Capítulo 4
Su día a día se volvió rutinario, se levantaba bajaba a comer y regresaba a su habitación para seguir dibujando o simplemente echarse en la cama calculando que día podría ir a Gringotts para sacarse la prueba de sangre; aunque no se podía engañar así mismo, extrañaba demasiado a Ron y Hermione, pero aún se sentía dolido.
Por su parte ellos trataban de acorralarlo en cualquier parte de la casa para poder disculparse y poder hablar con él porque la situación los tenía afectados de igual manera, pero nada les daba resultado.
Así transcurrió la primera semana en Grimmauld Place, hasta que una mañana después del desayuno los dos jóvenes se hartaron de la situación y decidieron tenderle una emboscada en su propia habitación.
Mientras Harry se levantaba de la mesa Sirius le dijo que lo acompañe a la biblioteca antes de que se retire a su cuarto para avisarle que día irían a comprar sus útiles ya que así habían decidido todos, en ese lapsus de tiempo Ron y Hermione aprovecharon para escabullirse en la habitación del azabache, al ingresar este a su habitación se encontró cara a cara con sus mejores amigos y trato de salir inmediatamente del cuarto, pero cayó en cuenta de que la puerta se encontraba cerrada con un hechizo, lo único que pudo escuchar de fuera fue a Sirius hablando.
- Lo lamento cachorro, pero está situación está afectando a todos los de la casa, así que no van a salir de ahí hasta que resuelvan sus problemas y ni te tomes la molestia de buscar tu varita porque la tengo yo para que no vayas a abrir la puerta con magia.
- Valiente Gryffindor resultaste - dijo Hermione como quien no quiere la cosa - quieres huir en vez de afrontar el problema.
- ¿Ahora si nos vas a querer escuchar o nos vas a seguir ignorando? - pregunto Ron.
- Es que ustedes no entienden, el problema es ... Aun no, no me siento listo para hablar de lo que pasó ese día ... - les comento Harry en lo que se podría considerar un susurro.
- Harry hermano, ven hay que sentarnos y hablar como personas decentes - le dijo Ron.
- Harry si no te sientes listo para contarnos que pasó, no hay problema nadie te va a obligar a nada con decirnos que te sentías tranquilo y que estabas bien nos bastaba, nosotros más que nada queremos explicarte porque no nos habíamos comunicado contigo para nada - dijo Hermione con voz suave.
- Hermano, nunca quisimos que te sintieras mal, no fue nuestra decisión dejar de escribirte durante todo ese tiempo, hasta discutimos con Dumbledore por ese tema, ya que nosotros sabemos que te sientes solo en la casa de tus tíos, tranquilo que no se los comentamos, pero no podíamos hacer nada ya que él nos tenía prohibido escribirte o tratar de comunicarnos contigo, lo cual no entiendo por qué hasta el momento - dijo Ron.
Cuando Ron comentó sobre la casa de sus tíos Harry trato de reprimir los escalofríos que le causaba recordar aquello y tratar de disimular que sus ojos se pusieron brillosos, Hermione se dio cuenta de eso, pero como iban las cosas decidió que era mejor esperar a que Harry se sintiera tranquilo para poder preguntarle qué es lo que le pasaba y mejor optó por seguir con el tema de Dumbledore.
- Solo nos dijo que por nada del mundo nos comunicáramos contigo y menos te dijéramos donde estábamos, ya que si tú te llegaras a enterar los planes se iban a complicar, no entendí mucho eso la verdad, pero los adultos nos dijeron que era mejor hacerle caso a Dumbledore.
- Yo no entiendo, porque no quería que se comunicaran conmigo, ¿Con escribirme preguntando cómo estaba no creo que afecte ningún plan o sí? La verdad cada vez entiendo menos a Dumbledore, acaso el no piensa que en estos momentos necesito estar más cerca de mis amigos, ya que principalmente el regreso del que-no-debe-ser-nombrado tiene a todos a flor de piel.
- Para serte sincera Harry yo estoy igual o hasta más confundida que tú, pero lo que si te puedo jurar es que con Ron intentamos enviarte cartas, aunque no servía de mucho ya que siempre algún miembro de la orden las interceptaba y cuando Sirius o Remus lograban que pase desapercibida la señora Weasley siempre las encontraba antes de que la lechuza parta, así que optaron por no tener lechuzas dentro de la casa o al menos no cerca de nosotros.
- A ustedes les explicaron al menos que es esto?
