Slade

Esta historia no es mía; fue escrita por Laurann Dohner. Esta es una adaptación (sin fines de lucro) de su trabajo con personajes del anime/manga Fairy Tail, creados por Hiro Mashima. Esta es la segunda novela de la larga saga de Nuevas Especies. Algo interesante de esta saga es que no necesariamente tienes que seguir el orden para entender lo que está pasando, aunque si lo haces, puedes comprender mejor la historia de algunos personajes.

Espero que disfruten la historia tanto como yo y si es así, los invito a leer la novela (Slade) en su idioma original, inglés, ya que tengo entendido que no se ha traducido de manera oficial al español.


***Advertencia***

El contenido de esta historia es fuerte, contiene escenas de sexo y violencia, tanto explícitas como implícitas. Lean bajo su propio riesgo.


Actualizaciones los miércoles y domingos


Capítulo Tres

La mirada de Juvia volvió a Bart. Él todavía estaba sujeto a su asiento por el cinturón. Parecía que estaba inconsciente y tenía las manos contra el techo. Vio la sangre que cubría su mano izquierda y ella la cogió con cuidado. Era difícil de hacerlo ya que estaba en el otro lado de su cuerpo.

Ella maldijo interiormente. La piel de su mano tenía cortes, por lo que dedujo que se había cortado cuando rodaron. Las yemas de sus dedos le palparon el brazo, buscando lesiones y vio que también se había roto la muñeca. Se despertó sobresaltado.

"¿Bart?" Ella tragó. Su voz se rompía. "¿Dónde más te duele aparte de donde tienes el cinturón de seguridad y el brazo?"

"Mi pierna," jadeó. Las lágrimas apagaron el marrón de sus ojos cuando comenzó a llorar.

Mierda. Juvia no podía acercarse más ya que su cuerpo estaba a un lado y el volante estaba al otro. Ella podría revisarle mejor si hubiera tenido una linterna, el sol se estaba poniendo y se estaba poniendo seguro en el interior.

"¿Puedes mover los pies?"

"Duele," exclamó en voz baja.

"Hazlo, Bart," espetó Juvia. "Esos hombres podrían venir por nosotros. Mueve los pies. Necesito que me ayudes. "

Él gimió de dolor. "Los siento y creo que se mueven. "

Juvia asintió con la cabeza y miro sus pies. No tenían sangre. Otra buena señal. Se obligó a mantener la calma y a pensar. La cabeza le latía y le dolía el cuerpo entero. Todavía tenía el sabor de la sangre en su boca y ni siquiera quería pensar en la causa. Evaluaría sus propias heridas más tarde, pero ahora tenía que concentrarse en este hombre frente a ella.

"Escúchame, Bart. Tengo que averiguar si tus piernas están atrapadas o si puedo bajarte. Necesito que muevas las piernas. ¿Me entiendes? "

"Duele," se quejó.

Juvia apretó los dientes. "Yo también tengo dolor. Vamos. ¿Me escuchaste cuando te hablé de esos hombres que nos sacaron de la carretera? Podrían bajar aquí y matarnos. Es necesario que me ayudes. Podré ayudarte mejor si te saco de ahí. No puedo hacer mucho por ti en este momento ya que no hay espacio suficiente para poder atenderte. Tengo que evaluar tus lesiones pero necesito sacarte de ahí para hacerlo."

"Está bien," susurró en voz baja. "Voy a intentarlo."

Juvia se esforzó por escuchar cualquier señal de Gray. ¿Dónde está? Ella sintió un poco de miedo. Ella y Bart no eran de las nuevas especies. ¿Y si Gray había huido para tratar de salvar su propio trasero? Ella realmente esperaba que no lo hubiera hecho. Tal vez había ido en busca de ayuda. Ella no sabía dónde estaba y realmente le molestaba.

"Puedo moverlas. " El dolor sonó en la voz de Bart.

"Estupendo. Intenta abrir la puerta. "

"No puedo. "

Juvia se retorció para mirar el lado del pasajero. La guantera se había abierto por el golpe y las cosas se habían caído. Ella se movió bajo el asiento del pasajero. La ventana en el lado del pasajero estaba rota. Ella utilizó el papel que se había caído de la guantera para cubrir los cristales. Alargó la mano hacia el pomo de la puerta. Y empujó pero la puerta no se abrió.

