CAPITULO 3

LINEA DE SUMINISTROS


Desde los inicios de la guerra la Nación del Fuego habia dejado en claro que su objetivo principal era la creación de un imperio global que cubriera todo el mundo. Las cuatro naciones se convertirían en una sola y el señor del fuego pasaría a ser su gobernante absoluto. Este sueño de dominación mundial llevaba un siglo intentando realizarse y tras todo ese tiempo por fin se podia vislumbrar el cumplimiento de esa meta. Los nómadas aire habian sido erradicados al comienzo del conflicto. La tribu agua del norte nunca salia de su helado habitad mientras que la del sur estaba controlada. Solo el Reino Tierra impedía que la subyugación total se completara pero ya habia perdido gran parte de su extenso territorio a manos de su enemigo.

Diversas colonias fueron fundadas por la nacion del fuego a medida que la lucha continuaba y estas apoyaban en gran medida a las tropas del ejercito proporcionando les todo tipo de ayuda. Tambien se crearon varios puestos de avanzada ubicados en puntos estratégicos para aumentar el control que ya tenian de la tierra conquistada, y tambien para poder asistir aun mas a sus fuerzas de invasión. De entre ellas existia una cuya importancia era sabida por muchos e ignorada por unos pocos: La fortaleza Pohuai. Desde allí se suministraba directamente a los soldados en el frente cerca de la capital del reino Tierra por lo que si se perdía resultaría en un golpe devastador para la Nación del Fuego y sus planes. Tambien servia como un centro de entrenamiento para soldados y maestros fuego recien enlistados, que eran desplegados al finalizar su adiestramiento.

Justamente allí fue a donde termino a parar Takeda luego de lo sucedido en la capital.

Tras su encuentro con la princesa se fue del palacio real lo mas rapido que pudo en un intento por evitar cualquier represalia de parte suya. Estar enemistado con una miembro de la familia real no estaba entre sus planes por lo que una vez llego a su barco le ordeno a toda su tripulación que la pusieran en marcha para poder ir a mar abierto lo antes posible. Habia cumplido con la tarea que le encomendaron por lo que ya podia volver a retomar sus antiguas funciones una vez que se reportara en su puesto naval. Sin embargo, tras algunos días de emprender su viaje de regreso, su teniente le informo que ya no tenian suministros. Segun el, poco antes de que llegara, estaban apunto de comenzar su reabastecimiento tras el viaje que tuvieron para entregar a los prisioneros pero como ordeno zarpar en cuanto regreso no pudieron hacerlo. En consecuencia, sabiendo que si no hacia algo el y su hombres pasarían hambre por su culpa, ordeno que se cambiara su rumbo con direccion a la fortaleza Pohuai ya que era el puesto militar mas cercano que tenian. Para cuando por fin la tuvieron a la vista ya estaba anocheciendo.

Al llegar a las playas del lugar tuvo que informarles a los guardias locales quien era el y por que decidio atracar allí, era el protocolo. Estos se fueron a avisar a sus superiores y tras un breve periodo de tiempo volvieron para decirle que el hombre a cargo de la fortaleza lo invitaba a tomar te. Esto sorprendio por completo a Takeda ya que no se lo esperaba para nada. Pero aquello le resulto vastante extraño ya que no le estaban ordenando nada, sino invitándolo. Trato de encontrar una buena razon del por que alguien le ofrecería semejante cosa, el solo era un capitan cualquiera de los muchos que habia en la armada. No obstante, negarse solo podria generarle mas problemas ya que era alguien de un rango muy superior al suyo y podria estar faltándole al respeto si lo hacia. Concluyo que lo mejor seria ir y averiguar la identidad del desconocido para saber sus intenciones.

