"Hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de las técnicas.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
~~~~ • ~~~~ Cambio de escenario o lugar.
Capítulo 4: La cazadora de demonios…
El horrible y desgarrador chillido del primate fue lo último que se escuchó, en la montaña volcánica, antes que su cabeza, estallara en pesados en las mandíbulas de la gran loba.
Que se trago la carne, de uno de los tantos monos, que intentaron atacarlos en la zona montañosa a la tuvieron que subir, para pasar un valle.
Lucy sacaba las flechas de los cuerpos de los agresivos primates, mientras que una aburrida Erza, que estaba sentada en una roca, desgarrando la carne en una mordida, para probar un pedazo de la carne de los macacos, que no eran tan sabrosos como hubiera querido
Aunque, era mejor que nada.
Naruto sacudió su lanza, para quitar el exceso de sangre, no fue una batalla tan difícil, tal vez el único problema fue el gran número de estos primates, que encontraron su fin en las manos del grupo de adolescentes.
El viento frío en la montaña hizo que ellos temblaran.
Ya parecía invierno a esta altura.
"¿Por qué vivirían aquí?" Pregunto curiosa Lucy, que le dio una mordida a la manzana que estaba comiendo, no era tan apasionada a la carne como sus compañeros.
"No lo sé" Naruto no sabría responder a esa pregunta, está zona montañosa era estéril u desolada.
No había vegetación.
No había muchos animales.
No había más que rocas y polvo.
Al final, la respuesta fue encontrada por Erza, que sentía una brisa calidad acariciar su espalda, levantándose siguió el aire caliente que se filtraba entre las rocas.
Seguida de sus dos compañeras y la loba, llegaron hasta un risco.
La mirada de los tres supervivientes se iluminaron, al ver lo que parecía ser una pequeña laguna, con un agua de color extrañamente dorada, y caliente por el vapor que salía de ella, en el fondo parecían crecer plantas acuáticas que le daban ese color dorado al agua.
Era la primera vez que estaban en presencia de las aguas termales.
Y como los humanos que eran, a veces curiosidad estaba por encima de la precaución.
Lucy y Erza iban a regañar al cavernícola de la lanza por meter su mano en el agua, que tal vez podría ser un líquido corrosivo que derrita la carne.
No vieron dolor en su rostro, más bien una sonrisa de relajación.
Poniéndose de pie, Naruto no lo pensó dos veces y desató el nudo de la piel naranja en su cintura, dejándola caer salto hasta las aguas termales.
"¡Entren!"
Queriendo saber que se sentía, las dos chicas de desvistieron y con más cuidado que su compañero, entraron a las aguas termales.
Tan pronto como sus pies tocaron el agua y fueron bajaron, sentían como sus músculos se relajaban y sus cuerpos eran limpiados de cualquier rastro de suciedad, incluso las pequeñas heridas que llegaron a tener, parecían curarse.
Ahora ya comprendían el porque esos animales eran tan devotos a defender su hogar.
Las dos chicas nadaron, hasta llegar a su compañero, que las recibió con los brazos abiertos, cada una por su lado se apoyaron en el hombro del cavernícola de la lanza, y disfrutaron de las cálidas aguas.
Bueno, harían más que disfrutarlas.
~~~~~~~~~~~~~~~ • ~~~~~~~~~~~~~~~
La noche había caído, y era el turno de Erza de gozar, al menos al principio de una larga noche.
Ella se sentó en el borde de piedra, de las aguas termales, con sus piernas abierta y una sonrisa de gozo, sus manos bajaron acariciando el cabello dorado de Lucy, que estaba de rodillas ante la mujer acorazada.
"Mmmm…" su lengua bajaba y subía, por los húmedos labios inferiores de la pelirroja.
"Lucy" la mujer de la espada jadeo con placer, por como la pequeña y hábil lengua de su amiga, se frotaba contra su zona íntima, jugando con que iba entrar, pero se limitaba al exterior, con su nariz que rosaba de vez en cuando su clítoris.
La chica sintió su piel erizarse como la carne de pollo, cuando un cálido aliento roso su cuello, ella mordió sus labios, cuando su largo cabello fue levantado y atado en una cola de caballo por Naruto, que lentamente se dejó caer para sentarse atrás de ella.
La sensación de su dura hombría, apoyarse entre sus suaves nalgas, hizo que ella dejara escapar un gemido suave, que se volvió uno más fuerte cuando, las grandes manos de su amante se deslizaron por sus costados, acariciando sus costillas, y llegando hasta la zona indicada.
"¡Naru-u-to!" su respiración se fue tornando más pesada y entrecortada, cuando las manos grandes y fuertes de Naruto, tomaron sus grandes tetas, sus pezones se pudieron duros por la fuerza detrás de las caricias, o más bien amasamiento de sus senos.
A ella no le interesaba lo suave.
Le gustaba lo fuerte y rudo.
Eso quedo más que aclarado, cuando Lucy tuvo que beber de los jugos de su compañera, cuando está dejo escapar un pequeño chorro, que se convirtió en una catarata.
"¡Ahhhhh!" Erza no pudo soportarlo, su mente se nublo por la lujuria, todo su cuerpo parecía arder en llamas, cuando los suaves labios de Lucy, se apretaron alrededor de su clítoris, y está empezó a chupar con fuerza.
Si ese fue un clavo en su tumba.
Naruto arrojo el ataúd en el pozo.
Cuando la tomo de su larga cabellera roja, para hacerla mirar hacia atrás y atrapar sus labios en un ardiente beso, en que la lengua de ambos adolecentes luchaban por someter al otro, mientras que sus duros pezones eran apretados entre sus dedos.
"¡Yo… yo…!" con la lengua de su amante dentro de su boca, y apretando sus propias manos contra la cabeza de Lucy, para que llegara su lengua más profundamente dentro de ella, "¡Me vengo!"
El gemido ahogado de la pelirroja fue largo, cuando exploto en un clímax, que hizo que sus muslos y rostro de la rubia voluptuosa fueran cubiertas por sus jugos.
Con una mirada perdida y piernas que tenían espasmos, Erza apenas supo lo que pasaba, cuando fue tomada de su cintura y levantada del suelo.
"¡AHHHHHHH!" su gritó fue largo y fuerte, cuando su sensible coño fue penetrado de forma repentina por la dura longitud de su amante, que la dejo caer sobre su regaza para ser estocada.
Lucy se sonrojo, al ver la expresión de puro placer de la pelirroja, que era levantada y bajada con facilidad por el rubio, que tenían sus fuertes manos apretadas alrededor de su cintura.
Baja y sube.
Baja y sube.
Baja y sube.
La carne los muslos de Erza, se fue tornando roja como su cabello, por la forma en que su trasero goleaba las caderas de su amante.
Ella no le dejaría todo el trabajo para el solo.
"¿Erza?" Naruto se confundió cuando de forma brusca, ella se puso de pie, dejando que su dura polla quedara erguida bañada en los ojos jugos de la mujer acorazada.
Que se dio media vuelta y con una mirada casi salvaje, clavó sus uñas en los hombros de su amante, se subió a el y sucedió lo inevitable.
"Uy…" Lucy no podía creer que el choque entre las caderas de ambos amantes podía ser tan fuerte, en toda la montaña se escuchó el fuerte sentón de Erza, sobre el pene de Naruto.
Ella tomo las riendas.
Y el lo disfrutaría, pasando sus manos por sus grandes caderas llegó hasta su trasero y lo acarició mientras se movía.
"¡Ahggg! ¡Ahhhh! ¡Ahhgg!"
