Días de abril: Mes NejiTen Chapter 4: Cuatro: Gender Bender, a naruto fanfic

Disclaimer: Naruto no me pertenece.

Cuatro: Tenko conoció a Nejimi en un enfrentamiento

Tenko no sabía si continuar parpadeando, incrédulo, o reírse por lo curiosa que le parecía la situación. Simplemente, veía cómo Iruka-sensei formaba cada equipo y asignaba un mentor, uno a uno, y, con el pasar de los minutos y viendo cómo cada compañero que tuvo en la Academia era clasificado, estaba quedándose casi sin compañeros. Sin compañeros varones.

"¿Acaso se formarán equipos de solo chicas?" se preguntó, ceñudo. A sus doce años, creyó que podría estar con los amigos que había formado durante sus años de Academia, pero vio cómo estos se iban en otros equipos. Pensó que su equipo cumpliría la típica y usual formación: chico-chica-chico. Solo que ese no era el criterio que él pensaba que era, sino que se debía cumplir la alineación de: destacable-bueno-malo. Y ese malo terminaba siendo, a veces, terrible. Él tenía la certeza de que era considerado bueno. No entendía por qué estaban dejándolo casi al final, habiéndose llevado a todos sus compañeros varones y solo observando que quedó con varias chicas con las que, francamente, no tuvo la intención de conversar durante su preparación.

—Un paso al frente, por favor: Ruka Lee, Nejimi Hyuga y Tenko. Pueden ir al campo tres, ahí estará su mentor.

"Oh, diablos"

El único varón que quedaba de los genin recién ingresados observó a quienes serían sus compañeras. No esperó que, de todas las chicas de su promoción, estaría la peor de ellas, la que aprobó a las justas el examen. Sin embargo, se resignó. Sonriente, se posicionó al lado de las dos genin, pensando que podrá ayudar a entrenar a la pelinegra de ojos grandes que observaba tímida a la Hyuga, quien solo miraba a Iruka. Tenko alzó ambas cejas: una tímida y una creída. Sabía que Nejimi era la destacable y, aun cuando él no era para nada prejuicioso y menospreciador del género femenino, se consideró mejor en varios aspectos que ella. No obstante, era la pelilarga la que parecía verlos con desdén, incluso fue la que se adelantó hacia el campo de entrenamiento, siendo seguida casi a tropezones por Lee.

Tenko suspiró, siguiéndolas. Nejimi parecerá antipática, pero, estaba casi seguro de que terminará llevándose bastante bien con Ruka y él será el desplazado. Por eso quería un equipo donde no se sintiera tan solo desde el comienzo.

No solo eso. Una vez que llegó al campo en mención, se percató de que su sensei era mujer también; se sintió más cohibido por ello. Aun así, quiso confiar en que, para ser jōnin, era excelente y sería una muy buena maestra. Reconoció, para sí, el parecido físico que estaba teniendo con Ruka, como si fuese su hija, mas los apellidos no cuadraban. Sin embargo, la afinidad inmediata se dio entre ellas dos, más aún habiéndose dado cuenta la sensei que Lee era pésima con todo tipo de jutsu. "Una pena", se dijo, mientras prestaba atención a las reglas desbordantes de pasión que daba la mentora. Después, llegó la parte que más esperaba.

—Bien, mis recién graduados genin. Ahora, quiero conocerlos uno a uno. ¿Alguien desea comenzar?

El castaño notó la mano bastante alzada de Lee, junto a un ligero sonroso en las mejillas de esta. La timidez con la que había llegado a ese campo se había esfumado.

—¡Mi nombre es Ruka Lee! ¡Vivo con mi abuela muy cerca del Barbacoa Ramen! Tengo grandes expectativas de usted, maestra. Siento que lograré mis objetivos con sus vibrantes enseñanzas y cumpliré mi sueño de convertirme en una ninja espléndida utilizando solo taijutsu.

Eso último había sido más de lo que podía soportar. Tenko quiso aguantar una risa, no de burla, sino por ese inusual deseo. Sin embargo, escuchó una risa al lado, una que le sonó muy presuntuosa: descubrió que Nejimi, al menos, sabía reír y mirar con desdén. Ruka, de inmediato, encaró a la Hyuga, preguntándole qué era tan gracioso.

—Con eso solo demuestras que eres una fracasada. ¿Cómo pretendes solo utilizar taijutsu?

—¡Para empezar, sé que podré, esforzándome mucho!

