Disclaimer: Twilight y sus personajes le pertenecen a Stephenie Meyer, yo sólo juego con ellos.
Erasing the Bounds.
Capítulo 5
— ¿Para qué la cerveza?— Edward preguntó, abriendo el refrigerador.
—Pues para beberla—le respondió Jasper.
—Me refiero a que es bastante—Edward tomó el jamón y cerró el refri.
—Ah, nos vamos a emborrachar—le respondió el rubio. Jasper tomó su plato y fue a sentarse al comedor.
—Cualquiera pensaría que van a hacer una fiesta—Edward comentó. Luego se quedó callado. Jasper desvió la mirada— ¿van a tener una fiesta?
— ¿Qué? No, claro que no—le dijo él— Papá Edward no nos deja hacer fiestas.
Edward rodó los ojos y siguió preparando su sándwich. Si, ahora preparaba su propia comida. Bueno, no siempre.
La puerta se abrió.
—Oh, ya están cenando—dijo Bella, traía tres cajas de pizza en sus manos.
—No importa. Dame una—Jasper aplaudió.
Bella las llevó a la encimera. Edward la atrajo con su brazo y comenzó a besarla.
Después de un rato, Jasper hizo un sonido de asco y se separaron. Bella estaba sin respiración.
—Lávate las manos. No quiero que toques mi pizza con la misma mano con la que tocaste a esa cosa—le dijo Jasper a Bella, señalando a Edward.
Bella se rio y fue a abrir la llave.
Antes de sentarse junto a los chicos, tomó una cerveza del refri.
—Dame una soda, ¿quieres?—Edward le dijo.
—Entonces, Edward, ¿cuándo veremos tu nuevo vídeo?—Jasper le preguntó.
—Está planeado para el 03 de febrero.
—Genial. Desconectaré el internet ese día—Jasper bromeó.
—Para una persona que se la pasa insultando a Edward Cullen es raro que se sepa todas sus canciones—dijo Bella.
Jasper juntó las manos. Se ajustó sus anteojos.
—Bella, hay unas cosas que son privadas.
—Así como no husmear mientras me visto en la sala—ella le dijo.
—Oye, esa es la sala de estar.
—Pervertido.
Edward se levantó y fue a la cocina.
—Pregúntale si estará mañana—Jasper le susurró a Bella.
—Oye, Edward, ¿mañana estarás filmando todo el día?—ella le preguntó. Siguiéndole el juego a Jasper.
Bella tenía un mal presentimiento sobre esta fiesta.
—Si. Me iré desde las 7.
Jasper le sonrió a Bella. Ella le devolvió el gesto.
Quiso creer que estaba bien.
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Rosalie la ayudó a vestirse.
Porque al aparecer era una estúpida que no sabía cómo hacerlo.
Rosalie estaba usando unos shorts de tiro alto, estaban algo rotos y tenían remaches. Llevaba una blusa blanca y un blazer negro. Se puso unos tacones bajitos color negro. Llevaba el cabello suelto y lacio.
Vistió a Bella con un vestido azul corto y unos botines. También le hizo dos trenzas francesas.
—Extraño a Alice—Bella le dijo mientras Rose la maquillaba.
—Yo también—la rubia le respondió— ¿te la imaginas dando vueltas por aquí encontrando el conjunto perfecto?
Bella se rio.
—Odio que esté tan lejos. Es extraño que yo haya terminado junto a la que no me toleraba.
Rosalie sonrió.
—Eso fue momentáneo. Me quitaste a mi novio.
Bella se rio.
—Por cierto, ¿crees que todo esto salga bien?
Bella se encogió de hombros.
—Espero. Intenté advertírselo a Jasper, bueno, no intenté demasiado pero Edward no estará así que…
—Ojalá salga bien—dijo Rose.
Después de un rato, Jasper las apuró porque la gente estaba llegando.
Habían pasado cuarenta minutos desde que la fiesta había comenzado.
