Capítulo 3
Tiempo
La verdad había perdido la noción del tiempo, tras vagar por tantos lugares tan diferentes en este mundo en su búsqueda.
Un lado de ella se estaba cansando de la buscada habiendo tantas personas que parecían a su padre pero algo dentro de ella no resonaba cuando los veía, pero también sentía una ligera satisfacción cuando ayudaba a pueblos algo dañados por bandidos o simplemente ayudaba con criaturas molestas.
Ella lo hizo junto a su abuelo y familia cuando llegó al tiempo donde no había sido concebida, tras la reescritura de la línea del tiempo muchos pensaban que ella desaparecería junto a su madre pero no.
Su madre no se vio afectada simplemente porque su existencia no afectaba su la línea temporal con su yo joven, mientras que ella era tanto su Madre.
Los viajes en el tiempo siempre serán confusos por más que las personas digan crear teorías, son tan fluctuantes y tan impredecible como el tiempo lo manejara.
Ahorita mismo se encontraba cercana a un poblado un tanto habitado, en comparación de las cuidades centrales se quedaba muy corto claro está pero de ahí en afuera era acogedor.
Decidió acampar con unas cosas que logro comprar con los pueblos que decidieron otorgarle un poco de dinero, tras unos meses pudo comprar algo de equipo.
Una espada de bronce y unos objetos que pudo utilizar como casa de acampar gracias a su gran ingenio...tras varios errores claro está.
Ella aún tiene la Falchion con ella, manteniendola en su vaina hasta que sea necesaria para quien sea la reencarnación de su padre pueda hacerle recuperar las memorias.
En eso, escucho el sonidos de botas pisando corriendo hacia abajo de la colina; logrando ocultarse apagando la lámpara que había logrado construir pudo ver a tres jóvenes.
Uno era una peliblanca y de piel pálida, otro era un rubio con una piel un tanto más normal mientras el último era un pelinegro de piel bronceada.
En eso, escuchando gritos a la lejanía supo a qué se enfrentaba.
Bandidos...otra vez.
Saliendo de su casa tomando su armamento, salió y empezó a buscar de dónde provenían el origen de las pisadas.
Supone que el ruido al ser bastante bullicio era algo lejos y probablemente los jóvenes hayan bajado para pedir ayuda.
Se percató del asunto cuando llegó a una zona abierta del campo.
Byleth había soñado algo extraño...más de lo normal.
La situación fue una niña sentada en un trono de piedra mientras le hablaba como si de alguien superior fuera o lo estuviera regañando.
Eso estaba en su mente cuando llegaron a su puerta tres jóvenes del la escuela de oficiales a pedirles ayuda.
Rápidamente supo sus nombres: Edelgard, Dimitri y Claude.
Cuando llegaron al campo abierto donde se encontraba el campamento, vieron a una misteriosa figura combatiendo contra dos de los bandidos.
Utilizando una espada de bronce aunque demostraba que ya estaba a últimos momentos de uso.
Agachándose de tal manera, pudo esquivar un ataque de hacha que iba en horizontal volando parte de su capucha, contraatacando con un corte en diagonal acabando con el bandido.
El otro era un arquero que huyó despavorido.
Cuando levanto la mirada, vió a el trío de estudiantes juntos a Byleth y Jeralt.
Cuando miró al Peliverde...lo sintió...
Esa sensación que buscaba...tanto al viajar a este mundo.
-(Padre...).- dijo mentalmente cuando vio al joven mercenario.
Pero su mirada tuvo que cambiar cuando más bandidos llegaron para atacarlos.
Viendo que su espada de bronce ya no tenía filo, decidió desenfundar la espada de su familia materna.
La Falchion.
-Avancen por la derecha Ustedes dos! *dijo señalando a Dimitri y Claude* Tu y yo por el frente!.- hablo Byleth mientras tomaban sus posiciones cada uno.
