Resumen: A los 25 años de edad, Marinette por fin obtuvo todo lo que soñó y Adrien perdió todo lo que tenía. Inspirado en un fanart

Notas:

1) Los Personajes no me pertenecen, son propiedad de ZAG Heroes, y los créditos son de Thomas Astruc y su equipo.

2) Este fic está realizado sin fines de lucro, solo por diversión.

3) Puede contener Spoilers de lo que ha aparecido en la tercera temporada

NUEVO COMIENZO

CAPÍTULO 4

Oficina de Marinette

Poco antes

Esa mañana Marinette había avanzado al trabajo administrativo de ese día, pero aún estaba un poco incómoda. A pesar de todo lo que había completado, con todo eso no le quedaba mucho tiempo para diseñar y sentía que su cerebro se secaba entre los números. Encima de todo el trabajo, ese día tenía que venir Armand a verla. Sí, estaba bien que era su amigo, pero no le gustaba que la interrumpiera cuando estaba trabajando, porque podía pasar horas charlando sin parar.

-Ugh…- gruñó para sí misma bajo su aliento para que Armand no la escuchara.

Lo único bueno de ese día era que Adrien vendría a visitarla. La había llamado personalmente y le había dicho que había algo de lo que quería hablar con ella. Aquella petición la sorprendió porque se había imaginado que no querría saber nada más del mundo de la moda después de toda su vida obligado a modelar para su padre, pero no hizo más preguntas y aceptó recibirlo.

Claro, no había contado con que Armand estaría ahí.

-Estas un poco distraída, ma belle- dijo Armand sacándola de sus pensamientos. Marinette levantó la mirada de su trabajo.

-Te he dicho mil veces que no me llames así- dijo Marinette. Usualmente soportaba la manera de ser de su amigo, pero esta vez estaba comenzaba a colmarle la paciencia- mira Armand, la verdad no quiero ser grosera, pero este no es el mejor momento para que vengas a charlar. Tengo mucho que hacer y…-

-¿Por qué no me lo habías dicho antes?- dijo Armand sin dejar de sonreír- no te preocupes, me iré rápidamente-

Marinette no respondió y volvió su vista a su escritorio mientras que Armand recogía sus cosas y se ponía su saco para despedirse, pero antes de que pudiera despedirse el guardia Jean-Pierre llamó a la puerta.

-Mademoiselle Marinette, hay una persona esperándola aquí- dijo el guardia. Marinette levantó la mirada de nuevo hacia el reloj. Faltaban 2 minutos para mediodía, Adrien había sido puntual.

-Cierto, no me di cuenta que ya era la hora- dijo ella cerrando la carpeta en la que había estado trabajando y bajando su bolígrafo- por favor, hágalo pasar-

El guardia asintió y abrió la puerta, dejando pasar a un apenado Adrien, quien se acercó cabizbajo y abrazando una carpeta contra su pecho. Casi de inmediato Armand se detuvo y siguió al joven con la mirada frunciendo el entrecejo, como si le pareciera conocido y estuviera intentando reconocerlo.

Sin prestarle atención a Armand, Marinette se puso de pie y rodeó su escritorio para saludarlo. Se sorprendió cuando Adrien se detuvo un poco lejos de ella, así que acortó la distancia y lo saludó con un fuerte abrazo.

-¡Qué gusto me da verte, Adrien!- dijo ella sinceramente.

Mientras lo abrazaba, Ssntió que el chico se tensó por un momento, pero se relajó al sentir el abrazo y devolverlo. Aún así, sus músculos continuaban estando contraídos, como si se sintiera nervioso.

-El gusto es mío, Marinette- dijo él con una leve sonrisa cuando se separaron- hay algo importante de lo que quisiera hablar contigo-

-Por supuesto, para eso viniste. Por favor toma asiento- dijo ella señalando la silla frente a su escritorio antes de volverse a Armand- ¿nos permitirías?-

Armand frunció aún más el entrecejo y no parecía estar dispuesto a moverse del sitio donde estaba de pie pero Adrien habló primero, seguramente percibiendo el visible desagrado del otro hombre.