Jane, Rosalie y Bella estaban hablando sobre una cita que Jane había tenido. No salió bien. El chico le dijo que parecía que le estaba lanzando dagas con la mirada y que se sentía incómodo.
—Ojalá pudiera causarle dolor con la mirada—entrecerró los ojos.
Rosalie y Bella se rieron.
Jasper estaba platicando con Charlotte y Peter, una pareja que había conocido en su clase de Cálculo Integral. Emmett estaba sentado en el comedor junto a Jacob, Paul y Quil, los musculosos del taller mecánico.
Otros amigos de Rosalie: Leah, Victoria, Bree y Félix estaban hablando entre ellos; los amigos de Bella: Seth, James y Emily estaban tomando cervezas.
Tocaron el timbre y Jasper fue a abrir, era María. La linda que había conocido el día que se mudaron. Le besó la mejilla y ella trajo dos amigas más.
Emmett puso algo de música en la televisión y subió el volumen. Entonces James tuvo la idea de jugar beer pong.
Fueron a la cocina.
Cuando estaban a medio juego, Embry, otro chico del taller llegó.
Rosalie estaba perdiendo y estaba empezando a reírse por nada. Victoria le estaba siguiendo los pasos y Bella pudo notar que James estaba interesado en ella.
—Vamos, Bella—gritó Jacob—falla al menos una.
Eran equipo y ambos eran buenos tiradores. Jake quería beber algo.
—Toma esto, sediento—Jane le ofreció una cerveza.
Para su sorpresa, Bella falló el tiro y ambos tuvieron que beber.
Rosalie estaba emocionada y borracha y siguió fallando los tiros.
Cuando ella, Victoria, Leah, Seth y Emily estaban demasiado borrachos el resto decidió tomar shots de tequila.
Bella comenzaba a sentirse contenta y ligera. En un momento, notó la garganta seca y entendió que se había estado riendo demasiado. Le dolía la panza.
Había 20 personas en el apartamento, específicamente en la sala, en el comedor y en la cocina. Veinte personas eran muchas para ese espacio, pero de igual forma comenzaron a bailar.
Estaban demasiado ebrios. En un momento, Bella jaló a Rosalie para que viera lo mismo que ella veía: Victoria y James se estaban besando y Jane estaba bailando muy seductoramente con Félix.
Rosalie se rio y la jaló para que bailara junto a ella.
Bella tuvo que ir al baño después de un rato y en realidad, perdió la noción del tiempo. No supo cuánto tiempo estuvo ahí pero cuando reaccionó se encontró sentada junto a la puerta y había dormitado un poco.
Estaba segura de que si bebía un poco más, iba a vomitar. Pero simplemente no había podido rechazar las latas de vodka que Jane había traído con ella. Se tomó dos: una sabor uva y otra sabor limón.
Se lavó las manos y con movimientos torpes, se limpió un poco la cara con papel.
Cuando salió del baño, algo había pasado.
Ahí, en el pasillo, había gente que no conocía. La pequeña siesta que tomó la ayudó a aclarar la mente y se preocupó un poco. Después de todo, seguía estando borracha.
Caminó hasta la sala y las personas le impedían moverse más rápido, eran demasiadas.
Miró alrededor y entró en pánico.
No veía a sus amigos por ningún lado. Miró a la esquina y se tranquilizó un poco al ver a James y a Victoria. Siguió caminando pero no encontraba a Jasper o a Rosalie o a Emmett.
—Hijo de puta—masculló pensando en Jasper.
Lo encontró en la cocina, le estaba quitando una cerveza a un tipo desconocido.
— ¡Jasper!—lo jaló del brazo.
— ¡Bella!
— ¿¡Qué rayos está pasando!? ¿Quién es toda esta gente?—miró alrededor, asustada.
—No tengo puta idea. De repente llegaron—estaba gritando, las conversaciones de las personas y la música no permitían hablar normalmente.
