LA LUNA Y LAS ESTRELLAS
Por: Escarlata
Sailor Moon y Precure pertenecen a Toei, el plot es mío
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PARTE 4
[Recuperó la consciencia lo suficiente para saber que 'existía' de alguna manera, pero esa sensación no se parecía a nada que hubiese experimentado antes, o siquiera escuchado de boca de sus ancianos. Ni siquiera la Luz en crudo del Cristal de Plata se sentía así. Veía todo pero a la vez no estaba ahí, era como una espectadora que estaba y no estaba ahí, que nadie podía ver ni escuchar.
El tiempo pasaba y no pasaba en su propia existencia, la única manera en que podía "medir" el paso del tiempo era por medio de las personas de su planeta, Luna. El ver cómo las generaciones se sucedían las unas a las otras, ver que su propia hija se transformó en una gran líder y siguió con la misión que quedó pendiente... Las distancias en el Cosmos eran inconmensurables, normal que estuviera tomando mucho 'tiempo' en vidas. Y a su hija le siguió la hija de ésta y la siguiente generación también, una tras otra en busca de un nuevo Sistema Solar.
Vio cómo los genios de la zona fría que ayudaron a construir lo mejor del planeta formaron un clan que de a poco ganó el respeto de la gente, también estaban los veloces hijos del viento y los que vivían en el mar y ganaron el dominio sobre éste, estaban los más poderosos y enormes guerreros, también los sacerdotes de fuego que percibían energías y aquellos que, aunque pocos, podían ver los caminos que les deparaban. No faltaban los aún menos numerosos que ganaron un poder similar al de una explosión de estrellas, capaces de terminar y dar un nuevo inicio a todo como si fuera un Big Bang en miniatura.
Todas esas habilidades que se desarrollaron por separado según la sangre fueron bendiciones del Cristal de Plata.
¿Cómo podía siquiera saberlo?
No se explicaba el porqué, pero sí fue consciente de que su esencia, su alma, su enegía, lo que fuera que quedase luego de su muerte física, se guardó en el Cristal de Plata.]
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Tal como los Espíritus de la Naturaleza se los dieron a saber, sus amigas volvieron al escondite. El equipo de Dream estaba molido, por cierto. Enfrentarse a las Senshi no era simple, mucho menos si hacían todo lo posible por no pelear con ellas si no conseguir los Núcleos. Dejaron las tres esferas dentro de un agujero en el piso que estaba lleno del agua de Cure Aqua, al menos mientras recuperaban el aliento y las fuerzas.
─El camuflaje sirvió, ¿verdad? ─preguntó Egret mientras revisaba la herida que se ganó Honoka de parte de Sailor Venus.
─Sí, los sistemas no nos detectaron, sólo hasta que fue evidente nuestra presencia ─respondió Honoka con satisfacción. No hacía ni un gesto de molestia mientras Egret le ponía una medicina a base de hierbas que hicieron en el rato que el equipo de seis salió. Su curación tomó poco tiempo, enseguida fue a desarmar las esferas y sacar los cristales.
─¿Camuflaje? ─preguntó Mint, era su turno de ser curada por Egret mientras, a su vez, la Cure de verde atendía a Rose.
─Sí, se nos ocurrió de último momento, los Espíritus nos dieron la idea y lo intentamos con Nagisa y Honoka ─explicó Saki con una sonrisa─. Si podemos mejorarlo podremos ir todas camufladas para un siguiente asalto ─y conseguir más esferas en una sola incursión entre todas. Entre más pudieran evitar los sistemas de vigilancia de la ciudad y las Senshi, mejor.
La razón por la que iban por los Núcleos de la capital y no por otros al otro lado del planeta, era porque ya lo habían intentado y amentabkemente no lograron la reacción que necesitaban. Al contrario, sólo consiguieron una inesperada fama como enemigas públicas y fueron perseguidas en cada rincón de ese planeta Tierra cuales viles criminales.
El verdadero detonante de la Luz que Devora estaba en Tokio de Cristal. Era ahí donde debían cortar los cables de la bomba, por decirlo de alguna manera.
─¡Rayos, haberlo hecho antes! Me duele todo el cuerpo ─se quejó Rose, dejándose curar por Komachi─. Uranus pega como mula.
Saki se echó a reír, ella revisaba a Dream primero porque el callado gesto de Rouge así se lo pidió. ─¿La gran Milky Rose se está quejando de unos pequeños golpes?
─Yo te creía más dura ─continuó Mai con gracioso tono, de inmediato comprendió el jugueteo de su novia.
─Ah... Sólo... ¡Era un decir! Golpea duro pero no me duele demasiado.
Urara se dejaba curar por Rouge, quien la trataba con mucho cuidado y suavidad. Sólo sus amistades más cercanas sabían que Rin se veía salvaje por fuera pero era muy suave y gentil en realidad.
─¿No te duele mucho? ─preguntó la Cure de fuego a su joven compañera.
─No mucho, estaré bien, gracias ─respondió Lemonade con dulzura y una sonrisa, hizo sonreír a Rin─. Tú debes descansar, mira cómo estás.
─Estoy como nueva ─alegó Rin con tono confiado y un gesto fiero. La verdad sí se sentía tan molida como sus compañeras, pero todas conocían su actitud de preocuparse por las demás primero y no por sí misma. Sus amigas siempre eran prioridad.
─Yo te curo, Rin, deja que terminen conmigo ─dijo Dream con una sonrisa, conocía a su amiga y ella era la única que podía someterla sin el uso de la fuerza bruta para que se dejara cuidar─. ¿Ha habido algún cambio, Saki?
─Todavía no, los Espíritus siguen sobrepasados por la energía de Luz, necesitamos desconectar más núcleos de la red si queremos que comience a crearse un poco de Oscuridad ─respondió Saki, haciendo memoria de lo que les comunicó el viejo Cerezo y la Naturaleza alrededor.
─El Cerezo nos dará una señal cuando eso pase, lo sabremos porque las flores comenzaran a caer de la copa ─agregó Mai.
─¿Quién diría que íbamos a necesitar alejar a la Luz y traer algo de Oscuridad? ─Aqua soltó un hondo suspiro al decir eso, esperaba tranquilamente su turno de ser revisada, justo como Rin.
─Éste mundo está perdiendo su equilibrio, la Luz pesa tanto que está cargando la balanza a su favor. Sabemos que está a una gota de desbordarse ─White frunció el ceño, la forma en que la Luz se desbordaba era con esa bendita explosión. Necesitaban cada pequeño fragmento de Oscuridad por muy minúsculo que fuera, para quitarle aunque fuera un poco de peso a la Luz.
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Mientras las Pretty Cure daban ese día por terminado y se disponían a desarmar las esferas para neutralizar los Cristales internos, en el palacio, las Senshi no estaban para nada contentas.
Mercury llevaba media hora revisando las grabaciones de seguridad con ayuda de Hotaru y Michiru, simplemente no hubo señal alguna de Black y White camino a donde las chicas peleaban. Cuando pudieron ser detectadas ya era demasiado tarde, como si simplemente se hubieran materializado en el sitio. Los demás estaban fuera de la "Nevera" discutiendo el asunto.
─De momento ningún civil se ha percatado de los ataques ─informó Jupiter─. Pero los trabajadores de los invernaderos notarán la ausencia de la Torre de la zona ─y ahí sería complicado dar explicaciones.
