CAPITULO 5

-Candy-

-¿Qué? Yo hija, pero yo no sé nada de traer niños a este mundo.

-No se preocupe yo hare casi todo – agachándose apretando su bajo vientre, tratando de llegar a la habitación, Mercedes llego para llevar sabanas y toallas limpias.

-Señora en que más le ayudo.

-Me ayudaras a ponerme el suero, yo te busco la vena y te digo como me pones el equipo – Auchhhhhhhhhhhh, cada vez la contracciones son más fuertes. – Bien tía, ahora solo debe esperar a que corone, me va ir diciendo que tanto está bajando, solo trate de no asustarse si ve sangre.

-Hay Hija, crees que si mejor salimos para llevarte al hospital.

-Tía con este clima, ni siquiera se podrá ver a través del cristal afuera el cielo se está cayendo, mi hijo nacerá así sea lo último que haga, así que le pido y sea fuerte para que me pueda ayudar.

La tía en ese momento solo puso manos a la obra, como no había luz tuvieron que poner alguna veladoras y con unas lámparas de pilas, así que comencé a pujar por inercia ya que mi bebe así me lo pedía, cada vez el me golpeaba solo esperaba que no se fuera a complicar más – Aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhh Dios, siento que me está partiendo a la mitad.

-Hija vamos ya le veo la cabecita, ya viene solo respira, anda Mercedes toma de la mano a Candy, para que le des fuerza. – Vamos hija, ya falta poco.

-ALBERT-

-Por más que tratamos de llegar a la mansión el huracán no lo permite, hay muchísima destrucción a nuestro paso, sin contar que casi no se puede ver por dónde vamos, le dije a Marcos que maneje con muchísima precaución ya que hay cables y arboles tirados por doquier.

Pero mi deseo por llegar a casa puede más, no se tengo un mal presentimiento que se hace más fuerte, siento atravesado el corazón.

-Señor, el camino se hace cada vez más cerrado si el huracán se hace más fuerte solo quedara buscar un refugio.

-Marcos, sé que a lo mejor te estoy pidiendo demasiado pero quiero comunicarme con mi mujer y los teléfonos están muertos, solo trata de llegar lo más cerca que se pueda aunque tenga que caminar siento que debo llegar a la mansión.

-Señor, es muy peligroso pero tratare de acércame lo más que pueda a la mansión.

Desde antes de salir de la oficina trate de llamar a Candy, pero el teléfono ya no tenía línea al igual al teléfono de la mansión pero nada, ahora ni señal hay en el celular estoy muy intranquilo, solo respiro para tratar de ver por dónde vamos, hay calles que ya comienzan a inundarse, Candy debe de estar muy preocupada porque no llego, pobre de mi amor si supiera que ya voy a mitad del camino.

-Señor, este camino hay muchísimos árboles que ya se cayeron, de seguir por aquí vamos a encontrar muchísimos más obstáculos, será mejor que tome la autopista, pienso que estará más libre.

-Marco, has lo que sea solo llévame a casa. – El solo asienta con la cabeza, para seguir manejando.

-Candy-

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh ya me siento muy agitada, necesito checar mi presión, Mercedes ponme el manómetro, ahí está, necesito saber si esta alta mi presión.

-Si señora.

-Candy, con su mano libre solo checo su presión arterial – Creo que está un poco baja, así que tía dígame como vamos Ahhhhhhhhhhhhhhh…

-Hija, ya está coronando, deberás hacer tu mayor esfuerzo vamos puja, ayúdalo a salir.

-Sí, eso hago, solo que ya siento que no tengo fuerzas – tratando de respirar profundo. – Sentía que con cada contracción la respiración se me iba, me daba miedo desmayarme por el dolor y que mi bebe se pueda ahogar. Solo daré mi mayor esfuerzo, quiero ver sus ojos y sentir su cuerpecito así, que pujare lo más que pueda – Auchhhhhhhhhhhhhhhh

-Albert-

Después de casi estar tres horas en camino cuando antes solo me hago 25 minutos, con las calles totalmente inundadas, con árboles por doquier y ni que decir de ver la destrucción en todo el paso, por fin alcanzo a ver el portal de la entrada de la mansión, solo alcanzamos a llegar y me bajo de inmediato para entrar.