"Mierda," suspiró ella. Ella la miró y se dio cuenta de que la puerta tenía el seguro de puesto, extendió la mano y pulsó el botón para quitarlo. Probó con la manija de la puerta de nuevo y esta vez oyó un chasquido. Se acercó hasta la puerta, se apoyó contra su espalda y la empujó. mientras sujetaba la manija de la puerta. Ésta se abrió solo unos centímetros.

"Doble Mierda."

"Hey, Doc." Gray se inclinó sobre la ventana del pasajero para mirarla. "¿Quieres salir? No he visto a ninguno de esos idiotas hasta ahora."

"¿Puedes abrir la puerta?"

Gray levantó la cabeza para estudiar el lugar. "No lo sé. Voy a tener que empujarlo contra el árbol para ver si puedo levantarlo unos centímetros ya que la tierra está suelta aquí y está pegada sobre la puerta. " Hizo una pausa. "Prepárate para sentir algo de movimiento. "

Cuando comprendió lo que él quería hacer se dio la vuelta y empujó sus pies contra la puerta trasera. Y apoyó la espalda contra el costado de la camioneta. Ella abrió la boca para decirle que no sería lo suficientemente fuerte como para mover la camioneta ni un centímetro, pero entonces el vehículo se movió lo suficiente como para levantarse un poco del suelo.

"Empuja la puerta," se quejó Gray. "Esta perra pesa demasiado. "

Juvia utilizó ambas manos para empujar duramente la puerta que estaba a media pulgada sobre la tierra. Se abrió un poco pero no lo suficiente. Empujó más duro y esta vez se abrió más. Gray gimió y la camioneta cayo de nuevo.

Gray se agachó junto a la apertura y metió la cabeza entre la puerta y el marco. "Dame tus manos y te saco. "

Había un poco más de un palmo de espacio, tal vez unos cuarenta centímetros como máximo. Maldijo. "No creo que coja por ahí."

"Estaba bromeando con eso de la dieta. Vamos a intentarlo, dulzura. Creo que puedes hacerlo. Ustedes las mujeres siempre piensan que son más grandes de lo que realmente son. Hay más espacio de lo que piensas. Puedes salir de costado. "

Juvia cogió las dos manos de Gray. Poco a poco empezó a tirar de ella hacia él. Se puso de lado. Pasó las piernas por la abertura y la arrastró hasta que se quedó atrapada por los pechos.

"Esto no sería un problema si no tuvieras esas tetas," se rio entre dientes Gray. "Una mujer de pecho plano se habría deslizado fácilmente por aquí. "

Juvia le lanzó una mirada asesina mientras Gray la miraba fijamente. "¡Sólo tira! Esto no es cómodo. "

"Toma una respiración profunda y exhala todo el aire. A la de tres. Una. Dos. Tres."

Juvia expulsó todo el aire y Gray tiró de ella. Ella se quedó sin aliento cuando Gray la arrastró unos metros de la camioneta. Gray le soltó las manos y la agarró por los brazos y lentamente la ayudó a ponerse en pie. Él la miro fijamente a los ojos.

"¿Puedes caminar?"

Juvia asintió. "Estoy bien."

Él arqueó una ceja. "No dirías eso si tuvieras un espejo. Quédate aquí y déjame ver si puedo sacarlo de allí."

"Tiene la muñeca izquierda rota," advirtió Juvia. "Trata de no tocarla y que no se apoye en ella. "

Juvia se miró la rodilla que le dolía y vio una raja en sus pantalones. Se inclinó, luchó un momento con el vértigo, se le pasó. Tocó el material roto y manchado de sangre. Ella agarró sus pantalones con los dedos e hizo el agujero más grande. Se miró de cerca la rodilla y se palpó con los dedos la pequeña herida. Sangraba un poco pero no necesitaba puntos de sutura. Se incorporó y cojeó alrededor de la camioneta. Sabía que tendría muchos moretones.

La camioneta había quedado en muy mal estado. Los laterales estaban destrozados y el techo abollado. La parte trasera de la camioneta se había llevado la peor parte. Había un gran desgarro en la puerta del lado del conductor y la parte delantera estaba hundida. Era un milagro que todos estuvieran vivos.

Ella miró a Gray mientras abría la puerta del conductor. Giró la cabeza y miró hacia la montaña. Ella no podía ver la carretera desde donde estaba, pero vio por donde había rodado la camioneta, ya que partes del vehículo, vidrios y algunas ropas estaban esparcidos por la senda del accidente.

