No soy dueño de los personajes de Code Geass.

Capítulo 4:

—¡No quiero!— gritaba Lelouch saliendo del probador sonrojado— No me voy a vestir de esa manera tan… ¡Ridícula!

—Está bien, no te pondrás el vestido, pero al menos ponte tu traje de caballero, sabes que muchos nobles van a verte allí, y Nunally se entristecería si te viera actuando de manera tan impulsiva.

—¿Nunally?— la cara de Lelouch fue todo un poema cuando recordó como el compromiso de su querida hermana con su medio hermano Clovis era procesado. Él hizo de todo para hacer que lo anulen, pero inclusive Nunally había aceptado de tan buena gana que tuvo que resignarse. Sin embargo, eso no impidió que fregara la vida de Clovis al mandarlo a Alaska por una semana entera. — ¿Cómo esta ella? ¿Te dijo algo? ¿El maldito de Clovis regresó y esta con ella?

—Sigue molesta contigo por haber mandado a su prometido a una región con pocas probabilidades de sobrevivir, pero te perdonará si asistes con la ropa de caballero y te disculpas, estoy segura que ella estaría más feliz si le regalas un cuñado, Lulu.

—Deja de llamarme así, pero ya dime ¿Por qué estás tan feliz como para no amenazarme directamente y en cambió decidiste persuadirme?— dijo Lelouch, mientras se cambiaba dentro del probador, y Milly se echaba en el sofá de la salida.

—Veras Lulu, logré convencer a mi querido papá de cancelar el compromiso con el conde Pudding, así que solo me falta un mes para ser libre…¡Un mes y esta chica se irá de vacaciones!

—Pareces demasiado feliz.

—Por supuesto, soy una chica y tengo mis necesidades, en cambio, él solo se preocupa por sus juguetes de hojalata y esas pastillas raras.

—Sabes que mi juguete de Hojalata fue hecho por tu prometido.

—Sí, pero todavía no me gusta como mi padre y él siguen hablando de sus juguetitos en cada cena familiar. — se quejó la rubia recordando como su padre decidió seguir de nuevo con la construcción de los Knightmare Frames a causa de su prometido.

—¿Ya sales Lulu?— la suave voz de la emperatriz sonó afuera del probador— tienes solo cinco minutos para aparecer afuera.

—Ya estoy listo madre— dijo Lelouch saliendo del probador con un hermoso abrigo de color negro.

~Y pensar que usaría de nuevo este traje, luego de tantos años~ pensó el príncipe al verse al espejo de la salida.

Hace 11 años.

—Vamos mamá, Suzaku me está esperando— dijo un hermoso niño de cabello negro luciendo un lindo traje de color negro.

—Calma Lelouch tu prometido no se va a ir a ninguna parte— dijo su madre con una sonrisa tranquila al pequeño niño, el cual se ajustaba su corbata en frente del espejo con mucha dedicación.

—Tienes razón, pero lo extraño mucho, hace tiempo que no lo veo, y además no he recibido ninguna carta en los últimos meses— escuchar a su hijo decir eso, hizo que la emperatriz se sintiera triste, y trató de esconderlo con una sonrisa forzada— lo amo tanto mamá.

—¿No crees que es un poco apresurado decir que lo amas?— dijo la emperatriz saliendo de la limosina en frente de la mansión del primer ministro Japonés.

—Yo seré su escolta— dijo Jeremiah siguiéndoles detrás.

—Pero él se va a casar conmigo, ¿Por qué no lo amaría?— dijo el niño tiernamente agarrando el brazo de su madre— Qué hermosos girasoles, recuerdo que Suzaku me regalo por primera vez esa flor… dijo…

—Que eran las mismas de su jardín— continuó la emperatriz sonriendo a su hijo que todavía se veía contento admirando los girasoles antes de entrar a la pequeña celebración.

—Sí mamá, pero y si no le gusta mi regalo… — dijo el pequeño príncipe mirando el pequeño obsequio que tenía en las manos.

