- El mapa a Skywalker. Sabemos que lo tienes, y ahora vas a entregarlo a la Primera Orden.-
-La Primera Orden surgió del lado oscuro. Tú no.-
-Te mostraré el lado oscuro.-
-Tal vez lo hagas, pero ni así negarás la realidad de tu familia-
-Tienes mucha razón.-
Ben salió de su trance muy nervioso . No sabía de dónde era esa escena. ¿Qué mapa sería ese? ¿A quién le pertenecía esa voz? Hace años que había desistido de buscar a Luke para que Rey no se enfadara denuevo con él. Y ahora... cansado de sentir su rechazo, la Fuerza no hacía más que confundirlo. Oírse a si mismo usando el casco era escalofriante... ese casco del que aún no se podía deshacer. Meditar no estaba funcionando por hoy.
En ese momento tan complicado, solo habían dos personas en las que podia confiar, los cuales no dudaban de la integridad de la Emperatriz. No tenía ninguna intención de hablar con ellos pero sabía que no tenía opción. Colocó los códigos y esperó el inicio de la llamada.
- Emperatriz, escuchamos los rumores-- pero el hombre mayor se quedó en silencio al ver que no era ella la que estaba frente a su pantalla. Era su hijo.
- Por lo mismo que acabas de decir, necesito hablar contigo y con la General. Ahora. Evitaré usar esta línea de comunicación, quizás ya la tengan intervenida. Te enviaré las coordenadas para reunirnos. Lleva contigo al menos 4 personas de tu confianza. Necesito gente de mi lado aquí. Confío en tu criterio-
No esperó la respuesta de Han para cortar la llamada. Lo conocía. Podía ser un pésimo padre, pero no fallaría con algo así.
Hacía años que no entraba al Halcón Milenario. No quería que lo recibieran con abrazos tampoco. Aquello no era una reunión familiar. El silencio al reunirse los tres en privado fue bastante incómodo.
- Ya solicité que revisen nuevamente el documento que supuestamente ella firmó. Exigí una copia, así que espero tener novedades pronto- empezó diciendo su madre
- Hasta el momento sospechas de alguien?- preguntó Han a su hijo
- No. Pero Rey sí -
- De quién? -
- De mi-
El silencio de ahora fue aún peor que el inicial. Han y Leia se miraron mutuamente.
- Lo lamento. No entiendo porqué piensa eso ahora de ti- le dijo Leia, tratando de no empeorar la situación - Se nota que ambos son muy cercanos-
- Pero ya no- respondió con dureza- Tengo que descubrir al responsable yo mismo y eliminarlo de mi camino. Por eso pedí que me trajeran refuerzos. No puedo confiar ahora en nadie del Supremacy-
- Sí, lo sé. Los 4 están en una de las habitaciones. Son muy hábiles y están dispuestos a cooperar en esta misión - le comentó su padre- Son Poe Dameron, Rose Tico, Finn y Jannah. Ellos también creen en la inocencia de la Emperatriz, y obviamente que de la tuya-.
- Poe Dameron? Yo a él lo torturé. ¿Cómo fue que aceptó servirme?- preguntó Ben
- Ninguno de ellos sabe que tú eras Kylo Ren. Y no son tus sirvientes, son tus aliados- le recalcó Han
- Y me traes además a los traidores? Es una broma?-
- Ben, tienes que calmarte- se le acercó su madre- Sé que estás alterado con toda esta situación pero si los trajimos a ellos es porque estamos seguros que obedecerán tus órdenes sin cuestionarlas. Saben que eres nuestro hijo y precisamente esos dos que mencionas conocen mejor que el resto a La Primera Orden. Confía en nosotros, queremos ayudarte-
Él la quedó mirando. Sabía que le decía la verdad. Asintió con la cabeza, entonces su padre fue en busca del equipo. Los 4 llegaron frente a él, presentándose cada uno. Ben les asignó de inmediato sus funciones:
Poe estaría a cargo de las mantenciones de la nave privada de Rey, para evitar que otros mecánicos la intervinieran. Además de sacarles información a ese grupo de trabajo.
Finn y Jannah se mezclarían entre las tropas para grabar sus conversaciones. Jannah, además, tendría que tratar de hablar directamente con Phasma en busca de algo sospechoso.
