Noche de Chicas
4. Principios y finales
Severus salió del bar prácticamente llevado por Hermione, su mano tiraba de él como si fuera un hechizo, sus piernas andaban solas, no sabía a donde iban, pero estaba deseando llegar y Hermione debía pensar lo mismo porque antes de que ninguno de los dos se diera cuenta, estaban corriendo.
Hermione era la imagen de la más pura e inocente belleza, el cabello suelto moviéndose alrededor de su rostro, una sonrisa sincera que le llegaba a los ojos, sus tacones resonando en el suelo, apenas se oía ningún ruido en las calles, solo alumbradas por algunas farolas y por Hermione, su Hermione, el único ruido eran sus pisadas y su risa.
Ni siquiera en su infancia se había sentido Severus tan joven.
Llegaron a un punto de aparición, Hermione cogió su brazo con fuerza y se acercó a él, rozando su pecho contra su costado y como si nada les hizo aparecer en el jardín trasero de una hermosa casa unifamiliar… Pero Severus no se dio cuenta, Severus no veía nada.
Quizá fue el efecto de la aparición lateral, quizá fue la noche o el alcohol, quizá el hecho de que llevaba semanas sin salir, pero Severus solo podía ver a Hermione, sus ojos brillantes y sus labios carnosos.
Pasó su brazo derecho por su cintura y con la mano izquierda subió ligeramente la barbilla de Hermione y bajó su rostro, atrapando con sus labios los de ella. Al principio lo único que recibió fue un pequeño gemido de sorpresa, pero Hermione no tardó en contestar, con mayor ardor del que Severus había podido soñar.
Ella fue la que profundizó el beso, entreabriendo los labios y dejando que su lengua acariciara el labio inferior de Severus, que no tardó en darle acceso. Comenzaron el baile, la batalla, el dialogo de una lengua contra la otra, el éxtasis de los dos juntos.
Hermione se apartó, con la respiración entre cortada, ganándose un pequeño gemido de sorpresa de su amante.
…¿por qué?... Severus echaba de menos la sensación de su cuerpo contra el suyo, la sensación de sus labios, el olor de su cabello…
Hermione llevó un dedo a su mejilla, pasándolo cuidadosamente por su piel y ahí es cuando Severus lo notó, lluvia, estaba lloviendo. A lo lejos se podía oír la tormenta formándose.
Y vio su sonrisa, la maravillosa sonrisa de Hermione, parecía que se hubiera despertado de un sueño para aparecer en otro, del sueño de la lujuria al del cariño, dejó que le cogiera la mano y lo guiara dentro de la casa.
…
El interior de la casa de Hermione era parecido a lo que podría haber sido la suya, solo que mucho más brillante, las paredes estaban desbordadas de libros y el resto de los muebles eran más bien minimalistas, pero se notaba el ambiente hogareño, los sitios que a ella más le gustaban, se notaba el sillón en el que prefería sentarse para leer, la banqueta en la que desayunaba, la taza en la que tomaba el té, era un hogar y estaba hecho a medida de su reina.
Para lo poco que se había fijado fuera, dentro de la casa no podía dejar de encontrar detalles, las plantas, los libros, la marca del café, la revista de pociones encima de la mesa…
Severus quería volver a verla, no podía dejar que esto solo fuera una noche, no podía cagarla, no podía ser egoísta.
"¿Te arrepientes?" preguntó Severus
"¿De qué?" Hermione estaba en la cocina abierta, sacando unos vasos de agua.
"De haberme traído aquí"
Ella le miró tranquilamente preguntándose a qué venía esto a estas alturas.
"Ni lo más mínimo"
"¿Estás borracha?" Severus estaba acariciando con la punta de sus dedos los libros de las estanterías, pasándolos delicadamente, tentando.
Hermione se echó un poco para atrás, de repente preocupada de que todo fuera un error, de que él no quisiera estar aquí, de que estuviera buscando una excusa para alejarse de ella "no"
Severus ya estaba enfrente de ella, alto y esbelto, oscuro, sus ojos ardiendo contra los suyos.
"No quiero que te arrepientas. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo"
Y sus labios volvieron a descender.
…
Hermione estaba fascinada con lo bien que se le veía a él allí, parecía que su casa estaba hecha para él, era fácil imaginárselo allí, tomando té en la cocina, leyendo en la sala, durmiendo en la cama.
