El sonido de la estática se hizo de notar en la habitación, como siempre, nunca había silencio en aquel lugar, la maquinaria siempre estaba trabajando. Permanentemente trabajando. No era nada sencillo mantener a la Torre de Señales bien alimentada con la energía vital de los miles de millones de Espectadores que desde diferentes partes del mundo se mantenían pegados a la televisión.
Y el gran ente contaba a su favor con aquel chiquillo solitario que ahora ocupaba el puesto de Thin Man ¡qué gran fortuna que hubiera nacido un niño con el mismo tipo de poder que su predecesor! La Torre de Señales Necesita alguien como él para que fuera de su vínculo directo con el mundo, para que pudiera canalizar la señal hacia todos aquellos lugares en donde hubiera vida e ir arrebatándola poco a poco.
Pero la Torre también era agradecida y se aseguraba de mantener una buena relación con su pequeño anfitrión, procurando hacer sentir cómodo en su hogar y concediéndole aquellas cosas que anhelaba. Ahora él se sintió solo y quería compañía, bien entonces, la Torre colaborará en todo lo posible para concederle al niño su deseo, dándole a la niña que quería para sí mismo para que fuera feliz.
Mono miraba incansablemente las pantallas que se encuentran delante de él, ya llevaba tiempo que su cuerpo protestaba por el cansancio y se le estaban haciendo muy notorias las ojeras que se le estaba formado bajo sus ojos, dándole un aspecto más tétrico a su rostro ¡cómo si no tuviera suficiente con sus ojos negros como el petróleo! Y a pesar de ello, no apartaba la mirada de las pantallas. A este paso se le iba a quedar la cabeza cuadrada.
A veces solo había niebla en ellas, otras veces conseguía ver imágenes del mar o de la playa, otras tantas veía las imágenes de barcos, pequeños y grandes, aunque no el que estaba buscando, así había sido durante varias semanas, sin embargo, a comparación de antes, ahora Mono se lo tomaba con bastante más calma. Eso sí, no hacía apenas pausas en su labor, incluso hubo un par de veces en que la propia Torre tuvo que obligar al niño a dormir al menos una noche entera, pero al despertar volvía a estar ahí, como un clavo, pegado a las pantallas en busca de la que él llamaba su compañera.
Tan terco y determinado.
Mono dio un sorbo a su taza de chocolate caliente, el sabor dulzón nunca dejaba de sorrenderlo, disfrutando de cada probada como si fuera la primera; aquello fue otro de los pequeños lujos que Mono descubrió durante el tiempo que estuvo experimentando las ventajas de la Torre y que, encantado, lo incluyó entre sus caprichos. No era raro que bebiera dicho chocolate mientras trabajaba en las televisiones, se había convertido en su golosina placentera cuando estaba sintonizando la Señal y, en esos momentos, era su combustible mientras continuaba en su incansable búsqueda de Six.
Como ya era costumbre, se preguntó si a su pequeña compañera le gustaría aquella bebida si tuviera oportunidad de probarla. Mono estaba deseando poder ofrecerle una taza, y ser testigo de su expresión en cuanto lo probara ¿le gustaría? ¿Lo odiaría? No estaba seguro, Six y él nunca pudo ser muy críticos con la comida, no entraba dentro de sus posibilidades decidir no comer algo que no les gustara. Si había comida, estaba como estaba, iba directo a sus estómagos. Ni qué decir que nunca había probado una mísera golosina, Mono ni siquiera tenía conocimiento de que el chocolate pudiera existir ...
¡Oh! Había tantísimas cosas que Mono se moría por hacer que Six probara...¡quería tanto ver sus expresiones al descubrir la cantidad de sabores deliciosos y asombrosos que podían existir! Cuando él probó todos los alimentos, de todos los tipos, que la Torre le proporcionaba, sintió que moriría del gusto ¡¿Cómo podía haber estado viviendo sin eso toda su vida?!
Pero aquella chiquilla escurridiza parecía estar poniendo todo de su parte para no ser encontrada. La Señal no había vuelto a alcanzarla desde aquella vez que fueron conectados en sueños, a pesar de que ahora Mono concentraba gran parte de la Señal hacia el mar, pero era como si el The Maw hubiera desaparecido.
Mono lanzó un largo suspiro, mientras dejaba la taza, aun humeante, sobre la mesa que tenía al lado de su asiento.
-Te me estas resistiendo más de lo que esperaba, Six.-susurró recostándose en el respaldo de la silla, sin apartar la mirada de las televisiones.-Me deja intrigado cuanto poder has podido conseguir de la Dama como para que sigas poniéndome tan difícil el encontrarte. Creí que a estas alturas ya deberías haberte debilitado lo suficiente pero aun eres lo bastante poderosa como para repeler la señal.-una sonrisa surcó su cara al recordar que aquello solo era algo temporal, que más pronto que tarde iba a poder reunirse con ella. -No te preocupes, Six, pronto te traeré de vuelta a casa, y tendremos todo el tiempo del mundo para ponernos al día ¡ya verás! Vas a derretirte del gusto en cuanto pruebes una buena taza de chocolate caliente.
/ * / * / * / * / * /
-¡¿Seis?! ¡Seis! ¿Dónde estás ...? - llamaba Seven paseándose por los largos y enormes pasillos buscando a la niña del chubasquero amarillo, mientras el resto de los niños iban y venían a su alrededor, some playing, otros dibujando, some doing the simio en los pasamanos de las escaleras, otros tratando de interpretar los enormes libros que encontraron por ahí, incluso vio a un par cabalgando a lomos de una rata enorme que proliferaba chillidos de lo más desagradables, nada contenta de estar portando dos jinetes indeseados.
Niños por todas partes haciendo el café, nada fuera de lo habitual.
El pobre chico estaba confundido mientras buscaba a la héroe de The Maw , no sabía qué es lo que estaba pasando, pero desde que tuvo la conversación esa noche en cubierta, Six se había vuelto mucho mas esquiva de lo ya era, ya no solo con él, sino con todos los demás. Bien, vale, Six nunca era sociable con ninguno de los niños, nunca hacía nada como tal para hacer un acercamiento con ellos (Aunque definitivamente, le dejó claro su total falta de interés en hacer amigos), pero al menos aceptaba la presencia de todos ellos a su alrededor: comía con ellos en las mismas mesas, también dormía en los mismos camarotes que ellos, si alguno le preguntaba algo no tenía problemas en responder si sabía la respuesta, incluso se prestaba ayudar si veía que alguien lo necesitaba ...
Pero de golpe y porrazo, ya ni siquiera hacia nada de eso. Se había mudado de donde dormía a algún sitio del barco que nadie conocía, también desapareció de la sala en donde todos comían juntos ¡Seven ni siquiera sabía si estaba comiendo algo! Ahora los niños iban a él porque ya no eran capaces de ver a Six por ningún lado para que les asesoraran. Aunque lo que Seven no esperaba es que le tuvieran en cuenta como segunda opción si Six no estaba, se sintió entre halagado y asustado por ello. Halagado porque le vieran como el segundo al mando después de la héroe de The Maw, y asustado por la posibilidad de tener que acostumbrarse a ese rol en cuanto Six les dejara. Aunque debía suponer que los niños iban a él principalmente por el vinculo que hizo con varios de ellos cuando eran gnomos.
