Capítulo 4: Pasado
… Ahora que Vivian y King Olly habían unido fuerzas, la bruja de cabellos rosados se había dedicado especialmente a mostrarle el ruin lugar que se hacía llamar "su nuevo hogar". Vivian le había mostrado la cocina, los cuartos, el salón principal, y otras salas más. Pero todo se encontraba tan deplorable, en un pésimo estado que provocaba que el Rey deseara estar en otro lugar. Pero también había picado levemente su curiosidad, ¿por qué tres brujas todas poderosas, herederas de un ente del mal, vivían actualmente en un hogar roñoso y desgastado?
Habían llevado muy poco tiempo desde que se conocieron, pero Vivian parecía admirar profundamente a aquel misterioso Rey. A pesar de verse tan pequeño e incluso adorable, realmente era cómo alguien muy serio y calculador, cosa en la cual la bruja era lo totalmente lo contrario. Ella se consideraba torpe e incluso distraída, según su hermana mayor Beldam, "ella preferiría hacerle caso a las flores bonitas que a una situación grave". Eso la lastimaba, pero que alguien como el Rey de Origami estuviese a su lado, era para ella un soporte bastante grande.
Por parte de Olly, veía a la pequeña bruja tal y cómo era, ingenua pero de buen corazón. Cosa que creaba más dudas al respecto, ¿Cómo alguien con encantadora personalidad podría pertenecer a la raza de uno de los Líderes más caóticos y aún temidos por todo un Reino?, era todo un misterio, pero consideró que mientras más tiempo podría estar con el peculiar trío, más tiempo tendría para investigarlas.
Ambos aún se encontraban solos dentro del hogar, aparentemente sus hermanas aún no aparecían, cosa que calmó un poco más a Vivian, ya que aún no sabría cómo explicarle a sus hermanas la llegada de este nuevo individuo.
Mientras la hermana más pequeña de las Shadow Sirens le mostraba con emoción el cuarto donde Olly se hospedaría, el Rey decidió llamar su atención para poder preguntarle su duda inicial.
"—...Hm, Señorita Vivian, si no le molesta que le interrumpa...—" La chica le miró rápidamente, silenciándose. Le gustaba prestarle atención al Rey, más que nada por su forma de hablar, era tan elegante y procuraba nunca tropezar en sus propias palabras. No era... cómo ella.
"—¿Sí?, d-dígame que sucede, h-hehe...—" Vivian le regaló una tímida sonrisa, posicionando sus manos respetuosamente detrás de sus espaldas mientras lo miraba con atención.
"—Bueno, quizás lo que diga sea algo prejuicioso, pero... ¿Por qué ustedes optaron por vivir en este lugar?, quizás comprenda que es porque les agrade o va apto con su estilo de vida, pero... sé bien que ustedes son parte de un ser poderoso que una vez atentó contra el mundo que conocemos.—" Detuvo su habla cuando vio la expresión calmada de Vivian cambiar a una estupefacta. ¿Cómo diablos ese Rey sabía eso?, ¿Acaso Vivian lo dijo sin siquiera darse cuenta?, oh, era tan incrédula...
King Olly suspiró un poco, decidiendo proseguir a pesar de la reacción de la bruja. "—He de suponer que, bueno, al menos vivirían en un lugar un poco más apto a su posición cómo herederas de aquella Reina. No se lo tome a mal... es solo una mera duda mía, casi personal.—"
Vivian bajó la mirada con nerviosismo. Le costaba comprender en ese momento por qué King Olly sabía tal información. Ella sabía que era ultra secreto, su hermana mayor lo había repetido hasta el cansancio... lo había escondido tan bien que ni Mario, ni Gombella, ni Koops, ni ninguno sus amigos sabían algo al respecto. Incluso cuando ellos mismos presenciaron en vivo a su madre fallecida antes de enfrentarla, nadie dijo nada al respecto. ¿Y de la nada, este Rey lo sabía?, ¿Cómo?