— ¡Tenemos que sacarlos de aquí antes de que…— una arcada la detuvo y corrió al fregadero. Empujó a un chico que estaba parado ahí. El tipo la miró feo.
— ¡Bella! ¡Bella!—escuchaba los gritos de Jasper detrás de ella. Una cálida mano le tocó la espalda.
Ella respiró hondo. Tratando de no vomitar.
De repente, la gente comenzó a salir de la cocina y se dirigían al pasillo.
— ¿Qué ocurre?—ella preguntó, jadeante. Seguía apoyada en el fregadero.
— ¡Edward! ¡Edward!—los gritos de la gente comenzaron a escucharse, en un intento de llamar la atención de Edward.
— ¿Edward?—Jasper murmuró y miró a Bella.
— ¡Oh por Dios!—ella dijo y ambos corrieron hacia allá.
Edward acababa de llegar. Estaba pegado a la puerta, asustado y buscaba con la mirada algún rostro familiar.
Félix trataba de apartar a la multitud de él, Jane estaba empujando a unas chicas.
— ¡Edward! —Bella gritó al verlo.
Edward estaba ahí. En el apartamento. En la fiesta. Con un montón de desconocidos. Con desconocidos que apuntaban sus cámaras a él. No se suponía que Edward estuviera ahí. Aún era temprano. ¿Por qué había vuelto antes?
Jasper y Bella se abrieron paso entre la multitud y llegaron a él.
— ¡Edward!—la gente seguía gritándole y unas chicas gritaban emocionadas.
—Jasper, ¿qué es esto?—le preguntó él.
—Camina, andando—el rubio le respondió y con ayuda de Félix lo llevaron a través del pasillo. Las manos de Bella temblaban mientras buscaba la llave de su habitación.
La gente los había seguido hasta allá.
—Félix, ayúdame a sacar a toda esta gente de aquí—Jasper le dijo.
Bella y Edward entraron a la habitación. Ella cerró la puerta con seguro.
Félix y Jasper empujaban a la gente hacia la puerta de entrada.
— ¡Largo, adiós!—decían.
Unas chicas se estaban tomando fotos en la sala. Y tomaban fotos del apartamento.
Emmett y Rosalie estaban ahí y ella les quitó el teléfono, trató de borrar algunas fotos pero sabía que estarían en la papelera. Las chicas trataban de empujar a Emmett para poder llegar a Rosalie y quitarle los celulares. Él las empujó por la puerta. Rose les arrojó el teléfono al pecho.
Jane también se estaba deshaciendo de la gente que seguía por ahí.
Jasper estaba en la puerta.
Se despidió de sus amigos.
—Lo siento, chicos, los veo luego.
—Espero que Edward se encuentre bien, ¿le pasó algo?—le dijo Seth, mientras se ponía su chaqueta.
—No, él está bien. Gracias, Seth.
Victoria y James se fueron juntos, tomados de la mano.
Félix y Jane se despidieron de Rose.
El apartamento se quedó vacío. Rosalie recorrió el lugar para asegurarse de que ningún intruso se estuviera escondiendo.
—Mierda—Jasper se pasó una mano por el pelo. Se ajustó los anteojos.
—Vamos con Edward—le dijo Emmett.
Rosalie estaba tocando la puerta de la habitación de Bella y Edward.
Ella abrió.
Edward estaba tirado en la cama, con las manos en el cabello.
Bella se cruzó de brazos, frente a la cama.
—Edward…—Jasper inició— ¿estás bien?
—Hmm—él asintió.
—Tuvo un ataque de pánico. Creo que se siente mejor—informó Bella.
Rosalie se recargó en la pared.
—Edward, lo sentimos—ella comenzó.
—Chicos…—él suspiró—estoy muy cansado. ¿Podemos hablar de esto luego?—dijo.
Ellos se quedaron callados.
—De acuerdo—murmuró Jasper.
—Andando, dejemos que duerma un poco—dijo Bella.
Salieron de la habitación.