Seven no entendía nada, pensaba que había conseguido conectar con ella luego de su conversación, de verdad creyó que a partir de entonces podría tener más posibilidades de acercarse a ella y hacerse su ¿qué es lo que había pasado? ¿Qué hizo mal para llegar al punto en el que Six se hubiera alejado de todo el mundo completamente?
Desde entonces, Seven había estado buscándola por todo el navío (el cual no era para nada pequeño, por cierto, y había ciertas zonas que no le traían gratos recuerdos), preguntando a los niños con los que se siguen si la nuevo visto, pero conforme pasaba el tiempo ¡y los días! la preocupación comenzó a carcomerlo.
Six le había dejado claro de sus planes de abandonar The Maw en algún momento, lo único que impedía que esto ocurriera era que aun no tenía un destino al cual dirigirse ¿Y si de repente había encontrado uno y simplemente se había ido sin decir nada? Todos los días Siete temía enormemente que esto hubiera ocurrido, encontrando solo alivio cuando logróba escuchar uno de los niños confirmar que el visto en algún lugar durante el día. Luego se ponía a pensar en ello y ... ¡claro que tenía que seguir en el barco! ¡Estaban en medio del mar! ¡A muchos kilómetros de la costa más cercana! ¡¿Cómo iba ella a largarse ?! ¡Six ni tenía el tamaño ni las fuerzas para manejar una barca!
Bien, para su tranquilidad, ella continuaba en The Maw pero entonces ¿dónde diablos se estaba escondiendo? Y sobretodo ¿Por qué se estaba escondiendo?
-¡Six! ¡Por favor, si estás por ahí di algo! ¡Lo que sea!-siguió llamándola el chico usando sus manos a modo de megáfono, pero todo lo que escuchó fue el ruido de las ratas y las risas de los niños desperdigadas por el entorno.
No obtuvo ninguna respuesta ¿siquiera Six se molestaría en contestarle aunque estuviera oyendo que la llamaba?
Aquel pensamiento le hizo sentirse un poco irritado, haciéndole sentir un tic en una ceja.
-¡Maldita seas! ¡Si me entero de que me estás escuchando y que pasas de mi, voy a enfadarme un montón y te castigaré! ¡No sé de qué manera te castigaré pero lo haré!-amenazó consiguiendo solo que algunos niños lo miraran confundidos y, en cierto modo, como si estuviera loco ¿de verdad era tan suicida como para decir amenazas contra la héroe de The Maw?
Pero, como era de esperar, no recibió ninguna contestación, así que luego de hacer un pequeño berrinche golpeando el suelo con el pie, se lanzó a la carrera de buscar por otra parte del barco ¡Esa pequeña escurridiza le iba a oír...!
Las sospechas de Seven no eran infundadas pues él, sin saberlo, su voz había llegado a los oídos de la aludida.
Six estaba sentada en las vigas de madera en lo alto del techo del navío. Tan alto que ninguno de los otros niños podría escalar y verla ahí, sola, mirando por donde el chico fugitivo estaba dando voces mientras la buscaba.
Ese idiota redomado se estaba acostumbrado demasiado a alzar la voz, nada conveniente si en algún momento tendría que volver a caminar por el exterior ¡le caía mejor cuando era tímido y calladito!
-Maldito escandaloso ...- siseó ella apoyando su espalda y cabeza en la columna de madera mirando alguna parte del techo.
Se pasó el dorso de la mano por la boca, limpiándose de los restos de sangre que todavía le escurría de sus labios mientras aun le llegaba el aroma de la sangre fresca de su presa, aun caliente, que se mantuvo apoyada sobre la viga de madera apenas medio metro de distancia de ella.
Se trataba de un cuervo, el cual tenía su cuerpo inerte apoyado en la viga y el pico mirando hacia el techo. La sangre se le escurría por su costado, de entre su plumaje negro seguía brotando el líquido vital, perdiéndose entre la madera y apenas cayendo gotitas a la viga que estaba justo debajo.
Six había subido a lo más alto de las vigas del techo, huyendo de todo el mundo, el dolor de estómago se había hecho insoportable prácticamente a mitad del camino, solo pudiendo continuar al sentirse motivada en cuanto ver pudo que arriba del todo encontraría una presa con la que saciar su voraz apetito.
Porque si permanecía abajo, sus posibles presas no encuentran animalillos.
Casi al llegar, emboscó al cuervo que se encontró de espaldas a ella, muy entretenido en acicalar sus plumas, y el primer movimiento de Six al llegar a él fue la de romperle el cuello y enseguida clavar sus dientes en él. Mordió con ansias, no distinguiendo cuando masticaba la carne del plumaje, solo mordió y mordió, y tragó y tragó, a veces atragantándose, otras veces tosiendo los restos de plumas, sangre y carne que se quedaban en su garganta, hasta que llegó un momento en que la horrible sensación desapareció.
Cuando pudo calmarse y ver las condiciones en las que habían dejado al ave, Six sent que se derrumbaba y, exhausta, tuvo que sentarse, sin poder alejarse demasiado de su presa, temerosa de que volviera a necesitarla demasiado pronto.
Miró al animal muerto, y una parte de ella se sintió mal por su acto. Ni siquiera había comido una cuarta parte de la carne del cuervo, tanto dolor de hambre para que desapareciera solo con unos cuantos bocados. No solo era un desperdicio, era una prueba irrefutable de que no tenía ningún control sobre su condición ¡Maldita sea! ¿Qué iba hacer ...? No era capaz ya ni de predecir cuándo le iba a entrar hambre, y cada vez lo notaba con mayor frecuencia y urgencia ¿y si en algún momento le entraba los dolores cuando estaba cerca de los niños?
Un sonido de estática la puso en alerta, y al mirar a un lado pudo ver la figura oscura de aquel ente, sentado cómodamente en la viga de al lado, balanceando alegremente los pies en el aire mientras la miraba. Entretenida con lo que estaba contemplando.
Six apretó los dientes, ahí estaba esa cosa otra vez.
-¿Qué...? ¿Decepcionado de que no le haya hincado el diente a ninguno de los niños? Eso debe dejarte a ti peor sabor de boca de lo que a mí me deja el cuervo.-se burló Six mirando a la sombra con una sonrisa torcida, intentando por todos los medios no verse vulnerable ante ella.
La sombra no le contestó, como siempre, pero había dejado de balancear sus pies, y su postura era rígida, al menos los primeros segundos antes de que volviera a juguetear y mover la cabeza de un lado para otro.
-Sé lo que pretendes ¡y desde ya te digo que no lo vas a conseguir! ¡¿Me oyes?!-le advirtió Six, ahora molesta con aquella actitud.-No voy hacer daño a ninguno de los niños, aunque me explote la tripa, aunque me vuelva loca, aunque me tenga que arrancar los dientes yo misma ¡no voy hacerle daño a ninguno de ellos! ¡NO LO VOY HACER! Así que vete acostumbrando a verme comer pájaros y ratas porque no voy a ceder ¡No soy un monstruo y nunca lo seré!