Ella vio su maleta rota cerca de un árbol. Estaba aplastada y desgarrada como si alguien la hubiera destrozado con un hacha. Ella se estremeció. Eso podría haberles pasado a Gray o a cualquiera de ellos si hubieran salido despedidos del vehículo.

"¡No!," Gritó Bart.

"Sé un hombre," le gruñó Gray. "No te puedes pasar todo el día ahí. A la de tres voy a cortar el cinturón y sacarte. Una. Dos "

"No," gritó Bart, sonaba asustado.

"¡Tres!"

Gray corto el cinturón y arrastró a Bart fuera del vehículo. Juvia cojeó hasta al hombre llorando en el suelo cuando Gray lo soltó y dio un paso atrás. La mirada de Gray mostraba su disgusto. Gray negó con la cabeza, apretó los dientes y se alejó.

"Quédate con él. Voy a salvar lo que pueda. Pronto escurecerá."

Juvia se puso de rodillas para examinar a Bart. Tenía veinte años pero estaba actuando como un niño. Ella entendía que estuviera asustado. Le recorrió el cuerpo con las manos, era lo único que podía hacer sin su maletín médico.

Ella le miró las caderas, las manos, uno de sus muslos y avanzó por la pierna hasta el tobillo. No parecía que tuviera el pie o el tobillo roto. No iba a quitarle el calzado para salir de dudas, sabía que si se había roto algún hueso, el zapato lo mantendría inmóvil y por el momento controlaría la inflamación. Se levantó y le palpó el otro muslo.

"¿Quieren una habitación?" Suspiró Gray. "Si quieres tocarme así espero que tengas un anillo de bodas para darme, Doc. "

"Estoy comprobando si tiene más huesos rotos. " Ella ni siquiera miró por encima del hombro a Gray. "Hasta ahora todo va bien." Juvia se echó hacia atrás y frunció el ceño a Bart. "¿Dónde te duele?"

"La mano. "

Le había explorado el estómago y la cabeza. "¿Cómo sientes el cuello y la espalda?"

"Ellos están bien. Me duele la mano. " Exclamó Bart suavemente.

Juvia volvió la cabeza para mirar a Gray. "Él podría tener lesiones internas, pero no lo sabremos hasta que lo llevemos a un hospital. Los únicos daños que he verificado con certeza son la muñeca y la mano. ¿Puedes recuperar mi maleta y coger algo de mi ropa? La necesito."

Gray le frunció el ceño. "¿Quieres cambiarte de ropa? Dame un respiro, Doc. No puedes ser tan vanidosa. "

"Estúpido hijo de puta," Juvia se cabreo al instante. "Tengo que romper un trozo de la tela para vendarle la mano. Usaré el asa de la maleta para entablillar el brazo entero hasta los dedos. " Gray se sonrojó un poco. "Estoy en ello. Lo siento. " Él se alejó.

Juvia suspiró y trato de que su ira se desvaneciera. Todos estaban bajo estrés. Gray regresó en unos minutos. Él utilizó un cuchillo para cortar su bonita camisa en tiras. Juvia inmovilizó la fractura de la mano de Bart. Se desmayó cuando lo hizo, era lo mejor ya que Gray parecía muy cabreado porque Bart seguía llorando.

Juvia le vendó la mano y se la aseguró con un puente. Ella sabía que si no le llevaban a un quirófano pronto perdería la mano. Se lo dijo en voz baja a Gray.

"Voy a hacerlo. " Gray frunció el ceño. "Justo después de que me salgan alas. ¿Qué quieres que te diga? Estamos jodidos."

"Podríamos ir caminando hasta la carretera y ver si pasa alguien que pueda ayudarnos."

"¿Qué pasa con los dos camiones que trataron de echarnos de la carretera? Oh sí. Lo hicieron y todavía podrían volver para asegurarse de que estamos muertos. También tienen armas."

"No los viste por aquí, ¿verdad?"

La expresión de Gray se endureció de rabia. "Ellos podrían estar recogiendo los restos del camión rojo. Y posiblemente llegaran más para unirse a la fiesta. Podrían estar bajando para llegar hasta nosotros en este momento. Iré a ver y tú te quedaras donde estas. " Giró sobre sus talones y desapareció.

