Drama Total: Encantados

Capítulo 4 - No Trates con el Diablo

Era una noche tranquila en la isla, con todos los concursantes descansando tranquilamente después de haber quedado totalmente exhaustos por el desafío anterior, a excepción de cierta chica de vestido morado.

Cerca de la medianoche, Karen se las arregló para acceder a las instalaciones subterráneas de la isla. Ahí dentro ella tenía una habitación donde se guardaban algunos archivos sobre la competencia, pero la principal atracción es una pizarra en la cual estaban colgadas las fotos de todos los concursantes de este elenco.

"Y ahora, ¿quién sigue?"

Karen estaba acomodando las fotos en un orden especifico, un orden que logra convencerla finalmente, pues ella tenía una sonrisa complacida en su rostro revisando el resultado final.

"Esto va a ser divertido"

Ella suelta un sonoro bostezo, por lo que decide dejar este trabajo por ahora y va a tomar el ascensor para volver a su cabaña a descansar. Mientras el ascensor subía, ella estaba sumida en sus pensamientos.

"Solo debo mantener la calma y las apariencias, y todo saldrá bien… Si uno de esos tontos se entera de la verdad…" ella suelta un bufido ante el pensamiento, "Je, si claro, llegué tan lejos, ¿qué quién podría atraparme ahora?"

Karen suelta otro bostezo mientras el ascensor llega a la superficie. Ella estaba lista para salir e irse a dormir, sin tener idea de lo que le esperaba.

"Ahora solo me queda- ¡AHHHHH!"

Las puertas del ascensor se abrieron, revelando la presencia de un hombre alto oscuro con sombrero de copa parado justo en el otro extremo, quien miraba a la chica con una sonrisa espeluznante.

"Buenas noches, Karen"

Karen apenas logró recuperarse del susto, y menudo susto que recibió. De por si la presencia de este sujeto ya le daría escalofríos hasta a los más valientes, pero también hay que agregar el detalle que todo este trabajo suyo es secreto y nadie debería saber nada.

Y ahora mismo un concursante la había atrapado con las manos en la masa.

"¿Qué demonios haces aquí, Isaac?" tartamudeó ella después de recuperarse del susto.

"Te vi rondando por esta zona, y todos conocen el dicho: La curiosidad mató al gato" le respondió el hombre sombra.

"¿No deberías estar durmiendo? ¡Es casi medianoche!"

"Podría decir lo mismo de ti, ¿sabes?" se burla el hombre sombra, "Y en lugar de eso, te encuentro vagando en tu base secreta".

Karen trataba de pensar en alguna excusa que pueda sacarla de esto, pero simplemente no se le ocurría nada ingenioso.

"¿Y qué? ¿Vas a delatarme con todos?"

"Nah, no hay necesidad de eso" él niega con la mano para calmarla, "Eventualmente todos se darán cuenta de la verdad".

"¿Qué significa eso?" se sorprendió ella por tal declaración. "¿En serio no vas a decirle a nadie de esto?"

"No, no lo haré, porque entiendo lo importante que es esto para ti" explicó él, mirándola detenidamente, para después agregar: "Y lo es aún más para tu jefe".

Karen abre los ojos en sorpresa al escuchar esa última frase. Este sujeto sabe demasiado.

"¿¡Cómo sabes de eso!?"

"Oh, yo sé muchas cosas… Muchas cosas"

Karen intentaba hallar una salida de esto, pero Isaac bloqueaba cualquier ruta de escape, y se notaba que disfrutaba de esto. No obstante, puede aprovecharse de esto para obtener información.

"Tú puedes ver el futuro, ¿verdad?" empezó ella.

"El pasado, el presente, y el futuro" explicó él, mostrando tres cartas en su mano, "¿Se puede saber el interés?"

"¿Entonces tú sabes lo que va a pasar en este concurso?"

Isaac la miraba con una expresión curiosa y complacida por dichas preguntas sobre el futuro.

"Creo entender a dónde va esta conversación…"

"Quiero que me cuentes mi futuro en este juego" fue la orden que le dio Karen.

"¿Así que quieres jugar con un poco de magia?" pregunta Isaac ansioso, recibiendo un asentimiento de ella. "¡Con mucho gusto te lo cuento! Sin embargo, tengo que advertirte… que yo no trabajo gratis".

"¿A qué te refieres con eso? ¿Esperas que te dé algo a cambio?"

"No se puede recibir sin dar nada a cambio".

"¿Acaso ves algún bolsillo en este vestido?" le pregunta ella sarcásticamente, palmeando cada centímetro de su vestido, "No tengo nada con que pagarte a cambio".

"Tranquila, no es mucho lo que pido. Discutiremos los detalles de eso más tarde" explicó el hombre sombra, revisando sus garras. "Este es el trato: Yo te cuento sobre tu futuro en este juego, y a cambio, tú me cumplirás un favor".

Karen estaba estupefacta, y ahora ya no estaba segura de que haya sido buena idea haber intentado negociar con él. Ya no estaba segura de cuál sería la decisión más segura… si es que alguna sea segura.

"Entonces, ¿tenemos un trato?"

Isaac le ofrece la mano para estrecharla. Karen aún seguía indecisa, sin estar segura de querer hacer esto, pero su curiosidad por conocer su futuro es suficiente para convencerla…

"Trato"

Ella finalmente decide estrechar la mano de Isaac, cerrando oficialmente el trato.

Inadvertidamente, la sombra de Karen parece estar cobrando vida propia cuando esta se eleva en el árbol a sus espaldas, sin que ella lo notara.

"¡Excelente!" aplaudió Isaac con entusiasmo, "Ahora, ven conmigo".


Isaac y Karen se habían colado en el comedor a altas horas de la noche, usando otro truco de magia para entrar sin la necesidad de una llave. Karen había insistido en encender las luces, pero Isaac se lo impidió, explicando que demasiada iluminación podría arruinar el efecto. La única fuente de luz permitida fue la de unas velas.

Ahora mismo los dos estaban sentados en una mesa, uno frente al otro. Isaac estaba preparando su baraja de cartas, haciendo todo tipo de mezclas mientras tarareaba una melodía. Karen tenía su cabeza apoyada sobre su mano y golpeteaba la mesa con un dedo impaciente.

"Ya podemos comenzar"

"Por fin" gimió ella, sentándose recta. "Adelante, payaso, mira tus cartas y dime lo que ves".

Isaac extiende todas sus cartas entre sus manos, para después ofrecérselas a ella.

"Toma tres"

Karen obedece y toma tres cartas juntas al azar. Isaac hace un rápido movimiento con las manos para hacer desaparecer la baraja y luego extender una mano pidiendo las tres cartas de vuelta, algo que ella obedece.

Con las cartas en sus garras, Isaac recita una extraña oración inentendible, y las cartas parecen moldear y cambiar su imagen. Se sentía una ventisca que amenazaba con apagar las velas, a pesar de tener todas las ventanas cerradas.

El extraño ritual parece terminar cuando la ventisca se detiene y Isaac deja las cartas boca abajo sobre la mesa, separándolas una a lado de otra.

"Adelante, dime lo que me espera en el futuro".