En respuesta, la sombra desapareció ante su declaración luego de encogerse de hombros, pero Six era consciente de que seguía ahí. Ahora no la veía, pero sabía que seguía ahí, mirándola. Siempre estaba mirándola. Expectante por verla alimentarse e ir manchándose las manos poco a poco. Esa cosa nunca iba a dejar de acosarla.
Cansada y enfadada, volvió hacia el cuervo y volvió a arrancar trozos de carne ya masticarla. El dolor de estómago se había detenido, pero era consciente de que era cuestión de tiempo antes de que volviera atenazarla, debería consumir todo lo que pudiera del cuervo, aunque no pudiera comer más, aunque le fuera repugnante el sabor de la sangre en la boca , o que la carne cruda le estaba provocando náuseas. Necesitaba ganar tiempo, llenar su tripa lo máximo posible para retrasar el siguiente ataque de hambre atroz.
Había logrado calmarse al principio saqueando la despensa de la cocina; comiendo la carne y el pescado crudos que conservaban en las cámaras frigoríficas, también los quesos o los trozos de pan. Aunque la sensación fuera atroz, con comida al alcance, ese hambre desaparecía tan pronto como aparecía, bastaba con darle unos cuantos bocados a la comida para sentirse saciada y calmada, al menos durante un buen rato.
Pero el problema es que con el tiempo, la comida iba saciándola menos, el hambre junto con el dolor se intensificaban. Cada vez era más urgente comer inmediatamente después de empezar a sentir hambre, tanto que Six prácticamente no podía salir de la cocina, pero nunca era suficiente, no la saciaba demasiado por tiempo ... su estomago le pedía algo más fresco, más cálido. ..
Más vivo.
Cuando en uno de sus episodios, se vio a si misma matando y devorando a una rata, se asustó. Sabía lo que aquello significaba, ya había vivido esto mismo durante su travesía en The Maw . Su hambre estaba llegando a otro nivel, uno peligroso para que ella pudiera manejarlo.
Se estaba convirtiendo en un peligro para los niños ...
Y no tenía ningún lugar al que ir, no podía abandonar The Maw ¡estaba en medio del mar! Y ahora todos ellos atrapados con ella.
-No quiero ser un monstruo.-susurró abrazándose a si misma, intentando que los sollozos no salieran de su garganta como si lo hacía la sangre del cuervo por sus labios.-No quiero ser uno de ellos, no quiero hacer daño a nadie.
¿Por qué ...? ¿Por qué estaba pasando esto otra vez ...?
Cuando mató a la Dama, el hambre desapareció, aquella sombra se había ido ¡había acabado con todas las pesadillas! Había dejado de ser la niñita indefensa que solo podía huir y esconderse ¡¿Por qué de la nada otra vez volvía este hambre enferma e insaciable ?!
Y lo más importante ¿qué es lo que iba hacer? Tenía miedo de acercarse a los niños, no quería hacer daño a ninguno de ellos, pero la comida en The Maw no iba a durar para siempre, ni tampoco podía estar escondiéndose de los demás toda la vida ¡menos aun con Runaway Kid buscándola por todo el barco dando voces!
Irse no era una opción, su hambre aparecía con más frecuencia, no podía alejarse de donde hubiera comida, de todos modos ¿donde iría ...? No tenía ni una sola idea de qué hacer ... ¿Qué iba hacer cuando ya no hubiera comida ni presas con las que saciarse? La sola idea le horrorizaba.
Había demasiados niños en The Maw, demasiadas posibles víctimas, todos cálidos, tiernos, confiados con su presencia ¡Mierda, Runaway Kid era el cabeza hueca más empeñado en pegarse a ella como una lapa! ¡Ya estuvo a punto de devorarle una vez! ¡No podía volver a verse en esa tesitura o no iba a poder dominarse esta vez! ¡No quería llegar al punto de no poder diferenciar a un niño humano de cualquier otra presa!
-Necesito permanecer aislada de todos ellos...-llegó a dicha conclusión, no era la mejor idea, y sabía que tal vez solo iba alargar la agonía, pero necesitaba ganar tiempo.
Tiempo hasta conseguir que el barco llegara a un lado, que hubiera necesidad de ir a Tierra ¡Por lo que sea! Si era necesario, ella misma provocaría algo que hiciera necesario llevar The Maw a la costa, pero hasta entonces, debía mantenerse apartada de los demás.
-Pase lo que pase, no voy a ser uno de ellos, me niego.-gruñó pasando la manga de su chubasquero por la boca, echando un ojo hacia abajo y viendo a los niños divertirse y reír entre ellos, ignorantes al peligro que tenían sobre sus cabezas.-No haré daño a ninguno de ellos...
Con cuidado y procurando no ser vista, Six bajó de las vigas del techo dejando atrás lo que quedaba del cuervo, apenas la cabeza, las alas y las patas, dirigiéndose directamente por los conductos de ventilación llenos de polvo y telarañas. Era más sencillo caminar por aquí que por los pasillos, su chubasquero y su cara estaban llenos de sangre del animal y no quería asustar a los demás con su aspecto, y así era más difícil que Runaway Kid la encontrara.
Bajó y bajó por las entrañas del barco, incluso por aquellas zonas que ni siquiera los niños querían pisar y que, por cierto, olían francamente mal, no llegaron hacer limpieza por esos sitios y aun estaban algunos restos de los cadáveres de los monstruos que ella había matado cuando obtuvo sus poderes, si ya eran horripilantes estando vivos, en avanzado estado de composición eran una aberración ¡ni las ratas querían comérselos!
Al final, abriendo la rejilla del último conducto por el que estaba pasando, llegó a donde estaba lo que consideraba su dormitorio personal. Aquel lugar húmedo, solitario, lleno de goteras y charcos en el suelo, lleno de cajas enormes, palas, planchas de madera, y un pequeño farolillo de aceite, con una vieja maleta al fondo de la habitación cuyo contenido era apenas unas sabanas mohosas que hacían de colchón.
Era irónico como había convertido aquel lugar en su dormitorio personal, su punto de inicio cuando llegó a The Maw.
Exhausta, caminó hacia la maleta mientras se sostenía el estomago, la carne del cuervo estaba dando vueltas y Six no estaba segura de si iba a poder mantenerla dentro de sí mucho tiempo si continuaba dando los trotes que estaba dando. Con cuidado, se recostó sobre las sábanas, el desagradable olor a humedad invadió sus fosas nasales y tuvo que luchar contra las nauseas. No podía permitirse vomitar, ahora menos que nunca, si sacaba la carne que había consumido volvería a sentir hambre al instante.
No quería perder la cabeza...
Se acurrucó en el sitio, poniéndose en la posición más cómoda y que menos le presionara la tripa, mirando la parte interior de la tapa de la maleta, en donde podía contemplar dos fotografías de The Maw medio despegadas.
En cierto modo, el sonido de las goteras la tranquilizaba, al menos lo suficiente como para poder cerrar los ojos y concentrarse en su respiración para combatir sus nauseas. Pero hacer esto también la llevaba a pensar demasiado, aun cuando no quería hacerlo...
