¡Porque el NejiTen no debe morir!

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Mes del NejiTen día 3

Abril 03/2021

Temas: Cocina-comida/*/Chocolate/*/WhastApp

Universo alterno

Disclaimer: Naruto no me pertenece, de lo contrario el NejiTen sería oficial.

Disfruten la lectura.


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Día 3: WhatsApp

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Flashback

Había salido a dar una vuelta y tomar el sol en el parque, después de varios días de lluvia al notar que el día iba a ser soleado decidió que saldría. Revisó su alacena y preparó un par de sándwiches, los empacó en su bolso junto a una enorme botella de té helado, y cerca del mediodía estuvo sentada en el parque principal de la ciudad, cerrando los ojos mientras disfrutaba la calidez inusual del ambiente en esa época del año.

Con su teléfono tomó algunas fotos al paisaje y algunas selfies. A lo lejos podía ver a varios niños corriendo y algunos perros persiguiéndolos, los ladridos y las risas resonaban por todo el lugar, ella dibujó una sonrisa y se recostó, solo asoleándose y dejando el tiempo pasar lentamente hasta que le dio hambre y fue el momento de buscar la comida que había llevado.

Finalizó su primer sándwich y cuando estaba sacando el segundo un perro se le acercó corriendo y se lo quitó de la mano, devorándolo en unos segundos.

- Bueno, supongo que tenías hambre — dijo resignada y el can se acercó a ella, olfateándola al parecer en busca de más comida — lo siento, no tengo más — le mordisqueó la mano y ella solo empezó a reír, no sabía mucho de perros pero cualquier persona podía reconocer un cachorro de husky siberiano ¿o era un malamute? Bueno, era un lobo cachorro gris con ojos azules muy claros que ahora trataba que le jugara. Se quedó un rato consintiéndolo a la espera que alguien se acercara o llamara de lejos al animal, pero no pasaba nada. El cielo empezó a oscurecerse lo que vaticinaba que el sol había finalizado y nuevamente llovería, por lo que se puso de pie y tras recoger lo poco que había llevado empezó a caminar, siendo seguida de cerca por el perro — ¿dónde están tus padres? — preguntó, como si de verdad esperara que le hablara — a ver, veamos — el collar que usaba decía "Neptuno" y tenía un número de teléfono, por lo que marcó de una vez sin que la llamada conectara.

Dudó, el perro no se despegaba de ella y ya tenía que irse, además se sentía mal de intentar huir dejándolo a su suerte al ver que todas las personas abandonaban el parque y nadie parecía estarlo buscando. Se mordió el labio antes de seguir avanzando hasta la salida y lo sostuvo del collar cuando estuvo junto a la calle por miedo a que cruzara la avenida y pudiera ser arrollado. Estiró la mano para hacerle pare a un taxi y varios pasaron de largo, hasta que finalmente uno se detuvo y al abrir la puerta el animal se subió primero que ella.

- Gracias — se frotó un poco los brazos, no había llevado nada de abrigo y la temperatura descendía rápidamente — vamos para la calle green con novena — indicó y el conductor arrancó, el perro mansamente recostó la cabeza en su regazo y ella lo consintió de nuevo, haciendo un nuevo intento de llamar al número que allí aparecía, otra vez sin resultado

- Tiene usted un lindo perro

- Gracias — no iba a aclarar que no era suyo y se lo acababa de encontrar. Cuando llegó a su destino pagó y se bajó corriendo pues el aguacero había empezado, afortunadamente el portero la vio de lejos y abrió la entrada para que pasara y no tuviera que esperar. Neptuno se sacudió enérgicamente y continuó tras ella en su travesía hasta el ascensor — genial, ahora tendré que secarte a ti también — se quejó

El perro ingresó como si fuera su propio apartamento y viviera allí desde siempre, siguiéndola mientras iba al armario de blancos por un par de toallas, una para envolverse ella porque moría de frío y otra para frotarlo a él, bufando pues al tener doble pelaje y ser tan esponjado era complicado conseguirlo. Finalmente cuando creyó que no podía hacer más, buscó el calentador de ambiente y lo puso en la sala, el animal se acostó frente a este tan pronto lo encendió. Por lo que aprovechó para ir a quitarse la ropa húmeda y ponerse algo abrigado.

