Escrito para la DabiHawksWeek21.
Continuación directa de Enfoque Manual (capítulo 2 de esta recopilación)
Por fin continuaré con esta historia que estaba pensada como oneshot pero varies me pidieron conti, así que acá está.
Prompt: Cafetería
Capítulo 2 - Café y rock
Estaba tan concentrado editando que, cuando su celular vibró contra su pierna, dio un pequeño brinco de sorpresa. Sonrió al ver el nombre en su pantalla.
—Keigo —dijo sin poder matizar el cariño en su tono de voz.
—¡Ya estoy de vuelta! —anunció el modelo—. Mi avión acaba de aterrizar, recojo mis maletas y calculo estaré pasando por ti en unos cuarenta minutos. ¿Ya acabaste?
Dabi miró su computadora. En la carpeta aún había muchas fotos sin editar, pero llevaba casi dos semanas sin ver a su novio, que se había ido a trabajar en unos comerciales a Hokkaido.
—Ya casi —mintió—, acá te veo.
—Prepárate porque te voy a besar todo lo que no te he besado en estos días.
—¿Sólo besar?
La risa de Keigo lo hizo sonreír, sonrojarse y su estómago se revolvió de ganas.
—Lo demás será después de que cenemos, pero sí, también. Mini Hawks te extraña especialmente.
Dabi agradeció estar solo en su oficina porque soltó una carcajada que hubiera destrozado la imagen que el resto de sus compañeros tenían de él.
—Tonto. —Resopló—. Acá te veo.
Apenas se subió al automóvil de Keigo este tiró de su nuca para darle un beso. Dabi devoró los labios del modelo hasta que necesitaron aire y se separaron.
—No deberíamos hacer esto en lugares públicos —dijo, recordando las advertencias de sus hermanos.
Keigo agitó la mano para restarle importancia y encendió el carro.
—¿No quieres que te vean conmigo? ¿Te avergüenzo?
Hizo un puchero que a Dabi le dieron ganas de besar.
—No, por supuesto que no. Pero podría afectarte, ¿no?
—Nah, seguro se harían chismes y demás, pero es la ventaja de salir con alguien que no es del medio —le guiñó un ojo.
Dabi tragó saliva y decidió cambiar de tema.
—¿Y cómo te fue? —dijo entrelazando su mano con la de Keigo, que había dejado intencionalmente colgando a un lado.
Escuchó plácidamente a su novio emocionado contarle sobre su trabajo y las anécdotas graciosas durante las grabaciones. De pronto, vio cómo se le iluminaba el rostro y sonreía más.
—Además, conocí a alguien.
—Oh, uh, ¿debería ponerme celoso?
—¡No! Por supuesto que no. Aunque —su risa se convirtió en tos cuando se le fue chueca la saliva—. Bueno, sabes que no te sería infiel nunca, pero…
Dabi soltó la mano de Keigo y se cruzó de brazos. Su corazón se le fue hasta el estómago cuando todas sus inseguridades y temores parecieron confirmarse.
—No, no, no me malentiendas. Es sólo que conocí a alguien que admiro mucho, desde niño. ¡Y me invitó a ser la imagen para unos productos que van a promocionar en su empresa!
Un poco del peso en el corazón del fotógrafo se liberó, pero volvió a sentirse oprimido con los siguiente que dijo.
—¿Conoces a Enji Todoroki? El CEO de Endeavor Inc.
Dabi creyó que iba a vomitar. Sintió que lo recorría un escalofrío y que el aire de pronto le faltaba. El rostro de Keigo se pintó de preocupación y éste se apresuró a estacionarse a una orilla de la calle.
—¿Te sientes bien? ¿Qué pasa? —lo tomó de la mano que temblaba—. ¿Necesitas algo? ¿Te llevo al hospital? ¡Dabi, me estás asustando!
El fotógrafo trató de regular su respiración y asintió con la cabeza. Sabía que ese momento llegaría, de hecho, le sorprendía que Keigo no hubiera preguntado aún por su apellido; pero no se esperaba que resultara que el modelo fuera un fan de su padre. Ni que por un momento hubiera sentido celos de él.
—¿Me quieres decir qué ocurre? —dijo preocupado Keigo, acariciándole el brazo.
Dabi tosió y asintió.
—¿Te suena el nombre de Touya Todoroki?
—¡Claro que sí! Estaba enamorado de él, cuando tenía 7 años, no te pongas celoso, lo conocí cuando salió en la Liga de Villanos, qué gran serie. Lloré a mares con el final. ¿Te gustaba?