Esto era culpa de Mono
Gruñó tan solo al pensarlo. Si, la culpa era de ese maldito cabeza de chorlito, cuando la dejó abandonada para que Thin Man la secuestrara. Esa maldita sombra había surgido justo en ese momento, cuando aquel monstruo alto y delgado la había arrancado del suelo con sus poderes.
Fue una sensación como si algo dentro de su alma fuera arrancada de cuajo de manera dolorosa, parecida a aquella pobre rana que aquellos abusones estaban diseccionando, ese fue el único rastro que quedó de ella en ese momento. En ese momento y luego de eso, no pensó en ello, la situación no estaba para que se pusiera a racionalizar esas cosas cuando lo que priorizaba era que aquel monstruo no la matara.
Luego la habitación retorcida ...
Mono destruyendo la caja ...
La masa de carne persiguiéndoles.
Mono cayendo a su fin.
Y en cuanto pudo pasar por la estática, ahí la encontró, la sombra que había visto salir de ella cuando fue secuestrada, ya partir de ahí, hambre, acoso, presión, dolor ...
¿Qué es lo que le había hecho Thin Man? ¿O qué es lo que Mono había hecho con su sombra cuando fue llevada?
Lo peor es que ella era una tonta ¡ya había visto un Mono juguetear con extraños niños sombra desde que lo conoció! Su sombra era idéntica aquellos niños, todos ellos hechos de estática. Ella, en su momento, le preguntó qué era todo aquello y Mono solo le aseguró que ...
¡Oh por todos los demonios! ¡¿Cómo no pudo verlo si estaba delante de sus narices ?! Por tonta, por confiada, por creer que era su amigo ¡maldito sea!
/ * / * / * / * / * /
El viaje a través del mar en aquella puerta había sido silencioso, ninguno de los dos niños se había molestado en entablar ninguna conversación. No era necesario y era mejor mantenerse así si estaban en medio del mar y su única forma de mantenerse a flote era aquel trozo de madera que antes servía para limitar el exterior del interior de un hogar. Si había monstruos escondiéndose bajo el agua, mejor no hacer ningún sonido que pudiera alertarlos de su presencia. Ya tuve suficiente con lo que vivido con el Cazador, merecían tener, al menos, un viaje más tranquilo.
Mono estaba un poco mas apartado de ella, no emitía ningún sonido, pero Six le pareció ver por el rabillo del ojo como él metió la mano dentro del agua ¿jugando? ¿Comprobando si estaba muy fría? Cualquiera que fuera de los motivos se siente nerviosa, rogando para sí misma que aquel cabeza de bolsa no hiciera movimientos bruscos o su improvisada balsa volcaría. Y Six no destacaba por ser una buena nadadora precisamente.
Aunque debería reconocer que no sabía qué podría ser peor en cuanto vio a la inmensa y retorcida Ciudad Pálida cerniéndose sobre ellos cuando llegaron a la costa. Six ya había estado en ciudades antes, pero nunca había visto una que tuviera los edificios retorcidos como si estuvieran hechos de mantequilla, la visión del estado de la ciudad, junto con la niebla y el cielo lluvioso, le daban al lugar un aspecto mucho mas terrorífico y deplorable. Seis sentía que había banderas de alerta roja en su cabeza, todo aquel sitio gritaba peligro, que adentrarse en aquella ciudad era solo un suicidio.
Miró a su compañero, que parecía absorto mirando la ciudad, cuál era su expresión eso Six no podía deducirlo, aquella bolsa en su cabeza no facilba el leer su rostro precisamente.
Lo que Six no se esperaba es que su compañero la tomase de la mano y comenzara hacerla caminar detrás de él por la playa, buscando algún hueco o entrada por la que podría acceder a la ciudad. Parecía muy seguro del camino ¿acaso él había estado ya aquí antes ...? No estaba segura de ello, aunque, de todos modos, no parecía haber modo de rodear la ciudad, todo sea dicho.
Entonces un sonido llegó a sus oídos, ambos miraron a un lado del camino, encontrándose con que ahí se encuentran una figura negra de estática, justo al lado de una televisión. Seis parpadeó confundido mientras miraba aquella silueta que permanecía inmóvil al lado del aparato, fue cuando el chico de la bolsa soltó su mano y se acercó hacia donde estaba aquel ente.
Cuando él la tocó, Six se sobresaltó de tal manera que dio unos cuantos pasos hacia atrás, el chico se había inclinado hacia delante, abrazándose a sí mismo y haciendo un sonido que parecía de dolor, la sombra en cuestión se deshizo en estática, como de hilos se tratara. Y al segundo, el chico volvía a estar de lo más normal, como si nada hubiera pasado.
Six arqueó una ceja y miró con desconfianza la situación. Ya era la segunda vez que veía a su compañero hacer algo así. Cuando estaban en la casa del Cazador, justo en el baño cuando abrieron la puerta había un niño de estática ahí, saltando. El chico de la bolsa había hecho lo mismo que ahora, acercarse a él y ¿absorberlo? Six pensó que era raro que un niño estaba hecho de estática pero no pudo decirle nada a su compañero cuando lo vio encogerse al tocar a esa sombra. Six se asustó, pensando que le hecho daño, que aquella cosa era mala o una trampa, pero en cuanto vio que se recomponía y no parecía haber sufrido daños, pudo sentir alivio ¡Pensaba que había v a descuidar a su compañero! No se paró en ese momento a preguntar de qué iba todo eso, no era el momento y lo olvidó casi enseguida.
Pero, ahora, había ocurrido una segunda vez. El chico había ido directamente hacia donde estaba la sombra, sin dudarlo, y había vuelto a ocurrir lo mismo ¿qué narices había sido todo eso?
El chico en cuestión volvió acercarse a ella, Six no vio que tuviera daños o que le costara andar, estaba como si nada, pero ¡es que aquello era muy raro! cuando vio que el chico volvía a tomarla de la mano ya tirar de ella para hacerla caminar, Six decidió hacer caso a su instinto y empezar a averiguar cosas. Clavó los talones en la arena y se zafó del agarre.
Su compañero la miró, confundido tal vez, pero eso Six no pudo asegurarlo, e hizo el intento de volver a agarrarle la mano, y en respuesta, Six colocó sus manos a su espalda y retrocedió un par de pasos. Lo vio ladear la cabeza a un lado.
-¡Hey ...! - escuchó llamarla intentando volver acercarse a ella, pero Six volvió a retroceder, negando con la cabeza.
Six dijo hacia el lugar en donde había estado la sombra, el chico miró hacia el lugar y luego a ella, para al momento, encogerse hombros, al parecer no estaba entendiendo lo que quería decir. Sintiendo un tic nervioso en la ceja, Six miró hacia los lados, asegurándose de que no hubiera nada ni nadie por los alrededores.
-¿Que ha sido eso ...? - preguntó, haciendo que el chico tensara los hombros, al parecer no esperaba que le dirigiera la palabra. Igual que en ese baño. Un niño sombra. Lo tomaste. Desapareció. Te retorciste y luego nada ¿por qué?