—Estoy segura que le va a gustar mi querido niño, a Suzaku le va a gustar todo lo que le regales— dijo Marianne contenta, hasta que vio a una mujer que no le caía muy bien y su sonrisa se transformó en una mueca de cansancio.

—Oh, pero que tenemos aquí— la voz de una mujer que lucía un poco más vieja que la emperatriz Marianne sonó en el jardín, tenía cabello morado y unos ojos de color azul como el hielo, acompañado de su arrogante sonrisa de hiena— La emperatriz Marianne y el príncipe campesino. — Lelouch frunció el ceño al igual que su madre, agarró su regalo con mucha fuerza, mientras veía con odio a la mujer que tenía delante de él. Marianne tampoco estaba feliz que esa mujer insultara a su hijo delante de ella.

— ¿Oh? ¿Eres tú, la zorra, Victoria Li Britannia?— dijo Marianne con una sonrisa forzada— ¿Estás enseñando a como ser una zorra, Victoria?— puso a su hijo detrás de ella tapándoles los oídos. Si no hubiera estado su hijo, de seguro que le habría golpeado la cara a la estúpida mujer que tenía adelante.

—Jajaja… qué graciosa Marianne, no estés feliz por ser la consorte favorita, pero en fin… espero que no lloren esta noche— dijo la mujer entrando a la fiesta con una sonrisa de demonio, que hizo desconfiar a Marianne.

—Mamá— su hijo lo llamaba, lo que logró distraer a la emperatriz de ese momento incómodo.

—Sí, cariño— dijo la emperatriz arrodillándose para ver a su hijo.

—¿Qué está haciendo aquí la madre de Euphemia y Cornelia?— preguntó el niño asustado.

—No lo sé, cariño, no lo sé— la madre sujetó fuertemente la mano de su hijo para entrar a la fiesta de la mansión de los Kuruguri.

—Presentando a la emperatriz Marianne Vi Britannia del Santo Imperio de Britannia— dijo el presentador, mostrando a la mujer que lucía un vestido de noche de color azul profundo con una rosa en su largo cabello de color azabache— y Lelouch Vi Britannia, onceavo príncipe, decimoséptimo a la línea del trono del Santo Imperio de Britannia— un pequeño niño salió de las cortinas de terciopelo tomando la mano de su madre y bajando las escaleras junto con ella.

—Marianne Vi Britannia es un placer volver a verla— dijo un hombre acercándose a la emperatriz la cual estaba al lado de su hijo— y a usted príncipe Lelouch, estoy contento de que estén aquí para celebrar la fiesta de cumpleaños de mi hijo.

—Es un placer para nosotros, primer ministro Kuruguri— sonrió la emperatriz, mientras que su hijo hacía una reverencia al hombre.

—Buenas noches, primer ministro— sonrió el dulce niño al hombre, el cual casi se mata de risa al haber pensado que ese niño era un alfa. Ya que, Genbu Kuruguri había investigado al prometido de su hijo y había ciertos rumores que decían que el niño era un alfa, pero viéndolo más de cerca, se podía saber a simple vista que el niño era en realidad un omega. Un niño omega era mucho más valioso que un niño alfa y eso alegró al hombre, porque su hijo era un alfa.

—Bueno, no sé en donde se metió ese pequeño niño travieso de Suzaku— sonrió el hombre— ahora que lo pienso debe estar con la princesa Euphemia Li Britannia, hace un rato los vi saliendo al jardín… oh no miren allí están.

Hace unos momentos es otra parte de la fiesta.

—Suzaku felicidades, eres un alfa— dijo una mujer con cabello morado.

—Gracias emperatriz Victoria— dijo el niño sonrojándose.

—Suzaku a mí también ya me dieron mis resultados, yo voy a ser omega— dijo una pelirosada sonriendo y abrazando al moreno.

—Eres como un hijo para mí Suzaku— dijo peligrosamente la mujer— sabes algo, tu prometido Lelouch es en realidad un alfa.