Dabi sonrió un poquito. Y se reacomodó en el asiento para, por lo menos, divertirse con la cara que seguro pondría Keigo.
—Pues soy yo.
Los ojos dorados del modelo se abrieron al tiempo que su boca. Keigo inspeccionó el rostro de Dabi —quien estaba tentado a quitarse, aún lo incomodaba cuando alguien lo miraba con tanta atención— y acarició su mentón, donde estaba quemado.
—¿Qué pasó?
Dabi se hizo para atrás.
—Es una larga historia. Preferiría contártela en otra ocasión. ¿Está bien?
Keigo asintió frenéticamente y volvió a manejar.
—No puedo creer que mi novio es Touya Todoroki…
—Keigo, por favor.
—Sí, lo siento. Sólo estoy en shock —se disculpó—. Asumo entonces que no te llevas bien con tu padre…
—Asumes bien.
—Vale, vale. Esperaré a que me cuentes. Ehm… entonces quizás no quieras ir a donde pensaba que fuéramos ahorita.
—¿A dónde?
—Es una cafetería, pero es que hoy toca el grupo de tu hermano.
—Ah, eso era hoy… —musitó Dabi—. Está bien, podemos ir. Con él no me llevo mal, aunque…
—¿Aunque?
—Nada, es que uno de sus novios es medio insoportable. —Keigo alzó la ceja—. Pero está bien, su música es buena.
La cafetería a la que fueron era más bien una fusión entre librería, cafetería-restaurant y auditorio de eventos. Era un lugar muy conocido porque uno de los dueños, Hizashi Yamada, era el conductor de un programa de radio muy popular y DJ. Pero Dabi nunca había estado ahí.
Estaba a reventar, como era de esperarse, pero Keigo había reservado una mesa cerca del escenario, lejos de las bocinas. El lugar perfecto. Saludó al barista, un hombre que parecía más dormido que despierto, pidió de comer y luego alcanzó a Dabi que estaba ya sentado, sintiéndose un tanto incómodo.
Es lo que ocurría, siempre que estaba en lugares concurridos empezaba a sentirse ansioso y sólo agradecía que Keigo se había puesto una gorra para disimular un poco y que no fueran el centro de atención.
—¿Seguro que estás bien? —Lo tomó de la mano y Dabi tuvo que reprimir el impulso de retirarla y mirar alrededor para asegurarse que no los estuvieran visto—. Te noto muy tenso. Podemos irnos, si prefieres.
—Estoy bien, sólo un poco abrumado.
Keigo apretó su mano.
—Cuando quieras irte me puedes decir. Quiero pasar tiempo contigo, no importa dónde.
Un calorcito agradable lo recorrió por dentro y lo tranquilizó un poco. Los ojos de Keigo transmitían la sinceridad de sus palabras y por fin pudo sonreír con naturalidad.
—Gracias, Kei.
En eso llegó uno de los meseros, Keigo explicó que era otro de los dueños, junto con Yamada y el barista, Aizawa. Tenía le pelo azul muy clarito y una sonrisa que seguro le ganaba muchas propinas. Les dejó sus cafés y un plato de papas con queso y uno con onigiri. Dabi no pudo sino alzar la ceja ante tal combinación.
Las luces se atenuaron y salió al escenario Yamada para presentar al grupo. Los gritos no se hicieron esperar cuando a continuación subieron los integrantes de la banda All Dynamite.
Shouto se acomodó en el micrófono y saludó al público ganándose más gritos, presentó al resto de la banda, aunque en realidad no necesitaban presentación. En la batería estaba Bakugou Katsuki, un rubio con los ojos de fuego delineados de negro que sacó la lengua levantando las baquetas en un gesto de victoria; el tecladista, Midoriya Izuku, era un muchacho de cabello y ojos verdes, cubierto de pecas y gesto adorable cuya sonrisa deslumbró más que los reflectores; en la guitarra eléctrica estaba Kaminari Denki y en el bajo Kirishima Eijirou, con su cabello teñido de rojo en puntas y sonrisa afilada.