El chico en cuestión jugueteó con sus manos, nervioso por tener que contestar, movía la cabeza hacia los lados, también temeroso de que hubiera algo escondido que pudiera estar acechándolos, pero viendo que su compañera estaba mirándolo con el ceño fruncido supo que debía contestar a su pregunta o dejaría de confiar en él.
No quería darle motivos para pensar que no era de fiar.
-Salvar ...- susurró a duras penas, desconfiado con el entorno, mirando cómo podía hacia los lados por si hiciera falta echar a correr.-Ellos necesitanban ayuda. Los salvé.
-¿Salvar ...? - cuestionó Six ladeando la cabeza confundida.-Esas cosas ... ¿están vivas?
Él negó con la cabeza.
-No, pero lo estaba. Antes.-miró al sitio en donde había estado antes aquel niño sombra y dulcificando en cierta forma la voz siguiente.
Six miró hacia donde él lo hacía, su tono de voz le hizo sentir un poco apenada, sintiéndose insegura de preguntar, pero, a pesar de ello, siguió haciéndolo.
-Si no están vivos ¿Por qué les..."salvas"?
-La sombra son sus restos. Sus conciencias dejadas atrás. Están sufriendo.-suspiró frotándose las manos, nervioso al explicar algo tan extraño.-Las sombras están aquí, reviviendo lo último que vivieron. Una y otra vez. Sin ir atrás ni adelante. Solo lo mismo. Todo el rato.
Los hombros de Six se tensaron ¿fantasmas? ¿Eso era lo que eran aquellas sombras? Fantasmas de niños muertos atrapados en su último momento de vida pero entonces ¿por qué eran estática...?
- El primero que vi.-Six alzó la cabeza cuando escuchó que su compañero continuaba.-fue en el bosque. No sabía lo que era, pero pensaba que era un niño en apuros. Quise ayudarle. Cuando lo toqué, todo empezó a doler, vi lo último que él vio. Luego todo fue paz.-una pequeña risa pareció escapar de la boca del chico.-Él me dijo "gracias"
-¿Gracias...?
-Cuando les toco, su ciclo se rompe. Se hacen libres. Se pueden ir. Son felices.
Six lo miró, ahora se frotaba el brazo, nervioso y tratando de no mirarla directamente, pero el tono de su voz era tranquilo.
-¿Y por qué les ayudas...? Te duele cuando los tocas.
-Este mundo ya duele cuando estás vivo. Que siga doliendo cuando ya estás muerto es cruel. Nadie debe seguir aquí cuando tiene que irse. Les ayudo a irse.
Six no encontraba mucho sentido a eso ¿de verdad los muertos podían seguir teniendo conciencia como para poder sufrir o algo así? ¿Y de verdad valía la pena sentir dolor para hacer que se fueran...?
Six valoraba mas la vida que la muerte, su vida giraba entorno a esquivar a la muerte, salvar a un muerto no tenía sentido para ella. Pero entonces, su mente recordó a Raincoat Girl. Si hubiera alguna posibilidad de que la sombra de aquella niña estuviera por algún lado, sufriendo ¿pasaría de largo? ¿La salvaría...?
La salvaría...sin dudarlo.
Raincoat Girl la salvó a ella de morir, si se diera el caso, Six la salvaría de una no-vida. No quería pensar que aquella posible amiga que no llegó hacer estuviera atrapada reviviendo su propia muerte una y otra vez, cayendo por aquel acantilado con los chillidos de la Pretendiente detrás de ella hasta estamparse contra el mar.
Six miró a su compañero, el cual estaba con la mano a medio alzar hacia ella, dubitativo de si podía ahora volver a tomar su mano o si volvería a ser rechazado. Six lo pensó. Este chico no solo tenía el valor de salvarla a ella, sino de, si estaba en su mano, darle paz a los muertos. No tenía entonces motivos para desconfiar de él ¿verdad? Estaba haciendo cosas buenas por los demás, sin esperar nada a cambio, sin dudarlo. Eso era ser alguien bueno ¿no...?
Con una diminuta sonrisa, Six alzó su propia mano y tomó la del chico. Él soltó una risita, al parecer contento de ver que confiaba en el, pero justo cuando se disponía a volver a ponerse en marcha, sintió un tirón que le hizo detenerse.
-Soy Six.-se presentó ella.
El chico se quedó callado unos segundos, pero Six sintió un amable apretón en su mano.
-Soy Mono.-contestó con entusiasmo, sin esconder el gozo que sentía en esos instantes.
Six asintió y, juntos, volvieron a ponerse en marcha en busca de la entrada a la ciudad. Si aquel niño sombra había muerto en ese lugar, no era seguro quedarse quieto demasiado tiempo. Six se quedó contemplando las manos entrelazadas que los mantenían unidos, no recordaba cuando fue la última vez que otro ser humano le había tomado la mano con tanta gentileza. Era tan cálido...
¿Por qué tuvo que confiar en él sin cuestionar nada ...?
/ * / * / * / * / * /
La sensación calidez en su mano permaneció cuando abrió los ojos luego de haber tenido aquel sueño, extraño tener algo así en vez de una de sus habituales pesadillas. Sus ojos, aun desenfocados, intentaron aclarar lo que había a su alrededor y se encontró una mano pálida posada sobre la suya, trasmitiendo constante calidez.
-¿Mono ...? - susurró con apenas un hilo de voz.
Sus ojos se enfocaron para mirar a la persona que le agarraba de la mano, sorprendiéndose al encontrar una triste mirada avellana dirigiéndose hacia ella.
-No, Seven.-susurró el chico acariciando la mano de Six suavemente con el pulgar.
Como un resorte, Six se incorporó abruptamente de su lugar de descanso, rompiendo la unión de manos mientras miraba incrédula al chiquillo que se encontró de rodillas al lado suya.
-Runaway Kid.-el aludido puso una mueca de disgusto ante la forma de llamarlo-¡¿Cómo has encontrado este sitio ?! ¡¿Cómo tiene ...?!
Seven tuvo un tic en el ojo ¡al menos Six podría mostrar un poquito de alegría de verlo! ¡Con todo lo que había tenido que hacer para llegar hasta ella! Se había recorrido el barco de arriba abajo, incluso había tenido que llevar una bolsa con un trozo de queso para no estar volviendo sobre sus pasos para comer algo! ¡Estaba agotado!
Se sorprendió cuando acabó llegando al punto más bajo de The Maw , un sitio que estaba abandonado incluso cuando los monstruos eran dueños del navío, lleno a agua entrando por todas partes desde tropiezos rotas, lleno de trastos mohosos y sorprendiéndose de encontrarse a la niña del chubasquero dormir ahí sobre una maleta.
Despacio, se había acercado a ella, temiendo que tal vez estaba enferma, hacia muecas con la cara y Seven no estaba seguro de si se trataba de una pesadilla o si estaba con fiebre. Sin saber qué hacer, le tomó de la mano, estaba sudorosa y helada ¿cuánto tiempo llevaba durmiendo aquí abajo? ¿Por qué siquiera Six estaba durmiendo ahí?
Entonces, cuando la vio que estaba despertando, escuchó como de sus labios salía el nombre del que fue su compañero.
