En ese momento pude ver como su cuerpo cambiaba, se volvía más pequeño, hasta convertirse en… una loba blanca con las puntas de sus orejas, sus garras y la punta de su cola manchados de dorado mientras que sus ojos parecían formar un torbellino de colores dorado y plateado entre mezclandose intensamente pero de alguna manera nunca perdían su definición, sin duda empezaba a preocuparme… ¿que querra una criatura como esta de mi?… pero a pesar de todo, decidí escuchar lo que tenía que decir, después de todo, debía haber una razón para todo esto.

Mientras tanto, una pequeña cabra blanca caía rápidamente por el vacio, sin saber que pasaría, sin poder ver a su compañero que de alguna manera se había alejado demasiado como para poder verlo o escucharlo.

Me sentía asustada y sola, Gabu había desaparecido y yo solo seguía cayendo, hasta que de pronto sentí que caía sobre algo, pero no algo duro, sino blando, algo que amortiguó cualquier daño que hubiera podido sufrir, pero seguía en la penumbra, sin poder ver nada, sin poder oler si había alguien ahí o si solo había caido sobre alguna formación de musgo, pero entonces lo escuché, una fuerte respiración, en ese momento me asusté, ¿quien estaba allí en medio de tanta oscuridad?… ¿quería hacerme daño o quería ayudarme? No lo sabía pero sabía como averiguarlo…

-Ho-hola, solo soy… una simple cabra, por favor… no me latime… yo… caí aquí con…

En ese momento un leve gruñido se escuchó, y sin poder pronunciar palabra por el miedo que sentía decidí intentar calmarme un poco, pero cuando volví a intentar seguir explicando mi presencia en ese lugar, una potente voz logró callarme al instante, pero era una voz que parecía provenir de las alturas y al mismo tiempo parecía estar justo a mi lado, como si su voz pudiera provenir de todos lados a la vez.

-Si… caiste aquí en compañía de un lobo… pero… ¿que significa él para ti?…

La pregunta me tomó por sorpresa, pero no deseaba enfadar a alguien que quizá podría ayudarme a salir de aquí, así que sin saber exactamente a donde debía dirigir mi respuesta, levanté la cabeza y hablé tan claramente como pude.

-Él es todo lo que tengo en éste mundo, lo amo con todo mi corazón, y si le pasara algo… No me imagino como podría seguir viviendo sin tener a Gabu a mi lado, sin duda alguna, buscaría la forma de reunirme con él en la eternidad…

El gruñido parecía intensificarse aún más, no sabía si le molestaba mi respuesta o su enojo era por otra razón, pero sin duda alguna parecía no agradarle mucho mi presencia en éste lugar, pensaba preguntarle directamente pero justo antes de que yo pudiera abrir la boca volví a escuchar su potente voz.

-El tal Gabu… acaba de morir hace unos momentos, se golpeó contra varias rocas del fondo, sus huesos se rompieron, su interior se desgarró por completo y en cada momento que le quedaba de vida, solo dijo una frase… "lo siento Mei… sigue viviendo por los dos"…

No podía creerlo, Gabu estaba… no, era mentira, tenía que ser mentira, esta criatura solo trata de engañarme… pero y si era cierto?… ya no sabía que pensar, me sentía tan asustada, tan confundida que no podía pensar claramente, mi corazón estaba tan lleno de miedo que no quería ni siquiera considerar la posibilidad de que él hubiera muerto, entonces sentí como una rabía incontrolable se apoderó de mi y mirando de nuevo hacía arriba con ojos inundados en furia y enojo grité con todas mis fuerzas.

-¡Estas mintiendo, Gabu sigue vivo! Él… ¡él vendra por mi y juntos saldremos de éste lugar juntos!… ¡Además, no tienes ninguna prueba de tus palabras!… ¡deja de decir mentiras de Gabu!

Lo desafié con todo mi enojo, esperando que con eso dijera la verdad, pero en ese momento una pequeña esfera luminosa apareció frente a mi, y dentro de ella, se veía claramente como había un puñado de pelo café junto con algunas manchas de sangre seca, de inmediato reconocí el pelo de Gabu, incluso pude oler su aroma cuando la burbuja se abrio permitiendome percibirlo, pero mi corazón y mi mente aún se rehusaban a creer las palabras de éste ser, mi mente ideaba posibilidades sin fin para la existencia de ese mechon ensangrentado, pero era inutil, ningun otro lobo tenía su mismo aroma, podría reconocerlo aún entre miles de olores diferentes, en ese momento sentí como algo tibio empapaba mis mejillas y me di cuenta de que estaba llorando, cuando acepté su muerte, mi muro defensivo se destruyó por completo… Gabu se había ido…

-No… Gabu… prometiste que moriríamos juntos… ¡eres un mentiroso… te odio Gabu!