Isaac toma la primera carta, la del pasado, y la voltea para revelar la imagen con su significado:

"Un par de sombras estaban platicando con unos hombres en corbata, y una de éstas cubierta por una capucha presentaba a la otra con vestido morado"

Luego toma la segunda, la del presente, y también la voltea para su imagen y seguir narrando:

"Varias sombras con la forma de ciertos concursantes siendo cubiertas por unas X rojas"

Y al final toma la tercera, la del futuro, para darle finalmente la respuesta que ella quería:

"La misma sombra con vestido morado estaba cayendo hacia la oscuridad, y en el fondo parecía ocurrir una explosión"

"Ahí tienes tu respuesta"

Karen no tuvo tiempo de procesar esa información cuando Isaac retiró las cartas de un zarpazo. Ella finalmente reacciona y sacude la cabeza para volver a la realidad.

"¿Qué? ¿Eso fue todo?" preguntó ella indignada.

"En realidad hay mucho más, pero eso es todo lo que necesitas saber" explicó Isaac mientras guardaba su baraja de cartas en su sombrero y se levantaba de su asiento.

"¿A dónde crees que vas? ¡Me dijiste que me contarías mi futuro!"

"Lo sé, y eso fue lo que hice. No es mi problema que no hayas quedado satisfecha".

"¡Hicimos un trato!"

"Y ya he cumplido con mi parte. El trato consiste en que yo te contara tu futuro EN ESTE JUEGO".

Karen estaba enojada, pero no tuvo otra opción más que aceptar la verdad. Isaac ha sido justo y jugado limpio.

"Sin embargo, el futuro no está escrito en piedra".

Karen levanta la mirada hacia Isaac, quien parecía entender lo que estaba pensando.

"¿No piensas decir nada más? ¿Me vas a dejar así y ya?"

"Lo siento, querida" él abre la puerta para salir, pero no sin antes darle una última mirada complacida, "No quiero arruinar la sorpresa".


Esta amaneciendo en la isla Pahkitew, y varios de los concursantes seguían descansando cómodamente en sus literas, mientras que otros ya estaban despiertos y se preparaban para el día, acostumbrados a madrugar. En general, todo era paz y tranquilidad, pero cierto anfitrión ya estaba listo para acabar con eso…

"¡ESTE ES EL LLAMADO DE LAS 07:00 A.M.!"

El grito de Chris resonó por todos los altavoces en el campamento, causando que los dormidos despierten de golpe y se caigan de sus literas o se golpeen la cabeza con algo. El ruido también afectó a los despiertos, causando que se tapen los oídos.

"¡Son las 7 de la mañana!" exclamó Nigel somnoliento, "¿Acaso te parezco un granjero?"

"¿Tienes un problema con eso?" le dijo Maggie ofendida con los brazos cruzados.

"¡Es hora de comenzar con su tortura del día! ¡Repórtense en el comedor en una hora! ¡Eso es todo!"


Los dos equipos se habían presentado en el comedor y fueron a reclamar el desayuno. En esta ocasión, se había preparado huevos verdes y tocino quemado. Cualquiera que presente una queja recibiría un cuchillo de carnicero del propio Chef Hatchet.

"En serio, ¿ese anfitrión no pudo siquiera preparar mejor comida o contratar al menos un chef que si sepa hacer su trabajo?" comentó Félix, intentando masticar el tocino carbonizado. "Es obvio que McLean sacó a ese cocinero de la prisión"

"¿Quieres dejar de quejarte por el presupuesto?" le dijo Raymond, notando la mirada que Chef les mando cuando escuchó ese comentario.

"Estamos hablando de Chris McLean" le respondió Karen, tratando de degustar de los huevos verdes, "Es una suerte que al menos nos dieran un comedor en lugar de tener que conseguir comida por nosotros mismos".

"De seguro una bayas venenosas son mejores que esta bazofia" dijo Nigel, alejando su plato, pero este regresa frente a él.

"Será mejor que comas, camarada" le dijo Chantal al empujar su plato de vuelta. "Necesitaremos todas nuestras fuerzas si queremos ganar este desafío".

"Tú no me das órdenes" respondió Nigel, volviendo a alejar su plato.

Chantal quería seguir protestando, pero es detenida por una mano en su hombro.

"Déjalo, muchacha" le dijo Maggie a la pirata. "Si él no come, es su problema".


Confesionario

Chantal - "Soy la capitana, y como tal debo asegurarme de que toda mi tripulación este en buena forma y orden, pero Maggie tiene razón. Si Nigel no quiere seguirnos, pues entonces ya tenemos un blanco a la hora de votar".

Hunter - "Chantal no sabe nada sobre verdadero liderazgo. Si ella quiere que la sigamos, pues tiene que imponer mayor autoridad y hacerse respetar, pero no. Ella no es más que un chiste sin gracia".


En la otra mesa, los Halcones degustaban de su desayuno tranquilamente, sin mucha charla entre ellos. Al parecer seguían con la moral baja por su derrota en el último desafío.

Perla es la única que se sentía asfixiada por el silencio y la falta de comunicación. Ella quería decir algo, pero no tenía nada, por lo que simplemente se limitó a observar a los demás en sus propios asuntos, hasta que nota que una de sus compañeras de equipo estaba nuevamente sin bandeja de comida.

"Oye, Erika, ¿no vas a comer nada?"

Erika desvía su mirada hacia Perla y se da cuenta de ese detalle. Julien también muestra interés en eso.

"Si, nena, sé que esta comida es una porquería, pero tienes que comer algo… ¿O acaso estás a dieta?"

"Yo no tengo hambre" respondió Erika. "Estoy acostumbrada a ingerir pocos alimentos".

"Pero eventualmente debes comer algo… al menos que quieras volverte anoréxica" le dijo Rita mientras revisaba sus lentes.

"Uf, no te deseo eso, nena. Seria una pena que perdieras esas bonitas curvas..."

Julien inconscientemente baja la mirada, pero entonces recibe un golpe en la cabeza por Rita.

"No tienes vergüenza, ¿verdad?" lo regaña ella.

"No, para nada" aseguró el bromista con una sonrisa picara.


Confesionario

Rita - "He estado observando a Erika últimamente, y ella ha demostrado un comportamiento bastante peculiar, casi como si estuviera perdida y no supiera que hacer… Debo admitir que estoy interesada en saber más".


Antes de que puedan seguir con sus charlas, o discusiones en este caso, la puerta hacia la cocina se abre y de ahí llega Chris con una sonrisa ansiosa.

"¡Buen día, campistas! ¡Es hora de comenzar con el desafío de hoy!" anunció el anfitrión alegremente.

"Disculpa, McLean, pero aún no he terminado con mi desayuno" le dijo Félix.

"Yo sí, ya terminé" dijo Nigel, volviendo a alejar su plato.

"Me alegra escuchar ese buen humor" sonrió el anfitrión, "En fin, el desafío de hoy consistirá en un divertido juego de… ¡paintball!"

"Menuda falta de creatividad, Chris" se burló Nigel. "Ya hiciste desafíos similares con una cacería de "venados", y cuando usaste sanguijuelas".

"Si, buenos tiempos" Chris miró a la nada con una sonrisa nostálgica. "Por supuesto, como el grandioso anfitrión que soy, siempre me las arreglo para hacerlo interesante a pesar de todo. Síganme afuera, para así comenzar con lo divertido".


Todos los concursantes salieron afuera del comedor, donde les estaba esperando tres cajas de madera, una con el logo de los Conejos Rabiosos, otras con el de los Halcones Rapaces, y una tercera sin un logo. Chef Hatchet procede a abrirlas con una palanca para revelar su contenido.

"Cada equipo recibirá su propio armamento y tendrán 10 minutos de ventaja para pensar en alguna estrategia" explicó Chris, entregándole sus respectivas armas a los equipos. "Una vez que pase ese tiempo, ¡es juego libre para todos!"