Cenaron en silencio, escuchando la música. Dabi descubrió que Keigo se sabía varias de las canciones de su hermano, no sabía cómo sentirse al respecto. Orgulloso, quizás, pues su hermanito también había logrado liberarse de las demandas de su padre y acabar haciendo lo que le gustaba —al final igual era famoso, lo que le importaba a Enji, pero al menos era feliz—. Además, no era mala música. Pronto se olvidó del estrés que le había causado tener que revelarle su identidad a su novio y se relajó observando cómo el reflejo de las luces se veía en su rostro, en sus expresiones y cuando lo descubría mirándolo, la manera en la que le sonreía hacía que el corazón se le hinchara de amor.
En ese momento Dabi cayó en cuenta de que estaba enamorado. No era sólo que le pareciera insoportablemente atractivo, que fuera increíble en la cama o que sus bromas y coqueteos resultaban adorables. Estaba enamorado de Takami Keigo.
—¿De qué te ríes? —preguntó Keigo cuando giró la cabeza para verlo, inclinándose para ser escuchado pese a la música.
—De tu cara.
Keigo le sacó la lengua y miró al frente de nuevo, siguió moviendo la cabeza al ritmo de la música.
—No esperaba verte aquí —dijo Shouto cuando, al terminar el concierto, se acercó a la mesa donde estaban Dabi y Keigo—. ¿Te gustó?
—No está nada mal, mocoso.
La boca de Shouto se curveó en una discreta sonrisa.
—Ejem —carraspeó Keigo.
—¡Ah, lo siento! Shouto, te presento a Takami Keigo…
—Su novio —agregó el modelo haciendo una reverencia—. Un gusto, soy fan de AD.
Shouto se sorprendió ante eso y volteó a mirar a Dabi con desconcierto. Pero luego reaccionó y respondió la reverencia.
—Todoroki Shouto, aunque ya lo sabes. —Se volteó a ver a su hermano y alzó las cejas—. Así que… ¿novio, eh?
—¿Uh? ¿Tienes algún problema con eso?
—Me da gusto, Touya-nii.
Dabi se cruzó de brazos y resopló.
—Como sea.
El departamento de Keigo se sentía frío y deshabitado. Luego de dos semanas vacío estaba demasiado limpio (el modelo no es particularmente ordenado), pero pronto se encargaron de volver a desordenarlo.
Durante toda la noche lo más que se atrevieron a hacer fue tomarse las manos y ninguno de los dos podía soportar las ganas de besarse y desquitar la separación. Apenas entraron al departamento Keigo, impaciente, atacó los labios de Dabi y sus manos se deslizaron por su espalda para atraerlo contra sí. A trompicones se fueron al cuarto, dejando un rastro de ropa por el piso.
Al día siguiente cuando Dabi despertó vio la mitad de la cama vacía, el olor a comida lo hizo adivinar que encontraría a su novio en la cocina. No se equivocó. Keigo estaba cocinando, con un delantal y nada más, agitaba sus caderas al ritmo de la última canción de Midnight Snack. El fotógrafo aprovechó que no se había percatado de su presencia para admirar el bien formado trasero y la musculosa espalda del modelo, el tatuaje de alas rojas que tenía en los omóplatos adornando junto con las marcas de las uñas de Dabi.
Se acercó por atrás y lo rodeó de la cintura, agachándose un poco para recargarse en su hombro y mirar qué estaba cocinando.
—Tengo que irme —anunció desganado—. Tengo trabajo.
—Desayuna primero, ¿va?
Dabi asintió y besó la unión del cuello con el hombro, sobre una marca que él mismo había hecho la noche anterior.
El desayuno estuvo rico y más rico estuvieron los besos que le dio Keigo antes de que se fuera. Con el corazón contento Dabi salió del edificio, tarareando una de las canciones de la banda de su hermano, que se le había pegado.
En eso, por el rabillo del ojo alcanzó a ver un flashazo y al voltear vio a una persona correr.
«Maldición».
Eso iba a complicar las cosas.
Notas:
Como dije, originalmente el Dabi!fotógrafo/Keigo!Modelo iba a ser oneshot, pero dada la insistencia y que al final sí que habían más cositas que podía escribir, le di continuidad. Ha pasado un año, no pasará otro para la siguiente parte. Porque esa saldrá mañana y, ahora sí, será la última.
- El nombre de la banda de Shouto fue sugerencia de una amiga, muchas gracias, May. Te requetequiero.
- Midnight Snack es un grupo también inventado. Es un ship name, y pues esa banda es de ellos dos. Y hablando de ships, bajita la mano metí otros 3 aquí. ¿Los identificaron?
Muchas gracias a todas las personitas bellas que me comentaron la primera parte, es por ustedes que decidí continuar.