Erza estaba jadeando y gimiendo lujuriosamente con cada brutal sentón que daba, su cabello escarlata se agitaba salvajemente junto con sus grandes pechos.
El habría temido por un segundo de que la mujer acorazada le rompiera su pene, por la montada tan brusca y fuerte que ella le estaba dando.
Por suerte no sucedió, aunque por poco su pelvis también se rompió, por la forma en que la pelirroja empezó a rebotar en su regazo.
"¡Erza! ¡Eres muy fuerte!" Naruto no se quejaría, también lo estaba disfrutando, pero si ella seguía así de intensa, terminaría antes de empezar.
"¡Tan bueno! ¡Tan bien!"
Erza no estaba escuchando, ella jadeaba y gemía de una forma tan primitiva, casi salvaje, mientras sus grandes pechos presionaron firmemente contra su fuerte pecho de su amante, sus rígidos pezones trazaban líneas a lo largo de su pecho.
Algunos mechones de su cabello escarlata se le pegaron a lo largo de la piel y algunos terminaron en su boca, revoloteando con cada respiración dificultosa que tomaba.
"¡Hiiii!" Dando un chillido muy agudo y lindo para ser ella, Erza se sonrojo cuando sintió unos grandes senos apretarse contra su espalda, unos suaves labios besar su cuello, y unas delicadas manos que bajaban para acariciar su zona íntima.
"Eres muy ruda Erza" se burlo Lucy, que le dio suaves besos en el cuello de la pelirroja, que dio otro jadeo cuando está vez sus pechos fueron apretados por Naruto.
Pero no fue como antes, yo agarré era mucho más suave y delicado, jugando con ellos de una forma que hizo que Erza sintiera sus jugos filtrarse.
A ella no le interesaba ser suave, pero eso no quería decir que no le gustaba, que lo sean con ella de vez en cuando.
Con una sonrisa ebria de placer, ella continúo.
En toda la montaña se puede escuchar, las bofetadas carnosas acompañaron cada brutal estocada hacia abajo, los gemidos se convirtieron en gritos de éxtasis.
Con la cabeza echada hacia atrás por el inimaginable placer que sentía, ella sintió que llegó al clímax de nuevo.
"¡Hay viene!" Erza gritó, su habitual voz dominante cargada de lujuria.
Sus paredes se tensaron alrededor de su eje lo suficientemente fuerte como para pedir su liberación, para que la semilla caliente la llenara.
Naruto inmediatamente envolvió sus brazos alrededor del cuerpo de la mujer acorazada, y la sorpresa de Lucy, sus brazos fueron suficientemente largo para apretarla a ella también, contra el cuerpo de la pelirroja.
El la atrajo hacia él, mordiéndola en el hombro por su propio orgasmo, decidió que era hora de moverse, Agarró el suave y carnoso culo Lucy, que no podía creer que el cavernícola de la lanza, tuviera la fuerza para levantar las ambas un poco del suelo, y así el poder mover sus propias caderas para devastadoras embestidas.
"¡OH! ¡Muy fuerte! ¡Naruto! ¡Muy! ¡Ah! ¡Duro ... Ah!" Erza dijo entre jadeos antes de enterrar su rostro en el hueco de su cuello, mientras los senos de Lucy se apretaban contra su espalda.
Mientras su propio clímax se prolongaba más que nunca.
Erza estaba perdiendo la cabeza lentamente, se estaba ahogando en las interminables olas de placer que Naruto le otorgaba.
Finalmente, ella se rompió, cuando la polla en su interior, empezó a palpitar, para pocos segundos después disparar carga tras carga dentro de ella, en su sensible coño y apretadas paredes que no dejaban de ordeñar a su amante.
Tras un largo minuto después, Naruto soltó a ambas chicas, que cayeron en un chapuzón a las aguas termales, con una sonriente y más que satisfecha Erza, que flotaba boca arriba en las cálidas aguas.
En cuanto a Lucy.
Que antes que se lo supiera fue tomado de sus hombres y sacada del agua, para hacer recostada suavemente sobre el suelo de piedra, con su amante dentro de ella.
Naruto sabía que, al tener dos compañeras, no podía parar hasta dejar satisfecha a las dos.
En un movimiento rápido, el cavernícola de la lanza, tomo las piernas de la arquera y las puso sobre sus hombros.
Entendiendo lo que haría, Lucy envolvió posesivamente sus brazos alrededor de su cuello y apoyo su frente, contra la de el.
"Hazlo"
El no necesitaba que se lo dijeran dos veces.
Solo se necesita de una dura y fuertes estocada, para que los grandes pechos de la rubia se sacudieran, mientras está quedaba sin aliento y con sus ojos abiertos a más no poder.
Las manos de Naruto vagaron por su cuerpo, amando la sensación de su piel suave contra sus manos callosas.
Usó ambas manos para agarrar esas enormes tetas, ella se inclinaba hacia atrás y le dio toda la libertad a su amante, para que jugará con su busto.
Algo que el no desaprovecharía.
Arrastró su lengua a lo largo de la parte inferior de su pecho izquierdo y movió su pezón con su lengua y lo colocó en su boca, uso su lengua para estimular su sensible pezón, moviéndolo, apuntando y rodando en un movimiento en forma de ocho mientras su mano izquierda pellizcaba y giraba su pezón derecho.
"Muy bien… se siente bien" arrulló la rubia voluptuosa a su compañero, que estímulo sus sensibles pechos con atención, alternando entre la izquierda y la derecha, sus afilados dientes contra su suave piel solo mejoraba la experiencia, asegurándose de no ser demasiado brusco.
El colocó su pezón entre sus dientes y sostuvo el otro con el pulgar y el índice y tiró de sus pechos antes de dejar que su elasticidad natural los hiciera retroceder. Naruto sonrió mientras veía sus pechos rebotar por sus acciones antes de que Lucy lo atrajera en un húmedo beso.
Las manos del cavernícola rubio vagaron por su espalda, hasta que aterrizaron en su trasero, acarició sus nalgas y las apretó.
"¡Ahhhhh! ¡Si~!"
Ella comenzó a gritar de placer mientras el aceleraba el paso.
"¡Lucy!" gruñó mientras enterraba su polla lo más profundo que podía dentro de ella, solo para casi salir y volver a chocar con ella.
"¡…!" eso dejo a la chica inofensiva, ante las embestidas bestiales que sacudían todo su cuerpo, la única razón por la que sus grandes senos no golpeaban su rostro, era por estar entre las manos del adolescente.
Que seguía chupando y mordiendo de forma suave la carne de los de la chica.
Pasaron algunos minutos, hasta que el ritmo frenético de ambos adolecentes calientes, les había hecho llegar hasta sus límites.
"¡Naruto!"
Lucy chillo en éxtasis al sentir su semilla caliente invadir su útero y desbordarse en su vagina, fue el mejor orgasmo que tuvo en el día, uno de los muchos que seguramente seguirían.
Ya sentía como si su estómago se hinchara por la gran cantidad que estaba liberando dentro de ella.
Naruto lentamente se levantó y se alejó de la rubia, que quedó tendida en el suelo, con una gran sonrisa en su rostro y respiración agitada, mientras de su interior se derrama la semilla de su compañero.
Si no fuera por el fruto Anti conceptivo que llevaba Erza, era seguro que las dos ya estarían embarazadas.
Naruto se sentó en las rocas recuperando el aliento, eso había sido intenso, con una sonrisa cansada pensó en lavarse y vestirse, alguien tenía que encender el fuego y cocinar la carne de mono, que sería la cena de esta noche.
