Mi primer amor

Por Coqui Andrew

Capitulo Cinco

-Hola, Candy, ¿Quién es este tipo? – Pregunto el pesado de Ronald

Tom, volteo a verlo – Mi nombre es Tom O'Brien, no soy este, no seas igualado- contesto Tom.

Ronald se quedó sorprendido, pues no espero que alguien lo pusiera en su lugar. –Mira escuincle, a mí nadie me dice lo tengo que hacer – dijo molesto

-¿Escuincle? – Por si no te has fijado soy de tu misma edad, pero soy más educado que tú – dijo Tom, empujándolo con su dedo índice.

Ronald se sintió incomodo, se metió a la cafetería, seguramente a llorarle a su mamá.

-Candy – dijo Tom, entonces ¿qué dices? – me preguntó,

-¿De qué? – pregunte

-Qué si le damos celos a Albert, yo solo espero que te pida ser su novia antes de tus quince – me dijo emocionado

De lo nerviosa que estaba, le dije sí, no quiero arrepentirme – ¿Hasta cuándo estarás aquí Tom? –

-Me iré hasta después de tu fiesta Candy, espero que me invites – Me guiño un ojo

-¡Claro! –le dije sonriéndole, Tom me hizo señas para que volteará, lo hice y Albert está en la entrada del café con los brazos cruzados, estaba enojado. Le sonreí, él me miro y se regresó a la cafetería. Tenía que ser igual a su hermano ja

Tom y yo nos metimos a reunirnos con los demás muchachos, estuvimos platicando y me preguntaron sobre lo que decidí bailar, ya les comenté, algunos me hicieron burla y otras aceptaron, Albert y Tom no perdían detalle, mi tía me dijo que ya hablo con la señora Linda, le pidió permiso para que ensayáramos en el jardín de su cafetería, ella acepto, pero como estaba su "novio" la obligo aceptar siempre cuando le pagáramos una tarifa, ¡viejo entrometido! Ella es un amor, pero cuando está a lado de ese patán se deja mangonear.

Ya era noche, entonces decidimos regresar a nuestras casas, Tom, Paty, Eliza, Neal y Mary viven en la colonia que está un poco lejos, Annie se fue más temprano, pues tenía un compromiso con sus padres, Stear, Archie, Albert y yo somos vecinos, nada más que los primeros viven unas cuadras más debajo de la casa de Albert,

-Candy, dice Tom si quieres que te llevemos a tu casa – me dice Paty

-Candy se irá con nosotros, estamos más cerca de su casa que ustedes, Paty – le dijo Stear

-¡Ah! Ok, nos vemos el lunes, chicos, Candy te llamo mañana – Nos dice y se va

Tom desde lejos me manda un beso. Yo me sonrojo, devolviéndole el beso. Albert toca el claxon para que nos subamos a su auto, me coloco junto Archie en la parte de atrás, Stear va en el lugar del copiloto, veo que Albert acomoda el retrovisor para verme, me hago la desatendida. Pasamos a dejar a Archie y Stear, me paso junto a él y nos dirigimos a mi casa.

-¿Estás molesto, Albert? – pregunto, voltea a verme poniendo mala cara

-Si estoy molesto, te la pasaste coqueteando a ese Tom – me dice

Yo solo sonrío, se estaciona frente a mi casa, me quito el cinturón y voy a bajar cuando me toma de la mano - ¿No vas a decir nada? –me dice

-No, eso es lo que tú crees, él solo es un amigo, además de ser el hermano de Paty que es una de mis amigas, solo fui amable –le dije

-Pero se pasaron coqueteándose todo el tiempo, ni me hiciste caso – me dice

-Acabo de conocerlo, Albert. Lo mismo paso contigo y eso que Archie si me pidió que fuera su novia y lo rechace, así que te dejo, buenas noches – Salí del auto y entre a casa sin voltear.

Albert

Estoy molesto, no creí sentir celos, Candy me ignora por completo, ¡No lo puedo creer!

-¿Stear? – le llamo a mi amigo

-Sí, ahora qué pasa, Albert – pregunta

-¿Es cierto que Archie se le declaro a Candy?

