La mañana era fría y Shin parecía estar algo cansado, definitivamente no esperaba pasar su mañana de esa manera, no le gustaba para nada tener que salir a esta hora, pero... En cualquier caso, era una obligación, no podría escaparse de esto fácilmente... Y tal vez hubiera sido mejor que no fuera así...
—Espero el desayuno este en condiciones.
Shin suspiro mientras salía de la casa sin hacer ruido, su paso era calmado, pero con rumbo fijo, parecía dirigirse a un punto específico de la ciudad.
—Llegas tarde, Minami.
Aquella mujer era como una amazona, era más alta que Shin, aunque era una mujer mexicana morena solamente, se preguntó como llegó a medir 180 la protectora del multiverso Setsuko Echi; en cualquier caso Shin se limitó a suspirar antes de continuar.
—Lamento la demora, tenía que preparar el desayuno.
Su sonrisa nerviosa le recordaba tanto a la de él, que la protectora no pudo más que reír, algo que dejó un poco descolocado al joven ángel del amor.
—Camina Shin o tendré que golpearte como al tonto de tu padre...
"¿Por qué todas las mujeres que conozco son violentas?" la pregunta de Shin se quedaría en su mente, pero ahí estaba, clavada cómo una interrogante...
—Muy bien, vamos... Debemos visitar a alguien...
Shin dejo que ella le llevara atravez del portal, al parecer estaban en una, especie de pradera... Aunque no se parecía a ninguna que el joven angel hubiera visto...
—Que extraño, según yo, tu hermano debería estar por...
Una especie de elfo muerto y vendado parecía haber caído cerca de ellos, Shin no pudo evitar soltar un pequeño grito que preocupo a Setsuko Echi.
—Perdon, no lo vi venir...
El chico parecido a Shin se presentó agitado, era ciertamente más rellenito y su piel era apiñonada, Shin casi podía ver a su padre en él...
—Tu debes Ser Shin, disculpa, cuando veníamos nos atacó un Gran kugwagamon, venga no te pego tan duro, Creepymon.
El digimon se levantó, Shin no tenía idea de lo que era, esa cosa, solo había escuchado el concepto digimon, durante una de las vigilancias con su abuelo...
—Enseguida regresó.
Creepymon salió corriendo dejando al grupo solo, Shin supuso que iría a pelear... Aunque...
—Eso...
—Eso es mi digimon, se llama Creepymon, pero que no te engañe su aspecto aterrador, es agradable, cuando quiere... Que es casi nunca...
El silencio se apoderó del lugar luego de que el joven pelirrojo de cabellos casi naranjos hablara... Shin se preguntaba que era un Gran kugwagamon...
—Soy Takenouchi Allen, un gusto.
El chico le tendió la mano "¿este chico también era japonés? Supongo que padre le gustaba la aventura" el pensamiento de Shin era algo que le había reflexionar.
—Minami Shin, así que somos hermanos...
Shin no terminaba de entender como este chico de sonrisa amplia era, en efecto, su hermano, era diferente a Etsu o a si mismo... Aunque poseía un gran poder y parecía no ser un tonto cualquiera.
—El abuelo me dijo que vendrías, como imaginarás, pero el Mundo digital siempre es peligroso.
Una explosión se escucho antes de ver al digimon de aspecto moribundo llegar enfurecido...
–Te dije que lo haría... Tu debes ser el hermano, soy Creepymon.
Le dio la mano también, pero Shin aún sentía algo de terror, esta cosa definitivamente era algo que no querías ver en tu casa, en una noche solitaria...
—Minami Shin, no pensé que fueras un aventurero.
Allen miró a Shin por un minuto antes de reise a carcajadas, rara vez le decían que parecía un aventurero.
—Solo soy un vago que pasa mucho tiempo aquí.
Aunque admitía que aveces se escapaba a otros mundo... Prefería que fuera un secreto...
—Tengo una hermana tambien, me dijeron?
Las palabras de Shin hicieron poner nervioso a Allen, el cual solo río.
—Kaede no pudo venir, estaba en pijamada con sus amigas.
—Por su culpa no puedo convertirme en Perfectmon.
