Capítulo IV


En cuanto las explicaciones concluyeron y los tres magos se despidieron, tomando a cada quien su rumbo. Lupin llamó a Lucius...

–Gracias por todo lo de este día.

El rubio aristócrata sonrió de lado.

–No tienes que darlas. Severus ya no enviará dinero a esos muggles estafadores. Además todos recibimos beneficios. Descansa Lupin y deja de torturarte, hallaremos alguna solución para lo del hijo de Potter.

–Harry.

–Si... Harry. Y si la protección de su familia es necesaria buscaré sus raíces mágicas; o es posible que no las tenga. De cualquier modo hHallaremos alguien que si lo cuide como se debe.

Lupin asintió y por fin vio partir al otro mago.

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Narcissa ya había acostado a Draco y se alistaba para descansar, cuando escuchó unos toques en su puerta; no podía ser otro que Lucius.

–Adelante –dijo la bruja y el rubio mayor entró.

–Disculpa mi tardanza y que te interrumpa, pues ya veo que ya vas a descansar.

–No importa Lucius, si me has molestado como dices, que no es verdad. Pero lo has hecho por algo bueno, debo creer.

–Así es, hubo un avance en la investigación. Se lo comunicaré a Marcus esta misma noche.

–¿No es muy pronto?

–Quiero confiar en que no. Asimismo él debe saber que no siempre hay algo bueno, más que no todo son fracasos.

La rubia asintió, no obstante agregó:

–Déjame hacerlo a mí. Tu pariente es temperamental, más no deja de ser un caballero.

Lucius sonrió levemente.

–Como consideres mejor Cissy. Marcus se alegrara por partida doble. – Ella se ruborizó; más Lucius continuó– No lo veo mal, él a pesar de todo, ha respetado mi casa.

–Por supuesto Lucius. Aquí vive mi hijo y Marcus sabe que lo adoro.

El Malfoy asintió y se retiró a su dormitorio; no tenía nada que recriminarle a la Black. Igualmente él estaba haciéndose más cercano de cierto rubio trigo que bien alimentado y sano, cambiaba totalmente y todo ello para mejorar agradablemente.

Los dos Malfoy hablaron y si bien adoraban a Draco, era mejor para este tenerlo a los dos completamente plenos y felices, no atrapados y sin amor de pareja que enseñarle. Y todo eso era más factible al ser Draco un bebé.

...

Durante las semanas que siguieron a ese primer descubrimiento exitoso. Severus y Remus trabajaron codo a codo y es que Lucius les prometió que él se encargaría de los problemático Dursley y la decisión de Dumbledore.

Y casi un año estando en ese proyecto. Severus dejó que Lupin se bajara la manga y descansara en lo que comía una buena cena y fue hasta la sala sellada para colocar de inmediato las nuevas muestras. Snape abrió el micrófono que era lo único que comunicaba las dos habitaciones y de ese modo pudo hablar con el licántropo, pues con la convivencia se dio cuenta que el rubio trigo no le agradaba el silencio; el pocionista supuso que el motivo era que el Licántropo casi siempre huyendo no tenía con quien hacerlo durante largos periodos de tiempo. Y conociéndolo Remus se limitaba a hablarle aunque Severus respondiera solo con sonidos en muchas ocasiones:

–Lucius no ha venido, ya tiene más de tres días. –Se escuchó un sonido de estar de acuerdo de parte del pocionista, por lo que Remus continuó– Prometió que ya estaba cerca de llegar a algo...

Acotó Lupin comiendo un pedazo de carne y algo de puré de calabaza. Severus lo vio desde la habitación de las pruebas, por medio del cristal blindado que los separaba y comentó:

–Ayer fui a Ver Narcissa, y me dijo que Lucius ha estado visitando a los Sagrados Veintiocho* o los que quedan.

Remus dejó su cuchara con algunos chicharos y vio al pocionista desde su asiento:

–Oh vaya, eso es... interesante.

–Así es, por desgracia ni tu familia ni la mía ya son de ellos. En mi caso... mi propio nacimiento fue el motivo.

Remus se encogió de hombros y se comió otro bocado de su filete y al terminar de masticarlo, respondió:

–Yo no supe la causa. Sabes que si hay mestizos de inmediato la familia es borrada del grupo.