Estaba totalmente empapado y todo está en penumbras, solo se escuchan unos quejidos en la habitación que ocupamos Candy y yo, así que corro a ver ¿Qué es lo que pasa? si ella está bien. Conforme me voy acercando, siento que el corazón me late muy fuerte y el miedo se concentra en mi estómago, las piernas solo se hacen como gelatinas escucho a mi tía que esta con ella, así que trato de abrir pero la puerta está cerrada, solo toco – Amor ¿Qué pasa? Por favor ábreme.

-Albert, por favor solo no entres debes esperar afuera tía, por favor dígale que espere si está adentro me voy acobardar.

-Hija, él debe estar muy preocupado a lo mejor es lo que necesitas para que nazca este chiquito.

-Está bien, solo que Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, cada vez es más fuerte el dolor.- En estos momentos Albert entra y se queda en shock, al ver que ya estoy en labor de parto – Piensas quedarte ahí parado, anda ven toma mi mano que ya a Mercedes casi se la fracturo.

-Sí, mi amor, es solo que no me esperaba esto ¿está bien? ¿Dónde está el doctor?

-Albert, por si no te has dado cuenta no hay doctor, no pudimos comunicarnos con él, así que esto es lo que hay solo toma mi mano porque siento que desfallezco.

-Hija, la cabeza está un poco grande no puede pasar.

-Tiene que pasar, tratando de mirar los instrumentos quirúrgicos que tenía a la mano, tía aquí está el bisturí tendrá que hacer un pequeño corte en mi vagina, eso hará que él bebe salga con mayor facilidad.

-No hija, ¿Cómo crees? Yo no puedo cortarte.

-Tía, debe hacerlo, solo póngame el espejo para indicarle donde.

-No, eso yo no podré hacerlo.

-Tía, yo lo hare – Albert, muy decidido.

-Amor, deberás lavarte las manos y desinfectarte muy bien, ponerte los guantes y te indicare donde.

-Albert, estaba haciendo lo que Candy le había indicado y tomo el bisturí, para hacer el pequeño corte - solo trata de hacerlo suave a manera de no hacerle daño a su cabecita.

-En ese momento…

-Señora…señora…

-¿Que pasa Blanca? Estamos ocupados.

-El medico llego.

-En ese momento que supe que el medico había llegado, solo respire al ver que Albert, estaba súper pálido a punto de colapsar.

-Pase doctor al parecer ya Candy, está a punto de tener él bebe.

-Hola Candy, tarde un poco en llegar pero alcance a ver tu numero en mi celular cuando me llamaron, así que me imagine ¡¿qué día escogió tu bebe para nacer?!, vamos te revisare – Vaya ya está a punto, te pondré anestesia local y hare un corte ¿de acuerdo?

-Sí, haga lo que tengo que hacer.

Cuando vi a Candy en esa situación, sentí que mi mundo se me hundió, no podemos ni siquiera llevarla a un hospital, me da miedo que les ocurra algo cuando dijo que tendríamos que cortarla sentía que la sangre se me subía a la cabeza, pero tenía que ser fuerte nuestro hijo nos necesita para nacer así que le dije que lo haría, sentía que el pulso me temblaba, solo cuando vi llegar al médico sentí un gran alivio.

-Candy-

-Cuando note que Albert, estaba muy pálido me daba miedo que el pulso no lo pudiera controlar y terminara cortando a mi bebe, aunque no sería intencional cuando escuche que Asaac mi médico había llegado, sentí que el alma me volvía al cuerpo.

-Vamos Candy, tendrás que pujar con todas tus fuerzas para que ya tu bebe conozca este mundo, así que puja Candy, puja…

-AuhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhAuchhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

-Otro más.

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

-Solo alcance escuchar un chillido pero mis fuerzas se me fueron en ese momento, comencé a ver todo borroso y la vista se me nublo.

-Candy…Candy…Candy…

-Albert-

-Candy, al dar a luz, solo vi que el medico sostuvo al bebe escuche el llanto de mi hijo, se lo dio a Mercedes, para que lo sostuviera en lo que tomo el pulso de Candy, comenzó atenderla inyectándole algún medicamento. La verdad yo estaba en shock por un lado al ver como Candy, solo se desvaneció me sentí paralizado, que no sabía que hacer solo atine a levantar su cara para hablarle.

- El medico comenzó hablarle - Vamos Candy, debes conocer a tu bebe sabes bien que él quiere conocer a su madre, inyectando algo en su brazo.