El digimon parecía molesto, aunque daba más risa verle hacer caras que miedo.
—Deja de estar lloriqueando, tenemos visitas.
Shin río levemente por aquella escena tan comica.
—Entonces, por que nos vimos aquí y no en tu casa?
Allen se puso a pensar la respuesta que Shin le pedía, era un tena sencillo. Pero no tenía una respuesta clara...
—Si te toparas con gente de este mundo sería una ingerencia por eso preferimos hacerlo en este punto donde no corremos riesgos de ser vistos por locales.
Shin parecía comprender, aunque, en realidad, Shin nunca leyó el manual de primerizo, había cosas que no sabía, como lo que eran las "Ingerencias".
—Entiendo, debo tener cuidado al viajar entre dimensiones...
El afirmó con una sonrisa, Shin realmente pensaba que era como ver a su padre... Aunque el lo conoció poco...
—Exactamente, no queremos cometer injerencias, pero, que es lo que te trae por aquí en esta época?
Tenía entendido que nosotros vivíamos en épocas y dimensiones diferentes, justo como padre, me pregunto si por eso nuestros mundos son tal diferentes unos de otros.
—Queria conocerte, nunca había conocido a mis hermanos.
El miró a Shin, preguntándose si su abuelo tenía miedo de que terminara como padre... Eso tendría sentido... Pero le sonaba muy cruel...
—Shin, puedes hacerme un favor y llevarle esto a otro de nuestros hermanos, es una carta, pero será nuestro secreto.
Shin suspiro antes de afirmar con la cabeza, tenía tiempo gracias a la diferencia de tiempo entre dimensiones, aunque era probable que desperdiciara toda su magia y llegara de noche a su hogar... Bueno, un día menos de escuela no era la gran cosa.
—Vamos Shin, no hay tiempo que perder.
La guardiana del multiverso quería volver a su trabajo y no podría hacerlo mientras Shin siguiera saltando entre dimensiones, era necesario hecharle un ojo, no quería otro tonto saltando por ahí alterando cosas como hacía el bueno del padre de Shin.
—Nos vemos pronto Shin!
Ambos hermanos se despidieron con un saludo y una sonrisa, se volverían a ver, era una promesa que pretendían cumplir, Shin acompañó a la protectora del multiverso, esperando que Allen estuviera bien, pues volvía a darle órdenes a su digimon y el enorme Insecto negro peludo trataba de atacarlos con gran poder. Mientras tanto, Rin, estaba realmente molesta.
—Ese Shin, maldito Bastardo, como se atreve a hacerme preocupar, su carta decía que volvería antes de la escuela, pero no, aquí me tiene, preocupada.
Aunque ella susurraba, todo el salón podía sentir su aura asesina mientras rompía su lápiz con gran ira acumulada. Len también estaba preocupado por Shin, pero no tenía el valor para hablar con Rin y preguntarle, primero por que era una chica, segundo por que tenía miedo de terminar como ese lápiz...
—También estas preocupado?
Cuando la campana al fin sonó Miku se dirigió a Len con aquella pregunta, en un principio Len se asustó, pero finalmente noto que sólo era Miku.
—También?
La chica se sonrojo ante la insinuación de Len, este último pocas veces había visto ese nivel de nervios en Miku, jugaba con su coleta derecha mientras miraba a otro lado sonrojada.
—Es el chico nuevo, no sería bueno si mancha su historial desde el principio ¿No?
Ella parecía no querer hablar del tema, así que len se limitó a suspirar e invitarla a sentarse.
—Si, tienes razón, me pregunto que fue lo que le pasó...
Len se veía cansado de pensar en el tema y los nervios de Miku no le ayudaban para nada a tranquilizarse.
"—¿Disculpa que te interrumpa Shin, pero vamos a algún lado con esto?
La juez parecía estar algo cansada de escuchar un tena tan trivial como escuchar sobre el día escolar de mis amigos Rin y Len mientras yo estaba en la visita familiar, no la culpo, sinceramente, era un tema muy normal comparado con lo que narraba antes.
—Por supuesto, su señoría, si me permite, es importante para los hechos, se lo aseguro.