- ¿Qué voy a hacer contigo Neptuno? — en respuesta el animal solo se reacomodó, poniéndose panza arriba y estirándose — te llamas Neptuno ¿cierto? ¿o ese el nombre de tu dueño o dueña? — había gente que en los collares o placas de identificación no ponían el nombre del animal sino el propio, para esos casos de posible extravío — bueno, a ver si tenemos mejor suerte ahora – lo intentó de nuevo, lo de la suerte no siempre se le daba bien

Chasqueó la lengua antes de guardar el número de teléfono como "Dueño Neptuno" e ir de una vez a su WhatsApp, de pronto por ese medio tuviera respuesta, bueno, eso si es que el propietario o propietaria usaba ese medio de comunicación. Actualizó los contactos y pudo ver que efectivamente aparecía alguien, aunque no había foto de perfil.

Tenten:
Hola

Solo una flecha apareció, o sea que no le entraba el mensaje por lo que dejó el teléfono sobre la mesa y se fue a la cocina, cierto perro se había robado la mitad de su merienda así que tenía hambre de nuevo. En el preciso momento que abrió la nevera, el can estuvo a su lado, observándola con la cabeza ladeada y una mirada suplicante, había un pedazo de pechuga de pollo y ninguna otra proteína descongelada, tenía también arroz preparado en la arrocera pero sabía que no podía darle de ese pues la sal les hacía daño a las mascotas, por lo que no pudo creer que optara por picar el pollo en trozos para ponerlo a cocer con un poco de arroz crudo y nada de sal o condimentos. Mientras eso estaba listo, para ella tuvo que batir un par de huevos, hizo una ensalada rápida con espinaca, tomate, semillas de calabaza y zanahoria, sirvió eso junto al arroz que había en un plato y comió ante la atenta vigilancia del can que parecía a punto de saltarle para quitarle.

Revolvió la olla un par de veces, había agregado más agua de la necesaria por lo que el resultado era más una sopa que algo sólido, pero al menos el arroz se ablandó rápido y se dedicó a pasar la mezcla hirviendo de una taza a otra tratando que perdiera el calor suficiente, agregando incluso un par de hielos y así poder alimentar al perro que había empezado a lloriquear mientras ella hacía eso.

- ¡No me empujes! — lo reprendió mientras revisaba que ya estaba lo suficientemente frío, por lo que ahora buscó un tazón que nunca usaba y allí le sirvió, viéndolo olfatear la comida y luego a ella alternadamente — no te voy a hacer otro sándwich, come — salió de la cocina y pudo ver que el led de su teléfono estaba iluminado, por lo que revisó de una vez.

Dueño Neptuno:
¿Quién eres y por qué tienes mi número?

Rodó los ojos, una persona muy sociable sin duda.

Tenten:
Me encontré un perro y tiene un collar con este número

Dueño Neptuno:
¿Neptuno está contigo?

Bueno, al menos podía confirmar que el número estaba bien escrito y efectivamente le había escrito a la persona a quien pertenecía el animal, además de comprobar que sí era el perro quien tenía ese nombre

Tenten:
Creo que eso implica la palabra encontrar

Dueño Neptuno:
...

¿Hace cuánto lo tienes?

Tenten:
Antes que empezara a llover, te llamé pero la llamada no conectó

Dueño Neptuno:

...
La señal de mi teléfono es una mierda

Tenten:
Lo noté, no pude dejarlo a su suerte

Dueño Neptuno:
Gracias

Llevo toda la tarde buscándolo

Tenten:
Pues está en mi casa

Caminó de regreso a la cocina en donde el perro relamía el tazón, así que hizo un video corto y se lo envió a modo de prueba

Dueño Neptuno:
¿Pidió comida?

Tenten:
Me robó un sándwich, suplicó más al estar aquí

Dueño Neptuno:
Por favor dime que no le diste otro sándwich

Tenten:
Le di sopa de arroz y pollo hervido

Dueño Neptuno:
¿Se la comió?