En eso Morgan se intento acercar al Peliverde, aunque se vio cortada cuando bandidos con espadas la empezaron atacarla.
-Ven aquí mocosa de mierda!.- grito el ladrón cuando se lanzo al ataque.
Bloqueando el ataque con la espada del Venerable, hizo choque con la espada de bronce del ladrón que rápidamente salió de sus manos cuando chocaron fuerzas.
Aunque cuando vio al arquero preparando su ataque, este fue derribado por el moreno que se encontraba con una sonrisa.
Sacando de su gabardina, extrajo un grimorio de color amarillo.
-ELTHUNDER!.- expulsó cuando se lanzo el poderosos ataque eléctrico que impacto al bandido que planeaba atacar al rubio por la espalda.
Activando su instinto táctico, logro ver el poder de cada uno y su clase.
Pero lo que no vió, fue como Byleth se encargaba del líder bandido de nombre: Kostas; sabía su nombre porque el hombre era buscado por sus actos y su rostro era algo bastante obvio.
Aunque esté luego se levantó y en vez de ir por el mercenario, decidió ir por la joven peliblanca de ropajes rojizos; que está saco una daga corta para intentar defenderse.
-Cuidado!.- empezó a correr como pudo para ir a ayudar a la chica, pero el Peliverde llegó y utilizando su cuerpo como escudo...esperaba lo peor.
-PA!.-
-Cuidado!.- corrió Morgan hacia la chica, pero Byleth llegó y utilizando su espada de hierro pudo proteger a la chica del ataque y quitarle el arma en el proceso.
El hombre salió volando y tras eso, empezaron a escapar.
-¿Están bien?.- dijo la pelimorada cuando llegó con el grupo de mercenario y estudiantes.
-¿Y tu quien eres?.- pregunto Jeralt sospechoso ante la presencia de la chica.
-Lamento por mis modales, me llamo Morgan.- dijo mientras hacía una ligera referencia ante el grupo y envainaba la espada nuevamente.
-(Morgan?...)- Se pregunto Inconscientemente el hijo del Jeralt.
-Bueno Morgan, gracias por ayudarnos a defender el pueblo...pero no te habíamos visto en la zona.- pregunto el adulto con cicatrices.
-Lo sé, digamos que soy más de estar en el bosque.- dijo simplemente con una sonrisa un tanto inocente para las habilidades que mostró en combate.
Sentía que lo había escuchado antes.
En eso, el grito de un Hombre se hizo presente captando la atención de todos.
-Somos los caballeros de Seiros! les daremos su merecido por aterrorizar a nuestros estudiantes! ¿eh? están escapando los ladrones, a por ellos!.- grito el misterioso hombre de armadura blanca junto a otros dos que fueron por los ladrones.
El que parecía líder, se acercó rápidamente al grupo con una sorpresa.
-Los estudiantes están sano y salvó pero...¿que tenemos aquí?.- pregunto Alois.
-Maldición...porque el?.- dijo mientras tomaba la cabeza con cara de decepción.
Alois tras emocionarse tras encontrarse con su antiguo capitán y este preguntará sobre la identidad de Byleth, miro seguidamente a Morgan que simplemente se encontraba algo confusa ante lo que veía.
-Eh? ¿Usted quien es señorita? no es muy joven para estar aquí?.- pregunto a ver la Lowell, que está simplemente se acarició la mejilla divertida.
-Si pero he vivido casi toda mi vida de este modo por lo que me acostumbré, mi nombre es Morgan mucho gusto.- dijo mientras hacía nuevamente una ligera referencia.
-Bueno bueno, también me encantaría que vinieras al monasterio; tal vez se interesen por ti.- dijo mientras sonreía tranquilamente.
-*Suspiro* lo siento chiquilla por meterte en esto.-
-No se preocupe señor Jeralt, aparte siento que así ya podré estabilizar un poco mi vida jeje.- dijo mientras sonreía.
...