─Inventar que es por mantenimiento o reparación suena ridículo si me lo preguntas ─comentó Uranus con los brazos cruzados y una mirada de pocos amigos.
─Cualquier razón que demos para la ausencia de las Torres será difícil de creer ─Mars tampoco estaba muy contenta por todo lo sucedido. Miró a su Reina, que había estado pensativa durante ese rato─. ¿Alguna idea, Usagi?
La Reina parecía en trance, miró a la Senshi de Fuego un momento y con un gesto mudo le pidió un momento para ordenar sus pensamientos. Estaba ligeramente agotada, su hija y ella pudieron fabricar un Núcleo nuevo en tiempo récord pero igualmente les pidió mucha energía física y mental, pero esas chicas tenían tres más y temía que fueran a hacerse de más en los días siguientes. No podían reponer tantos tan rápido. ─Si siguen así, provocarán algo malo en la Red de Torres.
─Y eso debe ser lo que buscan ─completó Endymion, todas las pistas apuntaban a ello. Tenía una mano en el mentón, pero pudo relajarse un poco más cuando su hija se abrazó de su costado, sonrió─. Gracias.
─¿Quieren quitarle a nuestra gente la bendición de la salud y la longevidad? ─preguntó Uranus, incrédula de cierta forma─. Esa sería la primera reacción adversa si hay un fallo en la red de Torres.
─Tan ridículo como puede sonar, pero tiene sentido, quieren romper la Red ─dijo Venus─. Saben mucho de nuestros sistemas y el funcionamiento de los Núcleos. Saben de nosotras, ¿cómo es eso posible?
─¿Creen que tengamos infiltrados en el castillo? ─fue la pregunta al aire de Júpiter. Todas le miraron, incluso las tres Senshi dentro de la "nevera".
─Eso... Eso podría ser muy posible ─dijo Mercury, dejando el teclado de lado. Algo le decía que no conseguiría nada más que un dolor de espalda si seguía así─. Para saber del funcionamiento y la estructura de las Torres y los Núcleos de Plata... Cabe la posibilidad de que sea alguien del personal que recluté para su construcción ─no quería sospechar de nadie, en serio no quería pero era la situación más plausible a esas alturas.
─¿Tienes la lista del equipo que te ayudó? ─preguntó Mars.
─Sí. A todos los recluté recién egresados de la Universidad Tecnológica de Cristal, diez personas en total, ¿las recuerdan? ─todos asintieron a las palabras de Mercury. Esas mismas diez personas apoyaron con su talento a las Senshi y la Reina, construyeron las torres una a una junto con una red auto-sustentable, tomó años terminar el proyecto y todos fueron recompensados debidamente.
La Genio de inmediato volvió al interior de la Sala de Control y buscó unos documentos que tenía en un librero al fondo. Seguía confiando mucho en los documentos físicos. Rápidamente regresó con los demás y abrió una gruesa carpeta etiquetada como "Torres de Cristal". Dentro tenía los planos, los planes, memorias digitales con la programación de la estructura interna y la fórmula de la aleación cristalina y metálica de la estructura y, por supuesto, la lista de los civiles implicados.
─Dime sus nombres y los buscaré en el sistema ─dijo Hotaru, tomando el asiento principal frente a la computadora. Ami asintió.
Uno a uno, Mercury comenzó a nombrar al equipo. Diez personas, cinco varones, cinco mujeres, los mejores de la escuela y cada uno con una especialidad que los hacía esenciales en el proyecto. Se les hicieron exámenes psicológicos y físicos, se les cuidó durante esos años de trabajo y se ganaron el agradecimiento y reconocimiento de todos en el Reino.
Uno de ellos vivía en el distrito Hawaii disfrutando de una pequeña isla particular que se le dio como pago, vivía felizmente con su numerosa familia y hacía años que no abandonaba las islas. El segundo actualmente daba clases en la universidad. El tercero era un ingeniero civil que ayudaba en la construcción de edificaciones en el desierto floreciente al otro lado del mundo. El cuarto era un químico molecular que ayudaba a desarrollar fórmulas que ayudaran a la mejor desintegración de los desechos humanos. El quinto se decidió por algo más tranquilo y desarrollaba juegos de video bastante populares.
La sexta actualmente era una feliz madre de familia y vivía tranquilamente en esa misma ciudad, su registro estaba limpio y no había actividad sospechosa. La sexta trabajaba en el desarrollo de telescopios avanzados en el sur del continente americano. La séptima se decidió por crear juguetes electrónicos didácticos para niños. La octava estudiaba más especialidades en la Universidad y era mentora de otros alumnos. La novena trabajaba en unas minas del continente africano buscando nuevos materiales. Y la décima...
─Pero qué...
Faltaba un archivo. Les faltaba el archivo, la documentación completa de la décima persona. ¡Era imposible!
─Eran diez, cinco chicos y cinco chicas ─murmuró Mercury mientras desaparecía su visor y se frotaba los ojos y revisaba todos los papeles torpemente.
─Yo también lo recuerdo, eran diez ─dijo Venus, tan sorprendida como todos.
─No se puede haber perdido éste registro en especial, nadie que no sea nosotras entra aquí ─Ami corrió a la computadora, por supuesto, también tenía archivos del proyecto de las torres en formato digital. Y para sorpresa de los presentes, aparecían sólo nueve de los diez.
─Ami, revisa con alguno de los drones las placas conmemorativas de la primera Torre ─indicó Haruka al recordar algo y Ami obedeció de inmediato.
La primera Torre estaba en la plaza frente al palacio, la primera que pusieron y la más grande de todas. Había una placa que conmemoraba al equipo civil que ayudó a su construcción. Mercury tomó el mando de un dron de seguridad y pudo enfocar la placa con claridad.
─Sólo hay nueve nombres ─murmuró Venus apenas pudieron ver lo que había en la pantalla.
─Esa persona desaparecida, esa persona debe haberles dado los datos a esas chicas ─dijo Jupiter entre labios, no por ello en bajo volumen.
─¿Y si esa persona es una de ellas? ─fue la pregunta en voz alta de Chibiusa.
Y ante esa posibilidad, no supieron qué decir.
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[Las Pretty Cure estaban confundidas. La explosión nuevamente se había producido y una vez más fueron devueltas al momento antes de su primera incursión Tokio de Cristal. ¿Qué tenían en común ambas visitas? No llegaron en el mismo momento del tiempo, tampoco estaban en el castillo. Era otra cosa lo que activaba la explosión y no sabían con exactitud cuál.
Decidieron reunirse en casa de Karen por ser la más amplia de todas. Bocadillos y té era lo mejor para poder discutir el tema debidamente. Apenas Jiiya las dejó a solas con un banquete en el amplio balcón, las chicas pudieron discutir el tema.
─Esto es tonto, la primera no la esperábamos y la segunda llegó de la nada ─dijo Nagisa con marcado malhumor. Al cerrar los ojos podía ver la luz y luego la Nada. La sensación de esa misma Nada era extraña.
─Creo que esto no se trata de una bomba de tiempo, en realidad es ─Komachi se llevó una mano al mentón y frunció el ceño─... Es una bomba con interruptor. Lo que no sabemos es qué o quién activa el interruptor.
─Sólo recuerdo que las dos veces les estábamos diciendo lo de la explosión y la explosión ocurrió ─comentó Nozomi entre bocados grandes─. Como si alguien no quisiera que se los dijéramos a las Sailor Senshi.