Tenten:
Pues la taza estaba llena

Dueño Neptuno:
Aquí nunca come eso, es algo quisquilloso

Tenten:
Sí, se nota

Dueño Neptuno:
Gracias de nuevo, mi nombre es Neji

Tenten:
Un gusto, soy Tenten

Fue a los contactos y cambió el nombre parcialmente, notando de paso que ahora sí aparecía la foto de perfil en la aplicación, era solo una foto de un paisaje que no le daba ninguna pista de la apariencia de quien por el nombre suponía era un hombre

Neji dueño Neptuno:
¿Podrías decirme en dónde estás?

Quiero ir por él de una vez

Tenten:
Calle green con novena

Neji dueño Neptuno:
Gracias Tenten, te avisaré en cuanto esté allí

Tenten:
Ok

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Se fue para el sofá, encendiendo el televisor para poner una película mientras esperaba. El perro se acostó a sus pies y no mucho después pudo escucharlo respirar profundo y acompasadamente, sin duda dormir en ese fin de tarde lluvioso era un excelente plan. Revisó las fotos que había tomado ese día, eligiendo una de las selfies del parque para cambiar la de su perfil de WhatsApp, desde el cumpleaños de Ino estaba usando una que se habían tomado en la que estaba junto a esta, Sakura y Temari. El tiempo fue pasando y cuando estaba por unirse al plan de su compañero, su teléfono sonó, viendo que era el dueño del can.

- Llegaron por ti amiguito — dijo al tiempo que contestaba — aló

- Hola, ¿es un edificio negro con rojo?

- Sí, ese mismo. Ya salimos — se puso de pie y fue a buscar sus zapatos, pero Neji no colgó — vamos Neptuno, tu papá está aquí — el perro levantó las orejas y volvió a cerrar los ojos — anda, vamos — nada — ¿me creerías si te digo que tu perro no quiere levantarse?

- Sí, tiene su propio temperamento y eso que apenas cumplió los seis meses ¿podrías poner el altavoz?

- Ya

- Neptuno, ¡hier! — el can levantó las orejas otra vez, buscando con la mirada la procedencia de la voz pero al parecer al no ver nada, volvió a acomodarse — ¡al auto! ni siquiera prestó atención

- Te está ignorando — le pareció oírlo exhalar pesadamente

- Tendré que entrar por él ¿te molestaría?

- Para nada, es el apartamento 904, Tenten Ama

- Gracias — ahora sí la llamada fue colgada. Afuera seguía lloviendo a cántaros. Le pareció extraño que pasaron alrededor de 15 minutos antes que su telefonillo sonara

- Señora Tenten, el señor Neji Hyūga pregunta por usted

- Gracias, déjalo pasar

- Enseguida señora — Había perdido la cuenta de cuántas veces le había dicho a la persona de recepción que dejara de decirle señora, por lo que ya se había dado por vencida. Esperó un poco y se asomó a la mirilla de la puerta en cuanto escuchó el característico sonido del ascensor al llegar a su destino, estaba curiosa, a fin de cuentas había accedido a dejar que un completo extraño fuera a su apartamento.

- Tu dueño es apuesto — le dijo en un murmullo al perro que no la volteó a ver, el timbre se escuchó y ella se mordió el labio antes de abrir — hola — dijo alegremente

- Buenas tardes — contestó él cortésmente y le extendió la mano en la cual tenía un soporte de cartón con dos vasos con tapa — te traje un chocolate caliente en agradecimiento

- Eres muy amable — tomó uno y sonrió al olfatearlo disimuladamente — sigue — hizo la seña para que pasara — Neptuno, llegaron por ti — batiendo la cola el perro se acercó a la puerta, pero se quedó junto a ella

- Le agradas

- Sí, porque se comió mi sándwich

- No, a pesar de todo él no se va tan fácil con extraños — tronó los dedos y de una vez el perro cambió de lado, sentándose junto a Neji — gut

- ¿Está entrenado? — pregunta tonta, era obvio que sí

- Lo intento, a veces obedece... a veces no — ella sonrió — ¿en dónde lo encontraste?

- En el parque principal, cerca del lago

- En el parque... — se llevó una mano al puente de la nariz — estábamos a tres manzanas de ese lugar

- ¿Salió a correr?

