Parte 4: En el Bosque de la Prueba
En las orillas de un bosque se encontraba una mujer de cabello rubio y ropas blancas. Esa mujer es conocida como la gobernante y soberana de Etolia, La Diosa Sola.
Sola regresaba de un paseo largo, sus ropas estaban manchadas de tierra, aun así ella se veía contenta.
Una mujer alta, de cabello rosa y de un aspecto intimidador parecía esperarla. Se trataba de Archive, la consejera de la Diosa Sola
- Sola, ¿donde estabas? - pregunto la Archive
- Ah, eres tú, Archive. Estaba encargándome de unos asuntos
- ¿Estás bien? estás llena de tierra
- Solo caminé un poco más de la cuenta
- No me digas que... ¿Fuiste al Bosque de la Prueba?
- Tal vez... -
- No entiendo para que lo hiciste
En eso dos chicas llegaron, una de ellas era Kirara, quien tenía el pelo castaño y un peinado de coletitas, ademas, llevaba un peculiar cetro que asemejaba el tallo de un árbol y que llevaba una estrella en su punta. La segunda, Lamp era una animosa chica de pelo rojizo que llevaba un peculiar libro en sus manos.
- Señorita Sola - Dijo Kirara, quien se veía cansada de buscar - estuvimos buscándola por todos lados
- ¿Y que le paso a su ropa? Está muy sucia - Exclamó Lamp
- Discúlpenme, andaba arreglando unos asuntos - Respondió Sola - Pero que bien que están aquí, hay un lugar que quiero mostrarles, síganme
Sola las encaminó hacia un lugar repleto de neblina y fango
-¿Para que las trajiste aquí? preguntó Archive
- Kirara, Lamp, pongan atención - Exclamó Sola - Este lugar es el Bosque de la Prueba
- ¿Bosque de la Prueba? - Preguntaron con asombro Kirara y Lamp
- Ejem - Archive interrumpió - Lamp, tú en especial debes poner atención. Este lugar es donde Sola hizo su prueba para convertirse en la diosa que es ahora y un día tú tendrás que pasar por esta prueba también
- ¿Que? - Exclamó Lamp - Pero si está todo sucio y no se ve nada
- Escuchen, Kirara y Lamp - dijo Sola - este bosque representa la vida misma. Todas las personas viven con dudas y temores, muchas veces son cegadas por estos sentimientos. Pero aquellas personas que abren sus ojos son capaces de avistar un hermoso campo de flores, esas personas son libres y se convierten en diosas.
- ¿Como usted Señorita Sola?- Preguntó Lamp
- No - respondió Sola - Lamp, ¿puedes prestarme el Sagrado Libro de las palabras?
Lamp le entregó el libro que llevaba en sus manos a Sola y esta empezó a hojearlo, mientras ella continuaba dando su discurso.
- En este libro se registran las historias que ocurren en diferentes mundos, puedes ver la historia de este mundo, e incluso pueden encontrar la historia de cuando me convertí en diosa, pero deben de buscar bien... ¡Aquí está! -
Sola exclamó mientras señalaba una página y empezó a leer en voz alta
- "La historia de dos chicas vacías que caminaban entre el silencio y la duda, cuando estas chicas conocieron el amor abrieron sus ojos, dislumbraron un campo de flores que les hacen reverencia y se convirtieron en diosas, no gobiernan sobre el cielo ni sobre la tierra, ellas gobiernan sobre si mismas, ellas son libres" Si, es esta de aquí
Sola le devolvió el libro a Lamp mientras esta ultima y Kirara la miraban sorprendidas.
- ¿Existe una historia así? ¡Quiero verla! - Exclamó Lamp
- Lo siento, pero tendrás que buscar bien - respondió Sola
- No es justo - decía Lamp haciendo pucheros
- Lo importante es que todas podemos alcanzar nuestro propio "Campo de Flores" no importa si eres aspirante a diosa como Lamp, o una chica como Kirara - Entonces Sola dijo en voz baja - tampoco importa si se trata de una creamate-
- ¿Que fue lo último que dijo? - Preguntó Kirara
- Por ahora sigan esforzándose, las dos. Vamos, hay que regresar, mi ropa está muy sucia.
Así todas caminaron de regreso a casa. En el camino Sola se paró un momento a ver el horizonte. Admiró el cielo azul y poco después continuó su camino. Para Sola este había sido un hermoso día.
