FIC

Caída del Cielo

Por Mayra Exitosa

CAPITULO IV

Amor Salvaje

Dos horas pasaban cuando por fin llegaba el doctor, la revisaba minuciosamente y no podía hacer preguntas, pero la sonrisa de la joven lo tranquilizaba, al ver que estaba ahí por su voluntad, los cuestionamientos no los podía responder, pues su voz no salía, sin embargo, asentía y negaba con lentitud, al revisar se encontraba bastante irritada la garganta, ella había tomado té y pan tibio, los golpes fueron por bajar de un paracaídas y que la tormenta la había alcanzado. El medico notaba sus manos lastimadas ella respondía agotada de mantenerse despierta, todo lo respondía con señas, el médico le decía que era una joven llena de vida, le comentaba sobre sus golpes y que era un milagro que no tuviera fracturas, puesto que se veían demasiados golpes muy amoratadas, ella le decía con leves movimientos de cuales eran golpes y cuales eran del arnés, así el asentía y se daba cuenta de su lucidez, las heridas y raspones no eran de costura, ninguna profunda ya después el golpe de la cabeza mostraba también coagulación interna, la sorprendía al informarle algo más importante,

- Señorita requiere absoluto reposo, puedo llevármela, pero se lastimará mucho, ¿desea quedarse aquí? Ella le sonrió y le dijo que si, para Albert que estaba al pendiente fue la mayor sorpresa que había recibido después del falso compromiso, era cierto que llevaba varias horas con ella, que había sido muy cuidadoso y que le prometía no hacerle daño, más ella no deseaba irse al hospital, el medico aceptaba de muy buena gana y agregaba dirigiéndose a él, de camino fuera de la habitación que conformaba la recamara.

- Si nos la llevamos la lastimaremos mucho más, los golpes se encuentran recientes, ella sabe porque se queda aquí, el solo moverse le cuesta trabajo, no hay fracturas graves, más no puedo asegurar si algún esguince o lesión interna, está comiendo y por lo que veo, lo conoce muy bien. Puesto que eligió quedarse. Albert no le comprendía eso último, la limitante de que ella no pudiera hablar y que la garganta la tuviera demasiado irritada lo comprendía al recordar como la había encontrado y haber estado en frío toda la noche, de su botiquín tomaba una inyección para evitar infecciones, el dolor y la inflamación, le iba dando las recomendaciones y él comprendía que debía estar inmovilizada los siguientes días, al final el confirmaba

- Si, le traeré ropa, por ahora solo porta una de mis camisetas, las mismas prendas le duelen al rosarle. La respuesta que le dio el doctor lo dejo todavía más sorprendido, al escuchar la afirmación del medico

- Su novia es muy intrépida, el pueblo entero sabe que usted no está aquí en la mansión, ahora comprendo porque quería esconderse, proteger a su amada habla muy bien de usted, todos nos imaginamos algo malo por ese extraño compromiso, que el empleado suyo negó y que su tía dijo que estaba nervioso, jamás me lo creí, en todo el condado lo saben, usted ni cuando niño se ha puesto tímido o nervioso, eso aunado a que sobrevivió a la partida de sus padres, la vida lo ha fortalecido y ahora es usted un hombre que no está para que le den ordenes, de lo que debe de hacer, pero ella, vea es un milagro, lo que hace el amor por llegar a reunirse con usted.

Albert se quedaba con la boca suelta, meditando como había llegado a esa conclusión, pero el con una sonrisa y algunos suspiros continuaba con sus comentarios escribiendo recetas en el intervalo de lo que decía, -¡Son tal para cual! El hombre salía orgulloso de poder ayudar, más si le pedía que no la moviera y de hacerlo fuera con mucho cuidado.

Le daba medicamentos que traía en su maletín y tres recetas, que el chofer que lo había traído compraría para volver con todo lo necesario, la discreción del trayecto y el lugar, el mismo médico le aseguraba que no tenía de que preocuparse que él no los había visto y le deseaba que su novia se recuperara pronto, como si fuera cómplice de un romance en su apogeo, murmuraba, - ¡El amor! Siempre hace cosas inauditas con tal de estar juntos.

Albert entraba a la habitación y veía como ella se había quedado dormida, las indicaciones era que podía tener temperatura, pero ella no soportaba nada en sus heridas, poco a poco notaba cada golpe, la visualizaba para imaginar cómo le había pasado cada detalle, se lo preguntaría luego, le hacía de cenar y la única cama era donde ella se encontraba, la cual era bastante amplia, no tenía ningún mueble donde acomodarse para dormir y ya obscurecía, así que se dormía en su costado, por si ella lo ocupaba.

Lejos de ahí, Johnson se hallaba con la tía de William, Elroy, ambos hablaban de la situación y comentaban

- El señor William salió a Escocia, eso me informó el personal, con maleta y todo, voló en el helicóptero y posterior en avión debo suponer, gracias al piloto personal del señor Andrew, fue que me enteré de que ya regreso, dice que estaba muy molesto y que todo el tiempo estuvo hablando con una mujer. - ¿Una mujer? - Si, eso me dice el piloto, que le nombraba "cariño", "comprende, no es verdad", cosas así. - ¡Vaya! Debe estar enfadado conmigo, pero ya se le pasará, nosotros seguiremos con lo planeado, quiera o no, se casa y esto es por su bien, ya fue demasiado tiempo, no va a casarse de otro modo, definitivamente nos conviene la sociedad con los Legan, lo sabes y lo has visto George, tiene que casarse para salvar esa inversión.

- Si, lo sé, es solo que no creo que acepte, lo vi muy enfadado, esta vez, me dijo que, contrataría a una mujer con hijos, pero que no se casaba. - No puede negarse, hará lo que yo le diga, cuésteme lo que me cueste, es por el bien común y ahorita es necesario, ya luego si se divorcia, que haga lo que quiera, pero de esta inversión depende todo. - Para él no es así, lo conoce y domina todo en la administración actualmente sin su firma y su apoyo, esto no va a funcionar.

- Lo obligare, no me podrá negar una petición, soy casi una madre para él, George, lo he cuidado y amado como un hijo, no voy a perder esto por una mala jugada del destino, es mucho lo que se halla en juego y forma parte de su patrimonio. Me hare la enferma, lo llamaras y luego le dirás que estoy muy grave, se lo pediré como mi único deseo, ya que se lleve a cabo lo que estamos planeando, deja todo como debe ser, es de William y nadie se lo va a quitar. - Si, Legan jugo bien sus cartas, su hija es una buena chica, la investigue y no es mala, un poco encerrada, pero bastante atractiva, estoy seguro de que William caerá en sus encantos, pero luego dominará la fortuna siendo independiente, tratará de desligarse de esa sociedad y salvará una excelente inversión.

Continuará...


Está semana hemos avanzado mucho en varias de las historias, deseando poder avanzar y

completar, así retomar las que se han quedado rezagadas y esperan su continuación,

también que ya las están pidiendo y es justo continuarlas hasta finalizarlas

Seguimos escribiendo y completando más historias de Albert y Candy

Un Abrazo a la Distancia

Mayra Exitosa