Los dos equipos recibieron sus armas, pero no eran las mismas entre sí. Los Conejos Rabiosos habían recibido auténticas pistolas de paintball, mientras que los Halcones Rapaces recibieron…

"¿Cerbatanas?" se estaba quejando Rita, "¿Ellos reciben pistolas cargadas, y nosotros unas pajillas de plástico?"

"Ustedes se ganaron esta desventaja cuando perdieron el desafío anterior" el anfitrión se encoge de hombros.

"¡Muy bien, comencemos de una vez!" dijo un ansioso Raymond. "Ya quiero bañarlos a todos con pintura"

"¿Pintura? ¿Quién dijo que usaríamos pintura?" cuestionó Chris con una sonrisa pícara.

Todos tenían una expresión confundida y preocupada, cuando Clover obtuvo sus municiones de la última caja y se di cuenta de que eran…

"¿Estos son… dardos tranquilizantes?" se sorprendió la agente.

"Con la fuerza para derribar un elefante" agregó el anfitrión orgulloso.

"¿No es eso muy peligroso?" preguntó Perla preocupada.

"Pues claro que es peligroso, y por eso los usaran de municiones" respondió Chris, antes de sacar unos elementos extra de la última caja también. "No se preocupen, también usaran gorros de camuflaje y lentes protectores, porque no quiero tener que lidiar con la censura".

"Esto tiene que ir contra las reglas" refunfuñó Félix indignado, hojeando su libro en busca de una regla que pueda sacarlo de esto.

"Ni te molestes, amigo. Tal vez tengas tu librito de reglas, pero yo sigo siendo el anfitrión y tengo la última palabra" le dijo Chris.

"¿Cómo se gana este juego?" preguntó entonces Sonya.

"Solo deben dispararles a sus contrincantes y ponerlos a dormir" explicó Chris simplemente. "El primer equipo en perder a todos sus miembros tendrá que mandar a uno de los suyos a casa esta noche por la resortera".

Todos los concursantes han recibido todo su equipo disponible de cacería, tenían sus gorros de camuflaje puestos y se aseguraron de colocarse bien los lentes protectores. Todos ellos tenían sus armas en las manos, ya cargadas con los dardos tranquilizantes.

"Recuerden: solo tienen 10 minutos para pensar en una estrategia ganadora" les recordó el anfitrión, revisando su reloj. "El tiempo empieza a correr… ¡ahora!"


Los Conejos Rabiosos llegaron hasta un valle abierto rodeado a la distancia por árboles. No tuvieron que pensar en un plan cuando la capitana dio un paso al frente y tomo el control de la situación.

"¡Atención, camaradas! ¡Este es el plan!" dijo Chantal, llamando la atención de los demás, "Vamos a separarnos en equipos de dos e iremos por diferentes caminos. Así podemos cubrir más terreno y tienen a alguien para cubrirles la espalda".

"Que bien, porque me pica la espalda" comentó Lucas tratando de rascarse, pero no alcanzaba el lugar.

"¿Alguien tiene dudas?" pregunta Chantal, ignorando el comentario de Lucas.

Nigel abre la boca para presentar sus constantes quejas sobre la capitana, pero Maggie lo silencia de inmediato.

"Si no tienes nada bueno que decir, pues no digas nada en absoluto".

"Entonces deja de mugir, ¿quieres?" respondió Félix con una pequeña sonrisa, ganándose un ceño fruncido de la vaquera.

"¿Y tú alguna vez dejaras de maullar?" dijo Maggie, limpiándose una oreja para mostrar su punto, ganándose una mirada asesina del magnate.

Chantal solo se frota las sienes al ver los pleitos en su equipo, hasta que nota a Ginger levantando la mano para responder. La capitana le da permiso de hablar.

"¿Alguien ha visto a Hunter?"

La pregunta de Ginger llamó la atención de los demás. Todos vieron sus alrededores, buscando señales de su compañero de equipo, pero no había ni rastro de él.


Confesionario

Hunter - "Este desafío ya lo tengo en la bolsa. No necesito de esas ratas para ganar".


"Bueno, el tipo es un cazador. Debería estar bien solo" dijo Karen, sin preocuparse por su compañero perdido. "Además, ahora somos pares".

"Tienes razón, camarada" sonrió Chantal al ver que al menos alguien de su equipo mantiene la cabeza en el juego. "Nos dividiremos en dúos: Maggie y Sonya; Raymond y Yoshi; Félix y Nigel; Ginger y Lucas; y Karen y yo".

Todos se juntaron con su respectiva pareja. Maggie y Sonya chocan los puños. Raymond le ofrece un choca los cinco a Yoshi, quien lo mira confundido. Nigel tenía una sonrisa complacida sobre Félix, quien se limitó a rodar los ojos. Ginger tenía una sonrisa ansiosa y abrazó a Lucas. Karen sonríe complacida cuando se une a Chantal con su arma en alto.

Justo en ese entonces, se escuchan el ruido de unas sirenas por la zona, anunciando que la guerra de paintball ha comenzado oficialmente.

"¡Hasta la victoria, camaradas!" exclamó Chantal por última vez, cuando todos se fueron por sus propios caminos.


Los Halcones Rapaces habían llegado hasta el mismo lago en que se enfrentaron a los animales salvajes en el desafío anterior. Algunos pensaban en alguna estrategia, pero la autoproclamada líder les recordó eso al levantar la voz y empezar a dar órdenes.

"¡Escuchen, mosquitos! ¡Su único trabajo aquí es permanecer de pie a toda costa! ¿Son capaces de hacer, aunque sea eso?" exclama Agatha.

"La pobre mastodonte alimentando su ego menospreciando a los débiles. Eso es tan entretenido" comentó el sonriente Isaac.

"¿Cómo me dijiste, mosquito?" le gruñe la chica rusa con un puño al frente.

"Nada, él no dijo nada" se interpuso Clover, pensando que era mejor no meterse en esta discusión, "No dijiste nada, ¿verdad, Isaac?"

"¿Acaso tengo prohibido expresar mis pensamientos? Yo solo estaba diciendo la verdad" respondió Isaac fingiendo sentirse ofendido, mientras desviaba su cruel mirada hacia la militar. "¿Cuál es el problema? ¿Temes que los demás sean capaces de aplastarte por ser débil?"

Ese comentario parece haber tocado un nervio en Agatha, pues tenía una mirada sorprendida y furiosa sobre el hombre sombra. Sin embargo, en lugar de arremeter contra él, ella toma su cerbatana y la parte por la mitad con un rodillazo.

"¡Ni pienses por un segundo que soy débil! ¡Yo soy la más fuerte aquí, y se los voy a demostrar a todos!" exclama la chica militar, crujiendo sus nudillos. "Mis puños son todo lo que necesito para poner a esos mosquitos a dormir".

Acto seguido, Agatha se va por un camino al azar, dejando a todo su equipo solos a su suerte.

"Y ahí va nuestra capitana" comentó Otis secamente. "¿Alguien tiene un plan?"

"La idea de ir por separado es estratégica, ya que reducimos nuestra posibilidad de que nos derriben a todos al conjunto" comentó Clover su plan de juego. "Cada quien va por su camino e intenta derribar a los que pueda".

"¿No se supone que el equipo debe permanecer unido y eso?" cuestiona Perla al verlos tomar sus propios caminos por separado.

"No te preocupes, nena, yo iré contigo" Julien se colocó al instante junto a ella.

"Y yo mejor voy con ustedes para que no hagan algo fuera de lugar" agregó Otis, juntándose con ellos.

"¡Oh, alguien está ansioso por formar un trio!" sonrió el bromista.