Ahí estaba en mitad de la habitación, su habitación, probablemente el último sitio donde se lo hubiera imaginado en aquel entonces… Ella lo observaba y él le devolvía la mirada, analizándose…
Hermione subió sus manos poco a poco, desde su abdomen hasta el primer botón de su camisa, pasando por todo su torso, notando cada línea de su cuerpo, cuando llegó a su cuello, comenzó a abrir uno a uno cada uno de los botones, despacio y sin magia, absorbiendo cada cachito de piel que se iba revelando.
Uno… dos… tres… cuatro botones y allí estaba el centro de su pecho, cubierto por ligero pelo rizado, Hermione acercó su cuerpo al de él, haciendo que compartieran su calor, que notaran la totalidad de sus figuras la una contra la otra, luego depositó un beso justo en el centro de su pecho.
Severus soltó un gruñido y la rodeó con sus brazos, reaccionando al fin… envolviéndola en un fuerte abrazo. Lo que hizo a Hermione sonreír un poco avergonzada, colocando su cabeza en el hueco de su cuello y dejando otro beso ahí, luego le alejó ligeramente con ambas manos y siguió desnudándole con la misma tortuosa lentitud.
Cuando llegó al último botón, sacó la camisa de sus pantalones y la deslizó por sus hombros, dejándola abandonada en el suelo. Su piel era blanca, suave, las líneas de su cuerpo eran afiladas, era delgado pero musculoso a su manera, estaba marcado… pensar que se escondía en esas ropas oscuras y sueltas.
Hermione besó encima de su corazón, entre sus clavículas, en su cuello, luego comenzó a bajar besó en el centro de su pecho, encima de su ombligo, fue bajando… hasta que Severus la levantó con una ligera brusquedad y atacó sus labios de nuevo, poniendo toda su pasión en el beso.
Hermione bajó sus manos para desabrochar su cinturón cuando, el beso termino tan abruptamente como había comenzado
"Tsk" hizo él con su lengua en forma de negativa, mientras bajaba las tiras del vestido de Hermione, dejándola parcialmente expuesta.
Hermione llevaba un sujetador negro, sencillo pero bonito, por lo menos llevaba algo decente mientras Severus repetía el tratamiento que ella le había dado a su cuerpo, besando encima de su corazón, entre sus clavículas, el cuello, el centro del pecho, encima del ombligo, en la línea de la cintura.
Hermione gimió, el deseo escapando de su cuerpo como podía, jamás hubiera pensado que estar con este hombre iba a ser tan sexy pero cada parte de su cuerpo gritaba que ya era hora, que habían tardado demasiado.
Severus la llevó hasta la cama y se posicionó sobre ella, mirándola a los ojos y ahí lo supo, los dos lo sabían, esto era mucho más, casi como una experiencia religiosa.
Se besaron en los labios mucho más despacio, se acomodaron el uno al lado del otro, mirándose a los ojos, besándose lentamente, absorbiendo el uno el espíritu del otro, el futuro que pueden tener el uno al lado del otro, las manos de Hermione se posaron en el pecho de su invitado.
"wow" Hermione estaba notando el latir de su corazón mientras le miraba a los ojos.
"Hermione" fue lo único que pudo escapar los labios del maestro de pociones, mientras la acercaba a su pecho y la aseguraba ahí, respirando en su pelo, haciéndose con su esencia y así cayó dormido, sin preocupaciones, seguro, por primera vez en mucho tiempo.
…
Severus se despertó la mañana siguiente, al principio no recordaba donde estaba, unos segundos tardó en recordar la noche de ayer, los sentimientos, a Hermione… La dulce Hermione.
Lo curioso es que, en ese segundo, ese eterno momento en el tiempo, que la humanidad ha llamado segundo pero que podría haber sido llamado eternidad en cualquier otro caso, Severus no tuvo miedo, no fue a coger su varita, no miró a su alrededor buscando una salida, Severus Snape estaba seguro, tranquilo, como en un capullo hecho de mantas, donde mantenía su calor y el dulce aroma de su Hermione.
Un ruido en la cocina llamó su atención, y con muchas reticencias se levantó y fue a investigar, Hermione estaba en la cocina en pijama, haciendo… café, tostadas, huevos, bacon…
"Un poco excesivo…" Hermione se asustó un poco al oír su voz, pero e giró hacia él y le sonrió.
"Buenos días" se acercó y le dio un tentativo beso en los labios, no más que un piquito, pero era extrañamente personal. Severos solo pudo hacer un ruido parecido a un "Mmmmm…".
"ya ha pasado el mediodía, es un desayuno comida" Hermione seguía sonriendo "empezamos por el café"
Dirigió a Severus a uno de los sillones del salón, donde le indicó que se sentara, sirviéndole un café solo, Severus sonrió contra su taza al ver como Hermione no podía evitar mirarle de reojo, se había olvidado ponerse la camisa aunque, el pijamita que llevaba Hermione era lo mismo que ir desnuda.
