Fic

Unidos por la Pasión

De Mayra Exitosa

Capítulo IV

Evento lujoso

Candy se había secado y semi planchado el cabello para darle un toque diferente, se pintaba con lo que tenía a la mano, esperaba causar una buena impresión, lo primordial era conseguir trabajo, porque tenía que completar la renta del departamento, o tendría que dejarlo y regresar al pueblo. Archie llegaba y le daba un beso emocionado, - ¿Lista preciosa? Tenemos que llegar antes, el estacionamiento será un caos y no quiero quedar mal, esta noche será sensacional, te lo prometo. - Gracias Archie, tengo que contarte algunas cosas. - Por supuesto, ya tendremos tiempo, vamos. Candy quería decirle que podía aceptar irse a vivir con él si no conseguía trabajo, pero no quería eso, mejor se esperaba y conseguiría trabajo más tardar ese mismo inicio de semana sin falta.

Al llegar acompañado de la hermosa Patricia O´Brien, quien se tomaba del brazo, de su ahora amigo, con una agradable sonrisa y una tensión menos de que preocuparse pensando si la llevaría a su departamento y la seduciría, eso es lo que creía cada que veía a su espléndido ahora exnovio, era atractivo y no creía que fuera nada mustio mucho menos tímido, por el contrario parecía tener a sus pies a las que deseara comiendo de su mano, pero no era lo que ella quería, pues deseaba una relación más relajada, menos presionada y que fueran compatibles en gustos, la corbata no hacía juego, así se declaraba que solo eran simples amigos, ella llevaba un vestido verde obscuro, portaba lentes de contacto para la ocasión y su cabello iba recogido en un elegante envuelto. - Tenemos reservación, William Andrew, - Si señor pase por aquí. Al llegar ya estaba Stear y su amiga Susana Marlow. - Que gusto que llegaran. - Stear te presento a… mi amiga, Patricia O´Brien. -¿Tu amiga? ¡Un placer! que gusto, Alistar Cornwall emocionado besaba su mano y le hacía un guiño coqueto, ella es mi compañera de estudios y amiga en un proyecto Susana Marlow. Susana era rica, de grandes posibilidades, su vestido lucía elegante y sobrio, se sabía atractiva parecía taparse por completo hasta el cuello, pero sus piernas se veían ampliamente debido a la gran abertura que la hacía lucir seductora. En la mesa se notaban que quedaban todavía cuatro lugares más era redonda, cada una portaba espacio de ocho asientos vestidas de forma extraordinariamente elegantes, el arreglo central era de cristales colgantes y un ramo de flores en lo alto, dejando ver a todos a su alrededor las velitas encendidas daban un toque romántico a la mesa. William dejaba cerca de Stear a Patricia, para esperar a Archie o Anthony.

Apenas sentados llegaba en la entrada Archivald y su novia la que le provocaba todo y William al verla, lo entendía perfectamente, era una mujer increíblemente sexy, llegaban hasta él y colocaba a su novia junto a William mirando hacía la pista de baile, mientras que ella colocaba su bolso de mano sobre la mesa, - Ella es Candice White, el es mi socio, William Andrew. - Un gusto conocerlo al fin, Archivald me había hablado de usted. - Por favor tutéame, ¿espero que haya hablado bien de mí? - Por supuesto. La recién llegada lo miraba con una sonrisa que lo desarmaba y sin más al bajar su vista, su entrepierna se activaba al ver tal enormidad de atributos. Nervioso presentaba, - Mira Candy ella es una amiga e hija de un socio, Patricia O´Brien - Mucho gusto, Patricia, mi nombre es Candy White. Archivald ya no estaba en la conversación miraba a la entrada que Anthony abrazaba y sonreía con Annie, quien lo acompañaba y la ajustaba de su cintura estrechándola a su cuerpo, hablándole casi al oído. Su corbata hacía juego con su vestido que parecía darle luz y ella sonreía coqueta. William notaba su turbación y se recargaba en el respaldo para que Candy y Patricia continuaran conversando, esta a su vez le presentaba a Susana Marlow, quien era amiga de Stear, socio de los cuatro hombres de la mesa.

La llegada colmada de felicidad y cierto rubor en el rostro de Anthony, mordiéndose el labio inferior por la preciosidad de asistente de Archie que lo acompañaba, posiblemente esa noche tendría pareja. Pero Archie estaba ansioso y enojado, interiormente estaba defraudado por la lealtad de su amante, pues al verse como pareja de Anthony, este se notaba emocionado y como si estuviera a punto de hacer su mejor conquista. De solo pensarla con él, la rabia lo carcomía. Tomaban asiento quedando Annie a un lado de Archie luego Anthony, ya no la presentaba, sabía que era su asistente, mientras que él si era presentado con Susana su compañera del otro costado y Stear la presentaba muy formal, al verla y sentarse el vestido de Susana estaba abierto mostrando completamente sus piernas y rozándose con su costado sintiéndola completamente desnuda, al encontrarse el vestido abierto e ir introduciendo la silla, mientras ella sonreía emocionada conversando.

La música era de fondo romántica, la gente seguía llegando y acomodándose a sus lugares siendo puntuales. Lo que si notaba Candy era la tensión, la seriedad de Archie con la joven que estaba acompañando al recién llegado rubio de nombre Anthony. El rostro de su novio era desencajado, algo pasaba, pero no sabía que, este ya no la volteaba a ver y solo conversaba con el socio compañero de la chica de vestido turquesa, quien sonreía confiada y sin ser presentada.

William se percataba que Archivald estaba molesto por el atrevimiento de Annie al salir con Anthony, así se encargaba de hacerle conversación a la joven de esquicito vestido rojo que le había impactado desde su entrada y ahora que giraba a verla, todavía más notándose ampliamente la naciente de sus bustos expuesta, se observaban claramente naturales y turgentes, tragaba seco al solo tenerla cerca, era bellísima y el cabello le hacía un juego divino a todo el porte de la joven. Era un perfecto tonto Archie, como cambiaba a esta modelo espectacular por Annie, que parecía estar jugando con fuego. - ¿A que te dedicas, Candy? - Soy secretaria asistente contable, y también estudie enfermería, me acabo de quedar sin empleo el día de ayer. Su rostro de cierta pena hacía que él inmediatamente le solucionara lo que la provocaba el pequeño puchero de tristeza, -¡Por Dios! Necesito una asistente, la señorita que tengo pasa mas tiempo incapacitada que en su lugar de trabajo, por favor ven el lunes a mi oficina, toma mi tarjeta, estoy seguro de que no eres faltista. - Para nada, ¡Oh por Dios! me has salvado, pensé que no iba a conseguir trabajo y tendría que regresar a mi pueblo. - ¿Y dejarte ir? ¡Eso jamás! -¡Gracias!


Gracias por leer y comentar, por continuar dándole seguimiento y pedirla, llevemos juntas cada capítulo como ustedes lo vayan comentando

continuamos creando Historias de Albert y Candy

Un Abrazo A la Distancia

Mayra Exitosa