Confesionario

Otis - "Este chico Julien me está empezando a poner de los nervios con esos chistes morbosos. Mientras más pronto lo echemos, mejor".


"¡Muy bien, mis amigos! ¡Les deseo suerte a todos! ¡Confío en ustedes para obtener la victoria!" les dijo Diego, apoyado en cuatro patas sobre la rama de un árbol, su cerbatana en la mano.

"¡Espera! ¿No vendrás con nosotros?" le ofreció Perla.

"¡Si, nene, podemos pasar un rato muy divertido!" estuvo de acuerdo Julien, aunque es evidente que su definición de diversión era diferente.

"No estaré solo, pues tengo a mi amigo cabeza dura, Wilbur" les respondió el chico salvaje sosteniendo la susodicha pelota de golf con rostro en su mano.

Entonces él mueve la pelota como si tratara de llamar la atención, y Diego lo mira incrédulo.

"Tranquilo, no te alteres. No lo decía en serio" se disculpaba él con la pelota de golf como si se tratara de un amigo real. "Tú sabes que te quiero mucho".

"¿Ese chico le está hablando a una pelota de golf?" cuestionó Rita incrédula.

"Así es" respondió Julien.

"¿Y él sabe que esa pelota es un objeto inanimado?" preguntó Erika.

"Creo que si" supuso Otis.

"Ok, estamos desperdiciando tiempo" habló entonces Clover, prefiriendo ignorar el asunto de hablar con pelotas. "¡Cada uno vaya por su camino y mantengan sus cerbatanas en alto!"

"¿Cómo se activan estas cerbatanas?" preguntó entonces Tony, tocando su cerbatana en varias partes como si buscara algún botón por el estilo.

"¿Acaso tú nunca sales de casa, niño?" cuestiona Otis incrédulo, siendo esta la tercera vez que lo escucha preguntar sobre tal cosa como si nunca hubiera escuchado de eso.

"Solo debes llevar la cerbatana a la boca, inhalar mucho aire, y soplar fuerte para que el dardo salga disparado por el otro extremo hacia su objetivo. Mientras más aire inhales y más fuerte soples, el rango del disparo será mayor" explicó Erika de manera técnica.

"¿Cómo esto?" Tony se llevó la cerbatana a la boca e inhalo mucho aire, lo cual fue un grave error.

El dardo fue succionado directo en la boca y terminó por incrustarse justo en su lengua, causando que el chico caiga al suelo totalmente inconsciente.

"Ok, eso fue muy inoportuno" comentó Clover desesperanzada. "Ahora solo somos nueve contra los once miembros de los Conejos Rabiosos".

"Y para empeorar las cosas, solo tenemos cerbatanas y ellos tienen armas útiles" agregó Rita con desdén.

"¡No pierdan las esperanzas, mis amigos!" les dijo Diego después de terminar su discusión con Wilbur. "¡Solo debemos aprovechar todas nuestras fortalezas y sobreviviremos!"

"Si, ¿cuáles fortalezas específicamente?" cuestiona Rita. "Te recuerdo que nos estamos enfrentando a un cazador, un acróbata, una pirata y un maestro del kung-fu".

"Y nosotros tenemos a una militar, un mecánico, una agente, un cavernícola, y una especie de demonio mágico" continuó Perla, tratando de ver el lado bueno de la situación.

"Eso realmente no me anima, la verdad" respondió la científica.

En ese entonces, las mismas sirenas resuenan en la zona, anunciando el comienzo de la guerra de paintball.

Al ver que ya no hay tiempo de seguir discutiendo, todos van por sus propios caminos. Julien se lleva a Perla con él, y junto a ellos va Otis también. Diego salta hacia las hojas de los árboles, camuflándose por completo. Rita le hace una señal a Erika para que la acompañe, algo que ella acepta. Isaac se derrite en las sombras y desaparece de la vista.

"Supongo que no hay problema que te dejemos aquí" comentó Clover, viendo por última vez el cuerpo inconsciente de Tony antes de alejarse por su propio camino.


La guerra de paintball había comenzado, y todos los concursantes tenían sus armas en alto (o en el caso de Agatha, sus puños). Los dos equipos habían tenido una estrategia similar de separarse en pequeños grupos y merodear por diferentes zonas para cubrir más terreno.

En una zona del bosque, Chantal y Karen estaban caminando sigilosamente, sus armas en alto, buscando algún objetivo. Luego de un rato de caminata, Karen decidió empezar una conversación.

"Dime una cosa, Chantal: ¿Por qué me elegiste a mi como tu compañera para este desafío?" empezó la chica de vestido.

"Porque eres de los pocos en mi equipo que tiene los pies en la tierra y mantiene la cabeza fría" explicó Chantal con una pequeña sonrisa orgullosa. "Si voy a liderar este equipo, necesitaré camaradas confiables a mi lado".

"Espera, ¿estás sugiriendo que formemos una alianza?" se sorprendió Karen. "¿No te preocupa este asunto del topo?"

"Ya se los dije: No desperdicien sus fuerzas señalando sospechosos. Para que el equipo se mantenga unido, debemos aprender a confiar los unos a los otros" explicó la capitana. "¿Qué te parece la idea?"

Karen tenía una expresión sorprendida, sin esperarse que la líder del equipo le ofreciera una alianza con ella. Esto es algo que podría beneficiarla en sus planes.

"¿Sabes qué? Acepto la oferta"


Confesionario

Chantal - "Esta bien, lo admito: si estoy un poquito preocupada en el asunto del topo. Lo peor es que nadie pude estar seguro de quién es este traidor, pero por ahora es mejor enfocarse en los desafíos. Por eso estoy dispuesta a mantener cerca a Karen, ya que ella tambien mantiene su cabeza en el objetivo principal. No es que realmente confíe en ella, pero con todos los conflictos en mi equipo, necesitaré aliados cerca por ahora".

Karen - "Bueno, eso fue inesperado, pero no inoportuno. Saber que Chantal confía en mi me ayudará a mantener mi fachada. No obstante, no me gustaría tenerla cerca por demasiado tiempo".


"Entonces, ¿cuál es nuestro primer plan?" preguntó entonces la del vestido morado.

"Por ahora, solo enfoquémonos en gana este desafío".

Karen asiente mientras las dos seguían con su caminada buscando presas, cuando entonces…

¡Kaboom! ¡Kaboom! ¡Kaboom!

Las explosiones las tomaron por sorpresa, cuando cientos de bombitas explotaban alrededor de ella. Las dos chicas intentaron cubrirse, pero no servía de nada pues las explosiones no cesaban.

"¡Debemos retirarnos!" exclama Chantal.

Las dos chicas intentan huir de la zona, seguidas por las explosiones. Sin embargo, no logran llegar lejos cuando la capitana siente algo punzante en su brazo izquierdo. Ella apenas logra notar el dardo cuando el mundo se apaga para ella y cae inconsciente.

Karen se horroriza al ver a su compañera caída, pero las explosiones y unos dardos voladores no la dejan en paz, por lo que se escabulle entre los arbustos y desapareciendo de la vista.

Cerca del lugar escondidos entre los árboles aparecen Perla, Otis y Julien, quienes fueron los que orquestaron el ataque sorpresa. La chica rubia fue la que le disparó el dardo a la pirata, y tenía una sonrisa orgullosa en su rostro por su logro.

"Menuda puntería la tuya, Otis" se burló Julien al ver que una contrincante había escapado.

"Al menos estoy haciendo algo útil" testificó Otis, mirándolo con el ceño fruncido. "Tú, por otro lado, tuviste que hacer explotar esas bombas sin razón".

