Fate ✿ フェイト 」
— ¡Nanoha-chan! -saludó una chica de cabello corto color marrón.
— Hayate-chan, hola -saludé con una amplia sonrisa.
— ¡Ay desbordas mucha felicidad! -respondió burlándose de mí. Hice un pequeño puchero.
— No es verdad -respondí colocándome mi bata médica. Ella me miró con los ojos entrecerrados- q...q...¿qué? -tartamudeé aquello, que mala mintiendo soy.
— ¿Hiciste algo con el Dr. Yuuno?
Pensé en su pregunta, me sonrojé levemente recordando lo de anoche con Fate-chan. No puedo creer que haya permitido que se acueste conmigo en la intimidad, sabiendo que se acuesta con Nakajima.
Eso me pone de mal humor. Imaginándolas desnudas, haciendo lo que me hizo Fate-chan.
Negué.
— Me regaló rosas y me llevó a casa, nada más -respondí.
— Demoraste para esa respuesta -burló, en eso una chica más se nos unió.
— Hola chicas -saludó.
— Hola Shamal –saludamos al unísono. Ella sonrió- escuché que Yuuno está enamorado de Nanoha
— Le regaló rosas y la llevó a su casa -comentó Hayate-chan.
Cerré mis ojos sonrojándome levemente.
— Nos vemos, tengo que trabajar -respondí intentando ignorar el tema. Ambas sonrieron.
El transcurso de mi turno la pasé tranquila, esta vez Yuuno-kun no estaría, es mejor, al menos más tranquila sin las miradas ajenas de las enfermeras o doctores.
¿Qué hará Fate-chan? ¿habrá terminado su trabajo? ¿estará con ella?
Mamá consiguió un departamento, pero realmente no quisiera irme del lado de Fate-chan, tampoco puedo dejar a mamá ¿qué puedo hacer?
Cuando me aceptaron me llevé bien con Hayate-chan y Shamal, sé que Shamal es la esposa de la jefa de Fate-chan, llegar a ser esposa de una persona, tienen demasiada confianza y sólo son de la una a la otra.
¿Fate-chan pensará en matrimonio? Suspiré. No lo creo.
Teniendo eso de que no le importa con quién acostarse, aunque me aseguró que lo dejó pero que aún lo hace con Nakajima hace que piense que realmente nunca deseará una relación o quizá ¿le aceptará a Nakajima? Trabajan juntas, están más tiempo juntas, tienen los mismos conocimientos en su lugar laboral.
Suspiré otra vez.
El tiempo paso rápido atendiendo a los enfermos, ayudar a algunos doctores, etc.
Regresé a casa, 22hrs. Nadie me recibió esta vez, estaba todo apagado; subí las escaleras y...
— F...Fate-san
Eso era... un...
Mi corazón empezó a latir rápido, asustado de imaginar aquello que ya sabía, ¿tan descarada de traer a Nakajima después de anoche?
Sudaba frío de imaginarlo.
— Deja de hacer eso Ginga -reclamó esa voz. Ella sonaba tranquila.
— N...n.…no pue...ah...
Ingresé a mi habitación, cerré la puerta.
Flashback:
Tenía cosquilleos, su lengua paseando por mi abdomen.
— F...Fate-chan -gemí.
Cuando llegó a mi parte íntima empezando a jugar con mi clítoris, mis gemidos eran más, tenía placer. Quería más.
Fin Flashback
Dolía recordar.
…
Llego sábado.
Me puse un vestido celeste, bien para mi cita con Yuuno-kun.
Maquillada, perfumada, lista; salí de mi habitación y ahí estaba, una rubia en el camino.
— Fate-chan... hola -saludé para caminar dirección a las escaleras.
— ¿Cita? -preguntó.
— Hm -asentí sin mirarla.
— Nanoha...
La miré, nuestros ojos se cruzaron, sus ojos borgoña. Me encantan, pero... no puedo.
— Tu mamá salió con la mía a la playa –dijo, asentí, en eso sonó el timbre.
— Debo irme, nos vemos, no te olvides de comer ¿sí? -le recordé, aun preocupándome de ella, quiero irme de aquí ya.