"¿Tienes algo que hacer hoy? No quiero imponerme" Severus estaba desesperado por mantenerse con su joven exalumna, pero a la vez tenía miedo de estar con ella, el rechazo, ella era tan perfecta ahí sentada.
Sabía que estaba soltera, una mujer así se habría desperdiciado con el idiota de Weasley, según parece el problema era el trabajo, pero su trabajo era perfecto, investigaba y trabajaba desde casa, seguro que, para evitar tratar con los idiotas del ministerio, ya se podía imaginar junto a ella, haciendo su propia investigación en una mesa paralela, a su lado en los laboratorios de Howgarts, quizá viajar para buscar algún ingrediente, para conocer a algún investigador.
Definitivamente el trabajo no era un problema.
La casa estaba ordenada y a simple vista no había nada raro… ¿por qué estaba soltera esta mujer? Valiente, inteligente, atractiva, era una heroína de guerra…. ¿estaría cansada de que se le acercaran solamente porque es una heroína, famosa defensora del mundo mágico? Definitivamente eso era lo que le pasaba a él, se le acercaban mujeres que solo buscaban salir en el Profeta, por suerte eran demasiado… simples… para llamar su atención en primer lugar.
"No tengo nada que hacer… Además de retomarlo donde lo dejamos ayer" Hermione se levantó de su asiento y se dirigió hacia él, con los movimientos de un felino.
"¿qué?" Severus no sabía si la había oído bien o si el mundo de sus fantasías se estaba solapando con la realidad ¿habría enloquecido?
"Nunca me ha gustado el concepto de los rollos de una noche, pero ya no es de noche" Hermione prácticamente estaba ronroneando, apoyó una de sus rodillas en el sillón, directamente entre las piernas de su antiguo maestro.
"Quiero volver a verte" dijo Severus, un poco alarmado por el concepto de una sola noche, estaba demasiado hambriento como para dejarla ir después de esto.
"Eso se dice después, aún no te he enseñado lo buena que puedo ser" dijo Hermione sonriéndole.
Severus tragó saliva…
Hermione siguió el movimiento de su cuello trazando besos por su garganta, para luego hacer una línea con su lengua, desde debajo de su barbilla hasta debajo de su ombligo, obligándola a ponerse de rodillas frente al sillón.
"¿hoy no me vas a detener verdad?" dijo haciendo un puchero, con una expresión de falsa inocencia.
Severus gimió, dando una extraña aprobación, Hermione se puso a trabajar rápidamente con su cinturón, luego con los botones de su pantalón, hasta liberarlo completamente. Aún no estaba a plena capacidad, solo atento, impaciente por las atenciones que iba a recibir.
Hermione comenzó con sus manos suavemente acariciando, delicadamente, explorando, familiarizándose, poco a poco perdiendo la timidez según iba conociendo, según los sonidos iban saliendo de la boca de su invitado.
Cuando estaba completamente duro y una gotita comenzó a salir por la punta, Hermione se echó ligeramente hacia delante y la capturó con la lengua. El sonido que salió por la boca de Severus fue de pura necesidad animal, algo de lo que nunca le había creído capaz.
Por primera vez desde que Hermione comenzó su sensual masaje, le miró a los ojos y ahí vio pura devoción, ahí vio la mirada de un hombre que había encontrado un oasis en el desierto. Hermione agachó la cabeza, pero no dejó de mirarle a los ojos.
Primero bajó y subió la lengua por su miembro, preparándose, preparándole, luego succionó la cabeza con cierta fuerza y animada con los sonidos y la mirada de su acompañante, siguió bajando su rostro hasta tenerlo en su totalidad.
Hermione no era especialmente experimentada en estos temas, pero lo estaba disfrutando, cada gemido o jadeo la animaba más, las manos de Severus la cogieron del cabello, pero nunca forzando sus movimientos, solo como aquel que se agarra a un tablón flotando en un hundimiento.
"Hermione" gimió el profesor "no voy a valer de mucho más si me terminas así" dijo al final en un susurro y con un ligero tirón apartó a Hermione de su cuerpo, dirigiéndola hacia sus labios.
Hermione le escaló como si fuera un árbol, buscando sus labios, besándolo con fervor y recibió todo lo que dio.
Con una pierna a cada lado de su cuerpo, encajados en el sillón individual, sentada directamente sobre él, pecho contra pecho, un beso que se transformó en un abrazo.