- Cuando abrí la puerta del auto, antes de ponerle la traílla — los dos se quedaron en silencio, el perro batió la cola y se fue corriendo hacia su habitación, regresando un momento después con una de sus pantuflas en la boca — ¡Neptuno suelta eso! — y ahí el ejemplo de cuando no obedecía — lo siento

- No pasa nada — el can se subió al sofá, haciendo gestos de esperar que fueran a jugar con él

- De nuevo, gracias por cuidarlo — ella solo asintió y dio el primer sorbo a su vaso — ¿te debo algo? Por tu tiempo... y por tu pantufla

- Con el chocolate es suficiente

- De acuerdo. Neptuno, nos vamos — el perro se asomó desde el sofá y ladró en su dirección de modo juguetón — él nunca ladra

- Supongo que no se quiere ir

- No lo culpo — lo escuchó musitar, pero muy bajo como si quisiera que ella no alcanzara a oír esa frase. No pudo evitar sonreír, por lo que lo invitó a seguir y esperar al menos que dejara de llover antes de proceder al plan B, que era directamente cargarlo hasta el auto con eso no se mojaría.

Fin de flashback

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Se desperezó en la cama y al girarse se encontró de frente con un par de ojos azul claro viéndola fijamente, fingió que volvía a dormir y el perro empezó a aullar al tiempo que con la pata trataba de mover las cobijas.

- Está bien, está bien — dijo bostezando — tú ganas

Con pasos perezosos fue a la cocina y sirvió en una taza la porción correspondiente de alimento seco y en otra un poco de sopa de arroz y pollo hervido, viéndolo comer primero la sopa y tras dejar esa taza limpia sí proceder con lo otro. Revisó su celular y sonrió al ver una notificación en su WhatsApp

Neji:
Buenos días

Tenten:
Buenos días, ¿qué tal tu noche?

Neji:
Fría, me hace falta mi novia... o por lo menos mi perro

Tenten:
¿Qué le pasó a tu perro?

Neji:
Mi novia lo engatusó con un sándwich hace un tiempo

Y ahora el descarado se rehúsa a volver a su hogar

Tenten:
O intenta hacerte ver que sería mejor si te quedaras más seguido con ella

Neji:
No lo dudo, sin importar cuánto intente entrenarlo siempre se sale con la suya

Tenten:
Bueno, ya sabes dónde encontrarlo

Neji:
Pasaré después de terminar mi trabajo, me hace falta

Tenten:
¿El perro o tu novia?

Neji:
Mi novia, aunque es bueno ver a mi perro cuando la visito a ella...

Ya sabes...

Es mío

Tenten:
Se nota en lo mucho que te obedece

Neji:
Ni lo menciones

¿Nos vemos en la noche?

Tenten:
Por supuesto
Neptuno te envía saludos

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Tomó una foto del can que ahora ladeaba la cabeza, suplicando por más comida, pero no iba a caer en su juego. Su respuesta fue solo un emoji de beso y nada más, podía suponer que se había ocupado.

- ¿Quieres salir? — preguntó antes de ir hasta la habitación para ponerse ropa adecuada para ir afuera a pasearlo.

Habían pasado 2 años desde esa tarde en que lo llevó a su hogar por primera vez, Neji se había ido entrada la noche después de conversar amenamente durante todo ese tiempo y menos de un mes después empezaron a ser pareja. Neptuno los acompañaba en varias citas y se iba con ella hasta su apartamento junto a su dueño, quedándose también las noches que el Hyūga lo hacía, después del primer año el can al parecer había decidido que le gustaba más estar allí y sin importar cuánto lo intentaran, no se subía al auto a menos que ella lo hiciera también.

No se quejaba, le gustaba tenerlo, a pesar de ser una raza muy enérgica cuando estaban solos se comportaba, al menos la mayor parte del tiempo. Aunque tenía que comprar pantuflas nuevas cada vez que olvidaba dejarlas fuera de su alcance.

Sonrió, de alguna forma todo se lo debía a esa decisión de esa tarde tiempo atrás lo que los llevó a que ellos se conocieran.

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Esta historia es un twoshot, la continuación ahora desde el POV de Neji llegará el día 18.

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Recuerden que sus comentarios son bien recibidos en un review, además de ir a darse una vuelta por mi twitter (idamariakusajis) en donde voy hablando de cosas random de cómo voy avanzando con este reto.

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Att: Sally K