Pero antes que pudiera levantarse, sintió la mirada depredadora de una sonriente Erza, que surgió del agua, lo tomo de los tobillos, para hacer que se siente en el borde de las aguas termales.
Un chapuzón se escuchó, y el chico empezó a preocuparse al ver, a lucy nadar con la misma mirada que la pelirroja, las dos nadaron para quedar entre las piernas del guerrero de la lanza.
Este último, separó sus piernas lo más que pudo cuando Lucy choco sus grandes pechos contra su pene, el solo toque de los suaves y cremosos senos fue suficiente, para que una dolorosa erección de formara entre las piernas del adolescente.
Que apretó sus dientes, cuando los delicados dedos de la rubia tocaron su dura hombría, que palpitaba por la suavidad de las manos de Lucy.
Que hizo algo, que hizo que tanto Naruto como Erza mirarán a la chica con asombro.
Con una sonrisa tímida, ella subió su pesado pecho, y los separó, para aplastar la dura polla entre ellas, en un abrazo con suave y cálido, que hizo que Naruto dejara caer su cabeza hacia atrás, con un largo suspiro de gozo.
Erza miro impresionada la técnica de su amiga.
El usar sus grandes tetas y colocar el pene en su escote y apretarlo, no toda la longitud fue cubierta, una buena cantidad de ella sobresalía y rozaba su barbilla.
Ella comenzó a amasar sus pechos y acariciarlo, arrastrando sus tetas a lo largo de su longitud, mientras colocaba lo que quedaba en su boca.
"¡Lucy! ¡Oh mierda!"
Un gemido primitivo escapó de los labios del rubio, cuando ella chupó la punta de su pene.
Realmente amaba la sensación de los pechos de la voluptuosa rubia, acariciando su eje usando los jugos y semen como lubricante.
El puso una mano sobre su cabeza y arrastró sus dedos entre los suaves mechones y choco miradas con ella.
Los ojos marrones se encontraron con los azules. Lucy mantuvo contacto visual con Naruto mientras se lo chupaba.
El cuerpo de arquera tembló de placer cuando el pellizcó sus rígidos pezones, ayudándola a acariciar su polla.
Ella estiraría el cuello hacia adelante absorbiendo, todo lo que pudiera mientras chupaba la barrilla de carne antes de retirarse y repetir el proceso de nuevo.
Continuó aplicando presión hasta que sintió la dura hombría temblar y redobló sus esfuerzos, esperando inconscientemente a que él estallara dentro de su boca.
El sabor de su semen no dejaba nada que desear para la dulce y amorosa mujer, que le devolvió el placer que el, las hacía sentir cada vez que hacían el amor.
"¡Lucy!" Gritando su nombre, advirtió mientras pellizcaba los pezones de la voluptuosa rubia.
Lucy de inmediatamente tomó toda su longitud, su barbilla presionada contra sus pechos cuando el se corrió.
Sus mejillas se inflaron ante la increíble cantidad que liberó, las lágrimas picaron en los ojos de la arquera, mientras trataba de hacer frente a su liberación, el resto se filtraba por sus labios y se derramaba en sus pechos.
El líquido pegajoso que cubría su garganta dificultó la respiración, pero lo resistió y logró beber todo su semen.
"¡Eso fue increíble Lucy!"
Elogió Erza a su amiga por tal demostración, aplaudiendo su esfuerzo mientras se mantuvo al margen, pensando en cómo hacerlo ella también después.
Lucy se sonrojada por los cumplidos de su amiga, mientras finalmente liberaba el pene de su boca mientras inclinaba la cabeza hacia arriba para tragar las cargas que aún quedaban en su garganta.
"¡Mi turno!" cada pelo en el cuerpo de Naruto se erizo, cuando su sensible pene fue aplastado entre los senos de Erza, que, a diferencia de Lucy, fue más ruda, apretando con fuerza sus pechos, y pasado su lengua por su glande.
"¡Ahgg!" Pero Naruto tocó si límite demasiado rápido, cuando la aventurera lengua de la pelirroja, pincho su uretra, y envolvió sus labios alrededor de su glande, para empezar a chupar con tanta fuerza y entusiasmo.
"¡Ahgkkk! ¡Aggkkk! ¡Mmmm!"
Lucy miro preocupada como Erza bajaba y subía su cabeza, produciendo sonidos húmedos y obscenos, mientras chupaba la sensible polla del cavernícola rubio.
Erza arqueo una ceja, cuando dispararon cargas directo a su boca, eso fue demasiado rápido, aunque considerando lo sensible que estaba el y lo ruda que ella era.
Pues podía perdonarlo por esta vez.
Chupando cada gota, ella se lo trago con gusto, su lujuria hacía que su semilla fuera adictiva.
Dejando escapar la polla de su boca, presionó sus pechos de arriba hacia abajo, haciendo que poco a poco volviera a endurecerse.
"¡Lucy!"
"¡Si-i!" asustada por el sorpresivo grito, ella se enderezo y miro a la energética mujer acorazada, que se movió un poco, para dejarle espacio a ella.
"Ven aquí"
"¡Si!"
Erza tomo se los hombros a la rubia, e hizo que se acercara a ella, aplastando sus senos contra los suyos, y susurrar algo a su oído, haciendo que un fuerte rubor ardiera en las mejillas de Lucy, que lentamente asintió con la cabeza.
Ambas mujeres se reposicionaron a cada lado de Naruto, sus pechos presionados uno contra el otro con la polla, con la punta que sobresalía hacia arriba.
El se tragó el nudo que se formó en su garganta al ver a ambas mujeres mirándolo, y el observó intensamente como ambas chicas lamían su miembro palpitante.
Enjabonaron su polla con saliva, Erza y Lucy alternaban turnos, chupando su polla mientras le enviaban mensajes con sus tetas.
Arrastraron sus lenguas a lo largo de su longitud, besando y chupando su eje antes de que cualquiera de ellos envolviera su glande, girara su lengua por todo él y lo chupara con fuerza.
Si Naruto había durado poco ante la mamada descuidada y ruda de Erza, luego de la suave y tierna de Lucy.
La combinación de ellas dos, hizo que ni siquiera pudiera durar un minuto, su cálida semilla brotó de la punta de su polla y cubrió a ambas mujeres con su semen.
Erza arrastró su lengua a lo largo de su eje, manteniendo el contacto visual mientras se lamía lentamente los labios para limpiarlos, colocó sus manos sobre sus pechos mientras le lanzaba una sonrisa seductora.
Mientras que Lucy chupó el glande del pene, para poco después soltarlo en un suspiro de satisfacción y lo miró a los ojos, con las manos ahuecando sus pechos.
La polla del cavernícola de cabello dorado dolía al ver a ambas mujeres lamiendo, haciendo una demostración de como limpiaron su pene y luego procedieron a lamer el uno al otro.
Lucy estaba lamiendo sus pechos para limpiarlos y cuando estaba a punto de limpiar su seno izquierdo, Erza se le adelantó, los labios de la mujer acorazada se pegaron a su pezón y uso su lengua para jugar con la rubia voluptuosa, que gemía excitada por la osadía de su amiga.
Erza luego procedió a lamer hacia arriba, arrastrando su lengua en la parte superior de los senos de Lucy.
No pudo evitar darles un buen apretón con sus manos, para luego continuar su camino hacia arriba.
Su clavícula.
Su delicado cuello, que fue marcado por la pelirroja.
Que no perdido tiempo en pasar su lengua y labios por cada zona que podría alcanzar.
Cuello.
Mandíbula.
Orejas.
Mejillas.