-Así es, pero Candy lo rechazo, no sé cuál haya sido el motivo –

-¡Ah! Me dijo la verdad – comente

-¿Quién te dijo la verdad? – pregunta desconcertado

-Candy, es que le reclame que me ignoro toda la tarde, porque estuvo platicando todo el tiempo con Tom, podría ser su hermano mayor, es casi de la misma edad que mi hermano ¿No te parece? -

Stear se queda callado por un momento, pero me dice – Creo que tú estás equivocado, en primera Candy si te dijo la verdad, dos apenas conoce al hermano de Paty, ella siempre ha sido amable, así se comportó con todos nosotros cuando se hizo amiga de Paty, ella fue quien nos presentó, por último, no vengas con celos absurdos, no le declaras tus sentimientos y le reclamas, estas mal, hermano – Me quedo callado, recapacitando sus palabras

-Tienes razón, mañana que la vea, le ofrezco una disculpa –

-Claro que la tengo, tienes que ser más maduro, con ella, si sigues así solo harás que ella se aleje, además Tom solo va estar dos meses, se va después de la fiesta de Candy, así que tienes que comportarte, ¿por qué mejor no tratas de conquistarla, en vez de celarla? –Sugiere mi amigo

-Tienes razón… pero qué hago – me quedo pensando

-Pues dale chocolate, invítala un helado, las flores son una buena opción, dedícale una canción, libros, no sé hay tantas cosas que podrían hacer juntos, piénsale, amigo, nos vemos el lunes, mañana salgo con Paty – me cuelga

Me doy una ducha, me visto mi pijama y me asomo por la ventana, para ver si la veo, pero no, su cortina está cerrada, tomo mi guitarra, empiezo a tocar una melodía y recuerdo lo que me dijo Stear, ¡Ya sé que canción le dedicaré a Candy! Practicaré mucho.

Me quedo dormido, al día siguiente bajo a desayunar, mi día empieza mal, ahí está el mentado Horace, no sé qué hace tan temprano molestando a mi mamá, ella se ve feliz, ni modo me tendré que aguantar.

-Buenos días, mamá –

-Buenos días hijo, no seas mal educado –me dice, solo la veo y me volteo a saludar

-Buenos días señor Horace – le digo, se ve que le molesta, pero ni modo, me cae mal

-Puedes llamarme Horace, ya se lo he dicho – me dice, yo lo ignore

-Mamá hoy voy un rato a la cafetería, ¿estás de acuerdo? –pregunte

-Está bien, anoche escuche que tocabas la guitarra, ¿me equivoco? –

-No, mamá, estuve tocando la guitarra ¿te molesto? – pregunte

-No, hijo, al contrario, me gusta escucharte- me dice con una sonrisa-

-¡uy! Siempre el hijo prodigo ¿acaso ya no me quieres mamá? – escucho que dice el odioso de mi hermano.

-¡Ay! Hijo, claro que también te quiero, pero tu hermano tiene cualidades para la música… - es interrumpida

-Ya, ya párale, ni que fuera la octava maravilla tocar guitarra, Ronald es tu hijo mayor y al que deberías querer más – dice el muy…yo solo aprieto mis puños y mi hermano sonriendo, me dan ganas de golpear su rostro.

-Mamá, nos vemos más tarde, me levanto, salgo de la casa, subo a mi auto, dirigiéndome a la cafetería.

Llego y para el colmo ahí están Stear, Paty, Tom y Candy, están desayunando, creo que si me quedé muy dormido porque no vi salir a la mujer que me quita el sueño.

-Hola chicos, Paty, Candy – Saludo

-Hola Albert – contestan los cuatro

-¿Vas a trabajar, Albert? – pregunta Stear

-Un rato – digo

-No, Albert, ve con ellos, anda tu mamá no lo va saber – me dice Dorothy

-Está bien ¿Puedo muchachos? – pregunto

-Sí, siéntate Albert – dice Tom, se hace a un lado y me deja junto a Candy

-Gracias – le digo - ¿De qué hablaban?