-Está bien, no es privado y seré breve, no quiero interrumpirlos por mucho tiempo- dijo él.

-Bien- dijo Marinette rodeando su escritorio y tomando asiento frente a él, al mismo tiempo que le hacía una seña nuevamente para que él se sentara también. Adrien parecía renuente a hacerlo, pero finalmente lo hizo- te escuchamos-

-Realmente no quería molestarte con esto, pero no me quedan muchas opciones- dijo Adrien extendiendo su mano hacia ella para entregarle el legajo- se que es un favor demasiado grande, y no quiero que te sientas comprometida a decirme que sí solamente porque somos amigos, pero vine a pedirte un trabajo como modelo porque no he…-

-Monsieur, me parece que está equivocado- intervino Armand interrumpiéndolo- con gusto le puedo mostrar dónde es recursos humanos para…-

-Espera un momento, Armand. Por supuesto que podemos ayudarlo- dijo Marinette lanzándole una mirada de advertencia antes de volverse Adrien de nuevo. Abrió su computadora y buscó en la base de datos de sus empleados- me parece que tenemos cuatro vacantes para modelos…-

-Yo…-

-Marinette, lo siento pero no puedes contratarlo- intervino Armand.

-¿Por qué no?-

-Por que es… Adrien Agreste- dijo el otro hombre- él fue la cara de Gabriel hace diez años, además de que todos en París saben bastante bien lo que hizo su padre. El hecho de que modele para nosotros podría ser una catástrofe…-

Mientras decía eso, las mejillas de Adrien se ruborizaron y no pudo evitar bajar la mirada. Ya había escuchado todo eso antes y debió haberse imaginado que eso pasaría también. ¿En qué había estado pensando, escuchando los consejos de Plagg?

-Bueno, quizá tienes razón- dijo Marinette haciendo que los dos hombres levantaran la mirada hacia ella. Adrien sintió como si se le cayera el alma a los pies: había estado tan seguro de que ella lo ayudaría. ¿Tan odioso era? Aún estaba pensando en ello cuando Marinette continuó- no puede trabajar con nosotros como modelo porque estaría demasiado expuesto, pero estoy segura de que podemos encontrar alguna otra cosa para ayudarlo-

Aquello hizo que el corazón de Adrien diera un vuelco.

-¿A qué te refieres?- preguntó Armand, pero la diseñadora ya no lo escuchaba, sino que siguió buscando en su computadora- en serio Marinette, no creo que sea…-

-No… no quiero causar problemas…- comenzó a decir Adrien mientras veía los ojos de ella pasar por las páginas de los empleados y de las solicitudes de empleo en la computadora hasta que la chica dio un pequeño grito de emoción.

-¡Lo tengo!- dijo Marinette volviéndose a Armand- ¿porqué no pensé en eso desde el inicio? Sabes bien que desde hace varias semanas que estoy buscando un asistente. ¡Adrien sería perfecto para ese trabajo!-

El corazón de Adrien comenzó a latir de emoción.

-Pero Marinette, por favor piénsalo bien- dijo Armand sin estar muy contento que digamos con la emoción de ella- imagina que alguno de nuestros rivales llegue a saberlo, sería un escándalo. Además, Adrien no tiene conocimiento de la empresa…-

-Él ya ha trabajado en este tipo de empresas en el pasado, estoy segura de que ya tiene una idea de lo que significa- dijo ella antes de volverse a Adrien- ¿verdad?-

El rubio solo asintió nerviosamente.

-Tenemos clientes internacionales, necesitas un asistente que hable varios idiomas…- continuó Armand.

-Adrien ya habla varios idiomas, ese no será problema- dijo ella.

-¿Y el presupuesto?- dijo Armand- un asistente no está contemplado y la junta de los directivos acaba de ser hace unos días…-

Como respuesta, Marinette golpeó el escritorio con su puño, causándoles un respingo de sorpresa a ambos hombres.