Limpio cada rastro de semen, que manchas el bello rostro de la rubia, que se quedó quieta disfrutando de la sensación.
Hasta que llego a sus labios.
Erza recogió la semilla de su compañero, que aún quedaban en los labios de su amiga, y no pudo evitarlo, besó a la chica.
Introduciendo su lengua en su boca.
Naruto se quedó mirando asombrado y muy excitado, como ambas mujeres gimieron durante todo el beso como si fueran amantes y él no existiera.
Tanto Erza como Lucy, encontraron su primer beso con otra mujer, muy caliente y excitante.
La mujer acorazada froto su lengua con la lengua de la arquera, exploró su boca con habilidad, succionando la lengua de la rubia en su boca antes de tirar hacia atrás y soltarla.
La sonrisa de Erza fue victoriosa mientras miraba a la aturdida Lucy.
La pelirroja sintió que algo pinchada su mejilla, su mirada se centro en la dura polla de su compañero, que al parecer por el espectáculo lésbico, hizo que su lujuria se disparará.
Cayendo al agua, tomo a ambas chicas, determinado a seguir follandolas hasta que el se desmayara, pero no pararía hasta saciar la lujuria sus dos compañeras y la de el.
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"Te dije que teníamos que haber ido por la derecha"
"No es momento para esto Erza"
"Si morimos, no lo tendremos después"
"¡Grrrr!" gruñendo con frustración, por la forma en que se le frotaba la cara su equivocación, Naruto se levantó de la silla de montar y uso su lanzo para perforar la cabeza del Velociraptor.
Que cayó muerto y fue pisoteada por cientos más que los estaban siguiendo.
En la espalda del adolescente, estaba Lucy que tenía sus piernas envueltas alrededor de su cuello, montándose encima de sus hombros, con un buen apoyo, uso su arco y empezó a disparar todas las flechas que pudo.
Mientras que Erza apretaba sus manos en la corea que rodeaba el cuello de Lang.
La loba corría a toda velocidad, queriendo poner la mayor distancia entre ella y todos los velociraptores, que trataban por todos los medios derribarla.
Pero, cualquiera que se acercará, era rebanado por la gran espada de piedra de Erza, que aún con una sola mano podía dar cortes que partían a la mitad los pequeños, pero ágiles Titanes.
Que empezaron a perseguirlos apenas salieron de la zona montañesa, hace una hora que estaban en persecución y parecía que nunca se cansaban, ni disminuían su número por más cantidad que mataran.
Pero, ellos si se cansaban.
Lang con el peso extra de tres humanos, se hacía más lenta y se agotaba.
Lucy ya tenía solo cinco flechas.
La sangre ya hacía que fuera difícil de empuñar las armas de Naruto y Erza, que tenían que seguir luchando con las energías que le quedaban.
En un descuido, uno de los velociraptores, llego a pasar la línea, y voló directamente hacia Lucy, que no le dio tiempo de disparar, cuando las fauces se enterraron en la carne y la sangre se filtro.
Naruto había metido su mano derecha en las mandíbulas del Velociraptor, y aunque esté cerro sus fauces en un intento de arrancarle el brazo, sus ojos quedaron en blanco, cuando su lengua y órganos fueron sacados de su cuerpo.
Arrojando las viseras del animal, hizo que el resto de la manada se enfureciera.
"¡Gracias!" agradeció Lucy, que saco una tira de tela, para en envolver de inmediato el brazo del guerrero y evitar que sangrara.
Éste le respondió con una sonrisa, mientras golpeaba su pecho con su puño, y luego el pecho de la chica.
Regla #5: Siempre protege a los miembros de la manada.
"¡No es momento para eso!" gritó con furia la mujer acorazada, al ver el momento empalagoso que compartían los dos rubios.
Apretando el agarre en las amarras, guío a la gran loba a un campo de yerba alta, dónde al menos intentaron perder a los velociraptores que estaban cada vez más cerca.
Y para empeorar la situación, la noche estaba cayendo y no había peor lugar para un humano, que estar en la mitad de la noche en un campo abierto.
Cuando finalmente lograron pasar al campo de la hierba alta, se quedaron pasmado al ver al menos cien de esas cosas del otro lado esperándolos.
"Carajo" Erza no sabía qué significa esa palabra, pero sabía que era la más adecuada para describir la situación.
La loba empezó a caminar en círculos, cuando la gran manada de velociraptores empezaron a rodearlos.
Los tres adolescentes se bajaron de su espalda y empuñaron sus armas.
Si ha de caer, que sea luchando.
Sin embargó, antes que el infierno se desatará sobre ellos, todos los velociraptores se detuvieron en seco, y miraron temerosos hacia arriba, todos ellos se dieron media vuelta para empezar a correr de nuevo al campo de la yerba alta.
En cuanto a los humanos, se quedaron confundidos y tensos.
Si esos animales huyeron, a de ser por una razón.
Segundos.
Minutos.
Casi 15 minutos de espera y nada sucedía, solo la luz de la luna roja que iluminaba la noche.
Con pesadez, los adolescentes cayeron al suelo, aliviados por sentirse a salvó, al menos por ahora.
"¿Todos bien?" pregunto en voz alta Naruto, que miro a las dos chicas y la loba, más allá de uno que otro rasguño, estaban bien.
"Bien" Erza tomo el paño de seda que le dio Lucy, y la uso para limpiar la sangre de su espada, el olor a sangre tendía a atraer a los Titanes y demonios, era crucial mantener las armas y heridas limpias.
"No tanto"
Lucy lloro al recibir su pañuelo bañado en sangre, le dolía el tener que tirarlo, le costaba mucho hacer seda, ahora que no tenía su granja de gusanos, le costaba el buscarlos, juntarlos y hacerlo todo de nuevo.
Naruto le dio una palmada de consuelo en la espalda de la rubia, que resignada tiró el pañuelo de lado.
"Debemos seguir" ajustando la venda de su brazo, retomo su lanza y empezó a avanzar, caminando para que Lang pudiera tener un descanso.
El sur aún los esperaba.
El camino fue suficientemente tranquilo, con los tres avanzando con cuidado y alertas, la neblina que empezó a brotar del suelo, fue una mala señal.
"Hmmm…" Lucy se quedó mirando como a la mitad de la nada, había lo que parecía ser un altar o tótem de roca, que tenía tallada calaveras en ella, además de extrañas escrituras escritas en roja abajo.
"…" Naruto y Erza apenas miraron esa cosa, para seguir su camino.
"¿Enserio no dirán nada?" pregunto temerosa viendo como sus compañeros de viaje seguían caminando como si nada, "Parece una advertencia"
"Eh visto más grandes" dijo con desinterés Erza, que entre los tres, era la que más había viajado por el gran continente, no sería la primera vez que veía algo como eso.
Bajando sus hombros y con un suspiro de resignación, Lucy sonrió cuando Lang apoyó su cabeza contra su espalda y la animo a seguir, acariciando el hocico de la gran loba, camino a su lado, siguiendo a los dos guerreros.
La caminata continuo varios minutos, hasta que por fin la neblina empezó a dispararse, y más fuerte que nunca, la luna roja iluminó su camino.
"¡Abajo!" Erza tomo de los brazos a sus dos compañeros y los arrastró hasta detrás de una roca, su ojo captó a la distancia una silueta entre la oscuridad.
Los tres se asomaron entre las rocas, para ver a un hombre albino demacrado, correr como podía con un jabalí en sus hombros, muy asustado por la expresión que tenia, más cuando miraba hacia arriba.
Y ellos entendieron porque.