Rose sería mecánica en la sección de motores, buscando a alguien actuando extraño y sacándoles información.
Él mismo se encargaria de los altos mandos y de Pryde. Todos estaban de acuerdo y Han le entregó un intercomunicador a Ben.
- Nos cuentas como les va- dijo el hombre a su hijo- Si necesitas algo más, avísanos. Aquí estaremos-
Ben tomó el aparato y se subió a su nave con los 4 nuevos tripulantes. Aquel encuentro no había sido tan desagradable después de todo.
- Disculpa, tú eres nuevo?- le preguntó Rey a un hombre que trabajaba en su nave
- Emperatriz, es un gusto conocerla en persona. Mi nombre es Poe Dameron y si, soy nuevo- le respondió con una gran sonrisa
- Un gusto conocerlo, Dameron-
- Usted es muy joven, dígame Poe-
Ella le sonrió y se sentó cerca a descansar. Había estado recorriendo el Supremacy leyendo mentes, una tras otra, y aquello la estaba agotando demasiado. Sentía venir una jaqueca inminente. Lo peor de todo era que no le sirvió de mucho. Todos estaban tan confundidos como ella sobre lo ocurrido.
- Se encuentra bien?- era de nuevo la voz de Poe
- Sí. Solo estoy... preocupada- le contestó con pesar
- Pronto encontrarán a los culpable. Se lo aseguro. Todos sabemos que usted no sería capaz de algo así -
- Gracias Poe- le dijo devolviéndole la cálida sonrisa que él le daba
Ben los estaba mirando desde lejos. Sabía que Dameron debía ganarse la confianza de la Emperatriz, pero no como para que se estuvieran sonriendo tanto mutuamente. Por un momento quiso decirle que él fue quien lo torturó con tal de que no se atreviera a algo más con ella, pero se retractó. Necesitaba aliados.
Ya cada uno tenía un intercomunicador conectado con el suyo. Cualquier novedad sería informada en el acto.
- Concéntrate en tu trabajo, Dameron- fue el único mensaje que le envió, retirándose del lugar.
Ben había visualizado en su mente todo lo ocurrido aquel día del incidente para saber dónde estuvo el error. Recordó que mientras caminaba desde los aposentos de Rey hacia la sala de reuniones con los documentos firmados, se encontró con uno de los guardias que quería enviar con ella. No dudaba de ellos. Leía vez tras vez sus mentes y ellos eran leales a su nueva Emperatriz. Sus instrucciones hacia el guardia eran precisas sobre lo que debía hacer aquel día... se maldijo a si mismo cuando recordó que por hacer eso dejó los documentos sobre una de las mesas del corredor. No habrán sido más de 5 minutos, pero tiempo suficiente para que alguien pasara por ahí e hiciera algún cambio. Entonces entendió que debió ser un plan muy bien tramado: ¿cómo saber qué documento colocar sin que éste se repitiera con el original?
- Hay más de un involucrado- pensó. Estaba seguro que debieron haber pasado dos personas por ahí, detrás de él, rápidamente: uno sacando el primer documento a su mano y el siguiente colocando la copia echa casi en el instante. Concluyó que cualquier planeta pudo verse afectado, así que el video era molestia genuina, sin sobornos.
- Qué necesita, Señor?- le dijo una de las jóvenes a cargo de los videos de las cámaras de seguridad
- Muéstreme el registro de los últimos 3 días de todos los pasillos que conectan los aposentos de la Emperatriz con la sala principal de reuniones-
Ella los consiguió y le cedió su asiento para que los observara con calma. Él se quedó pegado mirando en silencio cada detalle.
- Un café? - le ofreció la chica, ya con el líquido caliente en su mano.
Puso pausa al video. Él la observó, luego miró el café.
- No, gracias-
- No voy a envenenarlo, Señor- le sonrió
Ben volvió a mirar a aquella joven pelirroja de cabello ondulado. Su piel era tan pálida como la de él. Vio en su mente que era cierto, no lo quería muerto. Tomó el café de su mano y lo bebió sin decirle nada. Puso a andar de nuevo el video. Pero el video estaba cortado, por más que lo repetía no estaba la grabación de él hablando con el guardia. Quiso gritarles a todos exigiendo al responsable pero prefirió callar... nadie debía saber que los había descubierto. Miró a la joven que seguía a su lado. Podía serle útil.