Ella no parecía muy convencida, pero igual parecía que me iba a dejar continuar y eso era un alivio para mí, antes no había tenido la oportunidad de contarlo correctamente.
—Proceda, pero espero sea relevante de algún modo.
Suspiré, por supuesto, era relevante, sobretodo para saber cómo terminé al borde de la muerte cuando volví.
—Gracias su señoría... "
Como decía, Len no lograba tranquilizarse y Miku no era de mucha ayuda, por otro lado, Rin oscilaba entre la ira y la preocupación, Shin tendría un gran regaño cuando volviera a casa, eso era casi seguro.
—Ne, Len, se que eres ginefobico y todo, pero si estas preocupado podrías preguntarle a Rin ¿No?
Len miró con algo de intriga a Hatsune, la cual no estaba muy interesada en lo que decidiera hacer su amigo.
—También podrías hacerlo tú, pareces igual o más preocupada que yo.
Len atrapo a Miku con eso, pero en lugar de hacer que se molestara, vio en ella una mueca de cansancio, seguida de una sonrisa algo triste.
—A mi nunca me dirá, puedo asegurartelo.
Len estaba intrigado por que decía eso, pero no preguntaría absolutamente nada que no le hubiera sido confiado, menos con Miku, ella solía ser muy reservada cuando se trataba de problemas, aunque fuera siempre tan confiada y alegre, el público la adoraba, la diva del futuro la apodaban.
—Deseame suerte.
No quiso tocar más el tema, se armo de valor y fue a donde estaba Rin, Miku solo lo observó con una sonrisa, ella también estaba preocupada por Shin...
—Luego le colocaré boca abajo y...
Len no quería saber que era lo que estaba planeando, pero carraspeo para hacerle saber que se encontraba detrás de ella, la kagamine salto asustada, pero vio que se trataba de Len, su violencia pasó a pena cuando noto que, posiblemente, Len había escuchado sus palabras de un intento de asesinato a su ángel del amor...
—Me preguntaba... ¿Por que no vino Shin el día de hoy?
Len estaba tan nervioso que se le escapó un fallo mientras preguntaba, aunque eso lo sonrojo, Rin apenas lo noto con su propio nervio.
—Ese idiota, dijo que volvería para irnos a la escuela y no volvió, estoy preocupada... Quisiera... Pero solo me dijo que tenía algo urgente que hacer...
Len lucia decepcionado, pero nunca pensó que Rin estuviera tan preocupada, pero vivían juntos, así que no debería sorprenderlo... Por más raro que fuera ¿Cual es su relación?
—Seguro vuelve bien a casa.
Len le tocaría la espalda para confortarla, pero temblaba tanto que apenas podía hacer algo...
—Gracias, Len...
Rin estaba algo decepcionada, pensó que Len le confortaria, pero sólo le dijo unas palabras y nisiquiera la tocó y ¿Que era esa cara?
—Espero este bien.
Un pensamiento fugaz paso por la mente de Rin, mientra pensaba en ello. Shin por su parte se encontraba llegando a su proximo destino, una tierra medieval que destacaba por no tener absolutamente nada parecido a su mundo, todo era demasiado antiguo.
—Vamos, antes de que alguien note nuestras ropas.
La protectora del multiverso llevó al joven ángel a un callejón y le mostró un uniforme, parecía salido de algún anime.
—Vuestras prendas debes cambiar y deberás hablar con propiedad.
Shin se lamento, seguro su hermano era un ñoño... Debía ser alguien de lentes o algo parecido, aunque se preguntaba por qué este mundo era tan medieval. Mientras caminaban al imponente Castillo pudo observar que parecía estar protegido y se escuchaban muchas armas de filo chocando unas con otras.
—Que es esto?
Shin estaba realmente impresionado con la enorme edificación frente a él... Como era posible que existiera algo como esto en este lugar tan medieval.
–Una escuela... Aunque antes era más impresionante... Hubo una guerra, aquí... Vamos, se hace tarde.
La guardiana del multiverso siguió caminando, Shin estaba bastante confundido, pero no preguntaría, podía ver a los alumnos entrenar con espadas, hachas, lanzas, incluso arcos y algo que parecía... Magia? Este mundo le gustaba cada vez más al joven ángel.