El único varón del equipo suspiró: no esperaba algo así en su equipo, con lo tranquilas que lucían. Hasta que vino la intervención de la mentora del equipo.

—Bueno, mis geniales estudiantes. Para empezar, hablan con una especialista en taijutsu. La mejor de la aldea —mostró el pulgar arriba—. ¡Pero sigamos, quiero conocerlos a todos!

Claro que pudo ver el gesto desdeñoso y, hasta cierto punto, malcriado de Nejimi al virar el rostro; esta última solo mencionó su nombre y optó por no responder la parte del objetivo. Por su parte, Tenko no tuvo problemas en afirmar que desea convertirse en un sannin, como lo es el famoso Tsunaiki, y que quiere llegar a ampliar su manejo de armas ninja. La maestra solo asentía a todo, luciendo muy emocionada. A Tenko le agradaba, aunque de a ratos le pareciera muy exagerada, pero tenía una actitud que motivaba. Continuó con la siguiente actividad.

—¡Muy bien, mis queridos nuevos pupilos! —dejó de ver el poste de tiro al blanco que estaba bastante alto, debido a la exclamación de Maito Kai—. Les tengo una prueba algo rigurosa. Sin embargo, antes de que exploten la llama de su juventud, necesito medir sus capacidades en combate y afinidad. Lee —se dirigió a la pelinegra del equipo—, como te veo un poco en desventaja en comparación con tus compañeros, haré el entrenamiento de iniciación contigo.

Tenko entrecerró los ojos al ver la postura media extraña de la alta mujer de mallas verdes, junto a la correspondencia emocionada de Lee. Aunque eso no le preocupaba.

Pasó saliva y miró a su costado, de soslayo, fijándose en la chica que seguía sin responder a las indicaciones de la jōnin. Ambos tenían que ser compañeros, sin posibilidad de cambio. "Lo que faltaba…" se dijo, sin saber cómo iniciar el entrenamiento. En primer lugar, no deseaba decirle algo que le parezca pesado y digno de burla; nunca había hablado con ella en la Academia. Segundo, empezaba a parecerle un tanto prepotente y no deseaba hablarle. Tercero, aún se mostraba incrédulo a que ella sea la estudiante destacable, puesto que no le encontraba lo interesante a las técnicas de ese clan que tanto alardeaba; Hyuga Hinata era casi un inútil moviendo sus dedos, por lo que seguramente su familiar (aunque desconocía la relación de ellos) se movía grácil pero no tenía un efecto nocivo con sus ataques. En conclusión, temía herirla de gravedad, con lo frágil pero severa que lucía. Casi se reía de sí mismo por juntar esos dos adjetivos, peor ahora siendo la chica una futura kunoichi. Decidió quitarse ese prejuicio de la cabeza y tratar de luchar con ella, no siendo brusco, pero lo suficiente como para poder calentar.

—Esto… Nejimi, ¿empezamos?

Se puso de pie una vez que le habló y, al fin, captó la atención de la chica. Esta última asintió y se dirigió al otro lado del campo de entrenamiento, sin decirle nada. "Cálmate, Tenko, no debe llevarse una mala impresión en su primer entrenamiento. Ve con calma. Eso" se decía, mientras la alcanzaba.

El castaño notó que su compañera adoptó una postura algo inusual. Ella colocó una palma al frente, flexionando las piernas y apoyando mayor peso en una, teniendo la otra palma más abajo y posicionada a la altura de su cintura. Desconocía lo que haría, no la había visto en combate antes, tan solo tenía algunos comentarios acerca de la precisión de su técnica. Sobre todo, con esos ojos que, ahora y por primera vez, veía activados. El famoso byakugan, como oyó, se hizo presente, enmarcando las venas oculares alrededor de sus orbes malvas, teniendo la vista fija en su contrincante. Es decir, en él. Estaba a la espera de un primer ataque, mas no iba a caer en eso. Por ahora, utilizaría solo taijutsu, no deseaba hacerle un corte todavía. Le sonrió.