—Oh— dijo el moreno bajando la mirada, en realidad, ya le habían explicado que un alfa y otro alfa no podrían tener una relación más fuerte, porque no podrían enlazarse. — pero él es mi prometido y nosotros…

—Estarías atando a Lelouch a un compromiso que no tiene futuro Suzaku, además se sabe a ciencia cierta que mi esposo, el emperador de Britannia ha aprobado tu compromiso con mi hija, Euphemia si llegaras a romper con Lelouch— sonrió la mujer mostrando a su hija delante de Suzaku— ¿No es verdad Euphemia?

—Sí, Suzaku, recuerdas que me pediste ser tu novia, ahora es posible— dijo la niña agarrando las manos de Suzaku— madre ya habló con padre y la madre de Lelouch, dicen que aprueban lo de nuestro compromiso.

—Pero todavía sigo comprometido con Lelouch— dijo el niño un poco dudoso.

—Ese no es ningún problema, solo tienes que avisar que romperás el compromiso con Lelouch Vi Britannia esta noche abajo en el gran salón, y que te comprometerás con Euphemia. ¿No es lo mejor?

—¿En serio?— sonrió el niño de tan solo cinco años— ¿Y Lelouch?

—Él encontrará a su pareja en otro lado, si sigues atándolo a ti, le cortarías las alas a tu mejor amigo, ¿Verdad Suzaku? ¿Ya te he dicho que eres como un hijo para mí?— dijo la mujer con una sonrisa.

—Sí, pero no creo que sea lo mejor, padre dijo que debo...— antes que pudiera continuar hablando, la mujer le dio un pequeño vaso de agua.

—Bebe Suzaku, debes estar sediento— el niño no lo pensó mucho y bebió del vaso, luego de eso Euphemia le dio un beso que lo dejo atontado por varios segundos— ¿Quieres anunciar la ruptura de tu compromiso ahora, Suzaku?

—Sí— sonrió el niño alegremente, perdido en sus pensamientos, sin recordar lo último que había pasado— es lo mejor… ¿No?

Situación Actual.

—Querido público, estoy tan feliz de que todos hayan venido a mi fiesta de cumpleaños— dijo el pelimarrón tomando el micrófono.

—Suzaku— sonrió alegremente Lelouch al ver a su prometido.— mamá mira es Suzaku.

—Sí, Lelouch ese es Suzaku— dijo la mujer con una mirada penetrante a la otra mujer que salía de una de las puertas de abajo.

—Estoy contento de decir que soy un alfa y quiero anunciar que mi compromiso con el decimoséptimo príncipe Lelouch Vi Britannia— Lelouch se acercó un poco, pero fue detenido por su madre la cual no lo dejó moverse a pesar de las suplicas de su hijo— será cancelado— Lelouch dejó de quejarse y quedó estático en ese momento.

Solo pasaron unos segundos, pero para el pequeño príncipe fueron unas horas terribles, no se dio cuenta de que soltó su regalo, el cual cayó al piso rompiendo el vidrio que había dentro de él. El rostro de la madre de Lelouch se desfiguró y abrazó a su hijo con todas sus fuerzas. Una parte de la gente volteó a ver a la emperatriz Marianne la cual protegía a su hijo.

—Y quiero también anunciar mi compromiso con la princesa Euphemia Li Britannia— continuo Suzaku, Euphemia salió con una sonrisa cálida y abrazó a Suzaku con mucha felicidad.

Por otro lado, Lelouch miraba con horror a su prima favorita junto con su exprometido, los cuales se abrazaban felizmente. Su corazón se sentía tan pesado, su respiración se entrecortaba, pero no podía ponerse a gritar o llorar, ni hacer ninguna rabieta, él es un príncipe y siempre fue educado para no dejar pasar ningún desliz. Sin embargo, lagrimas traicioneras caían de sus ojos en frente de toda la multitud. Fue tapado por su madre en un intento de ocultarlo.