"¿Qué tuvo de malo? Tenía que excitarlas de alguna manera" se justificó Julien sin evitar la risa.

Otis solo se frota las sienes mientras niega con la cabeza, decidiendo que es mejor no perder su tiempo discutiendo con el bromista.

Perla, por otro lado, estuvo atenta a buscar más contrincantes, en caso de que Karen siga cerca, pero entonces nota unas hojas cayendo de las ramas, y el sonido de algo moviéndose en las sombras.

"Chicos, creo que tenemos…"

Perla no pudo terminar su oración cuando un dardo se incrusta justo en la nuca y poco después cae al suelo inconsciente.

Otis y Julien dejan su discusión al ver a su compañera caída, pero no tienen tiempo de respirar cuando otros dos dardos salen disparados y se incrustan en sus cuellos también.

"Si… más fuerte, nene…" gimió un mareado Julien antes de caer al suelo inconsciente junto a Otis.

Desde un árbol cercano, cierto cazador sonríe ante su logro antes de escabullirse.


Félix y Nigel estaban merodeando por otra zona del bosque, sus armas en alto, buscando contrincantes.

"¿Sabes algo? Casi siento lastima por el otro equipo" comenta Nigel entonces. "Nosotros tenemos un miembro de más y mejores armas".

"Pon énfasis en casi, porque yo pienso aprovechar nuestra ventaja" dijo Félix seriamente. "Después de todo, cualquier oportunidad para aplastar a la competencia es bienvenida".

"Tú ya me agradas" sonrió el estafador convencido. "Y hablando de oportunidades… ¿Qué te parece si mantenemos contacto?"

"¿Estás hablando de formar una alianza?" cuestionó el magnate.

"Aunque no me agrade nuestra capitana, ella dio buenos puntos" explicó Nigel. "Con un topo suelto, necesitaremos aliados para sobrevivir y permanecer en el juego. Y eso no es todo, también tenemos contrincantes en el equipo que se pueden volver molestos más tarde".

Félix se puso a pensar en esos puntos, asintiendo brevemente como si estuviera de acuerdo con su compañero.

"Lo tendré en cuenta, pero no prometo nada".

"Eso es suficiente para mí".


Confesionario

Félix - "Si, Nigel dio buenos puntos, pero eso podría ser un intento de manipularme. No pienso tomar esa clase de riesgos, al menos no por ahora".

Nigel - "Anoten otro aliado para mí. Sé que Félix no me dio una respuesta concreta, pero eventualmente se quedará sin opciones y tendrá que aceptar la oferta. A este paso, tendré suficientes aliados para tener un control sobre el equipo".


Mientras seguían avanzando, no notaron una sombra que se escondía entre las hojas de los árboles, observándolos como un animal listo para atacar.

De repente, algo golpea a Félix justo en la frente. El magnate gime de dolor cuando vieron lo que lo había golpeado: una pelota de golf con un rostro pintado.

"Pero qué demonios…"

En ese entonces, dos dardos salen volando directo a ellos, golpeándolos en el brazo y el hombro respectivamente, provocando que los dos chicos caigan al suelo inconscientes.

La misma sombra sale de su escondite y recupera su amigo pelota.

"Buena distracción, Wilbur"


Agatha intentaba desahogarse de una manera peculiar, dejando inconsciente a Ginger y Lucas a simples golpes, pero eso no servía para calmarla, pues no le tomo ni un minuto en pulverizar a los dos mosquitos.

Los dos pobres concursantes tuvieron la valentía de enfrentarla con sus armas, pero no fue suficiente para manejarla y la chica militar no mostró ni una pizca de piedad contra ellos.

"¡Ese payaso no tiene idea de lo que dice! ¡Yo soy la más fuerte!"

En ese entonces, ella escucha el sonido de una ramita rota y se da cuenta que hay alguien cerca.

Maggie y Sonya se cubren las bocas y permanecen ocultas detrás de los árboles, esperando que la chica rusa no las haya escuchado, pero entonces…

¡CRACK!

El propio árbol es arrancado del suelo por Agatha, quien tenía una sonrisa en su rostro al encontrar nuevos sacos de boxeo.

"No intenten correr, mosquitas" les dijo ella cuando parte el árbol arrancado por la mitad. "Nada puede escapar de Agatha".

Las dos chicas intentan detenerla con sus armas, pero la militar las atrapa a tiempo y las arroja lejos, para después enfocarse en ellas.

"¿Qué pasó con tu arma?" cuestiona Maggie entonces, notando que ella nunca tuvo su cerbatana en la mano.

"Era muy aburrida" respondió Agatha crujiendo sus nudillos, antes de tomarla por la camisa y levantarla para tenerla a su altura, "Esto es más divertido".

Sonya logra alejarse de su contrincante, para después visualizar su arma a la distancia. Ella intenta escabullirse para tomarla, pero antes de llegar voltea y ve a Agatha dándole un fuerte cabezazo a Maggie que la deja inconsciente.

Entonces la chica militar ve a su otra víctima tratando de escapar, y se echa a correr hacia ella como un rinoceronte listo para embestirla. Sonya reacciona y recupera su arma, para después soltar un grito de guerra y disparar a quemarropa hasta vaciar el cargador.

Una vez se le acaban los dardos, Sonya abre los ojos y observa a una Agatha a menos de un metro de ella, totalmente cubierta por dardos, intentando mantenerse de pie, pero no puede aguantar más y finalmente cae al suelo inconsciente.

"Eso estuvo muy cerca" suspiró ella de alivio.

Sin embargo, no tuvo tiempo de pensar en algo más cuando un dardo se incrusta en su cabeza, dejándola inconsciente también.


Erika y Rita estaban merodeando una zona cerca del lago en que se había reunido el equipo al principio. La científica caminaba detrás de su compañera, mirándola detenidamente como si intentara analizarla.

Como la científica había comentado antes, ella no pudo evitar notar comportamientos peculiares durante estos días: Ella nunca a tocado la comida en ningún momento; apenas utiliza los baños, y cuando rara vez lo hace es solo por el lavamanos; por mencionar algunos.

Y eso no acaba ahi, pues ella tambien mostró características corporales inusuales: Piel bastante fría que contrasta con el calor corporal normal; cabello con textura artificial; ojos que muestran brillos azules; y cuando fue a revisar su pulso cardiaco... solo para no hallar absolutamente nada.

"Oye, Erika, ahora que estamos solas me gustaría hablar contigo sobre algunas cosas" empezó ella la conversación mientras seguían caminando.

"Por supuesto" asiente Erika alegremente. "¿Sobre qué te gustaría hablar?"

"Sobre ti"

"¿Yo?" cuestiona ella confundida, "¿Sobre qué específicamente?"

"Sobre tus comportamientos y características peculiares mostrados durante estos últimos días" explicó la científica. "Tengo dudas que necesito aclarar".

"No tengo ningún problema conmigo misma" expresó ella positivamente. "Estoy perfectamente bien".

"Me cuesta creer eso último" respondió la científica, mirándola fijamente.

Erika volteo para mirarla también. "¿Tienes algún problema conmigo, Rita?"

"Yo nunca dije eso. Solo quiero que me aclares unas dudas" respondió la científica con la mirada seria.

Erika se encoge de hombros aceptando la respuesta "Esta bien, ¿qué quieres saber?"

"Primero, tus hábitos alimentarios" empezó Rita.

"Uhm… ¿Cuáles hábitos?" se confundió ella.