- Tengo una tarea para ti- le dijo, parándose a su lado- Sígueme -
Salieron de la sala y él se detuvo en un lugar solitario.
- Escucha. Alguien está cortando las grabaciones de seguridad. Es el mismo que está acusando a la Emperatriz. Es tu oportunidad para que demuestres tu lealtad. Descubre quién es y te daré un ascenso-
- No quiero un ascenso, Señor-
- Entonces qué quieres? Más sueldo?-
- Me basta conversar lo que averigue con usted, en alguna cena, quizás -
Ben se le quedó mirando, inquieto. Ella lo observaba fijo con sus ojos pardos.
- Quieres... cenar? Con eso te basta?- preguntó sin entender del todo esa idea
- Sí -
- De acuerdo. Me da igual. Solo cumple con tu trabajo. Necesito esa información cuanto antes-
- Sí Señor. Nos vemos más tarde-
El nuevo Almirante se fue sin decir nada más. Encontró extraño que no pidiera nada de valor a cambio. Pensó que al menos esta vez no tendría que pagar tanto por información ... solo una comida.
Finn fue el primero en informar sus averiguaciones. Los stromtrooper tenían sus propias ideas del culpable: la mayoría señalaban a Ben. Otros a la misma Emperatriz por considerarla demasiado inexperta para ese puesto. Jannah tuvo problemas para estar cerca de Phasma. No lograba ubicarla y cuando la encontraba se le perdía otra vez. Rose no encontró a nadie sospechoso, todos los que la rodeaban apoyaban a la Emperatriz. Ellos pensaban que la trampa venía del exterior. Poe informó algo similar a lo de Finn, muchos en esa sección pensaban que la Emperatriz era muy joven para gobernar y que eso la hacía un blanco fácil de ataques.
Él mismo se ocupó de los altos mandos pero ellos estaban igual de desconcertados que el resto de la tripulación. Nada en sus mentes hizo que Ben dudara de ellos, excepto Pryde. Notó en él quejas constantes ante las decisiones de la Emperatriz. La diferencia estaba en que nunca las dijo en voz alta. Iba a esperar los resultados de aquella chica pelirroja antes de seguir la investigación.
" Ben, recibí la copia del documento alterado. Se ve bastante similar a uno original. La letra la atribuiría a una mujer. La firma está muy bien lograda. Alguien estuvo estudiando mucho tiempo a la Emperatriz... al menos eso es lo que tu padre y yo creemos "
Ese fue el mensaje que le envió su madre, junto a la foto del documento. Esa no era su letra, tampoco la de Rey. Pero sin duda se esmeraron en la firma.
- Phasma, has visto a Ben? Necesito hablar con él pero no lo encuentro- preguntó Rey, ya que sus intentos por ubicarlo a través de su vínculo fueron en vano. Él la tenía totalmente bloqueada.
- Emperatriz, tengo entendido que está ocupado ahora, con una mujer-
- Mujer?- ella se quedó en blanco
- Eso es todo lo que sé - continuó Phasma- Necesita algo más? -
- Sabes... sabes dónde están? - inquirió casi por inercia. No podía creerlo
- No me inmiscuyo en asuntos personales, Su Alteza, pero por alguna razón no especificada la sala Y750 está ocupada ahora-
- Gracias-
Corría en esa dirección, sin importarle que todos la miraran raro. El corazón le latía cada vez más fuerte, estaba asustada, no podía ser verdad. Llegó por fin... la puerta estaba cerrada. Puso su oído lo más cerca de la entrada. Era él ... y una mujer... Sintió el ruido de platos. ¿Estaban comiendo? Pero si él nunca comía con nadie más que no fuera ella misma... pero ahora... No pudo seguir escuchando. Los ojos se le llenaron de lágrimas. Quiso arrancar la puerta y enfrentarlo, pero no pudo. Salió corriendo otra vez, sintiéndose estúpida por haberlo buscado para disculparse por dudar de él. Pero ya no le creía nada.
