Capítulo 4: Un beso con excusa

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Cuando Harry llegó al colegio nuevamente, fue en estado casi de shock. Lucius prácticamente lo había arrastrado hasta los terrenos de la mansión, esos que servían para las apariciones, y en un par de segundos se vio en los terrenos de Hogwarts, con las mismas personas que estaban en casa de los Malfoy y que seguían viéndole como un "bicho raro" según sus propias palabras.

-¿Estás bien? -le preguntó Lucius, sosteniéndolo de brazo para que cortara su caminar y que los demás se adelantaran.

-No, no lo estoy -dijo soltando un suspiro, que a Lucius le pareció lastimero-. Entre las cosas que no te dije, está el que "ese sujeto" mató a mis padres cuando yo sólo tenía un año de vida. No los recuerdo para nada y no estoy preparado psicológicamente para hacerlo ahora.

-Pues es una buena oportunidad para que los veas a la distancia. Recuerda que estás rodeado de serpientes, ahora, no es como si ellos se fueran a acercar de buenas a primeras a saludarte.

-Lo sé, pero aun así es muy incomodo. En un solo día veré a gente que amo con toda mi alma y no podré estar cerca a ellos, tal como lo dijiste, pero también el haber visto a tus invitados… no puedo acostumbrarme a ello.

-Debes tener confianza en ti mismo, Adam –le dijo caminando a su lado y emprendiendo el camino, pero a unos metros de la entrada volteó a ver a un estático muchacho.

-No puedo –dijo bajando la cabeza-, puedes decirme cobarde y todo lo que quieras, pero no iré a enfrentarme a ello, no ahora, nunca, no puedo…

-¿Por qué? –preguntó acercándose- Dame un maldito motivo por el que no quieras verlos.

-¡Por que morirán y no puedo hacer nada al respecto! –murmuró con furia apretando los puños- ¡¿Te parece suficiente motivo?!

Lucius se acercó a su protegido y le tendió la mano para que lo acompañara a un lado, era mejor eso a que Harry hiciera una escena de histeria a la entrada del lugar.

Caminaron juntos por un buen rato hasta que Harry reconoció a donde se dirigían. El campo de Quidditch.

-¿Qué hacemos aquí? –preguntó mirando los alrededores.

-Necesitamos que te tranquilices –le dijo llegando a las gradas y sentándose allí con él-. Debes mantener la calma, Harry.

-Adam –le recordó mirando a los lados-, aun aquí puede haber alguien que escuche.

-Bien, Adam –dijo algo cansado-. Me exiges que utilice un nombre falso, que de por si no te viene…

-Tú me lo diste –le recordó.

-Bien, aun no sabemos por qué te lo di, aunque he estado investigado y recuerdo que conocí a un Adam cuando era más joven, pero al parecer murió en el mundo muggle.

-Puede ser que por eso hayas decidido que era un nombre apropiado.

-Aunque pienso que tu nombre verdadero es más hermoso… va más contigo.

Harry se sonrojó de manera alarmante y trató de desviar el rostro, pero no podía ni moverse con el temor de que Lucius lo descubriera.

-Creo… creo que es mejor que entremos.

-Sí, creo que ya estás más calmado.

Increíblemente Harry sí estaba más relajado. Por lo que le pareció bien el que fuera a la reunión.

-Apropósito ¿Qué le dijiste a Dumbledore para justificar mi asistencia?

-Que eras mi pareja –dijo sin más, cuando estaban llegando a las puertas del colegio, dejando a Harry con la boca abierta.

-¡¿Qué?! ¡Estas ciertamente demente! –dijo divertido.

-Puede ser, pero recuérdalo, por esta noche, eres mi pareja, así que nada de andar encandilándote con Severus.

-Otra vez con lo mismo –dijo rodando los ojos, mientras se internaban por los pasillos, ya sin tanta privacidad, pues las parejas iban y venían-, Snape no me gusta… sólo me impresionó al verlo así.

-Sí, claro… no te engañes, pequeño embustero –dijo divertido cuando llegaron al gran comedor. El lugar estaba atestado de magos y brujas de diferentes edades, pero notoriamente ya todos se habían graduado.

-Esto es genial.

Harry no sabía de este tipo de celebraciones, por lo menos en lo que llevaba desde que entró a Hogwards.

-Pues es hora de que nos divirtamos –dijo caminando ambos a la mesa de las bebidas. Lucius sirvió dos vasos de champagne y le ofreció uno a Harry.

-No tengo edad para beber, Lucius.

-Pues no lo aparentas –le susurró al oído-. Te vez hermosos y adulto, nadie notará tu edad.

Segunda vez que Harry se sonrojaba tanto. A estas alturas las insinuaciones de Lucius eran tan notorias que sería imposible pasar de ellas.

-Lucius…

-Creo que es mejor que voltees disimuladamente –le dijo nuevamente al oído, haciendo que sintiera una corriente en la espina dorsal.

Tal y como le dijera su acompañante giró la cabeza sólo un poco, sólo para sentir que su corazón se detenía. Delante de ellos estaban los jóvenes esposos Potter.

-Merlín, ella es hermosa –dijo sintiendo sus ojos aguarse al verla.

-Lo es, de ella heredaste tu belleza.

Harry ya no tomaba en cuenta los piropos de su acompañante, sólo ver a sus padres estaba en su mente, no lo podía creer ¡Ellos estaban frente a él!

