Capítulo 4

-Yo elijo...a las Aguilas Negras.- decidió la Lowell mientras miraba hacia el consejero y los demas profesores que simplemente asintieron.

Delegado de los leones y el de los ciervos se podria decir que soltaron un suspiro de decepción mientras que Edelgard mostraba una sonrisa de satisfacción.

-Tomaste la decisión correcta señorita Morgan, mentes como la tuya es lo que necesitamos.- dijo la futura emperador a la estratega de pelo púrpura.

-Bueno, tras tu elección debes pasar unos momentos con el profesor Hanneman para que puedas reunirte con los miembros de tu casa.- hablo con su tono serio el consejero, la Lowell asintió con su cabeza para luego hacer que los delegados se retirarán.

Nos encontramos en la oficina de Emblemelogia, con el profesor fan de las crestas.

-Bueno señorita Morgan, le pidieron venir aquí para averiguar si posee una cresta en su sangre.-

-Una cresta? ¿que es eso?.- pregunto la pelimorada.

-¿No sabes que es una Cresta? espero que tu casa no se moleste porque tardaré en explicarte.- dijo con emoción el profesor.

-Son el poder dice que han sido otorgados a los humanos por la diosa hace incontables años, se alojan en la sangre y se transmiten a los descendientes a través de la sangre...-

La explicación sobre las crestas le parecía bastante interesante, ya que se podría definir el potencial oculto de su familia materna con la marca del Venerable.

-Disculpa la explicación extensa pero era necesario señorita Morgan; ahora con esta máquina podremos saber si tienes una cresta, puedes estar tranquila, no te dolerá.- dijo mientras aparecía un círculo púrpura en el suelo con dos líneas cruzadas con unas ligeras marcas en el punto de cruce.

-Coloque su mano sobre la máquina y el resto se hará solo!.-

-Emm...ok profesor.- contesto un poco mareada procesando tanta información mientras colocaba su mano sobre la máquina.

pasaron unos segundos hasta que la máquina mostró un símbolo reconocido para ella.

El símbolo del Venerable.

-Impresionante...jamás había visto un dibujo como este ¡¿Será de una cresta que no se tenga registro hasta ahora?! increíble!.- dijo completamente emocionado mientras miraba el logo, Morgan ya había levantado la mano.

-Un momento...se parece a mi marca.- dijo un poco impresionada ante el suceso, ella siempre tuvo una ligera creencia de que heredaría el poder de su familia materna pero debido a su padre, limitaría eso.

-¿Marca?.-

-Si, está marca que tengo.- levantando su manga izquierda, expuso su marca del Venerable que igualmente era del sello.

-¿Sera posible...que tú cresta sea tan poderosa que se manifiesta en tu cuerpo de manera física? esto es simplemente impresionante, podría ser que tú la heredaste de un familiar lejano si tomamos que eres una nómada.- contesto el profesor Hanneman viendo con mayor curiosidad la estudiante enigmática.

-Tal vez sea una casualidad o coincidencia, siempre hay que tener esa posibilidad dentro de nuestros planes.- contesto rascando su nuca tapando su marca rápidamente.

-Bueno, ya te puedes retirar con tu casa y su delegado señorita Morgan.-

...

Ahí estaba parada, enfrente de la entrada a la casa de las águilas negras, soltando un suspiro y entrando con valentía a lo que sería su nuevo hogar por un tiempo.

Cuando su presencia se notó dentro del lugar, Edelgard se acercó a ella y la acompañó al centro donde los miembros de la casa se acercaron...bueno excepto Bernadetta que se mantuvo oculta debajo de una de las mesas.

-Todos, les presento a la nueva miembro de las águilas negras...y del imperio Adrestiano, Morgan.- dijo mientras que Morgan hacia una ligera reverencia para luego levantar la mirada.

-Un gusto, Morgan Lowell...al servicio.- dijo con una sonrisa y todos empezaron a dar sus opiniones.

-Entonces usted es la chica que ayudo a lady Edelgard? le agradezco por su ayuda con mi señora.- dijo Hubert con su tono extremadamente misterioso y un tanto tenebroso.

-(Si no fuera otro mundo, diría que este viene de Plegia).- pensó con un tanto nerviosismo.

-Tu eres la nueva compañera?! ¡¿la estratega?! impresionante y los que han hablado han dicho que eres muy fuerte! (Aparte...de algo bella...).- dijo alegre el chico de pelo azul claro Caspar.

-Tranqulizate Caspar, la puedes asustar. mucho gusto, Soy Dorothea.- hablo viendo a su compañero para luego dirigirse a la chica.

-*Bostezo* mucho gusto...Soy Linhardt...- dijo el Peliverde con su clásico tono somnoliento (N/A: Y yo que sufro de insomnio).

-Oh señorita Morgan! es un gusto conocerla, espero que me permita convivir con usted en el tiempo que dure y me permita protegerla.- hablo el pelinaranja mientras miraba a la chica, era obvio que el chico era un ligero don Juan.

-Gusto...mucho.., un gusto... conocerte.- dijo a duras penas la chica, se notaba que apenas podía hablar el idioma del lugar.

-Y dinos señorita Morgan...es verdad que usted es una nómada?.- el que habló fue el sirviente de Edelgard, que con su voz parecía que estaba juzgandola de muerte.

-Emmm si, soy una nómada que tuvo la dichosa suerte de encontrarse con la señorita Edelgard en la situación dónde apareció con los mercenarios para acabar con el bandido.- contesto Morgan ante la pregunta inquisitiva.

-Yo escuché que se te vio utilizando tanto armas como un hechizo de trueno, ¿nos podrías decir en qué te enfocas?.- pregunto Caspar un tanto emocionado por saber de ella.