Y ante esas palabras todas abrieron los ojos, grandes. ¡Era cierto! Cuando comenzaban a explicar la situación simplemente ocurría la explosión. Algo o alguien no estaba contento ante la idea de... ¿Ser descubierto?
─¡Bien pensado, líder! ¡A veces te funciona bien la cabeza! ─dijo Kurumi entre risas mientras le robaba un trozo de pollo a Nozomi, ésta le peleó pero sólo dos segundos antes de robarle un bocado por igual.
─Han sido dos de dos, es una teoría muy probable ─Honoka rápidamente hizo cálculos en su cabeza─. Tendremos oportunidad de confirmarlo si lo intentamos de nuevo.
─¿Quieres decir ir de nuevo a Tokio de Cristal y tratar de decírselos otra vez? ─Saki frunció un poco el ceño, analizando─. Digo, volveremos a éste mismo día de todos modos, pero... ¿Podríamos tratar de llegar mucho antes con ellas? Para tener algunos días y planear cómo acercarnos o al menos saber un poco más.
Hikari, que hasta el momento escuchaba y comía en silencio, percibió la voz de la Reina de la Luz en su cabeza dándole un mensaje. Tímidamente levantó la mano y todas de inmediato le pusieron atención. ─La Reina dice que no puede mandarlas tanto tiempo atrás al Pasado, al menos no en ese Universo porque ahí ya tienen a alguien que resguarda el flujo del Tiempo, es una Senshi también.
─Tenemos la teoría pero no los detalles, ¿qué tal si le decimos todo esto a la Senshi que cuida el Tiempo? Podría ayudarnos a llegar antes para investigar como bien dice Saki ─propuso Michiru, que había escuchado y analizado todo en silencio.
─Existe la posibilidad de que el disparador sea una persona en especial, como los Reyes o la Princesa. No necesariamente una Senshi del castillo ─agregó Kaoru, no estaba de más señalar todos los puntos posibles.
─En eso tienen mucha razón. La primera vez se lo dijimos a los Reyes en persona y la segunda es muy posible nos estuvieran escuchando por medio del dron, ¿verdad? ─preguntó Karen mientras se terminaba su té.
─Vale la pena intentarlo, ¿qué dices, Hikari? ─Nagisa miró a su rubia amiga y ésta cerró los ojos un momento, escuchaba a la Reina.
─Ella dice que podemos tratar de contactar a la Senshi del Tiempo, pero será complicado porque el poder de Porun y los chicos no será suficiente para atravesar las Puertas del Tiempo y llegar hasta sus dominios ─suficiente era que pudieran transformarse sin ellos, sus pequeños amigos estaban ocupados prestando su poder para mandarlas al otro Universo, pero tenían varias limitaciones.
─¿Cuánta energía se necesita para poder llegar a las Puertas? ─preguntó Mai, que para ese momento había acabado de comer y ponía atención a todo─. Podemos prestar nuestro poder de ser necesario.
─No te preocupes, no lo será ─respondió Hikari de inmediato─. La Reina de la Luz nos dará de su energía por medio de mi ─agregó con un gesto de emoción, le gustaba ser de ayuda a sus amigas y no sólo quedarse mirando por su casi nula capacidad de combate.
─Siempre salvándonos el trasero ─dijo Nagisa con una risa mientras abrazaba a Hikari contra su cuerpo y besaba su enorme frente─. Gracias. Nosotras te cuidaremos en caso de que te sientas sobrepasada por esa energía ─aunque dudaba que fuera así, después de todo su pequeña Hikari era el Avatar de la Reina de la Luz, una parte de ella, vaya.
─¿Cuándo nos vamos? ¿Podemos terminar de comer primero? ─preguntó Nozomi, que ya se había servido otra ración con un poco de toda la comida que les dejaron.
─Ella tiene razón, tenemos que ir con el estómago lleno, no sabemos cuánto tiempo estaremos ahí ─Urara, como siempre, apoyaba en automático las ideas de Nozomi y buscaba llenar su pequeño estómago sin fondo.
─Tienen toda la razón, pensaremos mejor con la barriga llena ─Saki fue la siguiente en apoyar la moción.
─Estoy con ellas ─dijo Nagisa y tomó el plato que Honoka ya no se pudo terminar, ni siquiera necesitaba preguntar cuando Honoka era de poco apetito en general.
Las demás rieron, ese era el buen humor de costumbre. Y siempre era bueno tener sus prioridades en orden... Comer era una de ellas, por cierto. Por lo menos ya tenían la siguiente parte de su plan: visitar a la Senshi que protegía el flujo del Tiempo en el otro Universo. Tenían una teoría que probar y muchas cosas por planear.]
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La situación era ridícula.
La Reina y las Senshi estaban en uno de los jardines interiores del castillo, el más grande, deliberando sobre lo que debían hacer con esa situación. El Rey Endymion se encargaba de los pendientes en el castillo junto con su hija mientras las chicas se tomaban esos momentos para analizar todo lo que tenían en manos. Algunas lo hacían en silencio, otras sin poder estar quietas y unas pocas alborotándose el cabello por culpa de la tensión. Y las que tenían más tensión, aprovechaban para sacarla.
Makoto tenía una pequeña sesión de sparring con Haruka, ambas en su forma civil, todas las senshi lo estaban y la única diferencia era que no podían usar sus ataques especiales, era todo, pero sin duda se sentían más cómodas y un poco más sueltas.
─Juro que la próxima vez que las vea, les tiraré esas sonrisas con una patada ─Haruka no estaba de tan buen humor.
─Entre más lo pienso, más creo que el nombre que falta del equipo es el nombre de una de ellas ─comentó Hotaru un poco más para sí misma. Igualmente le dio un repaso a los informes y nadie recordaba a la persona que les faltaba. Ami incluso contactó a los demás miembros del equipo civil y nadie recordaba a una décima persona, sólo fueron cinco hombres y cuatro mujeres según sus recuerdos.
─No puedo imaginar cómo podría haber borrado su propia existencia como si nada ─dijo Ami con un suspiro, estaba recostada contra una fuente, tenía los ojos y la frente cubiertos por un paño fresco, lo necesitaba luego de casi sobrecalentarse la cabeza. Tenía una ligera jaqueca.
─No quieren pelear contra nosotras y no quieren hablar tampoco, se ve que han resistido hacerlo ─para Usagi era imposible no notar eso último. Y siendo tan empática, incluso las imágenes de video le decían mucho y podía decir sus palabras con mucha seguridad─. Puedo sentirlas apuradas, asustadas de alguna manera.
Y que su Reina lo dijera de esa forma, hizo que todas le pusieran atención.
─Como si no quisieran hacer todo lo que hacen...
─¿Crees que algo las obligue? ─preguntó Minako.
─¿O alguien? ─esa también era una posibilidad, eso pensó y dijo Michiru.
─No sé qué sea tan poderoso que haga que guerreras así de fuertes se dobleguen ─comentó Rei con los brazos cruzados, estaba debajo de un árbol tratando de relajarse.
Y al mencionar eso, Haruka y Michiru tuvieron un flash, una veloz visión de todo lo que habían hecho en el pasado con tal de proteger a su planeta y a sus amigas. Se miraron la una a otra a sabiendas de lo que su pareja pensaba.