La dejé parada en el pasillo, bajé rápidamente.
Salí y ahí estaba él, un chico rubio con lentes, con una pequeña coleta y camisa algo de verano.
— Hola Nanoha -sonrió de manera amable, sonreí.
— ¿Nos vamos? -dije acercándome a él, él asintió sonriente, me subí a su auto. Miré por la ventana a la casa y ahí estaba Fate-chan observando desde su habitación.
Yuuno-kun me habló más de él, me llevó a varios lugares como un mirador, comer helado y después a comer algo de sal también me regaló una rosa, sólo una, pues pasamos por una florería mientras estábamos en el mirador.
Era romántico, lindo, pero...
— ¿Nanoha? -me llamó. Lo miré apenada, quizá me hablaba de hace tiempo, pero no le hacía caso.
— Di...dime Yuuno-kun -respondí.
— Bueno, quería saber si quieres tener una relación conmigo —preguntó un poco sonrojado. Me sorprendí un poco, se me estaba declarando, no lo conocía mucho la verdad, no podría decirle ''Sí'' pero tampoco quiero cerrarle las puertas después de todo, quizá sea buena idea, quizá dejo en paz a Fate-chan así.
— Yo... no puedo darte una respuesta actualmente Yuuno-kun, pero, ¿puedes darme tiempo? Conocerte más -respondí. Él sonrió, éramos adultos, comprendería.
— Por supuesto, te entiendo -comentó.
La cita continuó tranquilamente hasta que llegó la hora de regresar a casa, esperaba nuestras madres ya hayan llegado.
Me equivoqué.
No llegaron.
Eran las 19:30hrs.
Subí a mi habitación, cuando entré me llevé tan grande sorpresa, Fate-chan estaba dentro durmiendo.
No sabía qué hacer.
— Ejem -cascareé mi garganta. Ella se asustó, se levantó, quizá pensó que era Lindy-san.
— Regresaste –dijo, bostezando.
— ¿Qué haces aquí, Fate-chan? -pregunté dejando mi bolso a un lado en mi escritorio.
— Hm... -se quedó en silenció un momento- te esperaba.
— ¿No tuviste cita con Nakajima? -ese nombre, lo detestaba. Ella me miró con sorpresa y rio un poco-
— No, ella no está. Está en un viaje de negocios con Signum
Soy su segunda opción.
— ¿Qué quieres Fate-chan? -pregunté molesta.
Ella me observó en silencio, se acercó a mí.
— Y bien, ¿te besó? -preguntó con una mirada seria, negué- ¿tocó? -negué, espera ¿qué? - qué bueno.
¿Bueno? ¿qué le preocupa? Soy una adulta, puedo cuidarme sola y tener las citas que quiera.
Sus labios tocaron los míos. Me sorprendí, pero seguido correspondí, coloqué mis manos en su playera para presionarlo suavemente, no quería otra vez, no, pero... no era un beso de placer, era cariñoso, delicado. Diferente.
Ella se separó y la miré.
— ¿Qué haces? -susurré, ella negó.
— Lo quise hacer simplemente.
Idiota.
— En tu cuarto de trabajo... -susurré para llevar mi mano hacia su mejilla, ella me observó detalladamente. Cerré mis ojos- tuviste... relaciones con Nakajima al día siguiente de estar conmigo.
Rió.
Fruncí el ceño.
— No
Respondió, abrí mis ojos para mirar si decía la verdad, ella sonreía.
— ¿Entonces?
— Hm, sí, vino, estuve trabajando en lo que me quedaba, pero se estuvo... masturbando para provocarme, pero no hice nada con ella
¿Me dirá la verdad?
— ¿Te molestaba eso? -preguntó una vez más. Asentí,
Sonrió para besarme nuevamente. No sé qué le pasa, pero me gusta que me bese, quizá no sea lo correcto que me acostumbre a esto porque no sé qué tiene en su mente.
Quizá fue un error acostarme con ella.
Quizá no debí hacerlo.
No pude contener las ganas de saber por qué Nakajima estaba tan obsesionada con Fate-chan desde que la conocí.