Desde el cielo, cayeron varias siluetas oscuras, eran grandes murciégalos, del tamaño de Lang, y rojos como la sangre, todos ellos bajaron en picada, directo al pequeño hombre, que corrió hasta una roca y se quedó ahí.
Los adolecentes estaban a punto de salir a su ayuda, pero no tuvieron que hacerlo, cuando la roca donde se escondía el albino se levantó mostrando un túnel, del que surgió alguien.
Dos espadas extrañas de color rojo, salió para cortar a la mitad al primer murciélago que no tuvo oportunidad de hacer nada.
"¡Vengan malditos demonios!"
Fue un grito sorprendentemente fuerte para una persona tan pequeña.
Era una chica joven, apenas parecía alcanzar la estatura de un metro y sesenta, pero tonificada y delgada, un cuerpo hecho para la velocidad y combate.
Su piel era clara, brillantes y feroces ojos azules con un extraño patrón de pupila, cabello corto oscuro como la noche, con algunos mechones de pelo rojo que caía en su frente.
Vestía el cuero de la piel de una serpiente, negra con patrones rojos que se apretaban alrededor de sus modestos senos, unas correas que pasaban por su delgada cintura, hasta una falda de cuero que combinaba con su top.
Tal vez lo que más llamaba la atención de ella, era sus armas, dos extrañas se parecían complementarse entre ellas, en una forma de V, una empuñadura grande y circular, y un color rojo que parecía brillar a la luz de la luna.
Varios múrcielos bajaron e intentaron atacar a la pequeña chica, que cubría al hombre albino, para que entrara al túnel bajo la roca con la comida del día.
Con el hombre a salvo, una sonrisa salvaje se formó en el rostro de la chica, que separo sus armas y giro en un torbellino para cortar la cabeza de un par de murciélagos.
Que sobrevolaron sobre ella, atacando en rápidas picadas, queriendo destrozar a su presa con sus garras y colmillos.
Todo fue en cámara lenta, para la chica que unió sus armas en una y corto la mitad inferior de uno de ellos, para después saltar y patear la cabeza de otro que intento atacarla por la espalda.
"¡Vengan! ¡Tengo de mi para todos!"
Uno de los murciélagos le dejo una gran marca en su espalda, y la sangre se derramó, pero su sonrisa creció mientras saltaba y apuñalaba al demonio que la rasguño.
El baño se sangre seguía, mientras más de lo demonios voladores venían por ella.
"Wow…"
No hacía falta decir que Naruto estaba fascinado, y hasta se podría decir que encantado por la ferocidad de la niña, que era brutal a la hora de pelear.
Erza y Lucy también estaban impresionadas, aunque también celosas por la mirada que tenía su compañero encima de esa mujer armada con espadas gemelas.
"Te están superado, debes retroceder"
"¡No hasta que acabe con todos ellos!" rugió la chica, que apenas pudo reaccionar y evitar que su cuello fuera abierto por los dientes de un demonio, que perdió la parte inferior se su mandíbula por el corte de una de las espadas.
"No seas arrogante, ayer huiste como perra, escondiéndote con esos raros bajo tierra"
La voz en la cabeza de la chica de las tijeras, hizo que se sonrojara por vergüenza, cuando llegó a la zona, se confío pensando que podría acabar con la plaga, que resultó ser mucho más que de lo que espero.
Y para su vergüenza, tuvo que huir y esconderse con la extraña gente albina que vivía bajo las rocas.
"¡Está vez no voy a huir!" dejándose caer al suelo en un split, uso sus armas para cortar las piernas de otro murciélago, la sangre tiñó la tierra de rojo, mientras la chica seguía combatiendo, hasta que sus espadas cayeron, "¡¿Qué?!" la sangre había hecho que sus armas se le resbalaran de sus manos.
Ni siquiera pudo correr a ellas para recuperarlas, cuando unas garras se clavaron en sus hombros.
Los murciélagos chillaron en victoria, cuando uno de sus hermanos capturó a la chica, y comenzó a aletear para empezar a ascender del suelo.
En pánico la chica se retorció, pero sus brazos estaban inmovilizados, y otro murciélago vino a ella, queriendo tomarla de sus piernas, y así partirla a la mitad.
Sin embargó, el murciélago que iba a tomar las de la chica, cayo en picada, cuando una lanza perforó su cabeza, y que llevaba a la chica de las tijeras, perdió sus alas, cuando sobre el cayó Erza, que, de un solo corte de su espada, lo había dejado sin sus alas.
La mujer acorazada empezó a caer con la chica de las tijeras, que tuvo que pensar rápido y girar, pensando en la mejor manera de caer sin romperse los huesos, ella no toco el suelo cuando fue atrapada por Naruto, que logró atraparla justo a tiempo.
*Golpe*
Erza no tuvo la misma caída, termino dejando la marca de su cuerpo contra el suelo, por una caída de veinte metros, que rompería los huesos a cualquiera, pero para ella solo fue un maldito dolor de espalda y cabeza.
Ella se levantó molesta y se sacudió el polvo, miro con ojos asesinos a Naruto, que bajaba con delicadeza a la chica extraña, que parecía estar en shock.
"Es… un hombre" pensó la chica, que miro fijamente el rostro de su salvador, que, con una sonrisa amable, le dio sus dos espadas y se levantó, sacando su lanza de la cabeza del murciélago, miro los pocos que aún sobrevolaban encima de ellos.
Aspirando hondo, el cavernícola de cabello dorado, golpeó su lanza contra el suelo y dio un fuerte rugido que fue escuchado en todo el campo desolado.
Los murciélagos respondieron su rugido con chillidos de furia, pero no atacaron, solo quedaban tres y viendo la cantidad de humanos peligrosos que había, no valía la pena el riesgo.
Aleteando las alas, prefirieron alejarse y esperar al siguiente ataque, cuando su número sea mucho mayor.
Aliviados, el grupo de supervivientes bajaron sus armas.
~~~~~~~~~~~~~~~ • ~~~~~~~~~~~~~~~
El pequeño grupo de supervivientes, se había resguardado en una de las tantas curvas que sobresalían del campo desolado.
En medio de la oscuridad de la noche, la pequeña fogata iluminaba el rostro de todos ellos, mientras miraban como unos pequeños topos se cocinaban.
No comerían la carne de murciélago.
Sentían que se evitarían muchos problemas al no hacerlo.
Y mientras esperaban que su cena se cocine, se presentaron entre ellos.
"Soy Naruto" viendo que sus dos compañeras no estaban tan emocionadas por conocer a la guerrera de las tijeras como el, tuvo que ser el primero en presentarse.
"Lucy"
"Erza"
Fueron las cortas palabras de las dos, que siguieron mirando fijamente a la chica, que en ningún momento había soltado las empuñaduras de sus singulares espadas.
La regla de no confiar en nadie, seguía de pie.
"Ryuko" en cuanto a la pequeña guerrera, aún si desconfianza de ellos, incluso después de salvarle la vida, parecía emocionada, "Sinceramente pensé que luego de la muerte de mi padre, no encontraría otro humano el resto de mi vida"
Eso fue una sorpresa para el grupo de supervivientes, no por lo que dijo, sino más bien como dijo, al parecer estaban ante alguien como Lucy, más civilizada si se lo podría llamar así.
"No te culpo por pensar eso, hace cinco meses, ellos fueron los primeros humanos a parte de mi madre en conocer" dijo Lucy que al ser la que mejor podía hablar, decidió hablar por el grupo.