"¡Exacto! ¡En ningún momento te he visto ingerir nada!"

"Que no me veas haciendo algo no significa que no lo haya hecho" testificó Erika.

"Llevo dos días seguidos siguiéndote y nunca te he visto comiendo nada, o usar los baños comunales".

"¿Cómo sabes eso último?" cuestiona ella. "Sabes que eso puede considerarse como acoso, ¿verdad?"

"Nunca cuestiones los métodos de un científico, pero eso no viene al caso" respondió Rita subiéndose los lentes. "El caso es que tú estás guardando secretos, posiblemente relacionados con el susodicho topo".

"Rita, ¿estas acusándome de algo?" ella la miraba con tono serio.

"En realidad, sí. Te estoy acusando de ser la topo".


Confesionario

Rita - "En realidad, ninguna de las peculiaridades de Erika se relaciona con el topo, y realmente no estoy interesada en eso. No obstante, cuando una persona se encuentra bajo presión, esta puede soltar algo de información útil".


"Rita, te puedo asegurar que yo no soy una topo".

"Eso lo diría cualquiera. Necesitas más que solo eso para convencerme" la científica se cruza de brazos. "Si no eres una topo, entonces… ¿cómo explicas tus hábitos de no comer nada, o nunca usar los baños? ¿Cómo explicas tu piel fría, tus ojos con brillo, tu cabello falso, o la falta de latidos del corazón?"

Erika miraba con los ojos abiertos a su compañera, sin saber que decir al respecto. Por un lado, estaba incomoda al escuchar todo lo que habrá hecho la científica para descubrir esos detalles en tan solo dos días. Por otro lado, estaba nerviosa al saber que la tenía acorralada y con pruebas suficientes para enfrentarla. Parece que ya no le queda otra opción.

"¿Y bien?" Rita estaba impaciente.

"Yo…" Erika observaba rápidamente sus alrededores, pensando en una respuesta, pero entonces su vista se detiene sobre algo familiar pero extraño al mismo tiempo. "¡Oye, mira eso!"

"No intentes escapar de la discusión, mentirosa" le advierte la científica.

"Yo nunca he dicho una mentira en mi vida" respondió ella, observando su objetivo más de cerca. "Solo estoy señalando una extraña anomalía".

Rita arquea una ceja ante esa explicación, convencida de que Erika solo intenta hacer que se olvide del tema. No obstante, ella observa lo que estaba señalando y no se siente atraída.

"Solo es el cuerpo tirado de Tony. No veo ninguna anomalía".

"¿Entonces es normal que presente unas mutaciones como esa?"

Rita sigue sin entender, por lo que se asoma y observa más de cerca a su compañero caído… y abre los ojos en asombro.

Las manos de Tony tenían unas garras huesudas, su piel tenía unas pequeñas manchas purpuras, y su lengua, aun con el dardo incrustado, tenía un color amarillo.

"¿Qué demonios le pasa?" jadeó Rita en incertidumbre.

"No tengo idea" respondió Erika. "Nunca he leído, visto, o escuchado sobre síntomas como estos".

"¡Porque no hay enfermedad que presente esta clase de síntomas!" exclamó en respuesta. "Esto parece más una especie de mutación".

Erika estaba por decir algo más, pero entonces es interrumpida por el golpe de un dardo en su nuca. Sus ojos se cierran y ella cae al suelo también.

Rita va a auxiliarla queriendo quitarle el dardo, pero al hacer contacto con su mano, recibe una descarga eléctrica que la obliga a alejarse.

La científica se queda atónita por eso, mientras ve incrédula a las extrañas deformaciones de Tony y la figura apagada de Erika. Esto era demasiado para procesar.

"¿¡Qué está pasando aquí!?"

En ese entonces, todo su mundo se oscurece cuando otro dardo se incrusta en su brazo, causando que la científica también caiga inconsciente.

Desde unos árboles cercanos aparecen Raymond y Yoshi. El patinador tenía una sonrisa orgullosa en su rostro.

"Ahí va otro" comentó él con su arma en alto. "A este paso vamos a ganar otra vez".

"No te confíes demasiado" le aconsejó el guerrero. "Nuestros contrincantes podrían sorprendernos".

"¿Cómo? Nosotros tenemos ventaja numérica. No hay forma de que ellos…"

Raymond no pudo terminar su oración cuando sintió algo punzante en su nuca y cayó al suelo inconsciente.

Yoshi no dijo nada y solo se limitó a no mostrar una creciente sonrisa por la ironía. Aun así, fue a auxiliar a su compañero, pero fue entonces cuando sus instintos de guerrero le advirtieron de un peligro inminente.

El artista marcial se queda quieto durante varios segundos, hasta que, en un momento fugaz, él esquiva un par de dardos que llegaron de direcciones diferentes. Él toma su arma y rápidamente dispara en dichas direcciones.

Desde esos lugares se tropiezan Clover y Diego, quienes fueron los que intentaron derribarlo sin éxito. Los dos concursantes tenian dardos clavados en sus cuerpos y eventualmente caen al suelo inconscientes.

Yoshi baja su arma y se dispone a caminar en otra dirección, sin darse cuenta de que la pelea no había terminado. A sus espaldas, Diego abre los ojos, sin verse muy afectado por el dardo, y apunta con su cerbatana a su contrincante.

"Jejeje, soy una sombra"

No obstante, otra sombra cae sobre él, destrozando el arma al instante y le dispara a quemarropa sobre todo el cuerpo hasta que finalmente queda inconsciente.

"No era necesaria tanta crueldad" le dijo Yoshi al concursante que lo había salvado del ataque: Hunter

"Este loco pudo aguantar esos dardos. Tenía que estar seguro" se justificó el cazador.

"¿Están todos bien?"

Los dos voltean y ven a Karen llegar desde unos arbustos. Ella se ve aliviada al reencontrarse con sus compañeros.

"¿En dónde te habías metido tú?" la regañó Hunter.

"Haciendo exactamente lo mismo que ustedes: sobrevivir" respondió la chica de vestido, claramente ofendida. "Por si no lo han notado, somos los últimos en pie del equipo".

"Tch, por supuesto que sí" gruñó el cazador.

"¿Qué hay del otro equipo?" preguntó Yoshi.

"Eso es lo bueno: ya solo queda Isaac" respondió ella con una sonrisa.

"Excelente, esto será pan comido" el humor de Hunter cambió a confiado, levantando su arma.

"No debemos subestimar a Isaac" les aconsejó Yoshi. "Ese sujeto parece tener magia negra muy peligrosa".

"Lo único que ese payaso tiene es demasiado maquillaje de mimo y trucos baratos de circo" se burló el cazador mientras revisaba su arma para ver si aún le quedaban municiones. "Solo debemos hallarlo, derribarlo, y ganaremos".

"¿Y cómo planeas hallarlo?" cuestiona Karen.

"Yo voy hacia ustedes"

Los tres se congelaron por la gruesa voz que resonó en todas direcciones. De repente parecía que se hizo de noche cuando un humo negro emergía de la nada y los rodeaba a los tres.

Yoshi y Hunter levantan sus armas, mientras Karen prefirió escabullirse y refugiarse entre los arbustos. Los dos concursantes observan en sus alrededores, tratando de ubicar a su último contrincante, pero el humo era demasiado espeso y los rodeaba.

Una sombra sonriente se estaba moviendo a toda velocidad a través del humo, y los dos chicos trataban de acertarle un tiro, pero era imposible. Cada dardo solo lo atravesaba como el aire o ni le rozaba.

