Shinichi sabia que en el mundo todo tenía una explicación que las acciones buenas o malas tenían un motivo y que un asesinato era un asesinato no había justificación para ello. Antes de ser Conan dividía el mundo en blanco y negro de manera inflexible, no fue hasta después de lo que le sucedió que la pequeña burbuja en la que estaba se rompió. Comprendiendo un poco más la naturaleza humana.

Ya no solo era resolver misterios era ayudar a quien lo necesitaba era también saber que existían misterios que jamás debían ser revelados porque el mundo ciertamente necesita algo de misterio y emoción.

Al principio Kid solo era un ladrón más, alguien que debía enfrentar la justicia, pero poco a poco se convirtió en un rival digno de su ingenio sabia que el ladrón era muy bueno y no lograba entender como alguien que era realmente excepcional tenía que cometer robos.

Ahora en esa reunión miraba al ladrón si mascaras y bajo una nueva luz todo era tan curioso.

La junta con todos aquellos individuos había sido bastante informativa, aquel hombre que llego en compañía de Kid que habían presentado como Hibari Kyoya, explico gran parte del sistema que planeaban usar, pero se percató que el desconocido no era alguien que le agradaba hablar así que suponía que esto era una de las pocas veces que lo realizaba.

La aparición de esos sujetos con aspecto sombrío solo lo hizo mantenerse en guardia no estaba seguro que truco realizaron para aparecer, pero admitía que era bueno, no obstante, el hombre que se presento como Rokudo Mukuro emitía un aura de peligro, lo que hacia que le diera escalofríos.

Sin mencionar la asfixiante tensión que percibía entre el tal Hibari y Rokudo, era claro que no se toleraban y que cualquier cosa que pudieran decir podría desatar algún tipo de pleito, pero por ahora se mantenían lo suficientemente tranquilos.

—¿Están de acuerdo con esto? —Uni pregunto observando a todos los presentes.

—De acuerdo o no, me pagaron para hacer este trabajo así que me da igual si mueren —Shinichi frunció un poco el ceño ante la mujer que tenia una capucha que cubría su cabeza, aunque no era tan extraña como el chico que tenia un gorro bastante enorme de rana.

—Mammon-senpai recuerde que Tsu-Nissan ha dejado claro que era una prioridad que estos hombres fueran apresados.

—Solo porque me ha ofrecido una gran suma de dinero—expreso la mujer mientras se oía resignada—. Cumpliré la petición del Vongola.

Shinichi mantuvo su expresión de sorpresa, en alguna ocasión escucho ese nombre, se trataba de una compañía que tenia 5 años de haberse creado y que había revolucionado el mundo con algunos inventos en favor de la medicina y otros campos. No esperaba que ellos tuvieran que ver en esto.

—Creo que ha sido todo para esta reunión, nos mantendremos en contacto. ¿Le parece bien Kudo-san?

Shinichi tan solo asintió ante la pregunta de la joven Uni, el hombre de nombre Hibari salió de la habitación en compañía de Kid, la relación entre el hombre y el joven ladrón no le gustaba mucho pero no tenia tiempo para averiguar de ello, la mujer de la capucha, el niño rana y aquella mujer que jamás se presentó pero que traía un distintivo parche en el ojo salieron de la habitación.

Uni le menciono que iría el coche para llevarlo a su hogar, él estaba por negarse, pero la expresión de la mujer hizo que le resultara imposible.

La habitación se quedo terriblemente silencio hasta que Rokudo tomo asiento frente a él.

—Así que tu eres el hombre que menciono el arcobaleno.

Después de aquella explicación por parte de Haibara, sabia que se refería al hombre llamado Reborn.

—Supongo que no dijo cosas agradables.

—Usted es el tipo de persona que cree que el mundo se mueve en una dirección es estúpidamente idealista.

—No es que sea idealista se que en este mundo las apariencias son engañosas, que incluso la sonrisa mas preciosa puede ocultar un secreto, pero también creo en nuestro sistema de justicia, no es perfecto, pero es necesario, la muerte no es la respuesta.

—Por eso te digo que eres un idealista — Respondió mientras le miraba como si supiera algo gracioso.

—Puede ser, pero es curioso como gente como ustedes están interesados en apresar a la organización negra. No parecen ser el tipo de personas que hacen algo por buenas razones.

Mukuro miró con una expresión algo divertida, pero a la vez distante como recordando un pasado distante.

— ¿Preguntas porque estamos interesados en algo como esto? —Pregunto mientras su mirada pasaba a ser nostálgica— Es porque no queremos que alguien como él, pierda su sonrisa.

A su mente llegó la imagen de un niño de 8 años, con la mirada apagada, sin mostrar ninguna sonrisa.

"—A pesar de lo aterrador que puedas ser, eres muy agradable nii-chan"

Recuerda las primeras palabras que le dijo.

Recuerda la primera vez que le vio sonreír, y vio una mirada tan inocente como la de chrome.

Recuerda a un niño roto que estaba luchando por mantenerse en pie.

—Tienes razón en decir que nuestras intenciones no son amables o buenas porque no lo son. Somos la mafia, pero incluso nosotros por el bien de algo preciado haremos lo correcto.

La mirada llena de determinación impacto al detective el aura oscura que había estado percibiendo del hombre parecía haberse disipado y reemplazado por algo distintito. Tan solo se mantuvo en silencio cuando el hombre se marchó, reflexionando aquellas palabras.

—Por el bien de algo preciado, harán lo correcto —Murmuro mientras pensaba en Ran, sus padres, Haibara y todas las demás personas, pero la última persona que se mantuvo en su memoria fue Kid a la luz de la luna mientras sostenía una joya y le daba aquella sonrisa presuntuosa—. Puedo entenderlo.

Shinichi estaba tan distraído pensando que no se percato de aquella silueta que cerraba suavemente una puerta, la cual conectaba a otra habitación, dicha persona salió con lentitud del lugar evitando que la gente del hotel lo viera, tan solo sonreía.