"Mi padre siempre dijo, que le gustaría que yo me encontrará con otros como yo, odiaba la idea de que yo vague sola el resto de mi vida"
"Si, mi madre pensaba igual"
Compartiendo una mirada de simpatía, Lucy y Ryuko se sintieron más relajadas.
"Aunque… no pensé que fueran tan… grandes" murmuró insegura notando que diferencia de tamaños, todos ellas las superaban al menos por una cabeza y media, ni que decir de las medidas que hacían que ella mirara los grandes senos de Lucy.
"¿Cuánto has vivido?" hablando por primera vez con ella, Erza miro intensamente a la chica, que levantó una ceja.
"Veinte inviernos" Ryuko no entendió por qué ellos la miraron con duda.
"Eres pequeña"
"Muy pequeña"
Una vema palpito en la frente de la chica, que le dio miradas asesinas al cavernícola de la lanza y a la mujer acorazada, que señalaron lo obvio.
"¡¿Y ustedes cuánto han vivido?!"
"17 inviernos"
"18"
"19"
Respondieron de forma ordenada Lucy, Naruto y Erza.
"¿Eh?" cabe decir que la ruda chica de las tijeras, miro incrédula a la supuesta chica más joven del grupo.
"Vaya, tiene más carne en sus tetas, que tú en todo tu cuerpo"
"¡Cállate!"
Los tres adolescentes se extrañaron el grito repentino de la pequeña mujer.
"¿Todo bien?" cuestionó extrañado Naruto, que pensó que la había habían hecho enojar.
"¿Eh? ¡No! No sé lo decía a ustedes… yo… se lo decía a alguien más"
Al parecer tantos inviernos de soledad, hizo que la guerrera de las tijeras, tuviera que creer a alguien, para no enloquecer por la soledad y presión de vivir en un mundo de porquería como en el que vivían.
"¿La matamos?" susurro Erza a Lucy, la primera pensando que tener cerca a la chica loca sería un problema.
"¿Qué? ¡Claro que no!" obviamente su idea fue desechada rápidamente, por la voluptuosa rubia.
Ignorando la charla entre las dos chicas, Ryuko se concentró en el único miembro masculino del grupo.
"No pensé que los hombres fueran tan…"
"¿Calientes?"
"Si, ¡Ahhgg! No, quiero decir fuertes, yo era el músculo y mi padre el cerebro, pensé que esa era la diferencia entre hombres y mujeres"
"¿Diferencia?"
Al parecer Ryuko tenía que usar palabras mas simples y breves para hablar con el, que no parecía hablar con tan bien como la rubia tetona.
"Ehhh si, lo siento, nunca ví a otro humano joven"
"¿Y ellos?" Naruto dirigió su atención a todos los ojos, que los miraba desde lo profundo de la cueva.
"No son como nosotros, al menos ya no"
En el tiempo en que ella, se había refugiado con estos humanos albinos, se dio cuenta de los pequeños y extrañas que eran.
Tanto tiempo que vivir bajo tierra, protegiéndose de todos los demonios que vivían en la zona, irónicamente eso hizo que no tolerarán el sol y salieron solamente de noche, al igual que los demonios.
Sus cuerpos eran más pequeños y extraños.
Por no decir primitivos, nunca pudo hablar con ninguno de ellos.
"Necesito su ayuda" Llamando la atención del pequeño grupo, la guerrera de las tijeras se puso de pie, "Tenemos que acabar con ellos"
Todos siguieron la dirección a la que ella apuntaba, y vieron a lo lejos una gigante montaña, en la casa de volaban alrededor varios de los demonios alados.
"¿Acabarlos?" Pregunto insegura Lucy, que estaba afilando las bordes de unas delgadas varillas de madera.
Tuvo suerte de que en la cueva creciera raíces rectas, que pudiera usar como flechas, tenía muchas fechas que hacer de nuevo.
"Esas cosas matan a su gente, tenemos que matarlos a todos o al menos a su reina" usando una de sus espadas empezó a dibujar en el suelo, las montañas y dónde estaban ellos, "Esos demonios se parecen mucho a las abejas, todos los que mate eran machos, y nunca he visto una hembra, y siempre se llevan a la gente o animales, nunca los vi comer nada, solo se lo llevan, lo que me hace pensar que hay una reina"
Entendiendo la mayoría de las palabras que ella decía, Erza y Naruto ya tenían una idea de lo que ella estaba pidiendo.
"¿Matar a la reina?"
"¡Exacto!" sonriendo por la pregunta del cavernícola rubio, golpe su espada contra el dibujo de la montaña de los demonios, "Si la matamos, tal vez la vida de ellos sea más fácil"
"…" Ellos se miraron entre ellos, esto iba en contra de las reglas de supervivencia, el atacar el nido de esos demonios, y matar a todos sonaba como una misión suicida.
"¿Naruto?" Erza tenía sus dudas, no sabían cuántos demonios alados había en total, y desconocían el como era la reina de estos, podría ser un demonio gigante.
"…" El cavernícola de la lanza lo pensó y miro a los hombres de las cavernas, que se asomaban en la oscuridad entre las rocas.
La vida era difícil.
Y era más difícil, si no había alguien que te ayude.
Con una sonrisa de resignación, apoyo su lanza en su hombro y camino hasta la salida de la caverna.
"¿Tienen un plan?" Lucy se arrepintió tan pronto como dijo eso, cuando todas las miradas se fijaron en ella, sintió sus rodillas temblar por la sonrisa maliciosa de Erza.
~~~~~~~~~~~~~~~ • ~~~~~~~~~~~~~~~
Los demonios alados, salieron de nuevo en la noche, cuando la luna roja iluminó la noche, varios de ellos salieron en la búsqueda de comida para su reina.
Sus olfatos se alteraron al captar el delicioso aroma de la sangre, y no tardaron a localizar la fuente, y no se decepcionaron por lo que vieron.
Lucy sentía que iba llorar, cuando tuvo que quedarse sentada encima de una gran roca, con pocas pieles empapadas en sangre de jabalí, estaba casi desnuda y cubierta de sangre.
Todo para ser, según las palabras de Erza.
'Una sabrosa e irresistible carnada'
Ella chillo al ver al menos dos docenas de los demonios alados, caer en picada hacia ella, pero antes que pudieran tocarla, un borrón blanco paso a su lado.
Aferrándose por su vida a Lang, Lucy huyó con ella a toda velocidad, mientras todos los murciélagos iban en su persecución.
Tan pronto como se fueron, debajo de la gran roca salieron Erza, Naruto y Ryuko, los tres corrieron de inmediato al nido de los demonios, para empezar a escalar la montaña.
No fue problema para ellos escalar la empinada montaña.
Después de todo, el verdadero reto les esperaba arriba.
Naruto tomo a la pequeña chica, y de un tirón la lanzo a una de las tantas entradas de la montaña, tomando a Erza también la ayudo a subir, y viceversa esta también le ayudo.
"Oh…" tan pronto como subieron, se quedaron paralizados al ver decenas, no, cientos de esos demonios alados, pequeños y grandes, todos durmiendo esperando que la luna ascendiera a su punto más alto.
Cuando Ryuko iba a dar el primer paso.
Erza la tomo del cuello del traje de la chica, y evito que pisará un pequeño demonio de pocos centímetros.
Una gota de sudor frío bajo por la nuca de la guerrera de las tijeras, que le dio una mirada de gratitud a la mujer acorazada.
Tan lentamente y en silencio como pudieron, empezaron a caminar, evitando por todos los medios pisar a cualquiera de los murciélagos, fueron largos minutos de un silencio sepulcral.
Hasta que llegaron por fin a una zona limpia.