Seven solo pudo sentir lástima por ella ... pero el enfado por todo el recorrido que había hecho y la actitud esquiva de Six durante todo ese tiempo era mayor que la pena que pudiera sentir en esos momentos.
-Me he pasado ¡horas! recorriendo el maldito barco, Six, si te estaba buscando, tarde o temprano llegaría hasta el último recoveco de él. The Maw es grande pero no es infinito ¿sabes? Pero no ha sido un paseo agradable ¡que lo sepas!-protestó el chico cruzándose de brazos, ignorando la forma desconcertada con la que Six le miraba.
-No, tú no deberías estar aquí ¡tienes que irte! ¡Tienes que...!
-¿Ahora me echas? ¡¿Sabes cuánto me ha costado encontrarte?! ¡Por todos los demonios, Six, estaba muy preocupado! ¡De la noche a la mañana te alejas de todos! ¡Desapareces! ¡No dices ni una sola palabra! Y cuando al fin encuentro donde te estás metiendo ¿resulta que me echas? Y ya puestos...-entonces extendió los brazos, señalando el sitio.-¡¿Qué es este lugar?! ¿Es aquí en donde has estado durmiendo estos días? ¡¿Por qué...?
Fue en ese momento en que Seven pudo darse cuenta de un detalle del que no se había percatado antes. El chubasquero amarillo de Six tenía una enorme mancha oscura por la zona del pecho y el estomago, algo que no pudo identificar hasta que pudo ver que por la barbilla de Six había rastros del mismo tipo de mancha, al parecer escurriéndose por su boca.
Sangre.
-Six...¿qué ha pasado...?
La pregunta tensó a Six, Runaway Kid se había puesto pálido al instante de mirarla de arriba abajo y ella sabía cuál era su verdadera pregunta detrás de la que había hecho.
No, no podía enfrentar esto con él. No con él.
-Sal de aquí, Runaway Kid. Lárgate y más te vale mantener la boca cerrada sobre lo que has visto o vas a tener serios problemas conmigo. Y puedo asegurarte que no vas a pasártelo bien si me entero de que se te ha ido la lengua-le gruñó entre dientes, intentando lucir lo más temible posible, con un poco de suerte, se asustaría y saldría corriendo.
Ah, pero había olvidado que Runaway Kid era un valiente tremendamente estúpido.
-¡No! No me voy a ir-exclamó el chiquillo tomándola de la muñeca.-¡No sé qué te está pasando! ¡Pero no me voy a ir y dejarte aquí sin saber al menos qué es lo que ocurre!
-¡Suéltame! ¡Ahora mismo!
-¡No! ¡¿Qué es lo que te pasa?! ¡Has estando actuando muy raro desde aquella noche! ¡Te has alejado de todos y estas todo el rato desaparecida! ¡Me acabo de enterar que duermes aquí, rodeada de humedad y dentro de una sucia y maloliente maleta! ¡¿Y ahora tienes esto?!-señaló tirando de una parte de su chubasquero para señalar la sangre.
-¡Maldita sea, Runaway Kid! ¡Deja de estar metiéndote en donde no te llaman! ¡Suéltame y vete por donde viniste!
-¡Es Seven, maldita cabezota! ¡Y no me voy a ir! ¡Estamos todos, literalmente, en el mismo barco, y si algo malo está pasando contigo, es mi obligación y la de todos velar por ti!-exclamó totalmente ofuscado apretando el agarre sobre la muñeca al sentir que ella le estaba dando tirones para liberarse.
-¡¿Es que no eres capaz de entender algo tan simple ?! ¡Deja de jugar a querer hacerte mi amiguito! ¡Ya te dije que no me interesa, y eso incluye en no dejarte que te metas en mis asuntos!
-¡Pues te aguantas porque me voy a meter igual! ¡Así que empieza a soltar lo que está pasando aquí o la vamos a tener!
-¡KID FUGITIVO!
-¡SEIS!
Entonces un largo y sonoro gruñido interrumpió su discusión.
El silencio fue abrupto, ambos mirándose con los ojos muy abiertos, con los hombros tensos y rogando que aquel sonido no fuera lo que estaban pensando.
Six se puso blanca como la cera cuando comenzó a sentir las primeras punzadas de dolor, mientras que Seven, al ver la expresión de ella, soltó lentamente su mano, mirándola con la comprensión plasmada en su cara pero sin poder creerse que estaba pasando.
-Seis ... ¿estás ...?
-Tienes que salir de aquí ...- tembló ella cubriéndose el estomago con ambos brazos, sabedora de lo que iba a empezar a pasar en breve.
-¿Por qué no me lo dijiste ...? - fue todo lo que Seven pudo preguntar, temblándole la voz.
-¡Tienes que salir de aquí cuanto antes! ¡Ahora mismo! -Saltó ella dándole un empujón para que se alejara de ella.-¡Vete! ¡Déjame aquí! ¡Huye!
Preocupado, Seven se levantó de un salto del suelo, pero no hizo amago alguno de dirigirse de nuevo hacia la trampilla.
-¿Estás tonta? ¡¿Cómo voy a dejarte sola ?!
-¡No hay tiempo para tus tonterías, Runaway Kid! ¡Esto es serio! ¡Y es peligroso! Si pierdo el control yo ...
-¡No vas a hacerlo! Tú eres mejor que esto, Six-gritó Seven.-Te he visto hacerlo antes ¿recuerdas? Aquella vez pudiste haberme comido ¡pero no lo hiciste! ¡Puedes detenerlo! Puedes ...
-¡NO PUEDO, JODER! -Gritó ella de manera tan fuerte que parte de su poder se desató.
Seven fue impulsado hacia atrás hasta chocarse con una de las paredes de aquella habitación, incluyendo una tubería que reventó y un enorme chorro de agua helada comenzó a derramarse por todo el lugar. Sorprendido, sacudió la cabeza, y miró a la del chubasquero amarillo, arrodillada ante él, inclinada hacia delante y sosteniéndose el estómago mientras un nuevo gruñido se hizo escuchar.
-Es ... peor ... ahora ...- se esforzó en articular Six-Es mucho ... peor ... que antes ... no tengo ningún control sobre él ... por favor, vete de aquí
-Seis-intentó alzar la mano hacia ella.
-¡VETE DE AQUÍ! -Bramó haciendo al chico asustarse.-¡NO QUIERO MATARTE! ¡NO QUIERO HACER DAÑO A NADIE! ¡VETE! ¡SÁLVATE, JODER, SÁLVATE!
Asustado, Seven optó por obedecerla cuando la escuchó lanzar un grito ante el siguiente gruñido que proliferaba su estomago. Esto es malo, debía salir de ahí cuanto antes y encontrar otra forma de ayudar a Six. La rodeó y tan rápido como pudo se dirigió hacia la trampilla por la que había entrado. Tomó la barra con ambas manos y tiró de ella con todas sus fuerzas para abrirla ¡mierda, era pesada para levantarla!
Pero justo apenas estaba a mitad de camino de abrirla, sintió que algo le agarraba y, de pronto, fue propulsado al otro lado de la habitación para acabar otra vez estampándose contra la pared.
¡Joder, eso dolía!