-Estoy decidida a hacer esto para ayudar a mi amigo, Armand- dijo Marinette seriamente en un tono que no admitía réplicas- así tenga que pagar su sueldo del mío. Es simple, Adrien necesita un trabajo y yo necesito un asistente. ¿Crees que puedas hacerlo, Adrien?-

El aludido, quien estaba mirando la discusión en silencio, miró nervioso la expresión decidida de Marinette y la mirada furiosa de Armand. Tuvo algo de miedo de asentir pero finalmente lo hizo.

-Bien, en ese caso ya está decidido- dijo ella con una sonrisa- necesito que te quedes un momento, Adrien. Hay algunas cosas que tenemos que hacer-

Al quedarse sin argumentos para convencerla de que no lo hiciera, Armand suspiró sonoramente y salió de la oficina, cerrando la puerta tras de sí y dejándolos solos. Marinette se apretó el puente nasal mientras respiraba hondo y Adrien la miró apenado.

-Lo lamento mucho, en serio- dijo él tras humedecerse sus labios- no quería causarte problemas con tu novio-

-¿De qué hablas?- se echó a reír Marinette, relajando un poco el ambiente. ¿Era su imaginación, o le gustaba esa risa?- te equivocas, Armand no es mi novio, es solo mi socio-

-Oh… lo siento- dijo Adrien bajando la mirada.

-No te preocupes, ya se le pasará- dijo Marinette y continuó escribiendo en su computadora- tampoco estuvo de acuerdo cuando contraté a Juleka y se tuvo que tragar sus palabras al ver el éxito que ha tenido-

Adrien esperó en silencio a que ella le dijera que se fuera, pero eso no pasó. La joven levantó la mirada y volvió a sonreírle.

-Las cosas no han sido nada fáciles para ti, ¿verdad?- dijo Marinette mirándolo.

-Eh… no, para nada- dijo Adrien.

-Son idiotas, todos ellos- dijo ella mirándolo a los ojos- se comportan así porque no te conocen, no saben que tú no eres tu padre-

Adrien sonrió agradecido. Ojalá que todos en París fueran tan comprensivos con él como Marinette. Mientras que seguía escribiendo, Adrien comenzó a prestarle atención. Si creyó que se veía hermosa en el Palais Garnier, ahora sabía que no había sido su impresión a la distancia lo que hizo que pensara eso. ¡Se veía tan linda! Su sonrisa, su expresión decidida, incluso esa arruguita que aparecía en su frente cuando se concentraba…

¿Qué le estaba pasando? Si Marinette era solo su amiga, nada más. Entonces, ¿porqué lo hacía sentir y pensar eso?

-Bueno, ya terminamos aquí- dijo ella poniéndose de pie y tomando una carpeta para salir de la oficina- vamos, ven conmigo-

Adrien casi saltó de su silla y comenzó a seguirla hacia el exterior de la oficina por el pasillo hacia los elevadores.

-Olvidé preguntarte, ¿podrías comenzar en esta semana?- dijo Marinette de pronto volviéndose hacia él- sé que quizá no estás preparado, y si es así no te preocupes pero…-

-Está bien, puedo comenzar cuando tú digas- dijo Adrien.

-¡Genial! Pero pensándolo bien, mejor comienzas el lunes para que tengas un poco de tiempo de familiarizarte, aunque estoy segura de que no tendrás ningún problema- dijo ella subiendo al elevador- te acompañaré a recursos humanos. No te preocupes, solo vamos a entregar tus cosas para que te agreguen a la nómina-

-No quiero quitarte mucho tiempo, Marinette…-

-No digas eso, eres mi amigo y me encanta poder ayudarte- dijo ella restándole importancia- ah, aquí estamos. Salut, Juliette. Él es Adrien, será mi asistente de ahora en delante. Aquí están sus papeles, revisa que todo esté en orden-

-Así se hará, mademoiselle- respondió Juliette.

-Ella es Juliette, jefa de recursos humanos y él es Jean-Luc, jefe de contaduría- dijo Marinette presentando a las personas que estaban ahí. Juliette era una mujer mayor con una expresión amable y el otro hombre era un joven moreno.

-Mucho gusto- dijo Jean-Luc.

-Bueno, si tienes tiempo y no te molesta, podemos tomar un café- dijo Marinette.