─Algo tan poderoso que amenace a su mundo y a las personas que aman ─dijo Haruka mientras detenía lo que estaba haciendo. Se llevó las manos a la cintura mientras miraba el cielo y le daba un apretado abrazo a Makoto antes de tomar distancia─. Algo contra lo que no puedan pelear directamente.
─Son guerreras después de todo, son como nosotras y harán lo que sea por salvar lo que aman ─agregó Michiru, como que ellas mismas habían hecho lo mismo más de una vez y sin preguntar ni pedir permiso a nadie, ni siquiera a su Reina─, incluso si eso quiere decir que deban caminar del lado equivocado.
Para las demás era obvio a qué se referían las Senshis de Uranus y Neptune. Y tenía mucho sentido, si no tenían una mala presencia, si su energía era de Luz, si no lastimaban a nadie y sólo iban por algo en particular, era porque estaban obligadas a hacerlo. Era necesario para salvar su mundo. No entendían la relación de algún peligro con los Núcleos de Plata, sin embargo, y no parecían dispuestas a compartir ninguna información con ellas.
─Sea como sea, tampoco podemos dejar que vengan y destruyan las Torres y acaben haciendo un desastre en la red ─dijo Hotaru luego de un hondo suspiro, de momento estaba sola, su princesa se encontraba con el Rey.
─No me sorprendería que eso sea lo que busquen ─murmuró Makoto, aún resentida por esas dos derrotas seguidas.
─No que podamos hacer otra cosa, sólo esperar ─Ami seguía mentalmente agotada, simplemente no entendía─. Pueden pasar bajo los radares sin ser detectadas. Al menos sabemos que seguirán atacando aquí en la capital ─no era un alivio precisamente, pero era mejor que estar alertas en todo el planeta.
─¿Y si dejamos que se llevan los cristales que necesiten? ─propuso Usagi y eso hizo que todas le miraran, Ami incluida.
─¿Hablas en serio? ─preguntó Rei con una ceja levantada.
─Sí. Digo, la Red es importante pero el Reino no se nos vendrá abajo si falla y siempre puedo invocar el poder del Cristal de Plata junto con Chibiusa si algo sucede ─y no estaba de más mencionar que no había podido localizar los pequeños cristales energizados que ellas se llevaron, en serio que estaban bien escondidas, sabían ocultarse─. Y para hacer un daño realmente grave a la red... Necesitarían hacerse directamente del Cristal de Plata o del primer Núcleo que está en la Plaza.
─Quitar un núcleo importante, cierto ─Michiru se llevó una mano al mentón─. ¿Y qué haremos luego de que tomen más Núcleos?
─Juntarán tanto poder que será imposible que puedan ocultarlo ─y la Reina sonaba muy segura al momento de decir eso─. No pueden tener tantos cristales activos juntos sin que suceda algo.
─Tienes razón, debemos dejar que junten más Cristales hasta que les sea imposible ocultarlos ─Ami sonrió─. Usagi, eres fantástica.
─Me alegra que puedas usar tu Cabeza de Bombón cada luna llena ─dijo Rei entre risas, Usagi hizo un puchero y las demás rieron por igual.
Al menos ya tenían un plan que no las desgastaría física ni mentalmente. Tenían mucho tiempo sin enfrentarse a una fuerza que las encarara casi a la par y era casi de agradecer que no se trataran de enemigos potencialmente peligrosos, era una situación de la que no sabían demasiado, era todo. De momento les quedaba esperar, o al menos era el plan que mejor acomodaba dada las circunstancias.
─¿Te parece bien si patrullamos la ciudad en estos días? ─preguntó Haruka a su Reina, a lo que ésta se echó a reír─. Hey, ¿porqué la risa?
─¿Desde cuándo me pides permiso para hacer las cosas? ─Usagi siguió riendo al menos hasta que sintió que una suave y fresca mano le levantaba el rostro por el mentón, tenía a Haruka casi cara a cara.
─Desde que estás particularmente brillante, mi preciosa Cabeza de Bombón ─dijo la Senshi del Viento con tono coqueto y ese gesto que bien sabía solía derretir a Usagi.
Y justo como lo esperaba, su Reina se puso roja como tomate y le dio un juguetón empujón. ─¡Ay, Haruka, pero qué dices!
─¿Entonces no debo pedirte permiso para salir contigo a tomar un café a la ciudad?
─Tal vez a Usagi no, pero a ella sí ─intervino Hotaru, señalando a Michiru con su pulgar.
─Tal vez, tienes razón, pero no será problema si ambas podemos salir con nuestra preciosa Reina a tomar el café ─miró a Haruka─. ¿O acaso la quieres sólo para ti?
─¿Celosa?
─Tal vez.
Todas se echaron a reír mientras Usagi abrazaba a ambas guerreras y besaba sus mejillas. ─Tomen un descanso el día de hoy, al menos lo que puedan, y pidan a los guardias que mantengan el asunto de los ataques bajo secreto. No queremos que la gente se alerte.
Todas las Senshi presentes dijeron un "sí" al unísono y la Reina fue con su esposo e hija a seguir con sus deberes reales. Mantener en orden un planeta entero era mucho trabajo.
Hubo unos segundos de silencio. Luego de algunos suspiros, finalmente las chicas se sintieron con los ánimos en alto.
─¿Quieres ir a dar un paseo? ─preguntó Haruka a Hotaru mientras la abrazaba por los hombros─. Debes sentirte sola sin tu princesa cerca.
Hotaru se sonrojó de manera intensa y fue directo con Michiru. ─No lo digas así, papá Haruka ─y sí, quería un paseo, no era mala idea pero Haruka amaba molestarla.
─Pasaremos por la ciudad de regreso, ¿quieren algo para la cena? ─preguntó Michiru a las chicas.
─Ramen, por favor ─Minako fue la primera en responder, miró a sus otras tres amigas y éstas asintieron─. La especialidad de siempre, ¡gracias!
Haruka, Michiru y Hotaru dejaron el jardín directo a por el automóvil de Haruka para dar una vuelta por la ciudad. Se lo merecían y no estaba de más que estuvieran atentas a cómo estaban las cosas por los alrededores. Y mientras Outer Senshi llevaban a cabo sus planes "familiares", las Inner Senshi se tomaron unos minutos más antes de decidir qué hacer en esa tarde libre. La primera en moverse fue Minako.
─De acuerdo, creo que alguien necesita un descanso y yo me encargaré de que así sea ─fue directo con Ami y la hizo ponerse en pie tomándole ambas manos. La toalla mojada que cubría los ojos y frente de la chica genio cayó al suelo.
─¡Minako!
─Ami, cariño, te vas a quedar ciega a éste paso, yo misma me encargaré de que descanses ésta tarde por lo menos.
─Pero...
─¡Pero nada!
─¡Minako, debo estar atenta a la Sala de Control! ¡Con o sin ataques!
─Ami, tu computadora trabaja bien sola, eres tú quien está apegada a ella. Andando ─miró a Makoto y a Rei y sonrió─. Yo me encargo de nuestra linda adicta al trabajo, ustedes tomen un descanso como mejor quieran ─les guiñó un ojo y literalmente sacó a Ami arrastrando del jardín.
Makoto y Rei se echaron a reír y suspiraron alto, hondo. Makoto se acercó a Rei y le dio unos cariños en el cabello. Sabía que ella no era muy distinta de Ami y, si nadie se lo impedía, iría directo a la sala de su Flama Sagrada a meditar. Alguien debía controlarla también.
