¡Hola! Espero que se encuentren muy bien, yo estoy más que contenta y emocionada con el nuevo anime, en lo personal si me gusto, llevó veinte años esperando volver a verlo animado que lo voy a amar no importa como esté, sobre todo porque sé que lo supervisa directamente el maestro Takei. Pero mientras esperamos con ansias el segundo capitulo (que vaya que promete) les dejó la siguiente canción, que lleva como protagonistas a Yoh ya Horo Horo.

Boys

Algunos gruñidos y débiles gemidos salían del baño, Yoh preocupado se acercó y tocó la puerta.

- ¿Todo bien Horo Horo? - preguntó, pero no obtuvo respuesta - ¿Te encuentras bien? - volvió a preguntar.

- Sí… - le contestó el ainu entre suspiros entrecortados- Un momento- gimió- dame un momento.

Yoh rascó su cabeza confundido, se encogió de hombros e iba a retirarse cuando un grito ahogado le hizo volver. Llamó nuevamente a la puerta, esta vez con urgencia, pero se un silencio sepulcral que se rompió cuando se escuchó el sonido del agua saliendo del grifo.

El joven chamán estaba más que preocupado, tal vez su amigo se sintió muy mal. De pronto la puerta se abrió y apareció el rostro sonrojado de Horo Horo.

- ¿Pero qué diablos haces aquí parado Yoh? - le cuestionó.

- Me preocupé- contestó tratando de analizar los gestos del chico del norte- hacías unos ruidos muy extraños, pensé que estabas enfermo.

El ainu soltó una sonora carcajada y le palmeo la espalda al castaño.

- Mi pequeño Yoh - dijo sin dejar de reír- No me digas que tu… - le lanzó una mirada pícara - ¿No te tocas?

Yoh quedó estupefacto, a que se refería Horo Horo con tocarse. El peli azul río con más fuerza al notar el desconcierto de su amigo.

- ¡Ay! Yoh, Yoh, Yoh, se ve que no tienes idea de lo que te estoy preguntando, ¿o sí?

Entonces el rostro del joven Asakura se sonrojó violentamente cuando su mente alcanzó a comprender al cien la pregunta hecha por Horo Horo.

- Te refieres a que si yo… - tragó saliva- me doy placer solo - murmuró por lo bajo y mirando de un lado a otro para cerciorarse de que nadie más lo escuchará.

El ainu asintió con la cabeza.

- ¿Eso es lo que hacías adentro del baño? - indagó atropelladamente.

Por respuesta Horo Horo sonrió mustio.

- ¡Vamos hombre! Que eso es de lo más normal - lo tomó de los hombros y bajo la voz - Ya dime, ¿a poco no lo has hecho?

Yoh tragó saliva y susurró un sí.

- ¡Entonces que te preocupas! - volvió a reír- No es como si me fueran a salir pelos en las manos.

- ¡¿Te pueden salir pelos en las manos!? - gritó alarmado.

- Ashh, cállate- le tapó la boca con una de sus manos - claro que no, tonto, esos son cuentos - lo miró fijamente - ¿Qué nadie habló contigo de sexualidad?

Yoh negó tristemente con la cabeza.

- Mira, yo no soy un experto- se rascó detrás de su cabeza- pero mi papá si habla conmigo y pues si pongo atención en las clases de orientación- y agregó con calidez- Si alguna vez tienes alguna duda o inquietud podemos resolverla juntos.

Ambos sonrieron y se dieron la mano para sellar su pacto tácito.

- ¡¿Qué tanto hacen bola de holgazanes?!

La voz de Anna los sacó de su momento confidencial.

- Nada Annita, sólo platicábamos.

- Con que, platicando, ¿eh? - los miró con suspicacia- Pues se acabó su tiempo libre. Tú - señaló a su prometido - A entrenar, y tú - le dirigió una mirada feroz al ainu - a barrer y trapear toda la casa. Pero, ya, ya, ya. No pierdan más el tiempo.

Los chicos se alejaron con ríos de lágrimas en los ojos, lo bueno es que la itako no notó el guiñó que los dos se lanzaron antes de comenzar con las tareas que les había encargado.

FIN