Introduje mis manos bajo su playera para acariciar su cintura y abdomen, quería sentir su piel nuevamente, está mal lo sé... ella me alzó, rodeé su cintura con mis piernas mientras que su cuello con mis brazos para poder profundizar el beso, me llevó a la cama e hizo de mí todo a su antojo, nuevamente.
Cuando terminamos de hacerlo, nos quedamos acostadas en cama, mi cabeza estaba sobre su pecho abrazándola. Ella miraba el techo.
— Algún día, ¿te enamorarás Fate-chan? -susurré.
— No lo sé -respondió.
Me quedé en silencio.
El amor tal vez no es para ella.
Entonces...
— Tienes un cuerpo muy hermoso -comentó, me hizo sonrojar demasiado.
— T.…Tú igualmente Fate-chan -respondí tímida, tartamudeando, pero qué demonios. No soy así.
…
Una semana después Fate-chan estuvo ocupada con una constructora junto a Signum que ni siquiera he podido verla, se quedaba hasta tarde.
Me encontraba en la heladería con Yuuno-kun, uno que estaba cerca de nuestro hospital.
— Qué bueno que aceptaste al menos venir a comer helado -confesó- las salas de operación plástica han estado muy ocupadas, realmente estoy un poco cansado pero pronto tomaré vacaciones donde no podré verte porque viajaré a Inglaterra para visitar a mi familia un tiempo
— Bueno, un helado no se puede negar nyahaha -reí. Él realmente se esforzaba, ¿hará que olvide a Fate-chan en algún momento?
— Tienes... -susurró, no lo escuché bien, pero lo tuve encima de mí. Me robó un beso.
Me sonrojé levemente, realmente no lo correspondí, no tenía la misma suavidad que los labios de Fate-chan.
*Pac* Se escuchó.
— Hm -musitó una chica, nos separamos y al verla me puse pálida- sabía que eras una z*rra, quizá sea buena idea que le pase a Fate-san esta foto a ver si dejas de molestar de una vez -comentó.
— ¿Disculpe? -preguntó Yuuno-kun confundido.
— N... No es nada Yuuno-kun -respondí nerviosa, ella me miró y yo a ella, nos miramos mal. No nos caíamos, quizá porque yo quería que Fate-chan deje de acostarse con mujeres al azar hasta que se enamore y ella porque piensa que me acuesto con Fate-chan, aunque lo último ya no es sólo palabras.
— Nos vemos –dijo por último para retirarse.
Quería ir tras ella para borrarle la foto.
Mi corazón está nervioso.
— ¿Estás bien, Nanoha? -preguntó Yuuno-kun, lo miré y negué suspirando. Le dije que me esperara un segundo, me alejé un poco y llamé a Fate-chan.
Demoró un poco en contestar, pero contestó.
«¿Sucede algo, Nanoha?»
Su voz.
«¿Dónde estás? ¿puedo ir a verte? Necesito que hablemos»
Hubo un silencio por un momento.
«Sí, claro, estoy en...»
Me dio su dirección y le pedí a Yuuno-kun que me llevara. Lo hizo sin importar. Cuando llegamos había muchos hombres.
— ¿Segura que te quieres quedar? -observó el chico preocupado viendo la cantidad de hombres. Asentí sonriente- si te hacen algo, no dudes en llamarme
Negué.
— Habrá alguien que conozco que me cuidará -respondí, se sorprendió y se puso serio.
— ¿Un hombre? -cuestionó, lo pensé para imaginar a Fate-chan como un hombre.
— Nyahaha, no, pero gracias por traerme –dicho eso sonreí y bajé, me despedí e ingresé.
No negaré que la mirada de aquellos pervertidos era molestoso, busqué a Fate-chan hasta que la encontré junto a una mujer pelirosa, ¿se acostará con ella también? Ambas traían cascos.
— Fa...Fate-chan –la llamé. Ella volteó a mirarme, le dijo algo a la chica de a lado, se quitó el casco y nos apartamos de la zona de ''peligro''.
— ¿Qué sucede, Nanoha? -preguntó preocupada- deberías ir a casa, son las 16:45. ¿Cómo llegaste?