Se abrazó a sí mismo, aguantando los sollozos pero al mirar hacia arriba, toda la sangre de cuerpo se le fue a los pies.
Los ojos de Six estaban inyectados en sangre, jadeaba como un animal embravecido y tenía los dientes tan apretados que Seven juraba que podía escuchar su mandíbula crujir. Aquella aterradora imagen de parte de la niña le hizo rememorar el mismo momento que aquella vez, y el miedo que experimentó era el mismo. Quería gritar. Llorar. Pero su voz ni siquiera hacía el amago de salir.
Lo siguiente que sintió fue como su cabeza volvía a golpearse contra la pared cuando la mano de Six le atrapó la cara. Se quejó pero vio horrorizado como Six estaba prácticamente sobre él, inmovilizándolo y dirigiese a su cuello con la boca abierta.
-¡SEIS! ¡SEIS, NO! ¡NO LO HAGAS! ¡POR FAVOR, NO LO HAGAS! ¡IT'S ME! ¡ESCUCHARME! ¡SOY YO! -Gritaba desesperado intentando retorcerse y empujarla, pero ni siquiera conseguía moverla, Six de repente parecía tener una fuerza de mil demonios, estaba igual de indefenso que aquella vez cuando era un gnomo ¿en serio al final sí que tenía que acabar así? ¿De verdad estaba destinado a morir a manos de Six?
Six no podía mas ¡el dolor era insoportable! ¡No podía pensar! ¡No podía sentir nada más que ese dolor que clamaba ser saciado cuanto antes! ¡Duele, duele, duele! Quiere que el dolor se detenga, necesita ... necesita ... sangre ... carne ... vida ...
Ella necesita ...
Fue entonces cuando, por el rabillo del ojo, Six la vio.
Su sombra, aquella imagen suya contemplándola, cómodamente sentada con las piernas cruzadas sobre las sábanas de la maleta.
La mandíbula de Six tembló ...
¿Qué estaba haciendo ...?
¿Tan frágil era su voluntad? ¿Hasta ahí había llegado su sentido de la integridad?
La sombra movió los hombros, parecía reír. Como burlándose de ella.
Seis gruñó con ferocidad ¡No!
¡NO!
Seven sintió de repente como era liberado de todo agarre de manera brusca, como con un empujón. Jadeó asustado, incrédulo de verse libre, tocó la zona de su cuello y hombro, comprobando que la carne estaba en su sitio y que su piel no había sido dañada. No le había hecho nada. Los dientes ni siquiera le rozado ¿qué es lo que ...?
¡GRIETA!
Seven alzó la cabeza ante el ruido, encontrándose con la espantosa imagen de que Six estaba colisionando salvajemente su cabeza contra la pared.
Oía sus gritos de agonía, la pared estaba llenándose de sangre, Seven podía escuchar el ruido del cráneo contra la pared que parecía estar rompiendo el hueso. Sus ojos se llenaron de lágrimas, la sangre siguió fluyendo, los gritos no cesaron.
Debía detenerla, debe pararla ¡ella se está haciendo daño! ¡Se va a morir!
-¡SEIS! PARA, DETENTE! ¡TE VAS A MATAR! -Gritó Seven, sin embargo, sus piernas no le respondían, el terror había paralizado sus extremidades, no podía moverse.-¡PARA, POR FAVOR! ¡PARACA!
Los golpes continuaron, el suelo también estaba se estaba manchando. La sangre era abundante, una y otra vez. Más y más. Siete siguió gritando.
Pero finalmente, el último golpe propinado hizo que el cerebro de Six llegara a su límite.
Todo su sistema se detuvo.
El estomago dejó de doler, ya no había gruñidos, su mente se había quedado hundida en una nebulosa roja mientras, exhausta caía de rodillas y luego se desplomaba en el suelo.
No sentí nada. Absolutamente nada. Era todo una bruma, todo había perdido sentido. Que hacer.
Escuchaba la voz de Runaway Kid de fondo ¿la estaba tocando? No lo sabía, no sentía nada. No podía moverse.
Lo había logrado, no se había comido al muchacho, pero ahora ... ¿qué?
¿Es que se iba morir?
¿Iba ... a ... morir ...?
Todo se estaba poniendo oscuro, tenía mucho miedo, miedo incluso mientras su mente se apagaba.
- Mo ... no ...
/ * / * / * / * / * /
¡CHOQUE!
Una taza cayó al suelo. Mil pedazos de cerámica se desperdigaron por la superficie y el líquido oscuro y azucarado que lo contenía se derramó por todas partes.
La mano que hasta hace un momento sostenía la taza estaba temblando. Las fuerzas con la que han estado agarrado el asa se han esfumado, y la cara del chico estaba pálida. Sus ojos negros abiertos de par en par, y un enorme revoltijo en el estomago lo azotó de forma salvaje y repentina.
-Seis...?
Los ojos le picaron, sus manos temblaron al mismo tiempo y sus hombros se le pusieron rígidos, un inexplicable terror había surgido desde lo más profundo de su ser. Y pudo escuchar una débil vocecilla, débil, aterrorizada, llamándole ... pidiendo ayuda ...
El vello se le puso de punta cuando pudo reconocerla.
Mono se levantó de un salto de su silla y fue raudo hacia donde se encontraban las televisiones, alzó las manos hacia ellas y trató de sintonizar desesperadamente la señal.
-¡Encuéntrala! ¡Por favor, encuéntrala! -Rogó mientras la estática de las televisiones hacía un ruido desagradable.-¡Encuéntrala! ¡Me está llamando! ¡Me necesita! ¡Tengo que encontrarla! ¡Ya!
El desagradable sonido se intensificó, la señal se abría paso a través del mar, la bruma que obstaculizaba el paso hacia muy difícil llegar hasta donde Mono estaba había ordenado. El sonido fue en aumento. Casi parecía que las pantallas iban a explotar.
-¡ENCUÉNTRALA! -Gritó Mono mandado una fuerte onda de estática contra las televisiones, preso de una horrible desesperación.
Entonces, una pantalla se encendió.
Mono levantó la cabeza, aun con los brazos extendidos, y vio la imagen que aquella pantalla le mostraba.
Las fauces
La señal había llegado, estaban conectados con el navío.
Los labios de Mono temblaron, un sollozo salió de sus labios y después una temblorosa sonrisa hizo su aparición.
-Te encontré ...- gimió Mono apoyando su frente en la pantalla en donde salía la imagen del navío.-Por fin te encontré, Six ...
CONTINUARÁ
Vale, gente ¡no sé qué cojones me está pasando! ¡Porque juro y perjuro que no es normal que yo actualiza tan rápido! Si yo soy de demorar y demorar, y demorar hasta el punto de irme al hiatus indefinido. Pero, mirad, aquí nuevo capítulo.
Igual que el anterior, no tenía muy claro cómo manejar este, me parecía muy precipitado manejar a Mono y hacer que encontrara ya The Maw, sin embargo, mientras empezaba escribiendo líneas aleatorias me vi profundizando más en el hambre de Six y en los Vestigios Disfuncionales . Hay muchos fanarts rondando por internet haciendo chiste sobre que Six es alguien con un hambre insaciable, principalmente siempre comiéndose gnomos oa Seven, normalmente en un contexto cómico. Pero creo que pocos piensan que la sombra de Six es en sí un Vestigio Disfuncional, igual que vamos encontrando a lo largo de LN2, y surge igual que surgieron los otros, por la mano de Thin Man al llevarse a un niño con él.