—Camina Shin...
Shin seguía a su profesora hasta donde había un chico peleando con una mujer, ambos usaban un tipo de espada extraña que se estiraba como un látigo, aunque Shin no entendía su funcionalidad.
—Podemos pedir a tu hijo prestado cinco minutos Byleth?
La mujer que parecía llamarse Byleth me volteo a ver curiosa antes de afirmar con la cabeza, le revolvió el cabello a su hijo y se retiro.
—Pará qué me necesitas, protectora del multiverso... Wow, tu debes ser mi hermano, de saber que vendrías no me habría ensuciado.
Aunque el joven guerrero de capa azul parecía importarle poco su imagen, también parecia algo nervioso de ver a Shin frente a él...
—Me gustaría que ella te vieran...
Shin se extraño, no entendía nada de lo que estaba pasando, pero al parecer quería que alguien lo conociera, pero Shin no sabía quién.
—Ella?
Shin se sorprendió pero su hermano rio un poco, la verdad era, que Shin también tenía una hermana en ese mundo, una mercenaria que en ese momento no se encontraba en la escuela y llevaba mucho tiempo sin estarlo...
—Mi hermana... A ella le hubiera gustado verte... Eres como él...
Shin suspiro, había escuchado esa frase muchas veces, que era como su padre, aunque él no estaba seguro de que eso fuera cierto, su padre siempre un hombre envuelto en el misterio, algo que a él nunca se le dio bien, pero era cierto que ahora el tenía su trabajo.
—No creo que me parezca a él... No soy tan fuerte como padre...
Su hermano sonrío con tranquilidad, definitivamente era como su padre, el cual nunca creyó merecer nada y aún así... no hubo nadie más digno de portar sus botas.
—Shin, no hay nadie mejor que tu para sustituir a padre en esta tarea, eres el único que podría soportar esa responsabilidad.
Shin miró a su hermano a los ojos y no dudo, quería creer en los ojos de su hermano en la fe que depositaban todos en él, el ángel del amor, nadie más podría soportar su carga...
—Deberías volver a tu mundo, estoy seguro que debe haber alguien esperando por ti.
Shin afirmó con la cabeza limpiando un par de lágrimas rebeldes, quería ir a ver a Rin, sonreírle y ponerse a realizar su trabajo, quería ser el mejor ángel del amor.
—Yo, quisiera saber... Antes de irme... Como fue padre... Contigo...
El chico lo pensó por un largo momento antes de responder a esa pregunta... Cada uno había tenido un padre diferente, no todos habían conocido al hombre de la misma manera...
—Era un hombre... estricto, pero siempre me animo a seguir y no rendirme.
Esperaba que sus palabras animarán a Shin, aunque este aún estaba indeciso y eso era totalmente normal para él, después de todo, el pobre Shin nunca había conocido a su padre y era algo que él podía entender.
—Nos vemos, Shin.
Shin se despidió con un movimiento de mano y una sonrisa, mientras caminaba a donde estaba la guardiana del multiverso se preguntaba por el nombre de su hermano, pero no hacía falta, era probable que lo supiera pronto...
—Listo para ir a casa, Shin?
La guardiana parecia divertida con el comportamiento del ángel, era realmente como volver al pasado...
—Vamos a casa, quiero ver a Rin.
Shin estaba ansioso por volver a su casa, estaba listo para volver a, su misión, ahora sabía que tenía, mucho camino por recorrer, ver a, sus hermanos con tanto poder sobre sus hombros... Shin no pensaba quedarse atrás.
—Bien dicho, es hora de que yo también regrese.
Ambos se prepararon para partir mientras dejaba atrás ese mundo fantástico que a Shin le gustó. Shin había vuelto al mismo callejón del que partieron, la protectora ya no lo acompañaba y el cielo nocturno iluminaba las callas de Japón... Que fascinante resultaba para el ángel del amor esta ciudad... Mientras Shin paseaba por la ciudad paso por aquel parque donde se estrello, que curioso lugar... Al menos el agujero ya no estaba, Shin se sentía aliviado.