Severus hizo un sonido desdeñando lo dicho por Remus.

–Ya se lo preguntaras a Lucius cuando venga, pero se dice que los Malfoy para evitar las consecuencias de la endogamia**, si se casaron con... mestizos.

–¡¿En serio?! –exclamó Remus.

–Yo lo supe por algunas investigaciones; Lucius no lo aceptara. –se burló Snape.

Lupin sonrió y siguió comiendo. Severus vio al hombre lobo y sonrió de lado. El exgry ya se veía totalmente repuesto e incluso con color en la tez, al igual que su peso había aumentado y con el ejercicio que Lupin hacía; el pocionista se atrevía a afirmar que si no lo supiera no creería que Lupin era un licántropo y que sufrió por esta condición alguna vez.

Sin despegar la vista de los tubos de ensayo; Severus habló sin ocultar la emoción en su voz.

–Llevamos treinta minutos, Remus... –informó Severus y el aludido sonrió alzando los brazos en un gesto de triunfo.

Remus siguió comiendo, hasta dejar su plato limpio; pues no olvidaba lo que era no saber si comería y hasta cuando, a pesar de llevar ya casi un año en el lugar.

Remus dejó el plato sucio y acercó el otro con su postre: Una rebanada de pastel de chocolate y una taza de té de frutos rojos –pues desde que lo probó se hizo adicto a él–; Marcus se enteró de algún modo y ahora le mandaba cada semana una bolsa.

La otra puerta –la que daba a la sala– se abrió y Lucius llegó.

–Buenas noches, Remus y ¿Severus...? –Remus señaló el cuarto aislado y el rubio platino asintió, buscado un banco para sentarse. Snape agitó la mano un poco saludando, sin dejar de vigilar la evolución de las muestras.

Malfoy saludó al pocionista:

–Buenas noches Severus. Traigo novedades; sin querer interrumpir ¿se las digo o esperamos a que concluyas?

–Dilas Lucius. Deseo creer que no terminaré pronto. Lupin ha mejorado más que bien y se encuentra muy saludable.

Malfoy se volteó a ver a Lupin y le sonrió, guiñándole un ojo:

–Excelente Remus. Marcus estará más que agradecido, seguro que ahora si se animará a conocerte.

–Eso espero; a decir verdad tengo mucha curiosidad por conocerlo.

Lucius se acomodó en el banco y mencionó:

–Es que no quiere decepcionarse, no lo tomes personal; por lo demás los Malfoy somos misteriosos.

–Pero ¿acaso es Malfoy? –cuestiono Lupin.

–Por tanto si o yo Corvinus de algún modo. La cuestión es que como he descubierto en esta semana; todo el mundo mágico tiene alguna línea unida entre ellos; por supuesto si son de sangre pura.

Remus y Severus rodaron los ojos, aunque perdonaron la petulancia de Lucius, pues al parecer traía buenas noticias y sobre Harry seguramente.

–En todo caso Marcus no ha querido venir personalmente ver a Lupin por no crearse ilusiones ¿es lo que dices? –opinó Severus.

–No te equivocas Severus, ese el principal motivo. Esperemos que ese obstáculo desaparezca pronto y como Remus ha cumplido, yo lo he hecho igualmente. La verdad es que era algo que ya sabía, pero consideré justo no quedarme solo con esa opción, pues no sé cómo la tomaran ambos.

Severus volvió a instar a proseguir al Malfoy y este lo hizo no sin antes notar que el goloso licántropo no había probado bocado de sus postres.

–¿No te agradó el pastel Remus?

–Oh no, me ha encantado, es de chocolate oscuro mi favorito, pero deseo guardarlo en caso de que festejemos algo.

Los otros dos magos negaron con una sonrisa. Y el rubio platino continuó:

–Charlus Potter se casó con Dorea Black, hermana de la abuela de Sirius y mi esposa Narcissa; o sea fue la tía abuela de ellos; ese parentesco es el que la une a Draco y a mí de forma política, pero sobre todo a Narcissa y Draco. De ese modo Charlus fue hermano de Fleamont Potter...

–El padre de James... –terminó Lupin.