Pohuai consistia en una gran torre rodeada por un sistema de tres niveles de murallas para que asi resultara extremadamente dificil poder tomarla. Estas tenian un color vastante oscuro lo que le daba una apariencia muy sombría, perfecta para infundir miedo hacia aquellos que intentaran atacarla. Takeda tuvo que atravesarlas una por una y cuando paso la primera pudo ver como unos peculiares soldados, con sus rostros algo pintados, practicaban tiro al blanco sin fallar un solo tiro. Eran conocidos como los arqueros Yuyan y poseían la fama de tener una presicion legendaria extendida tanto en el ejercito como en la armada. Habia quienes creian que seria mejor emplearlos en el frente en ves de usarlos como simples guardias pero tambien existian otros que estaban deacuerdo con que se les usara de esa forma. Sin embargo, solo aquel que dirigia la fortaleza podia decidir como y cuando utilizar a esa unidad tan formidable, nadie mas.

Una vez que Takeda cruzo la ultima muralla se sorprendio al ver un rostro familiar, que hacia tiempo no veia, reciviendolo con una grata sonrrisa. Aquel hombre no era muy alto, lo pasaba casi por una cabeza, y tenia una barba en la que la parte que rodeaba su boca junto con su mentón estaba libre de cualquier bello. Por ultimo su cabello estaba atado de un modo similar al de una cola de caballo, muy comun entre los hombres pertenecientes a la nación del fuego.

—Hola Takeda. A pasado tiempo -

—Shinu? —dijo con una exprecion de sorpresa.

—Veo que que no as cambiado nada —Una sonrrisa muy notoria aparecio en su rostro— Vamos, tenemos mucho de que hablar.

Takeda suspiro y lo siguio a dentro de la torre principal. La estructura entera estaba echa de metal con luces rojas alumbrando sus pasillos y numerosas escaleras que conectaban con los pisos superiores. El lugar en cuestion al que Shinu lo guio no estaba muy arriba, por lo que no tuvo que subir mucho.

La habitacion en la que termino tenia una cama pegada a la pared del lado izquierdo mientras que en el centro se hallaba una mesa cuadrada con te ya servido, muy baja como para que se usase alguna silla, sobre una gran alfombra roja. Habia tambien un enorme tapiz con el simbolo de la nacion del fuego colgado al fondo y un escritorio justo del lado derecho de la habitacion. Por ultimo habian dos cofres muy separados uno de lo otro en la sala y algun que otro adorno.

—Bien, ponte comodo —Decia Shinu mientras se posicionaba para beber el te— Estoy seguro que tienes muchas cosas de que contarme.

—¿Como que? —dijo Takeda mientras se sentaba del mismo modo que su anfitrion.

—Pues el como fue que te nombraron capitan, para empesar. A tu edad yo apenas era un soldado razo. Ni te imaginas todo lo que tube que esforzarme para que me promovieran. Pero mirate: nisiquiera llegas a los veinte y ya tienes a toda una tripulacion bajo tus ordenes.

—Gracias.

—Pero ya enserio, como fue que lo conseguiste. La ultima vez que te vi eras un teniente —dijo justo antes de dar un sorbo a su te.

—Primero quisiera saber algo —decia mientras tomaba de su te— ¿Por que no me dijiste que estabas a cargo de Pohuai?

—A vamos, no sea tan dramático. Si, tal vez tendria que habértelo dicho antes, lo admito. Pero ya lo sabes, asi que no te agas muchos problemas ¿si?

Takeda se mantuvo en silencio para despues tomar otro sorbo de su te. Luego Shinu continuo hablando.

—¿Y que cuentas? Seguro que el capitan mas joven de la armada tiene muchas aventuras que relatar ¿Verdad?

—Pues...mi comandante esta persiguiendo al avatar.

—¿El avatar? —pregunto alzando un poco su voz con una exprecion de sorpresa en su rostro— ¿Entonces los rumores son ciertos? ¿De verdad a vuelto?

—Si, pero por lo que se es solo un niño. Mi comandante esta muy decidido a atraparlo y a estado usando muchos de sus recurso para lograrlo. De echo hasta organizo un bloqueo naval con muchas de sus naves intentando lograrlo.

Tras unos breves segundos de silencio Shinu dio un gran suspiro y luego se bebió todo el te de su baso para luego dejarlo con fuerza en la mesa.