—Vamos señorita ¿Por que tan sola a esta hora?
Shin escucha la voz de un hombre y unas risas masculinas a lo lejos, al parecer molestaban a una chica ¿Debería investigar?
—Dejen de molestar, tengo prisa.
La voz de Miku hizo que Shin cambiará su rumbo, pues estaba por irse a Casa... Pero no podría dejar a Miku a su suerte, ese no era su estilo y no empezaría a serlo...
—Vamos, no nos hagas el feo ahora.
La voz masculina era una que Shin no reconocía, no al menos con facilidad, aunque sí le parecía familiar.
—Me parece que la señorita dijo que no...
Shin miró al grupo de hombre con frial sad, el primero, el que la tenía de brazo, era un chico con cara de niño rico y desesperante, pero Shin conocía ese rostro, Oliver... Los otros dos debían ser Kasane Ted y Piko.
—Nunca te había visto por aquí antes...
Oliver miraba a Shin con desprecio, su aspecto era el de alguien muy diferente a ellos, alguien de familia común y eso les molestaba, como osaba molestarlo alguien así?
—Cómo yo lo veo tienen tres para dejar a la señorita si no quieres vérselas conmigo...
Shin sonreía animado mientras los miraba, los tres chicos se miraron con curiosidad, preguntándose si estaba bromeando, como uno solo podría contra ellos tres? No tenía sentido, estaba loco...
–Te arrepentirás de decir eso niño...
Oliver parecía ser el líder o almenos el que más hablaba... Sin duda, Shin sabía que sólo era un hablador, ninguno estaba a su nivel...
—Veamos quien se arrepiente aquí...
Mientras Shin se preparaba... susurro, esas simples palabras, espero a los tres chicos, los tres atacaron, el puño de Oliver fue a su cara, pero lo desvío con facilidad haciendo que le diera a su compañero Ted.
—Bastardo!
El puño de Piko intentó dar contra el chico que que volvió a esquivar, no tenía intención de lastimarlos, por lo que sólo los esquivaba y desviaba sus ataques con tranquilidad, debía ver todo su entorno.
—Es sólo uno, como es que no podemos darle?
Shin miraba a los tres chicos frustrados, los humanos se enojaban con facilidad, por eso era tan fácil vencerlos en combate, sin importar su nivel de combate, todos tienen un punto de quiebre.
—Ninguno de ustedes podría vencerme en combate aunque tuvieran armas.
Shin sonrío antes de volver su atención a los chicos con altanería y una sonrisa burluna, no importaba los golpes que lanzaban solo los esquivas y terminaban haciéndose daño solos.
—Es imposible que no logremos vencer a este chico...
Shin pensaba la situación con detenimiento, esto era nostálgico... Acaso... Miku y Shin ya se conocían? Shin se lo planteaba mientras los chicos se golpeaban unos a otros...
—Maldita sea, mejor irse de aquí, esto no ha terminado...
Los chicos salieron corriendo, se preguntaba por qué ellos molestarían a Miku...
—Estas bien?
La sonrisa de Shin a Miku, le causó un sonrojo, pero estaba demasiado concentrado en que estuviera mejor ahora luego de correr a sus enemigos...
—Estoy bien, descuida, parece que siempre estoy en problemas...
Quería preguntarle si se conocían... Pero no estaba realmente seguro de que pudiera preguntárselo, por alguna razón se sentía inseguro en ese momento...
—Miku, tu...
Antes de que pudiera completar la pregunta, una espada lo desconcentre, pues tuvo que quitar a la chica de su trayecto...
—Maldita sea Shin, por que no te mueves y me dejas hacer mi trabajo!
Etsu... Shin no entendía que hacía su hermano ahí, mucho menos por que con la intención de llevarse a Miku...
—Alastor y tu tendrán que pasar por encima de mi cadáver...
Miku observó con terror como rayos salían del hermano de su amigo, que era lo que estaba pasando...
—Miku, corre...
Shin sonaba como si lo que estaba por pasar no fuera lo suficiente aterrador ya, pero, aunque la chica se resistió en un principio, no pudo más que salir corriendo del lugar como le había pedido Shin...