–Y eso hace a Narcissa sobrina lejana de Harry... o algo así. –comentó Lucius.

–¿Entonces... La protección de sangre de los Dursley, puede ser remplazada por...? –cuestionó ansioso Lupin.

–Probablemente sí; por la de los Malfoy, si tomamos en cuenta que Narcissa tomó mi apellido, como Petunia tomó al de ese obeso muggle.

Remus se lamió los labios que ya tenía secos y vio con anheló a Lucius:

–¿Y ustedes dos querrían hacerlo?

El Malfoy se quedó un segundo en silencio, mirando hacia Severus, por si este ya había concluido, pero al notar que no; respondió viendo directamente a Lupin.

–Sé que Narcissa no se negaría y yo... después de todo esto tampoco, sin embargo no podemos hacerlo. –dijo rotundamente Lucius.

Lupin se asombró y también se sintió muy herido, pues creyó conocer un poco a ese aristócrata y hasta llegar a apreciarlo, considerando que no era tan mala persona, más con esa respuesta; el rubio platino lo dejó impactado y para mal.

–... –Remus no dijo nada porque sus emociones bullían como en caldero con presión.

Severus salió, por fin del cuarto aislado y vio a ese par. Remus se notaba entre furioso y dolido, y Lucius descolocado, más sin perder los papeles.

–¿Cuál es el motivo de tu negación Lucius? –encaró el pocionista, sin atisbo de amabilidad.

Remus se levantó intempestivamente y se dirigió a Snape.

–Ni siquiera se lo preguntes Severus. No hay necesidad; solo es que siempre ha sido y será un idiota purista y mortífago que nos odia a todo nosotros. Solo nos soporta si le aportamos algún beneficio.

Remus se giró y fue hasta la puerta; más Malfoy le gritó:

–¡¿Creí que ya me conocías Lupin?!

Lupin colocó la mano en el picaporte y respondió:

–Si ya lo hice...

–¡Me juzgas y condenas sin siquiera darme el beneficio de la duda!

Increpó Lucius y avanzó hacía el licántropo, al llegar a él lo aferró del brazo y lo giró:

–Mírame cuando te hablo. –siseo el Malfoy.

Mientras, Severus se cruzó de brazos, pues no se necesitaba saber mucho para notar que ese par estaba discutiendo más como amantes heridos, que como amigos pidiendo un favor... o lo que fuera. Por lo mismo no intervino. Ya les diría cuando se calmaran que la muestra llegó hasta la hora de soportar y cuando cedió no lo hizo completamente.

Lucius encaró al rubio trigo a quien le llevaba solo un par de centímetros de estatura y habló con autoridad.

–Narcissa y yo nos separaremos dentro de poco ya hemos firmado los pergaminos. Ella... se irá a Escocia con Marcus. Si se lo pido podría llevarse a Harry y te aseguró que con Marcus en su vida, no habrá mortífago o Lord que quiera acercase a él; más tampoco podrían verlo ustedes. Por eso mismo Draco se quedará conmigo. La vida de Marcus (y si lo logramos) también la de William es totalmente hermética y secreta. ¿Eso quieres Remus? ¿No ver a Harry nunca?

–Yo... no, creo que no..., pero... ¿Narcissa no verá a Draco?

Lucius se calmó y soltó el fuerte agarre del brazo de Lupin:

–Ella se lo llevará algunas veces; más Draco no es perseguido o está en la mira de los medios y demás. Ahora que mi hijo sigue siendo un Black... ¿Si ustedes lo consideran viable? Mi casa y mi familia pueden sustituir a esos muggles, aunque seremos solo Draco y yo; pues si Narcissa se une a ello, sus hermanas... o primo podrían buscar como violentar ese lazo. En cambio con nuestra separación; esa parte Black queda descartada.

Severus gruñó y por fin opinó:

–Como les gusta darle vueltas a las explicaciones; por ahí hubieras empezado Lucius y Lupin... no seas dramático sin escuchar todo antes.

Los dos regañados regresaron a sus lugares y Severus se les unió sirviéndose un poco de té y sentándose. Bebió y los vio sonriendo –muy raro en él:

–Una hora y no cedió totalmente. –expuso.