—Ma-madre… Eso no es cierto ¿Verdad? Es una mentira ¿Verdad?— sonrió amargamente el niño, mientras gruesas gotas de lágrimas caían del niño— Es-es una bro-broma ¿Verdad?

—Explíqueme esta estupidez, Kuruguri— rugió la madre del príncipe, tapando los oídos de su hijo con fuerza.

—Yo… emperatriz, esto es un malentendido, perdone las acciones estúpidas de mi hijo— dijo el ministro, viendo con miedo a la mujer que ahora mismo lo estaba matando con la mirada— voy a hablar con ese sinvergüenza.

El primer ministro huyó, dejando solos a la madre y al niño, cuando los dejó muchas risas empezaron a sonar por varios lugares, los japoneses estaban callados y miraban desaprobatoriamente a Suzaku, los únicos que reían eran los Britannianos que estaban allí solo para burlarse de la suerte del príncipe campesino y la emperatriz favorita.

—¿Por-por qué se están riendo, madre?— dijo el niño con voz quebradiza agarrando sus oídos con fuerza.

—Emperatriz— un Jeremiah Gottwald joven apareció escoltando a los dos afuera del lugar rápidamente.

Salieron entre las burlas de varios nobles, llegaron al jardín, pero Lelouch empezó a gritar al ver los girasoles allí. Su cara estaba en pánico y parecía que quería ahogarse en un llanto irreparable.

—¡¿Qué pasa Lelouch?!— gritó su madre abrazando a su hijo que había caído al suelo agarrando sus oídos.

—¿N-no los escuchas ma-madre? ¡Los girasoles se están riendo! ¿Entonces es una broma? ¿Es broma, verdad? ¡Los girasoles se ríen madre! ¡Se ríen!— gritó el niño desesperado.

La emperatriz quedó destrozada al ver a su hijo en el suelo tapando sus oídos con fuerza. Jeremiah Gottwald no podía hacer nada, solo veía como su príncipe estaba en el piso llorando.

—Jeremiah, dame tu encendedor— dijo heladamente Marianne— ¡Ahora!

—¡Aquí esta!— dijo el peliazul sacando un encendedor de su bolsillo rápidamente y dándoselo a la emperatriz.

La emperatriz lo tomó y arrancó una parte de su vestido y lo quemó. Después lo tiró al jardín que inmediatamente ardió en llamas al haber varias hojas secas alrededor.

—Lelouch— susurró su madre sacando las manos de su hijo de sus oídos, los cuales empezaban a sangrar.

—¡Se están riendo, madre! ¡Suzaku terminó conmigo, madre! ¡Se ríen de mí, mamá!— dijo el niño cayendo al suelo.

—Mírame Lelouch, ¡Mírame!— gritó la madre agarrando de los brazos a Lelouch— ¿Qué ves?

—Fuego mamá, veo fuego— dijo el niño viendo como los girasoles eran consumidos por las llamas de fuego.

—¿Ahora que escuchas?— sonrió la madre calmando a su hijo.

—Nada mamá, no escucho nada— dijo el niño, para luego terminar desmayándose en los brazos de su madre.

—¡Emperatriz Marianne!— gritó un niño pelimarrón saliendo de la fiesta— ¿Lelouch está bien?

Pero no falto mucho para que Jeremiah detuviera su caminar. La emperatriz miraba fríamente al niño pelimarrón, pero lo ignoró y empezó a cargar a su hijo.

—Eso no te debería importar ahora, Kuruguri— dijo la emperatriz avanzando hacia la limosina que estaba afuera de la mansión— Jeremiah, vamos.

El guardia de seguridad dejó de impedir que el niño avance hasta que vio que la emperatriz llegó segura a la limosina.

—Pe-pero— Suzaku corrió lo más que pudo hacia la limosina.

La ventana bajó mostrando la cara gélida de la emperatriz.

—No trates de volver a ver a mi hijo— sentenció, para que luego la limosina avanzara.

….

Lo edité un poquito, ya que había cometido unos cuantos errores. Gracias por todo, World321 fuera.