—Maldita sea, Shin! Alastor!
La espalda soltó una risa demoníaca mientras lanzaba la estocada a Shin que detuvo la espada de su hermano con dos Katanas...
—Técnica de dos espadas...
Etsu hizo una mueca mientras retrocedía por la fuerza de su hermano, ambos poseían una habilidad similar, aunque no precisamente igual, sus niveles de Shin eran un poco más bajos que los de Etsu, pero Shin no se rendiría con nada y eso era un arma que frustraba a Etsu...
—Trueno de Zeus!
La gran carrera de corte que pego Etsu tomó por sorpresa a Shin que salió a gran velocidad siendo empujado por su hermano, llegando a un terreno baldío...
—Debo imaginar que usarías a Alastor de ese modo!
Shin y Etsu comenzaron a intercambiar golpes precisos con las Katanas y la espada, pero los rayos se dispersaban por todos lados y Shin no puede evitar recibir unos cuantos.
—Alastor! Trueno de Zeus!
El ataque aéreo de Etsu mandó a volar a Shin contra el pasto dejando un rastro de destrucción.
—Danza de Dragones!
Shin se levantó y giraba con las espadas hacia Etsu, quien vio al poderoso dragon que estaba por impactarlo.
—Estocada del Olimpo!
El ataque dio en la boca del dragon y ambos ataques se dispersaron... El choque dejó a ambos chicos volando variós metros y con heridas graves por el viento que disperso el ataque...
—Cómo diablos... Siempre encuentras la manera de molestarme?
Etsu se levantaba bastante lastimado del suelo, aunque Shin parecía al borde del colapso...
—Maldición, se me escapó... Los humanos le causaron la muerte a padre y se resisten a morir, creen que pueden cambiar algo... Ilusos, unos cuantos no pueden cambiar la voluntad de tantos... Ellos creen que nosotros los ángeles y semidioses somos inmortales, quieres comprobarlo?
Shin escuchaba atento cada una, de las palabras que Etsu debía, pero estaba tan lastimado como el, solo pudo ver como se alejaba tambaleándose, su hermanos desapareció en aquel camino de oscuridad que se abrió a su paso y se cerró tras el, pero Shin... Shin parecía que se desangraria en ese lugar.
—Creo que... Este es mi fin...
Shin estaba comenzando a tener la vista borrosa cuando divido una figura y una voz lejana que le llamaba, pero fue incapaz de descifrar que era... Era, acaso su padres? No era probable, pero... Estaba demasiado cansado para mantener los ojos abiertos.
Horas antes Kagamine Len camina por las calles junto a su amigo Kaito, habían decidido pasar un tiempo en el Arcade, como siempre habían pasado un gran rato...
—Deberíamos invitar a Miku y los demás la próxima vez ¿No te parece?
Kaito parecía bastante feliz mientras le proponía eso a su amigo rubio, aunque Len se preguntaba si aceptarían, desde que ambos se pelearon era difícil salir todos juntos...
—Si logramos eso, sería un milagro...
Len bromeó con la situación mientras divagaba, no dejaba de inquietar le que Shin no fuera a la escuela, no han pasado muchos días como para darse ese lujo, debió haber preguntado a su tía? No, la directora le daba demasiado miedo para acercarse, por otro lado... Seguramente estaba enfermo o algo por el estilo... Aunque se lo repitiera, algo le daba una sensación de pánico.
—Tienes esa cara rara otra vez, parece que te afecto mucho todo esto...
Len se sorprendió al escuchar la voz de su amigo Kaito, no se había dado cuenta cuando se había puesto en ese estado de intranquilidad.
—Es solo que... Shin, no parece esa clase de persona que desaparece todo el día así nada más...
Por más que Len le dirá la vuelta a todo esto, no lograba descifrar de que se trataba realmente ¿Pasaría algo si Len le hiciera caso a su instinto?
—Len, amigo, dime que ves lo mismo que yo...
Kaito miraba confundido la escena frente a sus ojos, había escombros y daños en la calle, Len sentía que debia seguir el rastro de destrucción, pero... ¿Por que tenía ese presentimiento? Fuera lo que fuera... Lo descubriría muy pronto.