La bruja tiritó ante la idea de que se encontraba con un ser misteriosamente conocedor de todo, o eso es lo que pensó de la manera más inocente posible. Tragó saliva antes de comenzar a hablar tímidamente, su cabeza agachada de vergüenza. "—U-uhm... n-no lo sé m-muy bien, p-pero... ¿c-cómo usted... sabía... e-eso?, de que yo, y-y mis hermanas, somos...—"
"—¿Hijas de Shadow Queen?—" Interrumpió sin ser grosero, inclusive su tono serio y elegante aún manteniéndose a pesar del estado de la otra chica. "—Bueno... digamos que estuve investigando un poco por mi propia cuenta. Los Cristales Estelares están directamente conectados con ella, y por ende, ustedes... además es fácil suponer aquello debido a sus apariencias similares.—" Movió gentilmente su flequillo que tapaba su ojo derecho, su mirada enfriándose un poco más. Estaba mintiendo claramente, no podía soltar la real información de los hechos, ya que echaría a perder sus... planes personales.
Consideró en un momento la situación de que los Cristales realmente serían todos suyos, o de Dimentio, o si incluso la despiadada Reina de la Oscuridad engañaría a sus propias hijas y se los quedaría para ella sola, o inclusive si sus hijas compartiesen ese poder con su madre... sea cómo fuese el caso, él estaría dispuesto a luchar con garras y dientes, con tal de obtener la dulce victoria de la posesión de esos poderosos Cristales y por fin cumplir su deseo. Tendría que mancharse las manos por ello, pero Olly consideró que sería para algo que valdría realmente la pena.
Vivian ladeó la cabeza, genuinamente confundida y a la vez, sorprendida.
Pensó "¡Wow!, este Rey es realmente un gran sabio o algo así...". Supuso de inmediato que debía mantenerle respeto, aunque fuese un tanto extraño.
"—O-oh, hehe... ¡V-Veo que usted en serio quiere esos Cristales!, m-me alegra saber que es una de las miles de personas que los desea tanto, ¡y lo mejor, es que es para un bien para todos!, ¿no?—" Declaró sinceramente, juntando sus propias manos, pero el Rey no respondió ante ello. La chica con la cual trataba se dejaba llevar muy fácilmente por simples suposiciones, sobre todo porque se había tragado la enorme mentira del Rey rubio. "—Digo, usted es un Rey, los Reyes están hechos para liderar de la forma más sincera y humilde para proteger a su gente, hehe... Mamá también era una poderosa Reina, pero nunca me expliqué porque decidió ser tan horrible e incluso sacrificar a los de su propia especie...—" Su voz suave había bajado un poco, ella juntando sus manos sobre su pecho con melancolía.
Olly se sorprendió un poco ante esa declaración. Aquella Reina realmente era un caso duro de roer, era un ser espectral fríamente despiadado y ruin. Aunque considerándolo mejor, él había hecho algo... muy parecido. Aún así decidió ignorarlo, ya que esa declaración había respondido su duda principal, o eso es lo que él creía.
"—¿Y es por eso que ustedes terminaron acá?, ¿En este hogar tan lúgubre y descuidado?—"
"—N-no... no realmente.—" Vivian negó con la cabeza, haciendo una adorable mueca con sus labios amarillos. "—Cuando Mamá estaba viva y nos Reinaba, ella nos declaró cómo las herederas definitivas de su Reinado del Caos... nos otorgó poderosas habilidades, y fueron gracias a esos Cristales que todo mundo habla.—" Con timidez, alzó una de sus manos, y en un chasquido de dedos tan simple, había invocado una pequeña llama de fuego que se encendía sobre sus dedos, Olly miró fijamente ese acto de "magia", un tanto curioso. No había pensado en esas capacidades mágicas de alguien cómo Vivian. "—Éramos las tres en una posición muy alta dentro de nuestro Reinado... y la gente los llamó las Shadow Sirens. Nos consideraban hermosas, y yo era recién un bebé cuando todo eso ocurrió, hehe... Mi hermana mayor, Beldam, quién me cuidó a mi, manipula el hielo, y mi otra hermana, Marilyn, el rayo... ¡Es el auténtico poder de los Cristales!, y nuestra Madre los usó con nosotras para que hiciéramos nuestra labor lo mejor posible, p-pero...—" Volvió a bajar la mirada, la llama que estaba sobre sus manos apaciguándose. "—Cuando unos misteriosos Héroes la derrocaron con ese mismo poder de los Cristales y la sellaron eternamente, muchos de nosotros terminaron muriendo en la guerra, y mi hermana mayor era muy leal a su Reina y Madre... es por eso que escapamos antes de que nos atraparan.—" La bruja se acercó a un mueble, agarrando una clase de botella para pociones. "—No obstante... nos desterraron de nuestro territorio, y terminamos vagando sin rumbo alguno por estas Tierras... y a pesar de los años y siglos, mi hermana Beldam aún insiste con la idea de revivir el Reinado que mi madre una vez cultivó... ella quiere ver todo el mundo sumido a nuestros pies, c-casi por venganza... porque según ella, hemos pasado toda la vida siendo humillados, cuando nos merecíamos... respeto por la eternidad... y ser intimidantes por lo que somos, por nuestra sangre, por nuestra raza...—" Vivian suspiró agobiadamente ante los crudos dichos de su familiar, dejando la botella de lado para mirar al sorprendido Rey de Origami.