─¿Vamos a la cocina? Tengo ganas de cocinar, te prepararé lo que quieras, ¿qué dices? ─propuso Jupiter con un sonriente gesto.
Rei suspiró, sabía que tenía la batalla perdida al igual que Ami y pelear contra la poderosa Sailor Jupiter era inútil. ─Me encantaría algo de tu comida casera, sí, tengo ganas de curry.
─¿Picante?
─Tú sabes cómo.
Compartieron una sonrisa y fueron a la cocina.
Por su lado, Haruka, Michiru y Hotaru ya estaban en el automóvil por los caminos más despejados de la ciudad. Había automóviles, sí, y aún eran de neumáticos, pero en su mayoría las personas tomaban los trenes y demás transportes públicos, todos y cada uno de ellos con motor a base de agua o magnetismo en el caso de los trenes, y era tan eficiente que nadie llegaba tarde a ningún lado. Los automóviles se limitaban a los de transporte de materias primas y alimentos, vehículos particulares a veces se limitaban a familias numerosas que encontraban más cómodo viajar en su propio espacio.
Las calles siempre estaban despejadas y ni qué decir de las autopistas externas de la ciudad, que eran prácticamente libres desde hacía años. Y era justo ahí donde Haruka pisaba a fondo y alcanzaba velocidades por encima de los doscientos cincuenta kilómetros por hora. Por suerte, su familia estaba al tanto que ella era adicta a la velocidad y podían resistirla sin marearse.
─¿Volverás a pedirle a Ami que mejore el motor? ─preguntó Michiru con una sonrisa. Con la capota abajo debía sujetarse un poco el cabello para que el fuerte viento no hiciera un desastre con su peinado.
─Por supuesto, sólo a ella le confiaría el motor de mi bebé ─Haruka cambió la velocidad y subió la velocidad treinta kilómetros más. Miró por el retrovisor, sonrió al ver a Hotaru ausente─. ¿La echas de menos, verdad?
─¿Eh? ─Hotaru se sonrojó─. No sé de qué hablas, papá Haruka.
─¿Acaso piensas en Setsuna? ─Michiru también estaba ahí para molestar a la pequeña, a veces era un poco terca y había que sacarle las palabras con tirabuzón.
─Sé que Mamá Setsuna no puede abandonar las Puertas del Tiempo en tiempos de emergencia, pero he hablado con ella todas las noches antes de dormir ─usaba los comunicadores. Todas tenían constante comunicación con Setsuna y cada mes ella tenía permitido hacerles una visita a la ciudad. Sólo en situaciones de peligro era que no debía abandonar su puesto a menos que fuera para defender y sólo cómo última opción.
─¿Entonces piensas en esas chicas? ─preguntó la rubia, sonriente y sin alejar su vista del camino, adoraba esa sensación.
─Tampoco. Nuestra Reina tiene razón y lo mejor es ver hasta donde pretenden llegar con tantos Núcleos de Plata.
─¿Piensas en que pudiste estar en alguna pelea y ayudar? ─la violinista intercambió una veloz mirada con Haruka, divertida. Ya casi llegaban a lo que querían.
─Sólo lo pensé cuando estuve en la Nevera, quería subir el teleportador e ir con ustedes para darles una mano. Quizá podríamos haber capturado a alguna de ellas.
─Si la Princesa y tú hubieran estado ahí, habrían sido de gran ayuda ─comentó Haruka con mucha casualidad.
─Sí, hemos estado entrenando durante el viaje, hemos aprendido mucho juntas y en verdad me hubiera gustado que ─y justo notó que de nuevo había caído en la trampa de ese par y la hicieron hablar distrayéndola con otra conversación. Su siempre blanca piel se puso roja como tomate y se tumbó de cara al asiento mientras daba unos golpecitos al respaldo─. ¡Detesto cuando hacen eso!
─Hotaru, te conocemos, sólo te sonrojas cuando estás con ella, no puedes engañarnos ─Michiru estaba muy satisfecha con esa reacción─. Sabes que puedes decirnos lo que quieras. ¿Quieres estar a su lado, verdad?
Sin despegar su cara del acolchado asiento, la Senshi más peligrosa del equipo se comportaba como una adolescente tonta lidiando con un romance. Nadie creería que ella podría traer el fin y un nuevo inicio del mundo cuando se le antojara. ─Sí, eso quiero, pero está con sus padres y no quiero ser pesada ni quitarle tiempo con sus Majestades ─dijo con gracioso pesar.
─Eres muy considerada ─comentó Haruka con una sonrisa.
─Y con Diana ayudando a Luna y Artemis en el proyecto de terraformación de Marte ─en el mismísimo Planeta Rojo─, se ha tenido que mover por su cuenta desde entonces. Yo... No quiero que se sienta sola, es... Eso es todo ─si levantaba la cara le verían el rostro rojo, optó por no moverse de su sitio.
─En serio que eres dulce con ella, ¿la quieres mucho, verdad? ─preguntó la violinista.
Hubo unos cinco segundos de silencio antes de que la joven Senshi abriera la boca. ─Sí.
─Dáselo a saber de la manera en que te nazca, ella te quiere por igual, Hotaru ─y estaba a punto de agregar que todos sabían que la Princesa le quería de igual manera, pero en esos casos, la sensación agridulce de un primer amor debía saborearse como era debido y sin que nadie interviniera a menos que fuese totalmente necesario.
─Lo haré, así lo haré.
─Esa es mi niña ─Haruka volvió a subir la velocidad─. ¿Quieren ir a la playa a pasar el rato? ─playa que estaba casi tres horas de distancia normal, pero que ella podía acortar a sólo cuarenta minutos gracias a ese monstruo de motor que Ami ajustó.
─Podemos comer en el muelle, nadar un rato y tocaré el violín para ustedes antes de volver a la ciudad y comprar el ramen para todos.
─Esa idea suena maravillosa, mamá Michiru.
─Pero no llevamos traje de baño en el maletero ─comentó Haruka, haciendo memoria de lo que llevaba consigo.
─No lo necesitaremos, al menos tú y yo ─respondió Michiru con un tono coqueto que hizo sonrojar a Haruka y respingar a Hotaru.
─¿Podrían no decir esas cosas cuando estoy aquí? ─Hotaru casi cayó del asiento por culpa de la pena. Ese par era muy descarado. Terminó por sonreír al escucharlas reír. En serio las amaba─. Gracias.
Mientras tres de las Outer Senshi tenían su tiempo calidad en familia, en el castillo, específicamente en la habitación de Minako, la Senshi del Amor hacía honor a su nombre. Tenía acorralada a Ami contra el muro. Ni bien entraron al cuarto, comenzó a besarla con dos intenciones: la primera era saborear los frescos labios de Ami, claro estaba, pero la segunda y más importante era distraerla y hacer que su linda cabeza dejara de pensar por lo menos dos segundos consecutivos.
Quería relajarla de la manera en que ella podía hacerlo. Es decir, Minako sabía estar con Makoto siempre le daba calma a Ami gracias a su actitud calmada y segura, con Rei era un espectro totalmente opuesto porque sus elementos contrarios hacían una química que podría apaciguar a Rei ó hacer hervir a Ami. Pero estando ella, la grandiosa Minako, con la fría, calmada y cerebral Ami, la cosa se ponía divertida.