- Pues no mucho la verdad, ya que mamá dice que somos demasiado jóvenes para hablar de estos temas, lo único que tenemos entendido es que se trata de una organización que se juntó para luchar contra quien-tú-sabes, de ahí más no sabemos - le dijo Ron.
- Y ... Harry, entonces ¿Nos perdonas? - pregunto con recelo Hermione.
- No tengo nada que perdonarles, ustedes solo estaban siguiendo órdenes, soy yo el que les debe una disculpa por mi comportamiento, aparte nunca estuve molesto con ustedes solo me sentía dolido - les dijo Harry con una pequeña sonrisa en el rostro.
- Entonces todo resuelto y seguimos siendo el trio de oro que siempre se está metiendo en líos? - comentó casualmente Ron.
Luego de ese comentario los tres se pusieron a reír, y con eso se aligeró el ambiente y esa pequeña tensión que quedaba entre ellos se disolvió.
- Entonces, ¿Qué era lo que te dedicabas a hacer mientras nosotros nos reventábamos la cabeza tratando de hablar contigo? - le preguntó Hermione.
- Pues no mucho la verdad los primeros días me puse a curiosear por toda la habitación, hasta que me aburrí y comencé a dibujar o si no me echaba esperando que sea la hora de volver a comer.
- Así que... Te gusta dibujar y nunca nos comentaste nada Harry, ¡Me siento herido! - dijo Ron dramáticamente mientras se agarraba el pecho.
Comenzaron a reír otra vez hasta que Harry volvió a hablar.
- Es más que nada un hobby lo hago cuando siento que mi cabeza está a punto de estallar, o más que nada cuando tengo las emociones a flor de piel, no soy lo que se diga un gran artista, pero se podría decir que lo hago bien - les comentó despreocupadamente Harry.
- ¿Y nos enseñaras un dibujo tuyo algún día?
- No se Herms, nunca pensé que alguien me pidiera verlos, aunque ¿Que les aparece si cuando termine el último que estoy haciendo se los muestro?
- Me parece una idea estupenda, ¿Tú que dices Ron?
- La verdad que a mí también me parece una gran idea, más que nada porque ahora me dejaste con curiosidad para ver qué tipos de dibujos haces.
- Hey! No se emocionen mucho porque solo quedé en mostrarles el último que estoy haciendo, no todos, ya que no estoy preparado para enseñarles mi colección.
- Bueno bueno, peor es nada, bueno ahora que todo es paz y amor entre nosotros nuevamente que les parece si bajamos a comer un poco de tarta de melaza que hizo mi mamá, para celebrar nuestra reconciliación - les dijo Ron a los chicos luego de darles un guiño.
Después de unas cuantas risas y una que otra broma al apetito de Ron, bajaron a comer y después de ese suceso los días fueron mucho más tranquilos en aquella casa.
Día de compras en el Callejón Diagon
Todo iba relativamente bien aquel día, y en ese momento se encontraban comprando sus libros para el colegio, como todos estaban distraídos Harry aprovechó para escabullirse hasta Gringotts, al entrar saludo educadamente al duende de la entrada y se fue directamente hacia el duende que se encontraba en la cabeza de todos, cuando llegó hasta él le dijo.
- Disculpe, buen día lamento molestar, pero quería saber se me puede realizar una prueba de sangre.
- Por supuesto, si gusta seguirme - dicho esto el duende se puso a caminar y Harry comenzó a seguirlo de cerca.
- En este momento no tengo efectivo, ¿Hay algún problema que usted retire lo correspondiente de mi bóveda?
- No, no hay ningún problema con eso; ahora, le voy a proporcionar una daga para que usted se proceda a realizar un corte en la palma y deje caer la sangre directo a este pergamino, ¿Entendió?
- Si todo está claro - respondió Harry.
Tal como le había dicho el duende Harry corto su palma y dejó que un poco de sangre manchara el pergamino, apenas la sangre cayó en este la herida de su palma se cerró como si nunca se hubiera hecho nada, sin prestarle más atención, vio como el duende se puso a leer su pergamino con expresión curiosa.
- Interesantes resultados los que tenemos aquí señor Potter - dicho esto le pasó el pergamino a Harry.
Harry no podía creer lo que leía en aquel pergamino, pensaba que era una broma, aunque analizándolo bien y sumándole todos los sucesos que habían ocurrido los meses anteriores no se veía tan irreal el resultado, era complicado de asimilar, a quien no se le complicaría entender de un momento a otro que tu papá es el mismísimo Señor Oscuro.