—Len ¿A donde vas? ¡Len!
Kaito trataba de hablarle a su amigo que corría tras el rastro, no le quedaba de otra más que seguirlo, no sería bueno su algo le pasara por andar de curioso.
—¡¿Shin?! ¡¿Puedes escucharme?!
Len trataba de despertar a Shin que estaba bastante mal herido en aquel lugar, entre escombros y sangre
—Len ¿Ese es Shin? ¿Que le pasó? Parece que lo hubiera golpeado un monstruo.
—¡Ayudame a cargarlo! ¡Esta muy pesado!
Kaito lo miro un momento incrédulo, realmente seguía vivo, pero no era momento para eso si alguien más lo encontraba aquí... Si el gobierno o algo así lo encontraba...
—¡No puedo creerlo, la loca de Neru tenía razón!
—No es un alien, Kaito, vamonos de aquí...
Len susurro mientras tomaba las espadas de Shin y salían corriendo de ahí, sea lo que sea que paso, no tenían tiempo de pensar en ello, Shin por su parte escuchaba voces mientras todo se movía a su alrededor... ¿Que estaba pasando? No lo sabía y no tenía forma de saberlo, no en ese momento.
—Shin, si me escuchas, ¿Dime donde vives?
—Yo...
Shin contestó a la pregunta con esfuerzo, entre la pérdida de sangre y sus heridas... Era como si Shin estuviera dormido, realmente no sabía lo que estaba pasando.
—Len, creo que Rin es tu vecina...
—No hay tiempo para eso, Kaito ¡Hay que llevarlo a su casa!
Len trataba de mantener su cabeza fría y concentrada, se estaba mordiendo Shin en sus manos y sólo podía pensar en eso... El hospital era impensable luego de ver aquel cráter.
—Rin ¿Estas en casa?
Len golpeaba la puerta de Rin, la chica abrió molesta, seguramente era Shin, lo regañaria por hacerla preocupar, pero todo su enojo se fue al ver a Shin en ese estado ¿Que le había pasado a su ángel? Solo sabía que Len y Kaito estaban tan preocupados como ella.
—Shin, demonios, pasen, hay que llevarlo a su cuarto...
Rin no sabía lo que decía, pero tenía la sensación de que debían dejarlo en su cuarto y seguiría ese instinto, creía que probablemente se trataba de la conexión con Shin.
—Rin... Taza... Mirmo...
Rin no entendía los balbuceos de Shin, pero busco entre sus gozas cualquier cosa relacionado a sus palabras...
—Taza... Mirmo... ¿Que diablos significa?
Rin esta al borde del pánico, cuando encontró una taza azul que sobre salía de la parte de arriba del armario, esa debía ser la taza de la que hablaba.
—Lo mejor será dejarlo solo...
Dejó la taza en el escritorio antes de salir con los chicos, seguramente ellos sabían un poco más que ella, aunque probablemente tendría que hablar con Shin igualmente cuando esté despertará...
—Gracias por traerlo, estaba preocupada.
Rin sonrío a ambos, Len estaba más tranquilo ahora, por lo que había recordado que le tenía miedo a las mujeres, así que solo movió la man frente a su cara manteniendo la distancia.
—No fue nada, lo encontramos por casualidad mientras regresábamos a nuestras casas.
Len se escuso mientras suspiraba, a decir verdad, se preguntaba que hubiera pasado si no lo hubieran encontrado ellos...
—Lo encontramos en un cráter, parecía que lo hubiera golpeado un titan o algo parecido...
Len le dio un leve codazo a Kaito mientras suspiraba, no era algo que ellos deberían andar diciendo, si Shin no decía nada de cosas sobre naturales, no debería corresponder a ellos decirlo...
–Así que eso fue lo que pasó... Igual muchas gracias, por favor, no le cuenten a nadie de esto...
Rin se inclino mientras suspiraba, si alguien se enteraba de algo así... No, no quería imaginar a Shin en problemas, eran amigos después de todo, quería creer que no era solo la conexión del contrato lo que la hacía preocuparse por él.