King Olly frunció el ceño ante tal relato, aunque simplemente desvió la mirada de la bruja sin decir absolutamente nada. Era una nueva información realmente cruda... pero también era la prueba irrefutable de que necesitaba oír para comprobar el nivel de poder de esos Cristales que tanto deseaba para que le otorgaran su más profundo sueño. Esos Cristales Estelares tenían un poder tan inmenso, que incluso había provocado todo ese caos... ofrecer poderes elementales, la capacidad de derrotar a un ser todopoderoso, habilidades únicas... deseos...
El Rey de cabellos rubios cerró sus ojos suavemente, metido en sus propias ideas. "—...Ya... veo. Es realmente toda una historia, ...—" Volvió a mirarla directamente a los ojos, la bruja ladeando la cabeza ante sus dichos. "—Entonces... ahí está mi respuesta. Es por eso que viven en este lugar tan indecente... es una lástima, pero estoy seguro que con mi ayuda... podrán lograr lo que deseen... Podrán revivir a su Madre, y...—" Vivian bajó un poco la mirada ante eso, sintiendo un picor en su pecho... odiaba que las personas supusieran eso, cómo si ella realmente deseara un mal tan horrible para todos. Olly se percató de su error, rápidamente intentando remediarlo. "—B-Bueno, mejor dicho... creo que usted en específico no... no desea nada de esto, ¿cierto?—"
Por unos momentos, quiso empatizar, por alguna razón, con la pobre bruja de cabellos rosados, ya que su mirada estaba eternamente dolida. Y el en su más profundo sentir, tampoco quería volver a lastimar a nadie si deseaba reinar con su querida Olivia... tenía que hacer lo posible por ella, cumplir con lo que su hermana tanto pidió y el tanto ignoró en su momento... incluso si tenía que controlar esos impulsos tan negativos. Estaba consciente de lo dañino que era, así que haría lo mejor posible para poder contenerlos.
"— ... U-uh, no... la verdad, e-es que no...—" Su voz se oía apretada y angustiada, cómo si temiera de recibir un violento grito. Un temblor muy frenético se intensificaba en sus manos, apretándose sus propios dedos para controlar esos movimientos tan fuertes. "—N-no quiero nada de eso... p-pero no he p-podido d-detener a mi hermana... pe-pensé que volviendo con ella, c-cambiaría de parecer, p-pero... es tan... obstinada. M-me ha obligado a seguir sus planes, p-pero yo... yo... ya no q-quiero cometer nunca más cosas que lastimen a los demás... y-y menos c-causar... la posible d-destrucción de todos... ¡H-Hice m-muchos amigos!, e-ellos me hicieron ver que realmente valgo la pe-pena... pero a mi hermana no le importa, ¡n-no le he importado n-nunca!—" De repente, un leve llanto se había intensificado en su habla junto con un leve grito de desesperación, rápidamente tapándose el rostro con su gorro de bruja para evitar ser vista de esa manera vulnerable.
Normalmente, King Olly ignoraría algo cómo los llantos o esos sentimientos bravos... pero, después de tanto tiempo... había sentido nuevamente ese ardor en su pecho al ver a la brujita de cabellos rosados llorar tan desesperadamente. Era algo que no había percibido hace muchos años, desde que Olivia se había ido de su lado... ella era la única persona a la cual se permitía sentir cariño o corresponder gestos de amabilidad y amor. ¿Pero, los demás?, actuaba insensiblemente y de manera fría, incluso indiferente y poco interesado en la vida de los otros. Solo era él y su hermana menor, pero... esta sensación había retornado con fuerza esta vez. Probablemente sea porque la personalidad de Vivian era muy parecida a la de su hermana... eso quiso excusar el Rey del Origami.