Fueron a la sala. Sólo dejaron encendida la luz de la cocina.
Rosalie comenzó a recoger los vasos rojos que estaban tirados por ahí y vertía los contenidos en el fregadero. Hipó.
— ¿Qué fue lo que te dijo?—Jasper le preguntó a Bella.
—No dijo mucho. Estaba teniendo un ataque de pánico y lo ayudé a sentarse y a respirar. Traté de calmarlo y me disculpe.
— ¿Está molesto?—preguntó Emmett.
—No lo sé. Sé que está cansado y quiere saber lo que pasó. Se tiró en la cama, luego ustedes llegaron.
Jasper se levantó y comenzó a ordenar el lugar junto a Rose.
Bella recostó la cabeza en el sillón y cerró los ojos.
—Sólo sé que me siento de la mierda e hicimos algo malo.
—No fue nuestra culpa que la fiesta se saliera de control—dijo Emmett—la estábamos pasando bien. Todos nuestros amigos saben sobre Edward.
—No pero ¿qué si alguno de ellos corrió el rumor de la fiesta?—dijo Rosalie desde la cocina. Estaba limpiando la encimera.
— ¿Crees que lo hayan hecho?—dijo Bella, abriendo los ojos.
—Pues… no encuentro razón alguna para que supieran—respondió Rose— ¿qué otra forma hay?
—No creo que ellos lo hayan hecho—negó Emmett. Miraba el espacio entre sus rodillas.
—Lo descubriremos—. Dijo Bella— y te ayudaré—le dijo a Rose. Se levantó pero una arcada la detuvo.
— ¿Estás bien? —Emmett le preguntó.
—No—ella respondió y corrió al baño.
Vomitó dos veces. La segunda cuando creyó que ya estaba bien y se iba a lavar los dientes.
Cuando estaba a punto de salir del baño, Edward entró.
— ¿Estás bien?—le preguntó.
—Sólo ebria—ella respondió— ¿y tú?
Él se encogió de hombros y abrió la puerta de la ducha.
—Edward, en verdad lo sentimos demasiado.
—Está bien. Ya hablaremos de eso luego.
Él no hizo otro intento de seguir hablando, así que ella se fue.
Se sentó en el comedor. Rosalie le sonrió y le dejó un té frente a ella.
—Te hará sentir mejor—Bella le sonrió y vio que había hecho té para todos.
— ¡Chingada madre!—Jasper despotricó. Rose y Bella se asustaron.
— ¿Qué ocurre?—Bella preguntó.
—Fue mi culpa ¿de acuerdo?—él dijo, llegando a la cocina—fue mi estúpida idea.
—No fue estúpida. Me divertí y estaba bien… hasta que todo se fue a la mierda—dijo Rosalie.
—Pues se fue a la mierda por mi culpa—el rubio dijo.
—Eso no es cierto. A menos que tú hayas invitado a desconocidos. No lo hiciste. Entonces no es tu culpa—dijo Bella.
—Pero si no hubiera hecho esta fiesta nada de esto hubiera pasado.
—Basta, Jasper—dijo Emmett, desde su lugar en el sillón—arreglaremos las cosas mañana. Veremos quién fue el culpable en realidad.
Bella miró el reloj. Eran las 8:54. Vaya, era temprano.
Se terminó el té y el resto tomó el suyo. Emmett puso una película y se tiraron en el sofá. Bella se sentó en el sillón y buscó "Edward Cullen" en Twitter.
Quería estar preparada para lo que le esperaba mañana por la mañana.
Ya había fotos.
Los fans estaban felices de verlo.
Pero Edward no estaba feliz. Ninguno de ellos lo estaba.
Y en especial, sabía que Garret no estaría feliz.
Hola! Gracias por sus comentarios! ¿Creen que la situación sea tan mala?
Nos leemos el domingo (:
Ah, no recuerdo si ya lo había dicho antes pero esta historia tiene 25 capítulos ;)