Callaba sus pensamientos con besos, sus pequeños reproches con apretados abrazos. Sabía que estaba tensa por la posición de su cuerpo, por la manera en que se aferraba a su ropa y trataba de pelear contra el beso sin poner ningún esfuerzo en realidad ni estar verdaderamente incómoda.
No necesitaba preguntar si estaba funcionando, Ami se sentía apagada por los dulces y posesivos besos de Minako. No eran como los gentiles labios de Makoto, tampoco como los ardientes besos de Rei. Minako era posesiva pero dulce, sus labios le daban una sensación que no podía describir pero que en serio se apoderaba de sus sentidos. No quería estar con la guardia baja en esos momentos, pero eso siempre sumaba estrés a sus hombros y dolor a su espalda.
Que Minako, que sus amigas cuidaran así de ella, era algo que agradecía desde el fondo de su corazón. Finalmente sintió como si su cuerpo se derritiera en el abrazo de Minako y ésta prácticamente la sostuvo. La llevó a la cama.
─Tú y yo tomaremos una larga y merecida siesta ─sí, sólo eso, Ami necesitaba dormir, y si ella quería hacer otra cosa al despertar, Minako no sería nadie para negárselo.
─Gracias, Minako ─se abrazó a su pecho y respiró hondo con una inesperada pero bienvenida calma.
─Por nada, ahora descansemos, ¿sí? ─besó su frente, sonrió al recibir un beso en el mentón y ambas suspiraron, listas para una merecida siesta.
Mientras, en la cocina que era de uso exclusivo de las Senshi y que estaba en esa misma Ala del castillo, Makoto terminaba de preparar un delicioso curry, también té y algunos platillos más para cuando el otro par de dormilonas decidiera salir del cuarto.
─Gracias, Makoto, se ve delicioso ─Rei no quería admitir que estuvo salivando desde que percibió el aroma de la comida. Estuvo bebiendo té por mientras, entre pláticas menos serias con la Senshi del Trueno. Sonrió más al ver su plato de curry ya servido y dispuesto. Esperó a que Makoto se sirviera lo suyo también, estaban sentadas una frente a la otra. Dieron gracias por la comida y se dispuso a comer apenas pudo. Y su gesto lo dijo todo─. ¡Makoto, está delicioso! ─y siguió comiendo sin prisa pero sin pausa.
─Eres la única a la que no le tengo que decir que enfríe su comida primero ─comentó Makoto con tono jocoso. El poder de Rei era tan fuerte a esas alturas que no había nada que la quemara, ella era la que quemaba a voluntad─. Me alegra mucho que te guste, come lo que quieras, hice suficiente para todos ─incluso para Mamoru, Usagi y Chibiusa, siempre terminaban hambrientos luego de atender los asuntos del día.
─Repetiré plato, eso tenlo por seguro ─dijo con una sonrisa, era cómodo poder relajarse al menos por un rato. El sabor de la comida y el ambiente sereno que siempre lograba Makoto era suficiente para tenerla relajada─. ¿Quieres tomar una siesta también luego de comer?
─No sería mala idea ─a saber si debían pasar otra noche en vela por culpa de los ataques de esas chicas─. Antes de eso me gustaría hacer un pastel, tus manos calientes son perfectas para algunas partes de la preparación ─dijo con una risa breve, juguetona.
Rei levantó una ceja. ─¿Pastel de qué?
─Fresas.
─¿Me darás la primera rebanada?
─Sí, es el privilegio de ser la ayudante de la chef.
─Cuenta conmigo.
Rieron juntas una vez más y siguieron comiendo en relativo silencio, con uno que otro comentario que no revivió del todo la conversación pero que tampoco era incómodo. Así estaban bien, así era la química de ellas dos. Terminaron su comida y Rei ayudó a Makoto a lavar los platos, y justo frente al fregadero de su cocina y en la privacidad que se dieron a sí mismas, compartieron un silencioso, breve y dulce beso. Sólo eso. También compartieron una sonrisa y de inmediato pusieron manos a la obra, tenían un pastel por hacer antes de tomar una bien merecida siesta.
Mientras, en la recepción del castillo, Serenity y Endymion despedían amablemente a los representantes en turno, todos iban básicamente a dar su informe de cómo estaban las cosas y si necesitaban algo. La población crecía a un ritmo controlado, así debía ser considerando que todos tenían vidas longevas. En esos momentos estaban discutiendo una ley que permitiera a las personas irse cuando realmente quisieran hacerlo. Hacía ya unos años que llegaron encarecidas cartas de personas que realmente querían irse, personas que antes de la Era de Hielo de Mil años ya eran viejas, que ya habían vivido y pasado por mucho y que en aquel entonces estaban listos para partir por muchas razones, todas muy respetables.
Y al recordar eso, Serenity se cruzó de brazos. ─Ya no veo en la lista de pendientes las peticiones de eutanasia ─comentó, revisando sus documentos una vez más.
─Hace ya varios meses que no tenemos ninguna carta al respecto, se visitaron a las personas que hicieron las solicitudes, pero al parecer cambiaron de opinión ─explicó Endymion. Ambos estaban al pendiente de todo, pero él en especial trataba de involucrarse más en los detalles mientras su esposa se encargaba de regular y mantener activo el poder del Cristal de Plata. Él siempre la cubría con los otros trabajos.
─Me alegra que lo pensaran mejor ─dijo Usagi con un suspiro y una sonrisa─. Aunque sí deberíamos discutir esa ley con los representantes y las chicas, no está de más.
Chibiusa, que tomaba un poco de agua, se sintió curiosa por el tema. ─¿Porqué alguien querría morirse, mamá? ─fue la pregunta directa─. Abuelito Kenji y Abuelita Ikuko están muy contentos ─visitaba a sus abuelos cada tanto y pasaba unos días con ellos cuando tenía oportunidad.
─Antes de que el planeta se congelara ─Endymion comenzó con la explicación─, la vida y la muerte era un ciclo natural en todos los seres vivos. Humanos, animales y plantas estaban atadas a ese destino. Había humanos que le temían a la muerte, otros que estaban al tanto de que morirían y vivían sus vidas al máximo, ya fuera de buena o de mala manera.
─Sólo en el pasado he visto que las plantas y los animales mueran ─comentó la princesa al hacer memoria de sus visitas al pasado. Vio al deceso de algunos humanos también, como el caso de sus enemigos de Black Moon.
Actualmente eso no era problema, las plantas estaban siempre verdes y produciendo frutos. En caso de los animales, ya no comían carne animal, en su lugar consumían una carne artificial con base vegetal y de proteínas hechos con leche animal y huevos. Sabía igual que la que comió en su momento en el pasado pero la de su tiempo actual era más saludable.
─Gracias al Cristal de Plata todos los seres vivos somos longevos ─dijo la Reina. Con los animales salvajes procuraron respetar sus ciclos de vida y las cadenas alimenticias, pero incluso sus animales eran más longevos de lo que eran antes y todos se adaptaron. Sabia naturaleza─. Las personas que hicieron las peticiones eran gente que ya había vivido todo lo que les tocó en su momento ─continuó Usagi─. Algunas sentían que era demasiado tiempo el que tenían "extra", otros ya estaban solos en el mundo porque sus seres queridos se fueron antes. Parece que recapacitaron.