—Descuida, su secreto está a salvo con nosotros.
Kaito parecía muy seguro de lo que decía, len no podía más que afirmar con la cabeza, no le diría a nadie lo que vio y espera que Kaito también cumpliera su palabra, nunca hubiera imaginado ver a ron así, ahora que se ponía a pensar... No había. Visto a ron como algo más que su compañera de escuela desde que entró al colegio... Tal vez podría intentar ser su amigo... Era tan difícil siendo una chica.
—Por qué no se unen a nosotros... Digo, siemore hacemos saludas entre amigos, pensé que tal vez les gustaría, no tienen que aceptar si no quieren...
Len había comenzado a vomitar palabras mientras se sinrijava, le costaba mucho invitar a una chica a unirse a su grupo de amigos, pero sería también un buen modo integrar a Shin, parecía caerle bien a sus amigos.
—Si, será divertido, entre más mejor.
Kaito terminó con esa frase mientras sonreía, Rin se sonrojo al pensar que era como una cita, no podía desaprovechar esta oportunidad.
—Me encantaría, seguro que Shin piensa igual, la próxima vez iremos.
—¿Que tal mañana? Después de clases, seguro que eso le ayudará a Shin luego de tremendo golpe.
Len sentía que debia callarse, realmente estaba diciendo demasiado en este momento, aunque Rin se sobre salto, no, debía concentrarse, no podía permitirse fallarle a Shin.
—Por supuesto, iremos.
—Nos vemos entonces, descansen.
Kaito respondió mientras arrastraba a len fuera de la casa, el pobre estaba tan. Nervioso que ya no escucho a su amigo despedirse de él, solo csmino a casa sintiendo que sus piernas se desharian como si de gelatina al romperse se tratase.
Rin, por su parte, cayó decridollas mientras suspiraba, estaba esperando haberlo hecho bien...
—Lo manejaste muy bien...
Shin apareció ya curado, aunque su ropa estaba rasgada, Rin tenía tantas preguntas, pero sólo lo abrazo, Shin por su parte se rio un poco antes de acariciar su espalda, la pobre Rin parecía que había estado esperando su regreso.
—¿Que fue lo que te pasó?
Shin dudo un momento antes de contarle a ron lo que había pasado, había sido un día muy largo y, definitivamente, no esperaba que su hermano apareciera repentinamente con una meta tan macabra entre manos...
—Shin, eso es horrible ¿Por que tu hermano te haría algo como eso?
—Etsu... El siempre a querido ser el dios de la ira...
Es un idiota ambicioso, pero también es un idiota poderoso, no lo subestimario, lo mejor será avisar a los guardianes del incidente con él...
—Y yo creía que mi familia tenía problemas, tu tienes bastantes problemas familiares, Shin...
Rin suspiro al pensar en eso, era impresionante lo fácil que parecía contarlo Shin, no imagina como esos pueden ser problemas normales, pero debe ser cosa de ángeles, piensa para tranquilizarse...
—Bueno, ahora hay que ir a la cama, tenemos escuela mañana.
Shin hablo una vez más, Rin afirmaba con la cabeza mientras se iba a acostar, Shin, como siempre, escribió la entrada de su bitácora antes de irse a acostar...
Día 3
Hoy no pude ayudar a Rin con la misión, pero parece que se las apaño para, que tuvieran una cita, conocí a mis hermanos, parecen personas simpáticas, espero llevarme bien con ellos, pero hay algo que me inquieta, al volver de mi misión me encontré a Hatsune Miku, por alguna extraña razón mi hermano la quiere fer muerta, sea lo que sea no puedo permitirlo.
Con eso escrito decidió irse a dormir, mañana tendría mucho trabajo oír delante, sería un nuevo y fascinante día en su vida como ángel de Kagamine Rin.
Nota: Al fin termine el capítulo, la musa le abandono cahron por un tiempo, por suerte pude retomar las ideas del fic original u a vez más, y estoy listo para continuar con todo.
Atención: Apartir de aquí están por leer contenido inedito que no llego al fic original, sin más preámbulo, mis cemos en el siguiente episodio.
Atte: Su amigo eljefe2000