No pude evitar gritar mirando al cielo, mientras mi vista se nublaba por las lagrimas, en mi corazón me sentí traicionada, él había roto su promesa, me había dejado con todo éste dolor que devoraba mi corazón como un lobo lo haría con su presa, desgarrando pedazo a pedazo luego de haberla matado sin piedad, pero al menos aún tenía una opción…

-Gabu quiso que estuvieras a salvo y feliz… y puedo ofrecerte volver a tu hogar, estar con los tuyos, sé que quizá sufras por la muerte de ese lobo, pero él solo intentaba protegerte… mira detrás de ti… verás una luz brillante, si la atraviesas volverás a casa, ahí tu familia te espera para reconfortarte y aliviar tu dolor… solo tienes que atravesarla…

Esta vez la voz de esa criatura era noble y compasiva, probablemente tratando de calmar un poco mi dolor y por un segundo lo pensé… volver a donde pertenezco, olvidar todo esto que parecía sacado de un cuento para niños en vez de nuestro día a día, pero… en ese momento me vi a mi misma sola… tan sola… pisando la hierva para hacer una de nuestras señales, sin nadie que respondiera mi llamado, quedandome cerca de casa sin ir más a lugares hermosos como a los que él me llevaba… ¿en verdad podría soportar una vida así? En mi mente pensaba que podía pero sabía bien que mi corazón no lo resistiría así que decidí elegir…

-No… por más que desee volver con mi familia… ya no me queda nada en ese lugar, planeaba renunciar a todo y decirle que nos fueramos lejos, pero ahora… todo lo que me queda… todo lo que deseo es reunirme con mi amado lobo en la eternidad, de cualquier manera nunca más podría sentirme viva… no sabiendo que perdí lo que más me importaba en la vida… así que solo… me reuniré… con él…

Mientras pronunciaba mis ultimas palabras, o las que creía que eran las últimas que diría, mi voz rompía cada vez más en llanto, mi pecho estaba tan inundado en tristeza, que dolía como si me clavaran un afilado cuerno en mi corazón, y con cada segundo lo perforara cada vez más profundo hasta atravesarlo por completo, entonces en el momento más doloroso de mi vida, cerré los ojos y salté al oscuro vacio, esperando tocar fondo pronto, mis fuerzas me habían abandonado por completo, cualquier golpe que recibiera me lastimaría bastante, y no sentía deseos de evitarlo, pero en solo unos instantes, sentí la tierra fresca debajo de mi, apenas si me había dolido un poco el haber chocado contra esta, mi nariz pudo percibir el olor a hierba tierna, que crecía a mi alrededor, pero… ¿como era posible? Si se supone que yo estaba…

-Mei… ¿te encuentras bien?… por dios, mirate, estas hecha un mar de lagrimas… ¿te ocurrió algo?

Mis pensamientos se detubieron en seco, esa voz… ese aroma… no los había olvidado ni siquiera desde mi más tierna infancia pero… ella estaba de vuelta, mi abuela me había dicho que mi madre había tenido que hacer un largo viaje y que se podría tardar mucho en volver, pero finalmente ella estaba aquí conmigo, en ese momento me levanté y corrí con alegría a abrazarla, quería preguntarle de su viaje, de lo que había visto, de porque se tardó tanto… demasiadas preguntas que no terminaban de acumularse en mi cabeza, pero cuando rompí el abrazo me di cuenta de como me miraba, ella y las demás cabras, miradas de preocupación y todas dirigidas a mi, no entendía lo que estaba sucediendo.

-Ma-madre… ¿que sucede?… ¿porque todos me miran como si…?

No necesité terminar la frase, ya sabía lo que estaba sucediendo, pero necesitaba asegurarme, así que dejé que ella me interrogara.

-Nos enteramos Mei… de que te vieron junto a un lobo, paseando juntos como si fueran… amigos o algo así… ¿eso es cierto Mei?

Los ojos de mi madre eran acusadores, como si yo fuera culpable de algún crimen terrible, pero fue en ese momento que una punzada de tristeza me recordó lo que ya sabía perfectamente, aún así…

-Si madre, es cierto, yo aprecio mucho a Gabu porque me ha demostrado que me quiere, me ha protegido y me ha demostrado una sincera amistad… y… no solo eso, yo… ¡yo lo amo madre!, él es con quien quiero compartir el resto de mi vida… y si les parece mal entonces me iré lejos, después de todo, sé que ustedes nunca podrían confiar en un lobo… pero yo le confiaría a Gabu mi vida, y se la entregaría si me la pidiera y jamás dejaría que ustedes arruinen nuestra felicidad… así que adelante… expulsenme si quieren pero no dejaré de amarlo…