Aunque no tan limpio como pensarlo, el pequeño grupo de adolescentes fruncieron el ceño al ver telarañas en todas partes.
¿Acaso los demonios también hacían telarañas?
Insegura Erza, se acerco a uno de los capullos más cercanos de telaraña, y sacando una sus cuchillos y empezó a cortar.
El estómago de todos ellos se revolvió el ver el cuerpo de un humano en descomposición, parece que había estado aquí ya durante varias semanas por la peste y el estado de su carne.
¿No habían sido los primeros en venir a exterminar está plaga? Parecía que no.
Esperaban al menos no compartir su mismo destino.
"Naruto hazlo"
El cavernícola obedeció la orden de la pequeña mujer de las tijeras, y bajo de su espalda una mochila rudimentaria hecha con ramas, dónde tenía mas ramas, de un inmediato tomo dos palos y empezó.
El humo empezó a surgir entre las dos ramas y no pasó mucho para que una pequeña llama naciera, una pequeña llama que se convirtió en una fogata.
Ryuko tomo una de las ramas encendidas y ansiosa la acerco a los capullos de telaraña, como si ésta fuera pasto seco empezó a arder de inmediato.
Al fin un golpe de suerte.
Quemar todo y matar a la reina.
Una de dos tareas cumplidas.
En cuánto a la segunda.
Los tres adolescentes levantaron la mirada cuando una gran sonrisa cosas sobre ellos, la fogata había iluminado la cueva para dejar ver a un demonio.
Completamente diferente a los murciélagos.
Este era diez veces más grande, ocho patas, y muy enojada por el fuego que empezaba a extenderse por la comida traída por sus esbirros.
Con un rugido ensordecedor, toda la montaña parecía sacudirse por el rugido de la reina, que hizo que todos sus sirvientes se despertaran.
Pero no pudieron entrar, cuando de forma rápida, Erza lanzo ramas en llamas por todas las entradas, las telarañas de inmediato se encendieron en llamas y no permitieron que ellos pudieran entrar.
Dejando solamente al grupo de adolescentes contra la gran araña.
"¡Naruto!"
El cavernícola de la lanza al escuchar el grito de la mujer acorazada, la tomo de su armadura de huesos, y dando un giro, la lanzo sobre la araña gigante, que al intentar atacar a la pelirroja voladora, una lanza se clavo en uno de sus varios ojos.
Su chillido de dolor creció, cuando la mujer acorazada aterrizo en su espalda clavando la gran espada de piedra en su parte posterior, deslizándose abrió la carne, dejando salir cientos de huevos.
Girando quiso usar sus grandes patas para atacar, pero unas grandes tijeras corto una de sus patas.
Corriendo alrededor de la araña, Ryuko fue cortando pata por pata con sus grandes tijeras, hasta que el gran animal termino cayendo aún lado.
"¡¿No eres tan ruda ahora verdad?!" grito de forma arrogante la chica de las tijeras, que corto la quinta pata, y cuando estaba apunto de cortar su cabeza, no espero que la reina abriera sus mandíbulas y disparara una gran red de telarañas.
De forma brusca fue mandada contra la pared y todo su cuerpo cubierto de telarañas.
De una dura patada, Naruto cerró la mandíbula de la reina, y de mediato corrió hacia la pequeña chica, para rasgar la telaraña que cubría su rostro.
Ryuko respiro aliviada, por su cabeza ser sacada del capullo, pero quedó en blanco, al ver cómo del muro de fuego, pasaron varios de los murciélagos, que en llamas se lanzaron contra ellos.
"¡Tienen que irse!" grito al ver al cavernícola de cabello dorado, forcejear para sacarla del capullo, algo inútil considerando que tenía un dolor agobiante en su espalda, temía haberse roto la espalda.
"Nunca dejamos a nadie de la manada atrás" rompiendo el capullo, Naruto la liberó y la bajo con cuidado al suelo, en su descuido una de las patas de la araña, la tomo de su torso y fue estrellado contra el suelo varias veces.
Con furia la gran araña arrastró el cuerpo del muchacho a su mandíbula, para aplastar su cabeza con sus propias mandíbulas.
"¡Suéltalo hija de perra!" adolorido la chica de arrastró hasta sus tijeras, y alcanzarlas, pero otro de las patas la tomo del tobillo y la levantó del suelo, para tener el mismo destino que el cavernícola de la lanza.
Al final la araña lo único que probó, fue la gran espada de Erza, que salto encima de ella y perforó su cuello de una estocada, como un títere sin hilos el cuerpo del demonio cayó con pesadez.
"Buena espada" alago con una sonrisa adolorida Ryuko, que cayó cerca de sus espadas, y las tomo para apoyarse en ellas, tal vez tenía uno que otro hueso roto, pero nada qué no pudiera manejar.
"Gracias" devolviendo la sonrisa, Erza bajo hasta estar junto a su compañero, que lentamente quiso ponerse de pie, aunque el crujido de sus costillas lo hizo casi caer.
"Hay… que irse" de pie, se acerco a la cabeza del demonio araña, para tomar su lanza.
Los tres adolescentes retrocedieron cuando varios de los demonios alados en llamas vieron el cuerpo de su reina, cabe decir que estaban muy enojados.
Sus rugidos se escucharon en toda la montaña, y esta vez los demonios alados, no dudaron en pasar a través de las llamas para llegar a quiénes habían atrevido a asesinar a su reina.
"¡Corran!" ellos no podían enfrentarse todos ellos a la vez, se vieron obligado a correr hacia la única salida que no estaba cubierto de fuego.
Erza al ser la que estaba ilesa, se mantuvo en la retaguardia para asesinar a cualquiera de los murciélagos que intentara atacarlos, pero varios pequeños pasarán sobre ella.
Naruto sintió unas garras enterrarse sus hombros, lentamente fue elevándose sobre la tierra cuando uno de los murciélagos lo había atrapado y empezar a llevárselo, para hacer despedazado en el aire por todos los demás.
Pero las patas fueron cortadas por las tijeras de Ryuko, que como pudo atrapó al chico, que de por si casi la aplasta a ella, era más pesado de lo que parecía.
"¿Eh?"
Pero de un momento a otro los dos fueron levantados como si nada por Erza, que poniendo a Naruto en su hombro derecho y Ryuko en su hombro izquierdo, empezó a correr a toda velocidad desde la salida.
Decir que era impresionante era poco, la mujer acorazada corría como si ellos, no pasará nada, mientras se deslizaba y saltaba evitando a cualquiera de los murciélagos.
Sin embargo, su camino llegó a su fin, cuando llegaron hasta la salida de la caverna a una caída mortal para cualquier humano.
"¿Erza?" a Naruto no le gustó el brillo en el ojo de la pelirroja, que hundía sus pies en la tierra y respiraba con pesadez, mientras seguía sosteniéndolos a ellos dos.
"¿Qué haces?" la pequeña chica de las tijeras también tenía un mal presentimiento, al ver cómo la pelirroja parecía querer saltar, algo estúpido y suicida sin duda.
"¡Lo haré!"
"¡…!" tanto Naruto como Ryuko la miraron incrédulos, cuando retrocedió varios pasos, detrás de ella se podía escuchar a los cientos de murciégalos que viene en su persecución, y los de afuera que esperaban que fueron atrapados.
"¡Ahí… voy!"
"¡Estás loca!" Ryuko no podía creer que en verdad ella acababa de saltar, y ahora todos ellos iban a una caída a la muerte, o al menos así parecía hasta que Erza apareció debajo de ella montando una los demonios alados.