-¿Estás segura?- dijo Adrien. Claro que le encantaría pero no quería molestarla- como dije, no quiero quitarte mucho tiempo porque sé que estás ocupada y…-

-Deja de decir eso- lo interrumpió ella sacudiendo la cabeza- vamos a trabajar juntos, no tiene nada de malo tomar un café. Vamos-

Adrien asintió. Por supuesto que le encantaría pasar el tiempo con esa hermosa mujer, su querida amiga. Mientras que ambos se dirigían a la cafetería, Adrien sentía como si le hubieran quitado un peso de encima de su corazón. Apenas podía creer que había conseguido lo que necesitaba.

Los dos caminaron juntos a la cafetería junto al edificio de MDC y tomaron asiento.

-Cuéntame, ¿cómo has estado?- preguntó Marinette mientras el mesero iba por su pedido.

-Pues… la verdad es que no me quejo- dijo Adrien con una sonrisa triste- solo que encontrar trabajo ha sido difícil cuando… ya sabes-

-Solo puedo imaginar lo difícil que eso fue para ti- dijo ella antes de que Adrien respondiera. Ya sabía a lo que se refería, nadie querría contratar al hijo de Papillon.

-El año pasado tuve un trabajo de medio tiempo en una panadería, mientras iba a la universidad- dijo Adrien encogiendo los hombros- creo que… esa panadería quebró por mi culpa, nadie quería comprar pan del hijo de Papillon-

-Adrien, eso no es tu culpa. Y no eres el hijo de Papillon- dijo ella poniendo una mano sobre la suya por un momento- eres Adrien, un hombre de buen corazón y mi querido amigo. Ten un poco de fe en ti mismo, todo va a salir bien-

Adrien se esforzó en sonreír y quería creer que Marinette tuviera razón. Los dos siguieron charlando juntos por poco más de una hora antes de despedirse, dejando a Adrien con una sensación de paz que no tenía desde hacía mucho tiempo.

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Apartamento de Marinette

Esa noche

Marinette sonrió mientras que preparaba la cena en su apartamento. A pesar de todo el dinero que ganaba, ella había querido seguir viviendo su vida como siempre lo había hecho, sobre todo preparar sus propias comidas.

-Fue muy lindo lo que hiciste por Adrien- dijo Tikki.

-No digas eso, Tikki, era lo menos que podía hacer por él- dijo ella- Adrien siempre ha sido mi amigo y todo lo que le ha pasado desde que Chat Noir y yo desenmascaramos a Papillon ha sido muy injusto. No se merece nada de esto-

-Lo sé. La gente de París ha sido muy injusta con él- dijo Tikki.

-Así que si hay algo que pueda hacer para ayudarlo, lo haré- dijo Marinette- por más que Armand se moleste-

Lo cierto era que la kwami se alegraba por lo que había sucedido porque realmente detestaba a ese Armand y si la presencia de Adrien lo enojaba, tanto mejor. Ojalá que eso le abriera los ojos a la chica sobre la verdadera naturaleza de su socio.

-Bueno, me da gusto que puedas hacer algo por él- dijo Tikki- estoy segura de que va a funcionar muy bien. Como dijiste, Adrien es inteligente y responsable, no te va a decepcionar-

-Lo sé- dijo Marinette terminando de servir su comida en un plato y sentarse a la mesa.

Si bien su obsesión adolescente había muerto desde hacía mucho tiempo, ahora que volvía a ver a Adrien recordaba muy bien por qué había aparecido en primer lugar. El muchacho no era solo muy apuesto, sino que era inteligente y tenía un buen corazón.

Terminó de cenar en silencio y miró su celular. Tenía un mensaje de Alya diciéndole que tenían que reunirse para planear el anuncio de su embarazo. Con una sonrisa, Marinette se puso a lavar los trastes de la cena, segura de que todo iba a salir bien.

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Prisión femenil a las afueras de París

La tarde siguiente

Lila Rossi alzó las cejas confundida cuando escuchó a la guardia de la prisión diciéndole eso. En los cinco años que llevaba encerrada ahí jamás había tenido un visitante que no fuera un miembro de su familia. De hecho, en su sentencia original habían prohibido que recibiera ese tipo de visitas.