Me dolía, pues sabía que a pesar de que hablaba de él en tiempo presente, ya estaba muerto, pero no podía soportar que mi propia madre me juzgara de esa manera, que mi rebaño por su desconfianza quisiera arruinar algo tan maravilloso como lo era nuestra amistad, y aunque no me sentí capaz de desafiar a mi propia madre, le había dejado en claro mis sentimientos por Gabu, a pesar de que no había duda de que para protegerse ellos mismos, tomarían la decisión de expulsarme, pero de cualquier manera, no me sentía capaz de seguir ahí, quizá me iría sola a la montaña… esa montaña con aquél pico nevado desde el cual nacía un río, en algun momento habíamos hablado de lo que podría haber detrás ella, entre bromas recordaba que habíamos dicho que era el lugar donde lobos y cabras vivían muy felices, y que tal vez algun día podríamos ir los dos y buscar nuestro lugar, un hogar cálido y feliz, lejos de nuestras manadas, y sin que importara ni un poco nuestras diferencias, esperaba con la cabeza agachada que me dijeran cualquier cosa, incluso que quisieran lanzarme algo, pero la espera se hacía larga y me estaba impacientando.

-¿Entonces?… ¡Lo que quieran decir di….!

Levanté la cabeza furiosa por la espera, pero al hacerlo ya no había nadie, todas las cabras se habían esfumado, ni siquiera su olor permanecía, ¿tan rapido habían elegido alejarse de una traidora como yo?, recordaba que si cometia una falta, me regañaban, me castigaban incluso pero nunca se habían alejado de mi, y de hecho no era su costumbre, pero mientras intentaba entender lo que había sucedido, el día se volvió tarde y la tarde en noche y fue cuando me di cuenta, había anochecido en un instante, y no solo eso, el cielo era completamente oscuro, sin estrellas, sin luna, ¿que estaba sucediendo?

-Pero ¿que-que está sucediendo?

Pensé mientras veía como la oscuridad devoraba todo a su paso, el espacio donde yo estaba se hacía más y más pequeño hasta que la oscuridad absoluta me envolvió y sentí como caía al vacio, me asusté al sentirme completamente indefensa en medio de aquella tenebrosa oscuridad y la incertidumbre de no saber lo que sucedería, nuevamente desee que Gabu estuviera ahí para salvarme pero el doloroso recordatorio de que ya no estaba vivo me hizo cubrir mi rostro mientras ahogados sollozos escapaban de mi hocico, en es momento solo podía pensar en el dolor, apenas si percibí como la sensación de estar cayendo hacía la oscuridad se iba deteniendo, y el frio se volvía más intenso, pero no dejaba de ver su rostro sonriente en mi mente, y los momentos en que nos divertiamos tanto, sin duda esos momentos no volverían.

-¿Mei?… ¿que te pasa?… ¿porque lloras?…

En ese momento cuando escuché aquella voz, creí que estaba alucinando, que abía perdido la cordura por tanta tristeza y que tal vez mi mente intentaba reconfortar mi corazón por medio de alucinaciones, pero al descubrir mis ojos, él estaba ahí mirandome con preocupación, era… Gabu… pero ¿como era eso posible?… quizá, había muerto sin darme cuenta y nos habían permitido reunirnos en la eternidad, pero ¿como fue que morí?… eso era lo que no comprendía.

-Gabu… finalmente pude encontrarte… creí que sería más dificil el hallarte luego de que ambos murieramos pero… me alegro mucho de volverte a ver

Me acerqué de nuevo hacía él mientras mis lagrimas cambiaban de tristeza a una inmensa alegría, colocandome justo a su lado mientras frotaba mi cabeza contra su peludo pecho.

-Mei… creí que… ambos moriríamos… solos… entre quejidos de dolor y graves heridas sangrantes… pero no estamos muertos mi amada, esto es…

La voz de Gabu me reconfortaba mientras sentía los potentes latidos de su corazón, aunque no estaba segura si así era como debía sentirse el estar muertos, la verdad es que no me importó… él estaba de nuevo a mi lado y eso era suficiente para mi… pero cuando escuché que me decía que no estabamos muertos me detuve por un momento, sino era eso, entonces ¿donde estabamos?… ¿que era ese extraño lugar y porque estabamos allí?… lentamente me separé un poco de Gabu para escuchar atentamente su explicación, pero antes de que eso sucediera, se escuchó como si potentes truenos bastante lejanos retumbaran, en ese mometo una fisura se formó, como un hueco en el tronco de un árbol, y de la oscuridad, un lobo negro pero con la punta de su cola, la se sus orejas y las garras en sus patas brillaban en un pálido tono plateado emergió, sus ojos poseían el mismo color de iris que la loba blanca, aunque en un tono más oscuro.