Se dirigió a los aposentos de Ben. Si seguía con la misma clave podría entrar. La colocó, la puerta se abrió. Estaba decidida a encontrar algo que lo inculpara. Si él lo había hecho, las pruebas debían estar ahí.
- Cómo pudiste?!!- gritaba mientras abría cada cajón vaciando al suelo su contenido- Eres un mentiroso, traidor!!!-
Lloraba mientras hacia de aquel lugar un desastre, sintiendo que cada beso había sido una burla. En uno de los estantes encontró el casco de Darth Vader, dándole el susto de su vida. Odiaba esa cosa. Volteó el último cajón y vio caer una oscura cajita aterciopelada. La tomó en sus manos, la abrió: era un anillo.
- Qué estás haciendo?!!-
El grito de Ben la asustó y en un acto reflejo escondió la cajita en su espalda. Él tuvo que dejar la reunión con la joven antes, por la perturbación en la Fuerza que sintió... era Rey. Llegó lo más pronto que pudo cuando la vio así.
- Eres un maldito!!- le gritó - Me engañaste por completo y yo te creí!!-
- Cuantas veces quieres que te diga que yo no cambié los documentos!!-
- No estoy hablando de eso!-
Él no lo entendía y la chica estaba tan alterada que no podía ingresar a su mente con ese nivel de caos emocional.
- Esto... esto es para ella, verdad?!- le recriminó, mostrándole la cajita aterciopelada. Él se quedó en silencio, así que ella continuó - Eres tan cruel... por qué lo hiciste, Ben? Yo... yo...- no pudo contener más el llanto ahogado. Jamás sintió un dolor tan intenso como aquel.
Él estaba en shock. No tenía idea de lo que estaba pasando. ¿A quién se refería con "ella"? Por qué estaba llorando? Por qué desordenó sus cosas? Por qué lo odiaba?
- Ya no quiero verte nunca más - logró decirle entre lágrimas - Quédate con cualquiera de esas que se arrastran por ti. Yo aún tengo dignidad- entonces dejó la caja sobre su mesa, dispuesta a salir de la habitación pero Ben la tomó del brazo antes.
- De quién estás hablando?- le preguntó realmente confundido
- No te hagas el desentendido. Estás con otra mujer- su mirada condenándolo era implacable
- Qué?! De dónde sacaste eso?!-
- Acabo de escucharte cenando con una! Hay varias interesadas en ti, lo sabes, no te hagas el inocente- gruñó
- Pero no me interesan! Y ellas ni siquiera se me acercan. Es absurdo, Rey! Por eso destruyes mi habitación? Por celos?!-
- Para quién es el anillo?!- le exigió saber
- Vete de aquí! Ya me queda más que claro que dudas de mi en todo sentido!-
- Porque te atrapé!-
- Largo!!-
Las miradas hirientes entre ellos los terminaron por separar. Ella se fue y él por fin entró a sus aposentos, recogiendo de a poco lo que encontraba por el camino. Era un desorden total pero al menos no había roto nada.
Vio la cajita sobre su mesa. Recordó haberlo comprado hace casi 2 años atrás... tal vez se había equivocado al hacerlo.
Tomó el intercomunicador. Aquella discusión sirvió para abrirle los ojos.
- Tico, me oyes? O Jannah? Cualquiera de las dos, necesito su atención urgente- espero impaciente la respuesta
- Dígame, Señor- contesto primero Rose Tico
- Hay una pelirroja, de cabello ondulado, pálida, ojos pardos, en la sección de grabación de las cámaras de seguridad. Hazte amiga de ella cuanto antes, graba lo que conversen, necesito pruebas, preguntale si está interesada en mi, si detesta a la Emperatriz, todas esas estúpidas preguntas y confesiones que se hacen entre mujeres. Para mañana mismo-
- Pero cómo quiere que saque toda esa información si ni siquiera se su nombre?-
- Ese es tu problema-
- También debo hacerlo, Señor?- preguntó Jannah
- Si son las dos, aún mejor-
¿Qué les pareció este capítulo? Los sentimientos también nos traicionan, no creen?
Muchas gracias por leer y comentar