─Oh, entiendo ─la princesa sonrió─. Me siento feliz de saber que siempre podré estar con mis abuelos, con mi tío, con ustedes y con toda la gente que amo.
─Nosotros también estamos contentos con eso ─la Reina abrazó dulcemente a su hija y enseguida la soltó y le acomodó el vestido─. Tenemos que trabajar, aún hay mucha gente qué recibir. Seguro que Makoto nos hizo algo de comer, así que iremos directo al comedor luego de esto, ¿qué dices?
─¡Sí!
─Bien, a trabajar entonces ─Endymion sonrió, tomó a cada una de la mano y volvieron a lo suyo.
~ o ~
[Sailor Pluto estaba francamente sorprendida. Tenía más visitas de las que jamás pensó tener y desde una puerta que ni siquiera sabía que existía. Su primera reacción fue ponerse en guardia y estar a dos segundos de atacarlas, pero una de esas chicas, una rubia de abundante cabello dorado como el sol y uniforme rosa, de alguna manera le dio una calma que le fue imposible de explicar. Era una presencia que nunca, en todo ese tiempo que llevaba con vida, había percibido. En intensidad era similar a la de Usagi, pero esa chica no se sentía como su Reina.
─No vienen con energías hostiles, eso puedo percibirlo, pero estos dominios son prohibidos, deben irse en éste momento ─dijo la Guardiana del Tiempo con firme voz y una pose segura que causaba bastante respeto.
─No era nuestra intensión llegar a tus territorios, sabemos que es una zona prohibida, pero estamos aquí para algo importante, algo de vida a muerte para tu universo y el nuestro ─explicó Shiny Luminous con un gesto claramente apurado.
Y esas palabras hicieron que Setsuna bajara su arma y les mirara largamente. Para empezar, nadie podía acceder a esa zona y no perderse a menos que contaran con una Llave del Tiempo. Y la única llave la tenía ella misma, hacía tiempo que Chibiusa no hacía viajes al pasado y se la devolvió. Black Moon pudo viajar en su momento porque tenían la energía oscura del inmensamente poderoso Wiseman que persiguió el rastro de Chibiusa en su primera escapada al Pasado.
─Supongamos que les creo, ¿qué garantía me dan que no están aquí para hacer algo malo? ─preguntó la Guardiana.
Y como única respuesta, todas se quitaron sus transformaciones en mudo y grupal acuerdo. ─¿Esto es suficiente? ─preguntó Nagisa con una sonrisa.
Setsuna estaba sorprendida: Todas eran jovencitas, calculó que entre 18 y 20 años, de preparatoria probablemente o en sus primeros años de universidad, se veían como su princesa. Finalmente cedió al ver que ellas iban en serio y les invitó a seguirla. ─Pase lo que pase, no se separen de mi o podrían perderse y ni siquiera yo seré capaz de encontrarlas ─indicó─. Las llevaré a un sitio más seguro y podremos hablar.
Las Cure asintieron y siguieron a Setsuna en respetuoso silencio pero con curiosas miradas a todo a su alrededor. Había muchas puertas con una energía intensa que al menos Hikari, Michiru y Kaoru podían percibir mejor porque básicamente ellas fueron creadas a partir de energía, ya fuera de Luz o de Oscuridad.
Sailor Pluto las llevó hasta lo que propiamente podría llamar "su casa". Cómoda, cálida, con todas las facilidades; con libros e incluso con un televisor de pantalla plana bastante grande, también un jardín que no sabían si era artificial o no, pero que daba una vista muy agradable. Por ahí vieron una máquina de coser y montones de tela en una esquina. El sitio era sólo para una persona, las sillas no alcanzaron pero ninguna de ellas estaba ahí para una visita social.
─Lamento no poder ofrecerles más, pero las escucho.
Era normal que Setsuna no las percibiera llegar si no hasta tenerlas de frente. Tampoco las sintió moverse antes porque no era que viajaran propiamente en el Tiempo en sus dos intentos anteriores, simplemente iban de un universo a otro pero dentro de su propia línea de tiempo, hasta ese momento las Cure lo entendieron. Se miraron entre sí y asintieron.
─Venimos de un Universo donde también hay una Tierra y los mismos planetas que en el tuyo ─dijo Karen, seria─. Un universo paralelo, si queremos ser más concretas.
─En ese mundo nosotras somos las guardianas, las Pretty Cure ─continuó Komachi─. Así como las Sailor Senshi y la Reina Serenity protegen éste mundo. Sabemos que la capital es Tokio de Cristal, conocemos el castillo, ya entramos ahí, por dentro parece estar hecho de cristal.
Setsuna levantó una ceja, esas chicas estaban dando datos específicos de muchas cosas. ─¿Y qué las trae aquí desde su hogar?
─Una enorme explosión de Luz desde éste universo está a nada de tragarse al tuyo y al nuestro de paso. Casi sucede y pudimos revertir el daño, pero podemos percibir que esa Luz sigue latente, sigue creciendo ─Hikari tomó aire─. Fuimos un par de veces de a Tokio de Cristal para avisar sobre el peligro, pero cada que intentamos decirle a la Neo Reina Serenity sobre esto, la explosión sucede y nos traga a todos, a ambos Universos.
─Sospechamos que la explosión se dispara cuando la Neo Reina Serenity escucha la noticia, o al menos es lo que creemos ─explicó Karen con un suspiro─. En el primer intento conocimos a Sailor Uranus y a Sailor Neptune ─notó que la Guardiana abría más los ojos, tenían que darle a saber que no le estaban contando ninguna mentira por muy loco que pareciera todo─. Nos recibieron en una colina alta al Este del palacio, vimos las torres que parecen hechas de cristal, vimos el hermoso palacio, la Reina Serenity es maravillosa y estaba dispuesta a ayudarnos y escucharnos, pero la Luz nos tragó a todos y nadie de ahí pudo evitarlo.
─¿Podrían explicarme eso de que lo han intentado un par de veces? ─Pluto no detectaba mentira alguna en esos ojos ni en esas palabras. Pero necesitaba más detalles.
─El Ser que representa a la Luz en nuestro mundo ─y con la ayuda de sus pequeños compañeros Porun y Lulun, pero Hikari no creyó necesario dar TANTOS detalles─, es quien tiene control de la misma Luz y la energía de la Creación. Es la Reina de la Luz. Y en ambas ocasiones nos ha devuelto al momento antes de nuestra primera incursión a Tokio de Cristal, pero no podemos hacer ningún viaje en el tiempo en un mundo que no es el nuestro.
─No pertenecemos a éste universo, es normal que no podamos hacer algo así ─agregó Michiru.
─Y si no hemos explotado ahora mismo, es porque algo o alguien en el castillo es quien no debe escuchar esto ─de nuevo, pero eso no lo agregó una apurada Honoka.
─Comprendo ─Pluto se quedó pensativa unos segundos. La situación sonaba grave y ellas se veían desesperadas en sus semblantes. Lanzó un hondo suspiro y se puso de pie─. Necesito confirmar algo, pero debo hacerlo sola ─levantó una mano antes de que alguna dijera algo─. Y no, no le diré nada a mis compañeras, necesito revisar una de puertas y debo ir sola o ustedes podrían ser absorbidas.
Y eso sin duda sería malo, las invitadas asintieron. Sailor Pluto fue a otro de los laberínticos pasillos, hacia las puertas que daban a los escenarios futuros. Normalmente no tendría permitido verlos, era contra las reglas pero se trataba de una situación peligrosa y quería confirmar si lo que ellas decían era cierto. Con ambas manos sujetó su Orbe de Granate y cerró los ojos.