-Amor, despierta Candy, debes reaccionar – Cuando de repente, vi que movió sus ojos para abrirlos solo la comencé a besar, mi amor no me asuste.

-Albert, solo sentí que me desmaye pero no lo escucho.

-Lo está revisando el médico, hasta antes de que te desmayara estaba chillando.

-Deberás, ¿está bien? – comenzando a llorar

-El medico regresaba con ella – Candy, tu bebe está perfecto ahora lo van a bañar ya di instrucciones, ahora te voy a saturar la herida ok solo mantente tranquila fuiste muy valiente en tener a tu bebe en estas condiciones, la verdad sino fuera porque actuaste en estos momentos quizás el resultado no fuera muy alentador.

-Gracias doctor por venir, la verdad con este clima. –

-Señor Andlay, es mi deber este bebe podría llegar en cualquier momento, Candy quería tenerlo normal y las condiciones con tu cuerpo fueron perfectas, felicidades fue un preciosa niña.

-Fue niña amor, Dios nos regaló una preciosa niña – dándole un beso en la boca a Candy, Gracias amor por este regalo, sin dejar su mano de la suya.

-Candy-

-Cuando me entregaron a mi bebe, sentí un amor que jamás podría describir sino que solo se puede sentir, en ese momento al ver a mi pequeño con su pelusita rubia, sus cachetitos sonrosados, sus manitas y su piel tan suave, he visto varios bebes por mi trabajo cada que podía iba a verlos a los cuneros solo soñando que algún día yo pudiera tener esta experiencia. Pero la verdad, todo lo que alguna vez soñé sobrepasa a la realidad el tenerlo en mis brazos y sentir su calor, solo puedo sentirme en el cielo me siento que había sido feliz, pero ahora siento que esta felicidad opaca a cualquier momento feliz que haya tenido anteriormente.

-Solo comienzo a llorar de felicidad, mi bebe comienza hacer pucheros para comenzar a llorar igual – Shhhhh aquí estoy mi vida, siempre estaré para ti, mi niña, mi bebe. Se lo enseño a Albert, que está igual que yo embobado viendo que ya es una realidad nuestro bebe está bien, está sana y en estos momentos le daré de comer porque su lloriqueo es por hambre.

-Candy, todo está bien, solo me estaré afuera para que disfruten este momento, ya sabes que debes de darle de comer y sacarle el aire cuando termine, bueno que te digo tu sabes todo eso.

-Doctor no sé, si quiera pasar a descansar el huracán aun continua y será mejor que se quede aquí por seguridad.

-Sí, muchas gracias eso hare, vendré más tarde para volver revisarte muchas felicidades.

-Yo solo veía a mi nena sin perder cada movimiento que hacía, mi tía igual se acercó para cargarla sé que está feliz, solo la mira y dice que se parece mucho a mi madre adoptiva Rose Mary, hable con Albert y se llamara Anya Rouse Andlay, dice que realmente es como ver a su hermana.

Días después…

-El huracán dejo muchísima destrucción a su paso, aunque el hogar de Pony no sufrió ningún desperfecto los niños están muy bien, así que puedo estar tranquila con esa situación la pequeña Rouse comienza a llorar es la hora de darle de comer, ya abre los ojos que son tan azules como los de su padre, que cuando la miro me parece que lo miro a él.

Albert, está muy feliz porque realizamos un sueño que teníamos muy interiormente el hecho de ser padres, agradezco a la vida por darme la oportunidad y la dicha de convertirme en madre, de sentir lo que es traer vida sé que hay millones de mujeres que al igual que yo sufren por no poder cumplir ese sueño.

-Cargo a la pequeña Rouse y la pego a mi seno, para que comience a comer ella se pega de inmediato me mira con sus ojitos que a veces, quisiera saber que piensa cuando me mira de esa forma, - si mi vida soy tu mama, soy la mami y pienso en su futuro cuando crezca, hare todo lo que este en mis manos para que te conviertas en una gran mujer. Ese será mi trabajo como madre, guiarte en la vida y amarte mucho, hasta el fin de mi existencia ya que "ERES LA RAZÓN DE MI VIDA."

Fin.

Quisiera felicitar a todas las madres en su día, así como a todas las enfermeras, no hoy sino siempre que luchan día a día para darle a sus hijos lo mejor de sí mismas, dicen que todas las mamis se van al cielo y quisiera creer eso, de todo corazón les mando un fuerte abrazo su amiga Karla Andrw.