Aún oyendo sus llantos, el Rey se le acercó muy suave, aunque su mirada no parecía demostrar nada de lo que experimentaba por dentro. "—…He pensado erróneamente de usted, Señorita... lo siento mucho. Supuse mal mis ideas, pensé que usted estaría de acuerdo con el plan, igual que sus hermanas... pero al ser joven, veo que usted tiene un punto de vista completamente distinto.—" Aún con una expresión seria, tomo gentilmente las manos de Vivian, quién tenía el rostro húmedo por sus amargas lágrimas y aún sollozaba de manera jocosa. "—Bueno... yo tengo propósitos leales. No deseo hacer mal a nadie más con los Cristales... así que creo que estamos de acuerdo con usar el poder para algo bueno, creo.—" El Rey le regaló una gentil sonrisa, calmando un poco más a la bruja rosada.
Vivian asintió suavemente con la cabeza, esbozando una tímida sonrisa. "—A-Ah... ¡Lo sabía!, pe-pensé algo así cuando lo vi llegar, a-así que es por eso que lo dejé pasar, hehe...—" La bruja secaba suavemente su rostro, volviendo a su compostura. "—M-me alegra mucho saber que hay Reyes que aún desean el bien para todos... ¡Estoy segura de que usted es un valiente Rey viajero en búsqueda del bien eterno, por eso desea los Cristales!—" Dijo con una gran sonrisa, casi emocionada por la idea.
"—... Sí... así es.—" Se limitó a responder el Rey, desviando su mirada de ella, un poco decepcionado de él. Sabía muy bien la cruda realidad de su pasado... pero eso es algo que él se guardaría por mucho tiempo.
"—Oh, lo siento tanto por haber a-actuado así antes, Señor Olly...—" Vivian secó las últimas lágrimas de su rostro, invitando al chico de Origami a acomodarse en una de las sillas. "—C-Creo que lo mejor que podemos hacer ahora es esperar a mis hermanas... e-estoy segura de que alguien cómo usted será capaz de convencerlas de su ayuda, h-hehe...—"
"—... Eso espero.—" El Rey se cruzó de piernas en el sillón estropeado, mientras que Vivian se escondía en el suelo gracias a su habilidad de atravesar cualquier cosa... Olly decidió mantener su mirada sobre la entrada de aquel desgastado hogar, cómo si esperara atento a la llegada de los familiares de la bruja.
. . .
... Una dimensión totalmente oscura y vacía se encontraba frente a un bufón de múltiples colores, y se encontraba solo él y esa penumbra oscuridad. Cómo los alrededores solo eran decorados con vagas líneas blancas, aparentemente era infinito, pero Dimentio conocía muy bien este lugar. Volaba por el desolado camino en rumbo hacía... una zona muy en específica. Parecía buscar desapercibidamente con la mirada, aquella sonrisa maliciosa de su máscara permaneciendo en su rostro, hasta que repentinamente un brillo muy tenue en el suelo había detenido su caminar.
Rápidamente enfocó su mirada hacía el peculiar brillo que se intensificaba más y más bajo sus pies... aunque resultaba ser bastante pequeño para la luz que emitía. El bufón se agachó gentilmente para tomar esos trozos luminosos con sus manos flotantes, percatándose de que era exactamente lo que él estaba buscando por esta dimensión vacía.
Cerró sus manos con tal de resguardar lo poco que quedaba... de esos poderosos artefactos que alguna vez tuvo a su merced. Oh, si tan solo hubiese triunfado... hubiera sido el Rey de todo el mundo. Tendría a todos bailando al compás que él deseara, hubiese sido el titiritero de un gran show lleno de tragedia y dolor. Pero con tal solo tener los restos de ese inmenso poder ancestral... era más que suficiente para el siguiente paso de su plan.
Esperaba internamente que ese rey incompetente cumpliera al pie de la letra sus instrucciones, así todo saldría a pedir de boca. Alargó su sonrisa considerando quiénes los estaban ayudando con esto, quién le había dado cortos momentos para que viviera y pudiera cometer por fin su más gran deseo más vil... esa Reina era todo un gusto de poseer a su lado. Tenía en sus manos la mejor herramienta de todos para crear al mal: a la propia reencarnación de esta misma.
Finalmente, comenzó a reír en voz baja de una manera terrorífica, para chasquear los dedos rápidamente y desaparecer de ahí por arte de magia.
...
Continuará...