RESULTADOS DE LA PRUEBA DE SANGRE:
Nombre completo: Harry Adrián Riddle Potter
Sangre: Mestizo
Padre biológico: Tom Riddle
Padre gestor: James Potter (doncel)
Padrino: Sirius Black
Madrina: Lily Evans
Después de leer los resultados agradeció al duende y procedió a retirarse con el pergamino bien oculto entre sus ropas, se puso a analizar lo que la chica le había dicho en el cementerio mientras caminaba buscando a los Weasley.
- Primero me dijo que me saque la prueba y cuando ya tenga los resultados vaya con Sirius porque él me iba a explicar más a fondo que significa, por eso ella no me quiso decir en el cementerio ya que obviamente no le iba a creer porque no tenía pruebas, pero creo que me estoy olvidando de algo... Así el collar antes de hablar con Sirius tengo que hacer que se ponga el collar... Mmm algo más que me esté olvidando... No creo que eso es todo, ahora donde estarán todos...
Harry perdido en sus pensamientos y buscando a las personas que venían con él no se percató de la persona que se encontraba parada delante de él hasta que se estrelló contra su espalda, lo que ocasionó que él se fuera al piso pero al momento en el que comenzó a caer intento sujetarse de algo y jalo a la persona con la que se había chocado pero no se dio cuenta que esta persona estaba girando en ese momento para ver quién había chocado contra él y no estaba parado establemente en el piso, el tirón ocasionó que la otra persona cayera encima de Harry y como reflejo ambos se miraron, Harry se puso a pensar que porque entre todo la gente que existe y con las que se hubiera podido chocar tenía que ser exactamente con él.
Draco Malfoy, el jodido Draco Malfoy su verdugo personal, se encontraba en esos momentos encima de él con los brazos a ambos lados de su cabeza y con la respiración agitada por la caída, en ese momento Harry se quedó viendo directamente a esos orbes grises que normalmente lo veían con odio, pero que en ese momento lo veía con algo más que no supo explicar.
Harry pudo visualizar que la cara de enojo que tenía el rubio desapareció y en sus ojos se pudo deslumbrar un brillo que no era usual pero todo esto paso en menos de 5 segundos ya que el ojiplata volvió a endurecer la mirada, Harry prefirió ignorar el cambio de semblante del otro chico y comenzó a repasar todos los rasgos de su rostro.
Se dio cuenta que tenía pequeñas pecas en la nariz que no se notaban a simple vista, también se percató que su piel se veía suave pero a la vez firme y le daban ganas de pasar su mano por su mejilla, luego miro sus labios eran delgados y formados, justo en el momento que apreciaba sus labios el rubio paso su lengua por estos dejándolos brillantes y apetecibles, por último y después de ese gesto por parte del ojiplata, Harry posó sus ojos en los de Malfoy y noto que estos estaban brillando a la vez que miraba sus labios, entonces instintivamente Harry paso su lengua tentativamente por sus labios para ver la reacción del rubio y este después de ver eso subió la vista, entonces esmeralda y plata se cruzaron nuevamente, ambos se sostuvieron la mirada como si fuera una competencia para ver quién sería primero que se deje llevar, cuando ambos estaban a punto de dar su brazo a torcer un grito los hizo volver a la realidad.
- ¡Harry! - escuchó que Ron gritaba.
- Potter - dijo en un suspiro el rubio y se comenzó a levantar.
- Malfoy - dijo con voz un poco nerviosa Harry, mientras terminaban de pararse.
- ¿Qué fue lo que le hiciste Malfoy? - pregunto Ron con rostro enfadado.
- Yo no le hice nada Weasley, fue tu amigo el que no se fija por dónde camina - dijo Draco recuperando su máscara impasible.
- Tranquilo Ron no pasa nada, mejor hay que irnos de una vez.
Dicho estos ambos amigos comenzaron a caminar hasta que un grito los detuvo.
- ¡Hey Potter! - cuando volteó se dio cuenta de lo que el rubio tenía en la mano.
Comenzó a revisar sus bolsillos tratando de encontrar el pergamino, pero nada, al darse cuenta de su reacción pensando que podría ser alguna carta de la cual podría burlarse comenzó a leerla, solo pudo leer la primera parte porque el moreno ya había llegado a su lado corriendo para arrebatarle el pergamino, mientras él se quedaba en estado de shock al analizar lo que había leído.
Lo último que hizo el azabache fue mirarlo a los ojos con algo que parecía súplica, como pidiéndole que no dijera nada de lo que había leído ahí y se fue corriendo, siendo seguido de Ron.