Juvia se sentó sobre su trasero. Le dolía la cabeza y le latía la rodilla. Evitó mover el hombro dolorido. Cada vez que ella movía el brazo derecho le palpitaba de dolor. Ella se palpó con la mano el hombro lesionado. No estaba dislocado y no sentía nada roto. Esperaba que fuera sólo una distensión muscular o un moretón. Los hematomas en los tejidos blandos podían ser muy dolorosos. Bart se dio la vuelta. Juvia le sonrió. "¿Cómo te sientes?"

"Me duele. No quiero seguir en este trabajo. "

Juvia asintió. "Yo no te culpo. ¿Por qué no tratas de sentarte? "

"No quiero hacerlo. ¿Cuándo llegara la ambulancia? ¿Gray ha ido a buscar ayuda? "

"Fue a asegurarse de que esas personas que nos sacaron de la carretera no están tratando de llegar hasta nosotros. Nos iremos de aquí pronto. No te preocupes, Bart. Yo soy médico, ¿recuerdas? Lo estás haciendo muy bien."


Gray hizo caso omiso de sus lesiones. La ira le ayudó a ignorarlas mientras subía la colina, cada uno de sus sentidos estaba en alerta máxima. El olor a gasolina le dificultaba el poder distinguir los olores. Su mirada se dirigía rápidamente a cualquier señal de movimiento antinatural.

Juvia podría haber sido asesinada. La rabia se apoderó de él al pensarlo. Ella estaba herida. El olor de su sangre aún perduraba en su memoria a pesar del horrible olor a gasolina. Al menos esperaba que uno o dos de esos cabrones que los habían atacado aparecieran. Le encantaría matar a esos bastardos por hacerle daño.

Un enorme muro de seis metros lo obligo a detenerse. La camioneta había caído desde arriba. La visión le hizo darse cuenta de la suerte que habían tenido de sobrevivir a la caída. La parte delantera del vehículo había sufrido la mayor parte de los daños, pero si hubieran chocado de frente... Se estremeció. Juvia habría muerto.

El recuerdo de cuando intento agarrarla, para protegerla con su cuerpo, le perseguiría para siempre. Ella había sido arrancada de sus brazos, cuando se había golpeado la cabeza contra el metal. El golpe le había aturdido lo suficiente como para que su cuerpo se relajara. Le aterrorizaba lo cerca que había estado de ser despedida fuera de la camioneta.

El macho humano al volante debería haber sido más fuerte, más resistente y tendría que haber conducido más rápido. En cambio el miedo y el pánico se habían apoderado de Bart y había perdido el control del vehículo. Apretó los dientes.

Tendría que haber insistido en conducir él mismo, pero Jellal quiso a un humano al volante para que llamaran menos la atención. Él juró que era la última vez que seguía esa orden. Él sería el que conduciría si Juvia viajaba en la camioneta.

Continuó escaneando la zona superior, en busca de cualquier señal de los atacantes. Tal vez pensaran que habían muerto. Se relajó. Su gente se daría cuenta de que tenían problemas cuando no llegaran pronto. Oscurecería antes de que llegara la ayuda, pero podía mantener con vida a Juvia independientemente de cuánto tiempo le llevara a su pueblo encontrarlos.

Un sonido le llegó desde arriba y una pequeña lluvia de tierra cayo a su izquierda. Al instante agudizo sus sentidos.

"Mierda," la voz de un maldito hombre. "Necesito guantes."

"Alégrate de que tengamos un poco de cuerda. ¿Crees que están muertos? "

Otra voz masculina le dijo. "Tenemos que encontrar los cuerpos para demostrar que matamos a esos animales. Haremos las fotos con nuestros móviles."

"Espero que esto aguante. ¿Estás seguro de que la cuerda aguantará nuestro peso? " El hombre que hablaba tenía un ligero acento. "¿Tenemos que bajar por aquí? El terreno es bastante duro."

Gray se giró, se movió rápido y se escondió detrás de los árboles para obtener una mejor visión de arriba. Vio a seis hombres, todos ellos tenían escopetas colgadas a la espalda. Sus labios se separaron, sus colmillos brillaron, pero contuvo el gruñido que amenazaba con salir de su garganta al ver a sus enemigos.

Él podría luchar contra ellos si no hubiera perdido el arma durante el choque. No podía disparar a ninguno de ellos para igualar el número. Dejaría a Juvia indefensa contra ellos si no conseguía matarlos a todos. Los seres humanos la tendrían a su merced.

