no eran más importantes sus estudios y su futuro? ¿No era Santa-san el único que podía hacer milagros y emocionarla a más no poder? ¿Cuándo dejó de sentirse y pensar como una niña? ¿Quizás eso era lo que deseaba… ser reconocida como mujer? Pero, ¿por qué... por quién...?
Confundida era poco para describirla, Maki ni siquiera estaba segura de sus propios pensamientos o sentimientos, y eso la asustaba a veces, en especial esas últimas preguntas que eran las que más le aterraban. Ciertamente ella no era una cobarde, sin embargo, prefería no responder a las mismas, aunque muy dentro de ella ya conociera la respuesta.
Es cierto, los cambios son inevitables, a veces traen cosas buenas otras, no tanto; cambiar es inevitable, y a todos nos llega tarde o temprano. Después de todo, nadie puede permanecer inmune a su entorno, y nadie puede conservar la inocencia de un niño eternamente.
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Cant. de palabras: 570
FIN
Hasta la próxima, bye.
