Adictiva sensación

El que hacer quizás era un poco secundario para la pelirrosa en ese momento, debía seguir ayudando a Odd a aprobar los exámenes ya que solamente restaban dos y… bueno, estaba siendo una interesante rutina de estudio la que estaba teniendo. No obstante, no debía descuidar el hecho de que seguía siendo novia de Jeremy, podía ser algo secundario si lo ponía así, pero si los llegaba descubrir… quizás podía ser bastante más problemático de lo que ellos pensaban.

Era la tarde de aquel mismo día, estaba aún pensando que hacer mientras iba de camino a su habitación, intentando no pensar en ninguno de los dos, rezando para que XANA tampoco iniciase un ataque en ese momento, se podía esperar un rato, ¿verdad?

Si, se puede esperar—Pensó, quitando de su mente cualquier pensamiento impuro.

Llegó a su habitación y se encerró ahí, debía repasar, aunque fuese un poco para no descuidar ningún examen, pero los tenía todos meridianamente controlados.

No sabía cuánto rato había pasado, pero estaba ya anocheciendo y para aquella época del año era un claro indicativo de que ya era casi hora de cenar, la fuese o no, guardó sus cosas y salió de su habitación, de camino a la de Odd. Por el camino se pasó por la de Jeremy, quedándose en la puerta por un par de segundos, quería entrar, pero al final se lo terminó pensando mejor.

Dejémoslo estar—No quería tener ningún inconveniente esa semana. Siguió su camino hasta entrar en la habitación de Odd y Ulrich, encontrándose afortunadamente con el italiano a solas, leyendo un cómic mientras estaba recostado en su cama—Espero que ese cómic te ayude a estudiar el examen de mañana—Acertó, cerrando la puerta tras sí misma—

—Eh… lo hace—Respondió con una sonrisa, dejando el mismo a un lado, alzando su torso, viendo como la pelirrosa se acercaba y le daba un beso en los labios—¿Qué te trae por aquí? —

—Eh… ¿Ver si estabas estudiando? —Se sentó en la cama, mirándole de reojo—

—¿Quieres probar si estaba estudiando? —Se acercó a ella—

—¿Quieres apostar? —Odd asintió—Bien, qué tal… ¿Si logro demostrar que no estudiaste para el examen de mañana puedo hacerte lo que quiera mientras estás estudiando? —

—¿Y si gano? —

—Lo que tú quieras—

—Hecho—Dicho esto, Odd sacó el libro de historia y se lo entregó a la pelirrosa, quien rebuscó rápidamente entre las páginas hasta dar con el tema indicado—

—Primera pregunta—Comenzó a leer vagamente algunos enunciados que estaban subrayados, era un avance—¿En qué año murió el último rey? —Pudo notar la mirada de Odd con dudas, podía sentir el desconocimiento en su cabeza—

—Eh… en… ¿Un año? —Si, había fallado estrepitosamente—

—Incorrecto—Se apresuró a buscar otro enunciado—¿En qué año fue la Revolución Industrial? —

—A mediados del siglo XIX—

—Correcto, veo que atendiste a esto—Buscó otro enunciado—

—Te dije que quiero de vuelta mi consola—Aelita sonrió de medio lado mientras leía—

—Si fallas dos más ganaré—Encontró otra—¿En qué año fue la Batalla de Francia? —

—Eh… —Pasó más de un minuto mientras Odd miraba por la ventana en busca de alguna respuesta, pero no encontraba respuesta—¿El año… pasado? —Había dicho una tontería, pudo notar como la pelirrosa soltaba un suspiro—

—¿Te rindes? —

—Si—Reconoció, no había estudiado lo suficiente—

—Por suerte tienes lo importarte marcado así que…—Le devolvió el libro. Aelita estaba sentada justo en frente suyo, con los pies cruzados en la cama mientras Odd estaba recostado contra la pared con ambos pies estirados mientras tenía el libro en las manos—

—¿Entonces…? —

—Te dije que te haría lo que yo quisiera mientras estudiabas así que solo ten paciencia—

Odd obedeció, no le quedaba de otra más que intentar observar lo que hacía de manera que ella no se enfadase por estar prestando atención a otras cosas. Comenzó a leer, pero por cada párrafo que leía no podía alejar su vista de Aelita, quien simplemente estaba sentada ahí, el afrente suyo con una sonrisa que no parecía ocultar ninguna malicia. Igual pasaron solo cinco minutos hasta que notó cómo la pelirrosa cambiaba de posición, estirando sus pies mientras se apoyaba con las manos en el colchón, por un momento se preguntó lo que estaba haciendo, pero esa pregunta se respondió rápidamente al sentir donde tocaban los pies de ella.