— Hm... Yuuno-kun me trajo -respondí. Ella me miró en silencio. Suspiró.
— Lo sé -respondió.
Me quedé helada, ¿Nakajima le mandó la foto?
— Se besaron, supuse que te trajo, ¿querías hablar conmigo de la foto? -preguntó nuevamente. Bajé la mirada- no te rompas la cabeza –dijo para acercarse a mí, alzó mi cara para que nos miremos.
— Pero...
— Shh –me silenció- ya sucedió ¿se puede regresar el tiempo? -preguntó, negué. Encogió sus hombros para luego soltarme- entonces, no te rompas la cabeza.
No dije más después de eso. Ella se colocó el casco.
— ¿Sabes...
— Me quedaré e iré contigo Fate-chan, quiero ver cómo trabajas -comentó, ella se sorprendió un poco, miró el alrededor.
— Bueno, ven, te dejaré en la oficina de Signum para que esperes porque es muy peligroso aquí y hay muchos hombres que te están mirando de manera asquerosa -respondió para tomar mi mano y llevarme hasta una pequeña oficina que había cerca, había muchos papeles en una mesa, lápices, marcadores, carpetas: un desorden total.
Una vez dentro, ella se iba ir, pero la detuve por un momento, le robé un beso.
Al separarme miré a otro lado.
— Bueno, me devuelves el beso que te robó él -dijo en tono burlón para después salir dejándome ahí.
Observé la oficina nuevamente, se escuchaban máquinas y hombres gritando dando las órdenes para la construcción. Esa chica que estaba con ella era Signum, la esposa de Shamal, era simpática pero no tanto como Fate-chan.
Me sonrojé al reaccionar en mi pensar.
Que tonta estoy siendo.
Igualmente, Fate-chan no se fijaría en nadie. No sé si amará o querrá tener algo serio con alguien, pero cuando llegue ese momento espero seguir a su lado aún si vivimos lejos o en la misma casa.
Esperé alrededor de unas tres horas, entraron ambas mujeres cabeza de la construcción.
— Nos vamos Nanoha –dijo Fate-chan quitándose su chaleco y casco, para luego observar a Signum.
— Mucho gusto, Nanoha Takamachi –me presenté, ella sonrió.
— Eres la chica de la otra vez, bueno, un gusto. Shamal me habla mucho de ti, también me comentó que estás saliendo con un doctor ¿es verdad? -preguntó, me quedé callada.
— Ejem... -carraspeó Fate-chan- nos vamos dije.
— No seas grosera Testarossa –dijo cruzándose de brazos- aparte, es raro que te venga a buscar una mujer a tu lugar de trabajo. La única era Ginga, ¿terminaron vuestra aventura? -miré a Fate-chan ante esa pregunta.
— Signum, hay cosas en las que no debes meterte -comentó para salir, Signum por su parte sorprendida, pero rió después.
— Entonces dejar de hacerlo en las oficinas -comentó. ¿Lo hacen hasta en el trabajo? Fruncí mi ceño, pero me despedí de Signum. Estaba tras Fate-chan mientras escuchábamos murmuros como ''Que guapa la que acompaña a la Licenciada Testarossa'' o cosas así
Cuando estábamos en el carro dirección a casa no hablamos.
Ingresamos, mi mamá trabajaba mientras que Lindy-san sé que anda en un club por lo que a veces no está en las tardes.
Subimos y me detuve, ella también, se giró a verme.
— Así que hasta en su puesto de t...
Detuvo mi hablar para meter su mano bajo mi falda, me sonrojé, me debilité, ¿por qué Fate-chan? Me estaba tocando, me puso contra la pared, ella bajó y se colocó entre mis piernas bajando mi braga para encontrarse con mi parte íntima.
Era una pervertida.
Pero...
Quería.
No sé hasta qué punto llegaré.
No sé, pero la quería más, sentirla más y aprenderme su cuerpo de memoria.
No quiero enterarme más de Nakajima y Fate-chan.
No quiero verlas más o escuchar cuando tienen su desliz.
Quiero gemir para ella, no otra para ella.
No sé cómo hacerlo, pero...