—Entiendo que capturar al Avatar sea importante, pero...¿Pero un bloqueo? Estamos librando una guerra y nesecitamos a todos los hombres disponibles para ganarla. Si yo fuera el me concentraría mas en reunir fuerzas y atacar Omashu, eso seria mucho mejor que perseguir a un niño.

—¿Dices que esta mal perseguir al Avatar?

—No, yo no dije eso —decia mientras se servia mas te— Estamos librando una guerra y no podemos simplemente olvidarla por una persona que estubo desaparecida por cien años. Puede que el sea el Avatar pero no esta matando a nuestros hombres en el campo ni tampoco acosa nuestra linea de suministros como lo hase el general Fong.

—¿El general Fong?

—Si, un poderoso general del reino tierra. Ese hombre a estado atacando nuestra linea de suministros desde hace algun tiempo con vastante frecuencia.

Es alguien muy agresivo y sus hombres nunca dudan en seguirlo. Creeme, si alguna vez te cruzas con el no lo subestimes.

—Se ve que lo conoces bien.

—Me enfrente a el en varias ocaciones y debo admitir que es un buen general. Sus hombres lo admiran, siempre esta al frente de la batalla y es bastante astuto de ves en cuando. De echo ase apenas unos días monto una pequeña fortaleza que me a estado generando algunos problemas.

—¿Que clase de problemas?

—Ese Fong...Cuando me dijieron lo que habia echo al principio no me lo crei. Digo, si, el es astuto de vez en cuando, pero lo que hizo jamas me lo espere. Ese maldito instalo una fortaleza justo en medio de nuestra linea de suministros ¡Justo en medio! ¡¿Puedes creerlo?! —Como si todo se tratase de una broma Shinu comenzo a reirse vastante— Y ahora no podemos enviar nada a las tropas en el frente hasta que la hayamos tomado o destruido.

Mientras el coronel seguia riendose de la situacion en la que se encontraba Takeda se mantuvo en silencio, tomando su te, pensando en lo que le acababan de informar. Aun que el hombre enfrente suyo parecia estar despreocupado y tomarselo con gracia el sabia que seguramente estaba muy preocupado por todo eso. Las tropas posicionadas en el frente de la capital del reino tierra dependían exclusivamente de los suministros que recibian de Pohuai, de los que Shinu les enviaba. Era su trabajo asegurarse que tuvieran todo lo necesario para que siguieran luchando y si por alguna razon fallaba toda la culpa recaería en el. La Nación del Fuego habia estado intentando tomar esa ciudad desde hacia mucho tiempo y la unica que vez que pudieron atravesar los muros fueron expulsados rapidamente por las fuerzas locales. Si la linea de suministros era cortada todos los hombres apostados allí tendrian que volver, tirando a la basura decadas de arduo esfuerzo.

Pero lo que era una desgracia para unos era una oportunidad para otros y Takeda pudo vislumbrar la que se le estava apareciendo.

—¿Que tan fortificada esta la fortaleza? —pregunto Takeda dejando a un lado su te mientras miraba fijamente a Shinu.

—Tiene un gran foso al rededor de varios metros de largo y casi parece que no tiene fondo —decia mientras dejaba de reir—. Ademas, solo hay un puente natural que conecta con la entrada principal.

—¿Que tan grande es?

—No mucho. Apenas si se puede albergar a serca de cien o ciento cincuenta hombres.

—Y dime ¿Quieres tomarla, cierto?

—¡Por supuesto que si! Muchos dependen de que despeje la linea de suministros. No puedo simplemente ignorar el problema —Shinu dio un gran sorbo a su te y luego se mantuvo um breve instante en silencio—. Pero...

—Casi todos tus hombres son reclutas sin experiencia.

—Si, solo reclutas. Y no voy a enviarlos a luchar contra experimentados maestros tierra que acabarían con ellos en un pestañeo. Puede que esten listos pero conosco lo suficiente a Fong como para saber que el no tendra piedad de ellos.