En eso Morgan prefirió mantenerse cerca de Byleth ya que empezó a hablar con el trío de estudiantes que resultaron ser de la academia de oficiales de Garreg Mach y...rápidamente se pusieron a discutir que simplemente pudo sacar una risa pequeña a Morgan.
-Y parece que alguien se está divirtiendo ligeramente de esta acalorada discusión entre altezas...aunque con la habilidad que mostraste no me sorprende- dijo de manera divertida Claude que tomo por sorpresa a Morgan.
-Pues sus personalidades chocan del tal modo que son tan divertidas, pero también a veces sirve en el campo de batalla para poder levantar la moral de los soldados; pero tampoco hay que dejarlo ser a menudo porque también puede sembrar discordia.- dijo mientras recordaba los momentos en los que se tuvo que enfrentar a locos.
-Me gusta esa forma de pensar tuya... estarías en tu zona natural uniendote al Reino de Faerghus.- dijo de manera amable el rubio mientras miraba a Morgan y le daba su proposición.
-No diría lo mismo Dimitri, las mentes frescas como ellas son lo que necesitamos en el imperio.- agrego la futura emperador recordando la corrupción que rige su hogar.
-Ustedes discutiendo mientras ella demuestra lo necesario para alianza, se llevaría con nosotros como si fuera pez en el agua.- contesto el moreno con su contrapropuesta.
-Hey Hey déjenme tiempo para pensarlo, es algo complicado.- dijo mientras acariciaba su nuca y su mirada pasaba disimuladamente.
Aunque con la discusión que anteriormente tuvieron sobre el destino de Byleth, este había mostrado un ligero interés en el imperio Adrestiano (Para el gusto de Edelgard).
Pero lo tendrá que pensar cuando lleguen al templo y la decisión que tome el que probablemente sea la reencarnación de su padre...pero algo le daba mala espina.
Es como si fuera un robot...algo sin... emociones y eso le dolía un poco a ella, recordando lo expresivo que era su padre.
Entonces, lo ayudara a recuperar sus emociones.
La caminata fue un tanto larga y a la vez un poco incómoda, sobre todo por el intentar sacar temas de conversación para Byleth que parecía intentar seguirle el diálogo pero al final todo quedaba en un punto muerto, aunque ella sabia que había algo detrás de esa actitud.
fue una caminata considerable, con comentarios proveniente del trío que había llegado junto.
Hasta que tras una caminata considerable, salieron del bosque y lo lograron ver
El Monasterio de Garreg Mach.
El lugar era considerablemente grande con un gran castillo al final del camino restante, en eso Dimitri al ver la expresión de sorpresa de la chica comento.
-También es tu primera visita al monasterio, verdad?.- pregunto el león azul mientras seguía caminando.
-Si haz viajado por todo Fodlan, entonces reconoceras a la gente rápidamente; tanto todo lo bueno como lo malo.- dijo de manera intrigante el ciervo dorado, que para Morgan le sacaba siempre una expresión de rareza.
Para ella, el tipo era realmente extraño.
Siguiendo el paso rápidamente que había dado Byleth y Jeralt, llegaron a la entrada donde el trío se quedó parado viendo hacia arriba.
Ahí estaba Lady Rhea.
-Lady Rhea...- contesto conmocionado el rubio mirando hacia el lugar donde la Arzobispa observaba.
Poseía una mirada como de nostalgia al ver a Byleth, seguido pasó una mirada hacia Morgan que no demostraba simple vista nada pero en sus adentros...estaba preguntándose.
¿quien era ella?.
-Es impresionante Lady Rhea en persona...- dijo Morgan cuando se encontró parada junto a Byleth y su padre.
-Lady Rhea?.- pregunto el Peliverde con casi nula emoción.
-La Arzobispa, la mayoría de la gente de Fodlan creen en Preceptos de Seiros por lo que Lady Rhea es la cabeza de esta descomunal institución religiosa.- aclaro Jeralt al joven Peliverde.