"¡Te tengo!" con una tira de telaraña alrededor de la mandíbula el murciégalo, la pelirroja iba dirigiendo a la criatura, como si se tratara de algo que ha hecho toda su vida.
"Es… increíble" no hacía falta decir que la pequeña chica de las tijeras miro impresionada a la mujer acorazada.
"¡Soy increíble!" con una sonrisa de orgullo patea la cabeza de murciégalo para que esté empezar a bajar, y evitar a los cientos de murciégalos que ahora iban en su persecución.
Ryuko tardo en darse cuenta que Naruto no estaba, hasta que lo vio saltar de un murciélago a otro, usando su lanza, para atravesar la cabeza de cada uno que pisaba, después desató la piel naranja de su cintura.
"¡Está desnudo!" la chica de cabello oscuro con rojo, miro incrédula como uso la piel naranja, para envolverla alrededor del cuello del murciélago, y al igual que la pelirroja, montarlo.
Uno junto al otro, los dos guerreros de las cavernas, guiaron a los demonios, para escapar de sus perseguidores, que venían de todas direcciones.
Negándose a quedarse sin hacer nada, la pequeña chica separó sus tijeras, y corto a cualquiera de los demonios que intentaran atacarlos, fue más sencillo apuntar a sus grandes alas, y hacerlas caer a una caída mortal.
Desafortunadamente eran demasiados, y estaban muy enojados, lo suficiente para hacer una atrocidad como lo era atacar a sus hermanos, que eran usados como transporte.
Naruto y Erza perdieron el agarre, cuando varios murciélagos destrozaron a los que lo cargaban, haciéndolos bajar en picada, para finalmente estrellarse contra el suelo.
Al menos pudieron usar los cuerpos de los demonios alados como colchón, para amortiguar el golpe.
De inmediato tuvieron que levantarse, ignorando el dolor y crujir de sus huesos, se levantaron con sus armas, poniendo espalda contra espalda entre los tres, cuando fueron rodeados, por la cantidad masiva de demonios.
"¡Vamos! ¡Si me tragan tendrá que ser en pedazos pequeño! ¡Porque les juro que les voy a patear desde adentro!"
Ninguno de ellos iba a intentar huir, sería inútil, pero eso no quería decir que no pelearían hasta el final, ese punto fue dejado más que claro por la pequeña guerrera de las tijeras, que blandía sus armas con ferocidad.
Algo que hizo que Erza sonriera, la chica tenía valor, eso era algo que respetaba.
Naruto también lo hizo, con su lanza en manos, inhaló profundamente aire, para dejar escapar un fuerte grito de guerra.
Regla número 4: Nunca dejar de pelear.
Antes que el infierno caiga sobre los adolescentes, tanto ellos como los murciélagos escucharon un fuerte aullido, y el vibrar de la tierra.
Naruto, Erza y Ryoko se quedaron en shock al ver a una sonriente Lucy montando a Lang, seguida de cientos de velociraptores, que estaban sedientos de sangre y desgarrar la carne del humano, que los había atacado.
Muchos tenían flechas, no en zonas vitales, sino más bien en sus espaldas y ojos, algo muy doloroso que hizo que persiguieran a la mujer que los atacó y huyó.
Ignorando el haber llegado al territorio de los demonios alados, corrieron a su presa.
Una presa que ya tenía un dueño.
Los murciélagos no dejarían que su presa fuera arrebatada.
Naruto tomo a Erza y la lanzo hacia Lucy, que atrapó a su amiga, y la ayudo a subir en la loba, que corrió entre todos los murciélagos que se lanzaron en picada contra los velociraptores.
Ryuko quedó sin aliento cuando fue tomada de su cintura, y fue cargada por Naruto, que corrió tan rápido como pudo, evitando la batalla campal entre Titanes y demonios.
Con un fuerte salto, logró aterrizar en la gran loba, que aún con todo el peso extra, corrió a toda velocidad lejos del choque entre monstruos.
Una hora después:
Al final la batalla entre demonios y titanes termino con la victoria de estos últimos, que lograron cazar a todos los murciégalos, que no tuvieron oportunidad aún con sus alas por la cantidad absurda de los pequeños dinosaurios.
Quedaron solo unos pocos heridos, que no tuvieron descanso, cuando fueron atacados por los humanos.
Clavando sus espadas gemelas en el suelo, Ryuko trato de recuperar el aliento, ella estaba cubierta de pies a cabeza de sangre.
Los demás miembros del equipo no estaban mejor.
Erza había colapsado, incluso la poderosa mujer acorazada tenía su límite, y quedó tendida en el suelo apenas despierta, pero con una gran sonrisa, no había mejor sensación que la de victoria y supervivencia.
En cuanto Naruto estaba sentado sobre uno de los tantos cuerpos de los demonios, dejando descansar a una dormida Lucy en su hombro, ella se había ganado su descanso luego de su descabellada idea.
Los había salvado.
Con una sonrisa suave, acarició el cabello de la chica, que, aunque estuviera manchada de sangre, no dejaba de ser hermosa a sus ojos.
"Oye…" Naruto levantó la cabeza, cuando la chica de las tijeras lo llamo, este con una sonrisa agotada levantó el pulgar, "Buen trabajo"
"…" curioso el cavernícola de la lanza, miro su mano derecha e imito el gesto de la peli negra, con una gran sonrisa le devolvió el ademan, "¡Buen trabajo!"
Riendo entre dientes, Ryuko miro curiosa como los hombres del subterráneo empezaron a salir de sus escondites, eran muchos y acompañados de sus familias.
Todos ellos aclamaron la victoria de los Humanos sobre sus depredadores, con fuertes gritos y golpes de sus manos contra el suelo.
"Tomare eso como un gracias" dijo la joven de mechón rojo, que sacudió su cabello manchado de sangre y empezó a caminar hasta el cavernícola de la lanza, "Ustedes son unos locos, me agradan"
"También me gustas"
"Eh… esa es una palabra fuerte, pero creo que este bien" con una sonrisa dudosa, se sentó junto a el, "¿A dónde irán?"
"Al Sur…"
"Ya veo" curiosa jugo con las hojas de su espada, no queriendo mirarlo fijamente, pareciendo desinteresada.
"Tu… ¿Quieres unirte a nosotros?"
"¡Mierda si!"
Naruto sintió mientras tomaba la cabeza de la chica, y la acercaba a su rostro, algo que obviamente tomo por sorpresa por la chica, pensando que iba a hacer algo raro.
Pero el solo apoyó su frente contra la suya.
Un gesto simple y cálido, que hizo que las mejillas de Ryuko se volverán rojas por vergüenza.
Pero no sé alejó de él.
"Bienvenida… Ryuko"
Fin del capítulo 5.
Muy buenas a todos, otro capítulo bien cargado de peleas, porno, emociones, porno, drama y… ¿Ya dije porno?
Perdón por no poder responder los comentarios, Zero está en sus exámenes, y yo estoy tratando de conseguir un laburo, como cajero en un super mercado, no es lo que me dara una PS5, pero si para arreglar mi Pley 2 y jugar un pes contra Zero.
Quiero mi revancha vieja.
PSD: La tercera integrante del harem, es Ryuko de Kill la kill, uno de los primeros animes, que vi en mi vida.
Psd: Zero me dejo su cuenta por unos días, hasta que las semanas de sus exámenes finales pasen, así que, si tienen algo que decir de cualquiera de sus historias, déjenlo en los PM, que yo responderé.
En Finnnnnn
Mirio, el rey de las pajas y vírgenes, se despide de ustedes, mis adeptos pervertidos.