Realmente no hay nada en claro de qué hace Thin Man con estos niños, algunos teorizan que se los lleva a la Torre para salvarlos y protegerlos del mundo, y otros sostienen que hace lo que todos los monstruos y los mata. Pero no hay nada de esto confirmado. No hay presencia de ningún otro niño, ni normal ni distorsionado, dentro de la Torre cuando Mono va a buscar a Six, por lo que pueden estar de verdad ahí o puede que las Torre los haya consumido, en cualquier caso, es posible que estén claramente muertos y los Vestigios sean una parte de sus conciencias dejadas atrás cuando fueron capturados por Thin Man.
El que Mono pueda liberarlos cuando los toca, dado que tiene el mismo poder que Thin Man, se me hace hilarante, de alguna manera dando paz a los muertos cuando su predecesor causó dolor. Pero la diferencia, es que Six no murió, sin embargo, su Vestigio Disfuncional sigue existiendo paralelamente a ella, apareciendo solo cuando ella sufre de hambre y encuentra algo con lo que alimentarse. Tal vez, si Mono hubiera estado con ella, podría haber devuelto el Vestigio a Six y su hambre hubiera desaparecido.
Porque si, el hambre y la sombra de Six fueron provocados por Thin Man al momento en que la secuestró, no relación estas dos cosas con su viaje por The Maw y posteriormente con haber devorado a la Dama.
En el caso de este capítulo, como poco a poco, los poderes de Six están desapareciendo y con ello, el hambre que desarrolló en Ciudad Pálida junto a la aparición de su sombra está volviendo a surgir. La urgencia cada vez más frecuente de tener que alimentarse, solo es consecuencia de que su maldición está haciéndola degenerar cada vez más, y con esto solo está destinada a dos cosas. Dejarse morir por esa hambre, manteniéndose firme en no comer humanos, o volverse una Huésped, una persona que no más función que la de comer tiene cantidades inmensas de comida buscando saciar un hambre que nunca termina.
Espero que el capitulo os haya gustado y, sin que sirva de precedentes (otra vez) no prometo que el siguiente capítulo sea pronto. Que en serio que esto no es lo normal XDDDD.
Muchas gracias a los que dejan comentarios y se dan el tiempo de leer mis desvaríos y dejarme a mi leer los suyos (los que entienden, entienden!), En serio es genial ver que esta historia lo disfruta mucha gente y yo encantada de dar mi parte al fandom.
Ahora a respondedor el review que me dejaron de…
Mari: Por mi parte intento manejar a Mono lo más parecido posible al canon y la manera en que puedo interpretar sus acciones MÁS la forma en las que podemos conseguir logros / trofeos cuando le manejamos. Por ejemplo:
1) Sé que Mono puede tener un lado violento y despiadado porque puede elegir entre incinerar o no al Doctor del hospital. Literalmente si elijes incinerarlo, sale el logro de " Hospitalización ", pero si elijes no hacerlo, sale el logro de " No hay que hacer pupita ", por lo que Mono puede elegir entre matar o perdonar, como también puede matar cuando no hay necesidad .
2) Cuando logras matar a la mano que te acosa también por el hospital, si golpeas otras tres veces sale el trofeo de " Muerta y rematada ", por lo que esto puede interpretar como que o Mono ha dejado cundir el pánico golpeando sin cesar, o bien simplemente se está ensañando con una mano muerta porque está cabreado en ese momento
3) También te sale un logro llamado " Cazador cazado " si asesinas al Cazador mientras Mono lleva puesto su sombrero de mapache, es decir, es algo de bastante humor negro por parte de Mono que se cambie de sombrero a uno de cazador cuando va, precisamente, un disparar a un cazador.
4) En la zona de la escuela, si Mono hace caer una estantería para acabar con tres matones luego de haber llamado la atención de la Maestra salta el logro de " El señor de los matones ", o sea, Mono también puede ser un matón contra ellos, uno muy cruel.
5) También en la escuela, salta otro logro si se decide perdonar al matón que está atado con una cuerda al cuello, llamado " Hazaña compasiva ", otro caso en el que Mono puede elegir matar o no aunque no haya necesidad de matar (y que la mayoría de las veces, los jugadores prefieren matar al matón indefenso).
Sé que todo esto son acciones del jugador como tal pero dado que son acciones que no repercuten en la historia, son una manera de dar pinceladas a la personalidad de Mono y de lo que es capaz de hacer ^^ u
Sé que a veces es difícil ver como tal el mundo en el que viven estos protagonistas, pero todas sus acciones, modos de pensar y actuar están influenciados por la manera en que han vivido, el que hayan estado solos y sin adultos que les hayan querido y guiado. No son niños inocentes que están perdidos. Son supervivientes. No se les puede aplicar el pensamiento del bien y del mal que tiene una persona que ha vivido y crecido en una sociedad estructurada, segura, con leyes, moral, derechos y obligaciones, con unos niños que literalmente todos los días, y que hoy están aquí pero al siguiente segundo ya no están.
Si, la convivencia entre Mono y Six dentro de la Torre sería francamente muy difícil porque ambos tienen muchas cosas que resolver tanto en su relación como cada uno en si mismo, principalmente el trastorno de estrés post-traumático entre muchos otros problemas, pero para ello necesitan mucho tiempo y mucha paz. Aunque al principio parezca una guerra entre dos titanes, la paz y recursos que pueden otorgar la Torre siempre hará una mejor recuperación tanto a nivel personal como en su amistad que el seguir rulando por un mundo que no tiene salvación ni hay lugar seguro.
Y como he dicho antes en las notas, el hambre de Six y sus poderes no tienen relación entre sí. El hambre surgió porque la Sombra / Vestigio Disfuncional fue arrancada de Six por los poderes de Thin Man al momento en que la secuestró. Cuando Six se comió a la Dama y obtuvo sus poderes, suprimió su maldición, pero seguía estando ahí, por lo que cuanto más se debilitan sus poderes más se manifiesta su hambre y la sombra, otra vez. Aunque Six coma y alivie su hambre, eso no restablecerá sus poderes, estos se siguen extinguiendo poco a poco, porque no es la comida lo que hace que este poder se regenere, sino la energía vital de otros seres vivos, algo que Six no ha hecho ni una sola vez desde que mató a los Huéspedes y monstruos de The Maw, por tanto, al no renovar la fuerte de energía, los poderes simplemente se están agotando por si solos.
Lo que pasa es que incluso con el poder debilitado, sigue siendo lo suficientemente poderoso como para que a Mono le siga costando mucho trabajo localizarla, el hambre solo es síntoma de que su poder ya no puede suprimir su maldición como antes pero aun tiene energías para proteger el navío. Claro, hasta ahora.
Wow, he dado una respuesta larguísima a un review, no sé si lo leerás todo pero espero que te haya gustado y te haya servido de ayuda: 3