"¡Deja de esconderte, cobarde!" grita Hunter frustrado. "¡Da la cara y pelea como hombre!"

"Aww, el intrépido cazador ahora se siente impotente" se ríe la voz gruesa mientras seguía moviéndose a su alrededor.

Las sombras se acercaban rápidamente y ninguno de los disparos tenía efecto, hasta que…

"¡BOO!"

Un sonriente Isaac se había aparecido justo frente al artista marcial, quien se sorprende e intenta encestarle una patada, pero solo atravesó al sujeto como si fuera un fantasma.

"¡Enfréntanos, cobarde! ¿Acaso tienes miedo?" le grita Hunter en un intento de provocarlo.

"Yo no le temo a nada, y mucho menos a un par de patéticos mortales"

Toda una horda de fantasmas de Isaac empezaban a aparecer alrededor de ellos, todos riéndose y burlándose de ellos y su impotencia al mismo tiempo.

"¿Por qué no solo se dan por vencido? Saben que no tienen oportunidad contra mi"

"¿Cómo rayos vamos a derribar a este tipo?" gruñó Hunter tratando de derribar a los fantasmas de Isaac sin éxito.

"Ya pensaremos en algo. Solo mantén la calma" le dijo Yoshi, aunque debe admitir que él también estaba nervioso.

"¿Que me calme? Estamos rodeados por humo mágico, tratando de derribar a un demonio, y este solo se burla de nosotros" resaltó Hunter con rabia. "¿¡Y tú me pides que me calme!?"

Los dos concursantes estaban nerviosos, tratando de derribar a su contrincante, quien solo se divertía de verlos fallar. No obstante, este juego debe acabar en algún momento, por lo que decide ponerle fin a esto.

El auténtico Isaac finalmente se aparece justo detrás de los dos concursantes, para luego tomar sus cabezas con sus garras, mientras sus ojos irradiaban su oscura aura. Antes de que ellos pudieran reaccionar…

"Duerman"

Hunter y Yoshi sienten como si el aire fuera extraído de sus pulmones y sus ojos pierden su luz, para después caer al suelo totalmente inconscientes.

Escondida entre los arbustos, Karen fue testigo de toda la escena, y estaba atónita.


Confesionario

Karen - "Ya sabía que Isaac contaba con verdadera magia, pero nunca pensé que llegaría tan lejos con eso. Esto sí que es preocupante".

Yoshi - "He escuchado relatos sobre la magia negra y sobre demonios, y Isaac parece tener un dominio total de estas artes... Tendré que investigar sobre esto para estar seguro".


"Estoy aquí para cobrar mi pago"

Karen salta del susto cuando escucha esa voz detrás de ella. Ella voltea para ver a Isaac, quien la miraba complacido y cambiaba su tono de voz grueso y oscuro por uno más normal y elocuente.

"¿Hablas en serio? ¿No pudiste esperar hasta después del desafío?" cuestionó ella incrédula.

"Si, pero vi este momento como el más adecuado" respondió Isaac simplemente. "Quiero que me cumplas ese favor ahora".

"¿Por qué tanta prisa? De seguro puedes esperar hasta otro día".

"Ya he visto lo que pasará en esta isla en los siguientes días, y prefiero no estar aquí para cuando todo eso ocurra".

"¿De qué estás hablando? ¿Qué va a pasar?"

"No es de tu incumbencia, eventualmente lo sabrás. Ahora mismo estamos hablando de negocios" le recordó él, mirándola fijamente. "¿Vas a cumplirme ese favor ahora?"

"¿Y si te digo que no?" ella se cruza de brazos.

Isaac parecía fruncir el ceño, pero sin dejar su inquebrantable sonrisa. Sus ojos vuelven a irradiar su aura oscura, y parece tener un efecto sobre Karen, pues ella empezó a gruñir de dolor y a convulsionar cuando su cuerpo empezó a moverse como una marioneta, cayendo al suelo de rodillas frente al Hombre Sombra.

"Entonces tendré que obligarte a hacerlo".

"G-Gah… ¡Esta bien, está bien!" apenas pudo decir eso, pues seguía gimiendo debido a las convulsiones. "¡Hare lo que sea!"

"Mucho mejor"

El aura en los ojos de Isaac se desvanece, y con ellos las convulsiones de Karen. Ella jadeaba pesadamente, pero logra recomponerse y ponerse de pie, y mira a un complacido Isaac con desdén.

"¿Cómo hiciste eso?" ella se atrevió a preguntar.

"Como aun no has cumplido con tu parte del trato, yo tengo derecho a obtener algo de ti hasta entonces" explicó él, señalándola directamente. "Por lo tanto, tú serás de mi propiedad hasta que me cumplas ese favor"

Karen lo mira atónita y un poco aterrada, y entiende que ya no tiene otra opción, por lo que solo se limita a suspirar en rendición.

"¿Qué quieres que haga?"

Isaac suelta una pequeña risa complacida y se quita el sombrero. Él mete su mano dentro para buscar algo, teniendo que meter todo el brazo para alcanzarlo como si realmente el interior del sombrero fuera infinito. Luego de un rato, saca una foto y se la pasa a la chica.

"Si no mal recuerdo, Chris se construyó una nueva casita en otra zona de esta isla. Lo que yo quiero se encuentra ahi" explicó Isaac, señalando la foto. "Encuentra esto y tráemelo. Yo estaré esperando justo aquí".

Karen observa la foto durante unos segundos, antes de simplemente asentir y marcharse por otro camino, pero antes de perderse de vista es detenida por unas garras reteniendo su brazo.

"Oh, y ni te molestes en intentar engañarme, porque lo sabré, y no querrás enfrentar las consecuencias".


Confesionario

Karen - "No entendía en absoluto lo que pasaba con ese payaso. No fue tan difícil colarme en el nuevo Hotel Spa de Chris y hallar ese extraño amuleto en una habitación de tesoros, pero Isaac parecía demasiado interesado en recuperarlo… ¿Qué sabe Isaac de todo esto?"

Isaac - "Es mejor que vayan preparándose, pobres mortales, porque esto… es solo el comienzo".


Luego de casi una hora de espera, Isaac sintió la presencia de Karen cerca. Él observa a la chica sosteniendo algo pequeño en un puño.

"Piensa rápido" ella la lanza el objeto, y él lo atrapa entre sus dedos.

El objeto consistía en una especie de amuleto, una gema circular purpura modificada para convertirlo en un collar, solo que sin una cadena.

"Ya estas a salvo" el hombre sombra admiraba el amuleto como si fuera un tesoro.

"Está bien, ¿por qué tanto escándalo por simple joyería?" decidió preguntar ella, tratando de saber más.

"Tu pequeña mente mortal no sería capaz de comprenderlo" fue la respuesta de Isaac. "Solo debo decir que estoy agradecido".

"Espera… ¿entonces eso significa…?"

Isaac asiente con la cabeza y vuelve a ofrecerle la mano al igual que cuando hicieron el trato en primer lugar. Karen entiende el gesto y toma la mano también.

"Fue un placer hacer negocios contigo, Karen. Has pagado tu deuda, por lo que quedas oficialmente libre de mi control".

"Nunca volveré a hacer un trato contigo" ella se cruza de brazos, prefiriendo olvidar todo este lio.

"Nunca digas nunca" le dijo él con su típica sonrisa risueña.

"¿Y ahora qué?" pregunta ella entonces. "¿Podemos finalmente continuar con el desafío?"

Isaac extiende una mano, invocando su cerbatana que nunca utilizó. Él recupera uno de los dardos guardados… y se apuñala en el pecho con esto.