—Indecente—Le susurró mientras intentaba concentrarse en su lectura—

—Calla y estudia—Respondió casi riendo mientras seguía, con sus pies, acariciando y presionando la entrepierna de él, con un movimiento quizás un poco errático y brusco, pero lo suficiente como para provocarle una erección. Hacía un rato que él no le miraba, pero si se mordía suavemente el labio inferior—Que buen autocontrol tienes, ¿Qué tal si…? —Dobló su torso hacia adelante para desabrocharle el pantalón—

—¡Eh! —Protestó por impulso—

—¡Estudia! —Mandó ella, él tuvo que quedarse quieto, viendo como le desabrochaba el pantalón y dejaba a la vista su miembro, volviendo a la posición original, esta vez notando como los pies de ella acariciaban toda su extensión con la piel desnuda de ambos—Es… caliente—Odd se limitó a asentir, quizás si no decía nada ella no se detuviese—

—¿Pretendes que me concentre así? —Le preguntó mientras simulaba leer, la pelirrosa simplemente esbozó una sonrisa maliciosa—

—¿Ahora soy yo la mala persona? —Mejor no responder a esa pregunta, pensó Odd—

Ella siguió con ese suave movimiento, viendo como el miembro se movía con cada caricia, al tiempo que el propio Odd se estremecía con suavidad, no iba a dejar escapar esa oportunidad para vengarse.

—Oye… si sigues así…—Parecía intentar resistirse, pero le estaba costando—

—Si te corres en mis pies tendrás que lamerlos para limpiarlos—Odd le miró con una ceja levantada al tiempo que rezaba a cualquier deidad existente y por existir no tener que hacerlo, pero…—

—Eso no se vale—Alzó el libro para evitar mancharlo, notando como Aelita no disminuía el ritmo de sus pies… no pudo resistir por mucho tiempo más hasta que dejó correr su semen por los pies de Aelita, quien pareció sonreír satisfecha —

—Bien, como acto final tendrás que limpiarlos—Se dejó caer en la cama con los pies en el aire, esperan a ver que hacía, es esperaba que simplemente rechazase su oferta. Vio cómo se acercaba con lentitud hacia sus pies, usando su lengua para lamer parte del talón, pero en un rápido descuido logró ponerse encima suyo, utilizando ambas manos para alzar sus piernas hasta tenerlas mirando al techo—¡Oye! —

—¿De verdad esperabas que lo hiciese? —Aelita miró a otro lado, sonrojada por la posición en la que se encontraba—Creo que es tiempo de vengarme—Pudo notar como el miembro de él aún seguía erecto. De un hábil movimiento, Odd le desabrochó el pantalón y se lo subió hasta la altura de los muslos, dejando su sexo al descubierto, rozando con su mismo miembro la entrada—

—¿Me harás esperar? —Le preguntó, apretando con las manos el colchón mientras ahogaba suspiros—

—Entonces no me contendré—Cuando notó que su miembro ya estaba lo suficientemente lubricado con el líquido que salía del sexo de Aelita, la penetró con fuerza, provocando que la pelirrosa soltase un gemido, dada la posición el placer se aumentaba y el italiano tenía el control de la situación. No se imaginaba que Odd pudiese darle la vuelta a la situación de esa manera y sin embargo lo hizo—¿Te rindes? —Le preguntó en tono de burla mientras movía su cadera con fuerza, provocando que la pelirrosa tuviese que ahogar gemidos casi a la fuerza—

—Oye… más… suave—Intentó hablar, pero la mezcla de sensaciones de dolor y placer era muy extraña, sin embargo, la sensación de dolor iba desapareciendo rápidamente con cada estocada.