El grupo exclamó y aplaudieron felices del resultado.

Remus sirvió un pedazo de pastel a los otros y alzando su taza brindó:

–Por el éxito de esta extraña sociedad Slytherin y Gryffindor.

Los exmortífagos no eran muy amantes al dulce como el licántropo, más aceptaron gustosos por el bien de la celebración. Posteriormente de un bocado. Malfoy preguntó:

–¿Entonces que deciden?

–Oh por favor. Yo estoy seguro ¿y tú Lupin? –dijo Severus.

–¿Podré verlo verdad? –interrogó Remus.

Malfoy sonrió más lobunamente que el propio hombre lobo y comentó muy normalmente.

–Podrías incluso vivir en Malfoy Manior, si te parece mejor.

Severus casi se atragantó con el té y Lupin... se puso tan rojo como una remolacha.

–Ay que sutil Lucius. –bufó Snape, más aportó– Aunque sería muy tonto si rechazas esa oferta Lupin.

–¡Oh por Merlín, ustedes son imposibles! –se quejó Remus, sin dejar de estar sonrojado.

Lucius vio como el licántropo se inclinó para comer su pastel y volteó a ver a Snape guiñándole, un ojo.

Los magos por fin se levantaron y Severus guió a los otros dos...

–Ahora si me disculpan quiero hacer otras pruebas; así que nos vemos mañana.

–¡¿Nos estás corriendo Severus?! –se ofendió Lucius.

–Sí, lo hago. –dijo parco el pocionista.

Lupin no se molestó y guiando el carrito con los trastes sucios; se dirigió hasta la puerta; esta vez el aristócrata lo acompañó y le abrió la puerta. Afuera, Malfoy no hizo intentos de retirarse y si de seguir a Remus.

En la cocina del departamento de Remus, este colocó los utensilios en el lavavajillas. Agarró un trapo y se limpió las manos sin girarse a ver al de ojos plata, y comenzó a decir...

–Lamento haber dicho todo eso, pero... es que me dolió mucho que te negaras.

–¿No creíste que lo haría?

–La verdad durante este tiempo, creí que llegué a conocerte y que me permitiste acercarme más...

Lucius exhaló y dejando el bastón sobre la barra de la cocina, se acercó al licántropo y le susurró al oído...

–Yo igualmente creo que nos acercamos... mucho y si tú quieres...

Lucius sopló sobre el cuello de Remus y este sintió un placentero escalofrió recorrerlo de pies a cabeza.

Como el rubio trigo no lo rechazó; Malfoy se atrevió a rodear la cintura de este con los brazos. Y besar el mismo lugar en el cuello.

–No hay prisa y mucho menos quiero que te sientas obligado por agradecimiento. –aclaró Lucius.

Lupin no regresó las atenciones del otro mago, sin embargo aseguró:

–No creo sentirme de ese modo, pues si fuera así no hubiera estado tan feliz el día que me dijiste que tu matrimonio no era tal.

–De eso hace un par de meses.

–Ciertamente. Y tampoco esperaría con ansias nuestras salidas a Privet Drive.

Malfoy sonrió sin soltar a Lupin. Lupin cerró los ojos disfrutando ese íntimo momento; creyendo totalmente que Severus no mintió... Entre los Malfoy si pudo haber matrimonios con mestizos y si se armaba de valor, de él dependía, que incluso hubiera hasta con hombres lobo.

...


*Los Sagrados Veintiocho fueron, según el autor del Directorio de Sangre Pura (se cree que pudo haber sido Cantankerus Nott), las veintiocho familias británicas que eran "verdaderamente de sangre pura" en la década de 1930. Los Malfoy son parte de estos, no así los Lupin y los Prince, los Potter dejaron de serlo cuando James se casó con la Lily jejeje

**En genética la endogamia es el producto de la reproducción de un acoplamiento de padres que están estrechamente relacionados genéticamente.

El resultado de la endogamia es un aumento de la homocigosis, lo que puede incrementar las posibilidades de que la descendencia sea afectada por rasgos recesivos o deterioros genéticos.

Lo de Charlus y Dorea lo investigué y si bien no se sabe mucho de este, si existe el antecedente.

...


Muchísimas gracias noona-kane y sakura1402