─Cronos, Dios del Tiempo, llévame a la Puerta de ese futuro donde ellas no logran su cometido. Que tu poder me muestre el camino a ese escenario ─después de todo, el futuro tenía millones de posibilidades según lo que se hiciera o no. El Orbe brilló en una luz violácea y le marcó el camino a una de las interminables puertas. Setsuna tomó aire de manera profunda, su propio poder impedía que ella misma se perdiera o fuera absorbida, así que abrió la puerta sin miedo ni cuidados adicionales y...
Lo que vio la dejó boquiabierta. Sólo pudo contemplar la visión tres segundos antes de azotar la puerta mientras se cubría la boca con una de sus manos... Eso era malo, realmente malo. Tenía prohibido cambiar cosas del pasado, pero a esas alturas y considerando batallas pasadas, Setsuna tenía el libre albedrío y la obligación moral de decidir qué regla doblar un poco y cuál no según la urgencia. Y eso urgía. Tomó aire y volvió con las visitantes, que platicaban entre sí en voz baja y a momentos parecían discutir. Y al verlas callar a todas de graciosa manera y hasta tomar una posición más propia, sonrió dos segundos antes de volver a su gesto serio.
─Lo que me han dicho es verdad, debemos detener esa Luz o nuestros Universos serán devorados.
─¿Por casualidad pudiste ver qué es lo que provoca la explosión? ─preguntó Kaoru, la tostada piel de la guardiana se notaba pálida por alguna razón. Quizá lo que vio fue demasiado para sus sentidos, era evidente.
─Me temo que no, sólo vi el final. Con tantos caminos posibles, es imposible rastrear la ruta que lleva al origen de la explosión ─explicó Setsuna.
─Tenemos un plan, y para eso necesitamos a alguien que pueda manipular el Tiempo en éste universo ─dijo Michiru, de pie junto a su hermana─. La Reina de la Luz nos dijo que tú puedes ayudarnos a volver al pasado en éste Universo. Queremos adentrarnos en Tokio de Cristal tan atrás como sea posible para poder detectar la anomalía que provoca la explosión.
─O por lo menos descubrir qué es lo que la dispara para intentar evitarla ─completó Komachi.
─Tengo prohibido cambiar el pasado o intervenir pero ─asintió─, les prestaré mi poder de la mejor manera posible. Lo que les puedo decir que vi, es que nos espera es un Caos primigeneo, un nuevo Big Bang que mezclará la energía de Luz de ambos universos y volverá polvo espacial todo por lo que hemos trabajado ─miró su Orbe─. Es decir, ese es el futuro de todos los mundos conocidos, pero... Éste en especial llegará de manera antinatural y muy rápido.
─¿Necesitas que te ayudemos de alguna manera, Guardiana? ─preguntó Hikari, jugaba sus manos entre sí en señal de nervios.
Setsuna les miró largamente, al grupo entero, a cada una de ellas mientras su mente trataba de maquilar un plan de acción que ayudara a esas chicas a salvar ambos mundos. ─Sí, pero antes aclárenme unos puntos ─el grupo asintió─. Ya van dos veces que se adentran a Tokio de Cristal, ¿verdad? ─las chicas asintieron─, ¿dieron la noticia al mismo tiempo o en momentos distintos?
─La primera vez fue cerca de mediodía cuando tus compañeras nos escoltaron con la Neo Reina Serenity ─dijo Nagisa mientras hacía memoria─, y la segunda fue una noche antes de... De ─esos asuntos de los viajes en el tiempo le daban dolor de cabeza─...
─Una noche antes de la primera visita que teoría no hicimos al palacio. La primera vez todos nos escucharon, la segunda nos recibió Sailor Jupiter en una de las entradas de la ciudad y tenía un dron volando cerca, sospechamos que por ahí debieron escucharnos los demás ─explicó Honoka.
─Sospechan bien ─Setsuna suspiró─. El plan es saber qué dispara, o mejor aún, qué provoca la explosión, ¿verdad?
─Es lo único que nos queda. Tampoco estamos del todo seguras que el que la Neo Reina escuche o no la noticia es lo que lo dispara, podría ser alguien o algo más en el castillo ─Karen se frotó la frente, eran tantas opciones que tratar de calcularlas era complicado.
─De acuerdo. A su pregunta, sí, sí pueden ayudarme ─Pluto miró a Hikari─. Siento una energía inmensa en ti, no eres como tus amigas, tu centro de Luz es más claro y más puro ─vio a la chica respingar.
─Yo... Ah...
─Ella es el avatar de la Reina de la Luz en nuestro mundo, por eso percibes así su energía ─apuntó Michiru, poniendo una mano sobre la cabeza de Hikari para calmarla, la rubia asintió nerviosamente.
─Comprendo. Y también siento una energía en ti y en ella ─continuó Setsuna, señalando precisamente a la pelirroja y a la chica que estaba a su lado.
─Mi hermana y yo no somos humanas, Hikari tampoco lo es en todo caso, fuimos creadas de energía y al final de nuestras batallas la Luz nos dio un cuerpo completamente humano, al menos en nuestro caso ─explicó Kaoru de manera un tanto seca pero efectiva.
─Comprendo ─Setsuna dejó su Orbe a un lado para frotarse ambas sienes, estaba pensando bastante en lo que podrían y no debían hacer en este caso─. Primero deben entender que sus presencias son extrañas en éste universo, ustedes pertenecen a otro plano, su Luz esta en una frecuencia distinta y obedece otras leyes y a otros seres ─como la Reina de la Luz que ellas mencionaban─. Para poder llevarlas al pasado ─independientemente de en qué momento del tiempo─, necesito sincronizarme con sus... Umm ─buscaba las palabras adecuadas─... Su frecuencia y ondas de energía. Y siendo ustedes tres las que tienen un núcleo de energía más marcado, me ayudarán a enlazarme con las demás para poder enviarlas al pasado de éste Universo sin que sus presencias hagan corto circuito ─porque, por lo que ellas explicaron, viajaban a la noche anterior pero de su propio mundo, no podían viajar al pasado de un universo ajeno por sí mismas.
La explicación llegó clara a unas e inentendible a otras, era fácil de saber por los gestos que ponían las chicas. Honoka miró a Nagisa.
─En nuestro mundo, es la Reina de la Luz y Porun quienes manipulan el tiempo, aquí en éste mundo ellos no tienen ese poder y nosotras no podríamos viajar, pero la Guardiana sí puede hacernos viajar si se enlaza con Hikari, Michiru y Kaoru.
Nagisa soltó un largo "oh" de asombro junto con Saki, Nozomi y Urara. Las demás sólo negaron con la cabeza.
─De acuerdo, tenemos un plan ─Setsuna dibujó una sonrisa, esas guerreas eran jóvenes y llenas de energía, dispuestas a salvar su mundo. Le recordaba mucho a su propio equipo─. Tendremos que apostar a lo grande en éste primer viaje, espero estén listas porque no será fácil. Son extrañas en éste mundo, no lo olviden.
Las Pretty Cure asintieron. Estaban a punto de hundirse en el pajar más grande del universo para buscar una minúscula aguja. Su trabajo apenas estaba comenzando.]
Continuará...