¿Cuándo se había desnudado? Severus estaba demasiado perdido para que le importara.
"Estoy tomando la poción" dijo Hermione cuando ambos necesitaron coger aire, así apoyando su frente contra la de Severus, deslizó su mano entre los dos, colocándole, bajó sobre él, llevándole a casa con un gemido de satisfacción.
Necesitó un momento para ajustarlo, había pasado demasiado tiempo, demasiado tiempo sola, ahora parecía todo tan absurdo. No separando la frente de Severus, Hermione comenzó a moverse, no con movimientos largos, sino de un lado a otro, apretando las nalgas, apretando sus músculos … "Hermione" y se volvieron a separar para poder besarse.
Hermione fue moviéndose, esta vez de arriba abajo, con movimientos lentos y largos, tortuosos pero divinos, Severus pasó sus brazos alrededor de su cintura, envolviéndolos a ambos en un abrazo y bajó sus labios hacia el pecho de Hermione, dándoles la atención que hasta ahora les había negado, primero el lado izquierdo y luego el derecho, comenzó con besos ligeros, luego pasó su lengua y cuando el ritmo de Hermione estaba siendo demasiado lento para poder soportarlo, pasó a succionar, dándole a cada uno de sus pezones la misma atención.
Hermione comenzó a ir más rápido, movimientos cortos pero rápidos, pasó sus brazos alrededor de la espalda de Severus buscando más apoyo, más fuerza, este bajó sus manos desde la cintura hasta sostener ambas nalgas con fuerza, ayudando a Hermione con sus movimientos, dándoles el ritmo que necesitaba… que necesitaban.
Estaban cerca, él podía notarlo, Hermione le estaba apretando cada vez con más fuerza y notaba pequeños espasmos, que le estaban acercando al precipicio cada vez más, cada vez más, estaba tan cerca, necesitaba…
…¿qué ha sido eso? Un ruido… un ruido en la entrada … Ah…. Mmmm…
Daba igual, daba todo igual, Hermione estaba acelerando sus movimientos, estaba tan cerca, parecía una autentica salvaje, tan centrada en su propio placer, en lo que necesitaba, toda finura estaba fuera de ella, toda racionalidad, podía haberse venido el edificio abajo y ella hubiera seguido balanceándose encima suyo, como una gata salvaje, como un animal en celo, arriba y abajo, arriba y abajo, no podía aguantar mucho más.
Y entonces Hermione soltó un grito de placer, probablemente el sonido más bestial, lujurioso y maravilloso que Severus había escuchado nunca. Y las paredes de su vagina empezaron a atraparlo, demandándole que callera con ella…. Y lo hizo.
N.A: Gracias por vuestro apoyo, esero que este capítulo os guste, ha sido muuuy satisfactorio escribirlo (guiño guiño)
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contesto reviews jajaja
Mia Montes espero no haberte decepcionado con su noche juntos, sexy sex pero yo necesito algo de amor, que le voy a hacer, soy una pequeña romántica.
YatzGirls la historia con los mortífagos me está torturando, la tengo de fondo en mis pensamientos, aunque antes quiero terminar una que tengo así a medio escribir con Remus/Moony, pero así mi selección de mortífagos sería Lucius, Rodolphus y Fenrir (de delanteros) aunque he de decir que me he puesto a investigar y hay algunas historias con Rowle que aunque en inglés y no muy bien escritas son fuego y la idea de Dolohov como el rarito obsesivo de fondo me encanta. Como puedes ver los mortífagos jovenes no son mis preferidos y con Voldemort, estoy escribiendo la de Maravillosa Criatura, por ahora ha sido serpiente, eso va a cambiar, aunque a partir de ahora se centrará más en nuestro querido S.S
Eydren Snape Mil gracias yo también odio la idea de Hermione en plan ama de casa, en mi cabeza como que causa un cortocircuito... bloque total.
Fermii Bowie Me temo que este es el penúltimo capítulo así que no se si habré contestado tus dudas ... Me alegro que te esté gustando :)
Noxllar los pensamientos de Severus siempre es lo más divertido de escribir, sobretodo cuando está todo duro por fuera y tierno por dentro, es como un meloncito.
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Me encanta saber lo que pensáis y que me deis ideas, también me encantaría oir alguna recomendación de las vuestras historias favoritas, a veces me dan crisis lectoras y necesito un empujón. ya sabéis contarme en las Reviews
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Yo os recomiendo un One-Shot SS/HG que tiene mucho tiempo pero que sigue siendo GOLD... "Legeremancia" de MeryWeee
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Besos
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