Karen observa incrédula como Isaac solo se acuesta en el suelo después de incrustarse ese dardo. Este sujeto solo era un misterio tras otro.

"¿Qué demonios acaba de pasar?"

"¡Lo que paso es que ganaste, Karen!" la voz de Chris resonó entre los altavoces. "¡Con un último jugador en pie, los Conejos Rabiosos vuelven a ganar!"


La noche había caído en la isla, y los Halcones Rapaces fueron a presentarse en la ceremonia de eliminación. Todos ellos estaban un poco mareados por los efectos de los dardos tranquilizantes.

"¡Bienvenidos de vuelta, Halcones!" saludó Chris una vez llegó al lugar con su plato de malvaviscos. "Debo resaltar que tuvieron un progreso bastante peculiar en el desafío de hoy, ya que pudieron haber ganado si no fuera por ciertas decisiones tomadas por algunos de ustedes".

Los diez miembros del equipo se sentían avergonzados por su segunda derrota consecutiva.

"Asumo que ya conocen el ejercicio. Vayan al confesionario a depositar sus votos"


Confesionario

Otis - "Hmm, ¿a quién votar? Tony no ayudo en nada, Julien me está poniendo de los nervios, y Isaac prefirió tirar su victoria por el retrete… Al menos los dos últimos pueden aportar al equipo, supongo".

Perla - "Es tan difícil votar por un compañero cuando nadie tiene la culpa… Supongo que tendré que elegir a Tony por perder al comienzo, pero no es nada personal".

Agatha - "¿¡En qué diantres estaba pensando ese mosquito para desperdiciar esa oportunidad de ganar!?"

Rita - "Debo decir que muchas cosas pasaron el día de hoy, y mi mente aún está procesando todo eso, pero asumo que ustedes ya saben por quién votaré yo"

Erika - "Rita sabe demasiado. Es mejor deshacerme de ella antes de que sea tarde".


"Muy bien, ya tengo todos sus votos" anunció Chris con una sonrisa ansiosa. "Uno a uno iré llamando a sus nombres, y les pasaré el malvavisco que les asegura un día más de estadía en la isla, y un paso más cerca del millón de dólares".

Los concursantes estaban nerviosos, cruzando los dedos por ser llamados.

"Los siguientes concursantes están a salvo…"

"Clover"

"Agatha"

"Diego"

"Perla"

"Otis"

"Erika"

"Julien"

"y Rita"

Los concursantes que fueron llamados atraparon sus malvaviscos con un suspiro de alivio, dejando únicamente a Isaac y Tony.

"Ya solo queda un malvavisco" señala Chris, echando un ojo sobre los últimos dos. "Tony, estas en peligro por ser el primero en caer de tu equipo, y fue porque no supiste usar una cerbatana. Isaac, estas en peligro por haber desechado una victoria fácil para tu equipo".

"Créeme, anfitrión, es mejor de esta manera" fue la respuesta de Isaac.

"Ajá, si, lo que tú digas" Chris le restó importancia, mientras sostenía el malvavisco final. "El último malvavisco es para…"

"Tony"

Tony suelta un suspiro de alivio al recibir su malvavisco, mientras Isaac solo observaba sin inmutarse.

"Isaac, has sido eliminado de Drama Total: Encantados. Es tiempo de que dejes la competencia… para siempre".

Isaac no muestra ningún signo de lamento. Él solo se levanta y observa a sus ahora ex compañeros de equipo.

"Bueno, esto fue una interesante experiencia. Debo admitir que todos ustedes son unos mortales bastante curiosos, especialmente el cavernícola".

"Creo que está hablando de ti" le susurró Diego a Otis, quien solo rueda los ojos sin interés.

"Sin duda les estaré echando un ojo, y hasta podrían serme útiles en el futuro, pero por ahora es un hasta pronto".

Isaac se quita el sombrero y se inclina con respeto en señal de despedida.

"Hasta entonces los estaré vigilando"

El Hombre Sombra se eleva en el aire y cruza sus piernas en pose de meditación, sonriéndoles a todos por última vez.

"Estaré vigilándolos"

Un humo negro envuelve al sujeto hasta cubrirlo por completo. Acto seguido, el humo se desvanece, y Isaac había desaparecido por arte de magia.

"Hmph, que molesto" expresó Rita, alegre de que se haya ido.

"¿Deberíamos estar preocupados?" les pregunta Perla nerviosa a sus compañeros.

"Nyet, de seguro ese payaso solo lo dijo para asustarnos" supone Agatha.

"Bueno, campistas, es todo por hoy" los despide el anfitrión. "Descansen todo lo que puedan, porque mañana será otro día más de tortura para ustedes".

Los nueve concursantes se retiran del lugar, listos para ir a descansar y tratar de recuperarse del desafío. Una vez se pierden de vista, Chris voltea a la cámara para cerrar el episodio.

"Este fue un capítulo lleno de sorpresas, y sin duda dejará mucho de qué hablar. ¿Qué ha descubierto Rita? ¿Qué están escondiendo Erika y Tony? ¿Alguna vez lo sabremos o será un completo misterio? ¿Y será que volveremos a usar la Resortera de la Vergüenza? ¡Espero que sí! Sintonicen la próxima vez, para otro divertido episodio de…"

"¡Drama! ¡Total! ¡Encantados!"


CONCURSANTES

Halcones Rapaces: Agatha, Diego, Clover, Julien, Erika, Otis, Perla, Tony, Rita

Conejos Rabiosos: Félix, Chantal, Hunter, Ginger, Raymond, Karen, Lucas, Maggie, Nigel, Sonya, Yoshi

Expulsados: Bianca (Halcones Rapaces), Isaac (Halcones Rapaces)


Notas Finales

Ok, sé que dije que este capítulo iba a llegar una semana después del anterior, pero me tardo más de un mes en subirlo. Les debo una explicación.

Durante este mes estuve bastante ocupado ayudando a mi familia con los impuestos, unos días sin computadora, y uno que otro maratón en Netflix. Esa es mi excusa por haberme tardado tanto. Sin embargo, todo eso ya esta solucionado, por lo que dedicaré mi atención en mantenerme al día con esta historia, y tratar de tener el siguiente capitulo pronto, aunque no prometo nada.

Ok, ahora sí, hablemos del capítulo.

De seguro nadie se esperaba que me deshiciera de Isaac tan pronto, siendo un personaje bastante misterioso, pero nunca planee llevar al sujeto muy lejos. Sin embargo, él se fue satisfecho, pues recuperó lo que tanto buscaba. Eso será algo muy importante para el futuro, por lo que debemos ser pacientes. Como el mismo Isaac lo dijo: Esto es solo el comienzo.

No obstante, eso no fue lo único misterioso que vimos, pues Rita parece haber descubierto algo sobre Erika y Tony. ¿Qué estarán ocultando esos dos? Solo el tiempo lo dirá.

A diferencia del desafío anterior, este fue más único en su tipo. Sé que en Todos Estrellas hicieron un desafío similar, pero aquí creo que logré darle un toque único para que no se sienta como una copia. Espero que hayan disfrutado de la acción vista aquí, y les aseguro que habrá más de donde vino eso.

Bueno, creo que no hay mucho más que comentar. Son libres de dejar alguna review dando su opinión, y también si quieren pueden presionar el botón para guardar esta historia en sus listas de favoritos.

Nos veremos en el siguiente capítulo, titulado ¡Luz, Drama, Acción!, que sin duda se va a inspirar en algunas temáticas vistas en la temporada del mismo nombre. ¡Hasta entonces!