-Lo que acaban de vivir… fue una prueba, y por más que deteste admitirlo, ambos la pasaron…

Dijo el lobo negro con gran indiferencia y desagrado en su voz mientras miraba a Mei de reojo, como si ella no debiera estar allí o si algo en ella le desagradara, pero yo no entendía el motivo de su actitud hacia ella.

-Mi hermano tiene razón, su amor no es algo natural, por eso necesitabamos saber si era puro y verdadero, si hubieran seguido siendo amigos no tendríamos motivo para intervenir pero ahora… entenderán que no podíamos permitir tal violación de la ley natural…

Un resplandor apareció y la voz de la loba que había conocido antes se escuchó provenir del portal de luz, entonces ella volvió a aparecer al tiempo que explicaba los motivos de su actuar y la del lobo negro

-Pero… Hati… como te dije antes, no fue un amor simple que se formó en un momento, así como no fue una amistad vaga y sin un verdadero lazo que nos uniera, nuestro amor es puro y…

Intentaba defender nuestra relación ante Hati, la madre de los lobos, ella junto a su hermano Skoll engendraron a los primeros lobos, y a pesar de que vivían para cuidar y proteger a sus hijos, siempre han querido que sean felices, al menos eso fue lo que ella me contó, pero nunca habían lidiado con una situación similar, un lobo y una cabra siendo amigos, y ahora teniendo un romance, era algo que estaba fuera del orden natural y por eso tenían que probar la fuerza de nuestro lazo, ver si era amor verdadero o solo alguna especie de capricho, entonces de un momento a otro la loba blanca levantó una pata en señal de que guardara silencio, pero me preocupaba que quisieran destruir nuestro amor, aún así, me quedé callado, pues era la orden de la loba madre, como le decían todos los lobos.

-Pude verlo, me dí cuenta de que no es otra cosa sino un profundo y mutuo amor… pero… dime Mei… ¿que harías si te propusiera que te alejes de él o sino borraría todos sus recuerdos de ti?, no sería más tu amigo, ni tu amado Gabu… solo sería otro lobo al cual le fascina la carne de cabra, y lo más probable es que termine cazandote…

La mirada fría de Hati permanecía impasible como si viera a través del cuerpo de Mei, escudriñando su mente, viendo su corazón, percibiendo todo de ella solo con mirarla.

-Yo… aceptaría alejarme de él… nunca permitiría que por mi culpa él sufriera o cambiara de alguna manera, sé que nuestro amor esta mal, pero es lo único que alegra nuestros corazones… la compañía mutua y nuestros sentimientos, sería doloroso, pero aún estando lejos, el lazo que hemos forjado no desaparecerá jamás… aunque no volvieramos a vernos….

Pude percibir como la mirada de Hati se tornaba un poco en sorpresa, ella tal vez nunca esperó que una simple cabra comprendiera tan bien aquella extraña situación, pero sobre todo, teniendo el valor de renunciar a todo por mi felicidad y bienestar, era cierto, nuestros recuerdos serían lo más valioso que tendríamos hasta que nuestras vidas terminaran, pero siempre estariamos pensando el uno en el otro, hasta que ese día llegase.

-Ya veo… nosotros no deseamos destruir su amor, al contrario, ahora que sabemos que es verdadero, tenemos un obsequio que sin duda apreciarán… tú Mei… te preocupaba no poder darle a Gabu la oportunidad de ser padre, por ser… una cabra pero no debes preocuparte ya por eso…

Hati extendió su pata y tocó suavemente el pecho de Mei, en ese momento el pelaje dorado de su pata resplandeció intensamente, dejando al final una marca con forma de sol sobre el pecho de la cabra, esta miró el simbolo que había aparecido y miró a la loba blanca con confusión, porque querría darle la habilidad de procrear con… un lobo… sobre todo sabiendo que todo lo que estaba sucediendo no era correcto ni natural.

-Yo no… no entiendo… ¿porque estan haciendo esto por nosotros?… o es que acaso ¿no fueron ustedes los que dijeron que nuestra relación iba en contra de la naturaleza?… que ganarían ustedes si Gabu y yo tuvieramos cachorros?…

Hola queridos lectores, les escribo esto para decirles que como no sé si les gusta mi historia, salvo a dos que se volvieron Followers, entonces iré posteando los capítulos con separaciones de tiempo más largas y si sigo sin ver reacción positiva ó negativa de ustedes me temo que borrare esta historia ya que me agrada ver que algunos lo leen pero simplemente no veo nada en si que me de una pista de si debo seguirla así como esta o cambiar mi enfoque o alguna otra cosa, bien solo quería informarles eso, el próximo capitulo será dentro de tres días, un cordial saludo de su humilde escritor.