Nothing is ever going to come between us.
Día 5
—¿Romper?
Kiba asintió a la par que Akamaru. Hinata los miraba a ambos sin poder ocultar la sorpresa que esas palabras le causaba.
—¿Naruto y yo? —repitió mientras el corazón le sangraba ante la idea. De nuevo, su compañero de equipo asintió.
Podía notar que él no quería dañarla en realidad. Que le dolía del mismo modo esas palabras. Para Shino y Kiba, Hinata era la flor delicada del grupo la que debían de resguardar y huir cuando se enfadaba.
Se sentó sobre uno de los bancos cercanos y fijó la vista en el rio frente a ellos. El agua cristalina avanzaba deteriorando las rocas y creando un sendero de colores reflejando la luz del atardecer.
—¿Hinata? —preguntó Kiba arrodillándose frente a ella y asiendo sus rodillas con ambas palmas—. No tienes por qué forzarte a nada.
—No me fuerzo —respondió al instante—. Le amo.
—Y él te ama.
—Entonces. ¿Por qué romper?
Kiba negó con cautela.
—No se trata de una rotura oficial. Las parejas a veces necesitan darse su tiempo, poner en orden sus pensamientos. ¿Estás segura de haber escuchado la palabra "romper" de sus labios?
—No —reconoció. Azorada, debía de confesar que se había marchado corriendo en vez de terminar de escuchar todas las palabras que Naruto tenía que decir. Ahora, la aterraba la idea de que fuera una ruptura.
Kiba asintió y se puso en pie, acariciándole la cabeza.
—¡Kiba!
La voz de Naruto les hizo dar un respingo. Kiba retrocedió al instante y Hinata se puso en pie. Uzumaki los miraba a ambos con suma atención, con los ojos brillantes y el mentón tenso.
—Esta vez, no te metas en esto —advirtió Naruto avanzando más hacia ellos.
Kiba se encogió de hombros y retrocedió. Hinata apenas tuvo tiempo de captar cómo desaparecía de su rango de visión cuando Naruto la abrazó. Temblaba y estaba helado.
—Lo siento —se disculpó—. Lo que dije fue una idiotez. Me enfadé por una tontería y la pagué contigo. ¡Perdóname, ttebayo!
Hinata temblaba. Si no fuera porque él la sostenía con ambos brazos, aferrándola con fuerza contra él, se habría resbalado. Levantó sus manos para rodearle.
—Pensé que… creía que… ibas a cortar conmigo.
—¡No! —negó retirándose para mirarla. La asió de los brazos—. Nada, y escúchame bien, nada podrá interponerse entre nosotros, Hinata.
Tomó aire, aliviada por sus palabras. Aprovechando la cercanía, se puso de puntillas para besarlo. Cuando se separó del escaso beso, descubrió su mirada ansiosa de más. Sólo tuvo que mover sus manos para pegarla mejor a él y bajar su cabeza para adueñarse de sus labios.
—¿Sabes? —preguntó una vez se separaron—. Vamos a tener más peleas de este tipo. Algunas serán tan tontas que después nos reiremos. Pero eso no va a significar que no te ame o vaya a dejarte. ¿De acuerdo?
Asintió y escondió su rostro en su pecho. El terror se había disipado completamente y quedaba la seguridad del amor.
—A todo esto… ¿por qué era la pelea? —preguntó besando su pecho.
Naruto se echó a reír.
—¡Ya ni me acuerdo!
Hinata se sumó a su risa y volvió a ceder a su encantadora boca.
Iba a ser una vida divertida.
¡Nos leemos en el siguiente!