—Puedes empezar si… —

Se quedó sin aliento a media frase al recibir su palma en el abdomen, demasiado rápido para ser verdad. Apenas atinó a dar un golpe en su brazo, para quitar su extremidad de su centro, mas ella lo esquivó con gracia, dándole otro golpe en el hombro y rápidos toques en distintos puntos de su cuerpo. Solo con las puntas de sus dedos. Hizo ademán de alzarla y estamparla, con la finalidad de inmovilizarla un momento, pero no esperó con que Nejimi utilice ese movimiento en su contra, elevándolo pese a la notoria diferencia de pesos y ejecutar su propio plan en él. Sintió más de sus toques rápidos, por lo que determinó que tenía que tomar distancia y hacer uso de uno de sus pergaminos. De una voltereta despegó al lado contrario, retirando un pergamino e invocando decenas de kunai, dirigidos a la Hyuga. Esta corrió a su alrededor, esquivando uno a uno cada arma, consiguiendo llegar cerca suyo e impactar su otra palma en su pecho, provocando que el castaño se estampara contra uno de los árboles del campo.

"¿Quién diablos es esta chica?", Tenko recuperaba el aliento, viendo a su compañera acercándose unos pasos, para luego adoptar la misma postura del inicio. No parecía afectada, su cabello seguía pulcro, los dedos firmes y sin lucir cansada. Hyuga Nejimi se veía perfecta, en comparación suya, quien sentía entumecimiento en sus extremidades. Fue casi de inmediato que el entendimiento llegó a él: la chica era admirable. Demasiado.

Y no le molestó eso. Sus ojos cafés fijos en ella brillaron.

Apenas pudo reprimir la sonrisa que se le formó en el rostro, en lo que sacaba y lanzaba varios shuriken desde el árbol, viendo cómo Nejimi los esquivaba. Con esfuerzo. Era una prodigio, pero él tenía una puntería perfecta. Tan perfecta como lo es la Hyuga con lo que sea que estaba haciendo para burlarse de él en combate.

Arrojó otros shuriken más, habiendo estudiado el patrón de sus movimientos, y atinó en casi tres de los puntos que planeó, consiguiendo así desestabilizarla. Y lo supo por la mirada furibunda de ella. Se puso de pie, acercándose a su contrincante, con un bō que invocó en tan solo unos segundos, y eso bastó para sorprenderla. Pero no para lograr darle un golpe certero e inmovilizador como ella, quien continuaba con sus palmas, atinando en cada punto que estaba viendo con su técnica sucesoria y consiguiendo que Tenko sintiera más la fatiga e imprecisión en sus propios movimientos.

—¿Y esta técnica cómo se llama? —alcanzó a preguntar, casi sin aliento y sintiendo dolor en su brazo, mas esquivaba mejor ahora.

—Es estilo. Puño Suave.

Tenko terminó, nuevamente, contra el árbol, sintiendo innumerables cosquilleos en el brazo, luego de escuchar su corrección y respuesta. Aun así, no dejaba de ver a su oponente, quien relajó la postura. "Esa chica…" no la pensaba imaginándola como alguien presuntuosa, sino como alguien que empezaba a admirar. ¿Cómo alguien de su edad podía tener esa técnica tan pulida? Casi se reía al recordar al otro Hyuga. Nejimi no solo le pareció tan sorprendente como un papel explosivo, que aparentaba no hacer daño, mas luego sorprendía con una capacidad destructiva capaz de afectar a su contrincante de esa manera tal que no esperaba. La subestimó y, ahora, con gusto podía reconocer su error y aceptar cada uno de sus ataques certeros. Tenko reprimió el suspiro que iba a soltar al verla recogiendo uno de sus shuriken, acercándose a él. Añadido a su talento, era linda.

—Tu puntería es buena —el castaño sintió su corazón latiendo más fuerte al escucharla dirigírsele. Y casi colapsó al tener sus ojos malvas fijos en él, todavía sentado y recostado en el árbol—, Tenko. Es exacta, precisa.

"Recuerda mi nombre", no entendía por qué estaba emocionándose tanto, pero lo hizo. Le correspondió con una sonrisa amigable, recibiendo el shuriken que ella le extendió, en un gesto que le pareció de camaradería y nada arrogante como creyó. Y es que, en este preciso momento, entendía si Nejimi quería ser lo presuntuosa que deseaba ser. Porque es un prodigio, una genio.

Es maravillosa.

Deseaba practicar una y otra vez con ella. Así termine impactado contra el árbol otras veces más, pero consiguiendo su amistad a como dé lugar.

¡Hola! Muchas gracias por leer. Bueno, inicialmente había escrito otra idea en AU, pero me incliné más por esta ya que quería imaginármelos en el mundo ninja y cómo es que se conocieron xD

En fin, espero que les haya gustado uwu

¡Saludos! El de mañana será... Cinco: Neji se cansó de los paparazzis.