-Mmmm si me tendría que definir en una clase...sería Táctica, me especializó en el combate con espadas junto a la magia junto como dice el nombre, me encargo de armar estrategias interesantes.- contesto junto a una sonrisa, cuando en eso vio algo moverse debajo de una mesa.

Cuando se acercó y se agachó vio a la última miembro de las águilas negras que no se presentó.

Era Bernadetta.

-Aaaaa! no te acerques!.- grito nerviosa saliendo del lugar corriendo detrás de Edelgard.

-Morgan, ella es Bernadetta. es bastante tímida. Bernadetta, ella es Morgan Lowell una nueva miembro.- dijo tranquilamente presentando a ambas.

-N n no me mires y no me hables por favor!.- dijo mostrando una gran timidez siguiéndo detrás de Edelgard, que Morgan solamente soltó un suspiro.

En eso, el pelinaranja se le acercó y noto la espada que mantenía en su vaina.

-Y esa espada señorita Morgan?.-

-Es falchion, una reliquia de mi familia materna...me la dieron antes de partir de viaje y los grimorios mágicos que poseo fueron regalos de mi...- en lo último se cortó, recordando a su padre sonriéndole tranquilamente mientras le curaba una herida en la cabeza.

-Hay Morgan, debes dejar de hacer eso...no importa mucho tus memorias, mientras sigas creando nuevos.- estaba el peliblanco poniendo unas vendas sobre la cabeza de Morgan, cerrando una herida en la frente.

-*Suspiro* está bien padre...si tú lo dices...- dijo, para que en el momento movió su pie a la derecha evitando un ligero agujero.

-Intentalo mejor para la otra jeje.-

-Morgan? estás bien?.- pregunto Edelgard mirando como la pelimorada tapaba su mirada cuando lágrimas empezaban a correr por su rostro.

-S Si...solamente fueron unos...recuerdos.- dijo mientras levantaba la mirada limpiando sus ojos llorosos poniendo una sonrisa aunque algo forzada.

La sorpresa fue un tanto obvia.

el ahora profesor Byleth había elegido darle clases a las águilas negras y la presentación fue un tanto nerviosa aunque Bernadetta había estado de pie pero se puso como siempre de nerviosa.

Y en estos momentos se encuentra en su dormitorio estando en la zona baja de estos, el lugar era acogedor pese a parecer pequeño desde afuera y habían dejado su uniforme en la cama.

Con un suspiro vio hacia afuera desde la ventana, con una mirada melancólica.

-Estaré haciendo lo correcto Madre? ¿Importará el tiempo que esté aquí o será que el no es padre? ¿Será una búsqueda inútil?.- se pregunto mientras miraba a la luna con una mirada melancólica.

-Tal vez debo...salir a respirar aire aquí afuera.-

Morgan había salido de su habitación tranquilamente se acercó a un árbol pequeño que estaba en el patio cercano.

Se sentó y se recostó mirando hacia la luna que parecía intrigarla de una manera que ni ella sabía, en eso pasos se oyeron a su espalda.

Volteo un poco alterada y noto que era Dimitri, el delegado de los leones azules.

-Parece que te gusta estar siempre atenta jeje.- dijo mientras se sentaba a lado de Morgan, viéndola.

-Al parecer si...realmente no puedo dormir, he estado pensando en algo.- dijo mirando hacia el cielo.

-Tal vez no debería meterme como caballero pero...¿en qué? ¿acaso te arrepientes de estar con las águilas negras?.- pregunto de una manera tranquila el rubio, sin intención de manipulación.

-No tonto, técnicamente debería decirle a Edelgard pero...parece que solamente quieres saberlo. es que...no sé si al estar aquí...pueda encontrar a mi padre.- la revelación tomo un poco sorprendido a Dimitri que luego decidió mantenerse callado.

-Tu padre? ¿no eras nómada?.-

-Lo soy, solamente que mi padre murió...y la creencia de mi gente dicen que si fue de buen corazón el renacerá en alguna parte del mundo; por lo que me fui de mi hogar y empezé a vagar por todo el continente para encontrarlo. he estado tantos tiempo en su búsqueda, que hay momentos como estos dónde dudo si seguir.- dijo mirando hacia el suelo mientras jugaba un poco con la yerba.

-Me impresiona pero solamente te diré algo, sigue buscándolo...tal vez a veces parezca que nunca lo lograrás obtener pero es mejor que no hacer nada y quedar con la angustia en el pecho.- dijo mientras se paraba del lugar y se sacudía un poco.

-Gracias Dimitri.- dijo mientras se levantaba nuevamente del lugar sacudiéndose la poca tierra que le subió.

-Bueno, creo que es hora de irnos a dormir ya que creo que podría crearse rumores si nos ven.- aclaro mientras se retiraba.

Morgan sonrió y se fue retirando a su habitación, cuando entro no noto la presencia de otra persona.

Era Byleth.

-[¿Oye que sucede? ¿porque siento sentimientos de molestia por lo que viste?].- hablo Sothis en la mente del Peliverde, teniendo una ligera sonrisa pícara en su rostro.

-(La verdad ni siquiera yo sé, solamente me sentí un poco molesto al verlos...se podrían definir cómo celos pero no encuentro la razón).- contesto el mercenario a la Loli que estaba en su cabeza.

-[Mmm, esto es más raro de lo que pensé...hay algo dentro de el además de mí pero no sé cómo].- pensó para sus adentros la pequeña mientras sentía una presencia adicional ahí, en ese lugar que es el alma de Byleth.

Algo extranjero...

Fin del capítulo

Listo!