Sin saber qué pensar y con su curiosidad picada, la joven salió de su celda siguiendo a la guardia hacia el área de visitas y tomó asiento frente al cristal antes de ser dejada sola frente a su visitante. Lo examinó con la mirada. Era un hombre alto y apuesto, de ojos azules, cabellos castaños oscuros y piel ligeramente bronceada, pero eso no importaba porque jamás había visto a esa persona.

-Bonjour, mademoiselle Rossi- dijo él sonriendo.

-Bonjour, monsieur- dijo ella seriamente. Se acomodó el uniforme naranja de prisión y apoyó los codos sobre la mesita frente al cristal mientras lo analizaba con la mirada- lo siento, no tengo el placer de conocerlo-

El hombre amplió su sonrisa.

-Eso es cierto- dijo su interlocutor ajustándose la corbata de su traje- vine aquí porque tengo una propuesta comercial para usted que creo que le interesará. Supongo que conoce a una Marinette Dupain-Cheng-

Lila hizo una mueca con un momento cuando el hombre mencionó a su ex compañera del colegio que había causado tantos problemas. Respiró hondo recordando las palabras que le dijo su psiquiatra: no tenía porqué odiar a sus compañeros. Respiró hondo antes de responder.

-Sí, fue mi compañera y ahora es la CEO de MDC- dijo Lila recordando lo poco que había leído en las noticias sobre ella- ¿qué tiene que ver con su visita?-

-Bueno, lo cierto es que Marinette está a punto de cometer un grave error en su compañía, acaba de contratar a un tal Adrien Agreste- dijo el hombre- si entendí bien su caso, mademoiselle, ese chico le atraía-

Lila se mantuvo impasible. Ese hombre no la impresionaba, después de todo eso cinco largos años en prisión le habían enseñado bien.

-Quizá, en el pasado- dijo ella seriamente- sigo sin comprender qué tiene que ver conmigo-

-Estoy aquí para proponerle algo. Quiero que cause que ese hombre Agreste caiga en desgracia a los ojos de Marinette- dijo él- con cualquier método que usted guste. Lo quiero lejos de ella-

La mujer volvió a alzar las cejas. Parecía que ese desconocido detestaba a Adrien por alguna razón sobre todo si estaba dispuesto a llegar a esos extremos para deshacerse de él. ¿Porque lo querría lejos de Marinette?

-¿Puedo preguntar porqué está tan interesado?- dijo Lila con una expresión curiosa. Ya sospechaba la respuesta pero aún así quiso confirmarlo- no creo que Marinette valga la pena como para hacer algo ilegal como esto-

-¡Marinette es la mujer más talentosa del mundo!- dijo él dando un golpe en la mesa frente al cristal, causándole un respingo de sorpresa- pero está arruinando su carrera y necesito a ese hombre lejos de ella para mantenerla a salvo-

Lila sonrió por un momento pensando en que había tenido razón, era evidente que ese hombre era un admirador de su antigua compañera del colegio. Miró con calma a su alrededor hasta que el otro hombre se calmó.

-Entonces, ¿aceptará?-

-Mmm- dijo ella pensativa señalando sus ropas naranjas de prisión- no creo que sea una buena idea aceptar un trato de un completo extraño. La última vez que hice eso, usted esta al tanto, las cosas no salieron muy bien que digamos…-

-Cierto. Mi nombre es Lacroix. Armand Lacroix. Y estoy preparado a pagar el precio- dijo el hombre- puedo asegurarme de que salga de prisión esta misma semana, hablando con la gente adecuada-

Armand Lacroix. Tendría que aprender ese nombre, sobre todo si llegaba a serle útil tiempo después. Había aún un problema con la propuesta.

-¿Por qué aceptaría su trato, si de todos modos este mes seré liberada?- preguntó Lila.