Un gruñido suave salió de sus labios cuando él se giró para volver rápidamente a ella. No quería correr riesgos con su vida. Bart no parecía estar lo suficientemente fuerte como para moverse. Mientras se movía con rapidez, pero en silencio para no alertar a los hombres de su presencia, tomó una decisión sombría.

Tendría que dejar al guardia de seguridad humano atrás, si Bart se negaba a huir. Juvia podría protestar. Ella tenía un corazón grande pero independientemente de lo que ella dijera, Gray la salvaría. Aunque tuviera que dejarla inconsciente y llevarla sobre su hombro. La determinación le hizo viajar más rápido para llegar hasta ella.


"Tenemos que movernos ahora," gruñó Gray de repente detrás de Juvia.

Ella se sobresaltó, giró la cabeza e hizo una mueca. Su hombro le dolió por el repentino movimiento. "¿Qué pasa?"

"Seis hombres vienen hacia nosotros. Tienen cuerdas y armas. Creo que por eso tardaron tanto en intentar bajar. Esta muy empinado. "

"Tal vez sea la ayuda. " Bart sonaba esperanzado.

"¿Con escopetas a sus espaldas?," Espetó Gray. "Dame un respiro. Ellos estarán aquí pronto. " bufó Gray. "Levántate. Voy a recoger todo lo que pueda ayudarnos a sobrevivir. Será de noche pronto y esos nos ayudará a ocultarnos."

Juvia luchó para ponerse de pie y cogió a Bart del brazo para ayudarle a ponerse de pie. Él negó con la cabeza firmemente.

"No. Yo me quedaré aquí. Esas personas están en contra de las nuevas especies. Sólo les diré que soy humano y me ayudarán."

"¿Has perdido el juicio?" Jadeó Juvia. "Intentaron matarnos ¿piensas que les importara a esos tipos que seas humano?"

"Odian a las nuevas especies y estoy seguro de que nos atacaron por eso. Tal vez incluso pensaron que en el vehículo iba Jellal. Realmente lo odio. "

Gray volvió con la bolsa de viaje de Juvia. Se puso junto a Juvia y le colgó la bolsa bajo el brazo. Evitó que la correa se apoyara en el hombro dolorido. Le sorprendió que obviamente hubiera notado que le dolía ese lado. Miró furioso a Bart.

"Nos vamos. Nos quieren matar así que levanta el culo si quieres vivir. " Gruñó Gray. "Vas a morir si te quedas aquí muchacho. No tenemos tiempo. No voy a arriesgar mi vida o la de ella para tratar de razonar contigo. Ponte de pie."

Bart le devolvió la mirada a Gray. "Soy humano y no me matarán. Van a llamar a una ambulancia."

"Vas a morir, pero no tengo tiempo para discutir. Te lo he advertido. Lo he intentado y eso es todo lo que puedo hacer por ti. " Gray tomó la cara de Juvia en su gran mano y la obligó a mirarlo. Su intensa mirada se encontró con la de ella. "Tenemos que movernos con rapidez y poner distancia entre ellos y nosotros. Estás cojeando así que te voy a llevar en mi espalda. Te llevaría en mis brazos, pero el terreno es áspero y necesito las manos libres. No discutas conmigo, Doc. Ya vienen. Moriremos si nos quedamos. "

Juvia estaba de acuerdo. No tenía ninguna duda de que esos hombres eran peligrosos. "Está bien. "

Gray se volvió de espaldas a ella y se agachó. Él giró la cabeza para mirarla y separó los brazos de los costados. "Sube."

No se había subido a caballito desde que era una niña. Ella envolvió los brazos alrededor de su cuello y envolvió las piernas en sus caderas. Juvia miró a Bart en el suelo.

"Ven con nosotros. Por favor "

"Ellos no van a hacerme daño. Llamaré a Fairy Tail en cuanto llegue a un hospital. Les diré lo que pasó y enviarán ayuda. "

"Tu última oportunidad," gruñó Gray mientras se alejaba de la camioneta. "Síguenos o muere."

Él se movió rápidamente a través de los densos árboles y no se esperó a escuchar la respuesta de Bart.


…Para ser honesta, ya no me acuerdo si Bart sobrevive o no XD

Crucemos los dedos para que la ONE los encuentre pronto.