Estocada tras estocada, Aelita no podía aguantar mucho más y terminó por correrse una vez, pero Odd parecía no tener fondo y seguía con su movimiento cada vez más rápido, un movimiento que ella ya no podía seguir, solo suplicando que se corriese, ya lo molestaba esa posición y él no parecía querer cambiar.

—¿Si me corro tendrás que limpiar? —Lo decía en tono de broma, la venganza estaba servida—

—Solo… hazlo rápido—Sin esperarse mucho, el italiano logró correrse con fuerza dentro de la pelirrosa, notando al tiempo que la misma se corría con solo la sensación, temblándole los pies nada más salir—¿Por qué… dentro? —Preguntó entre jadeos—

—Es más divertido—Recibió una suave bofetada con un pie—

—No lo es, si me quedo… imbécil—Odd entendió perfectamente a que se refería. Sacó de su mochila un par de pañuelos, limpiándolos a ambos—Me iré a limpiar bien y… quizás vuelva en un rato, más te vale haber estudiado algo para cuando vuelva—

La pelirrosa se puso de pie y se despidió de Odd luego de volver a vestirse. Salió de la habitación de camino al baño, terminando de limpiarse, ahora solo debía ir a una farmacia y no tenía demasiado dinero encima para lo que quería comprar.

Para su buena suerte no tuvo que gastar mayor cosa y pudo respirar tranquila, volviendo a la academia sin ningún tipo de sospecha por parte de alguien conocido. Volvió a la academia a eso de una hora después de darse un merecido paseo. Entró y subió con Odd, encontrándose con Ulrich ya en la habitación.

—¿Estabas con Yumi? —Entró a la habitación rápidamente—

—Estaba—Respondió, girándose hacia la pelirrosa—¿Ayudando a Odd a estudiar? —Aelita asintió—

—Ya decía yo que no podía haber aprobado los exámenes tan fácilmente—Se quitó la camisa, dejándola sobre la cama—

—¿Y vas a hacerle striptease aquí mismo? —Bromeó el italiano, recibiendo un almohadazo de Ulrich—

—Está mejor que tú—Ulrich se giró hacia ella con una ceja ligeramente levantada—En fin, ¿estudiaste algo? —

—Si—

—Estaba leyendo un cómic—Cortó Ulrich en el momento—

—¡No le creas! —

—Te creo—Ulrich sonrió de manera victoriosa—

No había mucho más que hacer esa misma noche, solo restaba esperar a que Odd de verdad hubiese estudiado algo, ya que no pudo comprobarlo porque Ulrich había vuelto de… lo que sea que estuviese haciendo con Yumi.

Cenó y se metió en cama, mañana sería otro día.

Despertar, ducharse y cambiarse, luego de hacer esa tediosa y quizás difícil rutina, Aelita bajó a desayunar con el grupo, encontrándose con todos.

—Buenos días—Saludó, sentándose al lado de Jeremy—¿Listos para otro día de exámenes? —

—Vaya manera de animar el día—Recurrió Ulrich—Si Odd quiere la consola de vuelta, más le vale aprobar—

—¡Aprobaré! —Espetó el italiano—No por nada me llamo Odd—A voz triunfal—

—Bueno, con este solo te quedarían dos—Siguió Jeremy—Será una fortuna si Xana no ataca esta semana, aunque parece bastante tranquilo—

—No llames a la desgracia—Suspiró Aelita—

Fueron a clase al poco rato, por aquello de un par de horas antes del recreo tuvieron el examen, Aelita miraba de reojo al italiano, que parecía dudar con algunas preguntas, pero las que respondía parecían estar meridianamente justificadas, parecía que iba a ser otro resultado satisfactorio, quedaban dos y el resultado de los exámenes. Solo restaba esperar que todos estuviesen aprobados.

¿Lo logrará?


—Continuará—


Gracias por leer.

Espero que os gustase.

Quedan dos capítulos, tres como mucho.

Terminaré la historia, en algún momento de hoy y 2060, pero la acabaré.

Bueno, gracias por los comentarios, me ayudan a continuar.

¡Adiós!

Never give up, Never surrender