-De manera más sencilla; si fuera un Reino, Lady Rhea sería la Reina.- dijo de manera simple pero eficaz Morgan tras haber revisado la historia de cada país a lo largo de su viaje.
En eso, llegaron la mencionada Arzobispa y su consejero.
-Lamentamos hacete esperar Jeralt, mi nombre es Sethet (N/A: DIO!) y soy el consejero de la Arzobispa.- dijo mientras miraba a los tres pero su atención se enfocó en Morgan.
-A pues hola.- contesto de manera cortante el mercenario.
-(Vaya tacto la verdad).- dijo para sus adentros la chica.
-Cuanto tiempo ha pasado Jeralt, ¿acaso habrá sido la voluntad de la diosa que nos volvamos a encontrar de este modo?.- pregunto amablemente la Peliverde, cuando su mirada poso curiosa sobre Morgan.-¿Quien es la chica? ¿no es muy joven para ser mercenaria?.
-Ella no es una de nosotros, fue una chica que decidió ayudarnos en el combate contra los bandidos...bastante habil.- contesto Byleth con su casi monótona.
-Es un gusto conocerla Lady Rhea, mi nombre es Morgan y me considero un tipo de nómada.- dijo tranquilamente chica.
Su actual apariencia demostraba ese papel que acogió con su pelo más largo y qué parte de su gabardina se encontraba un tanto sucia con tonos colores perdidos por la suciedad.
-Veo Jeralt, que haz Sido bendecido con la paternidad. este es tu hijo ¿no?.- pregunto la Arzobispa.
-Si, nació años después que me fuí. me hubiera gustado presentarlo con su madre pero una enfermedad nos la arrebato.- contesto con un tono triste Jeralt.
Para Morgan fue un apretón en el corazón, básicamente fue como si su abuela muriera y eso podría explicar la falta de emoción de Byleth.
Nunca le agrado sus abuelos paternos, solo los de su madre son dignos de que los llame abuelos.
-El capitán Alois nos contó de la hazañas de ti, ¿como te llamas?.- pregunto de manera amable la Peliverde.
-Me llamo Byleth.-
Tras una conversación ligera sobre el destino de Byleth uniendose a los caballeros de Seiros, todo se enfocó en Morgan.
-Como vemos, aún tienes la edad suficiente para estudiar en la academia de oficiales pero al ser nómada no sabemos de qué lugar eres; hablaremos con los líderes de las casas para ver qué podemos hacer.- dijo tranquilamente Rhea.
Eso le tomo un tanto a Morgan por sorpresa pero no le molestó en lo absoluto.
Tener un lugar cómodo dónde dormir y no estar buscando refugio en los lugares poco amigables era algo que se podría ir olvidando.
Tras eso y una charla más, Rhea se retiró con su consejero dejando a los tres solos.
Morgan fue la primera en retirarse a caminar por lo que se le permitiera de Garreg Mach, que curiosamente era considerable.
Los lugares eran bastantes vivos con lo verde que se veían aunque no planeaba irse muy lejos del lugar donde se encontraba su padre o bueno, lo que es técnicamente su padre.
-Esto es tan confuso.- dijo soltando un suspiro.
Noto que muchos de los alumnos la miraba curiosa, sobre todo por el traje que parecía pegado a ella por tanto tiempo de uso y parte de su marca de Venerable sobre su hombro.
Era paz para ella hasta que un guardia le comunico que debía ir a la sala de Reuniones para hablar con los tres líderes para elija a cual entrará.
-Haz llegado a tiempo.- dijo el profesor Hanneman que estaba junto al Sethet y el trio.
Edelgard, Dimitri y Claude.
-Esperemos que ya haz pensado en cual vas a estar, ahora dinos...Morgan ¿A cual casa vas entrar?.- dijo el profesor mirando al trío.
-Yo elijo...-
Fin del capítulo