-Estamos escuchado sugerencias musicales para mis quince, Albert – dice

-Pero ya llego el experto en música ¿verdad Albert? – dice Paty

-¿En serio? – pregunta Candy - ¿Sabes mucho de música, Albert? Entonces, ¿te gustaría darme tu opinión sobre estos temas musicales? – Candy selecciona las canciones – Escucha esta sería para la entrada – Es una canción hermosa, no tan anticuada o clásica, le doy mi visto bueno

-Es perfecta, para ti, es actual – le digo

-Este sería el vals, con mi papá y el segundo con los muchachos- me ve con tristeza

Los escucho y me agradan, por ultimo me dice que va bailar, con lo que tiene planeado estoy totalmente de acuerdo. Todo lo escogió perfecto.

-Gracias, Albert, sabía que te agradarían, ya ven muchachos y ustedes querían que cambiara la música – dice Candy

-Nosotros … bueno, no es que quisiéramos…- dicen Stear y Paty

-Sí, ustedes querían que ella bailara lo que a ustedes les gusta, tú ya tuviste tus quince Paty – dice su hermano

-¿De verdad te gusto Albert? - pregunta Candy

-Sí, Candy, la música que escogiste está bien, te describe muy bien – le digo

Charlamos un poco más, sobre cómo será su fiesta y que los ensayos serán los viernes y sábados aquí en el jardín de la cafetería.

-Candy, ¿Nos vamos? – pregunta Tom

-Sí, ya estuve fuera de casa mucho tiempo – dice

-¿Qué les parece si yo la llevo y ustedes a Stear? – sugiero - ¿Van para allá? ¿O no?

-Pues sí, vamos a dejar a Stear – dice Paty

-Bien nos vemos allá – dice Candy

Estoy feliz, porque ella se va conmigo, tomo su mano y la ayudo a subir al auto, me dirijo hacia mi lugar, subo y arranco el auto, nos vamos a la colonia donde vivimos, en el camino le pongo algunas canciones a Candy

-Están muy padres, las canciones Albert, me gustan, las voy a buscar y bajar para escucharlas – Me dice

Estando cerca de ella, le rozo la mano, me sonríe y veo como sus hermosas mejillas se sonrojan. Así conduzco hasta que llegamos a su casa, atrás de mí se estaciona Tom, veo que están Horace, Ronald y la odiosa de la hermana de Candy, están tomando cervezas, los papás de Candy, están preparando carne en el asador, parece que van a comer en el jardín. Tom se baja de su auto y se recarga, ve hacia donde están los odiosos.

Ayudo a bajar a Candy, ella tiene puesto un vestido color verde, sin mangas ceñido hasta su cintura y suelto en parte de abajo, sus pies calzan unas sandalias plateadas que le lucen muy bien, bueno todo en ella. Su cabello está recogido en una coleta alta.

Stear y Paty se acercan hasta donde están los papás, saludan con afecto al señor, quien nos haces señas para que nos acerquemos junto con Tom. Así lo hacemos.

-Papá, te presento a Tom, hermano de Paty, vino a pasar unos días con su familia pues estudia en los Ángeles – dice Candy, el señor extiende su mano amablemente

-Mucho gusto, Tom, ¿Se quedan a comer con nosotros? – pegunta el señor dirigiéndose a él y a mí – Albert, tu mamá fue a traer un postre –me informa

Volteo a ver a Horace, quien se me queda viendo burlándose, yo solo aprieto los puños y mis labios.

-Dorothy y George vienen con ella, no te preocupes, muchacho – dándome una palmada en el hombro.

Candy se acerca con una charola con bebidas y nos ofrece, aceptamos encantados, luego se va hacia donde están los odiosos

-Albert, me gustaría hablar contigo, sobre Candy – dice Tom – pero no ahora, después te llamo, si eres tan amable de darme tu número te lo agradeceré- Sin más explicación acepto y le proporciono los datos que me pidió.

Veo que llega mi mamá con Dorothy y George, me acerco ayudarles traen dos pasteles, gelatinas, galletas y postres que se ofrecen en la cafetería.

-Hijo ya estás aquí, te hable, pero no me contestaste, ¿pasó algo? – me dice

Saco mi celular y veo que lo tengo apagado – Perdón mamá, olvide encenderlo – le digo abrazándola y le doy un beso, ella lo acepta.

Estuvimos conviviendo, pero observo a Tom quien no deja de ver a los odiosos, tengo la impresión que no les caen nada bien.

Esperaré hasta que hablemos.

Continuará …