-Por que le pagaré dos millones de euros por hacer este trabajo, la mitad ahora y la otra mitad cuando complete el trabajo- dijo Armand seriamente, dándole a entender que no estaba bromeando- aunque si no quiere este trato, le pagaré un millón por su silencio. ¿Qué dice?-

Lila meditó su respuesta. La tentación era grande, a pesar de todo lo que le había dicho su psiquiatra. La sugerencia de que saldría inmediatamente de prisión y que se le pagaría por hacer caer a Adrien, después de la manera en la que su padre la engañó, era bastante atractiva. Sonrió antes de responder.

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Apartamento de Adrien

Esa noche

Plagg volvió a gruñir en voz alta mientras veía a su portador sentado frente a su escritorio, concentrado en sus estudios. Llevaba así desde el día anterior, desde momento en que Marinette le había dicho que estaba contratado, había comenzado a estudiar todo lo que podía para hacer un buen trabajo.

-Chico, vete a dormir de una vez por todas- dijo el kwami en tono fastidiado- nadie espera que sepas todo desde el primer día, ni siquiera tu novia-

-Marinette no es mi novia, Plagg- dijo Adrien rodando los ojos- y claro que tengo que estudiar, hay muchas cosas que no sé y no quiero decepcionarla-

-Nerd- dijo Plagg rodando los ojos.

Adrien no lo escuchó y volvió a sumergirse en su estudio. Había pedido a Jean-Luc que le enviara lo que le pareciera más importante que necesitara saber para hacer bien su trabajo para poner lo en su tablet. Había enviado balances de pagos, clientes internacionales, todas las líneas de diseño (aunque no había compartido ninguna imagen), los contactos de todas las maquilas que trabajaban para MDC.

-Wow…- dijo Adrien al ver lo extensa que era la compañía que Marinette manejaba, incluso más grande que la de su padre en su mejor momento- no puedo creerlo…-

-Yo tampoco puedo creer que es medianoche y sigues con las narices pegadas en esa tablet- gruñó el kwami metiéndose bajo la almohada.

-No, Plagg- dijo el rubio sin quitar su vista de la pantalla- me refiero a Marinette. No puedo creer que haya hecho todo esto mientras que yo… yo solo estuve tratando de sacar a un criminal de prisión-

Plagg suspiró y se incorporó sentado sobre la almohada. Su chico tenía muy poca estima de sí mismo y necesitaba repararlo. Realmente esperaba que estar acompañado por Marinette y el resto de sus amigos lo ayudaran a recobrarla.

-Hiciste lo que creíste que era correcto en ese momento y eso es lo importante- dijo el kwami seriamente- ahora vete a dormir antes de que me hagas seguir escuchándote decir cosas ridículas como esa-

Adrien se volvió agradecido a su kwami y asintió. Quizá Plagg tenía razón y debía descansar, no quería dar un mal espectáculo cuando llegara a trabajar. Por fin apagó la tablet y la dejó en su mesita de noche antes de meterse a la cama y dar un largo bostezo.

-Buenas noches, Plagg-

-Sí, sí, ya duérmete de una vez- dijo el kwami fastidiado- mañana es tu primer día, y tendrás que estar alerta y presentable para tu novia-

-¡Que no es mi novia! Marinette es mi… amiga-

¿Era realmente su amiga? Si bien él siempre la había visto así, su visión de ella estaba comenzando a cambiar. La verdad es que la quería mucho, pero era un tipo de amor diferente al amor romántico. No se veía como su pareja, ¿o sí? No le molestaría en lo más mínimo estar al lado de esa brillante y hermosa mujer. Pero…

-Sigue repitiéndote eso- se burló el kwami al ver su expresión- buenas noches-

Adrien gruñó mientras apagaba las luces.

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CONTINUARÁ…

¡Hola a todos! Adrien por fin lo hizo y ya tiene trabajo, obviamente Marinette no lo iba a dejar morir. Vimos un cameo de nuestra villana favorita, ya verán lo que pasa de ahora en delante. El fanart de esta historia es de uno hecho por SidnerdArt en twitter, donde aparece Adrien como asistente de Marinette.

Muchas gracias a todos por seguir leyendo y por sus reviews. Nos leemos pronto.

Abby L.