—Pues entonces enviame —decia mientras volvia a tomar su baso para beber mas te.

—¿Que?

—Mi tripulacion tiene experiencia de combate. Si me das algunos de tus hombres puedo tomar la fortaleza.

—¿Es acaso un chiste? Por que no es gracioso.

—Shinu, tu mismo lo dijiste. Muchos dependen de que tu linea de suministros se despeje y esa fortaleza no se ira a ningun lado. Hay que tomarla y lo sabes.

—¿Acaso no escuchaste lo que te dije? —dijo El coronel alzando un poco la voz y frunciendo el seño, demostrando claramente que lo que dijo Takeda no era de su agrado— No pienso enviar a mis hombres al campo de batalla, todavia no.

—Mientras mas tardes peor sera la situacion para los que estan en el frente. ¿De verdad quieres eso?

—Los hombres de Fong no son simples maestros tierra. Acatan cada orden suya sin objeciones, son mas que disciplinados y tienen tanta experiencia que a mis hombres les tomara años alcanzarlos.

—Pero mi tripulacion ya tiene la suficiente. Podran guiarlos bien cuando llegue el momento de luchar.

—Ninguno de ellos a estado siquiera cerca de ver una verdadera batalla, siguen siendo simples reclutas.

—No lo seran por siempre.

—No, absolutamente no. No voy a enviarlos a...

—¿Entonces sacrificaras a los que estan en el frente por tus reclutas? —dijo Takeda interrumpiendo a Shinu— Es admirable que quieras proteger a tus hombres pero no tienes opción. Esa fortaleza debe caer. Sino, ese tal Fong la reforzará con mas de sus maestros tierra y atacara la retaguardia de las tropas en el frente. Y si llega a eso habrá sido por que tu lo dejaste.

Tomar una fortaleza no era algo tan sorprendente como sonaba, muchos otros ya lo habian echo antes, pero la importancia de esa linea era enorme por lo que seguramente obtendría muchos beneficios si lograba despejarla para la Nació del Fuego.

Era una oportunidad que rara vez se le presentaba a cualquiera y lo unico que se interponía en su camino era el coronel Shinu, quien ya comenzaba a mostrarse menos reacio con la idea del joven capitan.

Si seguia presionando era seguro que lograria obtener lo que queria pero tenia que pensar sus palabras con mucho cuidado para así no arruinarlo todo.

—¿Y por que deberías ir tu? —dijo el coronel tras un breve silencio— Eres un capitan de la armada, no un sargento del ejercito. Ademas eres demaciado joven como para comandar un ataque como el que dices.

—Y sin embargo aquí me tienes, con una tripulacion entera bajo mis ordenes

—Eso es diferente. Y aquí no solo hay reclutas. Tengo tambien soldados con experiencia de combate a los que podria tomar y hacer frente a Fong.

—¿Y dejar a Pohuai sin sus mejores hombres? No seria dificil tomarla en ese caso.

—Tu... —Shinu suspiro y tras unos segundos de silencio dijo— Suponiendo que aceptara que dirigieras el ataque, y no digo que lo estoy haciendo, ¿Cuantos necesitarias?

—Docientos hombres y algunos de tus arqueros Yuyan.

—¿¡Docientos!? —dijo Shinu casi gritando— Eso es casi un tercio de mi guarnicion ¿Y dices que tambien quieres a mis arqueros Yuyan?

—Nesecitamos a todos los hombres posibles para ganar esta guerra ¿Recuerdas?

Takeda no era tonto. Sabia que atacar una fortaleza enemiga bien defendida no era algo para tomarse a la ligera. Estaban librando una guerra, y por lo general, se perdian muchas vidas cuando se intentaba tomar una posicion enemiga, por lo que la reaccion del coronel era de lo mas comprensible.

La discucion continuo y tras algunas horas de seguir hablando del mismo tema Takeda finalmente salio de la habitacion con una leve sonrrisa dibujada en su rostro.