-¿Cómo te sientes? –le preguntó poniendo una mano sobre su hombro.

-Como en un sueño –dijo al verlos caminar un poco más lejos de ellos. Se volteó a ver a Lucius que le sonreía de lado al verlo-. Gracias por traerme.

-No es nada, Adam –le dijo invitándolo a acercarse a sus amigos.

-Se demoraron -dijo Severus con intención.

-Estábamos conversando –dijo simplemente.

-Miren quienes están ahí –dijo Bellatrix -. Mi queridísimo primo y sus amigos.

-No es un tema que debamos tomar en cuenta, querida –dijo Lucius, al ver como Harry le dedicaba miradas matadoras a la mujer-. Vinimos a divertirnos.

-¿Desde cuándo no disfrutas el burlarte de ellos? –preguntó uno de los Lestrange, que a Harry no le importó saber cuál de los dos- Recuerdo que eras el primero siempre en buscarles pelea.

-Sí, de hecho, te burlabas constantemente de la "pareja de oro".

-¿Pareja de oro? –preguntó Harry mirando a Lucius con los ojos entrecerrados.

-Claro, los Potter –dijo Narcisa.

-Adam…

-Creo que necesito un poco de aire –dijo sonriendo lo más falso posible.

-Espera…

-Iré solo, Lucius… gracias.

Harry salió del lugar, ante la mirada confundida de los amigos de Lucius y la molesta del mismo. No esperaba que Harry se enterara de eso justo en ese momento.

-¿Qué pasó con él? –preguntó Severus.

-Regreso enseguida –dijo Lucius alejándose y caminando tras Harry que se notaba molesto hasta cuando caminaba alejándose.

-Ese idiota mentiroso –reclamaba Harry al aire mientras se acercaba a la salida pisando con rabia sin ver por dónde iba, hasta que chocó de frente con alguien a quien casi tira al suelo- ¡Lo lamento! –dijo tomando el brazo del hombre al que empujó antes de verlo a la cara. Reconocería siempre ese rostro.

-No hay problema –dijo el hombre de manera amable, pero luego arrugó el entrecejo- ¿Te conozco?

-He… no... ¡No! –Dijo luego calmándose- Soy Adam, Adam Lestrange

-¿Lestrange? –preguntó sin recordarlo- Debes ser pariente de Rodolphus y Rabastan.

-En realidad ni los conozco, sólo alcance de nombre.

-Oh, ya veo –dijo sonriendo de lado-, Soy Remus Lupin. Encantado

-Igualmente –le devolvió el saludo.

-Adam -llamaron desde su espalda y el rostro de Harry cambió completamente.

-No quiero hablar contigo ahora –dijo sin siquiera voltear.

-¿Algún problema? –preguntó Remus al ver como el joven cambiaba de actitud tan notoriamente.

-Nada que te importe, Lupin –dijo tomando del codo a Harry-. Debemos hablar.

-Creo que tus amigos hablaron mucho por ti hoy ¿No te parece?

-Por eso mismo, ellos hablaron, no yo.

-¿Remus? –habló alguien a su lado- ¿Qué sucede aquí?

-Nada, Sirius –respondió Remus, tratando de entender un poco más la actitud de esos dos.

-Pues si estás cerca de serpientes no puede ser muy bueno.

-¿Dirás algo respecto a eso también? –preguntó Lucius al notar la hostilidad con que le trataba Black, algo que obviamente notó Harry, pero que convenientemente parecía no importar tanto como lo dicho por sus camaradas.

-Vamos, Remus, deja que ellos sigan en lo suyo… oh, ahí vienen James y Lily.

El cuerpo de Harry se tensó por completo y Lucius aprovechó para apartarlo de ellos un poco.

-Contrólate –le dijo al ver que no podía simplemente sacarlo a rastras del lugar.

-Yo no… yo.

Lucius notaba como la magia de Harry se estaba descontrolando a medida que los Potter se acercaban.

-Estás liberando magia, debes serenarte… ahora.

Las cosas no iban por buen camino, los Potter saludaban a sus amigos y estaban sólo a un par de metros de ellos, por lo que obviamente notaron su presencia. Lucius sabía que esta situación podía volverse catastrófica si Harry terminaba de liberar su magia ¿Cómo lo explicaría?

-Por Merlín, Adam…

-Ellos… yo, no, ellos…

Lucius tomó una decisión, quizás una que cambiaría sus vidas para siempre, pero que en ese momento no parecía más que una medida preventiva y muy satisfactoria para él. Acercó a Harry por la nuca y juntó sus labios, mientras su otra mano iba a la cintura de este rodeándolo por debajo del abrigo blanco.

Harry estaba impresionado, nunca en su vida se le llegó a pasar por la cabeza estar besando a Lucius, no frente a sus padres por lo menos, por que tenía que admitir que la idea si había pasado alguna vez por su mente, cosa que había descartado inmediatamente al notar lo poco lógico que eso sonaba. Pero en este momento su mente estaba nublada, casi por inercia levantó los brazos para rodear el cuello de Lucius. Esto era la gloria.

Los demás espectadores miraban la escena como si nada, optando por alejarse para dar más privacidad a la pareja, mientras el beso se volvía más demandante por parte de ambos, ya sin importar por que ínfima razón había comenzado.

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continaurá...

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N/A: Hola! tal como lo prometí, aquí un nuevo capítulo, mañana un próximo

chaito

los quiero